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The true story
Todo comienza en lo que solía ser una ciudad poblada y ahora se había convertido en un pueblo a causa de la guerra, en esta habitaba un chico de nombre Jace, el cual tenía tez trigueña, 170 cm de alto y una gran habilidad para el ejercicio. Jace, había pasado diecinueve años de su vida practicando deportes como: básquetbol, natación y su favorito, gimnasia. Aunque le fascinaba su faceta deportiva también se destacaba en la música, amaba con su vida cantar, aunque esto nunca lo había contado a nadie. Julio y Abril, sus padres, nunca le habían prohibido nada porque conocían a su hijo y sabían que era un gran chico en el que podían confiar plenamente y este jamás los iba a defraudar. Jace amaba mucho a sus padres a pesar que siempre sintió que estos ocultaban algo, no obstante, nunca intentó averiguarlo porque tenía el pensamiento de: “Cuando ellos estén listos me contarán” o quizá solo estaba sacando teorías que, muy probablemente, no eran ciertas, de todos modos, sus padres nunca le habían ocultado algo. Pensamientos sobre cómo era la ciudad en la que vivía antes que se convierta en un pueblo, hasta información secreta que tenían sus padres, era lo que rondaba en su mente cada noche antes de dormir, y en esta ocasión no era la excepción. Eso fue lo último que pensó hasta que abrió los ojos despertando en otro día, en ese momento supo que el sueño le había vencido otra vez, este suceso ya no le sorprendía porque esto le estaba ocurriendo hace ya algún tiempo. Su madre había salido de casa porque su trabajo quedaba en la ciudad cercana, Lepzik. Ella era dueña de una gran y muy exitosa empresa. Su padre no era la excepción, no se encontraba en casa porque también se dirigió a su trabajo, este al contrario de su madre, era enfermero, pero él sí trabajaba en el pueblo que, por cierto, se llama Baviera. Entonces, Jace, quien sus padres le decían "Muscu" debido a sus grandes músculos, se dirigió a la cocina para preparar su desayuno que consistía en unas tostadas con mermelada y agua mineral porque no le gustaba las bebidas azucaradas. Una vez que había disfrutado de su desayuno, se dirigió a una de las habitaciones de su casa para empezar a practicar su canto con la que últimamente era de sus canciones favoritas: <<Zodiaco – Moderatto>>.
Se hallaba tan concentrado en su repaso, pero algo hizo que regrese a la realidad y es que, desde el rabillo de su ojo, vio una sombra que parecía provenir desde las gradas y pasó en dirección al baño que se encontraba al lado de la habitación, el muchacho fue a ver qué era, pero cuando llegó no había nada, sin embargo, se escuchaba una especie de murmullos como de dos personas hablando, pero no logró ver nada. Las semanas siguientes no sucedió nada interesante porque se limitó a seguir con su rutina. Al llegar el segundo sábado de agosto, decidió que iría de visita a la casa de su amiga, Litzy, para eso tendría que cruzar dos parques y caminar cerca de un callejón que solía ser peligroso o eso decían los rumores en el pueblo. Se vistió con un pantalón negro y una camisa rosada que resaltaba su color de piel, una vez que ya estaba listo salió de casa. Cruzó los dos parques mientras saludaba con varios conocidos que eran sus vecinos. Justo una cuadra antes de llegar a aquel callejón vio que varios pájaros aleteaban alrededor de algo, pero al llegar a aquel lugar solo logró percibir un olor a putrefacción, lo cual hizo que este temiera por su vida y salga corriendo para llegar rápido donde Litzy. Al estar frente a la casa de su amiga, no dudó en tocar el timbre. Litzy, abrió rápidamente la puerta y miró que Jace se encontraba bastante agitado, por ende, le preguntó sobre qué le sucedió como para que haya llegado en ese estado. Jace, sin decir nada, sujetó el antebrazo de la chica y empezó a correr para dirigirse a aquel callejón. Mientras tanto, Litzy le interrogaba para saber qué había pasado y a dónde le llevaba. A unas pocas casas el chico se detuvo y le contó acerca de aquel olor que había notado en el callejón, le pidió que le acompañe a ver el origen de este y su amiga aceptó. Entonces, cuando ya estuvieron en el sitio, la cara de Jace se tornó pálida y su boca se abrió debido al gran asombro que este sintió. Litzy estaba hablándole, pero este no lograba reaccionar hasta que cayó al suelo desmayado y lo último que escuchó fue un grito de desesperación por parte de la chica. Rápidamente, Litzy, con un alarido pidió ayuda a uno de los vecinos que se asomó a la ventana por el grito que había emitido. El vecino llamó al 911 y la ambulancia no demoró en llegar al lugar donde yacía Jace desmayado; comenzaron a interpelar a la chica para saber qué había pasado, pero esta tampoco sabía con exactitud lo qué pasó. Los paramédicos notaron que Jace no respondía a los estímulos que le realizaban por lo que decidieron
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Capítulo 1
Jace pasó unos días en coma, y cuando despierta lo primero que escucha es la plática que mantenían, entre bisbiseos, sus padres. No podemos decirle nada, aún no está listo – mencionó Julio. Ya cumplió la edad suficiente y sabes lo que ocurrirá a partir de ahora, si es que ya no está ocurriendo – espetó su madre. Mamá, papá, ¿qué sucede? Fueron las primeras palabras que Jace logró pronunciar. Nada, cariño. No te preocupes, ¿cómo te sientes? Estuviste tres días en coma – dijo su padre. Estoy bien - respondió él. Muscu quería insistir para que le cuenten sobre aquello de lo que sus padres estaban conversando, pero tal era su cansancio que por ese momento prefirió evadirlo, aunque en su mente había conectado todas las pistas que logró captar de la plática. Papá. Fue una de las palabras que había captado vagamente. ¿Acaso aquello que no le contaban tenía que ver con su padre? ¿era adoptado? ¿su madre le fue infiel a su padre con otro hombre? Eran algunas de las ideas que invadían su mente. Sus padres habían abandonado la habitación ya que, quisieron bajar a cenar algo porque debido a la preocupación respecto al estado de su hijo, no comieron bien todos los días que Muscu estuvo en el hospital. El chico estaba a punto de quedarse dormido, sin embargo, miró algo en el suelo que llamó su atención; como pudo, se bajó de la cama para acercarse a analizar lo que era y vio que se trataba de una imagen de un pentagrama de color rojo y fondo negro que en el centro tenía la imagen de alguien de apariencia humana y animal. Dejó la foto bajo la almohada para analizarla después; eran las once de la noche así que decidió ir a dormir. Tenía esperanza de descansar mientras dormía, pero no fue así, su mente, mediante sueños, revivió aquel día. Sangre, personas, ojos, corazones, pentagrama. Esto último hizo que se sobresalte e inmediatamente despierte. El pentagrama que vio ese día era igual al de la imagen. El resto de la madrugada no pudo dormir por lo cual, se limitó a estar con sus ojos cerrados mientras escuchaba como enfermeras y doctores corrían a una emergencia que surgió en una habitación cercana a la que él se encontraba.
En la mañana del día siguiente, sus padres se hallaban firmando unos papeles para que le den el alta a Jace y poder llevárselo a la casa. El chico que todavía se encontraba en la habitación, escuchó que algo se estrelló en la ventana este se asustó un poco, pero no eran más que pequeñas ofuscaciones por no haber descansado lo suficiente. Litzy iba todos los días en la mañana y en esta ocasión no fue la excepción, su sorpresa fue cuando entró a la habitación y vio que Jace despertó del coma en la noche, sin pensarlo rodeó con sus brazos, en forma de abrazo, al muchacho que ya se encontraba listo para salir. Abril y Julio, ya tenían todos los papeles listos para el alta de Muscu así que, regresaron a la habitación y con ayuda de la chica alistaron las cosas para salir. Una vez que ya estaban en la casa, los padres de Jace tenían que salir un momento, por lo tanto, dejaron a los chicos en la casa. Jace apenas escuchó la puerta cerrarse se levantó rápidamente, a pesar que este acababa de despertarse de un coma y no haber dormido nada, extrañamente se encontraba bastante bien. Litzy le insistió para que vuelva a acostarse para descansar, pero tanta era la adrenalina que sentía por descubrir el secreto de sus padres que la ignoró y empezó a buscar. Él supo en donde comenzar, y era en la habitación de sus padres. Se dirigió a buscar bajo el colchón, pero no logró alzarlo, optó por pedirle ayuda a Litzy quien estaba en otra habitación buscando pistas, aunque no sabía específicamente sobre qué La chica se negó a ayudarle a levantar el colchón hasta que le cuente al menos el porqué se veía tan sospechoso desde el día en el que se desmayó.
Capítulo 2
¿Recuerdas el día que todo empezó en aquel callejón?, lo que vi fue a varias personas que habían sido asesinadas, creo que pasó minutos antes que llegáramos, había cráneos, ojos, extremidades tanto superiores como inferiores troceadas y votadas por todas partes, sangre goteando por las paredes y un pentagrama en una de las paredes - Dijo Jace. Mientras el chico se encontraba contándole todo esto, sin querer, tocó un espejo. Fue ahí que notó que había alguien atrapado dentro del espejo. Este ser tenía apariencia escalofriante. Cuencas negras y vacías en vez de ojos, piel pálida, dientes pequeños, pero bastante filosos. En esta ocasión, Litzy también lo vio. Sintieron un leve escalofrío
recorriendo por su cuerpo, debido al miedo que este ser les producía. El asombro del muchacho fue tanto que quitó la mano y la criatura desapareció. Litzy, notó que el “Espíritu”, como ellos lo llamaron, quería comunicarse y por eso volvió a poner su mano en el espejo para saber qué es lo que la criatura tenía para decir. Al inicio el ente solo hacía una especie de señas con sus cadavéricas manos, pero no parecía funcionar. El ente acercó su boca al espejo, sopló para producir una especie de vapor sobre este y poder escribir con su dedo: “Hijo, ayúdame”. Esas fueron las palabras que desconcertaron al muchacho e hizo que quiera comunicarse de la misma manera, pero no tuvo éxito por más que lo intentó. Sus padres llamaron para decir que se demorarían en llegar. Jace supo que era el momento perfecto para llevar a cabo el plan que había ideado la noche que no podía dormir en el hospital; se dirigió al velador ubicado en el cuarto de sus padres y sacó unas cuantas velas, luego bajó a la cocina por sal y un cuchillo. Le había dicho a Litzy que le colabore navegando por internet para encontrar información sobre cómo empezar un ritual porque este conocía los instrumentos que se usaban, mas no el proceso. Litzy, supo lo que su amigo quería hacer y como ella era creyente en los temas relacionados con el ocultismo y magia, aceptó. Cuando supo que ya tenía todo listo para lo que iba a hacer, con ayuda de su amiga, empezó con el ritual de invocación mediante el uso del pentagrama. Agarrando un incienso de romero, se puso de pie en medio de la habitación de sus padres y empezó pasando el humo que desprendía el incienso, desde su cabeza hasta sus pies, de la misma manera limpió sus instrumentos con el humo del incienso; también para eliminar las malas energías que probablemente hayan estado con él, le pasó a Litzy otro incienso para que repita el proceso que él realizó a pesar que esta no se vería involucrada en el ritual. Se posicionó en medio de la habitación, y tomando la sal con sus dedos la empezó a colocar, alrededor suyo, en el suelo en dirección a las manecillas del reloj, esto para evitar que otro ente no deseado acuda a ese espacio energético que se estaba generando. A pocos centímetros para culminar de cerrar el círculo, salió de este puesto que, ahí tendría que proyectarse el espíritu que invocaría. Repitió este paso para hacer un círculo de protección para él. A medida que iba colocando la sal iba visualizando un aro de luz que le protegería en todo momento
durante la invocación. Dentro del primer círculo sal tenía que hacer una estrella de cinco puntas para que tome la forma de un pentagrama, para esto debía empezar a trazar desde la esquina inferior izquierda y luego subir para darle forma a lo que sería la punta de la estrella, de ahí debía bajar de manera diagonal a la esquina inferior derecha, volver a subir de manera inclinada a la esquina superior izquierda, casi para terminar, debía formar una línea horizontal a la derecha superior y esta última conectar con la esquina inferior izquierda. Acto seguido, en cada punta del pentagrama, colocó una vela. Este pentagrama lo rodeaba; Litzy quien también se había realizado la limpieza con el incienso, estaba presente, pero le brindaría ayuda dándole los instrumentos que él necesitase porque una vez que entre al círculo no podría salir de este porque a pesar que este es energético no se puede abandonar, esto se debe a que hay energía poderosa fluyendo en el entorno y no puede ser interrumpida. Le pidió a su compañera que le pase el cuchillo para cortar un poco de su brazo y así dejar caer la sangre dentro del círculo con la finalidad de potenciar la invocación, y posteriormente, usar el cuchillo como un athame (cuchillo usado como herramienta mágica en la Wicca). Siendo guiado por Litzy, señaló al techo con el athame, y con voz clara y prominente dijo: “Aquel ser que apareció en el espejo de esta habitación hace unos minutos, preséntese aquí y ahora”. No obtuvo respuesta así que, repitió eso un par de veces, aunque, omitiendo la parte del corte porque su brazo aún sangraba y ya no necesitaría más sangre, estaba ya por rendirse hasta que notaron que la temperatura de la habitación empezaba a disminuir cada vez más. Finalmente, el espíritu hizo su aparición. Era un ser de aproximadamente 190 cm, pero esta vez no lucía tan escalofriante como en el espejo, al parecer esa dimensión estaba agotando su existencia. De lo que sí se percataron fue del gran olor a putrefacción que emanaba de su cuerpo. de su cuerpo.
Capítulo 3
Jace sentía pavor, pero a su vez tenía duda del porqué la criatura le había llamado: “Hijo”. El chico con gran prepotencia empezó a interrogarle para conocer la verdad porque extrañamente estaba seguro que el ser sabía lo que sus padres le ocultaban.
El espíritu con un gran clamor interrumpió el cuestionamiento emitido por el joven para decir: - Hijo mío, ¿acaso no te piensas presentar? -Yo no soy tu hijo y quiero que me dejes de llamar como si lo fuese, por cierto, ¿quién o qué eres? Respondió el muchacho de manera exaltada. -Te atreves a negarme, HIJO -respondió el espíritu haciendo énfasis en la última palabra. Está bien, te responderé. Mi nombre es Caesar y en cuánto a quién soy te lo diré luego. -Bien, Caesar. -Querido, por lo que puedo notar, parece que no sabes quién soy, tus padres te han mentido y es fácil darse cuenta de ello. -Mis padres no me ocultarían nada – alegó Jace, mientras fingía que no buscaba obtener información. -Sé que mientes, y si me invocaste fue porque sabes que yo conozco lo que tus padres han evadido decirte durante años. -Dime lo que conoces, por favor. Dijo el joven con voz suplicante. -No quería ser yo quien tenga que contarte la verdad, pero ya que insistes te lo diré. Todo empieza hace varios años cuando tu madre tenía 28 años y yo aproximadamente 371, sí se podría decir que mi envejecimiento es muy tardío, se diría que siglos. Abril poseía una gran afinidad hacia la brujería, un día estaba intentando un ritual que había leído, pero algo salió mal y terminé apareciendo frente a ella, en ese entonces yo era muy guapo y sexi, sin embargo, ella no podía verme. Entonces, yo le cuidé durante días y noches mientras ella seguía avanzando en sus conocimientos, hasta que sucedió lo que se supone no debía ocurrir. Me enamoré de esos ojos marrones, mirada perdida y dulce como solo ella la tiene. De manera indirecta le mandaba señales para que sepa alguien le cuidaba, pero sin asustarle, por ejemplo: movía sus cartas del tarot, aparecía mediante numerología, así estuve en varias ocasiones, hasta que una vez me presenté mediante uno de sus sueños. Al otro día, después del sueño, Abril me pensó durante cada una de las actividades que realizaba, pero cómo evitarlo si soy irresistiblemente guapo - dijo egocéntricamente - bueno el punto aquí no es hablar de mi belleza. Puedo leer el pensamiento de las personas – pensó en decir Caesar, pero decidió que lo mejor era omitir esa parte en la historia. Continuemos… En ese momento supe que dejé una huella de curiosidad en ella hacia mí, por ende, podría manifestarme físicamente, y así lo hice.
Estuvimos viéndonos mediante sus prácticas de rituales o sueños. Meses después, ella también se sentía atraída hacia mí y me amaba con la misma intensidad que yo a ella. La conexión que sentíamos era tan grande que en una ocasión decidí aparecer mientras ella dormía, al inicio me limité a verla dormir desde lejos, pero no sé en qué momento me escabullí entre sus sábanas y me acosté a su lado. Todo empezó y las cosas se subieron de tono; terminó de decir Caesar, antes que la puerta de la habitación se abra llamando su atención, giró en dirección a esta, y vio a una mujer que claramente conocía quién era, su piel trigueña, cabello marrón, complexión delgada, y en especial su mirada; aquella mirada que no olvidaría, aunque pase una eternidad.
Capítulo 4
Habían pasado varias horas de lo que empezó el ritual, ya era de noche, Julio y Abril se encontraban en casa. Preocupados porque ni su hijo ni Litzy habían contestado las llamadas, tomaron la decisión de regresar a su hogar para ver si todo estaba bien. Lo que encontraron los dejó absortos, en especial a Abril, quien vio que su amado Caesar estaba con su hijo. Todo parecía una escena de película. Aunque Caesar no tenía la misma belleza de hace años, Abril lo recordó con amor y melancolía, hasta que rememoró él porqué este había salido de su vida. Jace, al igual que Litzy no podían creer nada de lo que estaba pasando así que no emitieron palabra alguna. Julio quien conocía perfectamente a Caesar no se dejó dominar por la situación y dirigió la palabra hacia Caesar para decir lo siguiente: - Idiota, ¿qué carajo le dijiste a mi hijo? - ¡Ja, Ja! Exclamó con sarcasmo, querrás decir mi hijo, ¿acaso no te contaron la historia completa? Espetó el espíritu. - Claro que sé la verdadera historia, por eso quiero saber qué le dijiste a Jace. - No te preocupes, querido. Iba a llegar a la mejor parte de la historia hasta que mi hermosa Abril abrió la puerta y me interrumpió. Pero ya que te preocupa tanto esa parte de la historia, la contaré. Jace quien ya había procesado todo lo que estaba sucediendo, se mantuvo atento junto con Litzy para escuchar lo que Caesar tenía por decir. Antes que el espíritu pueda emitir una palabra, una bofetada estrelló en lo que un día fue la bella cara de Caesar; el padre quien estaba furibundo fue el que dio
el golpe. Esto molestó a Caesar, así que, lleno de cólera y sin pensarlo continuó con su historia. Abril se limitó a escuchar y a su vez, detenía a Julio para que no interrumpa nada de lo que la criatura diría. -Bueno, aquella noche que me escabullí entre las sábanas de tu madre, empezamos con palabras cursis y caricias sensuales, hasta que notamos la poca ropa que traíamos puestos hasta ese punto, en ningún momento pensamos en detenernos porque estábamos lo suficientemente excitados para llevarlo todo a otro punto, tuvimos sexo y sí, no nos protegimos porque creímos que no podría embarazarse puesto que ella es humana y yo un maldito… Demonio. Completó de decir Julio. Por ende, tú eres hijo mío y de Abril, eres híbrido. Te enteraste de esto hasta ahora porque ahora ya tienes la edad suficiente para conocer la verdad; esto no es todo, lo demás te lo contarán Abril y Julio. Ahora que ya sabes casi todo, tengo que irme, sin antes decir que volveré. Por ti. Mi amor, Abril o por Litzy querida. Y Caesar desapareció entre las sombras.
Capítulo 5
Jace quería saber la verdadera historia, pero no esperaba esta verdad. No podía creer que era un híbrido y que su padre era un demonio incubo; sin embargo, ¿a qué se refería Caesar al momento que mencionó que sus padres debían contarle el resto de la verdad? El muchacho regresó a ver a sus padres quienes lucían preocupados por la reacción que podía tener su hijo. Díganme todo lo que saben - dijo Jace fríamente. En ese instante, Abril, que se sentía lista para contarle todo a su hijo, tomó la palabra. Todo lo que te dijo Caesar es cierto; solo que él omitió contarte algunas partes para que yo lo pueda hacer así que eso te lo diré en este momento – mencionó Abril para posteriormente continuar hablando. Tu padre Caesar, se fue de mi vida el día que supo que estaba embarazada de ti porque no es bien visto que una persona tenga relaciones tanto románticas como sexuales con un demonio y sé que él no quería hacerme daño. Tiempo después conocí a Julio al que también llegué a amar, pero no de la misma manera que a Caesar, nos enamoramos y le conté lo que había pasado con el demonio, sin embargo, Julio no me juzgó y te aceptó como su hijo. Cuando tú cumpliste tres años, enfermaste de manera repentina y tan grave que los médicos no entendían qué te sucedió. Comprendimos lo que
ocurrió, esa enfermedad surgió porque eres híbrido; no sabíamos que hacer entonces contactamos a tu verdadero padre para que nos ayude. Caesar aceptó ayudarnos, te daría un poco de su esencia demoníaca para que puedas vivir completamente normal, y a cambio nosotros tendríamos que sacrificar personas, mediante rituales, en su nombre. Los sacrificios eran porque si no lo hacíamos, cada vez que te daba de su esencia se agotaba su vida, por eso cuando apareció lucía tan demacrado, y si él moría, tú también. Otra de las condiciones era que, él vendría cuando tú estés cerca a cumplir veinte años y te contaría todo, y lo cumplió. A pesar de todo esto, nosotros aceptamos su ayuda. Jace aclaró su voz para preguntar algo, ¿todo lo que vi y me sucedió fue porque él se estaba manifestando conmigo? -Así es, contestó su madre. Tanto lo que viste en el callejón, como en el espejo, fue parte de su plan para contactarse contigo. El muchacho no les había dicho nada sobre lo que pasó en el callejón, comprendió que ellos sabían esa información, alguien les contó y no sabía quién, ¿qué hay del pentagrama del callejón? Volvió a preguntar el chico. -Sobre eso, hijo. Fuimos nosotros, ese día no habíamos ido al trabajo porque nos encontrábamos haciendo el ritual, por eso viste tanta sangre, personas muertas, amputadas y decapitadas, no sabíamos que pasarías por ese lugar y sin querer lo viste – comentó Julio. Jace no podía creer que lo que vio fue cierto, pero lo que no entendía es porqué su amiga no pudo verlo, así que preguntó: ¿por qué Litzy no logró ver nada? No pudo apreciar nada porque ella, al contrario de ti, es humana. Tu madre y yo también somos humanos, pero como nosotros llevábamos a cabo el ritual sí lográbamos ver todo. Litzy, que no había hablado en ningún momento interrumpió para decir: ¿por qué vi todo lo que sucedió hoy? -Litzy, lograste ver todo porque el poder demoníaco de Jace es más fuerte en este momento que ya sabe la verdad así que, cualquier persona que ahorita hubiese estado con mi hijo lograría ver lo que ocurrió. - Expresó Abril. Antes que Caesar sea invocado por ustedes, se encontraba con nosotros por eso sabíamos lo del callejón y el espejo, él nos contó. Supimos que algo estaba mal cuando se perdía la conexión energética que manteníamos. Esta vez teníamos más cuidado para que no nos veas, por eso demoramos
tanto en llegar, estábamos en un pueblo un poco lejano de aquí y no dudamos en venir a ver lo que ocurría. Al llegar lo vimos aquí, cabe mencionar que en todos los rituales que tuvimos durante años nunca se dejó ver completamente, hasta hoy. Ahora entiendo el porqué, se veía tan demacrado - verbalizó la madre. El chico, mientras escuchaba lo que decía su madre, apagó las velas y quitó la sal en dirección contraria a las manecillas del reloj para dar por terminado el ritual. Litzy también estaba ayudando a recoger las herramientas usadas en la invocación. Lo último que escucharon los presentes fue a Julio, quien aclaró su voz, que esta vez sonaba distinta y dijo: Queridas, volví.
Fin.