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REPORTAJE / Dr. Andres Gonzalez Mandly
Dr. Andrés González Mandly La Radiología del Futuro
El día mundial de la radiología, 8 de Noviembre, nos brinda una magnifica oportunidad para, con tres días de retraso, conversar con Andrés González Mandly, un afable colega, y profesional de excelencia, que actualmente dirige uno de los servicios centrales, vitales para el funcionamiento del hospital “Marqués de Valdecilla”. Se trata del servicio de radiodiagnóstico, comúnmente conocido como Radiología/Radiodiagnóstico, términos en revisión, puesto que actualmente la mayor parte de las exploraciones no utilizan radiaciones ionizantes en su diario quehacer; por lo que, cada vez mas, este área debiera ser identificado por el estudio y tratamiento por imagen de los procesos clínicos. Con unos 50 médicos, una docena de residentes de toda España en formación y cantidad de enfermeras, técnicos, administrativos, celadores y personal técnico de apoyo, todos profesionales de su mas alto nivel; dirige una orquesta que proporciona soluciones diagnostico-terapéuticas a prácticamente todas las especialidades del hospital, de la sanidad de Cantabria y, en múltiples ocasiones del resto de España.
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Formado entre los años 1988-1994, con la XVIIIª promoción de médicos de la Universidad de Cantabria, realizó su residencia en Radiología



en Valdecilla entre 1996 y el año 2000. Profesionalmente, se dedica a la neuroradiología, con amplia experiencia en en técnicas intervencionistas endovasculares cerebrales, tanto programadas como urgentes en el campo del ictus, donde este tipo de tratamientos, realizados con la suficiente premura, logran disminuir, e incluso, hacer desaparecer las terribles secuelas que estos trastornos suelen conllevar. Tal vocación, actualmente, la compatibiliza con su responsabilidades de gestión, ya comentadas.

El lEgado dE su padrE, andrés gonzálEz TuTor El ejemplo paterno en el mundo de la radiología le decantó a la hora de la decisión sobre una especialidad en detrimento de su inclinación quirúrgica inicial. Recuerda una reunión familiar durante las Navidades, de la que su padre tuvo que ausentarse para realizar una derivación urgente del flujo venoso hepático, en un caso de hemorragia digestiva aguda. Situaciones así, impensables poco antes en el mundo de la radiología, despertaron vivamente el interés del entonces estudiante de medicina por esta especialidad, pensando ya, específicamente, en el intervencionismo radiológico, ampliamente desarrollado por su padre a lo largo de su fecunda vida profesional. También su capacidad de combinar la actividad clínica con la de jefe de servicio, durante muchos años, ha servido a nuestro protagonista para decidirse a afrontar, desde unos meses atrás, la actual responsabilidad administrativa, compatibilizandola con el intervencionismo neuroradiológico, pero siempre supeditada a la capacidad del ejercicio clínico. En esta modalidad se realizan tratamientos guiados por la imagen, a través del cateterismo que significa introducir tubos de calibres ínfimos, frecuentemente de décimas de milímetro, por vía intra-arterial hasta el territorio cerebral diana para realizar el tratamiento adecuado. Actualmente, ya desde hace 10-15 años, el tratamiento del cuadro clínico denominado ictus,


CBV. solo en material, teniendo en cuenta que estudios de coste-efectividad, demuestran el ahorro que estas técnicas pueden suponer en ahorro de otros costes; además, claro está, del bien supremo que supone de ahorro en sufrimiento humano e incremento de la calidad de vida de los pacientes.
La EvoLución dE La RadioLogía Cuando llegó de residente al hospital, solamente existían dos Scanner de tipo “corte-corte”, aún no existían los helicoidales ni se realizaba radiología musculo esquelética, que se limitaba a la radiología simple, comenzándose, entonces la ecografía de esos territorios. Entonces un estudio completo de tórax, abdomen y pelvis por scanner tardaba en obtenerse 25 minutos, mientras la máquina, después de cada corte, tenia que enfriar el tubo de Rx, para proceder al siguiente corte. Actualmente, los estudios helicoidales, en una única respiración del paciente, desde el cuello hasta las piernas, en menos de treinta segundos, realiza la exploración completa. La resonancia magnética estaba entonces ubicada en el Hospital de Liencres, adscrito a la Diputación de Cantabria, separada administrativamente del Instituto Nacional de la Salud (INSALUD) regente, entonces, del Hospital Valdecilla, donde rotaban, durante algunos meses, los residentes de radiología para formarse en aquella nueva técnica de diagnóstico por imagen. Actualmente, cada sección de diagnóstico por imagen del servicio de Valdecilla, tiene su herramienta de resonancia específica y los residentes actuales, desde su comienzo, están en contacto constante con esta nueva modalidad diagnóstica. Paralelamente, hemos asistido al desarrollo de la historia clínica (HC) electrónica, que ha permitido, en los casos problemáticos, la posibilidad de comparación de exploraciones previas, de una manera prácticamente instantánea facilitando así enormemente la precisión y rapidez diagnósticas. Antes, debíamos solicitar la búsqueda y remisión de las exploraciones de cada paciente, seleccionar las placas de, frecuentemente decenas


MTT.


que las transcribía remitiendonoslas posteriormente para su revisión y aprobación previa a su remisión definitiva al clínico solicitante o destinatario de cada exploración. Tal ingente consumo de recursos personales y de retraso, que podía llegar a ser de hasta tres días, gravando enormemente la toma de decisiones clínicas finales, ha venido a solventarse en gran parte con la adopción de estas tecnologías, sobre todo en los pacientes ingresados, en los que el diagnóstico suele ser mas urgente.
En el futuro de la radiología, la Inteligencia Artificial (IA), está llamada a jugar un papel preponderante en su quehacer profesional. Sin embargo, Andrés González no ve un entusiasmo uniforme en la aceptación de esta nueva tecnología por parte de sus colegas radiólogos. Aunque algunos ámbitos profesionales puedan ver con miedo su irrupción, temiendo una perdida de posibilidades laborales, nuestro protagonista es un firme convencido de que esta técnica llegará para quedarse, haciendo que cambie de forma trascendental la que pudiera denominarse forma clásica de trabajar de los radiólogos actuales. Abundando el ello, es firme convencido de la necesidad de formación en esta nueva disciplina, como herramienta que posibilite una mayor eficiencia, facilitando, por ejemplo, las comparaciones sutiles entre dos exploraciones que, al final, pudieran ser de gran valor en algunas patologías, esclerosis múltiple, tumores, etc.. No obstante, destaca la necesidad que tiene el radiólogo de supervisar toda esa información, puesto que “la IA también se puede equivocar”, pasando esta función a ser una de las que depare el futuro a estos profesionales. Otro capítulo interesante en este área, y actualmente no resuelto, es el de la responsabilidad sobre estos informes, o “preinformes”, generados por IA. Tal podría asemejarse al campo del coche autónomo y la responsabilidad

en caso de atropello, por ejemplo. Con todo, la IA es una herramienta excelente realizando tareas repetitivas y automatizadas que pueden liberar de tiempo y errores a los profesionales, pero, por otra parte, le es mas difícil integrar el resto de la información, por lo que el conocimiento de la HC del paciente, seguirá siendo una piedra angular para la emisión de un informe diagnóstico valioso. Para ello, deberemos ir profundizando en el conocimiento de los algoritmos y referencias con que trabaja la IA, con la dificultad añadida de que el funcionamiento de estos sistemas suelen ser de tipo “caja negra”. Así, la IA te puede “descubrir algo”, pero no puedes llegar a saber como lo ha descubierto, como lo ha aprendido, aunque haya sido uno mismo quien le ha enseñado. Tal situación puede entrañar peligros importantes ocultos en sesgos que, en principio, puedan parecer sutiles pero que, al final, trastocan los resultados. De hecho, ya se está hablando de la ética de la propia IA y de como, incuso, pudiera llegar a ser racista, o sexista, por ejemplo. Por ello deberemos estar vigilantes para que la relación entre la ética y la IA pueda ser, en todo momento, equilibrada. En el campo de la aplicación de la tecnología del 5G, las aplicaciones a la radiología son aún incipientes, pareciendo mas útiles actualmente en el campo de la cirugía robótica, actualmente en gran desarrollo y en las que nuestro hospital es pionero a nivel internacional.

El intErvEncionismo En la radiología
La radiología intervencionista, tanto en lo que respecta a la vascular general, diagnóstica, como en el neuro-intervencionismo, han avanzado muchísimo. Aunque ya, en mis comienzo, se realizaban angioplastias y se colocaban “stents”, dispositivos intra-arteriales para permitir el flujo sanguíneo a través de estrecheces patológicas de los vasos sanguíneos, también eran precisas la arteriografías diagnósticas tanto para localizar puntos de sangrado visceral como para


TC Cráneo.

te quirúrgicas, en el pasado, han sido sustituidas por tratamientos cada vez mas numerosos por técnicas de radiología intervencionista, menos invasivas y mas eficientes. Esta evolución que, incluso, ha llegado a producir enfrentamientos entre profesionales y disciplinas por las fronteras en los ámbitos de actuación de los profesionales involucrados, debe tomarse como un espacio colaborativo de acercamiento y colaboración entre profesionales, por el bien de los pacientes, aportando cada uno lo mejor que sabe hacer. No obstante, este idílico panorama presenta una difícil resolución en ámbitos donde la aplicación de cada tratamiento pueda suponer un beneficio económico directo con la consiguiente disputa por el derecho de aplicación del mismo. En este contexto se viene dando el transito contrario. Así el ejemplo que bien conoce, frecuente ya en Estados Unidos de Norteamérica, donde neurocirujanos aprenden técnicas endovasculares para tratar aneurismas y malformaciones arterio-venosas cerebrales aduciendo el mayor conocimiento que ellos tienen de quien dicen “sus pacientes” y por el seguimiento que, posteriormente, deben realizar de los mismos. En este sentido patrimonial de las especialidades médicas, antes, algunos radiólogos decían “la imagen es nuestra”. Para Andrés “la imagen es del paciente”, lo que creemos es una buena premisa para abordar toda esta problemática y las áreas de capacitación específica, una iniciativa iniciada por La Administración, hace ya unos años, pudieran representar una buena vía para solucionar este tipo de conflictos, involucrando profesionales tanto médicos como cirujanos y combinando los saberes y habilidades de ambos campos pudieran proponerse lo que podrían ser “subespecializaciones”, acordes a cada situación. Tal comenzó en algunas áreas como, por ejemplo, la psiquiatría infantil, en disputa entre psiquiatras y pediatras. En el caso del neuro-intervencionismo, al que se podía llegar, tanto desde la radiología diagnóstica como desde la neurocirugía, se llegó a conseguir bastante acuerdo entre las tres sociedades científicas involucradas: Radiología, Neurología y Neurocirugía, a pesar de lo cual la iniciativa no se ha acabado de desarrollar, habiendo quedado, finalmente “como tapado”.

El futuro dE la radiología y dEl Hospital Marqués dE ValdEcilla El radiólogo, en el hospital tiene varias misiones. Gestionar la imagen que se genera con RX, ultrasonidos o con resonancia nuclear magnética, por medio de una serie de agendas, realizando protocolos para la obtención de imágenes de la mayor calidad diagnóstica posible, participando con los radiofísicos en el control de calidad de las imágenes, procurando dosis de radiación lo mas bajas posibles que no implique pérdida de calidad de las mismas. Debe saberse que a mayor radiación, mejor calidad de imagen, por lo que debe llegarse a un compromiso


aceptable entre ambos parámetros. Una vez obtenida la imagen hay que interpretar la información que ella transmite, sugestiva de apendicitis, cólico biliar, colecistitis, etc. y ponerla al servicio del clínico que ha solicitado la exploración, siempre en el contexto de la situación clínica del paciente. Además, y cada vez con mas frecuencia, el radiólogo realiza procedimientos intervencionistas, terapéuticos bien mediante cateterismos intravasculares, drenando colecciones líquidas patológicas o tratando tumores mediante procedimientos ablativos o diagnósticos, mediante punción y aspiración de tumores o lesiones viscerales de difícil acceso anatómico. Todo ello, actualmente denominado radiología intervencionista , forma una parte importantísima de la actividad de las diferentes secciones en que actualmente se divide la radiología moderna. Para el Dr. Andrés González, el futuro de la radiología pasa por la integración en grupos interdisciplinares, haciendo una gestión por procesos de los casos clínicos, como puede ocurrir en muchas otras especialidades y disciplinas clínicas. Considera que el hospital tiene un alto nivel, dentro de España e internacional, en algunas especialidades, destacando, sobre todo, el capital humano; con una cultura de colaboración entre profesionales mayor que en la mayoría de los centros hospitalarios nacionales y un orgullo especial de pertenencia al hospital que conduce a que todo el personal se implique mucho mas que en otras instituciones similares, procurando su desarrollo profesional en el hospital, por encima de las estrecheces presupuestaria que los tiempos actuales nos hacen padecer, pudiendo seguir contando con un hospital grande si, por parte de todos, es cuidado. Luis A. Herrera Noreña
