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El diario de mis pensamientos y pesares
Empezar. Empezar, renacer en un sitio, donde puedes crecer. Empezar un libro interminable de lo que eres y puedes ser; ¿Qué haces tu aquí? Esto empieza, y te saludo desde mi sillón, contando una historia que llega, y aquí está. Pensando en cómo puedo iniciar a contar todo lo que en mi mente llega a divagar. Miedos, niñez, amistad; ¿Qué te puede interesar? Esta historia habla de mí, de lo que siento, pienso, lo que me enoja, o lo que me hace reír, y si no es mucho dolor, te cuento también de las horas más duras y dolores que no puedo entender. Como esto es un diario, de lo que pasa por mi mente, lo que tal vez puedo llegar a retener, que forma parte de lo que soy y seré mientras todo cambia. De pequeña, era esa niña de cuento, que soñaba con ser una princesa y a la que mentían para que no se ponga a llorar. Nunca me hicieron creer en Dios o en Santa, lo que me enseñó, a que no tengo que pedir regalos o ser salvada por seres imaginarios, y que las personas que te salvarán, no les tendrás que hacer cartas o rezar. Cuando era Navidad siempre ponían el nombre de la persona que te daba el regalo, para de esa forma mostrar cariño y agradecer por tan hermoso detalle que, desde que soy una niña, aprendí a valorar, para después seguir con una noche de música que se me haría imposible de olvidar. Me enseñaron que la familia es lo primero, que una canción todo puede sanar y que por el amor siempre hay que luchar. A pesar de todas estas enseñanzas, miedos siempre habrán, y en mí han habido mucho más. Mis primeros miedos, fueron las inyecciones y la oscuridad, que hizo que en muchas noches no pueda descansar. Confieso que mi miedo a las inyecciones tuvo su origen en que tenía defensas bajas, y siempre que iba Loja, mi ciudad natal, siempre me enfermaba, me daba gripe por el frío o por el polvo que había allá, por lo que muchas veces me tuvieron que inyectar para que mi salud no pueda empeorar, y así poder disfrutar de mi tiempo en familia estando allá. Este miedo no desapareció, ni creo que desaparezca nunca, pero sé lo importante que es inyectarse, ya sea para vacunarse, donar, aumentar defensas o distintas cosas, que no puedes negarte a hacer, por el bien de tu salud y la de los demás. Ahora, cada vez que tengo que inyectarme, muero de miedo, y me niego a observar cuando la aguja se introduce en mí, y siempre, cuando la enfermera termina de hacer el procedimiento, lágrimas salen de mis ojos, por este miedo que mi niña interior no ha podido dejar de temer, pero que
los años han disminuido para poder crecer. La oscuridad, no tengo ni idea de como empezó pero estoy segura que no ha terminado, porque cuando apago las luces de la casa al anochecer, sigo corriendo a mi cuarto por miedo a lo que pueda ver. Creo que es el miedo más común porque cuando le temes a la oscuridad, le tienes miedo a lo que te pueden o puedes observar. Como las sombras pueden generar ilusiones, de personas, bichos, monstruos, que tus ojos te mienten al mirar. Miedos absurdos de tu niñez, originados de lugares o momentos que te marcaron alguna vez. A mí, me marcó para siempre empezar a temer. Cuando empiezo a hablar de quién soy, nunca me sé explicar. Lo que marca otro de los miedos que tan presente en mi vida está; no encontrar quién realmente soy y perderme en la dicotomía de lo que yo suelo mostrar a los demás. Toda mi vida he tenido dos partes de mi confrontadas, a lo que yo llamo: Rossana y Roxanne. Tal vez suene que estoy loca o que empiezo a delirar, pero tal vez también te puedas identificar. Aquí no hablo de una mala y una buena, las dos tienen cosas que llegan a revolver, pero también cosas que amo que el mundo pueda ver. Rossana para mí, es esa niña de la cual mis papás siempre se ponen a hablar. Esa chica llena de vestidos, que no para de soñar, que solo ríe, que es el centro de atención en cualquier lugar, y de la que solo pueden hablar de su felicidad. Esa parte de mí, es la misma que no para de buscar un príncipe azul para salvar, y que se muere porque alguien la pueda amar. Ella sueña con vivir en una película, tener un felices para siempre, como un cuento de hadas, con una casa llena de flores, música y amor sin ni una pizca de tristeza o mal. Creo que lo que más busca Rossana es amor, e idealiza todo lo que pueda ser el amor. Tener amigos no es difícil para ella, porque al igual que el amor, tiende a idealizar a todas las personas, y ve toda la bondad en donde a veces no está. Es bastante peligrosa esa parte de mí, porque es lo que me hace ser esa chica inocente que a todo puede caer y a la cual pueden romper. Pero para eso existe Roxanne que todo llega a retener. Roxanne es diferente, creo que es esa parte de mí que le encanta luchar, que siempre buscó la justicia, el bien común, pero a pesar de esto, se da cuenta de todo lo que la gente llega a esconder, y lo malo que pueden tener.
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Es la que a primera vista algo no le gusta, y de un momento a otro, se empieza a alejar y rechaza cualquier cosa que le recuerde a algo que la dañó. No creo que ella tenga mucha paciencia, ni le guste perdonar o sentir que se ha equivocado. A ella le molesta cuando dicen cosas machistas o cuando ve que quieren ser alguien que realmente no son, también le molesta cuando dicen chistes que ya no son graciosos y no se aguanta cuando hay injusticias, vagancia, mediocridad, y sobre todo odia la injusticia social. Ella es muy lógica, inteligente, fría y bastante crítica con todo, no le gusta muchísimas cosas, siempre ve el, pero a las personas. Han existido situaciones en donde en mi cabeza se forma una conversación en donde se debaten las cosas buenas y las malas, en donde Rossana busca la bondad y Roxanne la maldad, por ejemplo; Sofia está siendo buena amiga conmigo, pero la anterior vez traicionó a su mejor amiga, eso no está bien, por lo que necesito alejarme, y me prepararé por si acaso quiera traicionarme. No tiene miedo a sentirse sola, se siente extremadamente fuerte, poderosa, y absolutamente suficiente, al contrario de Rossana, ella no quiere ni le importa tener a nadie, pero sabe que cualquier persona sería afortunada de tenerla en su vida. Roxxane existe para ser mi advertencia, ver las cosas malas, sacar mi fuerza y luchar para mejorar situaciones, ayudar a personas, darlo todo sin rendirme. Eso es lo que más me gusta, darlo todo, luchar por todo lo que no está bien, que daña a alguien, hacer que valga la pena existir y hacer justicia. Entre estas dos partes de mi personalidad, que muchas veces me conflictúan en mi vida diaria, porque mi mayor problema es; ¿Cómo demuestro que soy las dos? Me molesta mucho porque muchas veces mis amigos me dicen: Tú eres feliz todo el tiempo, no te preocupa nada, te llevas con todos. Aunque gran parte es cierto, creo que la parte más profunda de lo que soy, es la que nunca ven. Hay días que una personalidad se sobrepone, todo dependiendo de las situaciones y de lo que necesite en el momento, pero esas dos partes de mí hacen que yo, sea yo, no una chica que pasa feliz todo el tiempo, ni que odia a todo el mundo. No sé si a todas las personas les pase algo parecido, pero siempre creo que es importante entender que no eres la misma en todas las situaciones, por más que intentes, tendrás que conocerte, saber cuáles son tus variantes o cómo cambias cuando estas con unas u otras personas.
Mientras tanto yo sigo sin tener un punto medio entre estas dos partes de mí, pero poco a poco y a medida que voy creciendo descubro más sobre en qué momento son importantes, que una no es la mala ni es la buena, solo soy yo misma en diferentes situaciones y lugares. Hablando de cómo me perciben y me ven las personas, creo que encaja perfecto con uno de mis mayores, más grandes miedos; que es estar sola. Siempre me he rodeado de familia, en un mundo lleno de empatía, de gran cantidad y bondad. Pero a pesar de todo esto, muchas veces me siento extremadamente sola, como una hormiga en este mundo gigante, que no encuentra ningún lugar en donde sentirse cómoda, y siente que nadie la comprenderá. En los amores, simplemente soy un desastre. No hay nada que me pueda ayudar, porque me encuentro en el vaivén de un amor idealizado sin razón y descontrolado. Amo amar, sin embargo, el amor te debe amar, y eso es lo difícil para mí. Toda mi vida pensaba que necesitaba amar a un hombre para vivir y que él me ame a mí, pero por azares del destino, las cosas han cambiado, y después de algunas relaciones, entiendo lo que realmente importa y debemos sacar del amor; aprendizaje total. Mon Laferte dice: “tu ama, que algo bueno te traerá” aun así te duela, te lastimen, muchas veces de ese dolor, canciones hermosas saldrán. lo que me hace nunca dudar de amar, pero si querer alejar. En este momento de mi vida, no sé si de verdad exista un felices para siempre o un por siempre hasta el final, pero mi corazón seguirá amando sin verdad, porque hay personas por las que realmente vale la pena luchar. Lo que me lleva contar sobre mi miedo sobre no luchar lo suficiente y rendirme a la primera. Todo este miedo nace de cuando leí un libro llamado “El club de los perdedores” que habla del bullying y como siempre hay más opciones cuando parece que no las hay. Me acuerdo de que compré ese libro porque siempre me ha gustado querer ayudar, y entender el bullying era algo que me llamaba muchísimo la atención; quién diría que años más tarde seria la salvación a mi depresión. Sufrí de bullying en el colegio, entendí que es sentirme sola, que la gente solo se ría cuando pasaba, sentirme insegura, y llegar a puntos tan bajos como ver mi vida destrozada, extraviada. En ese momento necesité ayuda, pero no me la dieron, y me sentía tan mal que la única solución fue cambiarme de colegio, salir de esa situación de la que nunca pensé que
pasaría, y de la cual quería salvar a muchas personas más. Como siempre me encantó la justicia. ayudar a todos los que lo necesitan, dar y ser feliz dando ese amor, apoyo y lo que necesitara todo el mundo, pero ni puedo ayudar a todos, ni todos querrán mi ayuda. Con el tiempo por alguna razón me he sentido caprichosa cuando sé que puedo ayudar, ya que eso duele, saber que puedes ayudar, pero no te dejan o no es posible por alguna razón es un suplicio. Son lecciones que la vida en diversos casos me ha dado, en donde sé que podría ayudar, pero por alguna razón no se da, y aunque duele y es difícil, es algo que tengo que aprender a entender. Música, melodías, letras que demuestren lo que siento y lo que sueño, lo que plasmo en este diario de pensamientos. Es difícil creer que la música pueda ser tan importante para la vida de una persona, que puede influir en absolutamente todo, ya sea para perjudicar, o ayudar. Desde que nací llevo la música en mis venas, como algo que se encuentra intrínseco en mí. Toda la vida oía a mi familia cantar y tocar instrumentos en cada fiesta o reunión, que desde una tarde empezaba, hasta la madrugada no paraban. En todo mi cuerpo se encuentra metido los bellos sonidos de cada uno de los miembros de la familia cantando todas esas canciones que yo tanto puedo amar, y tal cual botella al corcho, mi cantar es igual. Canto desde que tengo memoria, todo lo que se puede cantar, ahí estoy yo cantando todo lo que se debe escuchar. Canté en mi primer disco a los 6 años, otro a los 12 y ahora tengo una banda con música inédita, con mis propias letras y una música perfecta que solo me hace sentir lo que es soñar. A pesar de mil logros y conciertos, felicitaciones, más proyectos, siempre he tenido el miedo a cantar. Miedo a defraudar, y otra vez sentir que no hago lo suficiente para demostrar que mi voz tiene esa fuerza que quiero ilustrar. Aunque nunca sufrí de pánico escénico al cantar, al hablar en público hay una diferencia total. Nunca tengo idea de cómo actuar, cuánto quisiera que yo pueda dar hablar sin miedo a lo que digan los demás. Siempre que me he sentido perdida, sin rumbo o ubicación, vuelvo a donde siempre sé quién soy, con una guitarra, y una garganta que canta con un don sin razón. Quisiera entender como la música puede controlar mis sentimientos, aunque creo que mis sentimientos controlan mi música. Hace algunos años mi familia descubrió que mi abuelita tenía Alzheimer y desde ese momento creció y se agigantó otro miedo; olvidarme de todos
los recuerdos que he tenido. En las canciones tengo muy poca memoria, me pierdo muy rápido porque me olvido de todo los acordes y letras puestas en cualquier canción. Me he llegado a olvidar de mis propias letras. Muchas veces culpo a que no me siento concentrada, que no presto atención, pero en realidad solo es la falta de memoria de cosas que mi mente tiende a olvidar. Tal vez esto esté relacionado a que tengo familiares con enfermedades como síndrome de Alzheimer, que a pesar de que sigan siendo las mismas personas en cuerpo, la mente cambió para siempre, aunque de forma extraña, las letras de canciones se han quedado impregnadas en su cerebro. Sé que esto forma parte de un miedo que siempre pasa por mi mente, que mi ser ha intentado contrarrestarlo de muchísimas maneras. Muchas veces me encuentro intentando grabar cosas que me recuerden a específicos momentos en mi vida. Guardar cosas importantes, como si pudiera encapsular sentimientos en una botella; y es verdad que no siempre puedo o podré guardarlo todo, pero si algunas cosas, que tal vez si en algún momento me falla la memoria o una corriente de nostalgia me invade, ahí estarán esos videos de risas, llantos, locura, diversión guardados como mis sentimientos de botellas que conservarán, y como un buen vino añejará los pequeños instantes. Al final, de todas las cosas que he pensado, que a lo largo de mi vida se ha suscitado, mis miedos, temores han influido de maneras inimaginables en mi vida. Tanto así, que veo que muchos de mis comportamientos se dan por mis miedos, también eso me hace ser yo misma. No puedo pensar que sería yo sin todos estos miedos, que no me definen, pero si actúan en mi vida. Soy una persona compleja, pero creo que todos somos complejos, simplemente muchas veces para poder relacionarnos mejor, lo escondemos, dejamos ver un lado de nosotros y si tal vez nos preguntan sobre los miedos que tenemos, mostramos nuestros miedos como cosas banales, cuando en todas las personas, realmente son importantes y forman parte de cada acción que tomamos. Tenemos un niño interior, pero no todos nuestros miedos son de nuestra niñez. No todos los miedos son malos, pero es importante conocerlos, entenderlos, saber que hacen, de donde nacen y cómo podemos utilizarlos a nuestro favor. Siento que he hablado mucho de mí haciendo esta pequeña historia, lo que tal vez me haga ser egocéntrica, pero siento que esto me ayuda a hacer una
autorreflexión, conocerme mejor, y entender muchas de las cosas que hago. Creo que mientras más logras entender porque haces ciertas cosas y quién eres, podrás entender más a las demás personas, ser empático, ayudar a descubrir comportamientos similares, que después de todo, hará que seamos mejores seres humanos en la sociedad. Hoy te invito a que escribas sobre ti, que no te dé miedo entender quién eres, que hay muchas cosas que pensar y que te puedes hallar. Hay cosas fascinantes en el mundo, pero es más fascinante descubrir de tu propio mundo dentro de ti, y sacarlo a relucir. No tengas miedo a tener miedo, tus miedos te controlan pero que haces tú para que no sea algo malo. Entenderlos es la clave, entenderte es una llave. Lectora, lector este es mi diario, pero más que eso quiero que sea una inspiración para seguir aprendiendo de ti, de lo que eres. Nunca olvides que no se tiene que tener miedo al miedo, esto te hace más fuerte y te convierte en ti, pero también recuerda que hay muchas versiones de ti, que ninguna de esas versiones son malas versiones, solo son diferentes. Eres una persona complicada, pero eso te hace ser una persona, que hay muchas cosas que te molestarán, pero siempre intenta llevarte las cosas buenas de todo, lo que verdaderamente importa, y lo que realmente importa eres tú mismo. Después de todas estas palabras, te agradezco por leerme, creo que logré sinceramente, escucharme, y ahora esto forma parte de lo que guardo, para cada vez que me pierda en mí, poder volver a leer que es lo que me hace ser yo misma. Mi mente siempre seguirá divagando, viajaré, descubriré, mis pensamientos irán aumentando, yo seguiré escribiendo para encontrar más respuestas dentro de mí, creo que eso nunca cambiará, pero todo cambia y estoy dispuesta a ver ese cambio, porque sé que lo que sea que pase, desde ahora en adelante, estaré más consciente de todas las palabras que en este texto relaté. En fin, es hora de terminar, terminar esta historia, dando mensajes para mí, mensajes para ti, mensajes para el que lea, descubrirnos juntos, no tener miedo al miedo, seguir luchando, ser tú.
Fin.