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EXPERIENCIAS DE TRABAJO CON ALUMNOS AUTISTAS CASOS DE LA ZONA 17 FEDERAL
EXPERIENCIAS DE TRABAJO CON ALUMNOS AUTISTAS
Casos de la zona 17 federal E l Trastorno del Espectro Autista (TEA) es un trastorno neurobiológico del desarrollo, no distingue entre características socioeconómicas, ni de salud. Este espectro de trastornos es caracterizados por un grave déficit del desarrollo, afectando a la socialización, a la planificación y a la reciprocidad emocional, provoca conductas repetitivas o inusuales, en la mayoría de los casos, la capacidad cognitiva, por su parte, puede ser sobresaliente o bien presentar capacidad intelectual baja, esto en relación a su coeficiente intelectual y capacidad de comunicación verbal.
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El término TEA fue empleado por primera vez por Lorna Wing, quien en 1988 expuso que las personas situadas en el espectro son aquellas que presentan: • Trastorno en las capacidades de reconocimiento social. • Trastorno en las capacidades de comunicación social. • Patrones repetitivos de actividad, tendencia a la rutina y dificultades en imaginación social. “Ser autista no me hace menos humano. Simplemente me hace ser quien soy, igual que tú eres tú” Tina J. Richardson
EXPERIENCIA USAER TAMAZULA 1
Nombre del alumno:
Di Matteo Escuela:
Lázaro Cárdenas del Río Grado: 2º Responsables de la experiencia:
Lic. Delia Azucena Meza, maestra de apoyo; Lic. María Guadalupe Barrera, psicóloga; Yalila Sánchez, maestra de comunicación
El alumno está a cargo de la maestra María de la Cruz Maldonado, quien ha sido responsable del grupo desde el primer grado. Cabe destacar que el menor cursó preescolar y fue atendido en el CAM Agustín Yáñez, donde desarrolló conocimientos como: colores básicos, armando rompecabezas, mencionar los números del 1 al 10, entre otras cosas.
Cuando ingresó a primaria se le dificultaba la interacción, socialización y comunicación con otras personas, lo que le propiciaba estrés, llanto, temor, etc. Así mismo mostraba interés por los dinosaurios, lo que generaba inflexibilidad al momento de sugerir cambios o inducir actividades diferentes a su interés, a su vez, emitía sonidos disruptivos y rabietas cuando le disgustaba algo de un compañero, así como la presencia de ecolalias constantes, realizaba movimientos repetitivos, y en sus momentos críticos o que implicaban contacto social, recurría a esconderse debajo de la mesa, le molestaba que la puerta del salón estuviera cerrada y mantenía una clara distancia con sus compañeros, procuraba sentarse solo.
Desarrollamos un plan a partir de los ajustes razonables, sugeridos por la maestra de apoyo para su aplicación en grupo por maestra titular, acompañados de sugerencias de trabajo e intervenciones individuales y grupales por parte de equipo de apoyo. Sin embargo como equipo de USAER nos hemos enfrentado a retos como concientizar a la
comunidad escolar pero dichosamente el trabajo colaborativo de los docentes marca la diferencia para que Di Matteo sea incluido y muy querido dentro de la escuela. Así mismo, hemos vivido emociones como: incertidumbre o inquietud asociado al desconocimiento sobre el TEA, específicamente sobre las metodologías de enseñanza y las formas de relacionarse con el alumno; frustración por la percepción de fracaso en la aplicación de técnicas o diseño de enseñanza para el alumno con autismo; tristeza al reflexionar sobre las dificultades que tanto el niño con TEA como su familia deben enfrentar, como la discriminación, la posible necesidad de ingerir psicofármacos, la aceptación por parte de los padres de la condición del niño y las dificultades para adaptarse al contexto escolar para lograr los aprendizajes; alegría al ver el esfuerzo, los avances y logros obtenidos con el alumno con TEA, que pueden estar relacionados con aprendizajes escolares y con habilidades personales, así como los avances en la integración con pares y en la comunicación social.
Actualmente Di Matteo logra escribir su nombre, participa en eventos dentro y fuera del aula o la institución. Muestra interés por cuentos y películas, se interesa por socializar, es capaz de identificar emociones propias y de los demás, así como de expresarlas de manera oral y plasmarlas a través de su habilidad para manipular y moldear con materiales como la plastilina y objetos que le permitan el contacto sensorial, encontrándose en proceso de adquisición de escritura, mismo que se trabaja actualmente vinculado a sus intereses y formas de aprendizaje.
Indudablemente el apoyo de los padres de familia es de vital importancia. En este sentido la familia, en especial la madre, nos mantiene informados de visitas médicas y recomendaciones por parte de los especialistas, haciendo así crecer la EXPERIENCIA USAER PIHUAMO
eficacia de la intervención multidisciplinaria pues el establecer esa coordinación y mantener una comunicación asertiva propicia un seguimiento del desarrollo del alumno.
A manera de conclusión como equipo nos compete invertirle a la concientización hacia todos los contextos del alumno, orientando así a cada uno en las características y procesos que vive, situaciones que en el caso de los familiares cercanos y principales personas con quien el menor interactúa, pudiera resultarles complejo o incluso pudiera comprometerse su estabilidad emocional en el manejo del duelo por la pérdida del hijo, familiar o alumno socialmente esperado, mismo que nos pondrá en infinidad de retos, por tanto el acompañamiento psicológico será de vital importancia para el afrontamiento e intervención positiva, reto actual en caso de Di Mateo.
Nombre del alumno:
Hugo Escuela:
Vicente Guerrero Grado: 4º Responsables de la experiencia:
Lic. Ana Elena Najar Mejía, maestra de apoyo
El alumno tiene un desarrollo madurativo de 3 años 8 meses, sus periodos de atención son de 4 a 5 minutos, presenta poca motricidad fina y gruesa, notándose la falta de estimulación así como en la parte comunicativa pues lo hace con sonidos guturales diciendo “ma”, i para sí, y “no”, no es independiente en muchas cosas básicas. A partir de la observación se destaca que las actividades deben ser modeladas y diversificadas siempre utilizando material novedoso que abone a los aprendizajes esperados del grado.
Inicialmente el reto mayor era tener un diagnóstico exacto del trastorno que presentaba el alumno, pues desde que inicia en las escuelas de educación especial se le trata como niño con TDA, otro de los retos fue que el alumno se mantuviera la jornada escolar en el salón de clases, que la maestra de grupo conociera cómo trabajar con él haciendo las adecuaciones y ajustes correspondientes y que la madre de familia lograra comprender el hecho de dejarlo ser más independiente involucrándola en las actividades pero con el sentido de estimular los aspectos integrales del alumno.
Por todo lo anterior, la incertidumbre por dar respuesta a las necesidades de Hugo, fue un mayor reto en lo personal, principalmente porque sólo había trabajado una vez con un niño con estas características, en el municipio de Ayotlán, quien en su mo
mento me enseñó más cosas de las que yo le pude mostrar, así que con Hugo me di a la tarea de investigar, retomar apuntes, tomar en cuenta las experiencias de los compañeros que ya habían trabajado con él en ciclos anteriores, quienes muy amablemente no me dejaron sola y compartieron lo que les funcionó, busqué estrategias, me documenté en el tema del autismo y seleccioné lo que se podía trabajar, abonándole experiencia de trabajo propio tomando un compromiso profesional.
En el desarrollo de habilidades en el área de lenguaje y comunicación, su necesidad era: aprender a conversar. Dentro de las actividades que se plantearon fueron principalmente para que se comunicara de acuerdo a sus capacidades y observar en cada sesión lo que requería comunicar, con preguntas directas y cerradas cuya respuesta implicara un sí y/o un no para mantener una comunicación. En el área social, sus necesidades eran: seguimiento de instrucciones, colaboración, flexibilidad cognitiva, juego social, iniciar y terminar una misma actividad. Principalmente ha implicado conocerlo a partir de sus conductas dentro del salón lo que percibe la maestra de grupo y la experiencia de atención de la madre de familia así como generar la empatía con el mismo alumno para que se motive y trabaje en clase, ocasionalmente con música de ritmos diferentes, juegos en donde implica al grupo y estos se mostraron cooperativos pues es una comunidad pequeña y Hugo es conocido por todos los alumnos de su escuela. En el área pedagógica, sus necesidades eran: desarrollo de la capacidad para orientar y mantener la atención en diversas actividades, iguales o distintas a sus intereses básicos. Las actividades que se implementaron fueron con material hecho por la madre de familia en cuanto a la estimulación de la psicomotricidad fina y gruesa mismas que se trabajaban en casa, la asociación y el conocimiento del número, así como la búsqueda de aquellos textos que fueran de su interés para recuperar lo que el alumno comprendía. Todas las actividades se aplicaron primero modelando lo que se requería que hiciera y luego observando si lo realizaba, ocasionalmente de rutina y conforme avanzaba, se orientaban a otro tipo de material pero buscando el mismo fin en cuanto a lo planteado en los aprendizajes esperados.
En lo que respecta al trabajo con padres, existía renuencia al trabajo con las especialistas pues la mamá había pasado por varias instituciones para la atención de su hijo y a su parecer no le habían ayudado al alumno, además del aceptar que su hijo tenía un trastorno todavía no era aceptado por el matrimonio, por lo que se hizo labor de sensibilización y mediante reuniones generales e individuales se le dio a conocer lo que se pretendía trabajar con su hijo durante el ciclo escolar, se citó periódicamente explicándole actividades para trabajar en casa, se le dio un formato de trabajo con el que nos daría sugerencias de aquellas actividades en que le ponía más atención Hugo y las que no le eran interesantes, así como para tener evidencia del trabajo en casa. Por lo tanto la asesoría es constante.
EXPERIENCIA CAM AGUSTÍN YÁÑEZ
Nombre del alumno:
Betito Modalidad:
Atención complementaria Responsables de la experiencia:
Lic. Sayda Aracely Pizano Ramos, maestra de comunicación
Betito es un niño de 4 años de edad al cual se le detectó, hemiparesia derecha debido a complicaciones en el nacimiento, y recientemente ha sido diagnosticado con TEA nivel de severidad 3 (por el CRIT). Asiste a guardería quedándose sin problemas 6 horas diariamente, de igual manera acude a CRIT (Centro de Rehabilitación Infantil Teletón) para recibir rehabilitación física y terapia ocupacional. También acude a nuestro Centro de Atención Múltiple Agustín Yáñez para recibir terapia de lenguaje a cargo de la Lic. AL Sayda Araceli Pizano Ramos, una vez por semana durante una hora desde el mes de octubre de 2019.
De acuerdo con las pruebas de evaluación de diagnóstico por el gabinete de especialistas del CRIT en noviembre de 2019 y donde el diagnóstico se emitió hasta enero de 2020 se obtuvieron los siguientes resultados: con respecto al área personal social se
tiene una edad madurativa de 12 meses con un CI de 65; en el área adaptativa presenta una edad madurativa con un CI de 65; con respecto al área motora, motricidad gruesa: edad madurativa de 17 meses con un CI de 65, motricidad fina: edad madurativa de 23 meses con un CI de 65; en el área de comunicación expresiva: manifiesta una edad madurativa de 10 meses con un CI de 65, receptiva: edad madurativa 9-11 meses con un CI de 65; en el área cognitiva presentó una edad madurativa global de 23 meses con un CI de 65; presenta alteraciones en su interacción social, no existe una respuesta social a los estímulos, no se presenta un lenguaje intraverbal y aún no se ha adquirido su lenguaje expresivo, no emite palabras. Tiene dificultades con su atención conjunta ya que se tiene en niveles muy bajos o es casi nulo y el contacto ocular también presenta alteraciones. Así mismo aún no presenta el juego funcional ni tampoco el juego simbólico. En cuanto a las estereotipias muestra sonidos auto estimulativos y tiene adherencia a ciertos objetos, así como constantes estallidos de enojo, se puede llegar a morder o dar mordidas a quien esté cerca o incluso patear, nulas habilidades de imitación verbal o de acciones. Sin embargo es un niño que suele sonreír cuando alguna actividad o situación le resulta agradable, permite que lo abracen. Es inquieto, cariñoso y juguetón.
Sin duda uno de los principales retos a los que nos enfrentamos como centro de trabajo es de que no contábamos con un diagnóstico de algún especialista o especialistas que lo atienden al momento en que ingresó a la institución, lo que nos diera luz sobre los motivos de su conducta, que definitivamente dificultó por mucho la interacción, intervención y por lo tanto evaluación con él; por más cortos que fueran los periodos de convivencia, atención o la variedad de las actividades que se aplicaban, lloraba siempre, casi ninguna de las actividades era de su interés, sólo en ocasiones las que implicaban psicomotricidad con las manos pero por periodos muy cortos, tiraba el material y demandaba otra cosa, tenía un gran rechazo al contacto físico, no toleraba permanecer por más de dos minutos sentado, sólo caminaba y caminaba, parecía no escuchar a nadie, y cuando se le trataba de centrar en una actividad la rechazaba al instante soltando un estallido de llantos, gritos y pataletas demandando incesantemente salir inmediatamente de la escuela.
En entrevista inicial la mamá refirió la condición de nacimiento prematuro (27 semanas de gestación) y lo que había implicado con ello, además de que paidopsiquiatra y neurología pediátrica del CRIT le hicieron la referencia de que posiblemente se trataba de TEA, pero sin un diagnóstico concluyente que lo fundamentara.
Es importante resaltar que en función de los instrumentos de detección del TEA que se encuentran en nuestro centro de trabajo, y con los cuales sustentamos nuestras sospechas para enviar a alumnos a neurología pediátrica, apuntaban a que el niño presentaba el trastorno. Pero nos encontrábamos ante un gran problema ya que las pruebas que tenemos como es el SESNE (Sistema para Evaluar Sujetos con Necesidades Especiales) que pudieran ajustarse para algunos casos de niños con TEA no daban respuesta alguna sobre la condición del niño, por lo tanto no contábamos, ni contamos, con pruebas específicas para el diagnóstico del TEA, así como la capacitación necesaria del personal docente y psicopedagógico para su implementación, aplicación, manejo e interpretación para llevarlas al campo educativo, dichas pruebas básicamente son dos consideradas como Cons-stándar (o estándar de oro), A-DOS 2 (Escala para la observación del diagnóstico del autismo) y ADI-R; cabe mencionar que con esta última prueba se logró establecer contacto hace algunos años con el CUSur de Cd. Guzmán para la asesoría en su aplicación e interpretación sin embargo los trabajos no se concluyeron.
Nos enfrentamos también al reto en materia de evaluación y diagnóstico al hecho de no tener las habilidades suficientes y necesarias para determinar el grado de severidad del TEA, y si éste iba o no acompañado de DI y nivel de conducta adaptativa y no adaptativa, así como de habilidades cognitivas, no teníamos referencias médicas de si la condición del alumno se asociaba a una condición genética o ambiental. En conclusión, como centro de trabajo, que actualmente ha recibido a varios alumnos con la condición, determinamos que nos falta capacitación y actualización por especialistas en el trastorno para la evaluación desde un enfoque educativo y que se le dé seguimiento a las peticiones reiteradas que se le han hecho a nuestras autoridades inmediatas y al nivel de educación especial en el estado, ya que los retos, como pueden ver, para la atención de niños y niñas
con TEA en las escuelas de nuestro país son muchos.
Otro reto muy importante fue la falta de una metodología, un programa específico y sistemático que nos guiara en la atención del TEA, que diera respuesta a las necesidades individuales del alumno, de su familia y en especial que se ajustara a los planes y programas vigentes en nuestro país, y no sólo con este alumno en particular, sino de todos aquellos alumnos con el trastorno, que a la fecha se han incrementado notablemente en nuestro CAM.
Como equipo psicopedagógico nos enfrentamos a la falta de coordinación eficiente y puntual con el área de psicología del centro, ya que dicha área estuvo a cargo de psicólogas diferentes en lo que va del ciclo escolar y que por lo tanto dificultó el seguimiento en la toma de acuerdos prevista cuando el alumno ingresó al centro. Por lo tanto el caso quedó sólo a cargo del área de Lenguaje y Comunicación, en el seguimiento e intervención con el alumno y el trabajo con padres, y con el acompañamiento de Trabajo social para el rescate de la entrevista sociofamiliar que nos pudiera dar una línea a seguir en tanto no llegaran las evaluaciones y diagnósticos que CRIT estaba realizando.
Uno de los últimos retos identificados y que considero que pesan mucho en el nivel de avance de un niño con TEA, es la aceptación de su condición por parte de su padres, y es que en este caso en particular donde mamá y papá no aceptan la condición de su hijo, a pesar de su nivel de preparación profesional, tenemos un diagnóstico avalado por genética, paidosiquiatría, neurología pediátrica, psicología, neuropsicología y educación, terapia ocupacional por el CRIT, y sin embargo los padres argumentan que su hijo tiene otra cosa y que van a continuar en su búsqueda. Aun así al parecer empiezan a confiar en el trabajo que estamos realizando, ya que al principio se notaban desconfiados, confusos, escépticos, pero continúan llevando a su hijo a clase de lenguaje ya que es una de las sugerencias de CRIT, incrementar el lenguaje. Su expectativa es alta en relación del gran retraso que manifiesta el alumno, aunado a la comorbilidad que le antecede a su diagnóstico de autismo.
Hasta el mes de diciembre de 2019 trabajábamos con los alumnos de manera intuitiva, tratando de ajustar planes y programas a la situación del alumnos, combinábamos la investigación que cada maestro hacía en materia de autismo y consensábamos para el diseño de un plan de trabajo para tratar de dar respuesta a la situación, pero sabíamos que estábamos un tanto alejados de lo que realmente teníamos que hacer.
Sin embargo en esta misma fecha nuestro centro se hace partícipe de un curso-taller por la escuela online El Sonido de la Hierba al Crecer, de Alemania con reconocimiento internacional, titulado “Como Empezar a estimular. Programas básicos, estrategias y sesiones estructuradas” que nos llevaría de la mano en los inicios de la intervención de alumnos con TEA. Curso que fue aprobado y avalado por la dirección de nuestro plantel y que fue financiado gracias al gran esfuerzo de nuestros padres de familia y el trabajo que han realizado para obtener fondos en beneficio de la misma, dicho curso fue tomado por una servidora y que fue replicado al resto de nuestros compañeros maestros y maestras, para que todos aprendiéramos en el diseño de programas de intervención de alumnos con autismo, curso que aun continuamos en la escuela trabajando de manera colaborativa, presentando productos y programas de intervención que vamos elaborando, todos los docentes estamos aprendiendo aun cuando varios de ellos no son maestros directos de dichos alumnos.
Lo anterior me sirve de introducción para explicar que en base a ello se diseñó un plan de trabajo que diera respuesta al desarrollo, en primer lugar y básico, así como fundamental, al área sensoriomotriz que es la base y el cimiento de la intervención con niños pequeños que presentan TEA, sin estos cimientos bien fundamentados y planteados en un programa de trabajo meticulosamente planeado y llevado a cabo de nada servirá lo demás, mucho de lo que implementemos con ellos, sin antes haber desarrollado habilidades sensoriomotrices nos llevará al fracaso, que en base a nuestra experiencia de más de 10 años en la atención constante de niños autistas lo comprendimos.
Se elaboró un programa de trabajo que diera respuesta a las necesidades de desarrollo del alumno considerando las áreas de lenguaje y comunicación, área social y área cognitiva, entre otras más, tomando en cuenta que con este alumno se plantea el trabajo desde el programa de educación inicial como base; para cada una de las áreas se realizaron las siguientes acciones: evaluación del desarrollo actual del lenguaje y la comuni
cación en los aspectos de habilidades expresivas y receptivas, sociales y cognitivas; determinación de las habilidades actuales comunicativas y de lenguaje, sociales y cognitivas (entre otras); se elaboró una plantilla que nos diera la pauta para conocer con mayor detalle al alumno, rescatando cuatro elementos fundamentales: qué le gusta, qué no le gusta, qué le molesta (o asusta) o qué evita, qué le interesa. También se construyó, un Perfil Sensorial, donde se caracterizó al alumno para contextualizar su situación en relación al autismo que presenta; se hizo el Planteamiento de los Aprendizajes Esperados que se deberán de favorecer en el alumno, de las áreas de lenguaje y comunicación, social y cognitiva (así como área sensorial, de autonomía e independencia, psicomotricidad).
A partir de lo anterior se hizo el diseño de actividades por área donde se plantearon: objetivos, actividad y materiales.
Otros recursos que se plantearon y que nos han ayudado para que el diseño de nuestros proyectos sea lo más funcional para nuestro alumno han sido:
La flexibilidad de los programas: si alguna actividad como se diseñó no es funcional, se replantea y se modifica para ponerla en práctica nuevamente, pero sin perder el objetivo que se persigue.
Uso combinado de actividades en mesa y piso: en este caso en particular son más actividades en piso que en mesa, ya que sus alteraciones sensoriales aún son muchas, sobre todo táctiles y no tolera por un tiempo prolongado estar sentado, necesita movimiento.
Delimitación clara de los espacios de trabajo: ya sea en piso o en mesa, esto le ha venido ayudando a Betito a reconocer que este es su espacio de trabajo y poco a poco debe de ayudarle a dar seguridad, sentirse cómodo con lo que aquí sucede
Caja con elementos calmantes: nos hemos dado a la tarea de ser muy buenos detectives e identificar todos aquellos objetos que le producen tranquilidad al momento de encontrarnos ante una conducta disruptiva.
Uso de agendas: para un niño con autismo lo fundamental es que su entorno esté estructurado, y en especial con Betito debemos ayudarlo para que reconozca la secuencia de las actividades y que llevamos un orden en las mismas y que no puede estar pasando de un material a otro sin control. Este inicio le ayudará en un futuro a organizar todo un día de clase, todo un día en su vida diaria, toda una semana y quizás todo un mes, lo que para las personas con autismo es básico.
Cuadro de recompensa: estamos usando dos estrategias: estimulación positiva y recompensas sensoriales, estas han sido visuales, auditivas, gustativas, táctiles.
Actividades Energizantes: De igual manera nos hemos dado a la tarea, padres del alumno y una servidora, de encontrar que actividades nos ayudan para energizar al alumno cuando viene a clase sin ganas, somnoliento o muy pasivo.
Sin duda todo el trabajo que se ha realizado en nuestro centro de trabajo ha sido un gran reto, nos ha implicado tocar puertas a diferentes instancias para que nos oriente y asesore en relación a la detección, evaluación y atención de niños y niñas que presentan el TEA, así como de hacernos de instrumentos propios para dar respuesta a lo anterior. Quiero mencionar que en la actualidad son 9 alumnos varones todos, que se atienden en nuestra escuela y cada uno de ellos son una situación particular tan diferente uno de otro que nos ha llevado a realizar estudios de caso en innumerables ocasiones para darles la atención de calidad que se merecen cada uno de ellos.
Quiero concluir con la presentación de esta experiencia agradeciendo a cada uno de mis compañeros, Dirección del plantel, a los maestros de grupo, equipo psicopedagógico, administrativo y de servicios, así como a padres de familia, que han colaborado desde su función para que la atención de nuestros alumnos sean de calidad y se lleven a cabo los proyectos que se han planteado para dar respuesta a las necesidades de preparación y actualización a la que nos hemos enfrentado.