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A TODO COLOR

No podía faltar en esta sección de props un espacio dedicado a esos que son vitalidad, energía y alegría

Elementos de colores intensos, vibrantes, y que, con los conocimientos adecuados, sumarán a tus fotografías y te ayudarán a contar esa historia que quieres en ellas

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Cuando pienso en props llenos de color, veo fotografías de comida mexicana. La cocina de México es color, sabor es vida Los props que la acompañan han de ir en consonancia

Lo importante a la hora de utilizarlos es dominar el uso del círculo cromático para saber combinar sus colores con el color de los alimentos y junto al resto de props que compondrán la escena, jugando con colores complementarios, análogos o combinaciones más avanzadas. Además, conocer la psicología del color, hará que toda la imagen quede equilibrada y en armonía

Un buen ejemplo lo encontramos en la cerámica tradicional Sobre una pieza en color blanco, se decora pintándola a mano con motivos de diferentes colores, todos ellos intensos y alegres.

Algunos artesanos que nos encantan y elaboran este tipo de piezas son Marô Antunes (@maroantunes), Lea Starke ( @studiostarke ceramics) o Nicola Hart (nicolahartstudios)

Si buscas imágenes potentes y vitales, anímate a explorar el mundo de los props llenos de color ¡No te arrepentirás!

Trabajar la fotografía monocromática puede dar resultados tremendamente impactantes que dejan al espectador impresionado, y la buena elección de los props que se utilizan en ella, marcarán la diferencia

Observa el color del alimento a fotografiar, y elige props del mismo color, jugando con los distintos tonos que éste te ofrece. Mezcla los elementos de color más intenso y menos intenso en tu composición y obtendrás imágenes interesantes y atractivas visualmente.

Para ilustrar este artículo, te presento las fotografías monocromáticas realizadas por Ronald Cova de @ishealthyphoto, que se mueve como pez en el agua en este estilo. Para ello ha contado con las maravillosas piezas de Anna Madej, fundadora y ceramista de Maceramika. ¡Vamos a conocerla un poco más!

Geóloga, educadora, ceramista y alfarera, Anna tuvo su primer contacto con el barro en el 2014. Enseguida comprendió que ese era el material que buscaba para expresarse, y lo que era una válvula de escape de los problemas e inquietudes y un momento de conexión consigo misma, pasó, de manera natural tras su formación en cursos, talleres, un ciclo superior e infinitas horas de práctica, a ser su medio de vida con la apertura de su primer taller en 2018.

La primera pieza que se creó en Maceramika ya tenía influencias japonesas y coreanas, pero Anna prefiere no definir que es Maceramika, y deja eso para quienes adquieren sus creaciones únicas y atemporales y encuentran, a su manera, su belleza y uso

La inspiración llega a Anna a través de diversas vías, como la naturaleza, el arte, las palabras e incluso las personas. Experimenta con diferentes técnicas y materiales, y aunque siempre busca la estética y funcionalidad en sus creaciones, hay un elemento vital en ellas: el tacto

Ya sea por la textura o su forma, para Anna es importante que la pieza invite a ser tocada y sentida a través del tacto, pues la artesanía es el arte de tocar y usar en la vida diaria

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