Zona 17 Federal de Educación Especial
UN PSICÓLOGO EN LA ESCUELA Reflexión
Lic. Luis Ramiro Regalado Chávez
Psicólogo de USAER Tizapán 2 de la zona 7 federal de Educación Especial
A
unque a estas alturas dentro de tantas fechas importantes que se celebran en este mes, pueda pasar inadvertida se encuentra un festejo notable, el día del psicólogo. No es una fecha que genere una festividad colectiva, pero
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si puede ser aprovechada para invitarnos a la reflexión sobre ésta labor, porque ¿quién no se ha topado con contenido, material y profesionistas de la psicología en algún momento de su vida? El léxico con los tecnicismos, los diagnósticos clínicos y sus pruebas, el análisis de la conducta son ya conceptos que se encuentran integrados a la cultura popular. Y es el psicólogo, un profesionista, que se forma en su criterio y conocimiento para poder ofrecer un servicio centrado en las personas. No es una introducción típica, pero típica tampoco es la labor y los desafíos que se enfrentan. Me gustaría hacer un ejercicio de mentalización, en el que cada lector se pregunte qué es lo que conoce realmente sobre la labor de un psicólogo, qué conoce de su formación, qué piensa sobre la persona que ejerce dicho tí-
tulo, incluso cuando no lo está practicando. Quizás la reflexión sea más estructurada si enfocamos al psicólogo como eslabón dentro de la enorme constelación que es el sistema educativo. Aunque es curioso cómo, dependiendo del ámbito de trabajo, se desdibuja y se delinea la función del psicólogo; sin más rodeos, diré por ejemplo que cuando estuve practicando en un hospital del IMSS, era referido como “doctor”, tanto para los pacientes como para el personal; en las escuelas se nos refiere como “maestros”, y llega el punto en el que descubres que no tiene caso hacer correcciones porque sólo parece ser una muestra de la “petulancia” innecesaria que poseen los nuevos profesionistas; es decir que no importa que clarifiques si es azul rey, petróleo, celeste, cobalto, al final azul y para qué sirve complicar-