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FIUSA ARAÚJO
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Este movimiento también ha sacudido el mercado. Las flores comestibles generaron un valor de $265 millones a nivel mundial en 2018, con un estimado de $504 millones para 2030 Los países europeos concentran la mayor parte de la producción, principalmente Francia, España y Portugal.
En Brasil, según Rossetto, en centros gastronómicos como el estado de São Paulo, hay mayores registros de usos, junto con el mayor número de productores Para él, los factores que más influyen en la búsqueda de estos productos son los niveles nutricionales, la sostenibilidad y la curiosidad motivada principalmente por los medios de comunicación Marilda Pianaro, prueba la tesis de Rosseto e informa que después de ver la película Como agua para chocolate, se interesó por la producción de flores comestibles que la hizo abandonar su carrera como psicóloga La delicadeza del plato 'cordorwith rose petals' hizo su investigación sobre el cultivo orgánico de estas flores, que produce y comercializa hasta el día de hoy
Con respecto al contexto histórico, Fiúsa Araújo informa que las flores que se utilizaban desde la antigüedad como condimentos y potenciadores del sabor, comienzan a popularizarse a partir del movimiento que surgió en Francia en 1970, llamado Nouvelle Cuisine, que tenía como objetivo traer una nueva forma de cocinar y presentar los platos, aportando delicadeza y énfasis.
Freire hace hincapié una vez más que se debe tener cuidado en la introducción de flores comestibles: "siempre hay algunos clientes que las admiran, toman fotos, pero las dejan en la esquina del plato", dice
El principal cuidado que debe tenerse en cuenta es la frescura de estos productos, que se obtiene de la creación de una cadena de producción Según él, las flores deben producirse en cantidad, con calidad y frecuencia. Pionero, desde hace casi 20 años en el mercado de productores, no descuida este cuidado y prepara tres veces por semana, bandejas con un máximo de 20 flores cada una, cosechadas y empaquetadas una a una, suavemente, para ser llevadas al mercado. Es todo este trabajo hecho a mano y dedicación, cada vez más basado en criterios nutricionales, lo que hace de las flores comestibles verdaderos versos poéticos en el siempre desafiante arte de la gastronomía