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Cuadro de enunciados y elementos de juicio para tomar postura

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Sesión 2

Sesión 2

Enunciados

A la hora de servir los alimentos se debe atender primero a los hombres.

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Las mujeres son las personas que deben encargarse de realizar las tareas domésticas y cuidar de su hogar.

Elementos de juicio

Estas prácticas discriminatorias siguen favoreciendo el sistema tradicional de roles, desvalorizando el trabajo de las mujeres en la comunidad; por consiguiente, los riesgos y las desigualdades entre mujeres y hombres se incrementan.

Las tareas de cuidado y domésticas deben ser realizadas por hombres y mujeres de forma equitativa. Seguirlas asignando a las mujeres por su flexibilidad de tiempo es una práctica discriminatoria que favorece el sistema tradicional de roles.

Las mujeres embarazadas y lactantes necesitan el mismo alimento que los hombres de su misma edad, no requieren de una alimentación diferente.

Las necesidades fisiológicas de las mujeres embarazadas y lactantes también las hacen más susceptibles de padecer desnutrición y carencia de micronutrientes. El doble de mujeres sufren desnutrición y las niñas tienen el doble de posibilidades de morir por desnutrición. La salud materna es crucial para la supervivencia de los hijos e hijas: una madre desnutrida probablemente dará a luz a un niño/a con bajo peso al nacer, lo que incrementa el riesgo de muerte para la mujer y problemas en el normal desarrollo del bebé. La participación de todas las personas de la familia en el proceso de lactancia es clave. Por ejemplo, preparando la comida y cuidando a los otros niños y niñas de la familia mientras la madre está amamantando.

Un buen estado nutricional se consigue por la buena alimentación ofrecida por las mujeres de la casa.

La solución para tener una seguridad alimentaria y nutricional puede ser de hombres y mujeres.

Un buen estado nutricional se consigue con una buena alimentación (cantidad suficiente, calidad y variedad de alimentos) y con el acceso a otros recursos y servicios básicos como agua potable, saneamiento, educación y salud.

Hombres y mujeres deben tener responsabilidad compartida en la provisión de alimentos y de esos otros recursos que son imprescindibles para lograr un buen estado nutricional de las personas que conforman la familia.

Las soluciones deben centrarse en las personas dando voz a las mujeres y los hombres que están produciendo y consumiendo los alimentos.

Enunciados

Hay que servirle primero a los hombres y de último a las mujeres.

Actividad 4

Elementos de juicio

La comida debe ser distribuida de forma equitativa en la familia. Todos sus miembros tienen derecho a comer de todos los alimentos preparados. Las mujeres no deben ser las últimas en comer, deben hacerlo al tiempo con los demás integrantes de la familia. Comer en familia es una oportunidad para compartir, aprender y dar amor.

Explorando el género

60 minutos

Objetivo

Presentar a las personas participantes los fundamentos de la conciencia de género articulada con la seguridad alimentaria y nutricional.

Desarrollo

1. Divida al grupo en subgrupos con una técnica divertida.

2. Pida a cada subgrupo que dibuje un niño, una niña, una mujer adulta y un hombre adulto en pliegos o medios pliegos de papel distintos.

3. Luego indique a los subgrupos que hagan una lluvia de ideas acerca de lo que significa ser niña, niño, mujer u hombre en nuestra sociedad respecto a la alimentación: tipo y cantidad de alimentos consumidos, decisión sobre qué comer, compra de los alimentos, preparación de los alimentos, cuidado de la huerta y de las especies menores, arreglo de la cocina, alimentación de las niñas y niños más pequeños, entro otros aspectos.

4. Pídales que registren esta lluvia de ideas alrededor de cada dibujo. Por ejemplo, para la mujer adulta: sirve su comida de últimas, come lo que a las otras personas no les gusta, come sola, prepara los alimentos y arregla la cocina.

Sirve su comida de últimas Prepara los alimentos y arregla la cocina

Come sola

5. Luego invite a los subgrupos a exponer sus dibujos en plenaria. Para iniciar el debate pídales identificar cinco características incluidas por todos los subgrupos en el dibujo de la niña. Para cada característica pregunte: ¿las niñas nacen con esa característica o es aprendida?

6. Repita el mismo procedimiento para analizar el dibujo del niño hecho por los subgrupos.

7. Luego haga preguntas generales:

• ¿Quién come más y quién come menos y por qué?

• ¿Quién requiere mayor o menor cantidad de alimento y por qué?

• ¿Quién se encarga de comprar los alimentos y por qué?

• ¿Quién se encarga de preparar los alimentos y por qué?

• ¿Quién es la persona encargada de la alimentación de los más pequeños?

• ¿Quién es la persona encargada de la huerta y las especies menores?

8. Vaya escribiendo en un pliego de papel o en el tablero los rasgos que las personas enumeran, clasificándolos según estén asociados al sexo (biología) o al género (aprendizaje de la cultura). Pregunte: ¿con cuáles de estas características nacen los hombres y mujeres?

9. A medida que avance la conversación, recuerde al grupo:

@ La diferencia entre sexo y género, que fue estudiada en la actividad 1 de este módulo y en el módulo 1.

@ Para distinguir entre las características de sexo y las de género basta preguntar si la persona nació con esa característica o la aprendió: las mujeres y los hombres nacemos con muy pocas de estas características; los hombres y las mujeres aprendemos la mayoría de estas diferencias.

@ Lo que se espera de las mujeres y los hombres en sociedades distintas puede ser diferente, pero las funciones reproductivas de hombres y mujeres son las mismas en todas partes del mundo.

@ La diferencia entre hombres y mujeres no es un problema. El problema es que se nos han enseñado a valorar las características masculinas por encima de las femeninas y esto construye desigualdades.

@ En el hogar, todas las personas debemos alimentarnos con igualdad y equidad. Esto significa que las necesidades de alimentación están adaptadas a varios factores:

‒ Edad: no es igual la alimentación de un niño o una niña en proceso de crecimiento y desarrollo que la alimentación de una persona adulta. Las personas adultas mayores también tienen necesidades especiales de alimentación de acuerdo a su estado de salud.

‒ Estado fisiológico: las mujeres embarazadas o amamantando deben tener una alimentación igual a la de los otros miembros adultos de su hogar, pero deben aumentar el número de comidas durante el día haciendo meriendas (en horas de la mañana y la tarde), pues necesitan una alimentación adaptada a sus necesidades aumentadas de alimentos y nutrientes.

‒ Estado de salud: ciertas enfermedades hacen que los personas tengan que consumir una alimentación especial.

‒ Actividad física: no es lo mismo una persona cuyo trabajo implica una gran actividad física a una persona que realiza actividades más sedentarias. Estas dos personas necesitan alimentos y nutrientes diferentes, independientemente si se trata de hombres, mujeres, niños y niñas.

@ Los diferentes tipos de violencia contra las mujeres afectan su proyecto de vida, alteran sus relaciones sociales y la dinámica familiar y sus actividades, entre ellas la alimentación. Con frecuencia, sus hijos e hijas sufren de desprotección y no se les garantiza una adecuada nutrición.

@ Las mujeres y los hombres pueden participar en todas las actividades relacionadas con la seguridad alimentaria y nutricional de la familia. Es importante reconocer la necesidad de una participación equitativa en cuanto a la toma de decisiones, el acceso a recursos y servicios, y la igualdad de oportunidades.

@ Las mujeres que participan en actividades que generan ingresos económicos en dinero o en especie, tienen doble jornada de trabajo ya que casi siempre son responsables de todo el trabajo doméstico. Además reciben menor remuneración.

@ En este campo es fundamental reconocer la capacidad que tenemos todas las personas para transformarnos, para aprender nuevos conocimientos y cuestionar los estereotipos de género y los roles asignados, que definen socialmente quién hace qué. Los roles de cuidado y crianza, preparación de alimentos y demás oficios del hogar, recaen siempre sobre la mujer y es importante que sean distribuidos de forma equitativa.

@ Es pertinente repensar en clave de igualdad de género las actividades de fortalecimiento de las organizaciones comunitarias y de producción.

10. Finalmente, pregunte a las personas asistentes si creen que es posible cambiar estas desigualdades. Escuche algunas respuestas y anímeles a reconocer que todos y todas podemos desafiar la desigualdad en los roles de género.

Actividad 5

¿Quién se encarga de esta labor?

60 minutos

Objetivo

Visibilizar la distribución por sexo de las labores relacionadas con la alimentación de las familias.

Desarrollo

1. Invite al grupo a asociarse por el gusto hacia ciertos colores (rojo, azul, amarillo, negro, blanco, morado, anaranjado, otros si el grupo es grande) en subgrupos de no más de 5 personas.

2. Entregue a cada subgrupo las cinco (5) figuras de personas realizando labores relacionadas con la alimentación de las familias que aparecen al final de la descripción de la actividad.

3. Pídales que las observen detenidamente y las roten, de manera que todas las personas del grupo las puedan observar.

4. Luego motíveles a conversar sobre cada figura a partir de las siguientes preguntas:

• ¿En el hogar quién se encarga de esta labor?

• ¿Cuánto tiempo le dedica a esa labor?

• ¿Por qué otras personas no realizan esta labor?

5. Mientras los subgrupos trabajan pegue en las paredes del salón siluetas grandes de papel de un hombre, de una mujer y de un reloj.

6. Convoque a una plenaria y pregunte a los subgrupos cuál fue el resultado de su trabajo. Escriba sobre las siluetas las respuestas dadas, incluyendo la labor y el tiempo asignado a la misma. Así todo el grupo podrá visualizar la distribución de las labores por sexo y el tiempo invertido en las mismas.

7. Dé un tiempo para que las personas asistentes observen las siluetas. Entonces invítelas a reflexionar a partir de las siguientes preguntas:

• ¿Cómo se pueden hacer las actividades de forma equitativa?

• ¿Cómo se pueden fortalecer las habilidades de hombres y mujeres para hacer estas actividades?

• ¿Qué hay que transformar para que esto sea posible?

8. Recoja estas reflexiones y refuerce:

@ Es muy importante redistribuir entre hombres y mujeres el trabajo de cuidar a niñas y niños, preparar los alimentos y los demás oficios domésticos.

@ La seguridad alimentaria y nutricional de las familias requiere una participación equitativa de hombres y mujeres.

@ Todas las personas podemos adquirir conocimientos y desarrollar capacidades, transformar nuestro entorno y cuestionar los estereotipos de género, los roles asignados y las relaciones de poder.

@ En las familias con mujeres gestantes y lactantes, tener en cuenta que:

• El apoyo de la pareja y demás integrantes de la familia es decisivo para atender las necesidades y resolver las preocupaciones y temores durante esta etapa.

• Es importante que la gestante asista acompañada a los controles prenatales y al curso psicoprofiláctico; de esta manera se establecen sentimientos y responsabilidades compartidas. Son oportunidades para fortalecer y reafirmar las relaciones entre los miembros de la familia y prepararse para la llegada de la niña o el niño a la casa.

• El apoyo de la pareja y la familia durante la lactancia es fundamental, para asumir las tareas del hogar que le permitan a la madre lactante el tiempo y la disposición para amamantar.

• El apoyo a las mujeres lactantes y sus hogares es fundamental para garantizar la lactancia materna exclusiva durante los primeros 6 meses y con alimentación complementaria adecuada hasta los dos años.

• Las madres que amamantan requieren que su decisión reciba el apoyo de su pareja y su familia, y de un entorno favorable en su comunidad, en la atención en salud y en los lugares de trabajo; además de disposiciones legales que protejan la maternidad.

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