T21 / Programa de sala - Ballet: Cascanueces (nueva producción)

BALLET DE SANTIAGO

Cascanueces

Tchaikovsky · Ortigoza

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Fecha publicación Diciembre 2021

TE ATRO MUNICIPAL DE SANTIAGO

DIRECTORIO Presidenta del Directorio Irací Hassler Jacob Alcaldesa de Santiago Vicepresidente Alfredo SaintJean Domic Directores Jorge González Granic María Cecilia Guzmán Máximo Pacheco Matte Juan Manuel Santa Cruz Faride Zerán Chelech

Directora General Carmen Gloria Larenas Gerente General Leonardo Pozo Directora de Coordinación Artística y Producción Marianne Lescornez Director Técnico Alberto Browne Subgerente Comercial y Marketing Francisca Vásquez Subdirectora de Comunicaciones Evelyn Aravena Coordinadora Extensión Cultural Paulina Fuentes Asesoría Legal Mujica & Bertolotto

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CUERPOS ESTABLES Director Titular Orquesta Filarmónica de Santiago Roberto Rizzi Brignoli Director Residente Orquesta Filarmónica de Santiago Pedro-Pablo Prudencio Director Emérito Orquesta Filarmónica de Santiago Juan Pablo Izquierdo Director Invitado Principal Orquesta Filarmónica de Santiago Paolo Bortolameolli

Director Artístico Ballet de Santiago Luis Ortigoza Subdirectora Ballet de Santiago Luz Lorca Director Artístico Coro del Municipal de Santiago Jorge Klastornick

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AUSPICIADORES AUSPICIADOR ESTRATÉGICO

AUSPICIADORES OFICIALES

PARTNERS

MEDIOS ASOCIADOS

COLABORADORES CMPC Santa Rosa Pastelería Eric Kayser Amigos del Municipal de Santiago

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BIENVENIDOS Estimados públicos: Seguimos avanzando en este regreso a la presencialidad. Luego del estreno de Trilogía+1 del Ballet de Santiago con el que dimos el inicio a nuestra temporada 2021 presencial, se sumaron tres conciertos interpretados por la Orquesta Filarmónica de Santiago, dirigidos por los destacados maestros nacionales Francisco Rettig, Pedro-Pablo Prudencio y Rodolfo Fischer y dos recitales del pianista Luis Alberto Latorre, además del regreso a nuestro escenario de la ópera con Don Giovanni de W.A. Mozart con dos destacados elencos de cantantes nacionales.

Y hoy estrenamos, después de 15 años, una nueva producción del clásico de Navidad, Cascanueces con una versión firmada por Luis Ortigoza e interpretada por el Ballet de Santiago; con la escenografía y vestuario de Jorge Gallardo, en el que nuestros talleres han estado trabajando arduamente para traerles a ustedes la magia y el encanto de este ballet tan querido por los públicos del mundo.

Han sido meses intensos que nos han devuelto la magia de las artes que cultivamos y que nos han permitido volver a sentir vivo este noble e histórico edificio, que toma vida en el quehacer diario de un gran equipo. Y eso queremos compartirlo con ustedes, un espacio lleno de energía, ideas, universos, poesía, belleza e inspiración.

Los desafíos no han terminado. Recién comienzan. Salir de esta pandemia significa mucho más que retomar la actividad presencial. La pausa del encierro fue profunda y nos plantea, para los próximos años, desafíos importantes y que también reflejan las transformaciones que estamos viviendo. No es el quehacer del Teatro lo que se ve desafiado, sino el cómo llevarlo adelante de una manera equilibrada, en conexión con artistas nacionales e internacionales, para que cada proyecto refleje todo su potencial y el total sea sostenible.

Lo que siempre seguirá siendo central, son ustedes, los públicos que nos han apoyado por años y también, los públicos nuevos que se han sentido convocados a través de nuestra actividad digital y que buscan integrarse a nuestra tan diversa comunidad. En el Teatro Municipal de Santiago renovamos día a día nuestro compromiso con ustedes. Estamos definiendo los últimos detalles de la propuesta para 2022 para pronto compartirlos y decirles una vez más ¡Bienvenidos!

Carmen Gloria Larenas Directora General

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Las funciones de Cascanueces del Ballet de Santiago de la presente temporada, están dedicadas a Susana Ponce de León (1945-2021), periodista amante de las artes, quien con su trabajo comprometido y apasionado, contribuyó a abrir significativos espacios de difusión para el Teatro Municipal de Santiago y su quehacer artístico.

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SUMARIO 8›9 11 14 › 21 23 › 27 30 › 42 44 › 45 46› 47 49

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ELENCO ARGUMENTO

UN RÉQUIEM DENTRO DE UN CUENTO DE NAVIDAD

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MUSICALIZANDO UN MUNDO MÁGICO BIOGR AFÍAS BALLET DE SANTIAGO ORQUESTA FIL ARMÓNICA DE SANTIAGO EQUIPO DE PRODUCCIÓN

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CASCANUECES Tchaikovsky · Ortigoza – Ballet en II Actos un Prólogo y V escenas. Libreto basado en la adaptación de Alejandro Dumas del cuento “El Cascanueces y el rey de los ratones” de Ernst Theodor Amadeus Hoffmann. – Coreografía: Luis Ortigoza (según M. Petipa) Música: Piotr I. Tchaikovsky Dirección Musical: Pedro-Pablo Prudencio Escenografía y vestuario: Jorge Gallardo Asistente de escenografía: Leny Encalada Iluminación: Ricardo Castro

PRIMERA PARTE 55 minutos

– Intermedio 20 minutos – SEGUNDA PARTE 45 minutos

Cascanueces / Príncipe: Emmanuel Vázquez · Christopher Montenegro Reina de los Confites: Katherine Rodríguez · Romina Contreras · María Lovero Drosselmeyer: Lucas Alarcón · Miroslav Pejic Clara: Mariselba Silva · Lorena Borja Junto a Solistas y Cuerpo de baile del Ballet de Santiago

BALLET DE SANTIAGO Director Artístico: Luis Ortigoza

ORQUESTA FILARMÓNICA DE SANTIAGO Director Titular: Roberto Rizzi Brignoli

ESCUELA DE BALLET DEL MUNICIPAL DE SANTIAGO Director: Patricio Gutiérrez

DURACIÓN APROXIMADA 2 horas

FUNCIONES PRESENCIALES 2021 Viernes 17 diciembre · 18:00 horas Sábado 18 diciembre · 17:00 horas Miércoles 22 diciembre · 18:00 horas Jueves 23 diciembre · 18:00 horas Domingo 26 diciembre · 17:00 horas Lunes 27 diciembre · 18 horas Martes 28 diciembre · 18:00 horas Miércoles 29 diciembre, 18:00 horas Jueves 30 diciembre · 18:00 horas Jueves 06 enero 2022 · 19:00 horas * Viernes 07 enero 2022 · 15:00 horas * Sábado 08 enero 2022 · 17:00 horas * Domingo 09 enero 2022 · 17:00 horas * * Música grabada

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ARGUMENTO Prólogo Los invitados se dirigen a la casa de la familia Stahlbaum para celebrar la víspera de Navidad.

Drosselmeyer padrino de Clara, se presenta con dos regalos, un Cascanueces para Clara y un Rey de los ratones para Fritz, su hermano.

Anunciando así lo que sucederá…

PRIMER ACTO Escena I · La celebración La familia Stahlbaum hace los últimos arreglos al árbol de Navidad; los invitados llegan y comienza la celebración. Drosselmeyer trae muñecos para jugar con los niños y niñas y ofrece regalos para todos; a Clara le obsequia el Cascanueces; Fritz celoso al ver a su hermana con el regalo más deseado, se lo quita y lo rompe. Drosselmeyer lo arregla y se lo entrega a Clara nuevamente.

Ya es tarde y los invitados se despiden, Clara y Fritz se van a dormir con la ilusión de todo lo vivido.

Escena II · El sueño de Clara Clara vuelve a la sala a buscar el Cascanueces, lo toma y se queda dormida en un sillón.

En su sueño aparecen ratones que tratan de atacarla y robarle el Cascanueces. De pronto todo se desvanece, el árbol de Navidad y el Cascanueces crecen; éste con un ejército de soldados pelea contra el rey de los ratones en una difícil batalla. Finalmente Cascanueces los vence, cobra vida y comienza junto a Clara un recorrido por diferentes reinos.

Escena III · El reino de la nieve

atacarla y robarle el Cascanueces. De pronto todo se desvanece, el árbol de Navidad y el Cascanueces crecen; éste con un ejército de soldados pelea contra el rey de los ratones en una difícil batalla. Finalmente Cascanueces los vence, cobra vida y comienza junto a Clara un recorrido por diferentes reinos.

– Intermedio – SEGUNDO ACTO Escena IV · El reino de los confites Clara y Cascanueces llegan a un nuevo reino donde Drosselmeyer los espera y les presenta a la reina de los confites, quien les da la bienvenida y les presenta al resto de los dulces que llegan desde distintos paíse,s representando diferentes golosinas: loa españoles el chocolate, loa árabes el café, los chinos el té y los rusos los bastones de caramelos, los mirlitones, el mazapán y las hermosas flores danzantes.

La reina de los confites le pide a Cascanueces que le cuente lo que vivieron en otros reinos para así dar comienzo a la celebración. Para finalizar, el Cascanueces se transforma en el caballero de la reina de los confites y los dos bailan en honor a Clara.

Escena V · Clara despierta del sueño Clara despierta, con el Cascanueces en sus brazos sabe que el sueño que vivió es más real que imaginario y que la magia y la fantasía la acompañarán siempre en su vida.

Drosselmeyer observando a la distancia seguirá guiándola como su ángel guardián.

Clara vuelve a la sala a buscar el Cascanueces, lo toma y se queda dormida en un sillón.

En su sueño aparecen ratones que tratan de

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BALLET CASCANUECES FOTOGRAFÍA: MELO TE ATRO2021.

MUNICIPAL DE PATRICIO SANTIAGO

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UN RÉQUIEM DENTRO DE UN CUENTO DE NAVIDAD MACARENA ROBLEDO THOMPSON · MUSICÓLOGA

En una de las numerosas cartas que conforman su epistolario personal, el compositor Piotr Ilich Tchaikovsky sentenció que “la música existe […] para expresar los mil momentos diferentes de los estados anímicos del alma. Ahí donde no entra el corazón, no puede haber música”. Esta paradigmática reflexión, especialmente significativa para un creador que, como el ruso, destacó por su sensibilidad y capacidad introspectiva, adquiere un sentido particular cuando se confronta con el proceso de composición de Cascanueces, el último ballet que llegó a completar.

bien a comienzos de 1890 la vida profesional de Tchaikovsky se encontraba en uno de sus puntos más altos gracias a la celebridad que durante el decenio anterior había conseguido con sinfonías, conciertos y óperas –las cuales habían logrado posicionarlo como uno de los compositores rusos más influyentes de la época–, en un nivel personal este puede ser considerado como el año que vio el inicio de su declive anímico y de salud.

Precisamente, cuando en el mes de diciembre de 1890 fue contactado por el director de los Teatros Imperiales Iván Vsevolozhsky para comisionarle la composición de A pesar de la notable populauna ópera y un ballet nuevos < Artista desconocido. (c. 1893).

Fotografía de Piotr I. Tchaikovsky. > ridad que actualmente ostenta para el coliseo, Tchaikovsky dentro del catálogo de su acababa de completar exicompositor, Cascanueces fue para Tchaikovsky tosamente dos encargos previos para este un proceso complejo, cruzado por la insegu- escenario, a saber, el ballet La bella durmiente ridad y la autocrítica, el cual demandó de su y el drama lírico La dama de Picas, ambos persona mucho esfuerzo y constancia tanto celebrados por la crítica. Sin embargo, pese por razones artísticas como personales. Si a la confianza que Vsevolozhsky demostraba

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< Artista desconocido. (s. f.). Fotografía de Nadezdha von Meck. >

tener en su trabajo, durante este periodo la salud mental del compositor decayó en parte a causa de la tristeza y preocupación que había causado en él el alejamiento de su patrona y confidente Nadezdha von Meck, una mujer de la alta sociedad que había ejercido como su principal mecenas y con la cual había mantenido una cercana amistad epistolar por casi catorce años.

Sin el apoyo moral y económico de von Meck –el cual le fue retirado de forma intempestiva y sin mayores explicaciones, por medio de una última carta recibida en noviembre de 1890–, Tchaikovsky cayó en una depresión que implicó que, al aceptar la comisión de Vsevolozhsky, lo hiciera más por responsabilidad profesional que por una real motivación por componer. Así parece sugerirlo una misiva que dirigió a su hermano Modest Tchaikovsky en el mes de enero de 1891, en la cual escribió: “Estoy muy cansado... ¿Es prudente aceptar la oferta de la ópera?... Mi cerebro está vacío; no tengo el menor placer en el trabajo”. Por otra parte, en adición a sus afecciones anímicas, la falta de interés que el compositor sentía por el proyecto se acrecentó aún más cuando, en febrero del mismo año, el director de los Teatros Imperiales le comunicó que, mientras el argumento y libreto de la ópera quedaban a su discreción y elección, el nuevo ballet debía seguir el detallado plan narrativo y escenográfico que el destacado coreógrafo y maestro de baile de la compañía imperial, Marius Petipa, había elaborado en base a una adaptación hecha por Alejandro Dumas padre del cuento El cascanueces y el rey de los ratones, escrito por Ernst Theodor Amadeus Hoffmann.

< Artista desconocido. (1890). Piotr I. Tchaikovsky junto a sus hermanos Anatoly, Nikolai, Ippolit y Modest. >

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< Artista desconocido. (c. 1900). Fotografía del Teatro Imperial de San Petersburgo (actual Mariinsky). >

< Artista desconocido. (c. 1890). Fotografía de Marius Petipa. >

Inicialmente, el argumento propuesto por Vsevolozhsky y Petipa no fue del agrado de Tchaikovsky. Según consta por su correspondencia de la época, aunque reconoció su mérito literario, la narración navideña y algo inocente de una niña que se enfrentaba al rey de los ratones no le pareció apropiada para la escena, y menos aun siguiendo la secuencia ideada por los maestros del Teatro Imperial.

Aun cuando Tchaikovsky se consideraba a sí mismo principalmente un compositor de ópera, la experiencia que había obtenido con

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sus dos trabajos danzísticos anteriores –El lago de los cisnes de 1872 y principalmente con La bella durmiente de 1890, para él su ballet mejor logrado–, lo habían convencido de que el éxito de un ballet dependía en gran medida de lo atractivo y evocativo de su argumento. De esta manera, a pesar de que sus dos primeras piezas en el género habían estado basadas en cuentos breves –folklórico en el caso de El lago de los cisnes y de hadas en La bella durmiente–, la falta de potencial trágico y/o dramático en el breve relato de Cascanueces lo hizo dudar de la recepción que la obra tendría, como también de su propia habilidad para musicalizar algo alejado de la intensidad expresiva y pathos característicos de la mayor parte de su producción creativa.

No obstante, intentando sobreponerse a las dudas y el desánimo, en marzo de 1891 Tchaikovsky se abocó a la tarea de componer los primeros bosquejos de Cascanueces y Iolanta, su nueva ópera, dando inicio a un proceso de creación complejo, repleto de entorpecimientos y problemas que quedaron documentados en su epistolario. En no pocas cartas de este periodo, Tchaikovsky expresa sus dificultades con respecto a la creación de su último ballet. Si bien, por un lado, su carácter esforzado y dedicado lo impulsaban

< (1853). Ilustración de la edición estadounidense de El cascanueces y el rey de los ratones de E. T. A. Hoffmann. >

a, como expresó en un escrito dirigido a su hermano Modest, “trabaja[r] con todas [sus] fuerzas e intentar reconciliar[s]e con el argumento del ballet”, los primeros meses sufrió de constantes perturbaciones, sequía de ideas y tuvo que adecuar su trabajo a no pocas transformaciones realizadas por el coreógrafo Petipa a la disposición de escenas y números de danza, a lo cual se sumaron las interrupciones ocasionadas por un viaje que el artista tenía programado realizar a Estados Unidos, el cual comenzó hacia fines del mismo mes de marzo.

Todo este proceso inicial llegó a un punto culmine en abril de 1891, momento en el que el compositor se enfrentó a un nuevo golpe emocional. Mientras se encontraba asentado

en Rouen, Francia, en tránsito hacia América, Tchaikovsky recibió noticias reportando el fallecimiento de su hermana menor, Aleksandra Davydova, luego de una dolorosa agonía. Como es de esperar, el deceso de Sasha –como cariñosamente la llamaba–, a quien Tchaikovsky consideraba su hermana más querida y cercana, sumió al compositor en una profunda depresión y desesperanza que, en un principio, parecieron restarle aún más sentido al idílico argumento de su ballet en ciernes. Según el propio músico relató a Modest Tchaikovsky el mismo día que fue informado de la muerte de Sasha, “aún más que ayer y anteayer, me siento absolutamente incapaz de representar la tierra de los confites con mi música”.

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< Artista desconocido. (s. f.). Fotografía de Aleksandra Davydova, hermana de P. I. Tchaikovsky. >

última Navidad que pasaron juntos, en 1890, dieron un nuevo aliento a la música. Todo el ballet se vio transformado por este cambio de actitud”. Así, fiel al espíritu romántico, fue a través de la intensidad emocional de una experiencia dolorosa que el artista logró llevar su corazón o fuerza creativa a un trabajo que había incluso catalogado de “poco atractivo”.

Paradójicamente, luego de decantar sus sentimientos, fue gracias a este conmovedor suceso que Tchaikovsky logró reencontrarse con el mundo mágico y naíf de Cascanueces. En palabras del crítico Gavin Plumley, “después de la muerte de Sasha, el compositor abrazó el ballet. En Clara, encontró un paralelo de su hermana. Recuerdos de su infancia y de la

Siguiendo la comprensión del Romanticismo, que reconocía a la muerte como la trascendencia ideal del espíritu, es probable que, para Tchaikovsky, a la luz del fallecimiento de Sasha, el argumento de Cascanueces haya sido resignificado como un relato de heroísmo espiritual y una verdadera elegía o réquiem a la memoria de su familiar. Desde esta óptica, el viaje onírico de Clara al mundo de fantasía –en el que se encuentra con juguetes vivos, reinas de nieve, multitud de confites y demás maravillas– debe haber adquirido para el músico un renovado sentido, funcionando como una metáfora del tránsito del alma de su fallecida hermana a lo extraterreno y de su eterna vida en sus recuerdos.

< P. I. Tchaikovsky. (1891). Primera página del manuscrito de Cascanueces. >

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< Artista desconocido. (1892). Varvara Nikitina y Pavel Gerdt en el pas de deux de la reina de los confites en la versión original de Cascanueces. >

De este modo, fuera de números que, como los divertissements del segundo acto y otras danzas de carácter, fueron concebidos principalmente para complacer el plan escénico original de Petipa –un coreógrafo que, por su formación francesa, insistía en la importancia de respetar ciertos moldes narrativos y estructurales propios de la tradición artística del ballet–, en gran parte de la música de Cascanueces se deja sentir una atmósfera intensa y dramática, que se entremezcla con sonoridades infantiles y otras casi mágicas.

Sin embargo, sin lugar a dudas, la sección musical más representativa del potencial emocional de la partitura de Tchaikovsky –y del giro personal que dio a este cuento infantil en danza– es el adagio del grand pas de deux del último acto, apoteosis final del personaje de la reina de los confites.

Aunque construido musicalmente sobre la base del material más neutro posible, vale decir, las notas contiguas de una escala descendente, en este número Tchaikovsky logra edificar una pieza emocionalmente intensa,

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memorable y característica, que derrocha teatralidad y posee un carácter expresivo y a veces trágico. En particular, la emocionalidad del adagio se ve enfatizada por una orquestación efectiva y colorida, que se vale de timbres instrumentales característicos para configurar el mundo sonoro del ballet.

Mientras, desde el inicio del fragmento, unos sutiles y tradicionales arpegios en el arpa son utilizados por el compositor para disponer un fondo etéreo sobre el que se construye la música que bailará la grandiosa reina de los confites, poco a poco, el discurso musical aumenta en intensidad sonora y emocional, que es llevada a un extremo por medio de la utilización irruptora de percusiones y bronces.

Si bien, en una primera escucha, la fuerza expresiva del adagio resulta algo contrastante con el resto de fragmentos musicales –variaciones masculina y femenina y coda– que integran el grand pas de deux, para musicólogos como John Roland Wiley, la razón de ser de esta sección es clara. De acuerdo con su interpretación, en ella, Tchaikovsky

Tchaikovsky tardó meses en completar Cascanueces, enfrentándose, durante el transcurso del proceso de creación, incluso a un cambio de coreógrafo, luego de que, por causa de una enfermedad, Petipa tuviera que ausentarse y ser reemplazado por su alumno y asistente, Lev Ivanov. De este modo, el estreno de la primera versión del ballet –con música de Tchaikovsky, libreto de Vsevolozhsky y Petipa y coreografía de este último e Ivanov–, tuvo lugar el 18 de diciembre de 1892 en el entonces llamado Teatro Imperial de San Petersburgo –actual Mariinsky–, en una doble representación junto con Iolanta. MS

< Modelos de cascanueces elaborados hacia fines del siglo XIX. >

escribe un último adiós a la memoria de su hermana fallecida, dejando que el sencillo material de la escala descendente se tiña de distintas tonalidades según varía el sentir de un deudo frente al recuerdo de la pérdida.

Como forma de enfatizar lo anterior, según Wiley, en la sección, el compositor utiliza una particular rítmica perfilada sobre la base de fragmentos de un canto del rito fúnebre ortodoxo, convirtiendo a la pieza en un mensaje personal y privado, oculto en medio de la magia y la fantasía del cuento navideño.

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MUSICALIZANDO UN MUNDO MÁGICO Aun cuando, para la mayoría de nosotros, Tchaikovsky figura entre los compositores más reconocidos de música para ballet, lo cierto es que durante su carrera llegó a completar solo tres de ellos, prefiriendo con creces trabajar géneros que, como la sinfonía y la ópera, se encontraban más próximos a sus inclinaciones creativas. Al menos hasta bien entrado el siglo XIX, el ámbito de la composición musical para danza se consideró un área muy específica de la labor artística, principalmente debido a que, al tratar con un lenguaje eminentemente corporal como era el baile, pletórico de sus propias convenciones, reglas y necesidades, demandaba del compositor un dominio notable de las particularidades

del ballet como manifestación artística, el que no era poseído por cualquiera.

Así, interesado por el potencial dramático de la música desde su juventud –como también por la capacidad de esta de expresar ideas y sentimientos–, Tchaikovsky se orientó desde sus inicios al desarrollo de una carrera en el ámbito del teatro lírico.

Sin embargo, cuando llevaba solo algunos años de actividad, en 1875, el joven compositor fue contactado por Vladimir Petrovich Begichev –director del Teatro Imperial de Moscú– para encargarle la composición musical de un ballet. Motivado principalmente por la paga y el desafío que implicaba, el músico aceptó la oferta del coliseo moscovita y se abocó a la tarea de

< Artista desconocido. (c. 1865). Fotografía de Cesare Pugni. >

< Artista desconocido. (c. 1865). Fotografía de Léon Minkus. >

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escribir la que se convertiría en su primera obra de danza, El lago de los cisnes.

Con el fin de interiorizarse en este género, Tchaikovsky estudió concienzudamente la música de reconocidos compositores de ballet, tales como Cesare Pugni y Léon Minkus. No obstante, la pasión que el ruso sentía por la música teatral significaron que, lejos de imitar el estilo ligero, decorativo, melodioso y rítmicamente claro de los citados maestros, Tchaikovsky imprimió en sus obras danzísticas sus propias inquietudes estéticas, contribuyendo a renovar la música para el ballet. De esta manera, tanto en El lago de los cisnes, como en su siguiente trabajo, La bella durmiente, el compositor enfatizó en la necesidad de incorporar músicas con gran presencia melódica y temática, variedad tímbrica y con el potencial de relatar o representar con sonidos el argumento que narraba el ballet.

Particularmente, fue esta comprensión teatral, narrativa y representacional que Tchaikovsky tenía de la música –sustentada en su tendencia a la caracterización de personajes, sentimientos o situaciones a través del sonido– la que significó al crea-

dor una de sus principales inseguridades al momento de enfrentarse a la composición de Cascanueces. Si bien el artista fue capaz de avanzar a un paso relativamente rápido en la escritura de las escenas más realistas de este título, tardó meses en encontrar una solución efectiva a la interrogante relativa a cómo representar por medio de sonidos un mundo irreal, fantástico, infantil y onírico como el visitado por la protagonista de la obra de E. T. A. Hoffmann.

Uno de los primeros recursos que Tchaikovsky utilizó para ambientar el tono tierno y cándido de una obra que, como Cascanueces, gira en torno a situaciones vividas por una niña, fue la utilización de instrumentos de juguete, tales como sonajeros, cascabeles, cucos y conejos tamborileros, entre otros.

Esta clase de instrumentos musicales, anteriormente incorporados en piezas como la Sinfonía burlesca de Romberg o la Sinfonía de los juguetes, atribuida a Leopold Mozart, adquieren notoriedad especialmente durante las escenas del ballet que involucran a Clara, Fritz y sus amigos, pero hacen su aparición también en varios otros momentos de la partitura.

< Ivanov, Konstantin. (1892). Diseño escenográfico para el 2do acto de la versión original de Cascanueces. >

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< Artista desconocido. (1892). Niños protagonistas de la primera versión de Cascanueces. >

< Fotografía de una antigua celesta construida por Auguste Mustel. >

Sin embargo, la necesidad de Tchaikovsky de encontrar un sonido propio y evocativo del mundo onírico del reino de los confites no se vio satisfecha sino hasta algunos meses más tarde. En junio de 1891, durante una breve estancia en Francia, mientras se encontraba en tránsito hacia Estados Unidos, el compositor tuvo la oportunidad de familiarizarse con la

celesta, un instrumento para él desconocido, que había sido desarrollado solo algunos años antes por el luthier galo Auguste Mustel. Por su particular timbre penetrante, metálico y cristalino, este singular medio organológico –un instrumento de percusión externamente similar a un piano, que funciona por la acción de unos martillos activados por teclas los cuales golpean láminas metálicas– cautivó a Tchaikovsky quien, pocos días después de oírlo, escribió a su editor, Pyotr Jurgenson, solicitándole la adquisición de uno de estos instrumentos parisinos “con un sonido divinamente inusual”.

Además de la petición de compra, en su carta el compositor demandaba de Jurgenson la más absoluta discreción respecto de su hallazgo, para evitar que, en sus propias palabras, “Rimsky-Korsakov y Glazunov se enter[aran] de ello y consig[uier]an aprovechar antes su inusual efecto”. Como esto sugiere, tanto la singularidad colorística como el desconocimiento que había en Rusia sobre la celesta, representaron para el compositor nuevas posibilidades creativas. En consecuencia, reconociendo que, al escuchar su sonido, las audiencias de Europa del Este no serían

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< Mrozovskaya, E. (c. 1900). Fotografía de los compositores Nikolai Rimsky-Korsakov y Aleksandr Glazunov. >

capaces de identificar su fuente emisora, la celesta apareció ante los ojos de Tchaikovsky como un medio con el potencial necesario para convertirse en la imagen tangible de un sonido arcano, mágico y, como el nombre lo sugiere, casi celestial, capaz de caracterizar al reino de los confites narrado en el ballet.

Así, luego de esto, Tchaikovsky se abocó a la incorporación efectiva de este nuevo instrumento en su obra musical. Con la idea de presentarla en sociedad en terreno ruso previo al estreno del ballet, el compositor incluyó la celesta en la orquestación de un poema sinfónico titulado Voyevoda, que tuvo su primera representación en Moscú en Noviembre de 1891. Sin embargo, aun cuando Tchaikovsky había ideado que Voyevoda plantearía la presentación de la celesta también en San Petersburgo, luego de la premier moscovita se sintió tan poco satisfecho con la obra, que destruyó la partitura y, en su lugar, comenzó la compilación de una suite orquestal con música de Cascanueces.

Particularmente, la Suite sobre el ballet Cascanueces, op. 71a, fue la única de las suites de danza basada en obras de Tchaikovsky

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que fue compilada y publicada durante su vida. En ella, el compositor incluyó un movimiento denominado “Danza del hada de los confites” –que en el ballet de larga duración funciona como la variación final de este personaje– que pasó a ser la primera obra escuchada en San Petersburgo, que incluyó un uso extensivo de la celesta. Aun hoy, este fragmento constituye una de las pocas piezas ampliamente conocidas para este instrumento, fascinando e intrigando incluso a auditores de la actualidad. MS

< (1853). Ilustración de la edición estadounidense de El cascanueces y el rey de los ratones de E. T. A. Hoffmann. >

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28 BALLET CASCANUECES FOTOGRAFÍA: MELO TE ATRO2021.

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BIOGRAFÍAS LUIS ORTIGOZA Director Artístico Ha Nacido en Buenos Aires, Luis Ortigoza se formó con el maestro Mario Galizzi y en el Instituto Superior de Arte del Teatro Colón de Buenos Aires. Ingresó al Ballet del Teatro Argentino de La Plata en 1988 y ese mismo año emigró a Chile para integrarse al Ballet de Santiago. Su pulida técnica y gran versatilidad artística no sólo lo llevaron a abordar un repertorio de grandes coreógrafos, bailar con figuras internacionales y presentarse en diversos escenarios del mundo, sino que lo consagró como el Primer Bailarín Estrella de la historia de la Compañía.

Ganador de premios nacionales e internacionales, entre ellos la Medalla de Plata en el IV Concurso Internacional de Ballet de Jackson (Mississippi), Ortigoza dejó de bailar en 2016 para iniciar una nueva etapa en su carrera. En 2007 estrenó su propia versión de La Bayadere, en 2008 creó el pas de deux Sylvia para la celebración de los 150 años del Teatro Municipal de Santiago, en 2010 Paquita Grand Pas Classique para la Gala Bicentenario, y en 2017 presentó su versión de Raymonda.

En 2014 el Honorable Congreso de la República de Chile le concede la Ciudadanía por Gracia y la Medalla al Mérito por su aporte al ballet y la cultura del país.

En 2021 asume como director artístico del Ballet de Santiago.

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PEDRO-PABLO PRUDENCIO Director Musical Director Residente de la Orquesta Filarmónica de Santiago desde 2016. Estudió dirección de orquesta y coros en la Escuela Superior de Música de Hannover y fue asistente de Johannes Mikkelsen. Se ha perfeccionado con los maestros Helmuth Rilling, Paul Goodwin, John Neschling, Kurt Masur e Isaac Karabtchevsky. Ha dirigido las principales orquestas chilenas, además de la Klangforum Wien, la Orquesta Filarmónica de Bogotá, la Orquesta Sinfónica de Montevideo, la Orquesta Estable del Teatro Argentino de La Plata y la Orquesta del Teatro Mariinski. Se ha presentado en el Teatro del Lago de Frutillar y en el Teatro Avenida de Buenos Aires. En el Municipal de Santiago, además de ballets, ha dirigido óperas como La italiana en Argel, Tosca, Aída, Carmen, Lucrezia Borgia, La traviata, Lulú, Norma, La fuerza del destino, El caballero de la rosa y el estreno mundial de El Cristo de Elqui, además de producciones para el Pequeño Municipal. Ha sido premiado por el Círculo de Críticos de Arte de Chile en 2012, 2016 y 2018.

JORGE GALLARDO Dieseñador Teatral Artista plástico, escenógrafo y vestuarista de danza y ópera. Destaca por los proyectos Serious Pleasure con el American Ballet Theatre –estrenado en el MET– y por la participación en Dance in America junto a Alvin Ailey Dance Company con Two by Dove. Además, ha trabajado en creaciones para el Royal Swedish Ballet e hizo el diseño de Creatures, obra presentada en el Guggenheim de Bilbao. Ha trabajado en la San Francisco Opera, la Opéra National de Bordeaux y el Théâtre National de Chaillot en París, entre otros. Es diseñador permanente del Centro Coreográfico Nacional de Biarritz y junto a Thierry Malandain ha montado obras como Orfeo y Eurídice en el Festival de Ópera Barroca de Schwetzinger (Alemania) y María Antonieta, encargada por la Opéra Royal de Versailles. Hizo los diseños de Beethoven 7, coreografía de Thierry Malandain a estrenarse en el Theater Bonn en 2020 para conmemorar los 250 años del nacimiento de Beethoven. En el Municipal de Santiago diseñó el vestuario y escenografía de los ballets Zorba, el griego, La Casa de Bernarda Alba y La Casa de los Espíritus.

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RICARDO CASTRO Iluminación Estudió Licenciatura en Arte, Comunicaciones, Estética y Cinematografía en la Universidad Católica y Diseño Teatral en la Universidad de Chile. Entre 1981 y 1983 fue Jefe Técnico de la Compañía Mimos de Noisvander en Europa. Fue profesor de Iluminación en la Escuela de Teatro de la Universidad de Chile e impartió la cátedra de Iluminación en la Escuela de Diseño Teatral de la Universidad de Chile. Es iluminador residente en el Municipal de Santiago, donde ha diseñado la iluminación de los ballets Las desventuras del diablo, Gala Sara Nieto, La cC nicienta, Giselle, Études, Tiempo de percusión, Cuatro temperamentos, Rosalinda, Cascanueces, La Sylphide, Carmen y Manon. Entre las óperas para las que ha diseñado la iluminación se cuentan: Tosca, Los lombardos, Così fan tutte, La traviata, Carmen, El barbero de Sevilla, Romeo y Julieta, Roberto Devereux, Mefistófeles y Macbeth, entre otros espectáculos.

LUZ LORCA Subdirectora Bailarina, integró la Compañía de Ballet del Teatro Municipal, antiguo BAM, bajo su fundador, Octavio Cintolesi. En 1979, llamada por Cintolesi, asumió la subdirección del Ballet de Santiago. En 1982, Ivan Nagy la confirmó en su cargo y la nombró Directora de la Escuela de Ballet del Municipal, cargos que desempeñó hasta 1990, año en que asumió la dirección de la citada compañía por dos años. Durante su gestión, impulsó la continuidad del Festival de Coreógrafos Nacionales, coordinó la invitación del Ballet de Santiago a la Expo Sevilla y Hungría, gestionó perfeccionamientos en el extranjero, acogió a coreógrafos nacionales e invitó a Marcia Haydée a hacer su primer montaje para el Ballet de Santiago, ofreciéndole más tarde el puesto de Directora Artística. Tras un corto alejamiento del Municipal, en 1996 se unió al equipo directivo de Ivan Nagy como Subdirectora de la compañía.

En 1997 realizó un Diplomado en Administración Cultural. Desde la llegada de Marcia Haydée a la dirección de la Compañía, colabora con ella en todo lo concerniente a su gestión. En 2012 se tituló de Licenciada en Artes Escénicas de la Universidad Mayor.

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PABLO AHARONIAN Maestro de baile y Coreólogo Fue Primer Bailarín del Sodre de Uruguay, Solista de La Scala de Milán y Primer Bailarín de la Compañía Carla Fracci, el Teatro Comunale di Bologna y el Ballet de Santiago. En 1993 bailó Gaité Parisienne (Béjart) con el Ballet de Stuttgart. Estudió coreología (Sistema Benesh) en la Royal Academy of Dance y fue maestro invitado del Central Ballet, San Francisco Ballet y Ballet del Sodre. Remontó Raymonda y Paquita en Uruguay. Asistió a Haydée en la creación de El lago de los cisnes. Remontó La bella durmiente, Carmen y Coppelius, el mago para el Ballet Real de Flandes, el West Australian Ballet –del que fue director artístico interino en 2011–, el Ballet Real Sueco, el Ballet de Santiago, Teatro Argentino de La Plata, Sodre y el Ballet Nacional de Corea del Sur. Desde 2013 es maestro invitado regular de la Escuela Estatal de Ballet de Nueva Zelanda. Fue asistente coreólogo de Haydée en la creación de El sueño de Don Quijote para la Compañía de Danza Sao Paulo. En 2017, remontó La fierecilla domada (Cranko) para el Ballet Nacional Bávaro. Es repositor oficial de las obras de Marcia Haydée y de John Cranko.

MARCELA GOICOECHEA Maestra de baile Alumna de Olga Ferri y del Instituto Superior de Arte del Teatro Colón.

Se perfeccionó en Cuba con Laura Alonso, Loipa Araujo, Josefina Méndez y Alicia Alonso. En 1989 se unió al Ballet de Santiago, llegando a ser Primera Bailarina en 1990. Abordó el repertorio clásico y ballets de los coreógrafos más importantes del siglo XX –como Béjart, Cranko, MacMillan– lo que le permitió desarrollar una brillante carrera y ser nombrada por Marcia Haydée como la Primera Bailarina Estrella en 2007. Ha bailado en Chile, Europa, EE.UU. y Asia con figuras internacionales como Wolfgang Stollwitzer, Maximiliano Guerra, Irek Mukhamedov y Luis Ortigoza. En 2001 recibió el Premio Altazor y en 2005, el Premio Clarín. Más tarde fue nominada al Benois de la Danse (2005) por el rol protagónico de Carmen de Marcia Haydée–creado para ella– y al Premio del Círculo de Críticos de Arte de Chile (2006 y 2010). En 2009 se retiró, dejando un valioso legado a la compañía.

Actualmente es ensayista de primeras figuras del Ballet de Santiago y en 2018 interpretó a Lady Capuleto en Romeo y Julieta.

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EDUARDO YEDRO Maestro de baile y coreógrafo En 1977 ingresó al Instituto Superior de Arte del Teatro Colón y en 1981, al Ballet Teresa Carreño de Venezuela. En 1985 ingresó al Ballet de Santiago, donde realizó su carrera como Primer Bailarín. Fue invitado como Primer Bailarín al Dayton Ballet y contratado en el Nevada Dance Theatre. En 1997 comenzó su carrera como Maestro de Baile y coreógrafo en el Instituto Universitario Nacional de Artes de Buenos Aires, en el Instituto Superior de Arte del Teatro Colón y en el Ballet del Sur de Bahía Blanca. En 2003 volvió al Ballet de Santiago, donde en 2004 hizo las coreografías Solo por Astor, Cuerpos pintados y Los pájaros de Neruda, la Obertura y Final de Noche de Estrellas y la ópera Carmen. En 2008 estrenó 30 & Tr3s Horas Bar que, debido a su gran éxito, fue reestrenada en 2009. El mismo año estrenó La bohème, Viaje corto, Élégie y Trío y en 2009, El zorro y Un solo para dos. En la Gala del Bicentenario estrenó Retratos y Los galufa. En 2010 el Ballet de Santiago presentó algunas de sus coreografías en la Expo Shanghai. En 2012 creó Entre piantaos para el Ballet Teresa Carreño, con música popular centroamericana y composiciones de Tony Montserrat y Pedro Toro.

En 2014 dirigió Cats en el Teatro Municipal de las Condes. En 2015 estrenó We are the Champions y Estaciones en el Municipal de Santiago.

CYRIL DE MARVAL Maestro de baile Comenzó sus estudios de danza con Daniel Frank, profesor de la Ópera Nacional de París, para luego incorporarse a la academia A.I.D., en la misma ciudad. A los 12 años llegó a Estados Unidos y fue becado por la San Francisco Ballet School, donde permaneció hasta 1987. En 1986 fue becado para participar en el curso de verano de la School of American Ballet en Nueva York. Luego de terminar sus estudios en San Francisco, se perfeccionó por un año en la Escuela Nacional de Hungría y, finalmente, se incorporó al cuerpo de baile del Ballet de Santiago, invitado por su director Imre Dózsa. En 1992 ascendió a la categoría de Solista. Durante su carrera abarcó diferentes roles de solista y protagónicos en ballets tales como El lago de los cisnes, Romeo y Julieta, Manon y Don Quijote, entre otros. Bajo la dirección de Marcia Haydée, se integró al staff como Maestro de Baile.

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RODRIGO GUZMÁN Primer bailarín estrella Comenzó sus estudios de danza en Punta Arenas. A los 17 años ingresó a la Escuela de Ballet del Municipal de Santiago, en 1997 y dos años más tarde fue contratado en el Ballet de Santiago por Ivan Nagy para formar parte del cuerpo de baile. Rápidamente comenzó a bailar roles solistas y principales tales como Lankadem (El corsario), Basilio (Don Quijote), Albrecht (Giselle), Sigfrido (El lago de los cisnes), Franz (Coppélia) y Pinkerton (Madama Butterfly), entre otros. Tras protagonizar La consagración de la primavera en 2004, Haydée –de forma inédita– lo ascendió directamente de cuerpo de baile a Primer Bailarín de la Compañía.

Para su debut en esta categoría, Haydée creó para él el rol de Escamillo de su versión de Carmen. Ha trabajado con reconocidos coreógrafos nacionales e internacionales y tuvo una relación muy especial con el afamado bailarín norteamericano Richard Cragun, quien lo preparó para interpretar a Carabosse, Petrucchio, Mercutio y Romeo. En 2013 triunfó en su debut como Zorba, de Zorba, el griego de Lorca Massine, rol que lo consagró como una figura sobresaliente de la compañía capitalina: Marcia Haydée lo nombró Primer Bailarín Estrella.

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LUCAS ALARCÓN Primer bailarín Se formó con Liliana Belfiore en su Buenos Aires natal y estudió dos años en el Instituto Superior de Arte del Teatro Colón. Ingresó al cuerpo de baile del Ballet de Santiago en 2004, destacando desde sus comienzos en roles como Gurn de La Sylphide y Solor de La bayadera, además de otros papeles de solista en obras como Cascanueces, La Cenicienta y Salomé.

Su enorme talento le permitió crecer rápidamente en la compañía y fue ascendido a Solista en 2010. En 2013 ascendió a Primer Bailarín para su debut como John de Zorba, el griego.

ROMINA CONTRERAS Primera bailarina Se formó en la Escuela de Ballet del Municipal de Santiago y perfeccionó sus estudios en Lyon, Francia. En 2013 ingresó al cuerpo de baile del Ballet de Santiago y en 2014 fue finalista en la USA Internacional Ballet Competition, ganando el Jury Award of Encouragement. Fue promovida a solista en 2015 y fue invitada al 9° Festival Internacional de Ballet en Cali, Colombia. Su repertorio incluye roles solistas en Mayerling, La bella durmiente y Don Quijote, además de los roles principales en Rosalinda de Ronald Hynd, El lago de los cisnes de Marcia Haydée, El joven y la muerte de Roland Petit y Manon de Kenneth MacMillan. En 2017 fue ascendida a Primera Bailarina.

KATHERINE RODRÍGUEZ Primera bailarina Egresó de la Escuela de Ballet del Municipal de Santiago en 2011, integrándose al Cuerpo de Baile del Ballet de Santiago inmediatamente.

Rápidamente asumió roles solistas con la Compañía, destacando como Swanilda de Coppelius, el mago de Marcia Haydée, y como una de las tres solistas del segundo acto en La bayadera de Luis Ortigoza.

Además, ha asumido los roles principales de Odette y Odile en el Lago de los cisnes de Haydée y la princesa Stephany en Mayerling de MacMillan. En 2015 debutó en el rol de Manon y en 2016 fue ascendida a Solista. En 2018 fue nombrada Primera Bailarina.

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EMMANUEL VÁZQUEZ Primer bailarín Formado en el Instituto Superior de Arte del Teatro Colón y con Mario Galizzi.

Se integró al Ballet de Santiago en 2010 y fue ascendido a Solista en 2013. Ha asumido roles en La bayadera, Romeo y Julieta, Gaîté parisienne, Raymonda, El lago de los cisnes y La bella durmiente, entre otros. En 2012 ganó la medalla de bronce en Cape Town International Ballet Competition. En el 2014, junto a la São Paulo Companhia de Dança interpretó La Sylphide, El espectro de la rosa y el pas de deux del cisne negro. En 2016 fue invitado al Teatro Colón a bailar el rol de Basilio en Don Quijote. En 2017 estuvo en la Ópera de París en Sueño de una noche de verano.

MARÍA LOVERO Solista Argentina. Se formó en el Instituto de Arte del Teatro Colón y complementó sus estudios con reconocidos maestros. Ha participado en concursos nacionales e internacionales, siendo galardonada con medallas de oro y plata. Se integra al Ballet Concierto de Iñaki Urlezaga y al Ballet Argentino de Julio Bocca como solista y primera bailarina. En 2008 fue becada para estudiar en el Jacob´s Pillow Dance Festival de Estados Unidos, y viaja a China a representar a su país. En 2010 ingresa al Ballet de Santiago bajo la dirección de Marcia Haydée.

Posteriormente, recibe el premio “Cruce de los Andes” en reconocimiento a su trayectoria y contribución a la integración entre Argentina y Chile. Ha trabajado con destacados coreógrafos y repositores e interpretado roles principales en Romeo y Julieta, Mayerling, El Lago de los cisnes y La Sylphide, entre otros.

CRISTOPHER MONTENEGRO Solista Chileno. A los 8 años ingresa a la Escuela de Ballet del Teatro Municipal.

En 2015, con 17 años, ingresa como Pre-aspirante al Ballet de Santiago. A través de los años, fue avanzando en los diferentes cargos; primero como aspirante y luego como cuerpo de baile, hasta que en 2020 con 22 años fue nombrado Soliata de la compañía. Desde sus inicios, en la compañía tuvo la posibilidad de interpretar roles como cuerpo de baile, Solista y Principal. Uno de sus mayores logros fue interpretar a Esteban Trueba en el ballet La Casa de los Espíritus con coreografía de Eduardo Yedro.

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SOLISTAS

GUSTAVO ECHEVARRÍA

ESDRAS HERNÁNDEZ

MONTSERRAT LÓPEZ

CRISTOPHER MONTENEGRO

MIROSL AV PEJIC

MARÍA DOLORES SAL AZAR

MARÍA LOVERO

CUERPO DE BAILE

KAMILIA AESNISHANLINS

CARLOS ARACENA

CAMIL A ARANDA

FELIPE ARANGO

LORENA BORJA

JOSÉ LUIS CAMPOS

LUCIANO CREST TO

L ARA COSTA

CATALINA DUARTE

ETHANA ESCALONA

ENZO FUENTES

SIMÓN HIDALGO

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CARLOS INOSTROZA

CAMIL A JUSTINIANO

MILENKA KISIL AK

IOULIA KOUTENKOVA

ESPERANZA L ATUZ

SEBASTIÁN LIZAMA

FELIPE LORCA

FRANCISCA MONTENEGRO

YERKO NAVIA

DEBORAH ORIBE

SONIA OSSANDÓN

ALEXIS QUIROZ

MATÍAS ROMERO

NOELIA SÁNCHEZ

CONSTANZA SÁNCHEZ

MAURICIO SERENDERO

MARISELBA SILVA

BELÉN VIDEL A

L ALESKA SEIDEL

ASPIRANTES

IVAN ARAYA

CAROLINA CONCHA

DIEGO RIVAS

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ADMINISTRATIVOS

NATALIA AQUILES PIANISTA

ALBENA DOBREVA PIANISTA

ALEJANDRA ESPINOSA SECRETARIA

CELIN MONSALVE SONIDISTA

PATRICIO MENESES PIANISTA

ROBERTO SALDIVIA KINESIÓLOGO

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BALLET CASCANUECES 2021. FOTOGRAFÍA: PATRICIO MELO

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BALLET DE SANTIAGO Nace en 1959 cuando el Ballet de Arte Moderno (BAM), fundado por el bailarín y coreógrafo Octavio Cintolesi, fue invitado a ser compañía residente del Teatro Municipal de Santiago.

A partir de 1982, la agrupación se renovó bajo el liderazgo del húngaro Ivan Nagy, reconocida figura del American Ballet Theatre, quien trajo nuevos coreógrafos y bailarines e impulsó una fructífera etapa de expansión internacional.

Entre los años 1993 y 1995 y entre 2004 y 2020, la compañía fue dirigida por Marcia Haydée −una de las más importantes bailarinas del siglo XX− quien dio un nuevo impulso a su proyección internacional, fortaleciendo el posicionamiento del elenco en Latinoamérica y enriqueciendo el repertorio de la compañía con creaciones propias y de otros artistas. Actualmente se mantiene estrechamente vinculada a la agrupación como asesora internacional.

Desde 2021, el director artístico del Ballet de Santiago es Luis Ortigoza, destacado bailarín y coreógrafo, quien en 2014 recibió la ciudadanía chilena por gracia por su aporte a la cultura en el país.

En la actualidad, el Ballet de Santiago cuenta con un amplio repertorio que incluye obras clásicas, neoclásicas y contemporáneas. Y como cuerpo artístico estable del Teatro Municipal de Santiago, presenta una temporada anual y ofrece funciones gratuitas para llegar a nuevos públicos, tanto en Santiago como en escenarios de todo Chile. Con 62 años de historia, se ha presentado en importantes escenarios de Estados Unidos, Colombia, Uruguay, Perú, Argentina, España, Hungría, Alemania, China y México. El Ballet de Santiago es considerado una de las compañías más destacadas de Latinoamérica.

Director Fundador Octavio Cintolesi (1924-1999)

Coreólogo y Maestro de Baile Pablo Aharonian

Primer Bailarín Estrella Rodrigo Guzmán

Director Emérito Ivan Nagy (19432014)

Coreógrafo y Maestro de Baile Eduardo Yedro

Director Artístico Luis Ortigoza

Maestros de Baile Marcela Goicoechea Cyril de Marval

Primeros Bailarines Lucas Alarcón Romina Contreras Katherine Rodríguez Emmanuel Vázquez

Asesora Internacional de la Dirección Artística Marcia Haydée Subdirectora Luz Lorca

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Solistas Gustavo Echevarría Esdras Hernández Montserrat López María Lovero Cristopher Montenegro Miroslav Pejic María Dolores Salazar Cuerpo de Baile Kamilia Aenishanslin Carlos Aracena Felipe Arango Camila Aranda Lorena Borja

José Luis Campos Luciano Crestto Catalina Duarte Ethana Escalona Enzo Fuentes Lara Gonçalvez Simón Hidalgo Carlos Inostroza Camila Justiniano Milenka Kisilak Ioulia Koutenkova Esperanza Latuz Sebastián Lizama Felipe Lorca Francisca Montenegro Yerko Navia Deborah Oribe

Sonia Ossandón Alexis Quiroz Matias Romero Noelia Sánchez Constanza Sánchez Laleska Seidel Mauricio Serendero Mariselba Silva Belén Videla Aspirantes Iván Araya Carolina Concha Diego Rivas

Pianistas Natalia Aquiles Albena Dobreva Patricio Meneses Kinesiólogo Roberto Saldivia

Bailarines de refuerzo Cascanueces Laura Ampuero Josefa Arriagada Florencia Matamala Constanza Viera

Secretaria Alejandra Espinosa Sonidista Celin Monsalves

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ORQUESTA FILARMÓNICA DE SANTIAGO Formada en 1955, la Orquesta Filarmónica de Santiago es uno de los pilares fundamentales del Municipal de Santiago y cuenta entre sus filas a destacados músicos nacionales e internacionales.

La agrupación domina un amplio repertorio, que recorre desde la era barroca a la contemporánea y ha tenido importantes directores titulares, entre los que sobresalen Juan Mateucci, Enrique Iniesta, Juan Carlos Zorzi, Enrique Ricci, Fernando Rosas, Juan Pablo Izquierdo, Roberto Abbado, Maximiano Valdés, Gabor Ötvös y Jan Latham-Koenig. Actualmente, Roberto Rizzi Brignoli es su Director Titular, Pedro-Pablo Prudencio su Director Residente, Juan Pablo Izquierdo, su Director Emérito y Paolo Bortolameolli su Director Invitado Principal.

Director Titular Roberto Rizzi Brignoli Director Residente Pedro-Pablo Prudencio Director Emérito Juan Pablo Izquierdo Director Invitado Principal Paolo Bortolameolli

Primeros violines Richard Biaggini, Concertino Alexander Abukhovich, Concertino Tiffany Tieu, Ayte. de Concertino Arcadia Aquiles Pablo Leiva Nikolay Staykov Svetlana Tabachnikova Julio Zapata Juan Guillermo Acuña Viviana Angulo Pablo Vidal Byron López Robert Ramos Segundos violines Francisco Rojas, Solista Mauricio Vega, Solista

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Macarena Ferrer, Ayte. Solista Marine AugustinLucile Juan Canales Omar Cuturrufo Zdzislaw Czarnecki Juan Encina Eduardo Roa Roderick Labrador Violas Evdokia Ivashova, Solista Vilius Zalkin, Solista Rodolfo Zapata, Ayte. Solista Margarita Krivorotko Leonardo Rojas Sarah Scanlon Oswaldo Guevara Violonchelos Katharina Paslawski, Solista

Olga Levkina, Solista Carlos Herrera, Ayte. Solista Rodrigo Bignon Washington Bravo Marisol Candia Cristián Peralta Contrabajos María Teresa Molina, Solista José Miguel Reyes, Solista Pablo Fuentealba, Ayte. Solista Bastián Borje Javier Cordero Flautas Carlos Enguix, Solista Eduardo Perea, Ayte.

Solista Gonzalo García Beatrice Ovalle, Flautín

Oboes Jorge Pinzón, Solista Claudia Fonseca Tatiana Romero, Corno Inglés Clarinetes Jorge Levín, Solista Hernán Madriaza, Clarinete Bajo Fagotes Zilvinas Smalys, Solista Jaime Marabolí, Ayte. Solista Monzerrat Miranda Cornos José Luis Guede, Solista John Dodge, Ayte. Solista Edward Brown Eugenio Cáceres Javier Mijares Rodrigo Núñez

Trompetas Eugene King, Solista Rodrigo Arenas, Ayte. Solista Javier Contreras Maciej Wollenski Trombones Mauricio Arellano, Solista Matías Tapia, Ayte. Solista Sebastián Torrejón Isaac Sanabria, Trombón bajo Tuba Pablo Briones Arpa Alida Fabris Percusión Yaroslav Isaeu, Solista Timbal Mario Góngora Diego Marabolí

Piano/Celesta/ Órgano Jorge Hevia Albena Dobreva Músicos invitados Naylimar Álvarez, violín Tamara Navarrete, violín Luis Ramírez, viola Roberto Grandón, viola Eduardo Simpson, violonchelo Carlos Serón, violonchelo Francisco Martínez, violonchelo Anna Wiesner, violonchelo Carlos Isla, clarinete Erick Delgado, clarinete bajo Mitzi Ojeda, fagot Joaquín López, percusión Pablo Cristi, arpa

Jefa administrativa Victoria Hidalgo Inspectora Carmen Díaz Archivo musical Angélica Rivera Ana Bañados Marcos Vargas Utileros Francisco Briceño Fernando Latorre

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CORO DE LA ESCENA “REINO DE LA NIEVE” Nicole Galleguillos · Claudia Figueroa · Melisa Gómez · Andrea Aguilar Andrea Betancur · Pamela Castro · Jenny Muñoz · Carolina Grammelstorff

EQUIPO DE PRODUCCIÓN EQUIPOS DE REALIZACIÓN ARTÍSTICA Y TÉCNICA PRODUCCIÓN MUSICAL Director Musical Residente: Pedro-Pablo Prudencio Pianistas acompañantes: Natalia Aquiles Albena Dobreva Preparación musical Coro “Reino de la Nieve”: Jorge Hevia

PRODUCCIÓN ESCÉNICA Director de Escenario: Sergio Ortiz

Asistente de escenario: David Figueroa PRODUCCIÓN TÉCNICA Y JEFES DE ÁREA Iluminador Residente: Ricardo Castro Jefe de Área Vestuario y Caracterización: Pablo Núñez Jefe de Construcción: Miguel Tobar Jefe de Escultura: Claudio Marín Jefe de Pintura: Carlos Foweraker Jefe de Utilería: Andrés Sepúlveda Jefe de Tramoya: Germán Rosales Jefe de Iluminación: Juan Meza Jefe de Sonido y Audiovisual: Óscar Medina

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