Solidaridad Global Nª 22 Mayo/Junio 2013

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Año 10 - Nº22 - Mayo/Junio 2013

Programa de Voluntariado

Con la Humanidad Con el Planeta Con la Paz

“Si yo me callo, gritarían las piedras de los pueblos de América Latina que están dispuestos a ser libres de todo colonialismo después de 500 años de coloniaje”. Hugo Chávez


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Comité Editorial: Año 10 - Número 22

Dra. Anayra Santory, Universidad de

Universidad Nacional de Villa María Vicerrectora a cargo de rectorado: Cra. María Cecilia Ana Conci

Puerto Rico, Río Piedras, Puerto Rico. Lic. Clara Aidrighi, Universidad de la República, Montevideo, Uruguay. Dra. Eugenia Meyer, Universidad Nacional Autónoma de México, México. Dra. Evelyn P. Jennings, Saint Lawrence University, Canton, New York, USA.

Secretaría de Comunicación Institucional Mgter. Santiago Druetta Programa de Voluntariado ISSN: 1669-0133/ 1851-2976 (en linea) Arturo Jauretche 1555 5900 - Villa María - Córdoba - Argentina voluntariadoeditorial@hotmail.com Página web: http://webnueva.unvm.edu.ar/index.php?mod=voces

Dr. Juan Eduardo Romero Jiménez, Universidad de Zulia, Venezuela.

Dra. Jilma Romero Arrechavala, Columnistas: Beatriz Cajias José Luis García Marcelo Valko

Universidad Nacional Autónoma de Managua, Nicaragua.

Dr. Marcos Montysuma, Universidade Federal de Santa Catarina, Brasil.

Staff:

Dr. Mauricio Archila Neira,

Dirección Periodística: Andrés Cañas y María del Rosario Galarza. Edición y Redacción: Andrés Cañas y María del Rosario Galarza. Diseño Diagramación: Pablo Alejandro von Düring y Guillermo Fracarolli. Dirección de Relaciones Institucionales: María del Rosario Galarza. Colaboradores: María José Rinaldi y Ana María Bracesco.

Universidad Nacional de Colombia, Colombia. Dra. Méri Frotscher, Universidade Estadual do Oeste do Paraná, Brasil. Dr. Pablo Pozzi, Universidad Nacional de Buenos Aires, Argentina.

Dr. Román Munguía Huato, Universidad de Guadalajara, México.

Artes Plásticas Las ilustraciones de la portada, contraportada y portadas interiores de la presente edición, corresponden al muralista ecuatoriano contemporáneo, Pavel Égüez.


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Marcelo Valko Hedores de sangre y sueños

Guaman Poma Escribir es nunca acabar

H

ace casi un mes que el investigador alemán Richard Pietschmann se encuentra hurgando la sección de manuscritos antiguos de la Biblioteca Real de Copenhague cuando se topa con un tesoro impensado. Se trata de más de un millar de folios cosidos en tres tomos con centenares de imágenes. Su autor utiliza una trabajosa sintaxis castellana que estalla herida con una lluvia de términos quechuas. El manuscrito que Pietschmann tiene en sus manos fue entregado en Lima en 1615, pero recién sale a la luz en ese momento, en 1908. ¿Cómo llegó a Dinamarca? Si el enigmático periplo del manuscrito que permaneció extraviado tres siglos es increíble, el contenido es aún más asombroso. Su autor es un indio andino que lo dirige al rey de Castilla y Aragón. Durante el siglo XVI y XVII, España es la potencia hegemónica de Europa. El oro y plata de América le otorga una solvencia que todos sus vecinos envidian. El metálico fluye sin descanso hacia los puertos de Cádiz y Sevilla. Ningún otro país consigue opacarla, ni siquiera Portugal que la sigue de cerca con sus exploraciones o el Reino Unido de Gran Bretaña que aun no despegó con su revolución industrial. Carlos V, que gobierna desde 1519, tiene la fortuna que gozaron pocos monarcas en la historia del mundo, durante su reinado caen los aztecas en 1521 y los incas en 1533. Más allá que una porción de esa riqueza producto del saqueo de los tesoros mesoamericanos y andinos va directo a afrontar deudas contraídas con la banca alemana, el oro y la plata aceitan y multiplican una administración corrupta. En 1556 lo sucede Felipe II

y los ricos filones de Potosí reemplazan con creces el botín enviado por Cortés y Pizarro a la península. Tal es la abundancia de metálico que provoca una inflación al no disponer del cambio chico necesario. En ese contexto, Felipe III entronizado en 1598 hasta 1621, delega el gobierno a sus ministros para dedicarse de lleno a sus dos pasiones: la caza y la pintura, pasatiempos que también había practicado su antecesor. Estos datos sobre España y sus monarcas retumban en la cabeza de Pietschmann mientras hojea con asombro el manuscrito redactado por Felipe Guamán Poma de Ayala. No es un mestizo, el apellido de Ayala, se lo agrega su abuelo Mallqui que salvó al capitán Luis Ávalos de Ayala, en las guerras civiles al comienzo del Virrey-

nato del Perú. Cada día Richard Pietschmann es el primero en llegar a la biblioteca y el último en retirarse junto al personal. Su conmoción es tan grande que por momentos deja de ser el pulcro y severo investigador germano para rogarle al director de la biblioteca que le permita pasar las noches junto al manuscrito que Guamán Poma (Halcón Puma) destina al rey de España, monarca al que supone tan justo como ignorante de los abusos y crueldades infinitas que sus funcionarios comenten en nombre de la corona. Algo que comienza como una carta de denuncia, se convierte con los años en un laberinto de folios


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Guaman Poma y dibujos que le insumen cada hora de su vida. Comienza el manuscrito en 1580 y lo finaliza en 1615. Demora 35 años, utiliza 1196 folios de los cuales 396 son dibujos, y recién consigue entrar de lleno en tema tras 19 prólogos. Pietschmann va conociendo a Guamán Poma a medida que devora las páginas. Evidentemente es un indígena atravesado por profundas contradicciones en un momento histórico de tremendo choque entre los imaginarios de vencedores y vencidos. Durante años actuó como un colaboracionista en la represión de los profetas del Taky Onkoy que predicaban la aniquilación de los españoles y de toda cosa de Castilla, movimiento milenarista desarrollado entre 1560 a 1572. Los takyongos aseguraban que se aproximaba un nuevo tiempo que transformaría la tierra mediante el accionar de las poderosas huacas sagradas que expulsarían a los invasores. Guamán Poma actuó como intérprete en los interrogatorios realizados por el extirpador de idolatrías y bestialidades del demonio llamado Cristóbal de Albornoz: el hombre que mas guacas ha descubierto en este reino. Sin embrago, dado el tenor del texto al que titula Nueva Crónica y Buen Gobierno, es evidente que Guamán experimenta un profundo proceso interior, algo muy parecido al arrepentimiento. El ingenuo atrevimiento del autor comienza ya desde el titulo cuando plantea Buen Gobierno. Ese indio perdido en las vastas colonias de España le propone al monarca más poderoso del mundo que gobierne bien. Es como si un iraqi people le escribiera a Bush recriminándole que “Uds. dijeron que vinieron a traer democracia, y ahora ni siquiera tenemos agua para beber”. Incluso existen largos pasajes del texto donde Guamán Poma imagina conversaciones con el rey, donde éste le realiza una serie de preguntas que el indígena responde en forma extensa. Por momentos es tan directo que Pietschmann se estremece. Desde el manuscrito afirma

categórico que los españoles solo buscan haciendas y el oro y la plata y fornicar. Asegura que ahora son todos incas y reyes los españoles y más que el inca y peor que el inca. El investigador alemán se queda ensimismado contemplando los dibujos, la seguriEugenioPluma Leivay dad en el trazo, la falta de titubeos. tinta sobre papel. Son naturalistas, lineales, lo representado es frontal y está a la altura

del observador. El indígena tiene conocimiento que tanto a Felipe II como a Felipe III le apasionan la pintura y por eso agrega las imágenes a la que vuestra Majestad es inclinado y le haga fácil aquel peso y molestia de un escrito falto de ambición. Por otra parte, la pintura siempre fue un auxiliar mnemotécnico de los incas, sin mencionar que el Concilio de Trento había establecido su uso como excelente auxiliar


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Guaman Poma de la Propaganda Fide. En una imagen representa a un indígena enfrentando a un conquistador. En medio de ellos un plato, que ambos toman con la mano. El inca le pregunta al español: ¿Esto es lo que comes? Y el conquistador responde: Esto es lo que como: oro. Resulta notable como se esfuerza Guamán Poma para convencer al rey sobre la necesidad de cambio: Y cómo se perderá la tierra y quedará despoblado y solitario todo el reyno y quedará muy pobre el Rey. Por causa del dicho corregidor, padre, encomendero y demás españoles que roban a los indios sus haciendas y tierras y casas y sementeras y pastos y sus mujeres e hijas, por así casadas o doncellas, todos paren ya mestizos y cholos. Hay clérigos que tienen veinte hijos y no hay remedio… por donde no multiplica ni multiplicarán los indios de este reyno. El autor acusa a los curas y padres doctrineros de poseer mancebas y una docena de hijos y multiplicar mesticillos y con genuina pesadumbre asegura que mientras los indios se extinguen y los territorios se despueblan, los sacerdotes se multiplican de modo alarmante con su prole de hijos mestizos. Y si bien los curas por su profesión tienen mayores oportunidades para apropiarse de mujeres doncellas y casadas jóvenes aprovechándose de las facilidades que les brinda el color de la doctrina, los demás españoles se comportan de la misma manera soberbiosa, altanera y violenta para adueñarse de mujeres, tanto doctores, licenciados, bachilleres, maestros, letrados, corregidores, jueces y ni que hablar de los encomenderos. A lo largo de casi 1200 folios Guamán Poma expresa su preocupación por la extinción de los indios que son sometidos a trabajos y castigos extenuantes en las minas y en la encomienda. El circunspecto Pietschmann no deja de sonrojarse ante algunas imágenes que nadie en el mundo se atrevió a exponerlas ante un rey tan poderoso donde se pone de manifiesto la brutal lujuria de los conquistadores: Como después de haber conquistado y de haber robado, comenzar a quitar las mujeres y doncellas y desvirgar por fuerza. Y no queriendo le mataban como a perros y castigaba sin temor de Dios ni de la Justicia. No había justicia. Una representación lo golpea de modo especial. En ella se observa a una indígena desnuda en el lecho.

Es de noche y dos funcionarios reales se entretienen eligiendo mujeres cuando le abren la frazada y les miran las vergüenzas y así no hay remedio en todo el reyno. Y de pronto Guamán Poma ensimismado en esa redacción en la que se le va la vida, estalla y grita desde las letras con todas las letras que rompen las palabras para que hablen en voz alta: porque sin los indios, vuestra Majestad no vale gran cosa porque se acuerde Castilla es Castilla por los

indios. Castilla es por nosotros y no por vosotros. Y Pietschmann, tres siglos después, se angustia y teme por ese indio solo frente al poder. Guamán Poma se ocupa de algo realmente notable que va a ser problematizado recién hacia mediados del siglo XX. Le preocupa la correcta denominación de los habitantes americanos. Hoy en día siguen los debates sobre como se ha llamado a los habitantes: indio, indígena, aborigen, natural, buen salvaje, primitivo, originario. De esta gravísima problemática semántica se ocupó hace cientos de años Felipe Guamán Poma de Ayala cuando se refiere al nombre que le pusieron a nuestro continente y a quienes lo habitaban no porque se llamasen los naturales indios de Indias...y les llama indios y se llaman hasta hoy y hierran… cada parcialidad tiene sus nombres, Castilla, Roma. Incluso también está presente la relación enfermedad-maldición divina entre los vencidos. Guamán Poma señala que el milagro de las pestilencias que Dios envía de sarampión y viruelas y garrotillo y paperas y con ellas se han muerto muy mucha gente. Unos se inclinaban a pensar que las antiguas divinidades los castigaban por tener tratos con los extranjeros que por otra parte eran inmunes a las nuevas enfermedades. Finalmente para Pietschmann llega ese día aciago de la lectura del último folio, del último renglón de esa crónica mágica y terrible. Efectivamente Guamán Poma entrega el texto en Lima destinado al rey. ¿Cómo se habrá sentido? ¿Qué habrá hecho después de su vida al desprenderse de los tres tomos? Imposible saberlo. Su rastro se pierde tras la presentación. Cae la noche sobre la Biblioteca Real en Copenhague, la misma oscuridad que cayó sobre millares de seres sobre los cuales un solitario indio en medio de la vorágine de la Conquista realizó una denuncia interminable y como bien sentenció: escribir es nunca acabar.


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Sabrina Villegas Guzmán: hace un recorrido por la experiencia del campesinado del Norte Cordobés, al momento que afirma: “A pesar de las múltiples realidades agrarias presentes en la provincia, la construcción, cabría decir hegemónica, del campo cordobés coincide con la de ser un territorio del agronegocio”. Clara Riveros Sosa: a partir de la catástrofe del huracán Katrina, invita a pensar hasta donde el daño causado por las últimas inundaciones en la Ciudad Autónoma de Buenos y en la Ciudad de La Plata (Argentina), han sido causadas por el afán de lucro de algunos humanos. Informe de Ecoestrategia sobre los estragos ocasionados por el huracán Sandy. Guadalupe Rodríguez: arremete contra el “mito moderno” de lo “sostenible” y llama a no dejarse “engañar por esta palabra. Sólo es una palabra. Mira siempre más allá. Evita el consumo por imposición y por el puro gusto. Usa menos bienes de consumo, aquellos realmente necesarios y con una vida más larga”. Chris Vernon: convencido del grave problema del calentamiento global, asevera que “es completamente imposible limitarlo”. José Luis García Cnl ® en su columna habitual Desde la Carpa y la trinchera realiza un recorrido comparado por la historia de las reservas militares, a fin de abordar la problemática en las Fuerzas Armadas Argentinas. Toma como punto de inflexión la suspensión del otrora Servicio Militar Obligatorio.


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Sabrina Villegas Guzmán

Somos tierra

La constitución público-política del campesinado en el norte de la provincia de Córdoba A pesar de las múltiples realidades agrarias presentes en la provincia, la construcción, cabría decir hegemónica, del campo cordobés coincide con la de ser un territorio del agronegocio. Se tiende a pensar así en un territorio homogéneo, representado en el imaginario colectivo por llanuras verdes interminables, cosechas récord, maravillosos (y apabullantes) adelantos en ciencia y tecnología agropecuaria y una constante preocupación por el precio internacional de sus commodities.

T

eniendo en vista estos supuestos, una de las primeras cuestiones a considerar es que el campo al que aquí haremos referencia es “otro campo”; un campo con frecuencia invisibilizado y ausente en los discursos que alude a una realidad geográfica, social, cultural, económica y política compuesta por hombres y mujeres que resisten y luchan por permanecer en su tierra, por producir y desarrollar su existencia en armonía con la naturaleza y en el que aún predomina el monte. Realizada esta primera y principal aclaración, este artículo tiene por objetivo poner el eje en las luchas de este “otro campo”, principalmente por la tierra, aunque también por el agua, por la salud, por la educación, por la comunicación popular, etc. Nuestra tesis es que la emergencia de lo campesino en el ámbito de la política local puede comprenderse a partir de la lógica del acontecimiento (Lazzarato, 2006). Podríamos decir que se trata de un momento bisagra, que marca un “antes y después”, habilitando posibilidades no pensa-

das hasta entonces y desde el cual la política pueda pensarse como experimentación y como creación. A través de la organización y del trabajo colectivo -del acontecimiento- se contribuyó a la instalación en la escena política provincial de un “nuevo” actor: el campesinado. Decimos nuevo porque, como afirmamos anteriormente, pese a la diversidad existente en la provincia, Córdoba se asumió históricamente como perteneciente a la “pampa”, desconociendo los contextos del norte, noroeste y oeste provincial. La reflexión tiene su origen en una investigación de carácter socio-antropológico desarrollada entre los años 2010-2011 (Villegas Guzmán 2011) en la Unión Campesina del Noreste (UCAN), organización que integra a nivel provincial el Movimiento Campesino de Córdoba (MCC) y a nivel federal el Movimiento Nacional Campesino Indígena (MNCI).

El surgimiento de la Unión Campesina Hacia fines de la década del 90 y principios del nuevo milenio, las consecuencias derivadas de la aplicación del modelo neoliberal se hacían notar con fuerza entre los sectores subalternos urbanos y rurales. Esta especial coyuntura funcionaría como el caldo de cultivo para la gestación de distintas acciones de resistencia que encuentran su punto de mayor inflexión durante las jornadas de diciembre del año 2001. El ciclo de protesta que desembocó en el “argentinazo” del 19 y 20 de diciembre (o si se prefiere en la


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Somos Tierra “insurrección popular”) permitió el surgimiento de un movimiento social amplio, creativo y potente (Zibechi 2004). A este escenario de crisis nacional,

se suma la voluntad de un grupo de personas, que inicialmente desde la ciudad, y tomando como ejemplo el trabajo de otras organizaciones campesinas, deciden encarar la tarea de formar una organización en el norte de la provincia. Como decimos, fue la confluencia de estas condiciones lo que propició la formación de la Unión Campesina. Por un lado, ciertos aspectos objetivos: la difícil situación socio-económica del país pos década del 90, así como su impacto sobre los cinturones de pobreza urbana de la ciudad de Córdoba (villas miseria), conformados en buena medida por personas “expulsadas” del campo, ya sea por la falta de oportunidades o mediante el uso de la fuerza (desalojos). Por otra parte, la presencia de factores subjetivos: la falta de perspectivas propia de la dinámica de trabajo popular en lo urbano derivó en la decisión de un grupo de personas de “salir de la ciudad para empezar a trabajar en el campo”. A ello se añadía el conocimiento de otras organizaciones campesinas, entre las que aparece como referencia obligada el Movimiento Campesino de Santiago del Estero (MOCASE) y la propia conformación del MCC a partir de la central de

la Asociación de Productores del Noroeste de Córdoba (APENOC-Departamento Cruz del Eje, Minas) y de otras centrales en la zona de Traslasierra (Pocho, San Alberto) y norte de la provincia (Ischilín, Sobremonte y Tulumba oeste). Además de estos antecedentes organizativos, la irrupción de la UCAN debe comprenderse asimismo, tanto en relación con el contexto de profundas transformaciones que afectaron al mundo rural, como en el marco de distintas movilizaciones y procesos organizacionales que tuvieron como protagonistas al campesinado en América Latina y en el mundo. En este sentido, Rubio (2001) destaca que en los años 90 se da un nuevo ciclo de movilizaciones campesinas en América Latina. La vertiente más dinámica de este movimiento campesino-indígena aparece expresada por el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) de México, el MST de Brasil, los cocaleros en Bolivia y la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE). En opinión de la autora, este ciclo de luchas expresa las contradicciones del régimen de acumulación neoliberal en su conjunto y de la etapa actual de la agricultura fase agroexportadora neoliberal-, “cada movimiento encuentra especificidades y diferencias en función del grado de desarrollo de la fase, la cuestión agraria en cada país, el tipo de contradicciones locales y factores políticos particulares” (ibíd.: 191). En sentido coincidente, Moyo y Yeros (2008) señalan el resurgimiento de movimientos rurales que luchan por la reforma agraria, como consecuencia de los profundos cambios socio-económicos y políticos que se han puesto en marcha en las zonas rurales de la periferia mundial desde el

último cuarto del siglo XX. Para estos autores, la profunda globalización del sistema agro-alimenticio iniciada en la década del 70 no pudo lograr la desaparición íntegra del campesinado, “sino que los costos de la reproducción social, tal como han estado sistemáticamente 'expulsados' por el capital, han sido absorbidos por la semiproletarización […] los movimientos rurales que van desde el más organizado hasta el más espontáneo […] comparten la misma base social en el campesinado semiproletarizado, el proletariado sin tierra y los desempleados urbanos” (ibíd.:21). ¿Y por qué campesinos? Joao Pedro Stédile (dirigente del MST) en entrevista con Mançano Fernándes (2005:34) responde a la pregunta de por qué el MST no se llama “Movimiento de los Campesinos Sin Tierra” en los siguientes términos: “Porque la palabra “campesino” es un poco estilizada. Los campesinos nunca la han usado. No es, digamos, un vocablo común […] El hombre de campo generalmente se define como agricultor o como trabajador rural o parcelero o arren-

datario. La verdad es que es más un concepto sociológico y académico, que puede ser que incluso refleje la realidad en que viven, pero que no ha sido asimilado”. A diferencia de lo que ocurre con el MST en Brasil, las organizaciones de base rural que se formaron en Argentina optaron por la denominación de campesinas. Esta decisión no sólo está justificada en motivos políticos, sino que pretende trazar una distancia con las categorías pequeño productor y/o agricultor familiar propios de


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Somos Tierra las agencias estatales de desarrollo rural. El proceso de revalorizar el término campesino tiene que ver con que para las organizaciones, el campesino no es cualquier habitante rural sino aquel que defiende los derechos que le son propios. Así como la UCAN recupera el uso de la palabra con fines políticos (lucha por los derechos de los habitantes rurales), las instituciones públicas, y los programas de asistencia y desarrollo que ellas promueven, se inclinan por la utilización del término pequeño productor o bien, agricultor familiar. Dentro del concepto de agricultura familiar, subyace la idea de que a través de políticas públicas es posible instalar al agricultor en el mercado, esto es, hacer su economía viable y compatible con un esquema de producción capitalista. Por el contrario, las organizaciones campesinas entienden que la economía campesina no es viable dentro del capitalismo, sino que sólo puede serlo a partir de la lucha política. Sobre la adopción de la categoría campesino, viene al caso recuperar lo planteado por Schiavoni (2005) en su estudio sobre los agricultores “sin tierra” de Misiones. Para la autora, la constitución de dicha categoría fue un proceso que no puede separarse de la acción de ONGs de desarrollo rural y de la Iglesia Católica; fueron estos agentes los encargados de crear simbólicamente un sujeto colectivo con intereses compartidos. Estos supuestos pueden hacerse extensivos al caso cordobés, en el que la categoría campesino surge como parte de un proceso organizativo de carácter político impulsado por agentes externos, en principio, al medio rural. La “organización campesina” busca la creación de un “nosotros” que clasifica, que permite la identificación de intereses comunes al grupo. Consideración aparte merece la cuestión de especificar que indica la condición campesina. La realidad rural del norte de Córdoba reviste un carácter complejo, no pudiendo adecuarse a un único molde. En ella se combinan las actividades de agricultura y ganadería, la producción en el predio

destinada a la subsistencia del grupo familiar con la posibilidad de vender el excedente en el mercado (si bien en condiciones altamente desventajosas para los productores) y el trabajo en relación de dependencia, ya se trate de empleos rurales permanentes o temporarios. Sobre este punto, me inclino por la posición que asume Armando Bartra (2008) para quien el campesinado configura una clase peculiar, con una base económica compleja y abigarrada. De acuerdo a su caracterización: “[…] el campesino se inserta en el sistema por

mediaciones múltiples y heterogéneas donde se combinan la extracción del excedente a través de la compraventa de bienes y la generación de plusvalía a través del trabajo asalariado; mecanismos que se entreveran y complementan desplegándose de diferentes maneras en el mercado de tierras, de productos, de servicios, de trabajo, de dinero” (ibíd.:181). A su vez, las distintas facetas que puede asumir la condición campesina son susceptibles de transformarse cuando cambian las circunstancias exteriores y con ellas las estrategias de sobrevivencia. Según el autor citado, lo que define la pertenencia de grupos tan heterogéneos a la clase campesina es que su identidad e interés social nacen de la pertenencia a este colectivo. De esta forma, personas que se dedican a las actividades de promoción, técnicos comunitarios, intelectuales, artesanos, entre otros, pueden ser considerados tan campesinos como los pequeños productores dedicados a la agricultura o a la ganadería. En esto se distancia de la comprensión de clase como unidad socio-económica del tipo propuesto por Chayanov en “La organización de la unidad económica campesina” y por Wolf en “Los campesinos” (ibíd.: 182). De luchas y reivindicaciones A partir del reconocimiento de problemas concretos, la organización que fue gestándose se estructuró en base a distintas demandas: mejoramiento de la salud; educación y formación; atender la escasez y calidad del agua; defender (e incrementar) la producción local de alimentos sanos y generar canales de comercialización para ellos; promover la participación de mujeres y


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Somos Tierra jóvenes; proteger el monte y la biodiversidad; defender la cultura local; entre otras. Estas distintas reivindicaciones se enmarcan en cierto discurso de la ciudadanía o en palabras nativas, “la lucha por los derechos”. En atención a este punto, sabemos que la desigualdad –entendida como la distribución despareja de atributos entre un conjunto de unidades

cho los sujetos son considerados 'como si' fueran iguales, justamente es esta afirmación, 'como si', el puntapié para construir el campo de batalla sobre el cual los excluidos de hecho, reclaman aquello que, tácita y ambiguamente, se establece por derecho”. Más adelante agregan: “En otras palabras, éstas (las luchas) se plantean como una distancia de disputa con la condición de ciudadanía, aunque es también desde la posición de ciudadanos que las luchas son

sociales tales como los individuos, las categorías, los grupos o las regiones (Tilly, cit. por Ciuffolini y de la Vega 2009:664)- material o de hecho nos sitúa frente a ciudadanías diferenciadas que la operatoria estatal, a través de sus distintos poderes, refuerza de manera permanente. Una de estas operaciones se realiza a través del poder judicial restringiendo el acceso a la justicia a los pobres en general (y muy particularmente a los pobres rurales) y generando situaciones diferenciales según quien sea el justiciable. A pesar de estas consideraciones, la ciudadanía contiene un condimento paradojal que permite dotar de legitimidad a las luchas sociales por extender la igualdad. Inspiradas en Ciriza, Ciuffolini y De la Vega (op.cit.:665) dan cuenta de la paradoja que encierra la noción de igualdad formal ante la ley al decir que “si bajo el paraguas universal del dere-

posibles” (ibíd.:665-666). A partir del desarrollo de la organización, el desconocimiento en torno a los derechos fue disminuyendo. Precisamente, una de las tareas que se llevan a cabo consiste en la capacitación sobre derechos en distintas actividades y talleres. Se trata de un “ejercicio de ciudadanía” que, aprovechando las contradicciones y paradojas contenidas en la ley, busca extender la igualdad hacia los desiguales de facto. El hecho de que las familias campesinas hayan permanecido ignorando sus derechos y los mecanismos para hacerlos efectivos perjudicó su situación. En relación a la tenencia de la tierra, el desconocimiento de los derechos que otorga la posesión derivó en que se prestaran a firmar papeles y documentos cuyo contenido les era incomprensible. El proceso de organización de las comunidades es muy significativo en este sentido, ya que implicó una manera distinta de pararse y mirar el tema de la tierra y su desposesión. Llegados a este punto, resulta claro que

del conjunto de reivindicaciones que la organización alza como bandera, destaca la centralidad que asume la lucha por la tierra, y la construcción de una territorialidad distinta a la hegemónica. En este sentido, los conflictos por la tenencia de la tierra adquieren una entidad tal que en torno a ellos se estructuran el resto de las acciones. En otras palabras, cuando es la tierra lo que está en juego, toda la energía y el saber colectivo se dirigen a enfrentar ese problema. De allí la frase de una mujer campesina: “sino defendés la tierrita no va nada”. La centralidad indiscutida de la lucha por la tierra/territorio debe ser puesta en relación con los sentidos que le son otorgados, a saber: tierra-espacio de producción de la vida; tierra-identidad; tierra-naturaleza y tierra-trabajo. Dicho de otro modo, si el signo tierra contiene dentro de sí esta pluralidad de significados es posible comprender que para un campesino vivir sin ella no tenga razón de ser. En los primeros tramos de este trabajo, anunciamos que la problemática campesina contribuyó a poner en escena un actor político hasta entonces silenciado. En este sentido, no podemos dejar de reconocer que fue justamente con el caso de Ramona Bustamante (diciembre 2003-enero 2004) que lo campesino adquirió notoriedad pública, poniendo sobre el tapete el problema de la tenencia de la tierra en el norte de la provincia, así como la ausencia de soluciones oficiales. En efecto, lo sucedido en relación a esta familia fue un hecho que marcó un antes y un después, ya que en torno a este conflicto, se organizó un poder colectivo capaz de desoír órdenes judiciales, articular distintas fuerzas y captar la atención de la sociedad y de los funcionarios públicos. Frente a los desalojos ordenados por la justicia (con todo lo que ello implicó: demolición de la casa y de lo construido por la familia durante décadas), las imputaciones penales, etc. la familia pudo seguir permaneciendo en el campo. En este sentido, la acción política, no solo de la UCAN sino también de otras organizaciones campesinas de la provincia que acompañaron el proceso, encontró la forma de dotar de legitimidad al conflicto, pese a tener la legalidad en contra. A partir de ese momento ya nada sería igual, transformándose tanto la imagen que la organización campesina tenía de sí mis-


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Somos Tierra ma, como la visión externa. A partir de lo acontecido con Ramona quedó expuesta la “intencionalidad” perseguida por la organización; aquello que en los primeros tiempos no podía ser puesto en palabras, fue dicho a partir de la acción concreta. Lo sucedido en el paraje Las Maravillas (departamento Río Seco) también sirvió para mostrar la potencia de la acción política organizada, a punto de pensar que “si se pudo hacer una vez podía repetirse en cualquier lado”. Estas ideas nos conducen nuevamente a la noción de acontecimiento, esto es, a momentos en los cuales algo nuevo se perfila, desafiando las formas conocidas y mostrando posibilidades no pensadas hasta entonces. Desde este punto de vista, la emergencia del campesinado en la provincia de Córdoba, con todo su carácter de provincia “gringa”, significó la posibilidad de apertura a un devenir.

cada problema, incorporando -por medio de la discusión y el debate con otros- una dimensión mayor, capaz de trascender lo meramente local. La lucha por el reconocimiento de campos comunitarios, se ubica en el sentido de tensionar la lógica de la defensa individual de la tierra, encontrando su fundamento en prácticas de largo arraigo

dan abrazar la misma causa, al ver que el problema que aqueja a unos no es tan distante del que afecta a otros. Quizás sea a partir de estos cruces que las distintas y diversas luchas sociales que tienen lugar en el presente (socio-ambientales, sindicales, feministas y de género,

De lo individual a lo comunitario-organizativo En el comienzo del proceso organizativo, los conflictos por la tenencia de la tierra tendieron a afrontarse a partir de planteos judiciales individuales donde lo que se ponía en juego, en mayor o menor medida, era la figura jurídica de la posesión reconocida en el Código Civil. Claro que lo jurídico no era abordado de manera aislada, sino que iba acompañado de una serie de acciones políticas y mediáticas que tenían por objetivo instalar en el debate público un problema social de mayor envergadura. Al poco tiempo, se puso de manifiesto que la defensa de la tierra por medio de los mecanismos institucionales, particularmente los previstos en el esquema jurídico, implicaba una defensa individual que atentaba en última instancia con la reproducción de la vida campesina. Por ello, la metodología de la organización en el abordaje de los conflictos territoriales fue variando en el intento de quebrar esta lógica, incorporando la dinámica comunitario-organizativa. En este sentido, la discusión de la problemática territorial se fue desprendiendo de las comunidades locales hacia espacios de debate más amplio en lo regional y provincial: las “mesas de tierra”. En ellas se busca abandonar la visión aislada y particular de

entre los habitantes rurales. contra la represión institucional y Creemos que la dimensión de la política policial, etc.) puedan articularse se ubica allí donde un conflicto particular entre sí, encontrando objetivos y deja de ser visto como tal, para pasar a programas comunes y sumando comprenderse en un contexto mayor que alternativas a la urgente y necesaria afecta también a otros. De esta forma, la transformación. reivindicación de la tierra, más allá de que pueda ser comprendida en términos de justicia, abandona su título de mera reivindicación a partir de su puesta en relación con otros factores como el modo de acumulación capitalista, el sistema de distribución de la tierra, las políticas económicas, etc. Lo político consiste, como afirma Rauber (2001), en descubrir la raíz del problema, lo que no es otra cosa que poner de manifiesto la dimensión social que articula lo reivindicativo con la totalidad. Esta capacidad de articular una reivindicación como puede ser la lucha por la tierra/territorio con la totalidad del sistema social es la que habilita que otras personas pue- Ramona Bustamante


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Huracán Katrina

Clara Riveros Sosa

Afán de lucro y pobreza al descubierto

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l huracán Katrina, entre otros aspectos, puso al descubierto la pobreza en la que viven determinados sectores sociales en Estados Unidos. Katrina se empeña en seguir develando, hoy nos indica hasta donde catástrofes como las sucedidas en Capital y La Plata están ocasionadas por el afán de lucro de algunos humanos. Ya pasó, pero ha dejado atrás no solamente un cúmulo de desgracias sino también una fuente de lecciones que parece inagotable. El huracán Katrina, lo diremos una vez más, no produjo la mayor catástrofe del mundo pero sí la más mediática, lo que permite obtener de ella un panorama integral así como observarla en sus muchos detalles, cosechando de este modo un importante caudal de datos y experiencias. Puede sorprendernos -o no tanto, quizás- lo conectados que están esos datos con nuestra realidad local. También ya hemos hecho referencia en esta página al altísimo y permanente grado de intervención de la ingeniería que soporta, hace más o menos siglo y medio, la cuenca del Missouri - Mississipi, y, además, qué insuficiente o ineficaz resulta, habida cuenta de que las obras siempre deben estar ampliándose y reforzándose y exigen constantemente nuevas construcciones complementarias. Nada de todo eso parece impedir las devastadoras inundaciones que se repiten periódicamente. Recordemos que Nueva Orleáns se ubica sobre el delta del Mississipi. En el país del norte, los climatólogos, meteorólogos, ingenieros hidráulicos, urbanistas y expertos en prevención y atención de grandes emergencias, se encuentran hoy analizando lo sucedido y las consecuencias del fenómeno que, por largos años, continuarán aquejando a Nueva Orleáns, Biloxi y zonas aleda-

ñas. Nos llama particularmente la atención un hecho que los expertos insisten en señalar: que Nueva Orleáns no se halla en la costa del Golfo de México sino muchos kilómetros tierra adentro, separada del mar por una ancha faja de terrenos bajos. Tal espacio fue, a lo largo de la historia, una zona de amortiguación donde se iba desvaneciendo cualquier eventual entrada del mar que impulsaran las tormentas. Mientras tanto, la vegetación del lugar contribuía a frenar los vientos. En las últimas décadas se quiso aprovechar esa franja aparentemente inútil y fue, en buena parte, rellenada y edificada. A la vez, en las áreas céntricas, se levantaron construcciones de muchos pisos que, como es sabido, re-direccionan caprichosamente los vientos, circunstancia que no se tuvo en cuenta. Para completar los ingredientes necesarios para cocinar una gran calamidad, se permitió la instalación de población en esa zona de riesgo. La gente se sentía a salvo al encontrarse rodeada por tantos diques y altos muros de contención. Después, la imprevisión, la pobreza, la desinformación ciudadana, el desinterés y desatención por

parte del gobierno, hicieron el resto. Algo que también dicen los preocupados especialistas norteamericanos es que, ante oídos sordos, ellos ya habían expuesto sus pronósticos sobre lo que al fin ocurrió. Añaden que no se trata de una desgracia exclusivamente natural, sino de un mortífero cóctel de alteración climática de origen humano, de agresivas modificaciones de los ecosistemas, de especulaciones meramente lucrativas y de pésimas políticas de todo orden. Como siempre, en el ambiente todo tiene que ver con todo. Encontrar las vinculaciones entre esos sucesos y nuestro medio corre por cuenta de los lectores.


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Ecoestrategia

Mitigar el cambio climático es mucho más barato que no actuar Según el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), “los estragos causados por el huracán Sandy nos recuerdan una vez más el potencial de destrucción del clima extremo, aun en países desarrollados como los Estados Unidos, y aunque sean anunciados con suficiente antelación y se despliegue una ágil respuesta de emergencia”.

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sta “tormenta perfecta” dejó un saldo de muertes sobre el cual el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, afirmó ser “el más grave como consecuencia del cambio climático”. Por ello, la administradora del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, Helen Clark, señaló a través de su blog en internet que “Debemos actuar ya para detener el cambio climático”, y añadió que “demasiado poco, demasiado tarde” no es el legado que debemos dejar a las generaciones futuras. Según Naciones Unidas, “hacer frente a la crisis climática mundial podría significar beneficios económicos importantes tanto para los países desarrollados como en desarrollo”, tal como lo explica en el informe “Monitor de Vulnerabilidad Climática: Una guía para el cálculo frío de un planeta caliente”*. Esta publicación fue presentada durante la 67ª sesión de la Asamblea General de la ONU, en Nueva York, en septiembre de 2012, elaborada por Development Assistance Research Associates (DARA), una organización de análisis de cooperación independiente, y por el Foro de Vulnerabilidad Climática, una asociación mundial de naciones que están afectadas desproporcionada-

mente por el calentamiento global. Los autores destacan que dirigir la economía mundial hacia una con menor huella de carbono costará alrededor de 0,5 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) en la década actual. Como señala el informe, esto es significativamente menor que el costo actual y proyectado que tiene que dar respuesta al cambio climático y mantener la economía intensiva de carbono. El documento alerta que el impacto del aumento esperado de la temperatura y la

contaminación derivada del carbono podría duplicar el actual coste a 3,2 por ciento del PIB en 2030, y causará seis millones de muertes cada año, un millón más que las que se registran actualmente. Atlas del clima y la salud Con el fin de demostrar que paralelamente al cambio climático que sufre el mundo, aumentan los peligros para la salud humana, la Organi-


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Mitigar el cambio climático... zación Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Meteorológica Mundial (OMM), han publicado conjuntamente el Atlas del Clima y la Salud**. Sequías, inundaciones y ciclones están afectando a la salud de millones de personas cada año. La variabilidad climática y fenómenos extremos como las inundaciones pueden además desencadenar epidemias de enfermedades tales como diarrea, malaria, dengue y meningitis, que matan y hacen sufrir a muchos millones de personas más. El Atlas ofrece ejemplos prácticos de los posibles usos de la información meteorológica y climática para proteger la salud pública. “La prevención y la preparación son el núcleo de la salud pública. La gestión de los riesgos forma parte de nuestro trabajo diario, y la información sobre la variabilidad del clima y el cambio climático es para nosotros un instrumento científico de enorme ayuda para esa tarea”, aseguró Margaret Chan, directora general de la OMS. Los numerosos mapas, tablas y gráficos reunidos en el Atlas muestran con especial claridad la relación existente entre la salud y el clima. Por ejemplo: en algunos lugares la incidencia de enfermedades infecciosas como la malaria, el dengue, la meningitis y el cólera puede multiplicarse por más de 100 entre una estación y otra, y variar de forma considerable de un año para otro, en función del tiempo y el clima. Asimismo, diversos estudios de casos muestran cómo la colaboración entre los servicios meteorológicos, de emergencias y de salud está ya salvando vidas. Es así como el número de muertos por ciclones de similar intensidad en Bangladesh se redujo de alrededor de 500.000 en 1970, pasando por 140.000 en 1991, a 3.000 en 2007, gracias sobre todo a las mejoras introducidas en los sistemas de alerta temprana y preparación. Por otra parte, olas de calor que normalmente se registran sólo una

vez cada 20 años podrían sucederse como promedio cada 2 a 5 años a mediados del presente siglo. Al mismo tiempo, el número de personas mayores que viven en ciudades (uno de los grupos más vulnerables a los golpes de calor) se casi cuadruplicará a nivel mundial, pasando de 380 millones en 2010 a 1.400 millones en 2050. “Efecto mariposa” del cambio climático La Administradora del PNUD insistió en que “mientras los países desarrollados invierten cada vez más en sistemas elaborados de protección contra las inundaciones, compensan a los agricultores y ajustan los termostatos para adaptarse a los veranos más calurosos, las consecuencias del cambio climático en África pueden ser catastróficas: se pierden cosechas y la población padece hambre”. “Podríamos, como comunidad global, hacer la transición hacia economías ecológicas e inclusivas que se ocupen de la desigualdad, hagan progresos en desarrollo, y detengan la agresión actual contra nuestro ecosistema”, enfatizó Clark.

daños estimados ya exceden en gran medida los costes de las acciones contra el cambio climático, costes que solo crecerán rápidamente si la acciones contra este problema no se toman de manera urgente” Durante los últimos 50 años, la actividad humana, en particular el consumo de combustibles fósiles, ha liberado cantidades de CO2 y de otros gases de efecto invernadero suficientes para retener más calor en las capas inferiores de la atmósfera y alterar el clima mundial. En los últimos cien años el mundo se ha calentado aproximadamente 0,75 grados centígrados. Durante los últimos 25 años el proceso se ha acelerado, y ahora se cifra en 0,18 centígrados por década. Debido a lo anterior, el nivel del mar está aumentando, los glaciares se están fundiendo y los regímenes de lluvias están cambiando. Los fenómenos meteorológicos extremos son cada vez más intensos y frecuentes. “Atender el cambio climático puede ayudar a acelerar las transformaciones económicas y energéticas, impulsar revoluciones tecnológicas, y estimular la creación de nuevos modelos de producción. Puede generar la creación de nuevos bienes, servicios, empleos y exportaciones. Todo esto requiere de una ciudadanía comprometida y líderes audaces. La necesidad es urgente. No hay tiempo que perder”, concluyó Helen Clark.

Referencias

En este sentido, Matthew McKinnon, coordinador del equipo de la Iniciativa de Vulnerabilidad Climática de DARA y autor principal del informe Monitor de Vulnerabilidad Climática, opinó que “nuestros

* El informe Monitor de Vulnerabilidad Climática, en inglés, puede leerse en: http://daraint.org/wpcontent/uploads ** El Atlas del Clima y la Salud, en inglés, puede consultarse en: http://www.wmo.int/ebooks/WHO/


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Guadalupe Rodríguez

El mito moderno de lo “sostenible” y a seguir destruyendo el planeta El que llaman consumo “sostenible”-que abarca no sólo productos necesarios, sino también productos superfluos y de gran lujocrea la falsa impresión de un comportamiento ético o responsable. Pero el acto de comprar por comprar no puede ser nunca sostenible. El modo de vida en torno al consumo lleva implícita la idea de 'no prescindir de nada'. Un auténtico compromiso con el planeta implicaría más bien rechazar de plano ciertas áreas del consumo.

estrecha y apunta más bien a justificar estas actividades, e incluso a imponerlas.

Sostenible” significa “especialmente en ecología y economía, que se puede mantener durante largo tiempo sin agotar los recursos o causar grave daño al medio ambiente. Desarrollo, economía sostenible”. Es la definición del diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, RAE. Pero lo “sostenible” está tan manoseado que en ocasiones resulta confuso. Empresas, gobiernos y medios de comunicación utilizan esta palabra de manera deliberadamente abusiva. Un recurso natural se utiliza de forma sostenible si no se agota, si es posible su regeneración y su producción y reproducción futura. Una producción auténticamente sostenible de bienes o servicios requerirá una organización de la vida en torno a la auténtica protección de la natura-

Bling, bling, el brillo que deslumbra

leza, de la conservación de la biodiversidad. No sólo local, sino también nacional y globalmente, atendiendo a proteger ecosistemas y poblaciones y atendiendo a sus necesidades. La mayor parte de esquemas de evaluación de la sostenibilidad se centran sin embargo en aspectos casi exclusivamente económicos ignorando lo ecológico y lo social. Así sucede cuando se habla por ejemplo de minería sostenible, o producción sostenible de energía. La consideración del aspecto sostenible es demasiado

En la vida diaria, las ciudadanas y ciudadanos llegamos a doblegar demasiado a menudo nuestra voluntad ante bienes, servicios y objetos de consumo que requieren grandes cantidades de materias primas y energía: electricidad y calefacción, telecomunicaciones, grandes infraestructuras, tecnología, transporte de personas y mercancías. Comer carne y productos lácteos, utilizar cosméticos y productos de belleza, gadgets electrónicos -ipads, ipods, toda clase de teléfonos móviles, ordenadores, consolas-, volar barato, renovar continuamente el vestuario, joyas, beber refrescos de las grandes multinacionales....Todas


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El mito moderno de lo “sostenible”... estas tendencias nos arrollan imponiéndosenos, pero no mejoran realmente nuestra calidad de vida. Pero sí concentran ganancias y poder en manos de las grandes empresas e industrias que se esfuerzan por todos los medios de convencernos de que sigamos comprando por comprar.

La maldición de las materias primas

Tampoco es en ningún caso sostenible la agricultura industrial a gran escala o agronegocio, que requiere un acaparamiento sin precedentes de tierras de cultivo que previamente era trabajada por poblaciones rurales; y el uso masivo de agrotóxicos para el control de las plagas y el aumento de la productividad. Para muestra un botón: Monsanto, el gigante de las semillas transgénicas, intenta por todos los medios también darse una imagen sostenible al tiempo que pasa como una apisonadora sobre la agricultura tradicional acabando literalmente con la vida rural de muchas regiones y así con la existencia de muchas comunidades y familias campesinas. Por eso, tampoco son entonces sostenibles los productos producidos a partir de estas materias primas. Ni la extracción de carbón, de gas o de petróleo. Ni su transporte, distribución venta o consumo. Todas las grandes empresas petroleras como hablan incisivamente de sostenibilidad en sus webs, incluida BP, causante de la más reciente gran catástrofe petrolera en el Golfo de México, pero también Shell, Chevron o Repsol, todas ellas ligadas a violaciones de derechos humanos, contaminación del medio natural y accidentes y derrames petroleros de diversa consideración.

Oro, plata, cobre, níquel, litio, aceite de palma o de soja, caña de azúcar, cacao, café, algodón, salmón o camarones son recursos mineros y productos agroindustriales de alta demanda. Presentar la extracción y la producción industrial a gran escala de cualquiera de estas materias primas como “sostenible” es la gran mentira verde de nuestro tiempo. Allá donde existen estos recursos existe el riesgo de que las multinacionales obtengan concesiones para su explotación. La minería industrial a cielo abierto y a gran escala ni es ni podrá nunca ser sostenible, aunque las grandes compañías mineras como Barrick, Rio Tinto o Anglogold llenen sus páginas web con esta palabra.

La resistencia ciudadana y rural cada vez más numerosa no es pues gratuita, sino que obedece a la elevada preocupación de los pueblos por sus derechos fundamentales y por el medio natural circundante.

¿Multinacionales sostenibles? Muchos compradores están saturados y en realidad poseen ya todo lo que necesitan. El slogan publicitario pasa a ser el de que “comprando, salvamos el mundo”. Cada vez más empresas se unen a la tendencia de “defender la naturaleza”. Saben que esto les produce sustanciosos beneficios.

Acusada de acaparar las fuentes de agua comunitarias en lugares como México o la India, hasta la Coca Cola se dice sostenible. Igualmente chocante es que se digan sostenibles megaempresas multinacionales como Ikea, que vende cien millones de muebles cada año en todo el mundo para los que demanda 12 millones de metros cúbicos de madera; o que una línea aérea como Lufthansa quiera volar sosteniblemente, cuando utiliza 30 millones de litros combustible al año, y emite a la atmósfera una cantidad inmensa de gases dañinos para el clima. Por su parte, otras multinacionales

como Zara, Adidas, o Walmart producen y venden en forma masiva, destrozando tejidos empresariales locales, explotando trabajadores, tercerizando las producciones, esclavizando seres humanos y afectando severamente al medio. Que se denominen sostenibles no es ético, ni mucho menos ecológico. Producir continuamente tal cantidad masiva de 'bienes' y obtener las materias primas y energía necesarias para producirlos, conduce sin dudas a hipotecar a la humanidad y el patrimonio ecológico. Las super-ofertas las paga pues siempre la naturaleza.


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El mito moderno de lo “sostenible”... Más y más crecimiento... Los mercados son globales, se impone más “crecimiento” como “solución” para la crisis económica. El sistema establece que todo el tiempo hay que producir y vender “algo”. Para impulsar tal crecimiento irra-

cional, políticamente se deciden, aprueban y fomentan toda clase de infraestructuras, proyectos extractivos de materias primas mineras, petróleo, gas y comoditties agrícolas. Las transnacionales hacen cifras récords, y concentran cada vez más la riqueza.

Problemas globales exacerbados con la globalización como el hambre, la sequía, el cambio climático, la destrucción de ecosistemas importantes como las últimas selvas tropicales requieren respuestas políticas contundentes que acaben con la corrupción y los privilegios, y que apunten a solucionar

-y no a dilatar- los problemas sociales y económicos. El Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional, la Organización de las Naciones Unidas y sus convenciones marco

-o su conferencia de desarrollo sostenible celebrada el año pasado en Río-, van dictando las políticas económicas y energéticas que han de ir tomando los países de ambos hemisferios Norte y Sur. Pero estos foros están dominados por la palabra de las transnacionales, invitadas de honor y socias de estos espacios de poder, y con toda seguridad, ninguno de los grandes problemas de la humanidad va a solucionarse con más de lo mismo. Formas de organización auténticamente participativas y responsables son las que pueden marcar el camino correcto. Volver a fomentar un tejido social basado en diverso, lo cercano, lo local es la única puerta a un modo de vida auténticamente sostenible. Recuerda: Si te venden la idea de lo “sostenible” a gran escala industrial no es para proteger la naturaleza, sino para generar y mantener mercados. Las estrategias que promueven un uso “sostenible” de los recursos a gran escala industrial, conducen -en medio de palabras bonitas- a pérdidas de economías locales, de ecosistemas, de biodiversidad y de modo de vida tradicional de pueblos rurales e indígenas. Sí o sí, muchos recursos, materias primas y hasta fuentes de energía como el petróleo están al borde del agotamiento. Nuestras sociedades modernas están desterrando el auténtico bienestar o 'buen vivir', la cercanía y el respeto a los demás y a la naturaleza. Muy atrás quedan aspectos fundamentales para el ser humano como el territorio, el trabajo, la salud, la educación e incluso el pensamiento, los sentimientos o las emociones. No te dejes engañar por la palabra sostenible. Sólo es una palabra. Mira siempre más allá. Evita el consumo por imposición y por el puro gusto. Usa menos bienes de consumo, aquellos realmente necesarios y con una vida más larga. No te deslumbres con el brillo del oro.


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Chris Vernon

Reconocer la realidad Tenemos un problema. Sabía que tenemos un problema desde hace mucho. Es sin embargo en los últimos años, tras dejar mi carrera como ingeniero para hacer un doctorado en glaciología, al estudiar el cambio en la capa de hielo en Groenlandia, cuando la magnitud y el marco temporal me han quedado claros.

Y

a es completamente imposible limitar el calentamiento global, el calentamiento de la temperatura media del aire superficial, a menos de 2ºC por encima de las temperaturas preindustriales. Hay que entender también que las temperaturas sobre tierra suben más que esta temperatura global, y los extremos es posible que sean más exagerados por retroalimentaciones positivas. Es completamente imposible porque para tener una posibilidad del cincuenta por ciento de mantener el calentamiento por debajo de ese de alguna manera arbitrario umbral las emisiones de gases de efecto inver-

nadero tendrían que llegar a su cénit en los próximos cinco años más o menos y luego caer rápidamente durante décadas: el umbral de 2ºC ya no es viable. Esta caída de las emisiones tendría que producirse contra la tendencia al aumento de la riqueza en las economías en crecimiento y al aumento de la población. La historia reciente, incluso con la mayor caída económica en décadas, no nos ofrece ninguna esperanza ya que las emisiones globales actualmente están aumentando más rápidamente que nunca. Es una fantasía sugerir que la comunidad mundial sea capaz de escoger colectivamente llevar a su cénit y disminuir las emisiones en los próximos años.

La falta de acción no es por falta de conocimiento. Los datos y el conocimiento científico están claros desde hace mucho tiempo y sin embargo en la última década las emisiones de carbono han aumentado en una cantidad mucho mayor que en cualquier década anterior (entre 2002 y 2011 las emisiones aumentaron en 2,5 GtCyr-1 desde los 7,0 a los 9,5 GtCyr-1). No hay nada en los datos que sugiera que hemos comprendido lo serio de nuestra situación. De hecho, lo cierto es lo contrario: estamos acelerando hacia el desastre más rápido de lo que la comunidad científica consideraba posible incluso hace una década. Como científico, se supone que no tengo que usar palabras emotivas como desastre. Sin embargo, a eso es a lo que nos enfrentamos: un desastre evitable que nosotros mismos hemos creado. Sabemos lo suficiente para decir, y lo que es más importante para hacer más. Mientras escribo esto, sin embargo, mi oficina está tranquila, medio


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Reconocer la realidad vacía. Mis colegas están asistiendo a una conferencia en el otro lado del planeta, aumentando sus emisiones de carbono a unas de las más altas del mundo. Dos atisbos de esperanza que tuve hasta hace poco están desapareciendo. El primero lo ofrecían los investigadores al cuantificar la dotación de combustibles fósiles de la Tierra. Sus pruebas sugerían que simplemente no había suficientes reservas de hidrocarburos como para perturbar seriamente el sistema climático. Este

es el tema que exploré en mi tesis de maestría hace unos años. Sin embargo, a medida que la extracción de recursos no convencionales sigue expandiéndonse y la fusión del Ártico libera probablemente importantes reservas en el norte, la esperanza de que los límites de recursos supongan un freno a tiempo y significativo disminuye. En segundo lugar, el crecimiento de nuestras emisiones está vinculado a nuestro crecimiento económico. Si no aumentase la demanda de la población rica las reservas de hidrocarburos quedarían sin explotar. La amenaza del colapso económico, en nuestro caso vinculada a la deuda impagable, nos es familiar y parece plausible al menos para las economías occidentales desarrolladas. Hace exactamente

tres años escribí en el blog, con pruebas, sobre el pico de emisiones de 2008 provocado por la economía. Pero la economía mundial ha demostrado ser mucho más resiliente de lo que imaginaba. En cualquier caso, aunque colapsasen las economías occidentales, a los restantes cuatro quintos de la población mundial es improbable que hubiese que repetírselo dos veces antes de que empezaran a aprovechar cualq u i e r a f l o j amiento de la oferta de hidrocarburos e intentaran retomar la trayectoria creciente de emisiones. La hora de la esperanza ha pasado. Es sencillamente ilógico seguir creyendo que

las peligrosas proyecciones del futuro climático se puedan mitigar mediante acuerdos nacionales e internacionales, o mediante una acción proactiva. Ahora debemos considerar la vida en un mundo 4ºC más cálido, descrito aquí en un informe del Banco Mundial. Nuestra civilización mundial parece enfrentarse a un prolongado periodo de declive. Muy probablemente se deberá a los impactos dañinos del cambio climático pero si, contra toda probabilidad, nos ahorramos los peores impactos climáticos se deberá solo al declive por la falta de energía o al colapso económico global. No hay un camino de bajada fácil para nuestros siete, y subiendo a 9 mil millones de habitantes, no para la altura que hemos alcanzado. La primera mitad del siglo XXI probablemente representará un nuevo pico de la civilización humana, la primera civilización auténticamente mundial, eclipsando los muchos picos anteriores de nuestra especie. Desde aquí, solo podemos tener la esperanza de que el coste de escalar tan alto no será tan dañino como para negar a nuestros distantes descendientes sus propios triunfos futuros.


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José Luis García Cnl ®

Desde la carpa y la trinchera

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EFENSA NACIONAL: RESERVAS MILITARES NECESARIAS PARA LAS FUERZAS ARMADAS Como analistas del Sistema de Defensa Nacional, examinamos la nueva estructura del Poder Militar Argentino y su composición, así como las previsiones que se deberían adoptar para satisfacer las exigencias militares derivadas de la protección del territorio nacional, la población y sus recursos naturales estratégicos, ocasionadas por las amenazas provocadas por eventuales adversarios. Ello incluyó el estudio de la estructura del poder militar existente y las capacidades de las unidades convencionales permanentes para disuadir y, si es necesario, derrotar a potenciales adversarios, aún cuando ellos dispongan de notorias capacidades diferentes y aun superiores a ellas. De este análisis surgió la existencia de algunos problemas, en vías de solución, entre ellos la falta de reservas suficientes para satisfacer una movilización de efectivos de tropas terrestres, aún ante moderados requerimientos. Esta falencia, entre

otras causas, ha sido la consecuencia de la suspensión del antiguo Servicio Militar Obligatorio, el que a nuestro juicio debió ser eliminado para siempre y reemplazado por otro sistema más respetuoso de los derechos de las personas y adecuado a las actuales circunstancias. Pero la suspensión señalada y su reemplazo por la contratación de soldados “profesionales “produjo la disminución de efectivos disponibles para las reservas de tropas terrestres. Estas situaciones no son nuevas en la historia militar argentina y, para saber cómo se remediaron en otras épocas, recurrimos al estudio de nuestra historia que nos mostró diversas soluciones a través de los distintos períodos. Así observamos que en nuestros inicios como Nación cumplió un papel decisivo para la disponibilidad de efectivos que reforzaran al ejército permanente, el uso de las milicias populares reclutadas para enfrentar tanto las Invasiones Inglesas como para proporcionar la seguridad de las fronteras. Luego, en las operaciones para afianzar la independencia, ante la falta de efectivos militares del ejército permanente, operaron casi en forma espontánea, las milicias regionales que llevaron con tanto éxito la Guerra Gaucha y la llamada Guerra de las Republiquetas, ejecutada por guerrilleros patriotas reclutados en el Alto Perú, los que, al

mando de Güemes, Lamadrid, Saravia, Latorre, Gorriti, Arias, Burela, Rojas, Uriondo, Álvarez Prado, Ruiz, Valdiviezo, Padilla, Juana Azurduy y tantos otros, impidieron el avance colonial realista en nuestra frontera noroeste y aseguraron el plan sanmartiniano de avance hacia Lima, aferrando importantes efectivos realistas en la frontera norte. Los cuadros se reclutaban en las mismas unidades guerrilleras, seleccionando al personal con adecuadas aptitudes para el mando. Cuando San Martín inició la liberación del Perú lo primero que ordenó al desembarcar en Pisco, fue la formación de una columna de efectivos aptos para iniciar operaciones de guerrilla poniendo a su frente al General Arenales, quien avanzó por el camino de Ica para internarse luego en la Sierra, con la misión de desarrollar sus operaciones para provocar la insurrección en el interior del Virreinato, cortar las comunicaciones de Lima con los realistas que en el Alto Perú presionaban el frente argentino y luego de logrado este objetivo, poner estos guerrilleros a caballo sobre Jauja y reuniendo sus efectivos con el grueso de las Fuerzas, participar en el ataque a Lima. Considerando el teatro de operaciones por donde debió avanzar Arenales no parecía factible su desarrollo aunque fue el camino que menos esperaba el Virrey


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Desde la carpa y la trinchera Pezuela como abierto a las armas revolucionarias, pero en cambio para San Martín era lógico que estas fuerzas guerrilleras, lograda la sorpresa estratégica, le facilita-

Nacionales y sus reformas hasta la fecha, que dice: “La Constitución Nacional es ley suprema de la Nación y las provincias están obligadas a conformarse a ella, no obstan-

ran desembarcar con el grueso de las fuerzas en Huayra y esperar allí la conjunción prefijada para conquistar a Lima. Así fue efectuado. La Constitución Nacional de 1853 y las sucesivas versiones de 1860, 1866, 1898, 1949 y 1957 establecieron en el Artículo 67 Inciso 24, al determinar las atribuciones del Congreso, lo siguiente: “Autorizar la reunión de las milicias en todas las provincias o parte de ellas, cuando lo exija la ejecución de las leyes de la Nación y sea necesario contener las insurrecciones o repeler las invasiones.” Dispuso la organización, armamento y disciplina de dichas milicias y la administración y gobierno de la parte de ellas que estuviese empleada en servicio de la Nación, dejando a las provincias el nombramiento de sus correspondientes jefes y oficiales y el cuidado de establecer en sus respectivas milicias la disciplina prescripta por el Congreso. Como otras anomalías cometidas en perjuicio de los intereses generales del país, la reforma constitucional neoliberal de 1994 eliminó toda referencia a estos asuntos y la remplazó por… nada. Pero advertimos que la Constitución de la Provincia de Buenos Aires aún contiene en su articulado previsiones sobre milicias como lo prueba lo que determina el ARTICULO 144 INCISOS 11, 12, 13 Y 14 DE SU CONSTITUCIÓN EN VIGENCIA. Quizá ello ocurre por lo que establece el Artículo 31, permanente en todas las Constituciones

te cualquier disposición en contrario que contengan las leyes o Constituciones Provinciales. SALVO PARA LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES, DESPUÉS DEL PACTO DEL 11 DE NOVIEMBRE DE 1859.” Cosas veredes Sancho… Para el año 1865 las fuerzas terrestres argentinas estaban compuestas por el Ejército de Línea, conformado por efectivos profesionales del Ejército Permanente y por una ya aceptada y prevista milicia ciudadana llamada Guardia Nacional. Una ley del 28 de abril de 1854, prescribía que “Todo ciudadano de la Confederación desde la edad de 17 años hasta la de 60, está obligado a enrolarse en un cuerpo de Guardias Nacionales que las Provincias deben crear, organizando Batallones de Infantería de no más de 600 plazas o Regimientos de Caballería de 2 escuadrones, cada uno de los cuales no debe bajar de 200 individuos de tropa” Todo ello ha pasado al olvido. EXPERIENCIAS INTERNACIONALES La necesidad de la formación de estas fuerzas de reserva es común en muchos países y sus capacidades y limitaciones

varían, pero es difícil encontrar lugares donde no existan, con aptitudes de combate semejantes a las de sus pares regulares. Tales los casos de la Guardia Nacional de los EE UU, la metodología empleada por Suiza, las experiencias de Australia y Nueva Zelanda previstas por los británicos, y las puestas en juego por Cuba contra las amenazas imperiales, entre otros. A los fines de esta investigación resultó de utilidad consultar el informe que realizó “Military Balance” de Londres basado en un estudio sobre los procedimientos que Venezuela utiliza para satisfacer sus necesidades de formación y disponibilidad de reservas militares y que reproducimos parcialmente. Para ello, ese país, reformó la Ley Orgánica de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) a través del "Decreto con rango, valor y fuerza de ley Nro. 8096 del 21 de marzo del 2011 y así institucionalizó la Milicia Bolivariana (MB) como organización armada, que si bien no integra las FANB, puede operar conjuntamente con ellas. De la nueva Ley conviene remarcar lo establecido en el Artículo 16, sobre que las FANB tendrán la ".posesión y uso exclusivo de armas de guerra." Las críticas a estas nuevas estructuras resaltan la inconvenien-


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Desde la carpa y la trinchera cia de suministrar armamento a las MB, sin embargo queda claro que en este caso ellas estarán controladas por las FANB. Se determina que las MB tendrán dos cadenas de mandos, una administrativa y otra operacional. Ambas encabezadas por el Presidente de la Nación y Comandante en Jefe de la FANB. La cadena administrativa está integrada por el Ministro del Poder Popular para la Defensa, y el Comandante General de la Milicia Bolivariana. En la cadena operacional el lugar del Ministro lo cumple un Comandante Estratégico Operacional. En la actualidad el Comandante General de la MB es un General de División que es asesor del Presidente en aspectos relativos a su organización, equipamiento y empleo. Desde el punto de vista operacional se determina que los componentes de la FANB deberán brindar a las MB apoyo operacional y de transporte aéreo, terrestre o naval. Para dar respuesta a la necesidad de mantener el funcionamiento de los servicios esenciales, la administración pública, el comercio, la industria, la agricultura, etc., se estructuran dos elementos diferenciados. Uno se denomina Cuerpos Combatientes, unidades conformadas por ciudadanos que trabajan en instituciones públicas o privadas, que de manera voluntaria son registrados, organizados y adiestrados por el Comando General de la MB, "asegurando la integridad y operatividad de las instituciones a las que pertenecen". El otro se denomina Milicia Territorial, constituida por ciudadanos que voluntariamente se organicen para cumplir funciones de Defensa Integral de la Nación y que se registren en el Comando General de la MB para su mando y conducción. La organización de la MB está compuesta por: un Comandante General, el Segundo Comandante, la Jefatura del Estado Mayor, Unidades de Milicia Territorial, Cuerpos Combatientes y sus órganos operativos y administrativos. El Comando General de la MB es

el máximo órgano de planificación, ejecución y control de las actividades de la MB, y el responsable de la organización, adiestramiento, dotación apresto operacional, funcionamiento, administración y ejecu-

los Cuerpos Combatientes y de la Milicia Territorial en que se realicen jornadas programadas de "entrenamiento y reentrenamiento"; 2. Estados de Excepción que sean declarados de acuerdo a lo previsto

ción de los recursos asignados. Este Comando cuenta con un Estado Mayor organizado en cuatro Direcciones: de Investigaciones, Entrenamiento y Doctrina, de Articulación Social, de Personal y de Moral y Luces. Esta última denominación se origina en una frase de Simón Bolívar: "Moral y luces son los polos de la República, moral y luces son nuestras primeras necesidades". Las funciones principales establecidas para la MB son: 1. Alistar, organizar, equipar, instruir y "entrenar" las unidades de la MB; 2. Establecer vínculos permanentes con la FANB y el pueblo venezolano y 3. Organizar y entrenar la Milicia Territorial y a los Cuerpos Combatientes para las operaciones de la Defensa. Cabe señalar la creación de los Consejos Comunales, nuevas organizaciones formadas por un mínimo de 20 familias en zonas rurales y de 100 hasta 400 en zonas urbanas, con la finalidad de favorecer la participación ciudadana directa La MB se considera movilizada en tres situaciones: 1. Periodos de Instrucción para

por la Constitución Nacional y 3. Empleo Temporal para personal de la Milicia Territorial que sea designado para ocupar un cargo de naturaleza militar por un tiempo determinado. De lo enunciado surge que se puede contar con efectivos de la MB en servicio activo prácticamente en todo momento. También se han creado nuevos grados militares para el personal de la MB. Se detalla que los mismos serán ejercidos por voluntarios que no pertenecen a la profesión militar pero que al ser movilizados cumplan funciones de Seguridad y Defensa Integral como militares, en la condición de: Oficiales de Milicia, Sargentos de Milicia y Milicianos. Los efectivos de las FANB totalizaron en el año 2010 unos 115.000 integrantes, con el objetivo de alcanzar 1.000.000 en 2012. Esta meta es posible considerando que hay unos 11.680.000 ciudadanos venezolanos aptos para el servicio militar. El enrolamiento es ahora obligatorio desde los 18 hasta los 60 años. Para el reclutamiento y


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Desde la carpa y la trinchera organización de estas unidades se utiliza como centro de actividades, a la "Parroquia" que es la menor unidad políticoterritorial constitutiva del municipio. Venezuela tiene 2570 Parroquias en los 335 Municipios de los 23 Estados (Provincias) y el Área Metropolitana. Las FANB tendrán la responsabilidad fundamental y

a las milicias populares organizadas en Venezuela. El Comandante de la Séptima División del Ejército de Cochabamba, Erlan Ampuero, confirmó que participan en el programa centenares de personas de diversas clases sociales, entre ellas miembros de grupos indígenas, en cumpli-

eventualidad" y aclaró que el curso se aplica todos los años en el territorio nacional y consiste en un adiestramiento en lo teórico y práctico. Por su parte el Vicepresidente Álvaro García Linera confirmó el inicio del programa y dijo que "se inscribe en esa necesidad" de las Fuerzas Armadas "de ampliar la base de formación cívica que es obligación dar a los ciudadanos" y esa instrucción no debe ser interpretada "de ninguna otra manera" porque las Fuerzas Armadas ya cumplen con esa actividad con el servicio militar obligatorio para los jóvenes.” EXPERIENCIAS DE LOS EE.UU.

casi exclusiva de su organización durante esta etapa fundacional. LA EXPERIENCIA EN BOLIVIA EL 17 de agosto de 2011 el diario “Los Tiempos” de Cochabamba publicó un artículo cuya síntesis expresó: “El Ejército Boliviano admitió que comenzó un programa de instrucción en manejo de armas a civiles en diferentes regiones del país con el fin de enseñar "civismo y defensa de la patria". Estos efectivos serán similares a los surgidos en programas ya desarrollados en Venezuela para organizar las "milicias populares y de la reserva" que componen los Comités de Defensa Integral, organismos similares a los Comités de Defensa de la Revolución Cubana. Estas milicias, al igual que en Venezuela así como las organizadas en Nicaragua y otros países, tienen como característica que se activarán cuando el Presidente decrete el Estado de Excepción y las convoque tanto para entrenar como para realizar trabajos temporales. La orden para el entrenamiento militar de civiles de los movimientos sociales, acatada en reparticiones castrenses de Santa Cruz y Cochabamba, constituye una experiencia que se asemeja

miento de una Instructiva del Comando General del Ejército que establece que deben ser capacitadas "todas las clases sociales que forman parte de la reserva activa del Ejército"; y que en cumplimiento de la misma, entre 250 y 300 personas estaban recibiendo esa instrucción en cuarteles de esta ciudad y también en Sucre. Anunció además que la mayoría de esas personas pertenecía a los movimientos sociales, de los ayllus, y que la instrucción se realizaría por etapas que incluyen la capacitación militar, teórica y práctica. La primera de ellas sólo implica la parte teórica, y luego vendrá la práctica que incluye el uso de armamento. Aclaró que esta capacitación es específicamente para los "reservistas activos", es decir, personas que realizaron el servicio militar. "Refrescando la instrucción de orden cerrado que anteriormente tenían, el objetivo es incentivar a la población a que sigan con el civismo para que no se olviden como hacen en todas partes del mundo". El Comandante de la Octava División con base en la región oriental de Santa Cruz, el General Ramiro Siles, señaló que la instrucción a los civiles es para "defender la patria ante cualquier

Aún los EE UU, y a su particular manera, además de su conocida Guardia Nacional, cuyos efectivos casi igualan a los de las FF AA permanentes y se organizan en cada uno de los Estados de la República, han recurrido a otras milicias urbanas en ultramar para recuperar terreno en su guerra contra los talibanes afganos. Un cable del 07 de junio de 2010 enviado al diario “ABC” de España por el periodista Mikel Ayestarán desde Herat (Afganistán) expresaba: “Milicias armadas y formadas por las fuerzas de Estados Unidos controlan el distrito de Shindand, al sur de la provincia de Herat en la que España lidera la base de apoyo logístico de la OTAN (FSB, por sus siglas en inglés). “No están bajo nuestras órdenes, sólo obedecen a las fuerza armadas norteamericanas”, lamenta el comandante Ekremealdin, máximo responsable de la policía de fronteras del oeste del país. Un grupo de hombres armados se encargan de la seguridad del valle de Zirkho, uno de los lugares que más problemas ha causado a las fuerzas internacionales, formando una guerrilla a la que los afganos denominan Arbakia, palabra usada a lo largo de la historia por las comunidades de la etnia


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Desde la carpa y la trinchera pastún. Los mandos estadounidenses rechazan este nombre y designan a estos grupos por las siglas de Village Stability Platforms (VSPs), grupos para la estabilidad de las aldeas. No están al servicio de señores de la guerra locales, responden a la Shura (Consejo) de cada aldea y trabajan en coordinación con la Policía, explican cuando se les p re g u n t a p o r e s t e programa de defensa al que los mandos de las fuerzas de seguridad afganas se oponen de forma abierta. A diferencia de los programas para las fuerzas de seguridad afganas, en los que están implicados también el resto de los socios de la coalición, estas milicias son competencia exclusiva del Pentágono y su puesta en marcha apenas ha sido publicitada. En pequeños grupos de diez a veinte personas, empezaron a operar en forma oficial a finales de 2009 en algunas de las calificadas como «zonas fuera del control de gobierno de Kabul» y la seguridad ha mejorado notablemente allí donde se despliegan. A diferencia de Ejército y Policía, cuerpos formados por hombres de diferentes provincias y etnias del país, estas milicias sólo operan en sus propias aldeas y su competencia acaba donde acaba su aldea. Con un entrenamiento que va de los diez días a las tres semanas, “los milicianos «sólo trabajan en los lugares donde la Shura lo solicita», según los norteamericanos, y está previsto que con el paso de los meses puedan incorporarse a la Policía. “Estas organizaciones milicianas han sido calcadas del modelo iraquí con las milicias del «Surge» o el despertar, cuando se decidió pagar a los grupos opositores a cambio de que dejasen de combatir contra ellos”, opina un funcionario de un organis-

mo internacional con larga experiencia en la zona, que bajo la condición del anonimato censura “que se armen grupos paralelos a las fuerzas de seguridad convencionales porque su fidelidad va a durar lo que duren sus sueldos, que en algunas áreas duplican a los de los agentes de policía”. Toda esta metodología ha sido y es utilizada en Libia, en reemplazo del contingente terrestre que los EE UU y sus aliados de la OTAN se negaron a enviar y parte de esos efectivos se aprecia operan actualmente en Siria.”

En conclusión queda claro que la falta de reservas instruidas para las fuerzas terrestres es una debilidad de las previsiones de la Defensa Nacional de La Argentina. Subsanarla requiere estudios y acciones inmediatos y este ligero análisis podría ser el iniciador de un debate más profundo para solucionar este problema que plantea el planeamiento integral de nuestra Defensa Nacional.


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Gisela Brito: narra las transformaciones educativas en Venezuela, sabiendo que los cambios no son inmediatos, señala el concepto central de las nuevas propuestas: “tanto docentes como alumnos, como sujetos de derechos, portadores de saberes significativos, capaces de desarrollar un pensamiento crítico reflexivo y de participar activamente en la toma de decisiones” son los actores de la educación bolivariana. Carla Wainsztok propone un recorrido por la aulas de la CELAC al tiempo que continúa su búsqueda por el reconocimiento de una Pedagogía Latinoamericana: “Una pedagogía que puede nombrar y al nombrar se nombra, lo pedagógico como un relato propio.” Facundo Solanas: realiza un recorrido por los distintos anteproyectos presentados en el Congreso de la Nación Argentina, que proponen desde distintas miradas la reforma a la Ley de Educación Superior 24.521; último resabio en el plano del Sistema Educativo de la década del ´90. Beatriz Cajías desde su columna habitual Abriendo sendas re-visita la Conferencia Mundial de Educación para Todos que se llevara a cabo en Tailandia en 1990. Dice de sus promesas incumplidas y de la necesidad de redoblar compromisos.


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“Apenas para verte, un instante demoro. Triste estoy, pero fuerte, mira mis ojos secos ya no lloro. Te digo adiós, mas no pienso en la muerte. Si se apaga una voz, se enciende un coro”. Nicolás Guillén

I

. La educación en el contexto político de la Revolución

La educación con esfera social no puede pensarse escindida de un proyecto político más amplio. Constituye, al igual que la economía, la salud y todas las áreas sociales, un terreno de disputa signado por la pugna de intereses de cuyo resultado surge la orientación que se le imprima a un proyecto educativo dentro de un proyecto de país. Tal como sostiene Paulo Freire, la educación no es neutral ni puede serlo, puesto que se trata de una actividad intrínsecamente humana que tiene siempre una direccionalidad, una intención, que inevitablemente es política. En el contexto político de la Revolución Bolivariana, las transformaciones educativas cumplen un rol central ya que el desafío fundamental que hoy tiene por delante Venezuela es erigir un sistema educativo acorde a los valores y modos de organización socialistas. La irrupción del chavismo marcó un parte aguas en la escena política venezolana. Tras décadas de gobiernos que habían favorecido la concentración de la riqueza en manos de grupos económicos dando la espalda al pueblo, Hugo Chávez llega al poder como un representante legítimo de la grandes mayorías excluidas del país que deciden poner freno a la avanzada neoliberal. Y lo hace por la vía democrática, ganando las elecciones con el 56% de los votos, tras el intento fallido del levantamiento militar de 1992, que si bien no lo llevó al

poder fue sin duda un triunfo político que disparó su popularidad y resultó el germen de inicio de la Revolución Bolivariana. Al tomar posesión de su cargo, Chávez se juramenta sobre la “moribunda constitución” y promete dar inicio a un proceso profundo de transformación cuyo puntapié inicial y fundamental fue la convocatoria a una Asamblea Constituyente en 1999. Comenzó así la refundación del Estado venezolano. Desde entonces, la Revolución Bolivariana avanzó a paso firme transformando estructuralmente las condiciones económico-políticas de la sociedad, triunfando en la gran mayoría de los procesos electorales a los que se sometió, y enfrentado una embestida mediática y política sin precedentes que incluyó incluso un golpe de esta-

do en 2002. El chavismo había llegado para quedarse. Catorce años después de su llegada al poder, Venezuela es un país soberano que alcanzó enormes avances en la democratización del ingreso y de la riqueza logrando redistribuir los beneficios de manera más equitativa entre la población. Al día de hoy la gran mayoría del pueblo tiene garantizados sus derechos sociales, acceso a la salud y a la educación gratuita, a la participación política, a una vivienda digna y al consumo. No se podía decir lo mismo en la Venezuela de 1998. En este periodo, el PIB del país se triplicó, los recursos provenientes de la explotación petrolera, ahora en manos del Estado, son destinados a la comunidad. Según CEPAL, la pobreza se redujo del 50 al 27,8%, la desi-


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Las transformaciones educativas en la Venezuela Bolivariana gualdad pasó de 0,46 a 0,29, siendo uno de los mejores índices de la región, y la tasa de desnutrición se redujo del 21% al 3%. En términos educativos, Venezuela ha conseguido erradicar el analfabetismo y avanzar profundamente en la ampliación de la cobertura y matrícula en todos los niveles educativos, siendo hoy el quinto país en el mundo en matrícula universitaria. Estos son algunos rasgos de los cambios que introdujo la Revolución Bolivariana en Venezuela. Claro que todo el gasto –o más bien inversión- social que implica la redistribución de recursos para mejorar el nivel de vida de la población afecta negativamente los intereses particulares de aquellos sectores acostumbrados durante siglos a concentrar la riqueza en sus manos y a ejercer el poder en su propio beneficio. De ahí la ofensiva política. En términos simbólicos, la Revolución ha conseguido instalar en el imaginario social el concepto de socialismo como horizonte político. Se trata de una idea de socialismo de identidad bolivariana, superadora de los alcances que el término tuvo durante el siglo XX. El socialismo en Venezuela supera ampliamente los modos de organización política propias de la democracia formal y aparente de los estados modernos –en los cuales el sistema democrático se reduce a la participación electoral- avanzando hacia formas de democracia plenas basadas en la participación política genuina y la organización popular. Tiene como basamento fundamental el rescate de las ideas de grandes patriotas latinoamericanos lo que lo dota de un alto contenido ideológico propio que surge del contexto concreto latinoamericano y caribeño. Dentro de sus cinco objetivos históricos (señalados en el programa para la Patria con el que Chávez ganó las elecciones en octubre de 2012 y Maduro en abril de 2013) se encuentran la defensa y la consolidación de la Independencia, la contribución a la conformación de un mundo multicéntrico y pluripolar que permita garantizar la paz planetaria y la preservación de la vida y de la especie humana. Se trata de un programa político revolucionario que sienta las bases para la construcción de una nueva sociedad. En este sentido, es fundamental destacar el rol pedagógico que ejerciera el Comandante Chávez durante sus años de gobierno. La conexión entre el pueblo venezolano y su líder va mucho más allá de un vínculo asen-

tado sólo en el carisma. Chávez supo llevar adelante -haciendo uso durante largas alocuciones de su asombrosa capacidad oratoria, tanto en discursos pronunciados como en el programa Aló Presidente- una tarea educadora que transformó para siempre la conciencia de gran parte del pueblo venezolano. La lealtad hacia la Revolución se debe también a esta tarea pedagógica mediante la cual el líder venezolano consiguió establecer un vínculo político y emocional tan profundo con su pueblo como el que quedó evidenciado en las manifestaciones multitudinarias de amor y dolor acaecidas al conocerse la noticia de su fallecimiento. Como legado indiscutible queda el hecho de que el escenario político está marcado a fuego por el chavismo, tanto es así que la derecha ha tenido que reformular su estrategia y sólo pudo avanzar una vez que admitió que la identidad bolivariana del socialismo chavista había calado tan hondo en la población que no era posible proponer un programa político que tuviera posibilidades concretas de triunfar por fuera de este marco ideológico. A esto, y al cinismo que caracteriza su modo de operar políticamente, se debe el hecho de que hayan llamado a

su comando de campaña con el nombre del libertador Simón Bolívar durante la última contienda electoral, intentando apropiarse de una de las mayores figuras simbólicas de la Revolución. La desaparición física del comandante Chávez no supuso ni mucho menos una disolución del chavismo como identidad política. El rumbo está marcado. El gobierno bolivariano avanza con el horizonte puesto en el socialismo chavista. Tiene al frente el gran

reto de continuar transformando, sin la mirada y la guía rotunda de Chávez, los cimientos sobre los que se asienta el sistema capitalista –la concentración de la riqueza, la exclusión de las grandes mayorías y la competencia y el individualismo a ultranzareemplazándolos por nuevos modelos económicos y por nuevos valores que den sustento a la sociedad. En este camino se encuentra Venezuela. Y no está sola, cuenta con un sólido respaldo regional y mundial, como quedó evidenciado frente al fallido intento de desestabilización perpetrado por el candidato perdedor Henrique Capriles tras las elecciones de abril pasado. Es en este contexto político que debemos analizar las transformaciones educativas que viene llevando adelante la Revolución. Para lograr avanzar en la construcción de una sociedad más justa y solidaria de los principios socialistas es necesaria una reinvención profunda de la estructura institucional. Se trata de una colosal tarea que supone desmontar la maquinaria de la escuela tradicional capitalista anclada en la reproducción del statu quo. Esto no se logra de un día para el otro, ni siquiera en catorce años. Requiere de una acción consciente, planificada y orientada con una dirección política clara, y de procesos de evaluación y vigilancia permanentes sostenidos por la organización popular. De esta forma, sostenemos que la educación en Venezuela se encuentra en un periodo de transición. Parafraseando a Gramsci, nos encontramos entre lo nuevo que no termina de surgir y lo viejo que se resiste a morir, contexto en el cual el conflicto entre dos construcciones de poder contrapuestas que pugnan por instaurar su hegemonía es latente y manifiesto. Para avanzar hacia la consolidación de la revolución en el terreno educativo es necesario continuar reinventando las estructuras con el horizonte puesto en formar nuevas generaciones de ciudadanos que sean capaces de involucrarse plenamente en la moral


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socialista y erigirse en el sostén del proceso de cambio, para lo cual es necesario emanciparse de los antivalores del individualismo, la competencia, la meritocracia, promovidos por el capitalismo. En este sentido, la nueva Ley Orgánica de Educación (LOE) sancionada en 2009 viene a subvertir el orden establecido marcando un horizonte de transformaciones estructurales que apuntan a la conformación de un nuevo modelo educativo. La LOE concibe a la educación como un derecho humano y como un deber social fundamental que debe ser garantizado en forma indeclinable por el Estado, quien asume a la educación como una función de máximo interés porque entiende que los procesos educativos son centrales para promover y fortalecer los valores de la sociedad. El modelo de educación que define la Ley tiene como principios rectores la democracia participativa y protagónica, la soberanía energética y alimentaria, la formación en y para el trabajo liberador, la emancipación e independencia nacional y la lealtad a la integración latinoamericana y caribeña, entre otros. Estos principios que el marco regulatorio establece como orientadores de la educación deben ser analizados en articulación con la construcción de un proyecto emancipador que apunta a consolidar la segunda y definitiva independencia, en el marco de la integración regional y la construcción de la Patria Grande que soñaran los libertadores del siglo XIX. Además, la

LOE establece la gratuidad de la educación hasta el nivel de pregrado universitario y la obligatoriedad de la educación desde preescolar hasta el nivel medio. (En Venezuela el sistema educativo se estructura en cuatro niveles de educación: preescolar, básico, medio diversificado y superior). II. Algunos cambios centrales en el sistema educativo Dentro del sistema educativo formal, tras catorce años de gobierno revolucionario se alcanzaron grandes logros en materia de incremento de la cobertura, la cantidad de matrícula, los años de escolarización de la población, la infraestructura y el financiamiento. El porcentaje de inversión educativa pasó del 3,9 al 7% del PIB entre 1998 y 2012. La expansión de la oferta se tradujo en un aumento significativo de la tasa de matrícula universitaria que según UNESCO es en 2012 del 83% ubicándose en el quinto lugar a nivel mundial. En términos de infraestructura, la Revolución construyó miles de escuelas nuevas en todas los niveles, incluyendo las escuelas bolivarianas que funcionan en doble turno y que fueron creadas con la misión de erigirse en instituciones de carácter participativo que funcionen como centros de quehacer comu-

nitario reinventando las relaciones sociales para la formación de una nueva ciudadanía. En el nivel inicial se crearon los Simoncitos Comunitarios para atender a la falta de oferta educativa en este rango etario. Por otra parte, para saldar una deuda histórica, se creó el Programa de Alimentación Escolar gestionado en colaboración con la comunidad educativa mediante la figura de las “madres procesadoras” que permite alimentar a todos los niños en edad escolar. A su vez, mediante el programa Canaima educativo se desarrolló un software libre y se dotó a todas las instituciones del país con gabinetes de tecnología informática. Además se otorgaron más de dos millones de computadoras portátiles a estudiantes de educación básica que cuenta con un software educativo adaptado al contexto nacional. Recientemente se relanzó el Plan Nacional de Lectura que pretende promover el interés por la lectura en la población y elevar el nivel cultural general. Mediante este programa se habían equipado las bibliotecas escolares, así como también las de las organizaciones sociales y consejos comunales y se había extendido también una red de librerías con precios populares para estimular la actividad lectora en la población. Por medio de la Colección Textos del Bicentenario se otorgan textos escolares de manera gratuita a todos los niños de nivel básico y medio en todas las áreas de estudio, lo cual supone un avance frente al colonialismo pedagógico ejercido durante décadas por el negocio editorial. Las misiones educativas la nueva institucionalidad política Un rasgo distintivo del proceso político bolivariano es su capacidad de invención de estrategias para avanzar en el empoderamiento del pueblo en aquellos momentos en que las instituciones y la estructura burocrática del Estado funcionan a modo de corsé obstaculizando las transformaciones necesarias para avanzar hacia el socialismo. Así, el gobierno puso en marcha una serie de programas sociales a los que denominó misiones y grandes misiones que se implementan en articulación con el poder popular organizado en consejos comunales. En el terreno educativo, estas misiones tienen una importancia trascendental porque


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Las transformaciones educativas en la Venezuela Bolivariana al mismo tiempo que resuelven problemas estructurales funcionan como núcleos de sociabilidad y de puesta en ejercicio de la democracia participativa. Revisemos algunos de sus principales logros. Para acabar con el analfabetismo se puso en marcha la Misión Robinson que permitió alfabetizar a más de 1.700.000 personas, quienes tienen la posibilidad de continuar estudiando para finalizar la educación básica en la Misión Robinson II. Esto es importante porque deja claro que el objetivo no es sólo reducir los índices y tasas negativas sino elevar el nivel cultural de la población para el ejercicio pleno del poder popular. Gracias a estos dos programas, el gobierno de la Revolución Bolivariana le devolvió al pueblo venezolano la dignidad de saberse miembros de la cultura escrita. Como resultado concreto, UNESCO declaro al país libre de analfabetismo en 2005, siendo el segundo país de la región en alcanzar este objetivo. La Misión Ribas corresponde al nivel secundario y está dirigida a jóvenes y adultos excluidos del sistema de educación formal que pueden acceder gratuitamente y concluir sus estudios secundarios. Esta Misión tiene como objetivo la formación en y para el trabajo –que no empleo- productivo y liberador para la familia y la sociedad. El programa toma como eje central la formación socio-comunitaria apuntando a la formación de líderes comunitarios con conciencia política que realicen aportes concretos en sus contextos de estudio. Una de las tareas que el comandante Chávez le dio a la Misión Ribas es la de ejecutar en articulación con los consejos comunales la Gran Misión Vivienda Venezuela para resolver la problemática habitacional en todas las comunidades. Dicha misión entregó en 2012 casi 350.000 viviendas dignas y su meta para el 2013 es la edificación de otras 380.000 casas. La Misión Sucre abarca la formación terciaria y universitaria. Funciona de manera descentralizada en articulación con las universidades del país llevando la formación universitaria a los pueblos y comunidades democratizando así por vez primera el acceso al conocimiento para las grandes mayorías de la población. Gracias a la Misión

Sucre, Venezuela cuenta hoy con más de dos millones de estudiantes universitarios que se forman en sus contextos comunitarios sin tener que migrar a las grandes ciudades. Sus títulos son avalados por universidades nacionales, entre ellas la Universidad Bolivariana de Venezuela creada en 2003 por el presidente Chávez. Estas misiones educativas funcionan en articulación con las de las áreas de Cultura, Deporte, Salud, Alimentación, Vivienda, Trabajo completando el abanico del proceso de cambio revolucionario en marcha

orientado a la construcción del poder popular y la democracia participativa. Pero, más allá de las indiscutibles mejoras en términos económicos o de indicadores del sistema educativo, lo que está en juego en las transformaciones vigentes es la construcción de una pedagogía emancipadora. Esa es la gran apuesta de la Revolución Bolivariana. Entendemos por pedagogía emancipadora una práctica educativa orientada a la deconstrucción de sentidos, prácticas y valores culturales capitalistas que permita avanzar en la construcción de una sociedad socialista. Esto requiere explicitar claramente el sentido político de la educación, asumir con plena conciencia que ningún proceso educativo es neutral, y dotar a la educación de una direccionalidad política clara y fundamentada. La construcción de esta pedagogía en Venezuela se manifiesta en el desarrollo de una nueva institucionalidad escolar y unos nuevos modos del quehacer educativo atravesados por proce-

sos reflexivos permanentes, organización colectiva, diálogo constante entre la teoría y la práctica y modos de evaluación flexible y procesual. Este proceso avanza, no sin contradicciones y resistencias que provienen tanto de las estructuras institucionales como también, y fundamentalmente, de los actores sociales de la comunidad educativa, principalmente de docentes y educadores que más allá de su filiación política fueron formados bajo la concepción tradicional propia de la educación capitalista. Entre algunos de los cambios que apuntan en esta dirección, es de destacar la creación de los Consejos Educativos mediante la Resolución 058, sancionada en octubre del 2012 por el Ministerio del Poder Popular para la Educación, cuyo objetivo es la democratización de la gestión escolar a partir de la participación genuina en los ámbitos de toma de decisiones de estudiantes, consejos comunales, padres, docentes y obreros (personal auxiliar no docente). En este mismo sentido, un cambio estructural es la organización de la carrera docente y los cargos directivos. En la actualidad, cada institución elige democráticamente a un director quien, para aspirar al cargo, tiene que elaborar un proyecto comunitario educativo y quien puede ser revocado por asamblea de miembros de la comunidad en caso de no cumplir con las funciones para las cuales fue empoderado. Estos cambios se encuentran en marcha y suponen una transformación profunda de la institución escuela que tendrá que ir consolidándose para avanzar la democratización profunda del poder en el ámbito educativo. III. La Expedición Pedagógica Simón Rodríguez y la experiencia


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Las transformaciones educativas en la Venezuela Bolivariana educativa de Aragua y Táchira Para analizar con mayor profundidad los cambios concretos que suscitan las transformaciones educativas en Venezuela, tomaremos como eje de análisis algunas conclusiones preliminares que surgen de la experiencia de intercambio pedagógico que se viene desarrollando hace algunos años entre Argentina y Venezuela en el marco de la integración regional y de la construcción del Movimiento Pedagógico Latinoamericano. Durante enero de 2013 tuvo lugar la Expedición Pedagógica Simón Rodríguez, coorganizada por el Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini y las Redes Socioculturales del Estado Aragua con la participación de alrededor de cien compañeros de organizaciones sociales y sindicales de ambos países. Con el objetivo de estrechar lazos de solidaridad y enriquecer los procesos de cambio en el terreno educativo se organizaron en una primera fase siete rutas expedicionarias en las cuales se realizaron acercamientos a las prácticas educativas en marcha e intercambios de experiencias en distintos puntos de los estados Aragua y Táchira. En una segunda fase de reflexión conjunta se llevó a cabo una socialización y sistematización del material relevado, lo cual permitió la producción colectiva de conocimiento acerca de lo observado. A partir de esta experiencia analizaremos brevemente algunos puntos significativos de la experiencia educativa en el Estado Aragua. En este estado, ubicado al oeste del distrito capital están en marcha una serie de reformas estructurales del sistema educativo que se están implementando como ensayos piloto con posibilidades de ser extendidas a todo el país. Como resultado de un proceso de largos años de organización y articulación entre las áreas de educación y cultura se pusieron en marcha en las instituciones los Espacios Permanentes para el Desarrollo

Cultural Endógeno (EPDCUE) cuyo objetivo es propiciar la participación comunitaria en la escuela y el diálogo de saberes entre la teoría y la práctica. En términos prácticos esto se traduce en que uno de los cinco días hábiles de la semana la organización institucional cambia y se organizan talleres a cargo de los docentes, padres, u otros miembros de la comunidad en los que los niños se anotan voluntariamente para aprender distintas técnicas artísticas y culturales vinculadas a los saberes de su entor-

no comunitario. Durante todo el día los estudiantes interaccionan con niños de otros cursos y trabajan colectivamente para luego durante los días de clases articular los saberes aprendidos con los temas y contenidos desarrollados. Así, por ejemplo, hay EPDCUEs de reparación de bicicletas o armado de trajes para carnaval o de reciclaje de materiales de deshecho, elaboración de comidas típicas, etc. a partir de los cuales luego se abordan temas de matemática, ciencias sociales, ciencias naturales. Otro de los muchos programas que se implementan actualmente y que apuntan en la dirección de la construcción de una pedagogía emancipadora es el programa Todas la Manos a la Siembra con el cual se busca articular los contenidos escolares con los saberes prácticos y difundir la práctica agroecológica orientada a la formación en soberanía alimentaria y aprovechamiento de los recursos naturales. Como otra experiencia significativa que apunta a la construcción de una pedagogía emancipadora, se inició en 2001 un proyecto educativo impulsado por la Red Ciudadanía del estado Táchira que en el marco del proceso constituyente venezolano se propuso acercar la Constitución al lenguaje de niños, niñas y adolescentes. Con participación de

padres, niños y docentes a nivel estatal se puso en marcha una asamblea constituyente de niños hasta el nivel medio que tras meses de organización y debates elaboraron una Constitución Bolivariana reescribiendo la original que luego fue aprobada por el 99% de los votos de todos los niños del estado. Muchos de los colectivos que se formaron entonces continúan trabajando en distintos proyectos ligados a la formación en derechos hasta la actualidad. En este proyecto se observa un sentido claro de la tarea educativa que en este caso surge del contexto social de refundación del Estado y aprobación de una nueva carta magna en 1999. IV. La centralidad de la formación docente en la construcción de una pedagogía emancipadora El sistema capitalista y su consecuente modo de organización social implican una escisión fundamental entre la teoría y la práctica que se manifiesta también en el ámbito educativo. La alienación del trabajo se manifiesta en el rol docente al separarse las funciones del saber, que queda en la escuela tradicional a cargo de técnicos y expertos que definen la política educativa, los fines de la educación, los contenidos curriculares etc. y el hacer que concibe al docente en rol ejecutor de todo lo anterior. De esta forma, el docente pierde el control sobre su proceso de producción, su trabajo es alienante porque muchas veces el sentido de las acciones que pone en práctica en su tarea educativa no es claro y su tarea se reduce a intentar trasmitir una serie de contenidos sin articulación. A esto hay que agregarle la complejidad institucional, la fragmentación del sistema, las condiciones laborales muchas veces adversas, la inexistencia de espacios de reflexión y sistematización de la práctica de manera colectiva y el aislamiento en el que se desarrolla la tarea docente, escenario que podría resumirse en la famosa máxima “cada maestrito con su librito”. Para poder pensar entonces, en un proyecto político y en una educación emancipadora es necesario superar esta escisión entre teoría y práctica. En esta dirección apuntan una serie de políticas educativas en Venezuela. Entre ellas está la creación de espacios institucionales remunerados para


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Las transformaciones educativas en la Venezuela Bolivariana la planificación y reflexión colectiva sobre la práctica docente, y el desarrollo de un marco regulatorio que concibe al docente como productor de conocimiento asignándole un rol investigador. Además se abandona la concepción de un currículo prescriptivo habilitando una concepción de proceso curricular, con características de integral, abierto, flexible y contextualizado, construido a partir de procesos de investigación educativa donde participen la familia, la escuela y la comunidad atendiendo a la interculturalidad de la nación venezolana. Pero, para poder alcanzar estos objetivos es necesario tener en cuenta algunas precisiones. La reflexión sobre la práctica docente no se aprende y mucho menos se ejercita de manera espontánea sino que es un proceso mental complejo que debe estar orientado y depende en gran medida del grado de concientización política. En este sentido, la formación inicial de los docentes ejerce una influencia central en el desarrollo posterior de su práctica. Es por ello que es fundamental prestar especial atención y fortalecer la formación docente a partir de realizar una revisión y reestructuración profunda de los planes de estudio, específicamente de educación básica y profesores de educación media que permita contar con un cuerpo docente con una formación sólida en los núcleos ideológicos y políticos del socialismo. Es preciso tener en cuenta que el docente al estar frente a un grupo de estudiantes asume inexorable, aunque no siempre conscientemente, una posición política y pedagógica que se traduce en su tarea educativa, la cual puede resultar reproductivista o emancipatoria. Así, en la formación docente se encuentra una de las claves centrales de la emancipación social; los docentes son necesariamente multiplicadores de los valores de una sociedad, por ello contribuyen con su tarea a la construcción del proyecto político. Si los maestros continúan estando formados bajo los valores del capitalismo, su tarea continuará funcionando como freno al desarrollo de la sociedad socialista. Reconociendo su responsabilidad enorme y su poder multiplicativo es necesario desarrollar un plan de formación permanente que permita la capacitación y actualización continua en contenidos pedagógicos, así como también en formación política. Asimismo, resulta fundamental

continuar avanzando en la mejora de las condiciones laborales asumiendo a los docentes como trabajadores de la educación. Este es uno de los grandes retos que el gobierno chavista tiene por delante. La Revolución Bolivariana necesita maestros con conciencia política capaces de reflexionar en colectivo e individualmente sobre su propia práctica, de movilizar a sus estudiantes hacia el ejercicio de la reflexión, y de asumir con plena conciencia que la educación no consiste en trasmitir contenidos sino en enseñar a pensar de manera crítica y liberadora. V. Conclusiones Las transformaciones educativas que impulsa el Estado venezolano tienen como eje central la concepción de los actores de la

educación, tanto docentes como alumnos, como sujetos de derecho, portadores de saberes significativos, capaces de desarrollar un pensamiento crítico reflexivo y de participar activamente en las instancias de toma de decisiones. Todos los programas y orientaciones de política educativa que se encuentran en marcha contribuyen a la conformación de una pedagogía emancipadora porque apuntan a modificar el rol de la escuela transformándola, tal como queda evidenciado en la LOE en un “nuevo modelo de escuela, concebida como espacio abierto para la producción y el desarrollo endógeno, el quehacer comunitario, la formación integral, la creación y la creatividad, (…) la organización comunal, la consolidación de la paz, la tolerancia, la convivencia y el respeto a los derechos humanos. (Artículo 6, numeral 3, literal e) De esta

forma se pone en práctica una nueva forma de vinculación entre familia, escuela y comunidad. Esto es fundamental para avanzar en la construcción del poder popular y el empoderamiento de los consejos comunales como instancias de articulación con el Estado que son el núcleo central de la nueva institucionalidad de la democracia participativa y protagónica. La escuela tiene un rol y una responsabilidad histórica en este sentido, la de educar a niños, padres y docentes en la praxis de la participación comunitaria. Estos cambios no se realizan de manera inmediata y sin contradicciones. Por el contrario, se trata de una tarea inmensa que supone la construcción de una nueva hegemonía cultural capaz de desmontar el aparato institucional del Estado capitalista es pos de la construcción de una nueva sociedad. Al estar las políticas educativas que impulsa la Revolución Bolivariana necesariamente en interrelación constante con otros campos de acción social, se evidencia el hecho de que la educación se inscribe en una disputa política más profunda por definir el modo de organización de una sociedad, lo cual constituye un proceso social complejo, y muchas veces contradictorio. En este camino está Venezuela, transitando entre un modo de organización capitalista hacia uno de nuevo tipo. Cuenta con un pueblo organizado y con niveles de concientización política inéditos en el país que sigue creciendo gracias a la movilización y empoderamiento que promueve la conformación del poder popular. Los desafíos por delante son muchos, pero el horizonte está marcado y la revolución continúa en marcha. Puede que la voz de Chávez se haya apagado físicamente, pero su pueblo digno y rebelde es la garantía de los logros alcanzados y los por venir.


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Las transformaciones educativas en la Venezuela Bolivariana Mirna Sojo dixit * “La educación es un espacio político en tanto que busca la transformación de la sociedad. La educación no puede quedar escindida de un proyecto político. En Venezuela por ejemplo, la Revolución Bolivariana plantea una educación y un sistema económico al alcance de todos”. “La educación que necesitamos es una educación en donde todas y todos podamos no solamente ser incluidos, sino también incorporados a lo que es el desarrollo social, político y económico del país”. “El ideario pedagógico de Rodríguez impulsa una escuela social en donde todos y todas podamos ser útiles, donde todas y todos podamos ejercer nuestra ciudadanía, donde todos podamos ser incluidos”. “Rodríguez hablaba de una escuela-trabajo, igual que Martí y otros tantos educadores. Esa escuela-trabajo implica que la escuela tiene que tener una configuración distinta a la que plantea la escuela neoliberal”. “Hoy en día la escuela que necesitamos para América Latina es una escuela que se configura de otra manera. No puede ser la escuela neocolonial, por lo tanto hay que repensarse en la educación y en el modelo educativo que necesitamos para nuestros pueblos”. “La Ley Orgánica de Educación, es una ley VIVA. No es una ley que se pensó en la asamblea, sino que viene recogiendo experiencia; las comunidades participan, los padres participan, se evalúa a los directores, deciden quién va a ser director de la escuela. Hay unos elementos protagónicos que van configurando otras formas de hacer política educativa”. *Coordinadora de la “Escuela Social Rodrigueana”, Venezuela.


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Las transformaciones educativas en la Venezuela Bolivariana

Un encuentro antológico Carla Wainsztok

“En 1824, Bolívar se entera que su “viejo maestro” Simón Rodríguez se encuentra en territorio de la América Meridional. Tal noticia lo llena de alegría y decide escribirle una carta, “¡Oh, mi maestro! ¡oh mi amigo! Usted en Colombia, Usted en Bogotá y nada me ha dicho, nada me ha escrito. Sin duda es usted el hombre más extraordinario del mundo. (…) Usted, Maestro mío ¡cuánto debe haberme contemplado de cerca,

aunque colocado a tan remota distancia! Con qué avidez habrá seguido Usted mis pasos dirigidos muy anticipadamente por Usted mismo! Usted formó mi corazón para la libertad, para la justicia,

para lo grande, para lo hermoso. Yo he seguido el sendero que Usted me señaló (…) Si, amigo querido: Usted está con nosotros. ¡Mil veces dichoso el día en que Usted pisó las playas de Colombia! Un sabio, un justo más, corona la frente de la erguida cabeza de Colombia. Yo desespero por saber qué designio, qué destino tiene Usted. Sobre todo, mi impaciencia es mortal no pudiendo estrecharle en mis brazos: ya que no puedo yo volar hacia Usted, hágalo hacia mí (…) Amigo si tan irresistibles atractivos no impulsan a Usted a un vuelo rápido hacia mí, ocurriré a un apetito más fuerte. La amistad invoco”.


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Carla Wainsztok

El concepto de comunidad, de nuestras aulas a la CELAC

I

Dijo el gran patriota latinoamericano Manuel Ugarte: “Somos indios, somos españoles, somos latinos, somos negros, pero somos lo que somos y no queremos ser otra cosa”.

Pedagógicas

Un/a docente hace opciones continuamente, en nuestro caso la primera e-lección implica definir el campo pedagógico. “Viéndolo bien, cada acto pedagógico práctico supone algo permanente y constante que no depende de circunstancias ni de actores. Esa constante es una significación, y como significación, se concreta de modo puramente pedagógico cada vez que el maestro y el educando se ponen en relación. Que en muchas ocasiones el acto se nos presente rodeado de condiciones tales que, a simple vista, parezcan atribuirle un acusado carácter subjetivo y variable es cosa que no altera, en fondo su contenido específicamente pedagógico. De ese sentido específicamente pedagógico nacen reglas que constituyen la praxis pedagógica. Consiguientemente, esas reglas deben ser susceptibles de determinación objetiva; y por aquí se ve progresivamente a la fijación de las relaciones que las conexionan y coordinan. (Taborda, 2011:177). Es decir lo pedagógico es el vínculo entre la maestra, el maestro y la educanda y el educando. Un vínculo para construir libertades, emancipaciones, autonomías o un vínculo para la dominación. ¿Qué es un aula sin vínculos pedagógicos? Es un espacio

con pupitres y pizarrones, un aula vacía y vaciada pero, si ese espacio habilita el encuentro entre sujetos pedagógicos es un aula plena de palabras, convicciones, sentires y cosmovisiones. “Quien elige enseñar, sólo puede sostener su tarea si mantiene abierta la convicción de que vale la pena conocer el mundo y que cada niño es merecedor de ese legado; así como también si sostiene la idea de que el mundo puede ser mejor de lo que ha sido (…) Es un amor que se parece mucho a la justicia. (Siede, 2007: 246-247). La pedagogía es una experiencia trimembre maestras/os, estudiantes-educandos y los contenidos de las culturas. Nosotros en este texto queremos recuperar la idea de transmisión. “La idea de transmisión, en su utilización habitual en educación aparece cargada de un sentido ligado a la repetición irreflexiva, a la reproducción de modelos de saber y autoridad. Es necesario recordar este desprestigio en cualquier intento de sostener un debate sobre la transmisión en el mundo educativo, tanto para que éste no sea des-

cartado de plano como para no convalidar el regreso a posiciones conservadoras sobre el papel de la escuela en la transmisión cultural” (Terigi, 2004: 192). Para nosotras/os la enseñanza y la reflexión sobre la misma es una promesa con las nuevas generaciones. Pero incluso en nuestros países con historias de exilios, destierros, reunir las viejas y las nuevas generaciones en un relato no es un dato menor. De ello también se nutre la pedagogía, como diálogo intergeneracional. Las dictaduras destruyeron la posibilidad de ese diálogo; que hoy se está reconstruyendo. Entonces la pedagogía nuestroamericana también como filiación simbólica. Es ahí donde generación y transmisión se dan la mano. “Todo pueblo realiza existencialmente la misión que llamamos educación. Generación tras generación, todo pueblo atiende al íntimo y misterioso mensaje que teje con los afanes formativos de todos los días la continuidad de su historia” (Taborda; 1994: 50). Del otro lado del océano un filósofo se preguntaba y nos pregunta: “¿Acaso no nos


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El concepto de comunidad, de nuestras aulas a la CELAC roza, a nosotros también, una ráfaga del aire que envolvía a los de antes? ¿Acaso en las voces a las que prestamos oído no resuena el eco de otras voces que dejaron de sonar? ¿Acaso las mujeres a las que hoy cortejamos no tienen hermanas que ellas ya no llegaron a conocer? Si es así, un secreto compromiso de encuentro está entonces vigente entre las generaciones del pasado y la nuestra. Es decir: éramos esperados sobre la tierra” (Benjamín, 2007: 22). Una o un docente susurra en el aula un secreto. Se trata de una conversación, no del peso en nuestros cuerpos de las generaciones pasadas, sino de una conversación entre los vivos y los muertos. “No se trata de que lo pasado arroje su luz sobre lo presente o lo presente sobre la pasado; la imagen es aquello en donde el pasado y el presente se juntan par constituir una constelación” (Benjamín, 2007: 22) Y dicha constelación permite que la transmisión no sea algo mecánico, una “concepción bancaria” sino como la posibilidad de compartir relatos. Recordemos que relatar significa unir los lazos. Y esto nos permite afirmar que uniendo lazos de escritura y lectura estamos construyendo una comunidad. “La transmisión sería así una página escrita, un relato que cuenta la gesta de los predecesores y que cada uno podrá leer o rescribir a su manera (…) Esta confusión entre transmisión y tradición tendría como efecto el apartar la transmisión de la universalidad. Pone en evidencia la muerte de la creación, la muerte del texto, y la sujeción del sujeto a valores destinados a la pretrificación” (Hassoun, 1996: 175-177). Transmitir es crear, es inventar no sólo hacer el arqueo de los tesoros de los tiempos idos. Transmitir es esperar con alegría que las/os estudiantes sueñen nuevos sueños. Pero para soñar de nuevo y lo nuevo se necesitan de palabras, de relatos “Tal vez habría que pensar si los docentes, en esa complejísima trama que implica la transmisión, no estamos siempre, cada vez que se concreta, dando con el lenguaje un alimento que implica porvenir” (Pradelli, 2011: 23). Transmitir puede ser entonces ese lugar, ese espacio que nos permita encontrarnos en un tiempo. Espacio y tiempo. Pero ya no en la constelación del pasado y del presente, sino también donde se suman los futu-

ros. “La transmisión supone objetos frágiles y seres mortales, y entre esos seres supone una estructura de lugares ala vez temporal y simbólica, como también una palabra que signifique que otro puede venir a su vez; hacerse adulto en su momento, padre o madre a su hora, o profesor, siguiendo a otros (…) Transmitir un ‘saber’ transmitir conocimientos, es reconocer en otro sujeto la capacidad de saber ese saber, de desearlo, de entenderlo, de desarrollarlo” (Cornu, 2004: 28). Pero la herencia, lo transmitido nos es dejado por otras/os pero eso no lo vuelve propio. Lo propio debe ser apropiado. Nuestras pedagogías deben ser construidas, creadas, inventadas y apropiadas. Lo vital le permite a nuestro pedagogo fundamentar que la pedagogía es una ciencia espiritual: “Es una pedagogía de la cul-

tura. Lo es en tanto acota su campo en el íntimo enlace del espíritu subjetivo con el espíritu objetivo y busca en él el momento propiamente pedagógico. El concepto de la cultura es el de una interrogación de dominios particulares que se hallan, históricamente, en mutua y recíproca interdependencia. Como tal, sufre la influencia de su clima espiritual, del clima que le depara el espíritu objetivo. Cuando los influjos de ese

mundo son específicamente educativos, es señal de lo que el alma singular susceptible de formación recibe vivamente un valor, un valor de los que le presenta la comunidad a la cual pertenece. Educar es propagar la cultura. Naturalmente, la tarea de la pedagogía que arranca de una realidad cultural y se dirige a la valoración y a la norma necesita de concept o s c o n d u c t o r e s ” ( Ta b o r d a , 2011:227). La pedagogía es entonces un acto cultural que pertenece a un tiempo y a un espacio, “Todo proceso educativo es obra de la comunidad como unidad vital” (Taborda, 2011:83). II Comunitas Las concepciones de la Pedagogía Social e incluso las de la sociología clásica suponen que la comunidad “es una ‘propiedad’ de los sujetos que une: un atributo, una determinación, un predicado que los califica como pertenecientes al mismo conjunto. O inclusive como una ‘sustancia’ producida por una unión. En todo caso se concibe a la comunidad como una cualidad que se agrega a su naturaleza de sujetos, haciéndolos también sujetos de comunidad. Más sujetos. Sujetos de una entidad mayor, superior e inclusive mejor, que la simple identidad individual, pero que tiene origen en esta y, en definitiva le es especular” (Esposito 2003: 2223). Para el filósofo italiano es necesario revisar el origen etimológico de la palabra comunitas y allí se marca el cum latino, con y el vocablo munus, “Lo que prevalece en el munus es en, suma la reciprocidad o ‘mutualidad’ del dar que determina entre el uno y el otro un compromiso” (Esposito 2003: 22-23). Entonces la comunitas “No es una posesión, sino por el contrario, una deuda, una prenda, un don-a dar” (Esposito 2003: 22-23) y recordemos el don tiene que ver con la generosidad.


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El concepto de comunidad, de nuestras aulas a la CELAC “En este sentido, la cultura es un don que permite un trabajo: el trabajo de contribuir a pensar y decir cosas nuevas, o viejas de otro modo. La generosidad adopta un sentido político (…) cuando la práctica intelectual se detiene en dramas sociales inmediatos o en singularidades remotas y cosas a veces muy minoritarias, de manera irrecíproca, sin perder nunca un sentido tribal, una aspiración de comunidad” (Tatián 2012). La cultura y la comunitas, es decir lo que se está realizando. Lo pedagógico-cultural entonces en tres tiempos, el pasado es decir lo ya hecho por otras y otros, el presente lo que nosotras/os estamos haciendo y el futuro lo que imaginamos, los sueños futuristas de Mariátegui o los sueños diurnos de Ernst Bloch. Lo pedagógicocultural hoy, como el trabajo de un don-a dar para nombrar lo nuevo o para nombrar lo viejo pero de otro modo. No se trata de copiar, imitar o repetir lejanías sino de crear. Y en este sentido lo pedagógico-cultural como reparador. “Un saber curioso” (Ulloa: 2012), que desea nombrar y nos nombra. Con el tiempo la comunitas fue perdiendo la espesura del don, de la mutualidad y se fue convirtiendo “en civitas y castrum, este último con una evidente inflexión militar de defensa de los propios confines (…) esos communia que antes indicaban un simple conglomerado rural, o urbano, comienzan a adquirir los rasgos cada vez más formales de una verdadera institución jurídico- política” (Esposito 2003:35). La comunidad es definida por el pedagogo cordobés como “comunidad existencial-antropológica (…) la comunidad del hombre que está en el

mundo, del hombre que es con otros hombres” (Taborda, 2011: 254). Y este ser en el mundo y con otros hombres presume que el “Conocer es expresar el ser.” (Taborda, 2011: 254). Este conocer es un conocer indagador “El hombre está en el mundo. Inmerso en las cosas que lo rodean, que lo envuelven, que lo traen y lo tienen, él se vuelve a las cosas y pregunta a las cosas. Experimenta. Experi-

menta el mundo porque el mundo tiene sentido. Pero primeramente, ese sentido es oscuro y secreto. Por eso, cada vez más ávido de claridad, pregunta el hombre a las cosas. Múltiples son sus preguntas, Múltiples como las vivencias inmediatas con las que tantea su mundo. Pregunta también por el mismo, pues, en cierto momento, él llega a ser un problema cuyo sentido ha de descifrar”. (Taborda, 2011: 252). Más de veinte años después, un pedagogo brasileño afirmaba “Una vez más los hombres, desafiados por la dramaticidad de la hora actual, se proponen a sí mismos como problema. Descubren que poco saben de sí, de su ‘puesto en el cosmos’, y se preocupan por saber más. Por lo demás, en el reconocimiento de su poco saber de sí radica una de las razones de esa búsqueda. Instalándose en el trágico descubrimiento de su poco saber de sí, hacen de sí mismos un problema. Indagan. Responden y sus respuestas los conducen a nuevas preguntas” (Freire, 1970: 37).

Es que ambos pedagogos retoman las ideas de un filósofo alemán “Cuando el hombre se ha colocado fuera de la naturaleza y ha hecho de ella su ‘objeto’- y ello pertenece a la esencia del hombre y es el acto mismo de la humanificación- se vuelve en torno suyo estremeciéndose, por decirlo así, y pregunta ¿Dónde estoy yo mismo? ¿Cuál es mi puesto? (…) Descubre en esta mirada la posibilidad de la ‘nada absoluta’; y esto le impulsa a seguir preguntando ‘¿Por qué hay un mundo? ¿Por qué y cómo existo ‘yo?”(Scheler; 1938: 111). Este hombre, esta persona, este sujeto posee la “disposición y facultad de producir y configurar formas siempre nuevas del pensamiento y la intuición, del amor y la valoración” ( Scheler; 1938:69). La transmisión insistimos, no como concepción bancaria sino una “concepción humanista (que) no excluya el bien cultural-huelga repetirlo-, pero lejos de creer que la formación resida en su transmisión mecánica y en su nueva posesión, le asigna su recto valor al reconocerle posibilidades educativas, cuya eficacia depende de su influencia en el desarrollo íntimo del docendo” (Taborda, 2011: 241). La docencia entonces como una forma de intervención, “De tal suerte que ahí donde un hombre interviene en otro hombre con el propósito de incrementar su formación se hace presente el objeto de la educación” (Taborda, 2011: 250). Pero dicha intervención contiene la posibilidad de ser una buena o una mala educación “Humano es aquí, en todo el libro, un adjetivo calificativo que indica esta cualidad moral de condolerse por los otros. Lo que llamamos educación, entendida como formación, es el esfuerzo por dirigir las influencias que puedan hacer al hombre humano, capaz de sentir la raíz común de


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El concepto de comunidad, de nuestras aulas a la CELAC esa humanidad (…) Ser indiferente al dolor ajeno o, incluso, gozar con él son signos de una mala educación. Como lo es el no saber compartir la alegría ajena o la propia” (Carvallo Rey 2011; 6). Sin embargo “Un estudiante frente a un maestro constituye ahora la enunciación de un teorema tanto más difícil de ser resuelto cuanto más simple y sencillo parece. Primeramente, se exige establecer el derecho que asiste al maestro para enseñar; después se necesita saber cómo y de qué modo ha de comportarse el maestro en el desempeño de su tarea. ¿Es que él transmite conocimientos a su docendo? ¿Es que él debe concretarse a fomentar en el niño el proceso de la invención? ¿Es que hay que reconocer que la actitud precede del crear -ser autor- y que, consiguientemente, siendo el niño el que crea en el acto educativo, es él el depositario legítimo, el único dueño de su autoridad? ¿Es que la antinomia autoridadlibertad se resuelve en un actotisi, un acto de conciencia? ¿O cabe todavía una distinta posición basada en el examen fenomenológico del acto educativo? (Taborda, 2011: 51). El diálogo parece ser la respuesta para construir sujetos pedagógicos libres, autónomos y erguidos: “Una comunidad estable y de una comunicación espiritual, cosa que sólo puede conseguirse con el amoroso cultivo del diálogo entre estudiantes y profesores” (Taborda, 2011: 57). Y encontrando nuevas similitudes con el pedagogo brasileño “La existencia en tanto humana, no puede ser muda, silenciosa, ni tampoco nutrirse de falsas palabras, sino de palabras verdaderas con las cuales los hombres transforman el mundo. Existir, huma-

namente es ‘pronunciar’ , es transformarlo. El mundo pronunciado, a su vez retorna problematizado a los sujetos pronunciantes, exigiendo de ellos un nuevo pronunciamiento(…). El diálogo es este encuentro de los hombres mediatizados por el mundo, para pronunciarlo no agotándose por lo tanto en la mera relación yo-tú.” (Freire, 1970:104-105). El diálogo habilita el encuentro, permite compartir los conocimientos, los relatos, el eros pedagógico es impensable sin el respeto, sin el cuidado por el otro. La docencia es también ternura. En los orígenes los griegos

afirmaban que el logos era sólo para los ciudadanos y los gritos eran propiedad de las multitudes. “Reducir el lenguaje del otro al grito lleva a enunciar nuestra pretendida ‘palabra’ también desde el grito. Aristóteles; que define al hombre como ‘animal que posee logos’(‘palabras’ y ‘razón’), cuando analiza la sociedad esclavista, a la que justitifica, disocia los dos sentidos del logos y deja al esclavo una palabra vacía. Frente a ese ser inferior; el amo es aquel cuya voz supone la totalidad significativa del logos. Al ‘esclavo’ por naturaleza’ no le

resta nada más que una voz cuasianimal, equivalente al grito Como consecuencia de este hecho, la política aristotélica se construye teniendo no la palabra como presupuesto, sino el grito, en cuanto que éste es necesario para el logos, así como el esclavo es necesario para la ciudad” (Roig; 2009:133). Esta definición oculta, esconde la dicotomía civilización-barbarie, los civilizados poseen el logos y los pueblos gritan. Este pensamiento colonizador aún está presente en las pedagogías latinoamericanas. “La negación de la ‘palabra’ al otro conduce a negar nuestra propia palabra a quedarnos legítimamente sin ella” (Roig; 2009:133). Sin embargo las pedagogías latinoamericanas intuyen que parte del pensar y sentir descolonizador presume que los gritos en realidad son propiedad del “conocer cruel” (Ulloa, 2012), y las palabras que piensan y sienten constituyen el saber primoroso. De esta manera los gritos expulsan, expelen las diferencias, por ello “La escuela debe ser, imperativamente, comunidad (…). Sólo así, construida sobre el diálogo, una generación nueva, podrá, gracias a su identidad, contemplar y transformar el mundo” (Carvallo Rey 2011; 67) o como plantea en la actualidad otro pensador latinoamericano “Desarrollar la potencialidad desde la subjetividad, superando los códigos de información y del comportamiento, avanzando hacia el mar abierto,


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El concepto de comunidad, de nuestras aulas a la CELAC hacia la vastedad del colocarse, que es más que la capacidad de apropiación de las circunstancias porque define un camino para contestar a la pregunta ¿cómo hacer del hombre más hombre? (…). No se trata de hacer hombres funciones-sino hombres semillas capaces de volver a nacer para estar presentes como sujetos erguidos y autónomos” (Zemelman, 2007:18). Entonces comunidad y autonomía, comunidad y libertad. No una comunidad que se impone sino “una comunidad que se produce, una comunidad que se genera, una comunidad que se inventa. Una comunidad en la que se entra y no a la que pertenece, una comunidad que es libertad y no necesidad y que tampoco es sociedad, porque se establece en función de lo común. Los seres humanos, dice Spinoza, entran en relación por lo que tienen en común, porque es esto que tienen de común lo que los hace incrementar su potencia, si es que se componen adecuadamente. Pero eso común no es un destino inexorable, y puede adoptar distintas formas”(Tatián; 2009: 70) . III Comunidades pedagógicas “De aquí que la comunidad sea, a un mismo tiempo, objeto y sujeto de la actividad educativa. Partiendo del concepto par comunidad-miembro, esta doctrina reconoce cuatro formas docentes, que son: la comunidad que educa a la comunidad, la comunidad que educa a los miembros; los miembros de la comunidad que se educan entre sí; y la de los miembros que educan a la comunidad(…). De aquí que la educación, como toda la manifestación del espíritu objetivo -idioma, derecho, arte, religión- sea una función de la comunidad, y de aquí que la tarea asignada a la pedagogía sea la de hacer vivo en

cada individuo ese espíritu-objetivo” (Taborda, 2011:232). La comunidad educa a través de sus símbolos, de sus monumentos, en este sentido es posible recordar a Ricardo Rojas y su pedagogía de las estatuas. Las ciudades poseen marcas pedagógicas que habilitan y clausuran las memorias, los recuerdos, los olvidos. Estos son tiempos de nuevos nombres para las calles, para las estaciones ferrovia-

2005:137) . La comunidad se realiza en el tiempo, es un estar-siendo comunidad. “He aquí por qué América que puede realizarse, que debe realizarse según el categórico imperativo de su sino, necesita romper el compromiso que liga su cultura a la cultura europea, he aquí por qué es urgente hacer de modo que la manía furiosa de europeización que nos domina no nos impida ser originales, esto es, americanos por la creación de instituciones civiles y políticas que guarden relación con nuestra idiosincrasia, he ahí por qué es urgente hacer de modo que América no esté circunceñida a pensar, a sentir y a querer como piensa, siente y quiere Europa” (Taborda, 2009:100). IV Descolonizaciones pedagógicas

rias y para los subtes, estos son días en que hay. monumentos que se quieren bajar, y un debate que se abre ¿desmonumentalizar la ciudad o crear nuevas huellas para las/os transeúntes? estas son épocas de baldosas de y, para las memorias y son jornadas para cambiar las imágenes de los billetes. El procerato se está modificando y en tiempos de cambios hay superposiciones se nos ocurre al respecto que la efigie de Roca convive con la Galería de los Patriotas Latinoamericanos que se encuentra al interior de la Casa Rosada, pero sabemos que los cuadros de otros genocidas ya fueron bajados. Nuevos espacios para la memoria, allí donde hubo muerte y dolor, hoy habitan la vida y la alegría. Las estatuas, las baldosas, las disputas por los nombres nos permiten pensar a la comunidad como una forma de filiación simbólica, cultural y textual. “La nación no es sólo un nombre o un texto generalizador y abstracto, sino que también es la textura de ese texto. Taborda alerta que como fusión de voluntad y destino de realización, la nación es un producto social en el que se traman hombres de carne y hueso en una forma de vida amasada a través del tiempo, como una situación existencial” (Huergo,

La expoliación en Nuestra América es doble, explotación económica y colonización cultural-pedagógica. Nos han privado, nos quieren seguir privando de nuestras cuentas (recursos naturales, estratégicos) y de nuestros cuentos (relatos identitarios). “El imperialismo inglés se ha formado mediante la colonización(...) Naturalmente, toda empresa de colonización va acompañada de justificativos elevados. Las potencias políticas que la acometen se remiten siempre a propósitos escogidos. El verbo que da nombre al acontecimiento procede del verbo latino colo, colon, cultum. Porque para el romano colonizar era poner planta, una planta de ciudad en un suelo extraño con fines de dominio y de cultura. Por su origen etimológico es, pues, tanto como salida del suelo patrio hacia afuera” (Taborda, 2011: 410). Poner una planta en suelo extraño es trasplantar, trasplantar ideas, conceptos, modos de pensar y de sentir. Pensar con categorías propias, pensar desde América Latina no supone impugnar la recepción crítica de conceptos pensados en otros tiempos y otros espacios. “Esta exigencia no importa una negación de la legitimidad de la introducción del inventario de productos espirituales decantados de


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El concepto de comunidad, de nuestras aulas a la CELAC países extraños. El espíritu que es tradición y revolución es también comunicación, pues los productos que crea su actividad no están condicionados por consideraciones de lugar. No tiene fronteras(…) la legitimidad de esa introducción, ella está inexorablemente condicionada por la tradición, pues ahí donde ésta es negada y declarada en falencia, el trabajo del espíritu se detiene y se oblitera a virtud de la ausencia de la memoria que es de su esencia. Nada se crea ex nihilo” (Taborda: 1993,199). La dialéctica de la colonización “es un fenómeno que alude al sometimiento de un inferior, de un impar, porque comienza afirmando una desigualdad entre colonizador y colonizado, y por esto mismo se propone reemplazar con nuevos servidores a servidores promovidos a rango superior en el orden jerárquico de la nación(…). La colonización es siempre la introducción violenta de una nación en un pueblo débil. Esa introducción crea una situación en la que el pueblo sojuzgado no puede estructurar los ideales de su etnos” (Taborda, 2011: 411). El ideal argentino, no es propio ni auténtico “Sin ser racionalistas, vivimos sujetos a un sistema de instituciones que otros pueblos se han endosado para instaurar el absolutismo que conviene a idiosincrasias foráneas. Por eso soportamos un Estado que no es el que corresponde a nuestra expresión, pero que, por ser adecuado a la unidad cerrada, favorece la persistencia de una burguesía agropecuaria que es tributaria de la burguesía inglesa, no obstante no parecerse a ésta en ninguna de sus notas” (Taborda, 2011: 407). La descolonización implica “Revisar, corregir, desechar o trasmutar los valores europeos, así cueste lo que cueste, por el hierro y por el fuego si fuera menester, es, a mi juicio la misión que nos compete en este instante decisivo de la historia” (Taborda, 2009:100). Para ello es necesario reconocer “que conquistar no es sólo derrotar por el empuje de las armas; es también, sobre todo imponer instituciones. Forje América el escudo de su ideal para oponerlo al invasor esperado y presentido; forme América el escudo del ideal refundiendo en su crisol los ya caducos si no quieren sentirse sojuzgada (…) El ideal no se conquista. Y el ideal es el alma de los pueblos. ¡América, la hora! ¡América la democracia!” (Taborda,

2009:114). La democracia americana debe llevarse a cabo no sólo en su función electoral “la comprende, como comprende también a la justicia, a la propiedad, la educación a la religión al arte y a la moral. No está solo en el comercio, está también en el pupitre de la escuela, en la oración del creyente, en la inspiración del poeta y en la canción del yunque” (Taborda, 2009:116). Un/a docente hace una e-lección “El profesor, el que da la lección es también el que se entrega en la lección. Primero se entrega en su e-lección, después en su envío, a continuación en su lectura (…) la calidad de su lectura dependerá de la calidad de esas tres escuchas (…) el profesor le presta su voz al texto, y esa voz que le presta es también su propia voz, y esa voz es definitivamente doble; resuena como voz común en unos silencios que se la devuelven a la vez comunicada, multiplicada y transformada (…) y así el profesor, cuando lee el texto, lo lee hacia fuera, hacia adentro y hacia los oyen-

Pera las e-lecciones de las/os presidentes de Nuestra América Latina también son pedagógicas: “La relación pedagógica no puede ser reducidas a relaciones específicamente ‘escolares’(…). Esta relación existe en toda la sociedad en su conjunto y existe para cada individuo respecto de los otros individuos; entre capas intelectuales y no intelectuales; entre gobernantes y gobernados; entre élites y adherentes; entre dirigentes y dirigidos(…). Cada relación de ‘hegemonía es necesariamente una relación pedagógica y se verifica no sólo en el interior de una nación, entre las diversas fuerzas que la componen, sino en todo el campo internacional, entre complejos de civilizaciones nacionales y continentales” (Gramsci; 2003:30-32) . Pero incluso las formas de comunicación de nuestras/os presidenta/es son pedagógicas como las de otros

tes. Hacia fuera porque el profesor pronuncia para sí mismo y, para los demás eso que el texto dice. Hacia adentro porque el profesor dice el texto con su propia voz, con su propia lengua, con sus propias palabras y ese redoblarse del texto hace que las palabras que lo componen le suenen, le sepan o le digan de un modo singular y propio. Hacia los oyentes, porque el profesor dice el texto en el interior de algo común (…) aquello que los oyentes sienten en común cuando atienden a lo mismo y que no es otra cosa que la experiencia de la pluralidad y del infinito del sentido” (Larrosa, 2000: 141) .

líderes que los precedieron quienes “fueron verdaderos intérpretes; capaces de sintetizar, con mayor o menor envergadura, los deseos, identidades y reivindicaciones; los lineamientos a menudo complejos y contradictorios de contenidos en el modo de percibir el mundo de las mayorías” (Argumedo, 1992: 175). Pero además de ser intérpretes se ven obligados a explicar sus decisiones permanentemente, enfrentados a los medios hegemónicos de comunicación debieron convertirse en verdaderas/os pedagogas/os de sus


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El concepto de comunidad, de nuestras aulas a la CELAC obras. Nuestra democracia americana “es la integración del Estado. Lo acepta y lo reconoce como una realidad histórica, considera que no es una creación metafísica arbitraria, pero afirma que ella es un resultado de la necesidad del pueblo y que, por consiguiente, sólo puede subsitir para beneficiar al pueblo. Lejos de repudiarlo, lo socializa. Lo quiere así como cooperación para la paz, lo quiera así como cooperación para la simbiosis de los hombres sin diferencias ni distinciones, sin vencidos ni vencedores, sin clases, ni castas, ni partidos, ni facciones. No lo concibe como resultado de la lucha de los hombres contra el hombre, sino como fenómeno de conciencia colectiva. Su Estado, es pues, una institución del Pueblo, por él el alma única e indivisible del demos se expresa, delibera, se determina y actúa. Por lo mismo que ajusta sus actitudes a nociones éticas definidas, no lo admite como la voluntad de un rey o de una clase, sino como la voluntad de la nación entera” (Taborda, 2009:134). Nuestra democracia “al ser una definitiva afirmación de la Vida es también la afirmación del derecho de los hombres sobre las cosas. Así es indispensable que ella trasmute el régimen que permite el monopolio de la riqueza por un régimen que ponga a todos los seres humanos en la posibilidad de aprovechar de los elementos vitales de la naturaleza” (Taborda, 2009:136). En lo estrictamente escolar “la política de la democracia ha de hacer de modo que no haya un solo analfabeto”. (Taborda, 2009:137). En un estado democrático “la enseñanza no tiene, a lo menos en teoría, determinados y excluyentes intereses que defender y proteger y, en con-

secuencia, el designio del Estado, es el de ampliar o facilitar el juego rítmico, armonioso de las fuerzas que constituyen la esencia de su pueblo” (Taborda, 2009: 73). V. Comunidad de Estados Latinoaemericanos y Caribeños La CELAC “es el único mecanismo de diálogo y concertación que agrupa a los 33

países de América Latina y El Caribe, es la más alta expresión de nuestra voluntad de unidad en la diversidad, donde en lo sucesivo se fortalecerán nuestros vínculos políticos, económicos, sociales y culturales sobre la base de una agenda común de bienestar, paz y seguridad para nuestros pueblos, a objeto de consolidarnos como una comunidad regional.” (Declaración de Caracas). Para constituir la CELAC, el 3 de diciembre de 2011 se firma la Declaración de Caracas, en ella puede leerse “En el Bicentenario de la Lucha por la Independencia Hacia el Camino de Nuestros Libertadores” (Declaración de Caracas) . Nos interesa remarcar como contenido pedagógico-cultural la idea de “Hacia el Camino de Nuestros Libertadores” las y los libertadores nos están esperando, somos parte del relato de las luchas populares de Nuestra América Latina. Estamos convocados a continuar e ir en busca de nuestras historias y nuestros futuros. El tema de los bicentenarios no es un dato menor “Conscientes de que la conmemora-

ción del Bicentenario de los procesos de Independencia en América Latina y el Caribe, ofrece el marco propicio para la consolidación y puesta en marcha de nuestra Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).” (Declaración de Caracas) . Se destaca en dicho documento “el camino trazado por los Libertadores de América Latina y el Caribe hace más de doscientos años, un camino iniciado de manera efectiva con la independencia de Haití en 1804, dirigida por Toussaint Louverture, constituyéndose de esta manera en la primera República Independiente de la región. De la misma manera recordamos que la República de Haití liderada por su Presidente Alexandre Pétion, con la ayuda prestada a Simón Bolívar para la Independencia de los territorios que en el presente conocemos como América Latina y el Caribe inició las bases para la solidaridad e integración entre los pueblos de la región.” (Declaración de Caracas). A nadie le sorprendía por aquel entonces que colombianos, venezolanos, argentinos, peruanos combatieran en un mismo ejército. “Inspirados en la obra de los Libertadores, y asumiendo plenamente su legado como acervo fundacional de nuestra Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños. Conscientes de que han transcurrido 185 años desde que se ensayara el gran proyecto de los Libertadores, para que la región se encuentre hoy en condiciones de abordar, por la experiencia y la madurez adquirida, el desafío de la unidad e integración de América Latina y el Caribe.” (Declaración de Caracas). Un abrazo y un proyecto en Guayaquil. Las fronteras, las mujeres y los hombres mancomunados. “Inspirados en el Congreso Anfictiónico de Panamá de 1826, acto fundamental de la doctrina de la unidad latinoamericana y caribeña, en el que nuestras jóvenes naciones soberanas plantearon la discusión de los


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El concepto de comunidad, de nuestras aulas a la CELAC destinos de la paz, el desarrollo y la transformación social del continente. Destacando la participación de los pueblos indígenas y afrodescendientes en las luchas independentistas y reconociendo sus aportes morales, políticos, económicos, espirituales y culturales en la conformación de nuestras identidades y en la construcción de nuestras naciones y procesos democráticos.” (Declaración de Caracas). VI. Construyendo las pedagogías latinoamericanas Estos son nuestros tiempos y no por capricho de un investigador o una docente. Son tiempos latinoamericanos porque los pueblos así lo hemos decidido, lo hemos elegido. Uno de nuestros libertadores le escribía esto a su maestro: “Usted formó mi corazón para la libertad, para la justicia, para lo grande, para lo hermoso(…). No puede usted figurarse cuán hondamente se han grabado en mi corazón las lecciones que Usted me ha dado: no he podido jamás borrar siquiera una coma de las grandes sentencias que Usted me ha regalado. Siempre presentes a mis ojos intelectuales, las he seguido como guías infalibles. En fin, Usted ha visto mi conducta: Usted ha visto mis pensamientos escritos, mi alma pintada en papel” (Bolívar, 1999:152). Tan bellas palabras merecen nuestro detenimiento, Rodríguez y Bolívar, maestro y discípulo habían logrado construir una amistad. En dos oportunidades Bolívar nombra su corazón, un corazón formado y en el cual se graban lecciones que tienen que ver con la justicia, la libertad, lo hermoso. También hay otras idea que deseamos subrayar el maestro ha visto los pensamientos escritos, el alma pintada en papel. Es decir el Bolívar patriota, estratega es además un escritor, un gran escritor. El discípulo no sólo se hace presente en el campo de batalla, sino en el campo de las ideas. Las ideas, la escritura como otra forma de intervención. ¿Qué era aquello que Rodríguez le había enseñado a Bolívar y pedía de otras/os docentes? “Maestro es el que enseña a aprender y ayuda a comprender(…). El título de Maestro no debe darse sino al que SABE enseñar esto es, al que enseña a aprender, no al que manda aprender, o indica lo que se ha de aprender, ni… al que aconseja que se aprenda. El MAESTRO que

sabe dar las primeras instrucciones, sigue enseñando virtualmente todo lo que se aprende después, porque enseñó a aprender. Su ministerio es de primera necesidad, porque influye en los demás estudios (Rodríguez, 1988: 347Tomo I). El maestro “promete enseñar” (Rodríguez, 1988:17, Tomo II). La docencia entonces como una promesa, como una apuesta, como una ventana abierta hacia el porvenir. Aún cuando “Ni los Padres ni los Maestros puedan prever lo que los niños serán, y mucho menos el uso que harán de lo que ahora les enseñan a decir; pero lo que podrían asegurar ya es que, cuando sean grandes, han de creer que saben lo que dicen” (Rodríguez, 1988: 399, Tomo I). Pero además para Rodríguez la idea de igualdad incluye la formación de los pueblos y los ciudadanos. No hay contradicción en ello. La idea de ciudadanía presume la idea de derechos: “llegado a este caso ¿quién hará que las voluntades se pongan de acuerdo? ¿Será aquel sentimiento del deber, que coarta las facultades del

poder?... Este sentimiento nace del conocimiento que cada uno tiene de su verdaderos intereses; y para adquirir este conocimiento debe haber Escuelas en las Repúblicas… y Escuela para todos, porque todos son ciudadanos”( Rodríguez, 1988, 283 Tomo I). ...y la idea de pueblos la de comunidad: ¡Entre tantos hombres de juicio… de talento… de algún caudal como cuenta la América! ¡entre tantos bien-intencionados! ...entre tantos ¡ patriotas! …(tómese esta palabra en sentido recto) no hay uno que ponga los ojos en los niños pobres. No obstante, en estos está la industria que piden… la rique-

za que desean… la milicia que necesiten… en una palabra, la Patria (Rodríguez, 1988: 286, Tomo I). Para el maestro de Bolívar “Nada importa como el tener Pueblo, formarlo debe ser la única ocupación de los que se apersonan por la causa social” (Rodríguez, 1988: 283, Tomo I). El pueblo, lo popular como motor y motivo de lo social. “No nos alucinemos: sin Educación Popular, no habrá verdadera Sociedad” (Rodríguez, S.: 1988, 333, Tomo I). Y como base de las naciones “Muchos tratados se han publicado sobre la Educación en general, y algunos sobre el modo de aplicar sus principios, a formar ciertas clases de personas; pero todavía no se ha escrito, para educar pueblos que se erijan en naciones” (Rodríguez, 1988: 104, Tomo II). Formar ciudadanos, educar pueblos, va de la mano del proyecto de la Patria Grande. Rodríguez y Martí fueron los precursores de las pedagogías latinoamericanas, sus ideas permanecen vivas, es muy probable que tomarán otros nombres, vitalismo, existencialismo, comunidad facúndica, pero hay algo que permanece la idea de humanidad extendida a todas y todos, ciudadanos y pueblos, una pedagogía propia, auténtica, por lo tanto una pedagogía que contiene también alegría. La alegría del estar siendo. La alegría de vivir estos días, ya no épocas de transplantes y “pedagogías bonsáis” (Quintar: 2005) sino de “pedagogías de la potencia” (Quintar:2005). Una pedagogía que puede nombrar y al nombrar se nombra; lo pedagógico como un relato propio. Estamos siendo enlazados por el cruce de nuestras biografías e historias sociales. La comunidad que nos invita a comprometernos, a compartir, con un don-a dar.


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Facundo Solanas

La Ley de Educación Superior en Argentina ¿Hacia cuál reforma?

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a reforma de la ley de educación superior (LES) en Argentina constituye una de las grandes asignaturas pendientes del actual gobierno nacional. Instalada en la agenda educativa desde el gobierno de Néstor Kirchner (20032007), tanto los actores universitarios, como el Congreso de la Nación y el Poder Ejecutivo Nacional (PEN) no han logrado impulsar el tratamiento de alguno de los diferentes proyectos que se han ido presentando en ambas Cámaras a lo largo de los últimos años. Si bien, al tratarse de un año electoral, difícilmente podrá impulsarse su tratamiento parlamentario en 2013, nos proponemos pasar revista a los diferentes proyectos ya presentados en sintonía con otros artículos publicados sobre el tema (Solanas, 2009 y 2011). Para ello, en primer lugar, tomaremos en cuenta determinados datos contextuales tanto nacionales como internacionales. En segundo lugar y teniendo en cuenta que ha sido abundantemente abordado, realizaremos un sucinto repaso de las consecuencias más transcendentes que implicó la implementación de la LES. En tercer lugar, analizaremos brevemente algunos de los grandes ejes de los proyectos de ley presentados en ambas Cámaras del Congreso. En cuarto lugar, realizaremos algunas sugerencias a tener presente al momento de proceder a reformar la LES, para cerrar con algunas reflexiones finales. La mercantilización de los sistemas de educación superior Si los años 90 implicaron profundas transformaciones en los sistemas de educación superior (SES) en Amé-

“La reforma de la ley de educación superior se encuentra instalada en la agenda institucional desde la “era Kirchner”. En este artículo, proponemos analizar algunos aspectos de los proyectos de ley presentados, a la luz de la ley en vigencia y de las importantes transformaciones sufridas en los años 90”

rica Latina, ello no puede entenderse si no es en el marco de un contexto signado por el auge del neoliberalismo y las políticas de “ajuste fiscal” impulsadas por los organismos acreedores internacionales. Para decirlo en forma sintética: el papel omnipresente en el desarrollo económico y en el bienestar social que han jugado los Estados en América Latina hace crisis en los años 70, y durante los años 80 y 90 desde los organismos financieros se impulsa un nuevo para-

digma, donde la racionalidad del Estado es equiparada a aquella de las empresas privadas. En otras palabras, el Estado ya no puede dar “pérdidas” y subsidiar a la sociedad porque en ese caso –al igual que las empresas- puede quebrar. Contrariamente a lo que resulta admisible en los países “desarrollados”, el postulado del mundo de las finanzas internacionales -que desde entonces marca el rumbo del planeta- es que, del mismo modo que las empresas “exitosas”, los Estados de los países “en vías de desarrollo” deben “dar ganancias”. Para los diversos gurúes del neoliberalismo, el superávit fiscal es necesario a fin de “honrar” los compromisos internacionales contraídos fundamentalmente en la década del 70 (del “dólar barato”), los cuales -como ha sido demostrado en el caso argentino (Olmos, 2009)-, constituyen una deuda ilegítima y se encuentran signados por numerosas operaciones fraudulentas, que todos los gobiernos desde los años 70 a la actualidad por diversos motivos se niegan a investigar. Las consecuencias de las políticas de “ajuste fiscal” que se aplican en buena parte del mundo y en casi todas las economías latinoamericanas tendrán notables repercusiones en los sectores sociales más sensibles, como en la salud de las poblaciones y en su educación, comprendidos los SES. En este sentido, las reformas de los SES producidas en América Latina en los años 90 cuentan con la misma impronta: se resaltan los aspectos comercialistas y financieros, buscando captar otros recursos como fuentes


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La Ley de Educación Superior en Argentina ¿Hacia cuál reforma? económicas de sustento, como complemento de los estrictamente estatales, con el objeto de reducir el gasto público destinado a la educación. El modelo neoliberal no sólo afectó en sus formas al modelo universitario heredero de la tradición de la reforma de 1918, también se tradujo en diversos contenidos curriculares universitarios. Por un lado, ello se visibiliza en la aparición de carreras universitarias de grado o postgrado pragmáticamente orientadas al mercado, a la venta de “servicios” o afines al mundo de los negocios como “administración de empresas”, “marketing” o la multiplicación de los Masters of Business Administration (MBA). Por otro lado, en la reorientación de determinados contenidos hacia áreas científicas o tecnológicas consideradas “más rentables”, o bien en el proceso de abstracción de ciertos contenidos en ciertas carreras de ciencias sociales y humanas, como por ejemplo, en la matematización y modelización de las ciencias económicas y la paralela la reducción de contenidos vinculados a la historia, la evolución del pensamiento económico y al abordaje de teorías críticas y “pasadas de moda”. La mayor parte de las transformaciones sociales producidas en los 90 siguen en pie hoy en día. Los cambios culturales operados en aquel entonces sirven para explicar la mercantilización del conocimiento, la escasez de juicio crítico en la mayor parte de las instituciones de educación superior (IES), así como la complicidad prostituyente con el poder económico o el poder político de turno en sus diversas formas. Uno de los debates más actuales vinculados a la mercantilización del SES en Argentina, está dado por la aceptación de la mayor parte de las universidades nacionales de los fondos provenientes de las empresas mineras, cuya actividad –la megaminería a cielo abierto- promovida desde los años 90 a la actualidad, tiene consecuencias devastadoras para el medioambiente (Rodríguez Pardo, 2009). Son contadas las universidades públicas o facultades que se han reusado a recibir los fondos contaminantes del medioambiente, del agua y del conocimiento. La LES y algunas de sus consecuencias La sanción de la LES resistida por la mayor parte de los actores universitarios,

implicaba un avance del Estado mínimo, postulado como modelo en los años 90, hacia las universidades. Lejos de tratarse de una ley universitaria, englobaba en la amplia y heterogénea categoría de “educación superior” a las universidades, tanto públicas como privadas, nacionales, provinciales o municipales, así como a los estudios de nivel terciario. En sintonía con los discursos pregonados desde la Organización Mundial de Comercio (OMC) y el Acuerdo General sobre Comercio de Servicios (AGCS o GATS), el artículo 2 de la LES definía a la educación superior como un “servicio” (no como un derecho). La introducción de esta noción no es accidental, es producto del modelo impuesto en los años 90 tendiente a la reducción del Estado a su mínima expresión, combinada con las políticas de desregulación, descentralización, privatización y apertura económica. Los responsables de estas políticas tienen nombre y apellido, por nombrar tres de ellos: Carlos Menem, Roberto Dromi y Domingo Cavallo.

El AGCS transforma la noción de servicios y el significado de lo que "servir" la comunidad significa, a un concepto de los servicios que se rigen por el mercado y donde la educación pierde su función social "especial" y se integra en la economía (Robertson, Dale, 2003: p. 10-11). Consecuentemente, la noción de “servicio” tiende a mercantilizar la educación superior, abriendo el paraguas para el sometimiento de la misma -como todo servicio- a las normas internacionales que regulan el comercio de bienes y servicios. En este sentido, el

AGCS se rige fundamentalmente según los principios de trato nacional y de la nación la más favorecida, lo que implica a grosso modo que aquellos países que suscriben compromisos de “liberalización” comercial, deben considerar la comercialización de servicios realizadas por prestadores de otros países como si fuesen locales, o bien donde se favorece a una nación con determinados productos, se debe también favorecer a las demás. En un mundo que en teoría tiende hacia la eliminación de las “barreras al comercio” (algo que no ocurre en el caso de los productos agrícolas de los “países desarrollados”), esto es fundamentalmente aranceles y subsidios, la traducción de esta concepción en el SES implicaría, por ejemplo, que se debería propender la misma ayuda económica a los “servicios de educación superior” de otros países que quisiesen instalarse en el país y que sean comercializables, que a las instituciones locales equiparables. Por otra parte, uno de los grandes cambios que implicó la LES fue la creación de la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación universitaria (CONEAU), una institución fuertemente resistida por las universidades nacionales. Su creación implica al menos dos grandes paradojas: la primera, es que es el mismo Estado “desacreditado” de los años 90, el que crea una institución estatalgubernamental con el objetivo de “acreditar” las instituciones y carreras universitarias, sin duda con mayor “crédito” que el propio Estado (Solanas, 2012). La segunda, es que en el marco de las políticas de desregulación, descentralización y privatización, se crea un ente estatal, centralizado en donde recaen las tareas de acreditación y evaluación universitarias y, consecuentemente, de fijación de esos estándares de calidad (regulación). Si la mercantilización de los SES tuvo por consecuencia más inmediata la explosión de numerosas universidades privadas en las “zonas más


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La Ley de Educación Superior en Argentina ¿Hacia cuál reforma? educación superior como un servicio. Sin contar las sucesivas presentaciones de aquellos proyectos que se volvieron a presentar en algunos casos con algunas modificaciones- tras perder estado parlamentario, luego de la renovación de autoridades del Congreso -esto es cada dos años-, de los doce proyectos presentados en la Cámara de Diputados y de los cinco presentados en el Senado, entre los años 2003 y 2012 (hemos retenido la última versión de aquellos proyectos presentados por segunda o tercera

rentables” del país, así como la multiplicación exponencial de las carreras de especialización y posgrado, justificando de algún modo la existencia de medidas que pusieran freno a la apertura indiscriminada de IES, la creación de la CONEAU cuestionada y criticada por la mayor parte de los actores universitarios vino a cumplir esa misión resguardando, en buena medida, el SES de esa amenaza. En consecuencia, existe un consenso importante en la mayor parte del ámbito universitario sobre la importancia de la existencia de una institución que garantice la calidad. Ahora bien, examinando de cerca la composición de la comisión, la mayor parte de sus miembros era -y continúa siendo- elegidos a propuesta del partido gobernante, mientras que las universidades públicas sólo sugieren la designación de la cuarta parte de sus miembros. Las propuestas de reforma A lo largo de los últimos años se han presentado distintos proyectos de ley de reforma de la LES, aunque la escasa labor parlamentaria de los últimos años, así como las urgencias de la agenda política, no han permitido el tratamiento o análisis de ninguno de ellos. Uno de los importantes aspectos positivos y consensuales salvando los distintos matices- es la eliminación de la concepción de la

designados por el PEN a propuesta de los siguientes organismos: tres por el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), uno por el Consejo de Rectores de Universidades Privadas (CRUP), uno por la Academia Nacional de Educación, tres por cada una de las Cámaras del Honorable Congreso de la Nación, y uno por el Ministerio de Cultura y Educación. De los diferentes proyectos presentados que siguen un esquema parecido al actualmente en vigencia, es decir que se trata de miembros “propuestos” por distintas instituciones y designados por el PEN, el número de miembros oscila de 7 a 18. En este sentido, mientras los partidos políticos mayormente referenciados con el espacio político-ideológico de “centro-izquierda” se inclinan por otorgarle una mayor representación a los sectores universitarios públicos para proponer los miembros, el partido oficialista y los sectores más conservadores refuerzan la cantidad de miembros propuestos por los organismos gubernamentales o bien -sólo en el caso de los últimos-, por las universidades privadas (Cf. Solanas, 2011). Es decir, mientras que los primeros les asignan mayores “lugares” al CIN, a representantes estudiantiles o de los sindicatos universitarios, los últimos

vez), ninguno Grafico Nº1: Proyectos de ley presentados de 2003-2012, toma la conc e p c i ó n d e distribuidos según partido político y nivel de participación de los universitarios y gubernamentales servicio acuñada en la ley Mayor Mayor vigente. participación de participación de Por razones los actores los actores de espacio y universitarios gubernamentales retomando un trabajo anterior (Solanas, 2011), aquí nos UP PS y GEN LdS UCR FpV -UCR PNCC PS-ACC PRO FR y MPN FpV PF c o n c e n t r a r em o s ú n i c amente en uno solo de sus aspectos: en la priorizan en general representantes del elección de los miembros que compondrán PEN o del congreso. el organismo encargado de la evaluación y De este modo, procediendo a trazar un acreditación universitaria. Si bien la elec- continuo que va de aquellos proyectos que ción de los miembros de la CONEAU recae le otorgan una mayor participación a los formalmente sobre “personalidades de reco- actores universitarios hacia aquellos que se nocida jerarquía académica y científica” inclinan por una mayor participación por (LES), la concepción sobre la forma en que parte de los actores gubernamentales, de son “sugeridos” esos miembros sirve para acuerdo a los partidos políticos de perteconsiderar el carácter más o menos demo- nencia de sus autores, los podríamos ubicar crático representativo del proyecto. Recor- en el siguiente orden: Unidad Popular (UP), demos que actualmente esta institución se Generación para un Encuentro Nacional encuentra integrada por doce miembros, (GEN) y Partido Socialista (PS), Libres del


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La Ley de Educación Superior en Argentina ¿Hacia cuál reforma? Sur (LdS), Unión Cívica Radical (UCRSenado), UCR (Storni y otros), Frente para la Victoria (FPV-Senado), UCR (Storero y otros), UCR - Partido Nuevo Contra Corrupción por Honestidad y Transparencia (PNCC) y PS, Alianza Coalición Cívica (ACC), Propuesta Republicana (PRO), Fuerza Republicana (FR) y Movimiento Popular Neuquino, FPV (cantero), FPV (Puiggrós y otros), Peronismo Federal (véase gráfico N°1). De los proyectos presentados existen divergencias al interior mismo de cada partido político. En este sentido, tanto en el seno de la UCR como del FPV, los cuatro y tres proyectos presentados respectivamente por cada fuerza, divergen en el número de miembros y en su repartición entre los distintos actores. De este modo, dentro de los proyectos presentados por la UCR -tres en diputados y uno en el Senado-, la cantidad de miembros varía de 12 a 15. Si en general los cuatro proyectos elevan el número de miembros propuestos por el CIN a 4, el proyecto presentado en el Senado (Monllau y otros, 2010), eleva el número total a 15, otorgándole una mayor participación en la proposición de los miembros de la Comisión, a los actores universitarios como el CIN, los gremios docentes y a la Federación Universitaria Argentina (FUA). Dentro de los proyectos presentados por el Frente para la Victoria (FPV), del mismo modo que en el caso de la UCR, el proyecto presentado en el Senado (Osuna, 2011), se inclina por una representación más favorable hacia los actores universitarios, mientras que los presentados en la Cámara de Diputados se inclinan claramente hacia los actores gubernamentales. Si bien, dentro de estos dos últimos, un proyecto continúa con el esquema actualmente en vigencia (Cantero Gutiérrez, 2009), el otro propone la reducción de la participación del CIN, al mismo tiempo que eleva el número total de miembros a 15 (Puiggrós y otros, 2009). Ahora bien, el proyecto que se distingue del resto, marcando un contraste importante, es el presentado por la Unidad Popular (Macaluse y otros, 2011) que se inclina por la elección de los 7 a 13 miembros a través de la convocatoria a un concurso público de antecedentes y oposición entre expertos de reconocida idoneidad y trayectoria en las áreas sociales, científicas, técnicas, humanísticas y artísticas. Al inspirarse del modelo universitario, optamos por colocarlo en

el extremo del continuo favorable a la mayor participación de los actores universitarios (véase gráfico N°1). Algunos puntos a considerar a modo de cierre Evocando la tradición universitaria argentina, nutrida de los valores e ideas que enarbolaron la reforma de 1918 en Córdoba y que se expandiría por todo el subconti-

nente latinoamericano, los proyectos de modificación de la LES no pueden dejar de considerar y de repensar esa reforma en el contexto actual. Si las causas que motivaron la sanción de la LES han sido diametralmente opuestos al “espíritu” del 18, la paradoja ha sido que la constitución de algunas de sus instituciones como la CONEAU, de algún modo han preservado el SES de tendencias mercantilizantes más agudas que las que efectivamente han terminado por imponerse. La necesidad de contar con algún organismo que evalúe periódicamente y garantice la calidad de la enseñanza universitaria, se encuentra prácticamente incuestionada en la actualidad. Si esto es reflejado en los distintos proyectos presentados para modificar la LES, las posturas divergen bastante sobre la forma de “proponer” sus miembros. Mientras que algunos se inclinan por mantener un esquema muy similar al actualmente en vigencia, y dentro de ellos, se distinguen aquellos que priorizan una mayor participación de los actores universitarios de aquellos que se inclinan hacia la mayor participación de los actores gubernamentales, otros rompen con este esquema y proponen que todos sus miembros sean concursados. Si bien esta última propuesta resulta sumamente interesante, convendría especificar con mayor lujo de deta-

lles los mecanismos de elección del jurado que finalmente los termine designando. De lo contrario, lo que podría resultar auspicioso para los representantes surgidos de las universidades, podría verse opacado por una inapropiada reglamentación de la supuesta ley en manos del PEN. Por otra parte, resulta imperioso contribuir a erradicar la noción de servicios de la LES que abre una puerta para que en cualquier momento pueda ser utilizada por los “prestadores” globales de educación superior. En este sentido, aunque en muchos casos por omisión, todos los proyectos presentados, con sus diversos matices y contrastes, se inclinan por la supresión de esta concepción mercantil del cuerpo de la ley. Ahora bien, si el proceso de mercantilización de la educación superior se ha ido acentuando en los últimos años, buena parte de los actores universitarios, así como distintas universidades públicas en su mayoría han sido cómplices del mismo. En buena medida, la resistencia a los cambios de los 90, también ha actuado como caparazón frente a la posibilidad de recrearse y repensarse a la luz de las nuevas transformaciones. Buena parte de la estructura de las IES hiper-burocratizadas, clientelares y prebendarias continúan rindiendo pleitesía a lo que algunos autores han denominado la “cadena de la felicidad” (Meabe, Saguier, 2011), donde germinan distintas prácticas sociales muy alejadas de la pretendida excelencia científico-académica y contribuyen a afianzar como contramodelo la imagen de las IES privadas, eficientes y con cuerpos docentes renovados y mejor retribuidos. Sería sumamente auspicioso para la ciencia, el conocimiento y la sociedad que los debates que puedan abrirse en el marco de una nueva LES, puedan contribuir a incentivar los debates al interior de las distintas IES nacionales, que en otras épocas supieron engendrar prácticas democráticas sumamente participativas.


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Debate Parlamentario

“La Cámara de Diputados aprobó el proyecto de ley que modifica la Ley de Educación Superior 24.521. En la sesión del pasado miércoles 5 de junio, los Diputados y Diputadas de la Nación aprobaron la iniciativa presentada por la presidenta de la Comisión de Educación, Adriana Puiggrós. Con media sanción, este proyecto queda ahora a la espera de su tratamiento en la Cámara Alta para convertirse en Ley. El proyecto de Puiggrós, “Ley de Implementación efectiva de la responsabilidad del Estado en el Nivel de Educación Superior”, tiene como objetivo la modificación de algunos artículos de la actual Ley de Educación Superior 24.521, sobre todos aquellos que son ambiguos a la hora de interpretar el principio de gratuidad y acceso a la educación de este nivel. En los argumentos de la fundamentación del proyecto se hace referencia a que la Ley 26.206 de Educación Nacional “es precisa en la implementación de mecanismos que aseguren políticas inclusivas universales para el acceso, permanencia y egreso graduado de los Niveles y Modalidades del Sistema de Educación de la Nación”. Las diferentes leyes del campo educativo que se han dictado en el período que se inició el 25 de mayo de 2003 LEY 26206, la 26058 de Educación Técnico Profesional, la 26075 de Financiamiento Educativo, por ejemplorefieren y dan cuerpo a la responsabilidad del Estado sobre la provisión de una educación integral, gratuita en los niveles educativos obligatorios e inclusiva para todos los habitantes de la Nación Argentina, haciendo especial énfasis en aquellos particularmente desamparados, otrora discriminados. En los fundamentos del proyecto presentado por Puiggrós, se explica que “la vigente Ley 24521 de Educación Superior deja abierta la posibilidad de arancelar los estudios de grado académico y restringir el acceso vía exámenes eliminatorios de ingreso, tanto en su letra al no prohibir explícitamente la posibilidad de cobrar un arancel a

los estudiantes de Licenciatura, Profesorados u otros títulos profesionales al tiempo que propicia mecanismos de exclusión eliminatoria, como en el espíritu total del Sistema que estatuye y conforma”. El análisis integral de la situación de la Educación Superior Universitaria tal como se define en la actual LEY de Educación Superior, permite apreciar rápidamente que los riesgos de fragmentación del sistema universitario frente a intereses reforzados por normativas propiciatorias lo comprometen con intereses particulares y dispersos en el océano del Mercado. La contradicción es flagrante -dicen los fundamentos del proyecto-, “el conocimiento debe ser producido y transmitido a medida de las reglas del Libre Mercado, pero los instrumentos que se utilizan para alcanzar ese resultado son de un alto control de todas las operaciones de mercadeo de conocimiento. La racionalidad del capitalismo neoliberal que ha crecido en la matriz de la más alta escala alcanzada por la razón humana en materia de ciencia y tecnología- carcomió las fronteras que diferenciaban la vorágine del mundo económico del espacio de producción y transmisión de bienes simbólicos, en lugar de actualizar lazos productivos y creadores entre una y otra tarea humana”. Con este criterio el artículo 1° del proyecto dice: “Establécese la responsabilidad principal e indelegable del Estado Nacional, las Provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, sobre la Educación Superior, en tanto la educación y el conocimiento son un bien público y un derecho humano personal y social”. En este sentido, se detalla en la modificatoria de ley que el Estado nacional es el responsable de proveer el financiamiento, como así también de la “supervisión y fiscalización de los organismos e instituciones educativas de gestión estatal” y de “la supervisión y fiscalización de los de gestión privada, del Nivel de Educación Superior”.


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Debate Parlamentario

Sobre este particular esta responsabilidad del Estado se concreta, entre otros, en principios tales como “la garantía de la igualdad de oportunidades y condiciones en el acceso, la permanencia, la graduación y el egreso en las distintas alternativas y trayectorias educativas del Nivel para todos quienes lo requieran y reúnan las condiciones legales establecidas en esta ley; el financiamiento, la supervisión y fiscalización de los organismos e instituciones educativas estatales, así como la supervisión y fiscalización de las privadas, por parte de la autoridad competente en educación superior”. También se establece el principio de gratuidad de la enseñanza de grado de Educación Superior estatal y la prohibición de establecer cualquier tipo de gravamen sobre ésta. En lo que respecta al bienestar estudiantil, el proyecto de Adriana Puiggrós, recientemente aprobado en Diputados, determina que deberá haber una “provisión equitativa de becas, condiciones adecuadas de infraestructura y recursos tecnológicos apropiados que posibiliten el derecho a la Educación Superior en los casos de aquellas personas que, poseyendo las condiciones legales suficientes, sufran carencias económicas verificables y/o tengan discapacidades, permanentes o temporarias”. En el proyecto se pone límites a la suscripción de acuerdos y/o convenios que sean considerados de mercantilización de la educación superior. Sobre esto la

iniciativa establece “la prohibición, de la Educación Superior estatal, para suscribir acuerdos o convenios con otros Estados, instituciones u organismos nacionales e internacionales públicos o privados, que impliquen ofertar educación como un servicio lucrativo o alienten formas de mercantilización”. Con respecto a la gratuidad y acceso, en el artículo 5° el proyecto de Puiggrós determina que “La provisión del financiamiento de la Educación Superior Universitaria Nacional que corresponde al Estado Nacional de manera indelegable, debe garantizar la gratuidad de los estudios de grado y el adecuado desarrollo de sus funciones, e implica la prohibición de establecer cualquier tipo de gravamen directo o indirecto sobre los estudios de grado”. También se modifica la Ley de Educación vigente. El artículo 5° del proyecto estipula la sustitución del artículo 50 de la ley 24.521 por el siguiente: “Artículo 50: Cada institución universitaria nacional dictará normas sobre regularidad en los estudios que establezcan las condiciones académicas exigibles.”


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Abriendo sendas La Declaración Mundial de Educación para Todos, hoy

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n marzo de 1990, en un marco de enorme expectativa y convencimiento sobre la necesidad de tomar medidas urgentes para superar los problemas mundiales en educación, se llevó a cabo en Jomtien (Tailandia), la Conferencia Mundial de Educación para Todos. Esta conferencia fue precedida por una movilización de varios meses, inusual en el campo educativo, que incluyó la realización de reuniones diversas, nueve consultas regionales y tres internacionales, desarrollo y publicación de investigaciones y propuestas educativas, todas coordinadas por la Comisión Interinstitucional, conformada por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y el Banco Mundial. La conferencia contó con la participación de más de 1.500 delegados, entre representantes de 155 Estados, aproximadamente 20 organismos intergubernamentales y 150 ONGs internacionales; primero, se llevaron adelante 48 mesas redondas temáticas y, luego, en plenaria, se debatieron los principales aspectos de la declaración final, que fue aprobada por aclamación, juntamente con el “Marco de acción para satisfacer las necesidades básicas de aprendizaje”, constituyendo por primera vez una visión compartida y un compromiso global por mejorar la educación mundial. El punto de partida de toda esta movilización fue constatar, mediante estudios principalmente realizados por UNESCO, que, aun habiendo avanzado mucho en los alcances de la educación en la mayoría de los países y

estando tan cerca del siglo XXI, “más de 100 millones de niñas y niños, de los cuales 60 por lo menos son niñas, no tienen acceso a la enseñanza primaria”, que existían más de 960 millones de adultos analfabetos y que “más de 100 millones de niños e innumerables adultos no consiguen completar el ciclo de educación básica; y hay millones que, aún completándolo, no logran adquirir conocimientos y capacidades esenciales” (Preámbulo DMET). Es decir, el mundo atravesaba por una crisis tanto en lo referido a la extensión de la edu-

cación (cobertura, inclusión) como a la calidad, agravándose esto con la constatación de los nuevos desafíos planteados por un contexto de guerra, desocupación, estancamiento económico, superpoblación, violencia y otros problemas igualmente graves. Frente a esta situación, la Declaración asume un concepto que marcaría la educación del momento: la satisfacción de las necesidades básicas de aprendizaje (SANEBAS), como su principal objetivo. Estas necesidades incluían: las herramientas esenciales para el aprendizaje (lectura, escritura, expresión oral, cálculo, solución de problemas) y los conocimientos esenciales (teóricos y prácticos, valores y actitudes) necesarios para que los seres humanos puedan “sobrevivir, desarrollar plenamente sus capacidades, vivir y trabajar con dignidad, participar plenamente en el desarrollo, mejorar la calidad de su vida, tomar decisiones fundamentadas y continuar aprendiendo” (Art. 1). Los EstaCésar dos deben ofrecer a todos las oportunidades Chávez para satisfacer sus necesidades, de acuerdo Taborga especon sus culturas y momentos históricos cíficos, como base para un aprendizaje y desarrollo permanentes.


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Abriendo sendas La educación básica anterior a la Declaración había mostrado sus limitaciones; por ello, se asume una “visión ampliada, (que) comprende: 1-Universalizar el acceso a la educación y fomentar la equidad; 2-Prestar atención prioritaria al aprendizaje; 3.Ampliar los medios y el alcance de la educación básica; 4-Mejorar el ambiente del aprendizaje; y, 5-Fortalecer la concertación de acciones” (Art. 2). La Declaración explicita cada una de estas cualidades, construyendo una perspectiva holística y cualitativa de la educación, para lo cual todos los actores involucrados debían asumir compromisos renovados y concertados, mediante la movilización de recursos suficientes y la solidaridad internacional. A los diez años de la Conferencia Mundial, el Foro Mundial, reunido en Dakar, tuvo que revisar y ajustar el marco de acción aprobado en Jomtien, pues sus metas no habían sido alcanzadas y se extendieron hasta 2015 los plazos requeridos para estas tareas. Hace poco, la UNESCO ha presentado el Informe de Seguimiento de la Educación para Todos en el Mundo del 2012 (a poco tiempo de cumplir el plazo meta), en el cual pueden constatarse los avances (y los estancamientos) de los sistemas educativos en la perspectiva del logro de los objetivos y la visión aprobada en 1990. De los seis objetivos incluidos en el informe: atención y educación de la primera infancia; enseñanza primaria universal; atender las necesidades de educación de los jóvenes y adultos; mejorar los niveles de alfabetización de los adultos; evaluar la paridad y la igualdad de género en educación y calidad de la educación, por motivos de espacio sólo presentaré algunos datos sobre el segundo y el último, para señalar algunos temas de reflexión. El segundo objetivo implica que “todos tengan acceso a una enseñanza primaria gratuita y obligatoria de buena calidad y puedan terminarla”. Según la tasa bruta de ingreso a la primaria, más del 100% de los alumnos está inscrito (incluyendo el retraso escolar), pero, al revisar la tasa neta, se encuentra que, en todo el mundo, ha avanzado del 84%, en 1999, al 91%, en el año 2010. Mientras en América Latina y el Caribe, el avance a sido del 94 al 95%, durante ese mismo tiempo, en el África subsahariana se ha pasado del 59 al 77%, un enorme incremento. Sin embargo, el Informe hace notar que “el número de niños en edad de recibir educación primaria no escolarizados se redujo de 108 millones en 1999 a 61 millones en 2010.

La disminución se produjo a un ritmo acelerado entre 1999 y 2004, pero luego comenzó a frenarse y, desde 2008, no se han registrado muchos progresos. El África Subsahariana, en donde entre 2008 y 2010 se experimentó un aumento del número de niños sin escolarizar de 1,60 millones, representa la mitad del total mundial”, lo que deriva en que “de continuar las actuales tendencias no será posible alcanzar la meta de la enseñanza primaria universal” (pág. 68) ¡y siguen habiendo más de 60 millones de niños excluidos de la escuela! La situación se agrava, al incluir los datos de

“supervivencia” hasta la conclusión del nivel primario, cuya tasa ha avanzado del 87%, en 1999, al 91% en 2010 en todo el mundo, pero con graves diferencias por grupos de países, Así, mientras esta tasa ha evolucionado en América Latina y el Caribe (en el mismo lapso de tiempo) de 83 a 89% (a todas luces, insuficiente), en el África Subsahariana se mantiene la misma tasa de 62% (sin avance alguno) y en el Asia Meridional y Occidental se llega al 2010 a una tasa de 66%. De esta manera, “la deserción escolar sigue siendo un problema en los países de bajos ingresos donde, en promedio, el 59% de los niños que ingresaron a la escuela llegaron al último grado en 2009. El problema reviste mayor gravedad en el caso de los niños que comienzan a ir a la escuela tardíamente” (pág. 68). Respecto a la calidad educativa, el Informe sostiene que “millones de niños que van a la escuela no adquieren los conocimientos básicos. De los 650 millones de niños del mundo en edad de asistir a la escuela primaria, nada menos que 250 millones no llegan al cuarto grado o, si lo hacen, no alcanzan unos niveles mínimos de aprendizaje” (pág. 142). Diversos estudios internacionales realizados en los distintos continentes, hacen ver situaciones como: “En Nicaragua, por ejemplo, solo el 61% de los niños ha llegado al cuarto grado y, de esa proporción, el 74% alcanzó el nivel mínimo de aprendizaje esperado en el SERCE. / No solo es escaso el número de niños que llegan al cuarto grado en el África Meridional, sino que muchos no alcanzan el nivel del indicador de referencia fijado por el Consorcio de África Meridional y Oriental para la Supervisión de la Calidad de la Educación (SACMEQ). / La experiencia de Malawi es especialmente preocupante. A pesar de los grandes progresos realizados en la consecución de un aumento del número de niños escolarizados y la reducción de la disparidad entre los sexos en los últimos años, el 34% de los niños no llega a cursar el cuarto grado. Como consecuencia de los altos niveles de abandono escolar y la escasa calidad


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Abriendo sendas de la educación, solo el 5% de la cohorte alcanza el nivel mínimo de aprendizaje (pág. 145)”. La tragedia para los niños que quedan fuera de la escuela o ajenos al logro de sus objetivos de calidad, es la reiteración de que “en las comparaciones se

observa que, inevitablemente, los niños de países ricos, como el Japón o los Países Bajos, no solo tienen más probabilidades de permanecer escolarizados hasta el cuarto grado, sino también de alcanzar el nivel mínimo de referencia en materia de aprendizaje. En el extremo opuesto del espectro, es más probable que abandonen la escuela los niños de los países más pobres (especialmente en África, pero también en algunos países de América Latina, entre ellos Nicaragua y Guatemala) y que aquellos que llegan al cuarto grado no adquieran las nociones básicas” (pp. 146147). De allí derivan “las estimaciones del equipo del Informe de Seguimiento de la EPT en el Mundo 2012 (que) indican que unos 250 millones de niños no llegan al cuarto grado o bien no alcanzan el nivel mínimo de aprendizaje” (pág. 147). Más de 20 años después del mayor esfuerzo internacional para transformar la educación en el mundo, vemos que todavía queda muchísimo trecho por andar. Ojalá se mantenga el compromiso imprescindible para hacerlo.

“(…) AMÉRICA LATINA ENTRA EN ESCENA: 7. La posición de América latina ante la Conferencia Mundial y los documentos adoptados en la misma tienen su origen en la especial situación socioeconómica que atraviesa la región, y en su particular desarrollo educativo. Mientras casi todos los países que integran el subcontinente han logrado establecer -o restablecer- regímenes democráticos, , los mismos exhiben en la última década una marcada reducción de su producto bruto per cápita., el descenso del consumo y la inversión, y el crecimiento de la inflación y el desempleo. A ello se agrega el peso agobiante de una deuda externa que en 1986 se calculaba en 426.000 millones de dólares y que compromete, sólo para el pago de servicios, el 90% de la balanza comercial. El cuadro internacional muestra una América Latina aislada de la producción y el intercambio de bienes y servicios, particularmente de alto valor científico-tecnológico. Una de las consecuencias de esta evolución es el recorte de los recursos destinados en los presupuestos estatales a la educación. En el campo educativo América Latina señala la existencia, en la mayoría de los países, de un sistema escolar de nivel básico adecuadamente expandido, pero de baja calidad, con altas tasas de deserción y repitencia, falta de equidad y con objetivos y contenidos que no se correlacionan con los requerimientos globales de la sociedad. AMÉRICA LATINA Y LA CONFERENCIA MUNDIAL: 8. Tanto en la Reunión Regional de Consulta de Quito, como en la Conferencia Mundial de Tailandia, la mayoría de los voceros latinoamericanos expusieron las dificultad para cumplir con los objetivos de la Declaración y del Marco de Acción, sin una solución previa del estado de cosas descrito. Se llegó a afirmar que, sin una drástica reducción de la deuda externa, es imposible satisfacer la demanda de la educación básica. Estos reclamos fueron recogidos en forma limitada en los textos finales, debido a la oposición en el comité de redacción de los representantes de los países industrializados y del Banco Mundial. En la última versión se incluyeron dos párrafos donde se expresa que la comunidad internacional deberá adoptar medidas que ayuden a los países en vías de desarrollo a disminuir la carga de una pesada deuda externa; y que acreedores y deudores tienen que tratar de encontrar fórmulas nuevas y equitativas para reducir esas cargas , dado que la capacidad de muchas naciones en desarrollo para responder eficazmente a las necesidades de la educación se reforzarían considerablemente si se encontrasen soluciones al problema de la deuda. Otros aspectos fueron igualmente subrayados en el proceso de discusión por los voceros latinoamericanos, tanto de los gobiernos como de las organizaciones no gubernamentales: la estrategia en la región tiene que concentrarse en la transformación y mejoramiento de los sistemas escolares; la nueva visión, que favorece alianzas de diversos sectores de la sociedad, no puede implicar la disminución de la responsabilidad del Estado respecto a la educación; y resulta imperativo valorizar el papel de los docentes y tener en cuenta su remuneración y condiciones de trabajo. LOS RECURSOS: 9. Llegados a este punto de la reflexión cabe hacerse varias preguntas: quién pagará las cuentas de los compromisos asumidos en la Conferencia Mundial? ¿No estaremos frente a una mera manifestación de voluntad, sin sustento económico, que traerá consigo una nueva y lamentable frustración? E dónde saldrán los cincuenta mil millones de dólares que, según el señor James P. Grant, director general de UNICEF, son necesarios para que en el año 2000 prácticamente todos los niños hayan alcanzado un nivel mínimo de alfabetización, de destreza en el cálculo y de conocimientos esenciales para la vida? (…)”. Emilio F. MIGNONE; EDUCACIÓN PARA TODOS. Reflexiones sobre la conferencia Mundial de Tailandia; Washington, agosto de 1990.


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Alexia Massholder: relata la experiencia de la Revista Expresión, aquella que a mediados de la década del 40 del siglo pasado, Héctor Agosti anunciara con el fin de dar la “batalla cultural” en tiempos del primer peronismo. Pablo Pozzi: propone un recorrido por la vida y obra del historiador inglés Eric Hobsbawm, a quien presenta a partir de los atributos que sus trabajos sugerían a la generación de estudiantes a la que él perteneció: “una historia buena, relevante y, sobre todo, servía para comenzar a investigar y explicar la revolución latinoamericana que nos apasionaba y movilizaba”. Isabel Rauber: narra los acontecimientos de un Brasil movilizado a partir del Movimiento “Pase Libre”. La carta como legado, María Elena Walsh, “Carta a una compatriota” con motivo de las elecciones presidenciales en la Argentina de 1973.


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Alexia Massholder

El rol de los intelectuales y la lucha cultural, la experiencia de la revista Expresión El papel de los intelectuales en la lucha por la transformación social ha atravesado diferentes estadios a lo largo de la historia. En Argentina, la “desconfianza”, llamémosle así, hacia los intelectuales tuvo exponentes pertenecientes a diferentes corrientes de pensamiento. Uno de los momentos más álgidos quizá haya sido el primer peronismo, que en el clima electoral de 1946 terminó con aquella recordada consigna de “alpargatas sí, libros no”. Hubo, sin embargo, una serie de iniciativas que insistieron en reivindicar el papel que los intelectuales, tenían en las disputas por una transformación, si no revolucionaria, por lo menos progresista.

A

l interior del Partido Comun i s t a a rg e n t i n o ( P C A ) tenían lugar, además de las discusiones acerca de la caracterización del régimen de Perón y la actitud de la clase obrera, fuertes discusiones en el plano cultural. Comenzaba a repercutir en aquel entonces el “informe Zhdanov”. A principios de 1947 el periódico Orientación publicaba “Literatura y Arte al servicio del pueblo”, informe de Zhdanov sobre la decisión del Comité Central del PCUS relativa a las revistas literarias "Zvezda" ("la estrella") y "Leningrado". En una crítica devastadora a la obra de Zóshchenko y Akhmátova en aquellas revistas, Zhdanov sentenciaba "No puede haber cabida en la literatura soviética para obras podridas, vacías, sin profundidad".

Respecto a la censura escribía: "El camarada Stalin ha dicho de nuestros escritores que son los ingenieros de las almas humanas. Esa definición está llena de sentido(...). Algunos encuentran extraño que el Comité Central del Partido Comunista de la URSS haya tomado en el campo literario medidas tan radicales. No se está acostumbrado a esto en nuestro país. Se considera natural la censura cuando se trata de la fabricación de desperdicios industriales o cuando el programa no ha sido respetado en la producción de artículos de consumo corriente o de madera. Pero cuando se fabrican desperdicios en lo que se refiere a la dirección de las almas humanas y a la educación de la juventud, se considera entonces que no hay motivo de preocuparse (...). La decisión del Comité Central tiende precisamente a hacer avanzar nuestro frente ideológico al nivel de los demás sectores de nuestra actividad".

El informe Zhdanov enfatizaba la necesidad del Comité Central de llevar adelante el frente ideológico de igual forma de los demás sectores de trabajo. Una aventura editorial Es en este contexto, que Héctor P. Agosti (1911 – 1984) decide emprender la “aventura” de Expresión, una revista que intentaría construir un espacio de debate cultural más allá de las fronteras nacionales, intentando rescatar la producción artísticoliteraria de las fauces de aquel sectarismo cultural. Desde mediados de 1946, Agosti comenzó a comunicarse con diferentes personalidades anunciando el nacimiento de la revista Expresión, tanto a colegas argentinos como a personalidades de otros países de América Latina. Tal fue, por ejemplo, el


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El rol de los intelectuales y... caso de Jorge Amado, a quien Agosti escribía: “La editorial PROBLEMAS comenzará a publicar a partir del mes de octubre próximo una revista de literatura y cultura general denominada EXPRESIÓN, cuya dirección asumiré con la ayuda de Enrique Amorím, Leopoldo Hurtado, Roberto F. Giusti y Emilio Troise. Queremos hacer una gran revista, tanto por su tamaño físico como por su contenido literario, y aspiramos a contar entre nuestros colaboradores a todos los escritores que en América han formado la conciencia de la libertad creadora frente al irracionalismo”. Y más adelante: “Queremos hacer una revista americana que pueda ser tribuna de las inquietudes continentales y vehículo del mejor pensamiento europeo”. No se trataba, aclaraba Agosti, de lanzarse a un “indoamericanismo” estrechamente sectario, porque no era posible, según él mismo escribe, buscar una expresión autóctona dando la espalda a las t r a n s f o r m aciones sociales e ideológicas que tenían lugar en Europa. Antes incluso de la aparición del primer número, la iniciativa fue saludada por Sergio Bagú, Fernando Campoamor, Bernardo Canal Feijoo, Luis Cardoza y Aragón, Juan, Caio Prado Junior, Carlos Rafael Rodríguez, Salas Rodríguez, y otros posibles colaboradores de América Latina que, tal vez dada la corta vida de la revista, no llegaron a publicar en ella. Bagú, por ejemplo, expresaba su satisfacción por la aparición de la nueva revista y los objetivos que parecían ser comunes a intelectuales de toda América. Confesaba en su carta a Agosti que en conversación con Silva Herzog, director de Cuadernos Americanos, había tratado temas que “por lo menos en sus

líneas generales, parecen estar expuestos en igual sentido por usted en su carta. Hay en todas partes una inquietud común -qué duda cabe- por más que haya muchas orientaciones distintas”. Juan Marinello, por su parte, escribió a Agosti enviando un artículo para la revista y comentándole que la aparición del segundo número “me confirma en la opinión de que están dando ustedes la mejor revista de nuestro campo. Te ruego que no deje de llegarme nunca EXPRESIÓN”. También Volodia Teitelboim escribió expresando sus expectativas respecto a la revista y aceptando ser, a pedido de Agosti, una especie de “consulado de la Revista en Santiago con que han tenido la bondad de

distinguirme”. El primer número salió recién en el mes de diciembre de 1946 y, en sus primeras páginas dejaba asentada su intención de crear una revista “digna de la madurez actual de nuestra cultura”. El propósito era crear una “revista americana, puesto que desde el plano rioplatense entendemos cada vez más distintamente la necesidad de hablar un lenguaje de comprensión americana”. En esta exposición de objetivos, Agosti dejaba plasmada uno de los postulados por él defendidos a lo largo de toda su producción: el de la universalidad de la cul-

tura. De todas formas, da la impresión de que tal universalidad refiere particularmente a nuestra filiación cultural con Europa, y no con otras regiones. Pero la concepción de universalidad de la cultura, se une en las afirmaciones de la revista con la noción de proceso continuo: “El proceso de la formación cultural es uno y continuo, y mal podríamos desconocer la faena de quienes nos precedieron cuando sólo por dicha causa se ha tornado posible y menos oneroso nuestro esfuerzo”. Temas y colaboradores En el primer número de la revista colaboraron entre otros Amaro Villanueva, Pablo Neruda, David Alfaro Sequeiros, Leon Klimovsky, Cordova Iturburu, Alfredo Varela, Gregorio Berman, Gerardo Pisarello y Arturo Sánchez Riva, entre otros. Los temas eran variados. La revista publicó artículos sobre el folklore argentino, poemas, fragmentos de piezas de teatro, y llegaron a aparecer algunos perfiles culturales de Latinoamérica. La sección “Espejo de revistas” prestó especial atención a los debates en Francia en aquel momento. Desde publicaciones como L´arche y Les lettres Francaises se traducían y comentaban temas vinculados con la reforma universitaria francesa, con la intención de contribuir al debate sobre una posible reforma en la educación en la Argentina. Fue tema central en Expresión el tema del existencialismo, que comenzaba a resonar en las interven-


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El rol de los intelectuales y... ciones de Henri Lefèbvre, Guy Leclerc, Roger Garaudy y Jean Paul Sartre. En el cuarto número de la revista puede leerse: “Entre los intentos para renovar la vieja metafísica, el existencialismo es el que está más en boga últimamente. En Les lettres francaises (núm. 143, enero 17 de 1947), Guy Leclerc concuerda con Henri Lefèbvre -que ha escrito un libro al respecto- en el ataque a esta filosofía que coloca al hombre en una situación trágica y absurda frente a la vida(...). El existencialismo tiene bastantes adeptos entre cierto núcleo de la juventud que no ha podido conservar las ilusiones propias de su edad, que se siente desamparada ante un porvenir que se le parece irremisiblemente comprometido y que busca `adquirir con poco gasto teorías justificativas de su lasitud y de su repugnancia´”. El tema del existencialismo tuvo presencia en cuatro de los ocho números aparecidos, con el artículo de Julio Álvarez del Bayo “Existencialismo y política”, tomado de The Nation, y tres entregas de “Breve historia del existencialismo” de Henri Mougin. En la correspondencia entre Agosti y Enrique Amorím hay claras y duras referencias a Sartre, cuyas posiciones, y la influencia que comenzaban a tener, los preocupaba profundamente. Amorím, mucho más crudo en sus formas de expresarlo escribía a Agosti: “Aquí me tenés en una mañana de domingo, limpia y luminosa, después de haber leído Las manos sucias del señor Sartre(…). No sé por qué, a medida que avanzaba en el libro, pensaba en mandártelo. Cuando lo termine Esther, se los envío. `Agarra´, como decimos los entendidos. Es un sinvergüenza que saber hacer las cosas. Ha imaginado una militancia comunista por demás absurda”. No era Amorím el único preocupado por las repercusiones del pensamiento sartreano. Vimos ya el espacio que Expresión le dedicó al tema desde sus primeros números. También tuvo su espacio el debate, muy agitado en ese entonces, sobre la estética. Los escritos de Zhdanov seguían gene-

rando, en ese entonces, fuertes discusiones al interior del PCA. En la respuesta a Amorim, Agosti comentaba, además de su preocupación por la difusión del existencialismo, las discusiones reñidas que se remontaban a aquellas desatadas por los informes

del dirigente soviético sobre arte, literatura y filosofía. “La discusión, que se inició con un informe de nuestro Rodolfo [Ghioldi], reveló dos posiciones diametralmente opuestas en la consideración de la militancia del escritor y del artista (…) pero creo que ha sido, sin embargo, una excelente polémica contra los desvirtuadores mecanicistas del marxismo”. La carta citada es de

1948, año en el que ya Expresión había dejado de aparecer. En su corta vida dejó claras huellas de la posición que la revista buscaba defender. El número 3 de la revista había planteado el problema de la existencia o no de una estética comunista. En el cuarto número, la revista hacía suyas las palabras del dirigente comunista francés, escribiendo: “el partido comunista no excluye ninguna forma de expresión. `Podemos ser miles y miles los que comprendemos el mundo del mismo modo y la expresamos diferentemente.´ Es ésta una indicación importante para todos aquellos artistas que creen, por ejemplo, que al hacerse comunista, un pintor está obligado a tratar ciertos temas con determinada técnica. `Algunos llamaban formalismo toda interpretación artística de la realidad, otros identificaban el realismo con un naturalismo copiador”. En este sentido, no sorprende la publicación de “El Señor Cisne”, de Enrique Wernique en el séptimo número. Luego de la publicación en Expresión, Julio Notta realizó una dura crítica al recién publicado libro en el semanario partidario Orientación. En ella, Wernicke era acusado de la creación de personajes con visiones de “pequeño burgueses, que no han superado ninguna de las limitaciones propias de una clase que gime bajo las cadenas de la opresión capitalista, pero que carece de capacidad propia para descubrir la manera de liberarse”. Se criticaba también la “forma individualista de encarar los problemas y por ende desvinculados de la realidad social que lo circunda.” La conclusión del comentario de Notta era que El Señor Cisne tenía un “efecto pernicioso sobre quienes luchan contra las fuerzas retrógradas resulta evidente, debido a que tiende a paralizar su acción con las desesperanzas y las angustias que solo tienen explicación en la minoría de opresores cuya muerte ha sido decretada ya por la historia”. La respuesta de Wernicke no se hizo esperar, y en la siguiente entrega del semanario afirmó: “el compañero Notta(…) ha aventurado algunos juicios que pueden significar un riesgo para los nuevos escritores comunistas(…) el problema particular de si es decadente o no el pintar personajes negativos, ha sido muy largamente discutido por los comunistas de todo el mundo(…). Desgraciadamente, la discusión sigue en pie y hasta la fecha no se ha dilucidado nada. Los escritores comunistas


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argentinos no hemos tomado ningún partido todavía(…). Para mí la literatura decadente no es aquella que pinta personajes negativos, sino aquella que los enaltece. De otro modo debería incluir en la categoría de decadente a muchos escritores realistas como Maupasant, Gorka, Erskine Coldwell, Balzac, Tolstoi, Dostoievsky y tantos otros”. Wernicke creía haber observado minuciosamente el mundo pequeño burgués, tanto que los resultados de tales observaciones determinaron su propia afiliación al PCA. “Si yo -en lugar de la realidad burguesa que he vivido- hubiese compartido la lucha proletaria(…) si conociera tan bien al obrero (al hombre de mañana) como conozco a los adolescentes burgueses, mi libro hubiese sido distinto.” Las extensas citas, más allá de lo anecdótico y particular, permiten visualizar el tono de las discusiones que tenían lugar en ese entonces, y que produjo no pocos desencantos en los escritores y artistas comunistas. Este cruce de posiciones también tuvo cierta resonancia en las discusiones, no públicas, ya que no se trataba simplemente de la valoración crítica de una obra, o de las posiciones “excesivamente aventuradas y estrechas” como había sentenciado Wernicke, sino de “el desconocimiento de la autonomía relativa que las superestructuras suelen alcanzar con relación a las estructuras donde se originan”. Agosti, como la mayoría de quienes lo acompañaron en Expresión, entendían la interrelación entre literatura y sociedad como un proceso dialéctico y no como un reflejo automático. La advertencia de Wernicke sobre las posiciones que pudieran significar un riesgo para los escritores comunistas, reflejaba una preocupación real. La correspondencia de Agosti permite ver una profunda preocupación por el tema, empujándolo luego a la

organización del Primera Reunión Nacional de Intelectuales Comunistas en 1956, cuando aún la discusión no había sido saldada. El director de Expresión escribía a Amorím: “Me temo que con este estéril debate podamos alejar de nuestras filas, o simplemente de nuestra amistad, a muchos escritores y artistas de verdadera intención democrática y antiimperialista, renuentes sin embargo a aceptar que el realismo sea ese vulgar naturalismo, en el fondo tan chato como el pomperismo burgués”. El fin de una práctica independiente La revista cumplió con su objetivo de trascender las fronteras rioplatenses y para mayo de 1947 tenía ya tres mil ejemplares vendidos. La correspondencia hallada permite afirmar que se contaba con material y colaboraciones que garantizaban la continuidad de Expresión. Sin embargo, inconvenientes financieros de la Editorial Pro-

blemas. No se consiguió tampoco otro editor que tomara el proyecto a su cargo, a pesar de que tanto Agosti como Amorím se ofrecieron a trabajar gratuitamente. Fue una experiencia no solo ambiciosa por sus objetivos, sino porque fue uno de los intentos más acabados, a pesar de su corta vida, de aglutinar a intelectuales progresistas pero no únicamente comunistas para la construcción de una línea cultural progresista que representara esa “inquietud común” a pesar de las diferentes orientaciones que se manifestaban en el primer número de la revista. Y fue también uno de los primero intentos “materiales” de Agosti de crear espacios de trabajo intelectual independientes con el objetivo de reivindicar la labor del intelectual como una forma específica de lucha insertada en el plano de la cultura, pero también como parte esencial de la lucha por una sociedad diferente.


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Pablo A. Pozzi*

Eric Hobsbawm Una historia social y militante Cuando ingresé por primera vez a la universidad para estudiar historia, allá por el año 1971, la Argentina se estremecía en los comienzos de un auge revolucionario, el Che hacía poco que había sido asesinado en Bolivia, y los Tupamaros uruguayos nos entusiasmaban con su accionar tipo “Robin Hood”. En ese momento uno de mis profesores de historia me obligó (literalmente) a leer un libro con un título que me parecía francamente aburrido: Rebeldes Primitivos. Encima estaba escrito por un tipo de nombre impronunciable que, por ser inglés, indudablemente debía ser un imperialista agente de la penetración extranjera: Eric Hobsbawm. Como dirían mis alumnos el día de hoy, “me voló la cabeza”. Resultaba que el inglés no sólo no era un agente imperialista sino que su historia era buena, relevante y, sobre todo, servía para comenzar a investigar y explicar la revolución latinoamericana que nos apasionaba y movilizaba. Poco tiempo más tarde leíamos fascinados La Era de la revolución. Para nosotros esta obra era algo así como El Capital de Marx llevado a los estudios históricos y que, además, se podía entender.

E

ste gran historiador y comunista fue uno de los que me hizo entrar en crisis con una práctica por la cual la militancia iba por un carril y lo intelectual por otro. Así, la historia social de historiadores como Hobsbawm y E. P. Thompson captó a gran parte de mi generación, sobre todo a los que considerábamos los más inteligentes y más comprometidos. Los otros se dividían entre una derecha positivista y rankeana y un reducidísimo grupo de admiradores de Annales que se dedicaban a cosas, para nosotros, irrelevantes e inútiles como “la vida cotidiana” o “las mentalidades”. Para nosotros la historia social, marxista y militante, era una forma de poner nuestra profesión al servicio de la liberación nacional y social aportando a comprender las profundas razones históricas de la dominación y la

explotación en América latina. Queríamos disputar, al decir de los revolucionarios vietnamitas, “el corazón y la mente” de la gente y “ganar la calle”. Leíamos ávidamente, entre tantos otros, a Trotsky, a Rosa Luxemburgo, a Lukács. Entre los historiadores admirábamos a Pierre Vilar, a Sergio Bagú, a Pierre Broué, y sobre todo a los marxistas ingleses como Maurice Dobb y su modelo de historiador comprometido y militante. Entre éstos últimos Hobsbawm era una referencia ineludible. Éste tenía la importancia de que no sólo era un gran historiador, sino que era marxista y que, además, el individuo común podía entender y deleitarse con sus aportes. Pero además era un conspicuo militante comunista. Esto último nos generaba algunas contradicciones: al fin y al cabo la mayoría de nosotros éramos antistalinistas y cuestionábamos al PC argentino, pero rescatábamos el compromiso militante del historiador. Muchos de nosotros nos volcamos de la militancia

en historia a la militancia revolucionaria, y muchos de mis compañeros y amigos hoy en día no están más, habiendo pagado con su vida haber sido consecuentes con sus ideales. En Hobsbawm, y en otros historiadores, veíamos claramente una fusión de teoría y praxis por la cual la labor del historiador era lo que deseábamos: útil a la sociedad, a los explotados, a la clase obrera. Para ser un buen militante había que desarrollar el intelecto, o sea ser un buen estudiante. Y para ser un buen intelectual había que cotejar las ideas, cotidianamente, con una práctica política y social. Era un modelo distinto de intelectual al que predicaban tanto nuestros profesores como aquellos intelectuales vinculados al Partido Comunista: marxista, militante, creativo, no dogmático, con una formación cultural envidiable, y profundamente serio y científico en lo que hacía. En síntesis, era el mejor ejemplo de lo que un intelectual marxista debía ser. Es más, ni siquiera lo podían acu-


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Eric Hobsbawm Una historia social y militante decían sus compañeros puso fin a la discusión diciendo: “¡Che, pero es Hobsbawm!”. Estaba muy claro que, aun en este ámbito, Hobsbawm trascendía las rencillas y los dogmatismos de la izquierda. Una vez más me pareció ilustrativo del significado profundo de la obra de este historiador militante. En ambos casos lo que me quedaba en claro era que se podía ser un historiador comprometido y serio al mismo tiempo. Ser de izquierda y estar con los trabajadores no era tener un discurso “marxistoide”, sino que era una práctica intelectual que se dirigía hacia el común de la gente, que interpelaba la vida cotidiana de los trabajadores. Esto fue lo que sentí cuando, de joven, leía los libros de Eric Hobsbawm. Aquí había otra forma de hacer historia; de hacer buena historia. Por que no se trata sólo de hacer populismo y hablar en fácil, sino más bien de expresar cuestiones complejas en una forma que un obrero educado pueda leer, sentirse reflejado, aprender de las experiencias y que le sirva para repensar su propia realidad. Esto implica que hay que saber mucha historia, que hay que manejar teoría, que hay que conocer métodos, para después hacerlos accesibles y traducirlos en un estudio comprensible a cualquiera. La historia que hace Hobsbawm es eso. Un trabajo logrado que combina lo mejor de los estudios históricos con la experiencia y las inquietudes de un conjunto social determinado, ya sea que se trate de las tradiciones artesanales del siglo XVIII, del imperialismo o de la guerra de Vietnam.

sar de no tener “excelencia académica” como dirían el día de hoy. Así, muchos nos forjamos humana y profesionalmente, aunque fuera tímidamente, con este modelo del intelectual militante. No quiero decir que en lo personal lograra cumplir cabalmente con esta aspiración pero siempre fue un objetivo y una especie de benchmarking (para usar la moderna terminología tan cara a los explotadores actuales de la clase obrera). Dos experiencias significativas Para que quede más claro lo que quiero decir voy a relatarles dos anécdotas. La primera es de hace ya muchos años, cuando varios activistas y antiguos integrantes de la comisión interna de la fábrica Propulsora Siderúrgica me invitaron a discutir con ellos la historia de la clase obrera argentina. Propulsora fue una de las grandes fábricas metalúrgicas con una gran tradición militante, cuya conducción la detentaban militantes marxistas revolucionarios. Llegué a la reunión preparado para dictar cátedra, al fin y al cabo yo era el que sabía. Pero una vez allí me encontré a estos militantes obreros enfrascados en una discusión sobre los estudios de Hobsbawm en Trabajadores. Estudios de la clase obrera. La discusión era rica y veloz. Estaban fascinados con la figura de Thomas Paine; la discusión sobre la aristocracia obrera inglesa les parecía de actualidad para la Argentina; y las tradiciones de los obreros ingleses les sugerían una inmensa cantidad de cosas sobre si mismos y sobre cómo activar en la fábrica. No me voy a olvidar jamás cuando uno me dijo que la suya también era “una sombría fábrica infernal como dice el inglés este”. Lo que para mí era una obra académica, para ellos era algo que interpelaba su vida, que disparaba su imaginación, y sobre todo que era “para ellos”. Años más tarde, hace escasos meses, el Centro de Estudios de Investigaciones Políticas (CEIP) “León Trotsky” –uno de los principales centros de investigación de la izquierda argentina– decidió recopilar los textos de Trotsky sobre la Segunda Guerra Mundial. La encargada de hacer el ensayo interpretativo introductorio se había basado en la Historia del Siglo XX de Hobsbawm. Una vez más me habían invitado a participar, como historiador no trotskista, de la

discusión de este ensayo. A poco de empezar, como buenos trotskistas, se habían ensartado en una discusión más política que histórica, donde varios de ellos criticaban a EJH por “reformista” y “stalinista”. De repente una historiadora del CEIP, una trotskista conocida, indignada por lo que

Una mirada a la obra de historiador británico en distintas sintonías A partir de lo anterior me gustaría plantearles mi propia visión de la obra de Hobsbawm en varios niveles distintos. Primero de todo quiero retomar un aspecto casi olvidado por


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Eric Hobsbawm Una historia social y militante la academia el día de hoy: el tema del lector y del lenguaje. Muchos colegas (yo también) tendemos a escribir e investigar para la profesión y no para la sociedad en general. Cuando imaginamos un lector de nuestros trabajos, en general pensamos en otros historiadores, en reuniones académicas y en nuestros estudiantes. El resultado tiende a ser una prosa árida, y muchas veces obscura que hace referencia a las discusiones profesionales, o a debates teóricos que rara vez logran trascender al conjunto social. Al decir de Hobsbawm: “La tendencia, durante mi vida, ha sido que la actividad intelectual ha estado cada vez más concentrada en las universidades y se ha tornado cada vez más esotérica, de manera que consiste en profesores que le hablan a otros profesores mientras son apenas escuchados por estudiantes que tienen que reproducir sus ideas u otras similares para poder aprobar exámenes establecidos por los profesores”. Esto, que muchas veces es tomado por seriedad y excelencia académica, no siempre fue así. Para citar una obra proveniente de una tradición no sólo distinta sino opuesta a la marxista, yo recuerdo haber leído. El Mediterráneo en época de Felipe II, de Fernand Braudel, y pensar que efectivamente era fascinante estudiar el precio del trigo en Dalmacia; hasta que me acordé que eso a mí no me interesaba en lo más mínimo. En Captain Swing, Hobsbawm señala que la obra de los Hammonds era ahora superada por la propia, escrita con George Rudé, en todo aspecto excepto en uno: “ellos continuarán siendo leídos con placer cuando nosotros sólo seamos consultados para proveer notas al pie”. El cumplido no es poco, sobre todo cuando nos damos cuenta que Captain Swing también puede ser leído con placer. Lo anterior debería llamarnos a la reflexión. Toda la obra de Hobsbawm se destaca en su manejo del lenguaje y su accesibilidad para expresar ideas y conceptos sumamente complejos. Su historia es apasionada, vibrante y emocionante. O

para decirlo de otra forma: no te deja indiferente. Lo que se oculta bajo un lenguaje claro y casi poético, es un manejo teórico, un conocimiento de la historia y un bagaje cultural envidiable. Y también lo que se oculta es que el papel del historiador fue, durante muchísimos años, disputar el corazón y la mente de la sociedad. Como ejemplo valga una frase. Escribió Hobsbawm para explicar el desarrollo del capitalismo en el siglo XVII: “Existirá entonces para todas la formas de empresa capitalista, una marcada tendencia a ajustarse a vivir entre lo que Marx llamó los poros de la sociedad pre capitalista. El capital no creará entonces un modo de producción capitalista, y ciertamente tampoco producirá una revolución industrial, aunque contribuya sin duda a desintegrar los modos de producción pre capitalistas.” El concepto queda clarísimo

como la revolución industrial y la revolución francesa puesto que “ninguna gran reconstrucción social, que permanentemente beneficie ninguna clase de la comunidad, sucede a causa de una revolución”. Su respuesta es lapidaria: “Después de todo, como dijo el gran crítico literario danés, Georg Brandes, a propósito del apasionado ataque de Hippolyte Taine a la Revolución en sus Orígenes de Francia Contemporánea, ¿cuál es el punto de predicar un sermón contra un terremoto?” Pensemos que no está intentando descartar los avances en los estudios históricos, sino más bien de tomarlos en cuenta sin descartar el contexto y la percepción de la época. Asimismo, pensemos en cómo, con una corta y clarísima frase, logra sintetizar un argumento y expresar un bagaje cultural envidiable. Esto nos lleva a mi segunda refle-

en un lenguaje llano y accesible. Pero, al mismo tiempo, encierra un manejo de la teoría marxista y de la historia para nada desdeñable. Lo anterior implica que esta historia parte desde una perspectiva distinta a la que está de moda en la academia actual y que se conecta directamente con los sentimientos y las visiones de sectores muy amplios de la sociedad. Un ejemplo puntual de esto lo encontramos en Ecos de la Marsellesa. Allí Hobsbawm discute con aquellos colegas que cuestionan la existencia de fenómenos

xión que es sobre el aporte teórico de Hobsbawm. El historiador inglés ha sido, en general, considerado por sus aportes a los estudios históricos, sin embargo su contribución al materialismo histórico no es para nada menor. Lo que subyace a la obra de Hobsbawm es una visión por la cual el marxismo es una filosofía abierta, en permanente construcción. Esto lo aleja tanto de los dogmas de la izquierda tradicional como de la caricaturización que la derecha posmoderna ha hecho del marxismo. Creo que Hobsbawm compartiría la expresión de


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Eric Hobsbawm Una historia social y militante ese otro gran historiador marxista inglés E. P. Thompson cuando señaló que: "Lo importante aquí está en que Marx está de nuestro lado, y no nosotros del lado de Marx. Su voz tiene una fuerza que jamás podrá ser silenciada, pero nunca ha sido la única voz, y su discurso no tiene un alcance ilimitado." En este sentido, el buen historiador marxista abreva en el conjunto del desarrollo del conocimiento humano, sin limitarse por los dogmas ideológicos, en un diálogo permanente con los contrarios y con la sociedad en general. Más aun, si combinamos esta percepción con lo que señalamos más arriba en torno al lector, veremos que para historiadores como Hobsbawm existe una riquísima interacción entre teoría marxista, historia y sociedad. Como señaló Hobsbawm hace ya casi treinta años: “Idealmente los marxistas no deberían aislarse a menos que los obliguen, y tendrían que tratar de irrumpir en el universo común de discurso [...] Si existe un público que espera que se le hable en la jerga marxista [...] esto incentiva a escribir acríticamente y en jerigonza. Uno puede hacer cualquier cosa si escribe sólo para un público cautivo que espera que le digas la verdad [...] Es mucho mejor exponerse a la crítica de los contrarios. Esto significa que el marxismo de Hobsbawm disputa fuertemente ese “universo común de discurso” y para lograr esto ha debido combinar un profundo manejo teórico, con relevancia en sus planteos, con una accesibilidad de lenguaje. En mi desarrollo personal como historiador social esto ha sido fundamental. Así recuerdo el impacto que recibí al leer su “Introducción” a las Formaciones Económicas Precapitalistas de Marx. Allí Hobsbawm señalaba que “no hay nada en Marx que nos autorice a buscar cierta ‘ley general’ de desarrollo que pueda explicar su tendencia a evolucionar hacia el capitalismo”. Así, define los distintos modos de producción como “etapas analíticas... no cronológicas” y no como “estadios históricos sucesivos”. De hecho, al considerar que estas etapas pueden coexistir lo que emerge, como teoría de la historia, es que existieron varios caminos alternativos de desarrollo histórico por lo que una de nuestras tareas era explicar por qué

sólo uno había prosperado. Esto se alejaba muchísimo de la visión derivada del Manifiesto Comunista por la cual la historia era un progreso ininterrumpido, lineal y predeterminado hacia el socialismo para ubicarla firmemente, una vez más, en el terreno de la acción humana. En esto no sólo se diferenciaba del neopositivismo de aquellos historiadores influenciados por el stalinismo, sino también de los seguidores antimarxistas de Braudel y la “larga duración”. Esta flexibilidad, o “plasticidad” en la visión histórica queda aun más clara si reto-

mamos algunos de los conceptos esbozados en Captain Swing. Allí la sociedad rural contiene conflictos y contradicciones, alejándose de la visión idealizada de una comunidad solidaria, cohesionada y casi impermeable al mundo exterior. Así, la explicación del gran levantamiento agrario inglés de 1830 combina la condición objetiva de las aldeas inglesas con los efectos de la agitación política a nivel nacional y con lo que define como “el doble estímulo de las revoluciones francesa y belga”. Lo que emerge es una complejidad en la teoría histórica que retoma la multicausalidad de Marx para responder la vieja pregunta de ¿cuándo y por qué se rebelan los seres humanos? En esta multicausalidad, Hobsbawm plantea una temática que estaba siendo desarrollada por los historiadores marxistas ingleses: el de las tradiciones y las costumbres que, siendo en apariencia conservadoras, pueden en ciertos momentos históricos convertirse en la base de agitación social. Esto es lo que le permite revalorar movimientos generalmente considerados como primitivos, tal como hizo en Rebeldes Primitivos y en Bandidos. Todo lo anterior debería ser más que suficiente para comprender por qué Hobsbawm no ha sido traducido al ruso en época de la Unión Soviética y también por qué su influencia ha perdurado durante décadas. Pero ambos aspectos, antidogmatismo y renovación teórica, sólo pueden ser comprendidos plenamente si entendemos que la historia de Hobsbawm es una historia militante y comunista. Si bien ésta no es la moda actual –dado el rechazo hegemónico a toda actividad que abone a la revolución socialista– es imposible valorar la obra y el impacto de Hobsbawm y los historiadores marxistas ingleses sin tomarlo en cuenta. Su papel como historiadores e intelectuales,


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Eric Hobsbawm Una historia social y militante su pasión, su articulación con la sociedad en general, la relevancia de sus temas, su trascendencia, y su visión particular del marxismo sólo pueden ser explicados si comprendemos que veían su labor como un aporte concreto a la revolución socialista mundial. Esto debería quedar claro si consideramos una de las obras señeras de la historia social: Rebeldes Primitivos. En particular este estudio de Hobsbawm tuvo un singular impacto en los estudios de historia social del Tercer Mundo y, sobre todo, de América Latina, puesto que revalorizó lo que hasta ese entonces se había considerado simplemente como elementos atávicos precapitalistas. Cuando el historiador inglés explicó la génesis de esta obra expresó: “Rebeldes Primitivos surgió del Vigésimo Congreso [del Partido Comunista de la URSS] en el ’56 y la destalinización. Queda claro que en la época en que escribí Rebeldes Primitivos estaba tratando de repensar las bases de la actividad revolucionaria, en vez de aceptar acríticamente lo que muchos militantes comunistas habían aceptado en el pasado. Uno puede leer Rebeldes Primitivos como un intento por ver si teníamos razón en creer en un partido fuertemente organizado. La respuesta es si. ¿Teníamos razón en creer que había un solo camino, una vía que llevaba hacia delante y todo lo otro podía ser dejado de lado? La respuesta es no. Había todo tipo de otras cosas que estaban ocurriendo y que nosotros deberíamos haber notado. Estos son los temas de los cuales surgió Rebeldes Primitivos”. Que esta obra tuvo un impacto muchísimo mayor lo revela el hecho que varios de los movimientos revolucionarios latinoamericanos de las décadas de 1960 y 1970 se basaron en Rebeldes Primitivos para rescatar tanto las tradiciones de lucha campesina en sus respectivos países como para ampliar los sectores sociales que consideraron como sujetos de la revolución. En esto puedo dar un ejemplo puntual de mi propia experiencia. El Ejército Revolucionario del Pueblo,

uno los principales grupos guerrilleros argentinos entre 1966 y 1976 –además de que varios de sus militantes habían leído obras como La Era de la revolución y Revolucionarios- reivindicó el bandolerismo social al que veía como antecedente de la guerrilla y amplió su caracterización del sujeto social revolucionario argentino para incorporar a lo que denominó “los pobres del campo y de la ciudad”; claramente unos “rebeldes primitivos”. Fue en Rebeldes

tatorial burocratizado”) y a Hannah Arendt (“cierto matiz metafísico y normativo de su pensamiento que se compagina bien con un idealismo filosófico anticuado y a veces plenamente explícito”). Y también le permite utilizar la historia social para estudiar y analizar fenómenos relevantes de la época como el tema de la guerrilla. Esto último es sumamente interesante puesto que Hobsbawm analiza tempranamente la Guerra de Vietnam llegando a conclusiones que se

primitivos y en Bandidos que estos militantes encontraron el sustento histórico de su caracterización. Esta abierta politización es muy distinta a la postura objetivista, tan de moda en la actualidad, que encubre una politización de derecha. En particular porque la politización en la historia de Hobsbawm enriquece su historiografía a partir de una participación activa y positiva. Como señaló hace ya muchos años “el convertirse en revolucionario [...] implica también alguna esperanza. [...]. No hacíamos más que optar por un futuro, en lugar de resignarnos a no tener ningún futuro, y eso significaba la revolución.” Esto le permite, desde su profesión de intelectual comprometido, criticar con autoridad por igual al stalinismo (“esa hipertrofia del estado dic-

comprobarían acertadas en la década siguiente. Autobiografía e Historia del Siglo XX, encuentros y desencuentros con su obra anterior En sus últimas obras Hobsbawm acusa el impacto de la caída de la Unión Soviética y en eso se distancia de su trayectoria anterior. Tanto la Historia del Siglo XX como su autobiografía distan mucho de la calidad y profundidad de sus obras anteriores. Antes de entrar en una breve crítica quiero dejar en claro que, en mi opinión, lo peor de Hobsbawm sigue siendo muy bueno. Sin embargo, al considerar una trayectoria debemos


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Eric Hobsbawm Una historia social y militante también poder comparar los distintos momentos de ésta. Así, Años interesantes, una vida en el siglo XX, su autobiografía, parece tres libros distintos. Por un lado está la juventud de Hobsbawm. Esta parte es apasionada, humana y sobre todo profunda y sugerente para el historiador social. En la misma se presentan múltiples causas que explican no sólo su propia trayectoria sino el surgimiento de toda una generación de intelectuales comprometidos con la revolución social. Quizás lo más interesante es cómo, en esta parte, emerge una imagen rica y compleja de los motivos para la politización de un intelectual. Se combinan características personales, con experiencia de vida, con la coyuntura histórica y, en este caso, con la fuerza ideológica explicativa del marxismo. En cambio la segunda parte, donde lidia con su militancia comunista, si bien es interesante, tiende más a tomar distancia de su militancia sin explicar cuál fue su proceso interior, cómo eso incidió en su historiografía, o inclusive cómo esto se articuló con su labor de intelectual. Por ejemplo, el Vigésimo Congreso del PCUS comenzó el proceso de destalinización en el movimiento comunista internacional. Un resultado del mismo fue que Hobsbawm fue el único de los historiadores marxistas ingleses que quedó dentro del Partido Comunista de Gran Bretaña. Esto debió haber sido una decisión durísima que incluyó la ruptura de amistades con compañeros de décadas. Al mismo tiempo, esta decisión debe haber tenido algún impacto sobre su labor de intelectual. Sin embargo, el agudo historiador dice muy poco al respecto. Claramente, lo que emerge en obras posteriores a la ruptura, como Revolucionarios, es que Hobsbawm en el PCGB retuvo una pasión y una dignidad como intelectual militante que merecen el respeto de cualquiera, aún de aquellos marxistas que no compartieron su decisión o que aún hoy no comparten su visión del PC como un partido revolucionario. Pero esto no quita que el vacío sea fla-

grante y que lleve a una decepción. Más aun, la autobiografía contrasta con la entrevista realizada por Thane y Lunbeck citada más arriba. En la entrevista se muestra comprensivo y hasta se puede entender que reivindica a la nueva izquierda de la década de 1960 y la guerrilla latinoamericana. Pero en la autobiografía tilda a la nueva izquierda de ser “insignificante” olvidando que ese movimiento fue crítico para el triunfo de la

revolución vietnamita, como él mismo señaló en 1965. Asimismo, el autor de Rebeldes Primitivos, obra que revela una profunda y fina comprensión de la violencia colombiana y de la guerrilla campesina del valle de La Convención y Lares en Perú, acusa a los revolucionarios latinoamericanos de la década de 1960 de tener “absurdos sueños guerrilleros de inspiración cubana” [...] “en una época en que el sueño suicida del Che [...] seguía estando muy vivo”. Inclusive llega al punto de plantear que no podía menos que pensar que Sendero Luminoso (“el invento de un profesor maoísta marginal”) merecía ser aplastado por el gobierno represor de Alberto Fujimori. Debería quedar claro que nadie espera que Hobsbawm piense lo mismo en 1965 que en 2000, ni tampoco que simpatice con Sendero. Sin embargo, sus afirmaciones y posturas políticas en la autobiografía representan un quiebre con el cuidadoso análisis crítico que él mismo hizo de las insurrecciones

comunistas de la década de 1920. La tercera parte de la autobiografía es quizás la más decepcionante. Al decir de Perry Anderson, ésta es un recorrido convencional en torno a su desempeño profesional, haciendo énfasis en las relaciones y los conocidos “importantes”. Inclusive, Anderson señala correctamente que en esta parte Hobsbawm muestra una deferencia hacia Fernand Braudel y los Annales (“el imperio académico de Braudel”, dice Hobsbawm en la página 303) que refleja poco de la realidad de su medio siglo como historiador. Tanto la influencia como la originalidad de los aportes de Hobsbawm son tan grandes, o quizás aun mayores, que los de Braudel como debería quedar claro si revisamos sus ensayos historiográficos recopilados en el libro Sobre la historia. Inclusive en esta parte de su autobiografía sorprenden las distancias con la primera. En aquella demostraba una finísima compresión del mundo de los intelectuales marxistas, y en especial de los marxistas ingleses. En cambio, como una vez más señala Perry Anderson, más adelante califica al gran historiador inglés Raphael Samuel como “una figura vagabunda” mientras acusa a E. P. Thompson de “perder el tiempo con una ‘criminal’ diversión de energías en disputas teóricas en vez de en investigación empírica”. Por último, llaman la atención algunos juicios históricos que son, por lo menos, apresurados como cuando señala que “el índice verdaderamente significativo de la historia de la segunda mitad del siglo XX no es la ideología ni el movimiento estudiantil, sino el auge de los pantalones vaqueros”. O cuan-


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Eric Hobsbawm Una historia social y militante do señala que “resulta sorprendente la poca influencia que [la Guerra Fría] ejerció en el ámbito de la historiografía”. Por su parte la Historia del siglo XX es la contrapartida de la autobiografía en obra histórica. Por un lado mantiene el oficio, la erudición, y la accesibilidad de lenguaje de sus obras anteriores. De hecho, esta obra inteligente tiene una gran virtud: la de regresar a los historiadores a la discusión del tiempo histórico versus el tiempo cronológico. Así el gran siglo “corto”, que comienza con la Primera Guerra Mundial y la Revolución Rusa y termina con el colapso de la Unión Soviética, retoma una discusión importantísima en torno a cómo periodizamos la historia. Al mismo tiempo, no puedo más que pensar que Hobsbawm retiene elementos del militante comunista que lo marcó durante décadas. Al fin y al cabo, ¿por qué pensar que la Revolución Rusa es el primer evento de un corto siglo XX y no el último de un largo siglo XIX que comienza con la Revolución francesa? Yo comparto la visión de Hobsbawm, pero no puedo ignorar que la Revolución Rusa fue la última de las revoluciones insurreccionales y opino que su característica central, lo que la hace parte del siglo XX, reside en su carácter bolchevique y socialista. Sin embargo, y a pesar de ese casi escondido tributo a la importancia histórica del leninismo, Hobsbawm no puede menos que acusar el golpe de la caída de la URSS. En un destello de la frustración de sus esperanzas no puede más que decir que “una de las ironías que nos depara este extraño siglo es que el resultado más perdurable de la revolución de octubre, cuyo objetivo era acabar con el capitalismo a escala planetaria, fuera el de haber salvado a su enemigo acérrimo, tanto en la guerra como en la paz, al proporcionarle el incentivo para reformarse desde adentro[...]”. Por otro lado, y a diferencia de sus obras anteriores, como La era de las revoluciones, esta última parece ignorar la riquísima historiografía y los

debates en torno a cuestiones como el fascismo, la Guerra Fría o lo que él denomina “el final del socialismo”. Por ejemplo, señala que el apoyo de masas del fascismo se debió “a una masa de ciudadanos desencantados y descontentos que no supieran en quién confiar” y “el fascismo no habría alcanzado un puesto relevante en la historia universal de no haberse producido la Gran Depresión.” En el primer caso parece ignorar desde los debates inspirados por Gramsci y Trotsky hasta los estudios históricos de Tim Mason, Adrian Lyttleton e Ian Kershaw (si bien hay una pasajera cita a este último historiador de moda). En el segundo parece descartar totalmente la finura de sus análisis, por ejemplo, sobre la revolución francesa o sobre el nacionalismo de Boulanger. ¿Si la Gran Depresión es lo principal que le dio al fascismo la razón de ser en la historia mundial, cómo explicamos que

este movimiento no tuviera relevancia en dos de los grandes países capitalistas de la época: Estados Unidos y Gran Bretaña? No es mi intención minimizar la Historia del siglo XX. Por el contrario, creo que es una gran obra de síntesis y que plantea algunas cosas muy importantes. Pero también creo que es una obra que marca distancias con el conjunto de la historiografía de Hobsbawm y, que adolece de las presiones y contradicciones que siente todo historiador marxista

ante el derrumbe de las esperanzas de una vida. Si bien esta sigue siendo una obra de un gran historiador, prefiero al Hobsbawm de las décadas anteriores, aquel que inspiró a generaciones enteras a involucrarse en una “historia militante”. Para concluir quiero cerrar con una cita del propio Hobsbawm que, creo, sintetiza su perspectiva, su aporte y sobre todo su obra como inspiración de historiadores. En la entrevista realizada por Thane y Lunbeck, Hobsbawm explicaba: “Lo que ha estado ocurriendo desde principios de la década de 1950 ha sido, en cierta forma, mucho más revolucionario que lo que ocurrió en los comienzos de la industrialización en cuanto a que la penetración del capitalismo es más global y más profunda, y que ha transformado la estructura social preexistente mucho más de lo que fue capaz de hacer hace cien años. En consecuencia, decir que sigue siendo el mismo capitalismo -o sea, que lo que se dijo hace cien años sigue siendo verdadno es suficiente. Una sociedad como la nuestra, en la cual, el campesinado está, de hecho, desapareciendo es muy diferente de una sociedad de hace cien años en la cual el campesinado no solo no estaba desapareciendo sino que sorprendentemente se lograba mantener mientras era integrado al capitalismo. Ahora, todas estas cosas requieren de perspectiva histórica que es esencialmente la capacidad de ver cómo una sociedad cambia y cuándo las cosas son distintas y cuándo son iguales. Esta es una de las principales razones, una razón práctica, del por qué uno debe ser marxista. Es la forma de hacerse ese tipo de preguntas.” * Publicado originalmente en “Eric Hobsbawm: historia social e historia militante”. Espaço Plural año VIII, número 16, 1er semestre Paraná, Brasil: CEPEDAL, UNIOESTE Campus Marechal Cândido Rondon, 2008, págs. 09 a


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Isabel Rauber

Brasil movilizado “Pase libre” aAlílaPrimera participación política “Quien es auténtico, asume la responsabilidad por ser lo que es y se reconoce libre de ser lo que es”. JP Sartre

La revolución nace dentro de ti mismo”, dice -traducción mediante, una de las pancartas que llevan los jóvenes en las movilizaciones y que llamó la atención de uno de los manifestantes. Él -conmovido, le tomó una foto y me lo comentó. No es para menos, esas movilizaciones en sí mismas son conmovedoras, tal vez por lo infrecuentes en los años recientes, y sobre todo por su magnitud y grado de espontaneidad. Casi dos décadas de “calma” parecieron convencer al mundo y a los políticos brasileños, también los del PT, de que los brasileños/as se movilizaban masivamente y con tanto entusiasmo solo por el fútbol y el carnaval. Y así, el mito de que los partidos políticos son los dueños absolutos de la acción política, cobraba realidad en territorio carioca. Estaba a punto de arraigarse, cuando cientos de miles de ciudadanos, principalmente jóvenes de una ciudad, hicieron estallar las calles rechazando la suba del pasaje urbano. Pero esto era solo la punta de un iceberg que comenzaría a derramarse por innumerables ciudades del gigante país. El llamado Movimiento Pase Libre se ha ampliado en las calles; se han diversificado l@s manifestantes y se ha ampliado la plataforma reivindicativa. Atrás de los reclamos inmediatos como los relativos al precio de los pasajes de buses urbanos, asoma lo político. La juventud emergente no quiere entregarle su presente y futuro a las grandes empresas petroleras, ni a la FIFA, ni a los congresistas. Exige a los gobernan-

tes y parlamentarios que se hagan cargo de problemas sociales olvidados tras una silenciosa pero constante baja en la inversión social, que se expresa en el deterioro de la salud y la educación, en un caótico crecimiento urbano sin los servicios garantizados y de muchas otras formas. Por ello, cuando todo parecía brillar y marchar sobre ruedas, la juventud salió a increpar a “la razón política” imperante haciéndose oír en las calles. Como ocurre en no pocas de las grandes movilizaciones políticas, grupos ajenos a los móviles de la convocatoria se infiltran buscando desvirtuar y manipular los reclamos en función de sus oscuros y mezquinos intereses elitistas conservadores. Con sus actos vandálicos, saqueos, provocaciones violentas, etc., alientan la represión contra

los manifestantes. Es claro que sectores de derecha aspiran a la ira colectiva para transformar los reclamos sociales en movilizaciones antigubernamentales, anti petistas, ilusionados con aprovechar el descontento social para instalarse como favoritos para las elecciones del 2014, o al menos para tratar de llegar a la segunda vuelta. Algunos sueñan tal vez con dar cuerpo a un nuevo formato de “golpe ciudadano” que, obviamente luego encabezarían sus jefes de guante blanco. En realidad, esta es la natural actitud mezquina y sectorial que la derecha puede asumir ante una situación como esta; sorprendente sería una actitud contraria. Pero esto no puede empañar los hechos. Los provocadores constituyen una minoría antidemocrática sin arraigo social, no representan el espíritu ni los contenidos de la marea humana que reclama en las calles. Su presencia en ella es pequeña, aunque muy potenciada por los medios de comunicación a su servicio en el espacio local e internacional, como puede observarse. Conclusión: La derecha existe y actúa, la lucha de clases existe, y estos aconte-


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Brasil movilizado cimientos son parte de la lucha política de clases con la modalidad en que ella existe y se desarrolla en este tiempo. La ciudadanía movilizada en las calles recupera socialmente -de hecho la política, anquilosada en aparatos partidario-estatalesgubernamentales. Con su presencia multitudinaria l@s manifestantes expresan claramente: queremos participar. La juventud hace valer su derecho a ser protagonista de su tiempo y de su vida; quiere ser parte del sujeto político social y se moviliza en esa dirección. Esto marca la impronta política del presente: la participación popular desde abajo. Y por eso rebasan a los partidos políticos tradicionales de derecha, de centro, y también de la izquierda. L@s manifestantes reaccionan contra la política del viejo formato partidario, y contra acomodados representantes alejados de la problemática de la ciudadanía. Van a manifestar frente al Congreso y ello no es una casualidad. Están cansad@s de que l@s parlamentari@s hayan transformado la política en una negociación entre bancadas para lograr acuerdos corporativos y así garantizar la “gobernabilidad”. No confían en ellos. La política es otra cosa dicen, y llevan razón. Algunos observadores rechazan lo que ocurre porque dicen que nadie “los controla”, que “no hay dirección”. Pero eso es exactamente lo que está mostrando la juventud en las calles. Si sus demandas estuvieran cubiertas, si fueran escuchados, si hubiera canales para que participen en la toma de decisiones, no estarían en las calles. Participar es el anhelo que late en el corazón de los reclamos. Con la instalación del conflicto social, la juventud movilizada reabre un tiempo político que parecía “superado” y ausente de la realidad brasileña. Estaba latente en los movi-

mientos sociales, pero desarticulados en su analítica y orgánica no pudieron estructurar un quehacer político común. De cierta manera, muchos de estos actores también relegaron el quehacer político a los partidos de izquierda, imaginando algo así como una “asignación de roles” diferenciados y distribuidos entre movimientos y partidos, que cada uno debía respetar en aras de llevar una “convivencia armónica”. Y esa lógica que asigna “roles” políticos y “roles” sociales para actores políticos y sociales respectivamente, no era (ni es) solo local. A través de la coordinación petista del Foro de Sao Paulo, a la usanza de la III Internacional, se irradiaba -al menos hasta

ahora , como el formato único admisible para la relación entre partidos de izquierdamovimientos sociales, adaptando y actualizando así el viejo esquema de subordinación de los movimientos sociales a los partidos de izquierda (dominantes). Quien subordina no escucha, no pregunta, considera que “ya sabe” lo que hay que saber y, de un modo u otro, pretende que “los demás” escuchen y obedezcan. La propuesta de interrelación horizontal entre partidos y movimientos apunta a transformar precisamente ese esquema. No es una forma organizativa sino un principio de igualdad para construir una interrelación dialogal entre actoressujetos pares. Obviamente, este principio ha sido siempre subestimado y desestimado por los partidos de izquierda. Estos redujeron el planteamiento de horizontalidad a una cuestión morfológica y, sobre esa base, la desecharon calificándola de

basista, espontaneísta, anarquista, etc.; todo, menos pensar en modificar las arcaicas morfologías partidarias acorde con la realidad de los sujetos político-sociales, con sus modalidades de existencia y organización, y con las tareas político-socialesculturales que reclama la transformación raizal (desde abajo) de la sociedad capitalista en el presente. La horizontalidad no es un problema, sino la fragmentación, la sectorialización de las luchas y sus actores, y la transición defensiva de estos hacia grupos reivindicativos-corporativos. Por mucho que los representantes de tales partidos evoquen a Lenin creador del partido revolucionario “de nuevo tipo”, pensado por él en virtud del sujeto, las condiciones y las tareas de su época , está claro que Lenin se espantaría al ver que, en más de un siglo, a pesar de los grandes cambios ocurridos en el sistema mundo bajo el dominio global del capital, las “vanguardias” de izquierda no modificaron los criterios básicos de su organización político-partidaria para que esta sea convergente con los sujetos, las tareas y las condiciones de transformación revolucionaria de las sociedades en el presente. Resulta casi ridículo decir esto, pero es parte de la realidad. Y ciertamente, constatar este anquilosamiento es más impactante aun en este continente, donde las luchas sociales y el quehacer político protagonizado por diversos movimientos sociales, indígenas, sindicales, urbanos y rurales, marcaron el rumbo y el camino de lo nuevo y -con ello , crearon también las condiciones para que la izquierda partidaria (tradicionalista) modificara sus conductas y posicionamientos políticos. En estas tierras, con las luchas de partidos de izquierda, de movimientos indígenas y


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Brasil movilizado demás movimientos sociales, se han creado condiciones para convocar a un Foro político-social continental que articule partidos de izquierda y movimientos sociales. Pero no ocurre, pues para ello el conjunto de actores sociales y políticos tendría que articularse de modo horizontal, es decir, en pie de igualdad en tanto todos son integrantes del sujeto sociopolítico. En este sentido, el desafío es construir un espacio horizontal de articulación-coordinación-conducción política de los actores sociopolíticos, dando pasos concretos que impulsen los procesos de conformación constitución del sujeto político colectivo, en cada país y también en el ámbito continental. Y esto poco y nada tiene que ver con la actual propuesta-invitación del Foro de Sao Paulo a los movimientos sociales para que se agrupen y constituyan “un capitulo” en el seno del Foro. Los procesos de cambio abiertos en Indo-afrolatinoamérica reclaman articulaciones sociopolíticas; ellas constituyen parte de sus fortalezas de base, pero hoy además de afianzar lo logrado , las articulación requieren reconstituirse o redimensionarse acorde con lo recorrido, con la emergencia o maduración de nuevos actores sociopolíticos y sus demandas, aspiraciones y propuestas, y con las tareas democratizadoras revolucionarias del presente, entre ellas, la primera y central: la actualización permanente de la construcción de la fuerza social y política de liberación, sujeto político colectivo de los cambios en procesos de revolución democráticocultural hacia un nuevo modelo civilizatorio. Y el proceso de cambio social abierto en Brasil no escapa a esta realidad sociopolítica del continente. En todas las latitudes, las prácticas de lucha y construcción de l@s sujeto@s afirman que este es el tiempo del protagonismo político de la

juventud, de las mujeres, de los indígenas, de l@s afrodescendientes, de los movimientos sociales del campo y la ciudad. La ampliación y renovación de la política y lo político está en ellos, en sus resistencias, protestas y propuestas, y los partidos de izquierda ya deberían haber tomado nota de ello. En este sentido el dilema no es “movimientos o partidos”, sino la articulación de todos construyendo la convergencia estratégica común, con las consiguientes transformaciones en los formatos organizativos que reclamen las organizaciones (sociales o partidarias) en aras de avanzar hacia los objetivos colectivos y dejar atrás su condición (y proyección) sectorial defensiva. Hay mucho por andar y hacer, ciertamente. Sería apresurado pretender sacar conclusiones acerca del curso futuro de los aconte-

cimientos tanto en Brasil como en el continente; estos pueden encaminarse –como en todos los procesos de luchas sociopolíticas hacia varias direcciones. No hay garantías; es parte de la pulseada con el poder del capital, pulseada que nace en el corazón del pueblo y desde ahí lo increpa. La transformación revolucionaria de la sociedad implica la construcciónrecuperación de poder desde abajo. Es decir: nace en la raíz de la problemática a cambiar-enfrentar, y desde el interior de los sujetos (trabajadores/as, sectores medios, indígenas, afrodescendientes, habitantes de las favelas, desplazados, etcétera). El desarrollo de la conciencia política crítica que hace a la construcción de subjetividades

revolucionarias, es parte de los procesos de lucha y transformación. No puede “implantarse” desde afuera por ninguna vanguardia, por muy esclarecida que sea; es una construcción colectiva en pulseada constante con el la hegemonía del capital instalada en el interior de todos y cada uno de los seres humanos que vivimos bajo la feroz dictadura del mercado, que tiene la capacidad de disponer de la vida y la muerte de todos los que dependemos de vender nuestra fuerza de trabajo para sobrevivir. Estos son los proletarios, ayer y hoy, con la cualidad de que en el presente la proletarización se ha extendido a las capas medias, haciendo de un profesional un asalariado más. Esto, además de que el capital ha conformado un nuevo escenario global que amenaza con hacer desaparecer el hábitat de la humanidad, emplazándonos a tod@s a luchar por la vida. Esto late, en multiplicidad de voces y consignas, en las calles de Brasil. Para defender la vida se movilizan millares de jóvenes del pueblo, trabajadores de clase media y pobres. No tienen una propuesta elaborada, no tienen tampoco certezas acerca de los límites y alcances derivados de su acción, pero tienen claro lo que quieren: romper el cerco del poder, participar protagónicamente en el quehacer político que define sus vidas y jugar su papel en la lucha por un mundo mejor. Las reacciones a lo que está ocurriendo son y serán diversas; ya hay alcaldías que han bajado los precios del transporte, recientes declaraciones de la Presidenta Dilma Rousseff evidencian que el problema le llega y le preocupa, pero el asunto de fondo es un desafío mucho más importante que todo eso, se trata del cambio de mentalidad política, de entender el nuevo mundo que bulle detrás del aparente equilibrio.


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Carta a una compatriota "QUERRÍA empezar esta carta llamándote hermana, sea cual fuere tu edad y tu condición social. En realidad el parentesco es novedoso, un descubrimiento reciente del Movimiento de Liberación Femenina. Hasta ahora, sólo fueron hermanas las monjas, y al parecer no por ser hijas del mismo padre sino por ser esposas del mismo esposo ¿no? Porque hijos de Tata Dios somos todos. En la Gran Familia Argentina los varones fraternizan, se abrazan ruidosamente, se llaman ¡Hermano! con tanguero fervor, y en el paroxismo de la pasión fraterna llegan a desnudar a los futbolistas en plena cancha. Pero las mujeres nunca hemos sido hermanas sino entes aislados, parias sociales, menores de edad instigadas a traicionarse. A pesar de todo, nos ha hermanado nuestra común condición de sombras, nuestro condicionamiento como satélites sujetas a implacables reglamentos. En materia de política venimos compartiendo demasiados sobresaltos y bastantes angustias. Es verdad que también las pasan nuestros varones, pero también es verdad que son ellos quienes las fabrican. Querría decirte hermana, en fin, porque supongo que estás tan harta como yo de paternalismos y no es cuestión de que, aprovechando la invitación de la revista EXTRA a dialogar con vos, me trepe a un púlpito "maternalista" para endilgarte reprimendas y sugerencias, por no decir amenazas, como las que recibimos a diario desde todos los frentes. Querría compartir con vos algunas incertidumbres, algunas indignaciones y algo que ha pasado a ser desesperación. O, para decirlo con una frase que muchachos graciosos podrían atribuirnos: -"Querida ¿qué disfraz nos cosemos para estos carnavales preelectorales?" Porque las mujeres siempre estamos obligadas a disfrazarnos de algo para poder sobrevivir, Si sos militante de algún partido nada tengo que decirte, sino que te deseo buena salud y que aprendas karate. Y que trates de no equivocarte, porque el error de un hombre -aunque sea un error a mano armadano es más que un simple error "¡es humano!" Pero el error de una mujer es una afrenta pública y sirve a la generalización: "las mujeres no están capacitadas... etc.". Pero es posible que no milites ni creas, ya demasiado en plataformas, candidatos ni alocuciones. Seas quien fueres, estás sosteniendo un sistema que se cae de podrido, en tu doble calidad de víctima y de cómplice. Sobre tus hombros el sistema descansa tranquilo, y por eso te recomienda tranquilidad, "femineidad", que no te amachones abandonando los ruleros y usando la cabecita loca para pensar. Porque gracias a tu acrobática economía sobrevivimos, porque permites a los hombres, con tu mano de obra gratuita y/o peor remunerada, a soportar una situación que sin tu sacrificio seria intolerable y los obligaría a combatirla con mayor puntería y celeridad. Seas quien fueres, brillas por tu

ausencia en este período preelectoral. No estás en función de candidata, ni de dirigente gremial, ni siquiera como opinante, salvo rarísimas excepciones. Y lo que es más grave, cuando sos excepción y algún partido te permite integrarte para algo más que pegar estampillas y hacer café, tenes miedo -con razón- de representar a tus congéneres y pareces un simple testaferro de los intereses machistas y jugás a tu propia traición. Naturalmente, algunos muchachos nos critican la indiferencia y la abstención, y las aprovechan para consolidar sus ancestrales argumentos: "La mujer no está preparado para actuar en política, su Destino es el hogar, etc." Los mismos muchachos no suelen preguntarse por qué ningún presidiario triunfa en los Juegos Olímpicos, o por qué el gremio de chapistas no ha dado ningún escritor de la talla de Mujica Láinez. O, para ejemplificarlo mejor con una frase atribuida a Bernard Shaw: "Los norteamericanos blancos condenaron a los negros nada más que a lustrar zapatos; luego se pasaron la vida diciendo que los negros no servían más que para lustrabotas". Y esto me hace meditar en otra frase célebre: "Hay que educar al soberano". Con la fragilidad mental propia de mi sexo no recuerdo si la dijo Sarmiento o Tu Sam. (Consulto el Manual de Zonceras de don Jauretche: sí, fue Sarmiento en uno de sus días nublados). ¿Hay que educar al pueblo o devolverle la cultura que miserablemente le robaron quienes la usan para mantenerlo en la oscuridad y la indigencia? ¿Hay que educar, preparar a las mujeres o dejarlas ser dueñas de sus vidas, restituyéndoles las energías que les saquean, embruteciéndolas? ¿Deben prepararse o lo han estado siempre sin que las dejaran ejercer? "¡Las mujeres no están preparadas!" "¡La intuición, virtud esencialmente femenina!" ¿Y nadie dijo que hay que capar a los cretinos, para que no se sigan reproduciendo y produciendo conceptos como éstos? La cultura capitalista, su psicología dirigida, sus medios de difusión, sus revistas femeninas (con las que habría que hacer una pira en Plaza Mayo y quemarles el traste a sus editores), todo el aire que respiramos está contaminado de la misma falacia: la Natural incapacidad y subordinación de la mujer. Y fueron mujeres y niños los primeros seres humanos a los que explotó a muerte la Era Industrial, arrancándolos por la fuerza del Sacrosanto Hogar. Y es nuestro mundo Occidental y Cristiano el que no permite a la mujer trabajadora disfrutar sin angustias de la maternidad, el que apaña burdeles y dos morales, una para damas y otra para caballeros, el que se escandaliza de actos terroristas pero hace la vista gorda ante todos los atropellos cometidos contra el cuerpo de la mujer. "Las mujeres no se dan cuenta de cuánto las odian los hombres", dijo una feminista. Tiene algunas ideas bastante ambiguas, pero se le escapó esta frase donde llama a las cosas por su nombre. Marginación, postergación, misoginia, no son sino eufemismos que suavizan una realidad llamada odio. Punto.


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Con una estrategia típica de todo agresor con cola de paja, suelen defenderse por la acusación: -"¡Pero ustedes las feministas odian a los hombres, les declaran la guerra a los hombres!" Las feministas no tenemos odio, tenemos bronca. El odio -con los fierros, sean armas o moneda- es cosa de hombres. Estamos hartas de odio, aunque venga empaquetado en sublimaciones y piropos. No hemos declarado la guerra, sino que señalamos que existe y tiene los años de nuestra civilización. Nos defendimos como pudimos , a veces con malas artes, por lo tanto es mejor que ahora parezca una guerra abierta, limpia, esta que declaramos contra todas las formas de la arrogancia machista. La guerrilla de la artimaña, el repliegue y la comodidad no hace sino reproducir series de esposas "achanchadas" y madres castradoras. El Movimiento de Liberación Femenina es una ideología revolucionaria, no exprimida de libracos apolillados sino del cotidiano martirio de la mitad de la humanidad. Nace en las ferias y junto a las bateas, a la vera de las camillas de ginecólogos carniceros y a contrapelo de los viejitos célibes de! Vaticano que vienen diagramando la conducta sexual según conviene a los intereses de los capitales y a las fluctuaciones del mercado bélico. No es un entretenimiento destinado a distraer de la liberación de los pueblos, sino que esa liberación es mentira mientras la determinen exclusivamente los varones. Así como ya no es posible pensar en términos previos a Marx o Freud (por no decir a Galileo y a Colón), tampoco es posible seguir pensando sin erradicar de cuajo los prejuicio sexistas, base y modelo de toda opresión. Causan gracia, por no decir otra cosa, las declaraciones apresuradas de algunos de los candidatos: "La mujer, durante nuestro gobierno, gozará de iguales derechos ... etc.". Esta manera burda de captar los votos de quienes fueron olvidadas durante la confección de plataformas y de listas, causa una melancólica ternura otoñal. Promesas... ¡a mamá! Si los dirigentes se propusieran solucionar los problemas de la mujer tendrían que empezar por conocerlos. Y, que yo sepa, las mujeres no hemos sido convocadas para traerlos a luz, valga la femenina expresión. Y mucho menos las brujas sospechosas de feministas, que son todas feas y viejas (en cambio nuestros dirigentes son todos jóvenes y hermosos ... Rucci tiene un no sé qué de Paul Newman ¿viste?). Darán las soluciones que ELLOS consideren oportunas, y siempre que no molesten a la Curia, las Fuerzas Armadas, las Compañías Petroleras, el Rotary Club, la masa societaria de Boca Juniors y el Centro de Damas-con-las-cabecitas-reducidaspor-los-Jíbaros. Eso si, alguna señora será nombrada subsecretaria de la Intendencia de Saladillo, y con eso quedará demostrado

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que la Mujer Sabe y Puede y Que La Dejen. Así como ahora nos dejan usar pantalones para compensar la falta de autoridad real, es posible que nuestros próximos gobernantes nos concedan algunos beneficios. Y bienvenida sea toda reforma, si remedia urgentes dramas que no pueden esperar. Pero ya sabemos que la política del Gatopardo no sirve a la larga sino para reforzar él statu quo: es bueno conceder una que otra mejora accesoria para seguir escamoteando lo esencial: la definitiva liquidación de las barreras de clase y de sexo. EL Movimiento de Liberación Femenina no se conforma con paliativos, aunque no tenga más remedio que aprobarlos en primera instancia. Tampoco busca a ciegas la igualdad con el hombre (¿igualdad en fuerza bruta, en tácticas de opresión, en fracasos?). Lucha para conquistar una absoluta autodeterminación, para acabar con el reparto de privilegios, funciones y sanciones según el sexo, para construir a la larga una nueva civilización, humana y cooperativa. Las mujeres, como los negros, los colonizados, la clase trabajadora, a medida que tomamos conciencia, menos queremos dádivas; queremos lo que nos pertenece porderecho y nos arrebatan día a día, es decir, TODO. Las mujeres, que fuimos custodias de la vida -para que fuera rifada en guerrasqueremos más que nunca defenderla de los fabricantes de muerte. Pero según, cómo y cuándo lo determinemos nosotras. Una de las más perfectas y sutiles perfidias de nuestra sociedad es el condicionamiento y la esterilización mental de las mujeres y los niños. Pero luchar contra ella es la lucha de todas las mujeres. Como cumplo con el pacto de no aconsejarte, y menos en estos momentos de apresurado proselitismo, no te pido que te conviertas en improvisada militante. Pero tengo la obligación de decirte que procures saber de qué se trata, desconfiando de las admirables cátedras de ignorancia que pueden darte los medios de difusión. Releo esta carta escrita al correr de la máquina y supongo que puede resultarte agresiva. Lo siento. No pude hacerla peor. Por más que agudice el estilo me es imposible reflejar la agresividad de una villa de emergencia, de un aborto clandestino, de los precios de la farmacia. Estos ingredientes configuran un naufragio en el que las mujeres y los chicos entran primeros. Así como en los éxitos nacionales nos colamos por la retaguardia. Gracias, caballeros. Creo que en este juego de los votos, como en tantos otros, las mujeres no somos nadie. Creo que nuestro partido se jugará, a la larga, en otro frente. Lo que no significa que no te celebre si vas a votar con fe. Yo también la tengo, pero en vos." María Elena Walsh, 7 de marzo de 1973


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CEMIDA: presenta una investigación sobre la génesis, conformación y alcances del Banco del Sur. Entidad que es definida en este trabajo como el organismo “que constituye el instrumento orgánico indispensable para poner en ejecución acciones de la UNASUR”. Fabio Nigra: parte de la consideración compartida por la Cátedra de Historia de Estados Unidos de la Universidad Nacional de Buenos Aires, en el sentido que: “los presidentes en Estados Unidos tienen más la representación de intereses sectoriales que las del pueblo que los vota”. Desde esta perspectiva analiza el advenimiento de Barack Obama a la presidencia y su reelección. Juan Barreto: afirma: “En el proceso venezolano se dieron los tres elementos lógicos que señala Maquiavelo para el cambio social: condiciones objetivas, liderazgo y conciencia popular de la necesidad de cambio”. Desde allí mira el legado de Chávez y los retos de Nicolás Maduro con optimismo. Pedro Campos: descree de los agoreros de la orfandad del Socialismo del Siglo XXI ante la muerte de Chávez. Éstos -nos dice“están totalmente despistados y no tienen la menor idea de la importancia general y el significado de este movimiento diverso y a la vez unido por lazos intangibles”. Andrés Cañas: sale al encuentro del recuerdo de Hugo Chávez convidándonos parte de una entrevista que le realizara hace algunos años. Juan E. Romero: analiza las variantes tácticas de la oposición venezolana durante la última campaña electoral, señalando los dos frentes en las que se conjugó la misma; “lucha electoral y lucha simbólica”. Andres Cañas y Guillermo Fracarolli entrevistan a la filósofa argentino-cubana Isabel Rauber. La pensadora relata su búsqueda de una filosofía para América Latina y su encuentro fortuito con el pensador húngaro István Mészáros, a quien quedó ligada en el reconocimiento intelectual, el trabajo conjunto y el afecto.


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CEMIDA

El Banco del Sur Recientemente el CEMIDA publicó el documento ”BUENAS NOTICIAS: LA UNASUR EN MARCHA”. Dado el optimismo que despertó esa información y las reiteradas consultas acerca de cómo y cuándo se pondrían en movimiento las medidas expresadas en él, se inició una rápida investigación para poder contestar las incógnitas planteadas.

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a explicación más común para justificar el aparente retraso en convertir lo planificado en acciones concretas, fue que no se pudo disponer, en tiempo y forma, del financiamiento correspondiente. Resultó entonces necesario investigar cómo funcionó el organismo financiero de la Región, como lo es el BANCO DEL SUR (BS), que constituye el instrumento orgánico indispensable para poner en ejecución acciones de la UNASUR. El objetivo del BANCO es ”financiar el desarrollo económico, social y ambiental de los países miembros en forma equilibrada y estable, haciendo uso del ahorro intra y extra regional, fortalecer la integración y reducir asimetrías y promover la equitativa distribución de las inversiones entre los países miembros”. Nada de ello ha ocurrido hasta ahora, y para entender la situación pasada y la presente así como una aparente inmovilidad financiera ante tan acuciantes requerimientos y el por qué los gobiernos no atienden de una vez el pedido de los pueblos para superar reticencias y obstáculos, se efectuó esta investigación. La idea inicial de la existencia del BS partió de un proyecto elaborado por Argentina y Venezuela que no prosperó. El 30 de abril de 2007 Ecuador presentó una nueva propuesta para dar origen a dicho BANCO. En ella propuso una formulación integral que incluyó tres instrumentos para la constitución de una Nueva Arquitectura Financiera Internacional: la creación de un F O N D O M O N E TA R I O REGIONAL, un BANCO y una UNIDAD MONETARIA. La iniciativa ecuatoriana incorporó cuestiones sobre derechos económicos,

sociales y culturales, control sobre los recursos naturales y el aparato productivo de la Región, y el principio de no endeudarse en los mercados de capitales. Se estableció que el sistema de decisión adoptado por el BS sería el de un país = un voto y que los préstamos se destinarían a empresas públicas, a pequeños productores, al sector cooperativo y a las comunidades indígenas. No habría fondos para empresas transnacionales ni para las grandes empresas privadas. El 22 de mayo de 2007 se firmó la DECLARACION DE ASUNCION otorgándole prioridad al diseño estatutario para el BS e invitando a todas las naciones que conforman la UNASUR a integrarlo. En octubre de 2007 se convino la DECLARACION DE RIO DE JANEIRO donde se acordó que el BS sería solamente un Banco de Desarrollo y se abandonó la idea de una unidad monetaria suramericana. El 9 de diciembre de 2007 los Jefes de Estado de Argentina, Bolivia, Brasil, Ecuador, Paraguay, Uruguay y Venezuela firmar o n e n B u e n o s A i r e s e l A C TA FUNDACIONAL que define al proyecto como un Banco de Desarrollo cuyo objetivo es el financiamiento a los países de la UNASUR que sean miembros del BS. Se estableció la sede principal en la ciudad de

Caracas y subsedes en Buenos Aires y La Paz. El ACTA determinó que el BS será ”un Banco de Desarrollo público altamente compatible con los mercados privados de capitales, que se espera que capte fondos por medio de emisión de bonos en los mercados financieros nacionales e internacionales y que también atraiga los ahorros privados regionales en la forma de inversiones a mediano y largo plazos de los agentes domésticos concentradores del excedente del capital regional”. De la firma del ACTA no participaron cinco países de la UNASUR: Chile, Colombia, Guyana, Perú y Surinam. Perú no formó parte de esta iniciativa, y Chile y Colombia fueron sólo observadores. Si bien en el Apartado VI del ACTA se asentó el compromiso de los países miembros de establecer el Convenio Constitutivo en un plazo de 60 días continuos, el documento no recibió tratamiento hasta septiembre del año 2009. El período comprendido entre la firma del ACTA y la del CONVENIO fue la primera dilación en el proceso previo a la puesta en funcionamiento del BS.


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El Banco del Sur Durante el mismo las tensiones se manifestaron principalmente en lo que respecta al sistema de toma de decisiones en la Institución, los privilegios y exenciones impositivas, el fondeo, el financiamiento en proyectos de Infraestructura, el financiamiento a grandes empresas privadas, la distribución de inversiones, los términos de financiamiento, la apertura hacia otros países, la participación de la sociedad civil y las salvaguardias sociales y medioambientales. Ello retrasó el desarrollo de las negociaciones y uno de los aspectos más significativos del mismo fue motivado por las exigencias derivadas de la participación de Argentina y Brasil en el G20. Finalmente, el 26 de septiembre de 2009, los siete países miembros firmaron el CONVENIO CONSTITUTIVO DEL BANCO DEL SUR. En él se fijaron como prioridades para el financiamiento los proyectos destinados al logro de la soberanía alimentaria, energética, de la salud, de los recursos naturales y del conocimiento. Los mismos abarcan proyectos de desarrollo en sectores claves de la economía, en sectores sociales, de adecuación, expansión e interconexión de la infraestructura regional y aquellos orientados a la reducción de las asimetrías entre los países miembros. Se establecieron como funciones: 1. Financiar a entidades estatales o autónomas, empresas mixtas, empresas privadas, cooperativas, empresas asociativas y comunitarias de los países miembros; 2. Promover y facilitar asistencia técnica para la preparación y ejecución de planes, programas y proyectos de desarrollo; 3. Otorgar fianzas, avales y otras garantías al financiamiento de proyectos; 4. Emitir bonos y otros títulos de valor (incluidos la titularización de activos y captación de recursos bajo cualquier modalidad financiera); 5. Actuar como agente colocador de títulos emitidos por los países miembros; 6.Prestar servicios de administración de carteras, organizar, constituir y administrar fideico-

misos, ejercer mandatos, actuar como comisionista y custodio de títulos de valor, prestar funciones de tesorería, y efectuar cualquier operación fiduciaria; 7. Crear y administrar un Fondo Especial de Solidaridad Social para el Financiamiento de Proyectos Sociales de carácter reembolsable y no reembolsable; 8. Crear un Fondo Especial de Emergencia para la Asistencia Frente a Desastres Naturales mediante carteras de financiamiento reembolsable y no reembolsable; 9. Favorecer el proceso de integración suramericana mediante el desarrollo de un sistema monetario regional, el incremento del comercio intra y extra regional, el ahorro interno de la Región, así como por la creación de Fondos de Finan-

ciamiento para el Desarrollo Regional. El Artículo IV del documento oficial establece los recursos financieros iniciales con los que contará el BANCO en función de los aportes establecidos en él. Se instituyeron, como Capital Autorizado del BS, 20.000 millones de dólares, representados por 20.000 Acciones Ordinarias y como Capital Suscripto 7.000 millones de dólares, expresados en 7.000 Acciones Ordinarias. Las Acciones Ordinarias serán indivisibles, intransferibles a terceros y no podrán ser objeto de copropiedad ni constituirse sobre ellas usufructos, derechos de prenda o de garantía. Además se establecieron tres tipos de acciones correspondientes al capital del BANCO: Acciones Clase A:

(Títulos de Estados de UNASUR); Acciones Clase B: (Títulos de Estados no pertenecientes a la UNASUR) y Acciones Clase C (Bancos Centrales, entidades financieras públicas, mixtas y semipúblicas, con más del 50% de participación accionaria estatal y organismos multilaterales de créditos). Para la realización de los correspondientes aportes financieros los países fundadores dispusieron de tiempos diferentes en atención a su “nivel de solvencia económica”. Argentina, Brasil y Venezuela aportarían 2.000 millones de dólares del Capital Suscripto. Al menos el 20% debía ser depositado un año después de la entrada en vigencia del CONVENIO o si éste ya estuviera vigente, un año después de que el país lo ratificara; el 80% restante se haría efectivo en cuatro cuotas anuales, iguales y consecutivas. Ecuador y Uruguay pagarían 400 millones de dólares, Paraguay y Bolivia se comprometieron en abonar 100 millones, Guyana y Surinam 45 millones de dólares y Chile, Colombia y Perú 970 millones de dólares (EN CASO DE ENTRAR). El primer depósito anual de cada uno de estos países debe representar no menos del 10% de su participación en el Capital Suscripto y el 90% restante se aportaría en cuotas anuales. Todo ello está en vías de ejecución. Con respecto a la organización del BANCO, en el Capítulo IV se definen los Órganos de Gobierno y cada una de sus funciones. El Consejo de Ministros y el Consejo de Administración constituyen los dos Órganos de Gobierno; el Directorio Ejecutivo, el Órgano Ejecutivo; y el Consejo de Auditoría, el órgano Auxiliar. En lo referente a inmunidades, exenciones y privilegios prevé en el Capítulo IX el marco normativo que regirá al BANCO y a sus funcionarios. En el Artículo 30 se denomina a los Directores, funcionarios y empleados como sujetos que gozarán de inmunidad de jurisdicción y de ejecución. Una vez firmado el CONVENIO CONSTITUTIVO pasaron treinta meses para que por lo menos el 66% del Capital Suscripto por los países fundadores fuera ratificado en sus respectivos Parlamentos. La aplicación del Artículo 31 se vio afectada por factores externos, la crisis financiera y económica global desatada, y por las configuraciones político – económicas y sociales internas. Este segundo período de demora en la implementación del BS se extiende desde la firma del CONVENIO en


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El Banco del Sur septiembre de 2009 hasta el depósito uruguayo en abril de 2012 y podemos decir que se explica por la bonanza exportadora de materias primas tras el alza de los precios internacionales de las commodities, la falta de voluntad política de los gobiernos de la Región, la persistencia de tecnócratas dentro de los gobiernos y la falta de acompañamiento al BANCO DEL SUR por parte de los movimientos sociales y populares. El primer país miembro en llevar a tratamiento legislativo el proyecto del BS fue la República Bolivariana de Venezuela. El 23 de noviembre de 2009 el Parlamento Venezolano aprobó y ratificó el CONVENIO CONSTITUTIVO. El 10 de junio de 2010 la Asamblea Nacional de Ecuador hizo lo mismo. El 15 de junio de 2011 fue el turno de Bolivia; el 12 de septiembre de 2011 de Argentina y el 14 de diciembre de 2011 de Uruguay. Con estos hechos se generaron las condiciones normativas para poder dar inicio al BS ya que la aprobación de estos cinco países miembros representó la habilitación de 4.900 millones de dólares en concepto de Capital Suscripto del BANCO DEL SUR, el 70% del total firmado. Finalmente, el 3 de abril de 2012 entró en vigencia el CONVENIO CONSTITUTIVO, pese a la demora del Parlamento de Brasil para expedirse. Cabe recordar que desde febrero de 2012 el Proyecto de Ratificación se encuentra en el recinto. El Ministerio de Relaciones Exteriores de la República Bolivariana de Venezuela dio a conocer mediante un comunicado la puesta en marcha del BANCO y convocó a la Reunión Fundacional del Consejo de Ministros en la Sede de Caracas. Legisladores brasileños apelan la decisión nacional de participar de un proyecto como el BS. Ello resulta incompresible siendo que los representantes de Brasil ya han firmado el ACTA FUNDACIONAL y el CONVENIO CONSTITUTIVO y participado en las instancias regionales en las que se abordaron la aprobación, seguimiento y desarrollo del BS. En el Parlamento Paraguayo, donde el Proyecto de Ratificación ingresó en mayo de 2012, la dinámica política interna también operó como agente paralizador al tratamiento del BS . El Golpe de Estado parlamentario del 22 de junio relegó su tratamiento. El 4 de julio de 2012 el país fue

suspendido como miembro del MERCOSUR y de la UNASUR. En lo que concierne al BANCO DEL SUR, no será tomado en cuenta para sus operaciones hasta que se reanude el proceso democrático. El CEMIDA sostiene el pensamiento del economista peruano Oscar Ugarteche, quien en el Nº 1.111 de la Revista Acción del IMFC expresa: ”El BANCO DEL SUR no es el FMI. Es un Banco de Desarrollo Productivo. Podría emitir bonos sudamericanos que aglutinen el riesgo de todos los países, para que los Bancos Centrales compren esos papeles para financiar proyectos de inversión que tengan que ver con seguridad alimenticia, energética, salud y vivienda. Este es el mecanismo a través del cual el BS podría circular ahorros regionales. El bono debería estar en un peso sudamericano que funcione para el promedio de las economías de UNASUR. Lo otro es tener, como Asia, un Fondo Multilateral de Reservas”. No hay que descartar los conceptos vertidos por Theotonio dos Santos, de la Universidad Federal Fluminense, en la Revista América Latina en Movimiento Nº 480481: ”… Así también (Brasil) debería priorizar el BS, pero éste viene sufriendo la oposición del capital financiero nacional e incluso de los bancos públicos de inversión del país, que aspiran a financiar directamente las inversiones, sobre todo para la infraestructura de la Región.” Hasta aquí lo investigado. Queda claro que el avance en la ejecución de las medidas previas a la puesta en marcha del BANCO ha sido lento y sin embargo espectacular en su proceso normativo. También queda claro que existen problemas de todo tipo que retardan su puesta en marcha efectiva. No alcanza con confeccionar planes espectaculares para el desarrollo de la UNASUR si el órgano financiero está inmovilizado. RECORDEMOS QUE NADA SE CONSIGUE SIN LA LUCHA DE LOS PUEBLOS MOVILIZADOS. Los intereses en oposición son muy fuertes. Hay que exigir como primera medida, que se abran las sedes del BANCO y que comiencen a operar en los países designados.

“A seis años de la firma del acta fundacional del Banco del Sur suscripta por Néstor Kirchner y Hugo Chávez, se puso en funcionamiento el proyecto de convergencia financiera regional más importante del proceso de integración. No garantiza importantes descuentos en shoppings ni asegura contar con el personal más cordial y afable, tampoco promete otorgar la tasa de interés más suntuosa a quien abre una cuenta en plazo fijo. Sin embargo, en otra escala y en clave más estratégica que comercial, el Banco del Sur puede jactarse de garantizar un servicio mucho mejor que el ofrecido por la banca privada o pública a su cartera de clientes ya que su puesta en marcha simboliza la mayor convergencia financiera en años para el proceso de integración regional. En principio, los gobiernos de Argentina, Venezuela, Uruguay, Ecuador y Bolivia acaban de inaugurar la sede central del organismo en Caracas; además, se comprometieron a poner de su bolsillo un nada despreciable fondo inicial de 7 mil millones de dólares para asegurar “el financiamiento del desarrollo de sus Estados miembros, la reducción de las asimetrías entre ellos y el fortalecimiento de la integración”, según reza el estatuto acordado. Además, se espera que en el corto plazo los congresos de Paraguay y Brasil aprueben el paso legislativo necesario para formalizar la adhesión de dichos países como socios. Por obvias razones, la expectativa de los miembros fundadores está puesta en que Brasilia de el sí lo más pronto posible". En entrevista con Miradas del Sur, el 30 de junio próximo pasado Carlos Heller exclamó refiriéndose al respecto; "permite que Sudamérica siga distanciándose de la ideología del Consenso de Washington”.


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Fabio Nigra

La reelección de Barack Obama En Argentina la reelección del presidente de Estados Unidos Barack Obama ha generado dos grandes tipos de conclusiones. Por un lado aquellos que piensan que es lo mejor que le podría haber pasado no sólo a nuestro país, sino que fue lo mejor para su pueblo y para mantener la estabilidad y la paz mundial, ya que frente a él se encontraba un personaje que representaba lo peor de lo que había expresado George Bush (jr.), y tal vez en mayor grado. Por otro lado, están aquellos que creen que no existe diferencia entre ambos candidatos, ya que Obama no cumplió seriamente con ninguna de las promesas de campaña y que, en suma, las diferencias pequeñas son de grado.

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or lo pronto hace años que desde la Cátedra de Historia de Estados Unidos consideramos que la disputa electoral en ese país es más un conflicto claro entre sectores sociales que expresan intereses económicos muy concretos, y que el acceso a la presidencia no es más que el triunfo relativo de tal tensión. Con esto que se quiere decir ? que es más probable que lo que se someta a elección es qué línea gerencial conduce durante los siguientes cuatro años la relación entre dichos intereses, y no una genuina expresión democrática de las necesidades populares. El presidente del cambio

Con su triunfo de 2008, Obama expresó el rechazo masivo del pueblo a la política neoliberal de Bush,

quien los había empantanado en una “guerra al terrorismo” indefinida, abstracta y tal vez eterna, e invadido dos países que a todas luces ni remotamente representaban un peligro político real y que llevaba ya varios miles de muertos propios. El mismo que los había llevado a una crisis económica comparable a la Gran Depresión de la década de 1930 gracias a los continuos recortes impositivos, desregulaciones del sistema financiero e impulso al casino de Wall Street, mientras el 1% más rico se volvía mucho más rico, el desempleo rompía récords, los desahucios aumentaban y el poder de compra real disminuía con un dólar cada vez más débil, a la vez que el déficit fiscal masivamente motivado por el despliegue militarista mundial llevaba a una guerra de divisas internacional. Y ello sin contar la ley Patriota por la cual se autorizó a la violación más grosera de la privacidad del ciudadano medio, o las centros clandestinos de detención y tortura

de la CIA a lo largo y ancho del mundo, cuya expresión más evidente era la ilegal cárcel de Gauntánamo; o los cientos de miles de civiles muertos en las operaciones abiertas y encubiertas por parte de las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos en Medio Oriente, y sin perjuicio del proceso de privatización del uso de la violencia estatal con los contratos a Blackwater, entre otras cosas. Y la lista de barbaridades no acaba aquí… Por ello el primer presidente negro planteó que se necesitaba un cambio, que él iba a generar porque con su consigna “yes, we can” (sí, podemos), se podría modificar la tendencia decadente en la que se había sumido el prestigio del gobierno y del mismo país. Por ello logró construir un optimismo generalizado que no tuvo en cuenta las grandes dificultades que asumía. Gran consigna de campaña, porque es inclusivo al usar el nosotros, a la vez es afirmativo y subterráneamente indica que


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La reelección de Barack Obama el ejercicio de la voluntad permite la transformación. Durante dos años tuvo mayoría en las dos cámaras (diputados y senadores), y sin embargo su único gran éxito que podría llamarse a contramano del consenso heredado fue la reforma en el sistema de salud. De lo demás, no se pudo advertir una gran diferenciación con su predecesor. ¿De dónde proviene Obama? Decíamos ya a principios del año 2009 que el recientemente electo presidente “negro” de Estados Unidos no era lo que los medios querían representar de él (en Fabio Nigra y Pablo Pozzi. La Decadencia de los Estados Unidos. De la crisis de 1979 a la megacrisis de 2009, Ituzaingó, Maipue, 2009, cap. 14). Como por ejemplo la imagen creada por el Wall Street Journal, cuando publicó un artículo en diciembre de 2006, bajo el título “El hombre de la nada”. Allí se indicaba que Obama había salido, aparentemente, de la nada para convertirse en una de las figuras políticas norteamericanas más influyentes del siglo XXI. Hijo de un padre de Kenya y de una norteamericana blanca, hijastro de un ejecutivo petrolero indonesio, y egresado de Harvard, Obama no es el típico afronorteamericano. Si bien sus biografías lo consignan como un activista en la zona sur de Chicago, la realidad es que comenzó su carrera como director durante tres años de la Developing Communities Project, una organización desarrollada por las iglesias de Chicago. De allí saltó a dirigir el Project Vote de Illinois cuya tarea era movilizar a los votantes afronorteamericanos para el partido Demócrata. Al mismo tiempo, ingresó en los directorios de varias fundaciones de las cuales las más importantes son The Joyce Foundation y Chicago Annenberg Challenge. Esto le sirvió como base para ser electo en 1996 como senador estadual. En 2004 fue electo como senador nacional por Illinois, y presentó uno de los principales discursos en la convención del partido Demócrata que nominó a John Kerry como candidato presidencial. Un año después adquirió un condominio en Chicago valuado en 1,6 millones de dólares, y su fortuna familiar se estimaba en 4,2 millones. Obama no es, ni lo fue nunca, un “negro” como los otros, aunque la prensa se empeci-

ne en reivindicar su ascenso como si hubiera sido criado en el ghetto de Harlem. Sin embargo, lo que ese artículo y otros no responden es cómo y por qué ha tenido una carrera meteórica que lo llevó de ser un senador estadual a ser el candidato demócrata en menos de diez años, mientras que muchos de sus colegas necesitan más de veinte años en promedio para acercarse a posiciones expectantes. En general los medios de comunicación hacen eje tanto en

la oratoria de Obama, como en su inteligencia y carisma. Según esta versión las tres cosas se combinan para generar entusiasmo y movilización a nivel popular, por lo que millones de norteamericanos se volcaron en su apoyo. Una prueba de esto sería que la mayoría de los bloggers (diarios de Internet) apoyaron masivamente a Obama. En esta versión los bloggers son influyentes y representan la democratización de la política norteamericana. Claro, el hecho de que

son jóvenes, con dinero para comprar buenas computadoras, con tiempo para dedicarse a eso, e inclusive empresarios, no es tomado en cuenta, como tampoco el hecho que la vasta mayoría de los norteamericanos no lee ni puede leer un blog, dado que allí el acceso a internet es menor que el que hay en la Argentina. Otra prueba de su popularidad –dicen los

medios que abogaron por la construcción del milagro Obama- ha sido que el financiamiento de su campaña provino principalmente de pequeñas donaciones (o sea menores a $200 dólares). Así los más de 200 millones de dólares reunidos por su candidatura para 2008 serían la prueba que el votante medio, cuando se moviliza, puede tener más peso que las grandes corporaciones. Si examinamos brevemente los datos disponibles veremos que esta versión no tiene demasiado sustento. Primero, Obama reunió 58 millones en la primera mitad de 2007 (antes de ser carismático y cuando todos pensaban que ganaría Hillary Clinton). De este total, las donaciones pequeñas sumaban 16,4 millones de dólares. Al final de las primarias, 45 por ciento del financiamiento de Obama provenía de esas “pequeñas” donaciones. La suposición es que las “pequeñas” donaciones provienen de “individuos comunes” cuyos ingresos son “pequeños”. El problema es que esto no es así. La Comisión Federal Electoral de Estados Unidos, monitorea realmente pocas cosas, pero una que sí controla es el financiamiento de las campañas. Un individuo podía donar hasta 2300 dólares a una campaña determinada por ciclo electoral (o sea, 2300 en las internas y 2300 más para la elección general). Además, podía donar hasta 28.500 dólares anuales a un partido determinado, 10 mil a los comités locales, y 5 mil a cualquier otro comité político. El Partido a nivel nacional puede contribuir con hasta 5 mil dólares a la campaña de un candidato en particular. ¿Y si no se cumplen estas reglas qué pasa? Nada. Lo peor que puede ocurrir es que el gobierno federal no otorgue financiamiento (matching funds) a la campaña del candidato. Por ende, la norma es que un donante que quiere contribuir con más del total legal (o sea un máximo de 48.100 dólares sumando todas las categorías… el doble del salario anual de un obrero), hace algo sim-


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La reelección de Barack Obama ple: contribuye el dinero en nombre de sus amigos que, entonces, figuran como los donantes. Por ejemplo, General Motors contribuye millones a las campañas electorales en nombre de sus empleados y obreros. GM tiende a apoyar a los Republicanos, pero no hay problema porque sus empleados votan mayoritariamente Demócrata… cuando se molestan en ir a votar. En el caso de Obama, si examinamos bien lo que informó el comité de campaña, descubrimos que cinco multimillonarios son responsables por donaciones realizadas por 27 mil individuos que aportaron cada uno el máximo de 2300 dólares (62,1 millones de dólares). Otros 74 contribuyentes “colectivos” también realizaron “donaciones” en nombre de miles de individuos cada uno. Entre estos 74 encontramos a los principales 18 estudios de abogados de Estados Unidos, a 21 grandes ejecutivos de Wall Street, y a docenas de ejecutivos de corporaciones listadas en el Fortune 500. Si listamos las donaciones, realizadas hasta mediados de julio de 2008 por rubro, encontraremos que: abogados contribuyeron con $18 millones, ejecutivos de telecomunicaciones con 10 millones, banqueros de inversión 8 millones, ejecutivos de corporaciones inmobiliarias 5 millones, médicos 7 millones, banqueros en general 3,2 millones (o sea 51,2 millones más). Entre las “pequeñas” donaciones encontramos que los empleados del gran banco de inversiones Goldman Sach aportaron más que cualquier otro grupo, seguidos de cerca por los empleados de J.P. Morgan, Citigroup, Lehman Bros, Harvard y Google (mrzine.m o n t h l y r e v i e w.org/pham150708.html). En la campaña de 2012 se estima que cada candidato ha gastado en publicitarse

no menos de unos 3.000 millones de dólares… con la diferencia que la Corte Suprema (en un ajustado voto de 5 a 4) eliminó el límite de donaciones que cada individuo, empresa u organización podía brindar, al sostener que el ejecutivo no puede regular el discurso político, basándose en la primera enmienda (The New York Times, 21-10-2010), lo que permitió que en las legislativas el gasto ascendiera a 7.000 millones (mientras hay un 10% de desempleados y el 25% de la población gana una miseria que roza el límite de la subsistencia). Como debería quedar claro de los datos brindados más arriba, los ricos y poderosos financiaron la campaña de Obama. De todas maneras, es innegable que millones de demócratas norteamericanos votaron por él de manera que ganó las elecciones internas de su partido. ¿Ganó? Digamos que Obama ganó la mayoría de los delegados a la convención y fue apoyado por la mayoría de los superdelegados (funcionarios partidarios). En realidad perdió el voto popular; Hillary recibió el voto de 16.711.719 personas, mientras que por Obama votaron 16.684.753 (The New York Sun, 21 de mayo 2008. Citando a Real Clear Politics). En medio de todo el ruido

electoral, y la propaganda en torno al candidato “negro” se perdió de vista que una mujer había ganado la mayoría popular (porque el Comité Nacional Demócrata no aceptó los delegados por Florida y Michigan cuyas elecciones internas fueron adelantadas y en las que triunfó Clinton abrumadoramente). Para la prensa era mejor ser

“negro” que mujer “fría, dura” e inteligente, por ende poco confiable. Los problemas del sistema electoral De alguna manera, entonces, el poder financiero sigue siendo el rector, mientras los políticos solamente representan intereses corporativos. Pascual Serrano lo muestra apoyándose en una publicación de Vincenc Navarro en el Diario El País de marzo de 2008, por la cual “según el centro de estudios electorales Common Cause, nada menos que el 94% de los candidatos al Congreso de EE.UU. en 2006 mejor financiados ganaron las elecciones” (Pascual Serrano. Desinformación. Cómo los medios ocultan el mundo; Barcelona, Península, 2009, página 317) Esa financiación opera en conjunto con los grandes medios de comunicación que poseen intereses concretos en algunos candidatos, en desmedro de otros. De esta forma la mayor parte de la cobertura informativa de las elecciones en Estados Unidos de América se apoya en el carácter, la personalidad y la vida privada de los candidatos, más que en sus propuestas concretas para las cuestiones nacionales e internacionales. Estos dos elementos conjugados (financiamiento y direccionamiento de los medios) permiten que el 94% de los que se postulan para ser reelectos lo logra. Entonces, cabe concluir que el problema en Estados Unidos es económico, pero principalmente cultural. En efecto, la fracción financiera del gran capital ha impuesto su discurso, sus formas y modelos, a la vez de lograr que cualquier opción alternativa a su recetario sea descartada por inviable, poco razonable o alejada de los más básicos principios científicos. Tal como sostiene Pozzi, éste es uno de los tres países del mundo donde las encuestas dan un aumento en la cantidad de población que opina que los ricos son merecedores de su riqueza (57% en 2008 y 58% en 2012) (Pablo Pozzi. “Estados Unidos: la opción entre lo malo y lo peor”, en http://www.deigualaigual. net/es/actualidad/estadosunidos/5839estados-unidos-la-opcion-entre-malo-y-


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La reelección de Barack Obama peor). Esto es, se ha logrado imponer una hegemonía cultural, que nada casualmente ha posibilitado una reestructuración social en Estados Unidos de características únicas: El número de familias con un valor neto de un millón de dólares o más creció un

202% entre 1983 y 2007. El número de familias con un valor neto de cinco millones de dólares o más creció un 494%. El número de familias con un valor neto de diez millones de dólares o más creció un astronómico ¡598%! Actualmente, son más de 464.000. En la parte baja, empero, el 40% de las familias estadounidenses poseen un valor neto próximo a cero (0,2%). Si se hace un balance del valor de familias no millonarias, el 40% de abajo tiene valor neto negativo, de -1%, esto es, tienen deudas mayores que el valor de sus activos. Significativamente, el 1% de arriba posee el 34,6% de nuestro valor neto total y el 42,7% de los activos financieros (sin contar los hogares). Eso significa que tiene un saldo positivo de aproximadamente 5.7 billones de dólares. (“¿Y si los ricos pagaran su parte? Ocho cosas que hay que saber sobre la riqueza y la pobreza en los EEUU”, por Les Leopold, . Php?id=4913) Por todo esto, el Congreso de Estados Unidos es el mayor club de millonarios del mundo (47% de los diputados y 56% de los senadores lo son). Queda claro, entonces que aquella fórmula de Lincoln luego de la sangrienta batalla de Gettysburg (“el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo”) ha mutado a una en que el sistema

político favorece a los más ricos. Si es la economía, no se sabe quién es el estúpido Las propuestas económicas de Obama apuntaron, y la perspectiva no es buena a que cambien, a un camino intermedio entre el laissez faire neocon neocon (neoconservador del estilo reaganiano o bushista) y la intervención estatal. Como explicó John Cassity respecto de la crisis de las hipotecas sub prime: “Obama rechaza cualquier tipo de regulación estatal e insiste principalmente en informar bien a los consumidores para que sepan qué están adquiriendo” (John Cassity, “Economics: Which Way for Obama?” The New York Review of Books, 12 de junio 2008). Claramente, Obama y sus asesores no son keynesianos sino behavioralists, el término que utilizan los economistas para describir aquellos que intentan unir la psicología popular con la economía. Estos economistas creen que la libre empresa, con una pequeña ayudita del estado, puede funcionar relativamente bien. El concepto base es que el individuo a menudo toma decisiones económicas irracionales, como por ejemplo comprar un billete de lotería aunque las posibilidades de ganar sean casi inexistentes; por ende el papel del estado es ayudarlo a actuar “racionalmente”. De ahí que las propuestas de Obama reflejen poco cambio. Por ejemplo, propone brindar mayor información

para que los consumidores puedan tomar decisiones “informadas”; o sugiere que el seguro de salud sea reducido siempre y cuando el cliente firme un contrato resignando su derecho a demandar al médico por mala praxis; en vez de plantear un servicio nacional de salud, propone crear un programa de salud, subsidiado por el gobierno federal, sólo para aquellos individuos que no están cubiertos por los planes de los empleadores, y eso, con mayores límites a lo expresado es lo que logró. Obama no es un neocon, pero sus años en la Universidad de Chicago lo influenciaron en cuanto a su respeto por el libre mercado y por las grandes corporaciones. Comparativamente, Hillary Clinton planteaba un retorno al keynesianismo como base de un proyecto de salvación nacional modelado en el estado de bienestar inaugurado por Franklin Delano Roosevelt durante el New Deal. Por ejemplo una diferencia entre ambos es que Clinton repitió que aumentaría los impuestos a los más ricos, mientras que Obama sugirió que reduciría los de la clase media, y lo mismo ha planteado para su nuevo mandato. La diferencia es apreciable en cuanto a enfoque: Clinton era anti reaganiana,

mientras que Obama sólo plantea retocar algunos aspectos. Considerando que no ha recupera-


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La reelección de Barack Obama do el control de la cámara de diputados, y que sí mantiene el de la de senadores, las perspectivas son más bien de inmovilidad. En números se puede decir que Obama triunfó por 50,3 contra 48,7 % de los votos de Mitt Romney. Esto se tradujo en 332 contra 206 votos electorales, lo que muestra que no hay relación entre votos populares y electores (el que gana, aunque sea por un solo voto en un estado, se lleva a todos los electores; o sea, no hay mayorías y minorías). Por otro lado, Obama triunfó en los estados de la costa oeste, en el norte industrial y en Florida. Recibió la mayoría del voto negro, hispano y judío, aún considerando que la mayor cantidad de ilegales expulsados se produjo durante su mandato (más todavía que los efectuados por el gobierno de Bush). Como dice James Petras, “los afroamericanos fueron los más olvidados dentro de la clase trabajadora estadounidense durante el mandato de Obama. Experimentaron los niveles más altos de desempleo, de ejecuciones hipotecarias y los periodos más largos sin encontrar trabajo” (James Petras. “Del 'mal menor al mal mayor' y la desaparición del liberalismo crítico”, en www.deigualaigual.net/es/actualidad/estadosunidos/581 5 -del-mal-menor-al-mal-mayor-y-ladesaparicion-del-liberalismocritico”. Asimismo, lo votaron 55% de las mujeres y de los afiliados a sindicatos. Por el contrario Romney fue votado por casi 60% del voto blanco, masculino y obrero con una abstención de un 40% de los empadronados (nótese que como el empadronamiento no es obligatorio sólo lo está alrededor de 80% de los posibles votantes), el más grande desde la elección de 2000. Los más pobres y los más ricos casi no votaron. Los primeros, según encuestas, porque piensan que con su voto nada va a cambiar. Los segundos, porque su influencia política no depende del sistema electoral, de forma tal que la pobreza alcanza a 45 millones de personas. Paradójicamente, los

ancianos han dejado de ser la mayoría de los pobres en la pirámide de ingresos, por cuanto hoy son los chicos llegando al 27% del total donde siempre los negros son más que otros. En lo concreto, puede argumentarse a favor de Obama que efectuó rescates, estímulos y préstamos para salir de la crisis. Pero, claro deberíamos recordar que quien empezó con esas fue George Bush (jr.). Como indica Will Saletan, “Obama impuso la exigencia individual de adquirir un seguro sanitario. ¿Y sabéis quién más lo hizo? Romney. ¿Sabéis de dónde venía la idea? De la Heritage Foundation [ultraconservadora fundación republicana]. La responsabilidad personal -insistir en que la gente disponga de seguro privado para que no tengamos que rescatarla en salas de urgencias y hospitales -era una idea republicana. Y el año pasado, cuando la EPA [Agencia de Protección Medioambiental] propuso un nuevo límite de polución atmosférica, Obama abroncó a los ambientalistas basándose en que podría poner en peligro la recuperación.” (“¡Alégrense, republicanos! Van a tener a un republicano moderado como presidente los próximos cuatro años: B a r a c k O b a m a ” , Wi l l S a l e t a n , http://www.sinpermiso.info/ textos/index. php?id=5404) Asimismo, aumentó el número de tropas en Irak que en la campaña electoral redujo; es el presidente que autoriza semanalmente el asesinato selectivo de

supuestos terroristas, en base a listas que le proporciona la CIA; nombró como jefe de la misma CIA al general Petraeus, quien estuvo a cargo del fracaso monumental de contener las sucesivas ofensivas de los milicianos irakíes o los talibanes afganos; sin perjuicio de las masivas ejecuciones gracias a los “daños colaterales” que produ-

cen los aviones-bomba no tripulados (drones)… En suma: perspectivas Como se dijo en un principio, los presidentes en Estados Unidos tienen más la representación de intereses sectoriales que la del pueblo que los vota. Mientras que Romney representaba una versión profundizada de ciertos lineamientos del bushismo (gran capital financiero más gran capital concentrado), Obama expresa una versión moderada del bushismo (gran capital productivo fordistapetrolero, más el capital vinculado al desarrollo tecnológico, pero en una situación subordinada). Esto quiere decir que la guerra por el petróleo continuará mientras los obstinados propietarios del mismo no dejen de resistir las necesidades norteamericanas; que el capital financiero continuará siendo el principio rector (en algo hay que ceder, pensará Obama), para lo cual deberá negociar con los republicanos un recorte fiscal de unos cuatro mil millones de millones de dólares en seguridad social, educación e infraestructura, mientras se mantiene el gasto militar (el 41% del total mundial en 2011, según el Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo, o el 4,06% de su PBI, mientras que en Educación es alrededor del 5%). América latina seguirá siendo el patio trasero, al que habrá, cada tanto, que darle una limpieza y en su caso, apoyar ciertas reformas estructurales (como en Paraguay, o en Honduras), para que permanezca limpio y prolijo, esto es, encuadrado. En pocas palabras, podría haber sido peor (esto es, que ganara Romney), pero a Obama le falta mucho para siquiera acercarse a la transformación profunda que logró Frankin D. Roosevelt.


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Juan Barreto

El legado de Chávez y los retos de Nicolás Maduro

E

s indudable que el azar tiene su parte en esta historia. Porque es una historia impulsada por una persona capaz de poner detrás de él a todo un pueblo. Si algo le hubiera ocurrido a Chávez en algún momento de estos 14 años, la historia se habría escrito de otra manera. Mientras España sigue anhelando convertir en política el extraordinario impulso del 15M, Venezuela se rearmó políticamente con un referente claro. En el proceso venezolano se dieron los tres elementos lógicos que señala Maquiavelo para el cambio social: condiciones objetivas, liderazgo y consciencia popular de la necesidad del cambio. Las condiciones objetivas estaban maduras hacía tiempo. La conciencia popular era un malestar prepolítico.

¿Qué pasó para que la democratización iniciada en Venezuela y propagada por el resto de América Latina no fracasara? ¿Qué elementos actuaron para que la suerte del continente y de los líderes alternativos no se repitiera? ¿Por qué en esta ocasión ganaron los indios? El líder Chávez referenció al país y terminó de politizar al pueblo para que adquiriera la conciencia necesaria. Pero al lado de lo azaroso y de la figura del líder, hay otros elementos ausentes en otros momentos de la historia y que marcan la pauta. En primer lugar, el cambio político se ha hecho con redistribución de la renta, lo que ha ampliado considerablemente la base

social. En segundo lugar, la transformación, lejos de prescindir de la democracia, la ampliaba, tanto en términos electorales (terminaba con el fraude, una constante hoy en México o Colombia, pero también en la España que incumple los programas electorales), como en participación popular horizontal. En tercer lugar, los cambios venían acompañados por cambios similares en otros países del entorno. Hasta la fecha, la connivencia sólo se había dado entre fuerzas de la derecha o dictatoriales (recuérdese el Plan Cóndor). En cuarto lugar, el cambio de régimen se ha hecho sin la existencia simbólica de un enemigo que radicalice a las clases medias, como hizo el comunismo y la URSS


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El legado de Chávez... en los años treinta. Por último, el cambio ha venido acompañado de la entrega de una nueva identidad que, al tiempo que ha sumado las existentes con arraigo popular, ha engarzado a los nuevos sujetos en una aventura política de mayor calado que, de momento, ha contaminado a todo el continente latinoamericano.

entorno a superar problemas económicos puntuales (lo que hoy, como decíamos, le pide Europa a Merkel)… Chávez ha sido un Presidente con una espectacular capacidad para desarrollar el pensamiento crítico y la práctica alternativa, para superar el abandono histórico de las diferentes culturas

devolución del poder al pueblo consciente y organizado era la tarea central de Chávez. A veces caía del lado del poder personal (y así se lo criticamos desde el Centro Internacional Miranda). Pero, por lo general, la apuesta que se consolidaba era del pueblo. Si

latinoamericanas, para avanzar hacia la superación del colonialismo, para alejar el peligro de la guerra y para ayudar en la lucha contra el cambio climático (es un país exportador de petróleo que, a diferencia de EEUU, ha firmado y cumple con los Protocolos internacionales). El populismo es el ejercicio de la política que media entre unas estructuras caducas que no terminan de marcharse y unas estructuras prometedoras que no terminan de venir (sobre todo, porque son teoría y aún no práctica). Criticarlas desde lo que existe, como hace con frecuencia la izquierda europea (y, en concreto, la española), es una señal más del agotamiento y la falta de ideas de ese continente. No hay mayor hipocresía que la acusación a Chávez de haber polarizado el país –de haber politizado a los pobresignorando que también estaba polarizado cuando casi siete de cada diez carecían de futuro. Hipócritas que sólo ven la lucha de clases cuando es el pueblo el que muestra su fuerza. El equilibrio entre el “hiperliderazgo” –necesario para reinventar al pueblo fragmentado y salir del modelo neoliberal- y la

otras revoluciones fracasaron por acallar las críticas, la revolución bolivariana apostó por la crítica y la autocrítica. Por eso es una revolución alegre. Chávez impulsó a su país a las puertas de algo nuevo. No le dio tiempo. Ahora es el momento de Nicolás Maduro y de todo un pueblo al cual le dijo su Presidente antes de despedirse: “Ya todos son Chávez”. Durante un cuarto de siglo, dijimos, desde la derrota, que la última utopía la había construido Thatcher haciendo posible lo imposible. Hoy España vive la utopía neoliberal de la contrarrevolución. Chávez, por su parte, ha roto todos los conjuros que condenaban a América Latina y ha construido otra utopía: salir del neoliberalismo en nombre de un socialismo diferente. Va siendo hora de que la izquierda española y del resto de Europa, mire con humildad lo que ha construido la Venezuela bolivariana.

Conclusión: Chávez como poder constituyente La mirada displicente de la izquierda española hacia Chávez se ha armado desde la ignorancia. El “Chávez no me gusta” ha sido construido con frivolidad, como si los medios tradicionales merecieran esa influencia. La izquierda española no ha podido debatir el proceso venezolano, llena de prejuicios históricos trasladados y demasiado rehén de la arrogancia eurocéntrica propia del pensamiento colonial que cree que lo que vale para su entorno es directamente exportable y universalizable. Esto no significa, en modo alguno, que Venezuela deba ser un modelo para la Europa en crisis. Sería repetir, ahora en la dirección contraria, el error que cometió la izquierda latinoamericana en el siglo XX. Copiar las respuestas es, cuando menos, perezoso. Pero ignorar las preguntas es aún más descabellado. Venezuela ha salido del neoliberalismo, ha inaugurado un nuevo constitucionalismo, ha sacado a la mitad del país de la pobreza, ha logrado la menor desigualdad del continente, ha construido en el último año 200.000 viviendas, ha incorporado al derecho de pensión a dos millones de ancianos, ha llevado médicos a donde nunca estuvieron, ha colocado al país en la franja de alto nivel del Índice de desarrollo humano del PNUD, es el quinto país del mundo en estudiantes universitarios, ha incorporado a las mujeres a la vida social y política (y ha dejado de promover que sean simplemente misses), ha impulsado una integración regional basada en la complementariedad y no en la competencia, ha ayudado a los países del


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Pedro Campos

El socialismo del Siglo XXI y la muerte de Chávez El S-21 no tiene un centro único ni es una receta, se distancia de los caducados dogmas antidemocráticos del estalinismo y parte de la realidad y de las ideas originales del marxismo. Algunos adversarios del socialismo se ufanan en declarar que con el fallecimiento del Presidente venezolano Hugo Chávez, el Socialismo del siglo XXI ha quedado huérfano y vaticinan, tanto como añoran, su pronta desaparición.

N

o saben, no les interesa saber, que bajo la denominación de Socialismo del Siglo XXI se encuentran y entrecruzan una serie de teorías y prácticas, nocapitalistas, que han ido ganando en fuerza desde el derrumbe del llamado “campo socialista” y que se apartan de los viejos y caducos dogmas del estalinismo y sus variantes, teniendo como punto de partida la realidad misma y las ideas originales del marxismo sobre la revolución social como proceso de democratización de la vida económica, social y política de los pueblos a través de su propia participación protagónica en el cambio de las relaciones de

producción. Chávez era uno de los más importantes representantes de una de las variantes identificada con esta corriente, pero no el único, como su partido tampoco es la única agrupación que a escala latinoamericana o mundial se adscribe a esa vertiente de pensamiento, la cual contempla diversos puntos de vista y actuaciones, con matices no siempre por todos compartidos. Hay movimientos más o menos masivos y hay organizaciones y gobiernos que a su modo y manera trabajan para hacer avanzar las ideas generales de este Socialismo que no es nuevo, sino distinto a aquel otro que se intentó desde al autoritarismo, el pater-

nalismo, la imposición, la “dictadura del proletariado”, el estado dueño y señor, el partido único y el sostenimiento de la explotación asalariada. Unos hacen énfasis en el intercambio de equivalencias. Otros en la participación activa, democrática, sin exclusiones, de los ciudadanos en la toma de decisiones y en los presupuestos participativos a los distintos niveles. Existen los que priorizan el desarrollo de nuevas formas de producción no asalariadas de tipo cooperativa y autogestionaria. Hay los que promueven visiones más o menos integrales de una nueva socie-


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El socialismo del siglo XXI... dad que comprende todo eso. Pero todos apuntan en dirección a la desalienación del ser humano, hacia su liberación plena de las formas de explotación, hacia la mayor participación activa de todos los ciudadanos –sin exclusiones- en los asuntos que les conciernen, desde la democracia plena y la no violencia y a su integración armónica con la naturaleza, en lugar de su destrucción como amenazan las formas de explotación que priorizan la ganancia y el lucro. Aun con diferencias de enfoques y particularidades nacionales, el socialismo del Siglo XXI se viene promoviendo también en Ecuador, bajo la dirección del Presidente Correa y su partido Alianza País; en Bolivia con Evo Morales y el MAS. Otros varios gobiernos de América Latina y movimientos sociales, sin identificarse abiertamente con esta corriente, en la práctica avanzan políticas democráticas de mayor participación popular en las decisiones y apoyan el desarrollo del trabajo individual, las cooperativas y la auto-administración de empresas por sus trabajadores, como se aprecia en Uruguay, Brasil, Argentina, Nicaragua y otros. En República Dominica, bajo la dirección del histórico líder revolucionario y comunista Narciso Isa Conde, el Movimiento Caamañista

despliega una amplia labor de propaganda y divulgación de las ideas del socialismo del Siglo XXI y trabaja por la unificación del movimiento revolucionario y socialista, bajo banderas democráticas. Movimientos de diversa envergadura encontramos en Alemania con Heiz Dietrich, quien publicó el primer libro sobre el Socialismo de Siglo XXI y llevó sus ideas a Venezuela y a otros países latinoamericanos. En España donde hay regiones enteras con notable presencia de partidarios del socialismo de estas características, con teóricos como Iñaki Gil de Saint Vicent y hasta en los propios EE.UU., donde un amplio Partido de la Nación Cooperativa se ha venido organizando en el Oeste y específicamente en California. En Cuba existe un movimiento significativo, de una amplia izquierda democrática, fuera y dentro del Partido Comunista que aboga por la democratización del modelo estado-céntrico, por el más amplio desarrollo del cooperativismo y el trabajo por cuenta propia y hasta se ha presentado al pueblo y a los trabajadores un programa general para un Socialismo Participativo y Democrático, por un grupo de socialistas democráticos que a pesar de todos los obstáculos y trabas de la burocracia, mantiene un abierto combate en todos los ámbitos posibles por la expansión de estas ideas. La lista sería interminable de compañeros y movimientos que, en todo el orbe, están luchando por un Socialismo Democrático, en sentido marxista, diferente aunque no

enemigo de la Socialdemocracia, con la cual algunos pretenden identificarnos erróneamente. Nosotros nos proponemos la superación de la explotación asalariada del trabajo y la plena liberación del ser humano por vías democráticas, no violentas, como corresponde a los fines democráticos, pacifistas y humanistas de la nueva sociedad. No tenemos ni pretendemos un programa común, o una línea general establecida por ningún centro al estilo de la vieja internacional comunista. Se trata de un conjunto de personas y movimientos que comparten ideas esenciales sobre el socialismo que deberá irse desarrollando, pacífica y democráticamente, en este nuevo siglo. De manera que quienes promueven la orfandad del Socialismo del siglo XXI están totalmente despistados y no tienen la menor idea de la importancia general y el significado de este movimiento diverso y a la vez unido por lazos intangibles. Nada de orfandad. Aunque sin mucho ruido, el S-21 continúa su avance paulatino por todo el planeta, y siempre, con más fuerza.


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entro l encu e a s o Salim ecuerdo d del r ez

háv C o g Hu

Andrés Cañas

Los sectores críticos en el ámbito de las ciencias sociales se empeñan en encontrar síntesis entre civilizaciones, culturas, teorías, políticas, que contribuyan a la emancipación social. Hugo Chávez fue un pionero en esa búsqueda y concreción de la síntesis superadora. Militar, con las armas del pueblo procuró tomar el poder; político, triunfó en 15 de los 16 actos electorales en los que intervino. Cristiano con una convicción que blindaba su fe; gobernante que anhelaba organizar de modo comunista a la sociedad venezolana. Hacedor de nuevas y justas realidades; intelectual, lector voraz. Hombre de los llanos venezolanos a los que llevaba en su alma; impulsor de la Patria Grande, internacionalista presto a brindar su apoyo a cualquier pueblo agredido en cuanto rincón del mundo fuese necesario. Hugo Chávez, patriota de síntesis superadoras.

El hombre de las síntesis superadoras H

oy lo recordamos mediante esta entrevista que compartimos hace unos pocos años, rescatamos pasajes significativos que en la actualidad mantienen vigencia. S.G. -Durante las guerras de la independencia el ejército se convierte en factor de movilidad social, los mestizos resultaron el sector étnico más favorecido con las mutaciones revolucionarias; los generales Andrés de Santa Cruz, Ramón Castilla y Agustín Gamarra resultaron claros ejemplos de revoluciones ni siquiera soñadas antes de 1810. Además, la mayoría de ellos, mostraron un don de ubicuidad sazonado con un elevado porcentaje de oportunismo político: militares realistas, primero; generales presidentes latinoamericanos, después. H.CH. -José Antonio Páez, el hombre de la llanura, de humilde extracción social, héroe de la independencia; Simón Bolívar llegó a llamarlo “la primera lanza del mundo”. El rey de España le reclamó al general Pablo Morillo, diciéndole que un militar que había combatido con éxito contra Napoleón, cómo podía ser derrotado por unos salvajes. “No son ningunos salvajes, Majestad; con Páez y diez mil llaneros le pongo Europa a sus pies”, respondió Mori-

llo. Sin embargo, después de muerto Bolívar y aun antes- comenzaron los problemas entre quienes compartían la visión bolivariana y la oligarquía venezolana con Páez a la cabeza. Por eso asesinaron a Sucre y por eso Bolívar fue expulsado de su propio país. A los seis años de haber asumido Páez como presidente, sus compañeros en cientos de combates se alzaron en armas contra él. Páez se había convertido en caudillo de la oligarquía. Entre otros enfrentó a Ezequiel Zamora, líder popular revolucionario. Tiempo después, Páez murió en Nueva York.

Como soldado admiro al general Páez, al militar, más no al político Yo era capitán del ejército y estábamos en la sabana de Apure. En esas noches de lluvia intensa en Los Llanos leía las memorias del general Páez. Me las regaló un soldado. En una de sus últimas páginas dice algo que le brota del alma: “Hubiera preferido morir en un campo de batalla”. A mí esa frase me persigue, hoy rodeado de un pueblo que es el mismo pueblo, que no merece más traiciones, ni frustraciones. Repito esa frase de Páez a menudo, de viejo no quisiera decir “hubiese preferido morir en un campo de batalla”. Ahí tenemos que mirarnos nosotros, los hombres que en este continente desde México hasta Argentina, pasando por El Caribe- impulsamos cambios profundos. Tenemos que mirar a esos hombres que lucharon por la independencia y después desviaron el proceso; que terminó en manos de los mismos que fueron combatidos, o en una nueva casta de terratenientes. Ya no era el imperio de afuera, sino el imperio de adentro, y un ejército que nació al calor de las calles y de los pueblos se transformó en invasor dentro de su propio territorio. Bolívar


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El hombre de las síntesis superadoras alertó sobre eso. Hay una expresión bolivariana que nos cayó como bofetada durante el Caracazo -27 de febrero de 1989- una explosión popular en las calles y el presidente Carlos Andrés Pérez mandó a los soldados a rociar con plomo a un pueblo hambriento y desarmado. Hubo miles de muertos. Nos cayó a los militares venezolanos la maldición de Bolívar: “Maldito sea el soldado que vuelva las armas contra su pueblo”. Muriéndose en Santa Marta, Bolívar lo repitió con otras palabras, “los militares deben empuñar sus espadas para defender las garantías sociales”. S.G. –El Libertador Simón Bolívar esperó durante años que el Congreso de Panamá fue de inmensa utilidad para las nuevas repúblicas, las ligaría más estrechamente entre sí y reforzaría su independencia. El Congreso fracasó, únicamente concurrieron representantes de cuatro países, los acuerdos celebrados fueron ratificados solamente por el gobierno de Colombia. “Mi lucha fue vana. He arado en el mar”, dijo Simón Bolívar, y en 1830 renunció a la presidencia de la Gran Colombia para morir poco después. ¿Qué importancia tienen los líderes en los procesos emancipatorios? H.CH. –Tengo una visión de la historia por la cual no creo que el hombre individual determine un proceso histórico. No desconozco el papel de los hombres individuales para acelerar, truncar, catalizar los procesos del hombre colectivo. Si no hubiese sido Bolívar, hubiese sido otro. Y no fue Bolívar solo, Bolívar no hubiese hecho nada sin el concurso de miles y miles de hombres y mujeres de esta parte del mundo. Algunos líderes fundamentales de aquel proceso tuvieron tanta importancia como Bolívar, fueron Antonio José de Sucre, el Mariscal de Ayacucho –una de las mentes más claras y hábil negociador– José Antonio Páez, el legendario centauro de las pampas venezolanas, hombre que aglutinó a la masa de llaneros; José Antonio Anzoátegui; los hermanos Bermúdez , el mulato Piar –genio militar–. Más allá de Bolívar, hubo un liderazgo colectivo que fue capaz de interpretar

en su momento a un pueblo e impulsarlo. Claro que la presencia de personalidades le da un sello, una orientación definida a procesos inevitables. Cuando estuve detenido tenía escrito en una de las paredes de la celda un proverbio chino: “El molino de los dioses muele lento pero muele, como la

atraso, explotación. El encuentro de Guayaquil, aquel de Bolívar y San Martín, fue el encuentro de dos corrientes que confluyeron allí en un momento. Guayaquil puede ser cualquier sitio de este continente. Bolívar puede ser millones de seres

rueda implacable de la historia”. El hombre individual en un momento determinado y en un lugar determinado puede acelerar un proceso histórico, es el caso de Bolívar. Es el hombre que toma una bandera, que febrilmente se dedica al proceso, lo interpreta desde los puntos de vista ideológico y político, entiende la necesidad de la incorporación de las masas, comprende que es imperioso mirar más allá de Venezuela cohesionando a las repúblicas, decide la creación de un ejército continental que comandó Sucre en Ayacucho, convoca el Congreso Anfictiónico, imprime el sello de un hombre de visión continental. S.G. –La entrevista de Guayaquil es uno de los secretos mejor guardados de la historia latinoamericana. Al tiempo de la entrevista cada uno de los libertadores de forma más o menos directa dijo lo suyo. “Si algún servicio tiene que agradecerme la América, es el de mi retirada de Lima”, expresó San Martín. No soy Napoleón ni quiero serlo, tampoco quiero imitar a César; aún menos a Iturbide… El título de Libertador es superior a todos los que ha recibido el orgullo humano. Por tanto es imposible degradarlo”, manifestó Bolívar.– H.CH. –Guayaquil es un punto que se mueve en la historia. Sigue palpitando en la necesidad cada día más sentida de ese abrazo latinoamericano. En esa Latinoamérica que ha pasado siglos de dominación,

humanos de este continente. San Martín puede ser millones de seres humanos de este continente. Guayaquil va más allá de aquella conversación secreta, misteriosa y que generó especulaciones; Guayaquil está clamando por un nuevo abrazo, por un nuevo sueño, que es el mismo sueño de la Patria Grande, de la América unida. S.G. –“A Hidalgo le quitaron uno a uno, como para ofenderlo, los vestidos de sacerdote. Lo colocaron contra una tapia y le dispararon lo tiros de muerte a la cabeza. Cayó vivo, revuelto en sangre, y en el suelo lo acabaron de matar”, así contaba José Martí el final del cura Hidalgo. Otro cura, José María Morelos, continuó la lucha de Hidalgo, con más talento político y militar, pero con igual suerte. En México fracasó la revolución por abajo y triunfó la revolución por arriba con Iturbide ¿Qué opina Comandante?– H.CH. –Si las revoluciones fracasan por debajo pierden su carácter revolucionario. Se convierten en procesos de cúpulas, que sólo sirven para producir un cambio de régimen. Si en un movimiento no se incorporan las corrientes populares no es revolucionario.


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Juan E. Romero

La campaña electoral en Venezuela, lucha electoral y simbólica La oposición venezolana fue variando sus tácticas antes , durante y después del proceso electoral . Una oposición que ha variado su sustrato político-ideológico, desde aquella organización conformada por miembros de los partidos socialdemócratas y socialcristianos, a esta oposición fascista, violenta, antidemocrática, marioneta del imperio . Al comienzo de la campaña proseletista recurrió al asesoramiento de politólogos que elaboraron estrategias encaminadas a sembrar confusión. Estimaron que la mentira triunfaría.

L

a campaña que vivimos los venezolanos hasta el 10 de abril tuvo unas particularidades significativas. La primera, se dió en un contexto emotivo de gran alcance. La desaparición física del Comandante-Presidente afectó a una población importante, tanto en términos numéricos como sociales. Numéricamente pues el 82% del padrón electoral venezolano está conformado por sectores tradicionalmente excluidos e históricamente relegados, que se convirtieron en el punto focal del planteamiento político del proyecto bolivariano. Socialmente, representan los estratos D y E, que han sido objeto de las políticas de atención social más importantes desde el inicio del Plan de febrero por Eleazar López Contreras en 1936. La segunda particularidad, es que representó el punto máximo de la conversión del país en un laboratorio viviente para el desarrollo de acciones y estrategias ubicadas

dentro de las denominadas Guerras de V Generación, cuyo objetivo se centra en la modificación de los referentes sobre los cuales reconstruimos la realidad que nos rodea. Estas operaciones psicológicas (OPSIC) se basan en tres acciones: 1) generalización, 2) estereotipificación y 3) alteración de la realidad o alienación. Cuando el candidato opositor Henrique Capriles intervino para anunciar su candidatura y “expresó su duda sobre la fecha de la muerte de Chávez” generó una generalización sobre un hecho concreto: la desaparición física del Presidente. Construyó inmediatamente un estereotipo: “el chavismo manipula y juega con la muerte” y finalmente – para completar la OPSIC- cambió la realidad: ya no hay un pueblo que expresa su dolor por el líder, sino una “elite política” que manipula el

dolor del pueblo. Esto construyó una gran idea, sobre la cual se estructura toda una trama simbólica de construcción de la campaña opositora. La gran idea es que el chavismo manipula e irrespeta. Si manipula e irrespeta la muerte, el “chavismo” será capaz de manipular e irrespetar la voluntad electoral de los venezolanos. Se pasó de esa manera a revertir el contexto emotivo de la ciudadanía en función de una realidad cambiada y que no coincide en nada con lo que sucede. La tercera particularidad, se concentró exclusivamente en la batalla simbólica. El uso de símbolos y referentes permite la construcción antropológica de representaciones en torno “al ellos” y “al nosotros”. Eso


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La campaña electoral en Venezuela... permite ubicarse, identificarse con otros, cohesionarse, movilizarse, rechazar, en fin genera ubicación en el contexto social, político y cultural. En el caso de la situación previa al 10 de abril, marcada por la emotividad, la batalla simbólica se centró en la trascendencia de las figuras y en este punto se notó la manipulación. Las fuerzas políticas agrupadas en torno al PSUV, MEP, PCV, y todas las demás organizaciones que apoyaron al Presidente Chávez optaron por ponerle su nombre al Comando. Con ello representaron su apego emotivo, el compromiso con sus ideales, pero sobre todo la continuidad con su acción colectiva. La figuración emotiva y simbólica de Chávez es indudable. Su liderazgo, su fuerte personalidad ha desatado expresiones diversas con su desaparición física. Contra eso es difícil luchar. La oposición con Capriles a la cabeza tenía el problema del “qué hacer”. Es decir, cómo luchar, cómo confrontar sin exaltar a un pueblo, a un ciudadano que estaba triste, acongojado, susceptible, anímicamente delicado. Intentar hacerlo atacando a Chávez no haría más que afianzar el apego con sus ideales y sería electoralmente un suicidio político. Ante ello, decidieron crear la dicotomía Chávez- Bolívar. En este aspecto, se notó la asesoría y el apoyo de especialistas en Guerra de V Generación. Se produjo una generalización: los que secuestraron el pensamiento de Bolívar y lo transformaron en un nicho vacío, alejado de la realidad del pueblo, lo usaron contra quién lo popularizó, le dio un carácter humano de nuevo, mediante su cercanía con el ciudada-

no común, ese excluido, explotado y sometido a la precariedad. En este diseño político de manipulación de la realidad, se buscaba enfrentar al Padre de la Patria con el hombre que revitalizó y popularizó su significado político.Fue una acción bien pensada, en función de un objetivo político: apropiarse de los referentes simbólicos que han demostrado impacto, alcance y efectividad. Para nadie

es un secreto que quienes enarbolan la propuesta de denominar el Comando Político de la Mesa de Unidad Democrática (MUD) fueron los mismos que se opusieron a denominar la República con el adjetivo de Bolivariana. Fueron los mismos que mantuvieron bajo llave y sin acceso al público los documentos de Simón Bolívar, que fueron finalmente rescatados y puestos a disposición de todos los venezolanos. Son los mismos que acusaron a Chávez de abusar en la elaboración y entrega de

réplicas de la espada de Bolívar. En este contexto, se produjo una reversión de la estrategia. No se trató de confrontar en los términos tradicionales que utiliza la derecha. Se trata de manipular, confundir, mediante el empleo de técnicas de uso de imágenes y control de símbolos. Por ello la significación de la confrontación Bolívar-Chávez que buscaron. Todo en un contexto donde sabían las dificultades reales que tenían para imponer su proyecto político. Por ello no insistieron en una campaña que planteara la visión excluyente y elitista de la sociedad, que coincidiría con su ubicación ideológica de derecha, sino que se acercaron a los referentes políticos que han tenido significación al ser planteados por Chávez durante las contiendas electorales. La resignificación de la figura de Bolívar es un logro de Chávez. Y ese logro debe ser “apropiado” por la derecha, ante su imposibilidad de buscar un referente simbólico en Capriles para enfrentar la memoria del hombre, que con su desaparición física ha trascendido la Historia de Nuestra América. Todo ello como un mecanismo de distracción ante la imposibilidad electoral de ganar las elecciones del 14 de abril, cuya idea matriz fue que el chavismo es capaz de manipular y jugar con el sentimiento de los venezolanos, puede jugar y manipular la voluntad de los venezolanos y por lo tanto, un gobierno de Nicolás Maduro es ilegítimo y Venezuela se constituye – formalmente- en un Estado Forajido, que debe ser intervenido por la “paz de la región”. He ahí la relación lógica de las acciones de Guerra Psicológica que marcaron y marcan esta campaña, por parte de la MUD.


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e ntro d e u c en os al m i uber l a a S R l

e Isab

Andrés Cañas Guillermo Fracarolli

Construyendo desde abajo Isabel Rauber es una pensadora Latinoamericana que se doctoró en Filosofía en la Universidad de La Habana, es además Pedagoga política y actualmente se desempeña como profesora universitaria. Su condición de estudiosa de los procesos de construcción de poder popular desde abajo en indo-afrolatinoamérica la acercaron a nosotros en calidad de miembros del espacio:“István Mészáros y las bases teóricas del Movimiento Bolivariano”-UNVM-. Compartimos con ustedes lo que conversáramos con Isabel durante el encuentro.

SG

- No es común que una investigadora latinoamericana y caribeña establezca una relación intelectual tan profunda con un pensador nacido en la Europa del Este. Portadores de culturas y experiencias tan disímiles, ¿qué circunstancias te llevaron a conocer a István Mészáros y a partir de allí cultivar la relación académica/política? IR - Quiero comenzar haciendo un recorrido, primero, cómo lo conocí a István, y segundo, ya ir entrando en materia de contenido. Yo vivía en América Latina hacía mucho tiempo, vivo en Argentina desde hace seis años, viví treinta en Cuba, y por eso mi especialidad siempre fue América Latina; buscando cómo se constituye el sujeto, cuáles son las experiencias de los movimientos en la constitución del sujeto llegué hace unos cuantos años, como veinte, a escribir un

texto que se titula: la “Construcción del Poder desde Abajo”; ¿y qué cuestiona esta obra?, lo que fue el paradigma de las revoluciones del siglo veinte acerca de la toma del poder, acerca de una vanguardia que lo sabe todo, que lo resuelve todo, y un pueblo considerado por algunos sujetos sociales o seguidores, que solamente se acoplaba a los iluminados que lo sabían todo. Andando por esta suerte de ver, cómo vamos a ampliar los conocimientos pero también compartir e intercambiar, me encontré con Ricardo Antunes, este sociólogo brasilero que es un estudioso sobre todo de la sociología del trabajo y del impacto que esto tiene en la conciencia de los trabajadores. Me lo encontré en el Foro Social Mundial. Yo iba pasando y me dice -para que vean como la casualidad interviene en nuestros destinos permanentemente-: “-No te vayas Isabel, en este hotel esta Mészáros y vos tenés que conocer a Mészáros,¡ lo tenés que conocer!”. Bueno, si nos tenemos que conocer yo no me voy a oponer, respondí. Y ahí surgió una gran amistad hasta el día de hoy, una amistad fundada en compartir una perspectiva de búsqueda de cambio del mundo en común, compartir una perspectiva teórica, yo ubicándome muy modestamente como una alumna infinita, porque como ustedes habrán visto, la escritura y el nivel de precisión de su economía filosófica. Realmente después de Marx, en el único que vi este atributo, es en Mészáros. Yo estoy profundamente enamorada no sólo del pensamiento sino de cómo nos ha regalado un texto -se refiere a la obra Más allá del Capital- con ese nivel de profundad filosófica para discutir lo económico, lo político y los paradigmas del mundo que se

cayó y del mundo que vamos a construir. No lo encontré nada panfletario, entonces, desde que lo conocí quedé profundamente enamorada en ese sentido. Seguimos después, haciendo la traducción de su texto Socialismo o Barbarie, después tratamos de traducir el Poder de la Ideología, es muy grande ese libro y es imposible. Ustedes saben que así como elogio lo maravilloso que es Mészáros escribiendo, es un dolor de cabeza hacer una traducción nada más que de media página. Me reuní con el equipo de traducción de las 1500 páginas, después a los dos meses vinieron y me dijeron que ni por un millón de pesos, así que esto se quedó ahí. Él es húngaro, piensa en húngaro, es decir que tiene una gramática húngara, ya sabemos que no es Latina, tira para dos lados, escribe en inglés, es decir, se maneja con una gramática que no tiene nada que ver con su lengua materna, entonces el inglés de Mészáros es indigerible. Para Socialismo o Barbarie estuvimos más de un año. Entonces renunciamos a las traducciones, porque hay que ser muy cuidadosos con los conceptos. Cuando estamos en el terreno de los conceptos teóricos tenemos que ser rigurosos y hay traducciones en nuestro medio que la verdad son un poco complicadas, ponen “agencia histórica”, la agencia histórica en América Latina es como una agencia de turismo y no queda claro, aparte de lo literal hay que tener un dominio filosófico y


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Construyendo desde abajo teórico para llevar la traducción, es una tarea muy complicada, así que seguiremos remando y sumando esfuerzos para poder afrontar la traducción de algunos textos. Sabemos que Brasil cuenta con algunas ventajas en ese sentido y ha traducido textos de Mészáros, no pongo las manos en el fuego por la traducción, pero ahí están, y si se entiende el portuñol se puede leer con alguna ayuda y captando; si uno ha pasado por Más allá del Capital, logra comprender los nuevo desafíos que nos pone István. SG - Más allá del Capital a pesar de las críticas tan elogiosas recibidas, es una obra que no ancló en las bibliotecas, al contrario, fue tomada por constructores de realidades para forjar esas realidades. Otro aspecto interesante de la obra es la polémica con Lukács, una polémica que se renueva en cada capítulo… . IR - Quiero hacer un breve recorrido de cómo llegamos a Más allá del Capital y creo que siempre nos vamos a quedar ahí, aunque tiene textos posteriores que están discutiendo en el mismo sentido. Recordemos que István fue un discípulo de Lukács siendo muy joven y está muy influido por todo este debate de la conciencia, la política y la cultura, ciertamente él tiene una gran polémica con Lukács que atraviesa todo el texto del Capital y antes, aunque de forma indirecta. El trabajo sobre la enajenación creo que es como la piedra angular para lanzarse a Más allá del Capital. Es fundamental la crítica de Lukács, yo la articulo al debate de la enajenación, porque hay una recuperación de Marx, pero atravesando la polémica de la experiencia leninista de los primeros años de la construcción del socialismo en la Unión Soviética y de cómo se pensó reproducir esto en los países del este europeo, como se pensó donde esa revolución se iba a reproducir.

SG - En su obra Mészáros nos acerca a la discusión de un tema candente en nuestra región y el mundo; el sujeto social, es más, insiste en su constitución ya que estima están dadas las condiciones objetivas para la emancipación social porque el capital se halla en crisis estructural. De forma dialéctica requiere la constitución de la estructura material, la organización revolucionaria y el desarrollo de la conciencia emancipadora . IR - El debate acerca del partido y sobre todo un tema que es fundamental antes, después y durante muchos siglos es el tema de los sujetos, porque discutir la conciencia

es discutir el tema de los conceptos. Entonces en este debate que ya viene marcado por el pensamiento de Lenin acerca de que si los obreros, el proletariado como se decía en aquella época, tienen conciencia; entendamos por conciencia, a la conciencia política, no de que no sepan el mundo en que viven, sino si tienen nivel de conciencia política suficiente como para tomar el poder, ese es el debate fundamental de

Lenin en el Qué Hacer y llega a la conclusión apoyándose en las declaraciones y la propuesta de Kaustky de que el proletariado por sí solo no puede tener conciencia y que por lo tanto son los elementos de vanguardia los que van a sustituir esa carencia de conciencia, con una gran pelea con Rosa Luxemburgo, que István Mészáros rescata y resume fundamentalmente en sus trabajos. Yo veo también a Rosa presente en esta discusión del sujeto colectivo. Por eso yo digo que es una recuperación revolucionaria de los presupuestos del marxismo. Otro elemento que ha intervenido es la respuesta que intenta dar Lukács en otro momento histórico para explicar la formación de los partidos y porque los intelectuales vamos a recordar que había una guerra cultural-ideológica y política entre la Europa occidental y el proceso de la revolución rusa. Entonces, estos intelectuales revolucionaros estaban muy acosados en la Europa occidental. Lukács tiene una evolución teórica para justificar de que hay una suerte de conciencia de clase del proletariado que es como inmanente, es cuasi genética; es profundamente hegeliano Lukács en eso, con una esencia que esta presente aunque el proletario no tenga conciencia de esa, su conciencia de clase, y quien tiene conciencia de la conciencia de clase del proletariado, según Lukács, la intelectualidad y la vanguardia revolucionaria en el partido.Evidentemente estas cuestiones golpearon a Mészáros, porque la pelea de él con Lukács en el libro, hace pensar que no es su discípulo, que más bien es el que le quiere meter la bala en el cuello a Lukács, pero no, después va sacudiéndose aquello que durante un tiempo lo vendó frente a su realidad y por eso yo creo que es fundamental para los estudiosos y filósofos que estamos en el mismo tema. Entonces creo que Mészáros, de igual forma, cuando él escribe el libro de la enajenación está discutiendo y retomando el tema de la conciencia, de última quiere discutir el sujeto revolucionario, quiere discutir la revolución, quiere discutir el sentido profundo de los cambios, pero no empieza por ahí, sino retomando los planteamientos de Marx acerca de cuál es el centro y el sentido de la transformación social y la conclusión es la misma; la liberación, poner fin al circuito


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Construyendo desde abajo de la dominación hegemónica del capital que se traduce y la vemos a través de la enajenación. Esta es la propuesta que continuó en Más allá del Capital. SG - Se ha dicho que Lukács fue un hombre de tragedias. Vivió la tragedia de ver que el proceso iniciado en 1917 y en el que tantas ilusiones había depositado se agrietaba desde los cimientos, a lo que se agregó su tragedia íntima personal, el hecho de asumir una actitud crítica esperando contribuir a la rectificación del camino le deparó represión, marginación. ¿Mészáros también sufrió los rigores de la tragedia? IR - Mészáros es un analista, un pensador, que acompaña, yo me imagino con cuánto sufrimiento, un revolucionario de la talla de Mészáros, y haberse visto condenado al ostracismo, por haber sido considerado revisionista o refugiado o emigrado. Recordemos que en esos días estaban bajo la égida de la Unión Soviética los países socialistas del Este. Tiene que haber sido muy duro y por eso no es casualidad que nos encontremos con Mészáros después de la caída del muro que es cuando empieza a estar permitido dialogar con los herejes. La herejía de Mészáros era ser revolucionario, no estar con el dogma, criticarlo, desmontar los pilares del dogmatismo para abrir la puerta a la creatividad colectiva de los pueblos y por supuesto recuperando en primer lugar la capacidad de los trabajadores de tener conciencia política del tiempo que le toca vivir, y en segundo lugar poniendo en cuestión a las organizaciones políticas de la izquierda, fundamental mente el partido laborista, que en aras de ser parte del parlamento burgués, inglés -y no estamos hablando de algo muy progresista que digamos- hacen un pacto y dividen profundamente las organizaciones de masas del movimiento obrero inglés de su representación política, con lo cual asumen política, jurídicamente en la práctica y en los hechos la disociación del sujeto en un sujeto social y un sujeto político. Cuestiones que él señala con toda claridad -tal vez yo piense que es muy claro, porque coincido con lo que esta planteando- están presentes en Marx, que nunca dijo tampoco que haya una división entre las organizaciones del movimiento obrero y la organización política. Son reflexiones de fondo y que van marcando el debate de él acerca de esta diferenciación tan vital para entender el mundo y para

entender el mundo con vistas a que nos da fuerzas para transformarlo. SG - ¿Coincidís que al distinguir entre capital y capitalismo Mészáros le otorga una gran profundidad y complejidad al cambio social? Es más, remarca que la lucha de

Marx fue contra el capital, y que en la primera edición de su obra en Londres cometieron errores de traducción que distorsionaron el sentido. IR - Esta diferenciación que hace entre capitalismo y capital, obedece a que hemos identificado, en el siglo XX, casi absolutamente el capitalismo con el capital; por lo tanto la superación del capitalismo se entendía casi en la pelea teórica de Mészáros como la supresión de los capitalistas del sistema de producción y reproducción social, que él designa como metabolismo social. Eliminar al capitalismo del metabolismo social, terminar con los capitalistas, era dar por sentado que se terminaba con el capitalismo y lo peor era creer que esto terminaba con la hegemonía del capital. Y cuál es el empeño de él, en el libro, simultáneamente con el debate del sujeto y como se constituye el sujeto y de no dividir lo político y lo social, más allá del debate de los

roles en lo organizativo. ¿Cómo se logra esto?, diferenciando y haciendo manifiesto qué significa el capital, cómo se constituyó el capital, a través de siglos y miles de años que trascienden el capitalismo, y que ha inculcado también una cultura que trasciende a la existencia del capitalismo, y que es la cultura del mercado y que está impregnada en nosotros mismos. Y de lo que se trata es de romper el cerco, e ir Más allá del Capital, salir del cerco, de los tentáculos del capital, y vamos a definir y recordar, como un capital, jerárquico, excluyente, discriminador, todos elementos que él encuentra que sobrevivieron al capital en el período llamado socialista y que él identifica con toda claridad como un capitalismo sin capitalistas. Pero no por disquisición de si había o no había capitalismo de estado, que también entra y se puede discutir eso, pero profundamente lo filosófico no tiene que ver con el tipo de Estado sino con el tipo de estado, de sociedad, o poder, que sostiene vivos los tentáculos de producción y reproducción del metabolismo social del capital. Y cuando decimos metabolismo social, hablamos de cultura, de modo de vida, y ciertamente recordamos toda la jerarquía que se impuso desde el poder y que alejó y terminó en una enajenación todavía mayor del pueblo relacionado a lo que debió haber sido su poder hasta el punto que un día le dijeron ya no hay más poder, y la gente, bueno, pensó:- ¡Ya está. Ese era el famoso y tan poderoso poder soviético! Quiere decir que si el pueblo no se apropia de lo que hablamos nosotros hoy en día, si no se empodera, si no hay un proceso de acortamiento de la distancia entre pueblo, o sea sociedad y estado, para la negación del Estado, se genera una negación de la sociedad, del pueblo organizado como sujeto. No es una negación de la vanguardia, no es un proceso al que se pueda llegar por decreto. Ese es el desafío profundo en el que nos pone Mészáros; que nos cambia el eje de la mirada y el eje de la discu-


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Construyendo desde abajo sión porque entre los paradigmas del siglo XX está aquello de “dar vuelta la tortilla”, y que la tortilla se vuelva es lo que se hizo. Se quita del poder a los capitalistas y toman el poder los revolucionarios, pero si se mantienen las cadenas jerárquicas de reproducción del poder y de exclusión y del que sabe y del que no sabe, se está reproduciendo el metabolismo del capital, no importa cuánto dure; esta revolución duró setenta años. SG- Si algo se destaca en al obra de Mészáros es su enfoque dialéctico, en cada uno y en todos los temas. La Revolución de Octubre no es la excepción, reconoce impedimentos objetivos para la revolución en el atraso de Rusia, la carencia de la base material sobre la cual construir la nueva sociedad, los reveses históricos -la derrota de la revolución en Europa- y se torna absolutamente crítico con el voluntarismo dictatorial estalinista. Sin embargo, en un momento dado, reivindica Octubre como una de las grandes gestas que protagonizó la humanidad. IR - Y ese es el más importante legado de Mészáros, que no la destruye porque mal podemos destruir la obra epopéyica de un pueblo, de esta humanidad, y que además, esta epopeya no solamente pasó hambre y frío sino que apostó a sus ideas y además causó millones de muertos en la Segunda Guerra Mundial y que pagó también el precio del dogmatismo y la burocracia con sus buenos miles de muertos. Condenados al destierro, el plan pijama como dicen, que es quedarte en tu casa sin trabajar, etc. son crímenes propios de la sobrevivencia de una hegemonía, de creer que hay una parte de la sociedad que tiene derechos sobre otra parte de la sociedad Mészáros nos invita a salir de esa barbarie retomando el postulado fundamental de Marx que es la revolución social, no la revolución socialista, es una transformación radical, es decir

desde la raíz, desde abajo del poder del capital, y para transformar de raíz el problema del capital, hay que erradicarlo. Y como es un poder que no sólo es económico sino también social y cultural, porque se nos ha inoculado en nosotros, en nuestro modo de vida, en nuestro modo de relacionarnos con los demás, en la forma competitiva e individualista de construir y de vivir, mientras yo tengo, ¡los demás que me importan!, son formas de sobrevivencia del capital. Tenemos que aprender a vivir por fuera de ese capital. ¿Y cómo lo vamos a hacer?, ¿con un golpe revolucionario?, ¿con la llamada toma del poder?; ¡pues no!, lo vamos a hacer tratando de quitarnos de encima el capital tanto de forma individual como grupal en las experiencias comunitarias, sobre todo en las experiencias políticas y en las organizaciones colectivas, buscando construir formas alternativas que escapen a este cepo terrible del capital sobre nuestro modo de vida. Quiere decir que no es quitar al malo para ponerme yo que soy mejor, porque cuando el mecanismo es nefasto se termina devorando a todo el mundo y se termina imponiendo. Hay que terminar con la

sobrevivencia del mecanismo. Eso que él habla de cambiar el metabolismo social. Por lo tanto hay que construir un mundo en la horizontalidad, un mundo en comunidad, un mundo autogestionario, por supuesto que de aquí a allá nos faltan unos cuantos siglos, unos miles de años. SG- En Venezuela, en particular, es dable ver el rol ambivalente del estado durante la transición revolucionaria, positivo contribuyendo a producir cambios socio/económicos necesarios para erigir la base material, negativo cuando reemplaza la energía transformadora del pueblo. IR - Sabemos que el estado es una herramienta importante en este periodo de cambio porque no podemos salir del atraso, de la miseria, de la desigualdad si no tenemos herramientas para ello. Pero solamente eso de que el estado se va extinguiendo, no quiere decir que cada vez uno emplea menos funcionarios, quiere decir que ha preparado tanto al pueblo, que el pueblo es capaz de ir tomando en sus manos las herramientas de su dirección, de su administración, de su decisión, es decir, es simultáneo al empoderamiento colectivo. Eso es el estado, no es una medida burocrática, es ir aprendiendo a vivir una forma autogestionaria, que no me vengan a dar una solución sino asumir el desafío de crearla, de pensarla y de ejecutarla. SG - Mészáros nos propone avanzar hacia un sistema comunal, donde los individuos libres planifiquen el uso de su tiempo, donde la producción tenga como objetivo la satisfacción de las necesidades humanas, con una propiedad colectiva de los medios de producción autogestionados; pero para darle viabilidad a ese mundo nos dice que la revolución debe ser mundial. IR - Soñamos con un mundo autogestionario, soñamos con un mundo en comunidades organizadas así, pero para llegar allá necesitamos primero construir un sujeto mundial, y digo mundial no para cambiar Argentina, no para cambiar Latinoamérica, necesitamos cambiar todo el sistema mundo, y en ese caminar iremos encontrándonos con la construcción del sujeto mundial. Es un caminar histórico y ese sujeto que él bien define como un sujeto, una fuerza política y social de


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Construyendo desde abajo liberación que actúa en lo parlamentario y en lo extraparlamentario. Entonces esta división maniquea que tenemos entre movimiento social y partido, Mészáros lo resuelve de una forma muy clara, para mí, porque es el mismo pueblo organizado que tiene una visión colectiva, decide quiénes son los

cas o apostamos a los pueblos, y de acuerdo a cómo se posicione uno, esa será la perspectiva de trabajo, de educación, de militancia, en todo sentido.

SG - Para algunos teóricos ha pasado la época de los partidos, especialmente de los partidos de vanguardia. Mészáros rescata el antagonismo sistémico entre capital y trabajo, y estima que este debe articular a las organizaciones de “cuestiones únicas” como: género, ambientalistas, jóvenes, gay, etc., en un solo frente. Otros no hacen mayores distinciones y otorgan primacía a los movimientos sociales. IR - Yo no creo que los movimientos sociales sean la nueva matriz del cambio. Yo creo que son parte de la consIstván Mészáros y Hugo Chávez trucción de un sujeto colectivo, y algunos que van a resolver y para qué la cuestión son nuevos y otros no tan nuevos. La imporparlamentaria pero sin despegarse del suje- tancia de los movimientos sociales en el to, son una parte de la construcción, porque tiempo actual, no es una novedad porque si esperamos que el grupete parlamentario siempre hubo. Y siempre vamos a repetir, separado lo vaya a impulsar el cambio, esta- tratando de hacer una diagonal, a una mayomos muy equivocados. El grupete parla- ría, porque hay excepciones en la historia, mentario siempre acomoda aquello y dice: todos los tiempos tuvieron sus sujetos dis“sígueme votando a mí que con eso vamos cordantes. En el tiempo de la guerrilla había bien”. Y aquí no se trata de uno o de otro, se aquel que decía que no se puede sin las trata de un empoderamiento y de un achica- masas. Y todo el mundo le pegaba. La histomiento de este aparato de representación. Y ria es larga, eso no quiere decir que uno como históricamente ahora no nos corres- tenga razón y otro no. Hay razones que componde esa pelea, lo que tenemos que tener partían un tiempo. Cuando digo que el siglo claro es para qué queremos las instituciones XX, estoy generalizando una tendencia que y qué hacemos cuando estamos ahí. No es fue muy marcada y mayoritaria. Los movipara tener mejor sueldo, no es para vivir mientos sociales en el siglo XX, que se llamejor, sino para pensar en vivir bien, todos. maban movimientos de masa, tenían la Esto que los pueblos originarios llaman el mala suerte de no ser considerados como Buen Vivir, el Buen Convivir, para eso lo personas con cerebro propio. La verdad, si hacemos, pero eso implica poner al servicio uno lo lleva al límite era así, porque era la de la comunidad y del pueblo las herra- correa de transmisión del partido hacia la mientas institucionales y gubernamentales. masa que no estaba organizada en los moviEse es el perfil del desafío de los procesos mientos. Era una intermediación, pero que revolucionarios latinoamericanos. O se no tenía criterio propio. Por eso todas las agotan en los presidentes, o pueden conti- organizaciones políticas, todas absolutanuar, y no es que el partido es inmoral, olvi- mente, tenían su frente de masas; en todos démonos de los clichés, es un problema de los lugares donde según la constitución del una concepción estratégica de lo que queremos hacer. O apostamos a vanguardias épi-

partido era importante tener un frente de masas, todos no tenían frentes en todos los lugares, pero se trataba de tener frentes en las fábricas, frentes en las universidades, frentes en los barrios o villas, en algunos lugares frentes de mujeres con algún conflicto, porque las feministas siempre fueron un desastre, según ellos, que venían a traer contradicciones secundarias que no tienen que ver con el movimiento, etc., etc. y eso coincide con esta mirada. Si yo fuera a graficar como era la concepción del sujeto en el siglo XX haría una pirámide; claramente, las masas en la base, después pondría a los sectores intermedios y aliados, después pondríamos a las organizaciones de la clase obrera, y el campesinado siempre se ponía a un costado, no importaba si eran muchos o pocos, estaba el miedo de hacerle caso a Mao y la revolución campesina, y la revolución era proletaria independientemente de si hubiera o no obreros en el país, y los campesinos se caían del triángulo. Después estaban las representaciones obreras que es la ideología pura del proletariado, pero qué hacemos con un movimiento obrero que no tiene conciencia de la conciencia que tiene. Necesita que alguien se la cuente, y quién le contaba al obrero la conciencia que tenía y que no sabía que tenía: “la vanguardia”, los que ya sabían todo. Me acuerdo el pánico que yo tenía al hablar en una asamblea en el ‘70, porque la guerra de citas que había ahí era tremenda. No se veía la realidad de los sujetos porque cuando alguien del pueblo, lo mismo da que fuera del movimiento obrero, que fuera no organizado, no coincidía con la organización, ¿ustedes creen que se cambiaba un ápice del pensamiento del partido?, no, había una explicación que era el enajenamiento, “usted es una alienado del sistema” y todas las opiniones eran descalificadas. Así; era difícil. Entonces, qué pasa en este continente, que estaba estructurado así, América Latina, había de todo. Eran los pueblos organizados y uno dice


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Construyendo desde abajo cómo lo quisiera tener hoy, porque era un pueblo organizado, un pueblo estructurado, los estudiantes, los barrios, las amas de casa, las mujeres, el movimiento obrero, todo coordinado. Y qué vamos a contar de Córdoba que aquí no más se paraba Tosco en la avenida Vélez Sársfield y allí estábamos todos, porque yo estudiaba en la Universidad de Córdoba en esa época. Uno vivió épocas de gloria, el problema es para donde vamos. No es que no funcione, funciona, pero después nos fallaron los cuatro pilares que se paraban en el balcón. Y ese es nuestro problema que nosotros queremos que funcione siempre. Queremos cambiar el modo de vida, no el baile de un período histórico, queremos vivir con dignidad, queremos una humanidad con equidad. Y vienen las derrotas, viene en otro momento histórico la entrada del neoliberalismo brutal, derrota que decimos así pero implicó muertes, exilio, destierro, destrucción de la familia, generaciones partidas. La caída del socialismo, la destrucción del futuro que parecía no solamente seguro, que para allá iba todo, sino que además creíamos irreversible, eso era algo que ahí estaba y de repente se cae, y no sólo que se cae sino que uno ve que el pueblo soviético dijo se acabó, y se iban de compras a Alemania, entonces perfecto, se acabó. Cunde el espanto, porque uno dice, qué hemos construido, y lo primero que sale a la palestra es el sistema de enajenación. Si usted ve que a “su poder”, o sea lo que debió haber sido su poder, se lo arrebatan quiere decir que eso no era suyo. Es el poder de otro. Ellos pensaron que era lo mismo, el comunismo que tenían con McDonald´s, ahora están descubriendo que no es así, que la McDonald´s implica muchas cosas

además del “ketchup que le ponen a la salchicha”, pero esa experiencia histórica hay que hacerla. SG - A partir del golpe de estado en Brasil, 1964, se suceden en Latinoamérica una serie de golpes que conllevan dura represión y derrota de las organizaciones políticas/militares que se proponían transformar la región. Dando unos pasos más se produce el simbolismo derrotista de la caída del muro de Berlín, Cuba entra en la etapa especial procurando sobrevivir, mientras la deuda externa asfixia a países endeudados por dictaduras genocidas y entreguistas. Como diría Lenin: ¿Qué hacer? IR - Entonces, qué pasa en América Latina. Hay un desbande porque parecía que la razón universal desapareció pero el neoliberalismo que estaba entrando arrojaba a los trabajadores del campo a las calles, venían a engrosar las grandes urbes. Los primeros grandes movimientos sociales de este tiempo son los movimientos barriales, en México, Colombia, El Caribe. Sobre todo en Centroamérica, aquí estamos todavía en la égida de la época del terror. Después aniquila al movimiento obrero, atomizado, tercerizado, pauperizado, destruido. Y los partidos que eran la vanguardia del

mundo irreversible, infinito y la luz que lo iluminaba todo en catarsis catatónica, crítica en congresos interminables de decir, yo tengo la culpa, vos tenés la culpa, quién tiene la culpa. Que tire la piedra el primero que la agarró. Yo traté en un primer momento de buscar, y no lo digo como burla sino con dolor porque es parte de una práctica histórica, de una experiencia de un tiempo

que se paga con nuestras vidas. Yo buscaba este sujeto, las alternativas, primero en los congresos de la izquierda latinoamericana. Yo creo que llegué al cuarto año, me harté, y no puedo estar escuchando cuatro años exactamente las mismas cosas, y qué vas a hacer me decían: “Voy a estudiar lo que dice la gente, voy a acompañar los movimientos y voy a ir...” y así comencé un caminar por América Latina, y empecé a descubrir que los movimientos tienen algo que decir, que abandonados a su suerte por los partidos de ese tiempo, se constituyen en sujetos, o sea, dejan de preguntar qué tengo que hacer para ver cómo vamos a sobrevivir hasta mañana y pasado, ese es un movimiento reivindicativo, por eso el prejuicio político después le sigue pegando. Tienen el límite de lo reivindicativo que es lo que siempre se dijo: “No pueden trascender la conciencia, que no tienen conciencia, por lo tanto se van a quedar siempre enredados en pedir las cuatro monedas y están condenados a ser mendigos de su historia, para ser sujetos necesitan al partido”. Y comienza a haber en este continente una discusión mucho más vital en aquellos movimientos que son capaces no de dejar de ser movimientos para trascender la barrera política porque ahora somos partido, no, sino de comprender que cuanto más profundizo en la sectorialidad de mi problema, es decir que cuando más pongo de manifiesto la raíz, el origen, la genealogía de un problema sectorial, más comienzo a descubrir los nexos de mi problema sectorial con el problema del sector de a al lado y del al lado y de al lado. Y quienes los van descubriendo, los movimientos sectoriales en esta hora acerca de sus raíces, van descubriendo el nexo social de la problemática sectorial, van redescubriendo la sociedad que dijo el postmodernismo que había desaparecido, van redescubriendo la totalidad que dijo el postmodernismo que había desaparecido, que no es otra cosa que la sociedad organizada a partir de un determinado tipo de metabolismo social, en este caso regido por el capital, que pretende que estemos llenos de átomos diversos inconexos. Claro, es un cuento lindo para el poder, porque así no nos ocu-


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Construyendo desde abajo pamos de tender los puentes, entonces ocurre que la política emerge no de los partidos sino en los propios movimientos que a través de tender puentes con otros movimientos para luchar juntos por una problemática que trasciende lo sectorial y que es social, comienzan a tener una actuación política, porque tener actuación política significa discutir las condiciones de poder que a usted lo excluyen de determinados aspectos de la reproducción de su vida. Poner en discusión lo sectorial como parte de la discusión de un determinado modo de vida social, es hacer política y eso es lo que define a los movimientos como movimientos políticos sociales, por lo menos esa es la interpretación que yo doy, y no es que me iluminé una noche, o que lo soñé a Mészáros, eso yo lo aprendí trabajando muchos años con los movimientos, cómo es y dónde está entonces lo político. Había un techo, que era el paradigma, que impedía construir un sujeto plural, abierto, desde abajo en este continente. ¿Es un discurso contra los partidos? para nada. Los partidos también enfocados históricamente por ellos mismos son un sector de la sociedad, lamentablemente se suponía que los partidos eran los que garantizaban la totalidad porque los movimientos o las anteojeras sectoriales eran incapaces de ver la totalidad, pero hoy en día agarramos a cualquier movimiento latinoamericano, movimiento, no una agrupación que surgió una noche por una demanda puntual. Un movimiento que tiene una conciencia total, plena de los problemas de la sociedad en la que estamos viviendo, tal vez, no puede construir solo la herramienta para responder porque es imposible, pero tiene conciencia y tiene conciencia de la articulación con el otro. Y los partidos podrían hacer mucho por ayudar a acelerar en el sentido viejo la maduración del llamado factor subjetivo, si se transformaran en pedagogos freirianos y trabajaran con los pueblos y los movimientos en el lugar donde conviven, no para decir a la gente lo que tiene que pensar y qué tiene que hacer, sino para construir colectivamente ese saber que es cierto que el pueblo lo tiene. Pero no sabe que lo tiene en gran medida, porque le inculcan por todos los medios.

¡Compañeros el poder existe! y el poder también es una forma de saber, o de afirmar un saber y también de negar un poder, entonces acuñado por todos los medios de que es bruto, de que es pobre, porque como es bruto no sabe, no puede, es un perdedor, es un frustrado, que se muera y que se vaya de aquí. Entonces no es sólo una cuestión de saber sino que la participación y el compromiso están mediados por el saber, es decir, tener comprobado todos y todas de que aquí vamos todos juntos para un lado o para el otro. Y eso es tan importante, la confianza colectiva, porque es lo único que permite que conformemos como pueblo un escudo total para enfrentar al poder global, el pueblo como escudo, y no necesita usted nada para ese enfrentamiento porque es la conciencia plena lo que lo lleva a reproducirse un día y otro día y otro día. Y no es que el pueblo unido o establecido como escudo no tenga contradicciones, porque eso parece ser muy edulcorado, yo tengo la experiencia concreta de décadas de lo que significa el poder de un pueblo unido y de como se construye una unidad pero también sé

que un pueblo unido no es estúpido, la gente siempre va a discutir, pero tienen límites, ¿cuál es el límite? no dividirse bajo ningún concepto. Es como la Argentina al revés. Cuando ustedes no sepan como es, pensemos algo distinto, porque nosotros aquí nos peleamos hasta con nuestra imagen en el espejo: “Qué fea que soy”, no, “mentira, es el espejo maldito”, entonces rompo el vidrio. Aquí tenemos una división para todo, es lo contrario, es decir, tampoco es tan difícil pero cómo cambiamos esa cultura. Está hasta la médula porque el que no la sigue, entonces el otro es tonto, es bobo, te va a pasar esto, te va a pasar lo otro, vas a ver, y además uno lo ve como el amigo de hoy que mañana te traiciona, el compañero de trabajo, bueno pues, no queda otra; si uno tiene claridad de que ese es el mundo del capital, hay que ponerse un escudo interior y hay que decir bueno, habrá un por ciento que me traicionará, con el que no podré, es parte del caminar, el nuevo mundo no llegó porque nosotros no queramos que llegue, no porque tengamos una claridad mészáriana de cómo va a ser el mundo, hay que caminar unos cuantos miles de años, y hay que fortalecerse y prepararse, seguir a la multitud que es lo único que garantiza. El protagonismo de masas. Sabemos también que las masas sin organización son presas de cualquier dirección, por lo tanto, no renunciar a lo que sin ir a la escuela cualquier ama de casa lo tiene clarísimo: “mientras yo cocino vos tira la basura, vos limpias, vos organizas, vos planchas y el resto va a buscar a los hermanos a la escuela”. ¿Qué es eso?, un mini partido, que quiere decir en un mismo tiempo se hacen veinte tareas, si lo tiene que hacer una sola persona necesita veinte días. Entonces, en ningún momento esta-


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Construyendo desde abajo mos en un discurso contra la organización. Lo aclaro porque he ido aprendiendo en el debate que cuando hay ligerezas en esto desde abajo, que se entiende como desorganizado, como espontáneo, como ¡dale que va!, de todos modos. Esto no es dale que va, aquí no va nada si no hay un trabajo consciente pedagógico y constante, y cuando digo pedagógico me refiero en primer lugar a la pedagogía del ejemplo: Y digo cuánto tiene el Che que hacer entre nosotros, y no es para evocar palabras, a mí no me gusta estar evocando las personas porque hace rato salí del círculo religioso; de que evocar a los salmos, pero el Che tiene mucho que hacer entre nosotros, tanto en lo de la confianza. Entonces, hay que recordar que al Che lo matan porque él vuelve en un terreno que no era propicio a buscar un compañero que se había quedado rezagado, herido, incluso el compañero le dice que no vuelva, pero vuelve. Si él no vuelve y deja a este compañero, sabiendo las dificultades del rescate porque ya tenía experiencia de lucha guerrillera de muchos años, en cualquier situación cualquier persona aunque no fuera el Che, ¿ustedes creen que después pueda agarrar a otro y decir anda a esta parte o aquella otra, organizar algún tipo de experiencia de lucha? Óyeme, yo en la primer sombra me fui porque si este dejó al otro mañana me deja a mí y antes que me abandone me abandono solo, me voy. Usted para formar esa confianza en la cual la vida de uno depende de la del otro hay que demostrarla con los hechos. Entonces no hay que tener miedo de que no nos crean de que haya gente que no confíe, que se puede creer con este mundo que tenemos adelante que nos dice que luchan por la paz bombardeando y tirando guerra, a quién le va a creer que si uno mira a Walter Martines de Telesur que muestra claramente que hay escenarios de guerra en Siria o en Libia que fueron filmados en Qatar como si fuera Hollywood, entonces uno dice: “espera, esto no es así, no es sólo ver para creer”, como ya se sabe que la imagen es lo que existe, pues bien,

fabriquemos la imagen, entonces hacemos como que tenemos la existencia. Los movimientos sociales están ahí, están en esa discusión pero no hemos salido, no hemos llegado a Freire, si logramos una fusión de Mészáros con Freire… Se los digo, hacer política es despojarnos de la soberbia vanguardista, si soy capaz de concertar multitudes no para que me sigan sino para que piensen con cabeza propia y piensen el destino a dónde van a ir y dejen de ser arriadas por el mercado, ese es nuestra labor fundamental. Preguntar cómo vives tú, cómo es la vida en tu casa y por qué, y razonar. Freire. Freire con el Más allá del capital. Es la pelea de Freire de mucho tiempo, porque la educación popular, es una concepción de cómo vamos a cambiar el mundo, que coincide profundamente con la de Marx, con la de Mészáros, con la de todos los pesadores auténticamente revolucionarios, con Rosa Luxemburgo, no importa si eso no lo leyó en los libros. El primer problema que tenemos los intelectuales y que tenemos que lograr comprender es que hay un cordón umbilical, un nexo con nuestro pueblo que es lo fundamental de toda la relación. Lo balbucearemos así o así. Ya aprenderemos a hablar bien, para eso también tendremos profesores de gramática, hay que hacer de

todo, no sé como es aquí pero hay que hacer de todo, yo hasta tengo que enseñarle a leer y escribir porque desgraciadamente vienen de unas escuelas secundarias bastante precarias, entonces hasta que me canso de corregir y cuando veo que no entienden,

¿qué entiende la gente bajo a la hegemonía del capital?: el castigo, y cuando ya voy por la mitad del curso y el que no aprende a poner el acento digo el próximo ejercicio te bajo un punto por cada acento, y ¿saben qué pasa?, acentúan todo. Entonces que quiere decir que no están maduros todavía para trabajar la conciencia, porque si uno le enseña pero no baja la nota lo mismo da, y he hecho el experimento por ahí le bajo la nota, no profesora un momentito ya voy ya lo cambio, ahora mismo lo cambio. SG - Y comienzan a despuntar las propuestas, algunas vienen de un pasado que quiere ser presente, los pueblos originarios toman la palabra, los Andes se mueven. ¿Qué opinás del proceso boliviano? IR - Bolivia es incomparable con cualquier país que no sea Bolivia, no tiene nada que ver con el proceso de Venezuela ni con Argentina ni con Cuba ni con Ecuador, como ninguno de ellos tienen que ver con nada. Entonces voy a comentar algunas de las cuestiones que me proponen pero no puedo hacer análisis comparativo porque lo que tenemos en común es la determinación de los pueblos a través de los gobernantes y hasta donde se pueda caminar en conjunto, disputar el espacio de construcción de poder, de atreverse a impulsar procesos de integración en el continente y cada uno va con el burro con las heridas y con las ataduras que tiene. Usted sabe que si en el medio de la loma se baja del burro usted se cae en el barranco. Entonces el burro estará lleno de magullones pero ahí la gente sigue. Le da un poquito de agua y sigue subiendo la loma. Tal vez lo primero que sería bueno decir es que Bolivia es el proceso más radical de América Latina porque es el proceso de raíz que tiene como protagonista al sujeto indígena, es decir, los pueblos originarios de nuestra América. Es decir, la oportunidad de poner por primera vez al derecho en la historia después de cinco siglos. Es impresionante el proceso boliviano y es tan trascendente porque Bolivia es el pasado y el futuro de todo este continente. Si lo podremos hacer, puede ser que se pierda, pero no siempre la razón vence. Si la razón venciera no hubiéramos tenido 30 mil desaparecidos en la Argentina, porque se pudieron haber cometido muchos errores pero razón había, no confundirse nunca eso. No es siempre la razón la que triunfa y el error el que fracasa porque hay correlación de


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Construyendo desde abajo fuerzas y el poder existe, y lo mas importante es tener la valentía de disputar lo que usted cree en el momento que le toco vivir porque no hay otra vida en donde lo pueda hacer. Y así vamos en las generaciones hasta que hay generaciones que de tanto intentarlo lo logran, qué logran, ¿cambiar el mundo?, no, empezar a tomar las riendas para pelear este cambio del mundo. Bolivia sola no puede cambiar el mundo, pero, ¡qué impresionante es tener un indio cocalero, con todas las herejías juntas!, pero ustedes saben qué es un indio de presidente… Ustedes saben, que todo el mundo dijo que ese indio de “porquería”… Y resulta que el tipo gana la presidencia de Bolivia y se mantiene, y es tan, pero tan indio, que no habla bien el español. Pero no como los otros presidentes, que hablaban así porque tenían acento inglés, él tiene el acento porque habla aymara, y tienen los indígenas un apócope de palabras, un vocabulario que no se desarrolló como el capitalismo, que no desarrolló el mercado, quedó con palabras de su época; entonces es impresionante cuando en los diálogos hacen la traducción del pensamiento, te cuentan cinco veces lo mismo, y hay que tener paciencia de comprende que está pensando en otra lengua, si nosotros quisiéramos hablar en aymara, qué papelón haríamos, yo no sé si ustedes saben alguna palabra pero yo no, y eso les cae mal a los chetos, les cae de espanto, porque allá también hay chetos. Están como en Santa Cruz, pero ahí están diseminados en todos lados. Y la otra fuerza de raíz muy grande que tiene Bolivia es que lo comunitario no lo tienen que pensar desde ningún libro porque han vivido en comunidades y siguen viviendo en comunidades. Nosotros podemos ir a tomar clases de comunidad en Bolivia. Ellos no tienen nada que aprender de eso. Ellos saben como es. El problema es cómo hacer para discutir, porque tampoco se trata de que todo el mundo viva como la comunidad aymara porque ellos mismos han reconocido que hay 36 nacionalidades en Bolivia, por decir, porque ellos dicen que es un número porque no se puede contar realmente, pero han reconocido 36 ¿y nosotros vamos a reconocer esas 36? Son también formas comunitarias diferentes, entonces no se trata de aymanizar ni de quechulizar sino de encontrar el ámbito para que florezca… ellos fundan conjuntamente el estado plurinacional, con fuerza en las comunidades, en los ayllus, que son las par-

celas más pequeñas de las comunidades campesinas indígenas pero tenemos que saber que una cosa es escribir aquí que así va a ser el país y otra cosa es que el país aprenda a vivir de esa manera porque hay ciudades que existieron en los 500 años y tiene que haber un proceso de aprender la convivencia de lo comunitario pero tienen una gran ventaja porque tienen la cultura comunitaria. Y la cultura comunitaria es un modo de vida que se reproduce sin la mediación del salario, porque es trabajo colectivo que no se paga, porque el producto se redistribuye, vean que diferencia abismal con el mercado; la propiedad es común, no es que cuando se muera mi papá me dan un pedacito, la vida de toda la gente que vive en la comunidad esta en la comunidad por eso para ellos el territorio donde habitan es fundamental. No es un pedazo de tierra, no es que te mudas para aquí o que te pongo allá, porque es el hábitat, es la soberanía de un modo de vida construido en un espacio, en una tierra, con una cosmovisión, todo junto y por lo tanto como no está mediado por el salario ni por el mercado ni por la propiedad individual, los cargos son rotativos, hay consulta permanente. Yo he estado haciendo entrevistas para ver cómo hacer esta cosa de la organización de las autonomías porque es un dolor de cabeza, porque hay que organizar el estado plurinacional. Imagínese Villa María le quiere prender fuego a Oncativo, porque le cae mal los oncativenses, porque ya me tienen podrido y yo lo que digo es que hay que prenderle fuego y como somos autogestionarios y autónomos le vamos a echar candela para allá y resulta que los otros dicen lo mismo que ustedes, bueno de alguna forma hay que organizar esto porque sino se prende fuego todo el país. Y a cada rato usted ve que no sé qué comunidad se la agarra con la otra por un problema limítrofe, es decir, no estoy diciendo pavadas porque hay cuestiones que no están zanjadas y hay que ver cómo se organiza un estado plurinacional, tienen muchas ventajas pero hay que articularlas porque hasta ahora vivieron en guetos, el capitalismo no articuló una comunidad con la otra, las mantuvo en forma de guetos. El desafío de Bolivia es construir el estado plurinacional y tenemos la ventaja de que ellos lo están haciendo y nosotros vamos a aprender de ello. No los vamos a

poder copiar, porque aquí no se comparte ni una miga de pan, si él está comiendo y yo la quiero, le corto el dedo con el hacha, yo no lo voy a hacer pero esa es la forma, porque esto es mío y no te metas, entonces ellos tienen la ventaja de tener una

base cultural colectivista, comunitarista muy fuerte. Lo otro que quiero decir es que en esta experiencia yo me reúno con un alcalde. Uno de los Ponchos Rojos de la zona límite, el grupo fuerte de Evo, de los Tupac Catari y le pregunto por aquellas alcaldías, yo les digo a ustedes a veces se me paran los pelos de ver como se puede, la fuerza que da desde tanta opresión, desde tanta humillación, segregación, aislamiento, aplastamiento y muerte encontrarse con aquellos seres humanos que han sido capaces de levantarse y decir ahora yo soy el alcalde esta comunidad. Es impresionante, ya no necesito leer más libros, porque después de ver aquello tengo pilas para cinco siglos. Y no entiendo que venga alguien con todas las herramientas humanas y diga esto es muy difícil, yo le digo salí, vos lo que sos es un débil, rajá, porque la fuerza que hay que tener. Entonces le pregunto: ¿y cómo tú haces para cumplir con las consultas? y me dice que no tiene


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Construyendo desde abajo ningún problema, porque en otras comunidades tú le preguntas y te dice: “es un problema, tenemos un equipo asesor, tenemos que hacer la convocatorio y bueno es muy difícil”, entonces él me dice: “pero yo no tengo problemas porque desde que

nací todos los domingos se juntan todos los consejeros del pueblo en la plaza y discutimos todo, y yo no hago nada en esta alcaldía que no haya sido discutido en la plaza el domingo. Y discuto lo que vamos a hacer y acordamos todo y además informo de lo que hice. Es decir tengo rendición de cuentas y tomo decisiones colectivas”. Es decir que esa alcaldía funciona de maravillas porque si se equivocan, porque también se equivocan, pero se equivocaron todos, ahí no es que la gente va a decir, este alcalde no me sirve; sino no sirve lo rajan y si sirve también lo rajan, ¿por qué? Porque es rotativo. Que es parte también de la cultura indígena, todos tienen que aprender aquí no hay dueños del poder. Son broncas que ellos tienen en el proceso, esos son por los puntos de vista de su cultura y sus prácticas, un blanco con la cultura urbana del capital le dice, si vas a ser reelegido tres veces o cinco, le gustará más o menos pero lo entiende, lo único que pregunta es si la constitución te avala, no tiene el concepto cultural de la rotación, se preocupa por lo jurídico, tonto estúpido que cuantas veces te avala. Eso es otra cosa, ahí lo jurídico no aparece, primero, porque han vivido siglos sin jurisprudencia que los ampare, cuando entraba lo jurídico era sólo

para matarlos entonces se manejan en lo consensual colectivo, es la norma cultural transmitida oralmente que todo el mundo sabe como es, y es bravo eh… la verdad que mejor está nuestra jurisprudencia (risas). Les cuento que una vez en Cochabamba, recién llegada a un acto pregunto: ¿y este auto quemado acá? Ah… me dicen, “una infidelidad, y los metimos adentro y los prendimos fuego a los dos” y digo yo, ¡no espérate, que no quiero estar yo aquí!, porque errar es humano, imagínate tú que te agarra la comunidad y les prende fuego y se ponen a mirar todos como se queman. Y de ahí no sale, y los muñecos colgados en los palos de la luz... Y digo “¿eso qué cosa es?”; y me aclaran que allí al ladrón se lo cuelga del poste. Cosa que es parte del caminar, en oportunidad se pondrán los tribunales, pero eso es caminar, es una maduración del sujeto de ir aprendiendo, y que es lo que aprendieron y por eso ganó Evo, que tienen que trabajar colectivamente, así surgió el MAS, de la unión de los cocaleros, de las mujeres campesinas, de los colonos (los que no tienen tierras, es al revés), los ayllus, forman el MAS, una maravilla, gana las elecciones, y cuando ganan la maravilla cambió, porque nosotros nos unimos para esto, y ahora vamos a ver qué pasa, y qué ocurre en los procesos históricos y que yo quiero aprender que es importante del proceso de Bolivia: que usted trasciende lo sectorial en un momento, cuando ve que la totalidad casi la palpa y ve que puede disputar esa totalidad que es la lucha por el gobierno pero consigue el gobierno y usted sigue estando en su sector. Es decir que si usted que quería el papel higiénico o que quería un buzo para el sindicato, para el sector, para llevar al enfermo al barrio, deja la lucha sectorial, no la deja, se olvida, después resulta que están las tareas del gobierno y no le resuelven el buzo porque están muy ocupados y porque no hay presupuesto, y lo sectorial emerge

con fuerza y en esto hay un pensador muy importante para América Latina que es Rene Zabaleta Mercado que estudia el proceso de las crisis bolivianas, él dice claramente que la subjetividad es cambiante también según las condiciones históricas. ¿Y qué quiere decir esto para nosotros como sujetos y para Mészáros? quiere decir que el sujeto adopta una madurez, se articula y crece y tiene propuestas, pero cuando logra esta convergencia ese ámbito esa dimensión de articulación de contradicciones, de convergencias, se abre, es como que salgan disparando las flechas para todos lados y se reconstituye de una forma diferente. ¿Y cuál es la labor política?: la misma que antes, la articulación de los sectores para construir una totalidad, una proyección política común que es la tarea política por excelencia, cuando eso no ocurre tenemos la peleas sectoriales, como ocurre la de la COP, la de los limítrofes, la de la amazonía (la del Tipnis). Esas son luchas sectoriales que está bien que ocurran, pero que hay

que atender, porque no es que el sujeto se formó de una vez y para siempre. El sujeto es histórico, no en el sentido que es para toda la historia, sino que está anudado en su constitución y en su desarrollo a los procesos históricos concretos en los que interviene. Todo eso es parte del camino, hay una responsabilidad y por eso el instrumento político es tan fundamental, hay que ver permanentemente como reconstituir la subjetividad que es la forma de reconstruir el sujeto colectivo. Dejado a la espontaneidad ese sujeto colectivo tan genial que protagoniza la revolución boliviana puede desarticularse, es una construcción permanente y


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Construyendo desde abajo con formas distintas. La institucionalización, yo no me aferro mucho a lo institucionalizado, no estoy en contra, pero puede ser que transforma en permanentes instancias de articulación que son, casi todas, de las coyunturas, que son buenas, y nosotros entendemos, tal vez cambiamos la comprensión de la institución como algo cerrado. Si nosotros vemos la institucionalidad como un reconocimiento de estos procesos y estas organizaciones, pero con posibilidad de transformarse a sí misma, esta bien, pero si van a anquilosar y pensar que ahora son cinco los movimientos que dirigen y esos cinco son la vanguardia, ¿qué pasa con los que nacen? Ya le robaron la historia, porque ya de aquí a los próximos diez mil años está todo tomado, así no se puede. Porque además hacemos la revolución para que todo el mundo sea sujeto. Tiene que haber apertura para la incorporación de nuevos movimientos. SG - Venezuela tiene un mayor desarrollo capitalista, está enclavado en El Caribe, la habitan pueblos originarios, es de una mayor mixtura, digamos. Tiene una historia fuerte y presente, de gestas libertarias, de caudillos federales y luchas populares derrotadas pero no vencidas. Pobreza en los cerros y riqueza petrolera que se comienza a sembrar procurando dar trabajo y dignidad. IR - Venezuela es un proceso diferente porque la fuerza de la revolución bolivariana parte de la dignidad de un grupo de organizaciones que se decide, en este sentido bastante vanguardista, pero relativamente porque no optan, tiene su spich vanguardista en el intento de golpe, resolverlo por la vía del golpe, parece que aprenden la lección y optan por la vía de la revolución en transición de gobiernos democráticos para apostar a la construcción del sujeto. Chávez hablaba al principio de una especie de tercer camino, yo no sé si ustedes se acuerdan que uno lo miraba y decía de qué está hablando, pero los que teníamos conversación con él en ese tiempo sabíamos que no era la tercera vía de Tony Blair, que era una forma de él de buscar lo nuevo a tal

punto que termina llamándolo después socialismo del siglo XXI; es muy interesante la evolución del pensamiento de Chávez en el proceso revolucionario porque él mismo lo contó un día que tenía ganas de hacer catarsis, y empezó a contar todo esto que él antes no veía ni entendía, hasta comprender que la razón de ser de un gobierno que quiere ser revolucionario es la constitución del sujeto, porque sin sujeto no hay revolución. Tiene conciencia clara de que no es él y los militares ni los tres partidos, sino que utilizó al gobierno como herramienta para avanzar en la construcción del sujeto. El gobierno para avanzar en la construcción del sujeto, en primer lugar tiene que alfabetizar. Alguien cree que la tarea política es dar un ministerio, no, dame una tiza, dame un papel, ojalá una pizarra electrónica como tienen ustedes, pero yo todavía estoy en la modestia freiriana dame un papelógrafo y vamos a comenzar por leer y escribir. Mal puede alguien ser un sujeto si no puede siquiera leer un papel y firmar, entonces esa gran batalla que Chávez da a través de las misiones; claro, en la tarea política él tiene un período histórico que piensa que lo va a hacer él en diálogo con el

pueblo, es un periodo fuerte en que uno ve a Chávez ¿y la organización? Porque en los Aló presidente era: “presidente, mi hija no tiene una casa”, o “necesito la pintura”, bueno hasta que esa no era la cosa. Entonces comienza por dos cuestiones fundamentales. Siempre había apostado desde el primer momento a cambiar la organización sindical, que era muy corrupta, eran nombrados los dirigentes por la patronal, pagados por la patronal, eso no era sindicato realmente, la central obrera. Trata de construir la central obrera e impulsa los procesos, pero hay un movimiento obrero que no es el argentino, no tiene conciencia de organización y de lucha, es el mismo movimiento que está acostumbrado a que lo dirija el tipo que esta nombrado por la patronal. La cultura como forma de reproducción de la vida diaria existe y Venezuela no escapa de eso, abrió la puerta y le dice ahora tú vas a ser el líder sindical, y ¿qué significa ser líder sindical?: “dame el cheque”. Pero si es lo único que aprendió, para que aprenda a ser otra cosa tiene que vivir de una forma diferente. Entonces está en ese proceso de construcción del movimiento sindical bolivariano. En los barrios le ha ido más rápido porque hay millones de pobres excluidos sobre los cuales impactan las misiones bolivarianas directas: la salud, la educación, la vivienda, el trabajo, las mujeres con los créditos para el desarrollo, impacta directo. Por eso el sector más dinámico dentro de la construcción del sujeto en Venezuela es el sujeto barrial y uno dice: ¿por qué no el movimiento sindical? Puede ser que dentro de cincuenta años


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Construyendo desde abajo sea una vanguardia pero por ahora están los barrios y no es casual que por esta maduración se avance a los concejos comunales, como una base fundamental de la construcción del poder. ¿Se va a quedar ahí?, no, es una parte fundamental porque usted disputa el poder y lo ejerce a nivel de los territorios, por ahí hay algunos críticos que dicen que son clientes del gobierno porque le piden plata, pero ven acá, y a quiénes les van a pedir plata, sí al gobierno, cuando usted presenta un presupuesto ¿a quién se lo va a pedir? ¿a quien usted paga los impuestos?, al gobierno, en fin; lo digo porque la gente dice que son todas prácticas clientelares tratando de minimizar la experiencia. Ahí hay una apuesta muy importante a la construcción del futuro en los concejos comunales y en la construcción de la herramienta política partidaria que es el PSUV, ahí es un proceso de amalgamiento muy importante que lo están construyendo. Por eso yo creo que por esta cuestión del sujeto y de los concejos comunales, que él intentó incluso en las fabricas con control obrero -aunque hay mucha debilidad todavía en el movimiento obrero- es lo que lo enamora de Mészáros. Y piensa que allí encuentra el alimento filosófico y conceptual para sostener ese proceso, porque es un proceso de creación y no lo está copiando, no puede copiar a Bolivia. ¿Ustedes creen que nosotros podemos copiar a Bolivia?, ¿a dónde está la comunidad?, sí en los pueblos originarios marginados, pero yo de imaginarme que puedo organizar a Buenos Aires comunitariamente... . Sí la puedo organizar, yo sé que sí, pero hay que trabajar bastante. Será una comunidad distinta, porque comunidades urbanas hay, Cuba está organizada con comunidades urbanas pero hay que remar porque sobe todo eso no se puede decretar, es un gran trabajo de educación política e ideológica y los sujetos voluntariamente con conciencia tienen que querer decir “a ver sí vamos y le metemos y podemos vivir de otra manera” pero si la gente no quiere cuando salgas de la reunión van a

Paulo Freire

abrir la ventana y te van a tirar aceite hirviendo como hicieron con los ingleses, no se puede imponer el cambio de un modo de vida, tenemos que crearlo, y los argentinos vamos a andar muy bien en nuestra historia cuando creamos en lo argentino, que tiene que ser con faldita, con fernet, en otra ciudad será con el chivo, ahí no iré yo para el sur porque no me gustan las ovejas. SG - ¿Cómo sería la pedagogía Freire para pensar lo político? Se lo tildaba de romántico, idealista, y cómo es esa pedagogía en la construcción de horizontalidad, un pueblo organizandose a sí mismo, vinculado a la autoeducación de los iguales de Mészáros. ¿Cómo actúa el PSUV en esa construcción y cómo funcionan los Consejos Comunales? IR - El PSUV es un partido y los consejos comunales son consejos territoriales. Son dos cosas distintas, lo cual no quita que muchos de los consejos sean militantes del partido y que muchos del partido sean miembros del consejo. Son herramientas para la construcción de un mismo poder, pero diferentes, y faltan muchísimas otras herramientas que ya Venezuela irá descubriendo. Porque es un proceso de maduración y de decir necesito esto y aquello, no alcanza con esas dos, porque los jóvenes van a decir, ¿y nosotros? Y vienen las mujeres, ¿y yo? y vienen los niños, y después los

viejos, nosotros también, y los indios, acá estamos, y viene el mestizo, y yo también. Es un quilombo que los sujetos irán ordenando y cuando más maduración tienen de conciencia, de crecimiento, más demanda va a haber. A veces se tiene la tendencia contraria de creer que las cosas están bien cuando hay silencio, ¡no!, cuando hay silencio hay muerte, el sepulcro, las cosas están bien cuando hay quilombo, porque es cuando hay conciencia de derecho y se demanda. Por eso en los períodos democráticos es cuando más lucha hay, qué va a luchar usted en dictadura si te pegan un tiro en la cabeza, pero no es que hay orden, claro el orden que le gusta al poder, es el orden de la paz del sepulcro, por eso para tener paz, matan. Freire, yo estaba pensando si fue atacado por romántico. Freire fue atacado por revisionista, por anti marxista, la verdad que nadie lo consideró un idealista. Estaba atacado de todo porque la herejía grande del pensamiento Freire es que dice que el pueblo tiene un saber, y lo que hay que disputar es el poder o el saber como poder para hacer emerger ese saber colectivo, y que no había que ir a decirle a la gente lo que tenía que pensar sino construir el pensamiento de la gente en conceptos y que tomaran conciencia de que tenían ese pensamiento. La labor del docente, del pedagogo, del político, es construir esa conciencia, una modalidad taller para graficarlo de alguna forma, y el emergente de esa construcción colectiva no es ni de los presentes ni de los docentes, es decir ni del cuadro político ni de la población ni de la militancia, pertenece a ese colectivo, una construcción colectiva de saberes de poder en simultáneo. Porque si yo no voy tomando conciencia de mi poder no tomo conciencia de mi saber y viceversa, y eso en un mundo donde la lucha furibunda de los partidos de izquierda en América Latina en dictadura que entendían que concientizar era catequizar, es decir, la línea era la del congreso y yo tenía que venir, y porque además te mataban por hacer eso, ibas a un barrio con mate cocido, te morías de hambre y le leías a la gente los estatutos y les decías que entonces que te sigan, que el partido, que mañana a las cinco, porque el poder, y entonces venía la felicidad para todos, y después venìa otro que decía eso que hace él no sirve porque… entonces había un encuentro de choque de locomotoras porque son dos concepciones


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Construyendo desde abajo diferentes, y no se entendió que la concepción de Freire, por una anteojera cultural muy grande, que la revolución de Freire era profundamente revolucionaria, profundamente marxista, y yo alguna vez para tratar de explicar aquello hasta me puse a trabajar con los textos de La Ideología Alemana y digo, Marx dijo -fue muy usada la frase- de que las ideas se transforman en fuerza material cuando son tomadas por la actividad de la masas y en la actividad de las masas se materializa. Entonces por eso todo lo real es racional, quiere decir que todo lo racional es algún día real por lo tanto yo me planteo el socialismo, escribo mis estatutos, esa es una concepción muy vigente todavía y después tengo que llenarla de gente porque ya está la verdad, ya lo esclarecimos, para eso estuvo el congreso del partido, ya está claro, estuvimos dos años discutiendo, que vas a venir vos que apenas sabes leer y escribir a discutirme, a pretender enseñarme alguna cosa, cállate y escucha. Y si el congreso del partido se hubiera podido meter en una cápsula, seguro que eran tres por días porque así llegaban más rápido. Pero resulta que si nosotros leemos a Marx integralmente, porque él no fue solamente la lógica de Hegel al revés, era otra lógica, y esto quiere decir que era una lógica abierta, que tiene dimensiones múltiples de lectura. Quiere decir que si las masas materializan ideas en sus prácticas no digo de quien eran las ideas porque son las ideas de la vanguardia, yo lo miro desde Freire y digo que hay que materializar sus ideas propias. Ese fue mi principio con el cual escribí todos mis libros y trabajé y sistematicé y descubrí todo el conocimiento de los movimientos latinoamericanos. Materializan ideas en las prácticas, por lo tanto ideas propias, y como en las prácticas es un acto de creación no son ideas preconcebidas, son ideas que se van creando de modo práctico y entonces el educador popular en tanto político, en tanto constructor de un saber colectivo, tiene que trabajar para hacer emerger ese saber contenido en las prácticas. Es una forma muy diferente de relacionarse con el sujeto haciéndole tomar conciencia de que es sujeto que es creador, que tiene un saber,

que tiene conciencia y que no es solamente un seguidor, un plasmador práctico de las ideas que le vienen de la vanguardia. Y ese es el cuadro que nosotros necesitamos hoy, el cuadro que construye, que es parte de ese movimiento llamado o interpretado como intelectual orgánico, pero no porque es de la horda sino intelectual orgánico porque tra-

baja como parte de un sujeto colectivo y apoya la construcción junto con ese sujeto. Eso es lo fundamental del pensamiento de Freire, es una concepción política, es una concepción del poder y es una concepción de la revolución. Pueblos concientes diseñarán y harán la revolución y sabrán sostenerla, profundizarla y revolucionarla en

forma permanente, por eso cuando hablo del cuadro político hoy yo lo defino como el anti cuadro, porque tiene que hacer algo muy diferente al llamado cuadro revolucionario, alejarse de la catequesis y transformarse en uno más de un colectivo pero no uno más que se queda quieto, porque Freire mismo años después escribió, como buscando las debilidades de la interpretación de la educación popular, que era bueno, en vez de ser un organizador colectivo, que el educador popular pueda ser un desorganizador. Si ustedes entran a un aula y les dicen: ¿ustedes a qué vinieron?, ¿qué quieren?, ¿qué les parece que hagamos?, ustedes dicen, “no pero nosotros vinimos porque nos dijeron que veníamos a escuchar a Isabel”, e Isabel dice: “no sé, yo vine aquí pero no sé, no sé qué hacer”, ¡eso es un desastre!. Cuando ustedes llegan a un lugar y dicen no sé nada la gente se espanta porque está acostumbrada a que le digan qué hacer; lo que tiene que empezar es decir es lo primero que hay que hacer, es ponernos de acuerdo entre todos a ver qué vamos a hacer, pero usted tiene que tener la propuesta sino se transforma en un ente absolutamente negativo, inoperante. Yo tuve la suerte de haber estado en la Universidad de Córdoba en el Taller Total y nos enseñaban arquitectura y nos enseñaban educación popular pero no me acuerdo haber dado ningún curso de educación popular, “era este texto este texto y vete para el barrio y mira a ver como tú haces y después ven y argumenta”. Lo otro que no me gusta, no estoy en contra de que se hable, pero hay que teorizar, hay que pensar a Freire pero si no lo transforman en práctica pueden hacer tomos y tomos de educación popular y ser unos soberbios más, lo fundamental de la educación popular es llevarlo a la práctica.


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Construyendo desde abajo István Mészáros dixit* “Limitar un cambio educacional radical a los márgenes correctivos mezquinos del capital significa abandonar por completo, conscientemente o no, el objetivo de una transformación social cualitativa. Del mismo modo, sin embargo, buscar márgenes de reforma sistémica en la propia estructura del capital es una contradicción en sí misma. Por eso es necesario romper con la lógica del capital si queremos considerar la posibilidad de crear una alternativa educacional significativamente diferente”.

(y deja en claro el significado del término)- no podría ser mayor. Los requisitos para un desarrollo viable desde el punto de vista histórico, en el espíritu de los principios orientadores esenciales de la transformación socialista, se vuelven reales mediante la contribución activa de la educación. Sin ella, estos requisitos no podrían cumplir con la función social necesaria”.

“Las tentaciones contraproducentes en última instancia, del vanguardismo elitista no se originaron en los últimos tiempos sino que ya existían mucho antes de la época de “La educación Marx. Eso se apliinstitucionalizaca no sólo a la da, especialmente actitud de pasar en los últimos por alto el inteaños, sirvió rrogante de –como un todo- al “cómo educar a propósito, no sólo los educadores” de proveer los –que supone una conocimientos y especie de “dereel personal nececho de nacimiensario para la to” o superiorimáquina producdad ex officio de tiva del capital en los autoproclaexpansión, sino mados “educatambién para dores”-, sino de generar y transmanera más genemitir un marco de ral a la toma de valores que legitidecisiones, una ma los intereses cuestión fundadominantes, como si no pudiese haber ninguna alter- mental de las que las masas están excluidas”. nativa a la gestión de la sociedad, ya sea de forma “internalizada” (es decir, por los individuos debidamente “… las ideas de universalizar el trabajo y la educación “educados” y aceptados) o a través de una dominación como un todo indisociable es muy antigua en nuestra estructural y una subordinación jerárquica e impla- historia. Resulta significativo por lo tanto, que esta cablemente impuesta. La propia historia tuvo que ser idea haya sobrevivido, apenas, como una idea bastantotalmente adulterada, y de hecho frecuente y grose- te frustrada, dado que su realización presupone neceramente falsificada para este propósito”. sariamente la igualdad sustantiva de todos los seres humanos”. “… la importancia de la educación socialista en tanto desarrollo continuo de la conciencia socialista –en el *”La educación más allá del capital” sentido vital del concepto de reciprocidad, que define a los individuos particualres como individuos sociales


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La Canción del Lunerito

Ali Primera*

Alí Primera

Yo siento el amor más dulce cuando nace por un niño y el más hermoso cariño se cobija en sus manitas no hay como sentir un beso oloroso a golosina es como llenar de impulsos el combate por la vida y es mecer en un columpio, entre el bullicio y las risas las palabras inventadas en sueños y fantasías el amor no tiene edad, es adiós y es bienvenida. El amor se fue, el amor vendrá el amor iui, el amor iui, el amor iua. La vida que siempre enseña, me ha permitido inventar un sencillo trabalenguas de la más bonita escuela que yo les quiero cantar un niño a quien dan cariño sentirá amor por los niños cuando la vida le crezca es un círculo vital, es la rosa de los vientos y es el más hermoso cuento que yo les quiero contar.

Dicen que la luna tuvo un hijo con un lucero pero la luna viajaba y el lucero era viajero y el Lunerito vivía sin la calidez de un beso pero sucedió que un día le dijo su amigo el viento “móntate en un volantín y desciende hasta los hombres que arriba hay mucho silencio”. Y así llegó el Lunerito a ser el más lindo amigo de los hijos de mi pueblo y si ustedes miran bien, notarán que allá en el cielo hay un lucerito menos busquen en todos los niños y verán que ellos lo llevan escondidito en el pecho y así llegó el Lunerito a ser el más lindo amigo de los hijos de mi pueblo.

El amor se fue, el amor vendrá el amor iui, el amor iui, el amor iua.

*Alí Primera (1941-1985). Cantautor y revolucionario venezolano nació en Coro: “Ciudad de los vientos”, la misma en la que hace más de doscientos años Miranda izara el pabellón y enunciara su encendida proclama. “Su canto se nutre de su pueblo” dijo alguna vez sobre él Mercedes Sosa. Alí, hoy patrimonio de los humildes de todo Latinoamérica, nos sigue conmoviendo con arrullos tan dulces como La canción del Lunerito, estrofas esperanzadas como La canción mansa para un pueblo bravo, denunciando la pobreza y el sufrimiento en la letra de Las casas de cartón, o aleccionándonos con su canto en Los que mueren por la vida. Tan solo él que alguna vez silabeo un Yo no se filosofar nos enseñó que en su tierra “la luna es tan bella que los gallos despiertan para cantarle a ella”.


Programa de Voluntariado

ISSN: 1669-0133 ISSN:1851-2976 (en lĂ­nea)

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