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No te dejaré hasta que me sueltes
Hace frío Se siente un pesado halo de soledad a mi alrededor. Escucho los ligeros latidos de mi corazón…son pacíficos. Mi mente está en blanco y en completo silencio Me siento tranquilo como muy pocas veces Pareciera que durmieron mis nervios Pero eso no me preocupa en lo absoluto. Abro mis ojos lentamente, están pesados por el cansancio y pareciera que he dormido un buen rato. No me invade ninguna luz como suelo acostumbrar, solo rayos tenues en una sola dirección, rápidamente puedo darme cuenta del por qué… no estoy en mi recamara. De hecho, no estoy ni en mi casa, tampoco en algún lugar conocido. Me encuentro en una habitación peculiar, es completamente gris y no tiene nada de acabados, el piso es de cemento y no hay ventanas a la vista. He aquí el porqué de no recibir ninguna luz. -Vaya cosa, ¿dónde carajos estoy metido? Este lugar es un desastre, no hay casi nada más que la camilla donde estoy y algunas puertas a mi alrededor, se siente incómodo estar aquí, por cierto… ¿por qué estoy en una camilla.? ¿por qué desperté? Retiro las estúpidas sábanas que me tapaban hace poco y me levanto de ese méndigo colchón. Camino hacia una de las puertas que tiene esta habitación, la que queda más cerca de mi posición. Cuando abro la puerta veo que es un baño descolorido pero patético, igual a la habitación de donde vine. Mis pies están descalzos sobre la baldosa azul oscuro que este tiene, el frío invade mi cuerpo y rápidamente siento como se eriza mi piel. Hay un espejo de cuerpo entero a lado mío y puedo apreciar mi desnudez. -¿Porque estoy desnudo? Como sabré donde he guardado mi ropa si ni si quiera sé por qué motivo me encuentro en esta pocilga. Salgo del cuarto de baño muy irritado e intento buscar que vestir, digo, debería haber en algún lado. No me hago a las esperanzas porque de donde vine no había más que la camilla y una planta esponjosa en la esquina, sé que “ella” estará riéndose de mi por cómo me encuentro y es razonable, no entiendo que mierda está pasando, pero parece que estoy completamente solo.
Sigo caminando porque no pienso quedarme aquí por tanto tiempo así que buscaré una salida. Hay una puerta frente al baño, que digo… hay cinco puertas en este maldito lugar y me decido recorrer al recto de la puerta de baño. Decía N1 en el marco de aquella puerta antigua, decido abrirla y detrás de ella; encuentro una bodega muy empolvada. El olor ha guardado invadió mis fosas nasales, lo cual, me hizo rechazar seguir ahí metido, sentía como si han pasado décadas sin abrirse las ventanas ni puerta de este cuarto. No había mucho que hacer y mientras esperaba a la enfermera, continue inspeccionando el lugar. No había focos, pero se podía apreciar lo que estaba dentro gracias a la luz de las ventanas…un tanto desordenado por allí hay que admitirlo, pero en su mayoría cargaba ambiente de pulcritud y familiaridad. -¿De quién es esto? La verdad no me importa, pero antes de salir sentí que encontraría una mudada para mí. Comencé a buscar entre unas cajas que estaban en la entrada; había juguetes de Niño y unas cuantas postales y fotos de esa familia, pero al menos tenían unos 50 años de antigüedad. -¿quién guardaría este tipo de juguetes por tanto tiempo? Todo lo que miro está lleno de polvo y telarañas, lo curioso es que aquí parecen estar almacenadas todas las cosas innecesarias de un hogar. No encuentro mudadas completas. Humildemente llegué a un pantalón negro que estaba dentro de un armario al fondo de la habitación. Bueno para algo me ha de servir; a suerte mía si es de comodidad y a mi talla. Es un tanto elegante y está perfectamente planchado por alguna razón desconocida. Ahora que encontré lo que quería, iré a por otro rumbo. Al salir de allí el aroma era mucho mejor, sentía el oxígeno por mis fosas nasales y menos mal que este pantalón resalta y moldea muy bien mis nalgas y piernas. Ya voy listo para continuar. … La segunda puerta estaba llena de espejos, joder que extraño lugar, me acerqué un poco para verificar si había algo más allá de esto, pero solo encontraba los espejos en diferentes tamaños y formas, nada más a su alrededor. Lo extraño es que todos estaban alineados y enfocaban un punto en específico. En el centro de la habitación se encontraba una silleta, se veía como si fuera un lugar de meditación, un poco acusadora la verdad. Caminé hasta que deje caer mis nalgas a la silla, creí que sentiría algo, pero me equivoqué, quizás este lugar sea para encontrar la salida de algo que sientes
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culpabilidad. Literalmente quien se siente ahí no podría hacer otra cosa que verse a sí mismo. -Excelente el minimalismo aquí No sé qué signifique hacer un cuarto como este, pero comienzo a pensar que estoy en algún consultorio psicológico. Comienzo a pensar que me internaron en un psiquiátrico por un tiempo sin consultar conmigo. Claramente me alejo de allí porque no tenía nada que hacer y tampoco quería acusarme de algo que hice mal, ya habrá momento para eso cuando esté en casa. Salgo de allí para buscar algo bueno que me dé la respuesta clara de donde estoy. No se cuanto tiempo ha pasado porque no hay relojes en ningún lado. Parece que solo tengo dos puertas mas así que debe ser una de estas la salida. Al abrir la siguiente puerta, que por cierto parecía amohecida. Le salieron pequeñas hojas mientras acercaba mi mano, cuando por fin la toque para girar la manija, estas hojitas me enredaron por completo la muñeca, las vi por un momento y pude arrancarlas con facilidad. Vaya cosa extraña de laboratorio. Cuando di tres pasos al frente, me abrumó el olor a tierra y vegetación. Alcé mi rostro después de sentir unos aleteos y pude mirar algunas aves que parecían tener un color muy apagado, lo asimilé como si de un grupo de cuervos se tratara. Al mismo tiempo pude darme cuenta de lo alto que es el techo de este lugar, al menos tenía unos cuatro pisos de altura, se podían ver las edificaciones que sostenían el techo y las varias luces que se encontraban por toda la extensión. Me llamó la atención y quise seguir caminando, me mataba la intriga de saber que más había por ahí, había una estructura gigante que me tapaba toda la vista. Me asomé por una entrada que tenía aquel muro, pero me llevé la sorpresa de que había otro igual de grande y el acceso a este daba al otro lado de donde yo estaba. Decidí caminar y comprobar si hay otro más como estas que acabo de cruzar, y efectivamente había un muro idéntico pero su entrada estaba muy cerca de donde estaba. Cuando atravesé la tercera entrada de murales. Vi como paredes grises se extendían por todo el lugar. -Maldita sea cuando se terminan estas estúpidas paredes. No era lógico este lugar, pero no me quedaba otra opción que tomar a esta habitación como un laberinto de murales con altas extensiones y entradas estrechas. -Al menos ocupa una hectárea de terreno. Yo me pregunto en que hospital despilfarrarían el dinero en
establecimientos tan grandes e innecesarios como este. De hecho, esta puerta me ha hecho dudar de si es un hospital o alguien me ha secuestrado en un espacio absurdo para perder la cordura. Ya no me queda más que la última puerta y comienzo a sentir dos cosas al mismo tiempo. libertad y asfixia, cualquiera de las dos cosas puede resultar ser correctas, tengo 50% de probabilidad de salir de aquí y otro 50% de encontrar un lugar tan extraño y absurdo como todas las anteriores. -Va pa' esa. La última puerta cierra el círculo de la habitación, la camilla estuvo siempre en medio de todas ellas incluidas el baño. Un pequeño escalofrío invade mi cuerpo al ver que esta última puerta esta extremadamente bien cuidada, es más grande que las demás y tiene acabados maderatos de aluminio, pulidos y lacados, muy definidos en esquinas y claramente especiales, la manija de la puerta es color plata brillosa con un diseño alargado y bastante grande pero finalmente elegante. Abro la puerta y solo alcanzo a ver una pequeña luz viniendo de una ventana en el tejado. -otra habitación sin luz mientras avanzo por el hall de recibimiento, me topo con una alfombra que acurrucaba mis desnudos pies por su delicada textura. Parecía que entraba en una casa millonaria, el piso era de mármol y parecía tener paredes de piedra, pero por la oscuridad no logré identificar las decoraciones ni lámparas. Tenía un buen aroma y parecía ser limpiado constantemente. Unos cinco metros de camino me encontré con un árbol muy verde y cuidado, colocado debajo de la única luz natural que tenía a la vista, estaba rodeado de vidrio por todo su alrededor a manera de protección. De este comenzaron a salir mariposas que parecían tener un solo color opaco, pero al mover sus alas, tenían una gama de color muy lindo como el arcoíris y cada una emanaba su propio brillo, -wow Es hermoso contemplar su belleza, pareciera que son de otro planeta, creo que nunca más volvería a verlas en mi vida. Me quedé admirándolas por un buen tiempo, aunque no me gusten tanto las mariposas, estas me brindaban paz y seguridad. El árbol también emanaba algo muy bonito que me daba confort y estabilidad. Parecía un encanto que me envolvía en algo que hace muchos años no había sentido. Desde aquella vez donde había recibido a cristo en mi corazón.
-Zac, Zac Una voz masculina y muy profunda me llama desde la oscuridad de la habitación. -Te he estado esperando…
Capítulo 2: ALICE Hay sangre color carmesí a mi alrededor, estoy comenzando a marearme por la desesperación y el fuerte dolor que tengo en todo el cuerpo. No sé qué hacer, mi corazón no deja de latir como un pesado martillo en mi pecho, casi no puedo respirar… me duele el cuerpo y se vuelve muy difícil intentar moverme, abro los ojos ligeramente y miro a mi hermano, pero él no se ha movido. ¡¡Dios!! No, no, no, no, intento acercarme a él con movimientos delicados, estoy atrapada en el coche pues, no hay mucho que pueda hacer, pero aun así lo acaricio en la espalda porque quiero encontrar en mi un alivio, no hay muchas probabilidades de que él esté bien. Mis lagrimas invaden mis ojos y caen pesadas en mi regazo, cierro mis párpados un momento e intento conectarme con Dios, no hay algo mejor que pueda hacer que orar por su vida y su salud. -Padre celestial mírame ahora, mira mi condición… soy débil y vulnerable en este momento, no tengo el derecho de pedirte nada por mi comportamiento, pero si pido por mi hermanito, por él sí doy mi vida ahora y quiero entregarte su espíritu y su salud. Abro mis ojos y me miro a través del espejo que hay encima del parabrisas. -No puedo quedarme en un momento melancólico. Limpio mis lágrimas y me alejo por un momento de Zac, agarro torpemente mi celular que está en el bolsillo de la chaqueta que llevaba puesta, consigo sacarlo de allí aún con señal y batería, agradezco al cielo por eso; marco al 911. Inmediatamente doy la referencia nuestra ubicación y comenté qué hay una persona en estado emergente, espero que no se demoren en traer una ambulancia. Seguido de eso le llamo a mi madre y le digo que nos espere con papá en el hospital porque sufrimos un accidente. Ahora sí; apago mi celular y me acerco a él para comprobar que esté respirando, lo muevo un poco e intento no causarle lesiones en su cuerpo. No fue nada fácil encontrar una posición que no me involucre dolores en mis piernas, pero al menos sentí que seguía respirando. Así tengo señales de vida y esperanza en él. Quisiera hacer más, pero prefiero dejar en manos del Padre y de aquellos expertos que vienen en camino porque yo podría agravar sus heridas si
intento ayudarlo. Lo miro minuciosamente y respiro profundo... -Zac, yo estoy contigo todo va a estar bien, estás respirando y eso me pone feliz. Logro acariciar su rostro, él no ha perdido su calor corporal ni tampoco su aroma. Me recuesto sobre el espaldar de mi asiento .... debo aguantar estar despierta hasta que llegue la ambulancia, pero no puedo estar satisfecha porque todo lo que acaba de acontecer fue mi culpa, no debí discutir con él mientras conducía. Eso nunca es bueno. -Por favor, perdóname hermanito, yo pagaré todos los daños causados y te prometo un trato mejor de ahora en adelante. Creo que fue imposible para mí no llorar de nuevo ante la presente situación. No hay nada más feo que estar en la posición de culpable, de herrado, de alguien que no puede ser perdonado por lo que causó. -Espero puedas entenderme Zac. Llegó la ayuda muy poco después. Les dije que lo vean a Zac y lo saquen con mucho cuidado del carro, luego que me saquen a mí. Ellos aceptaron y nos subieron en la ambulancia con ligera intranquilidad. Ya no soporté más el dolor en mis piernas y mientras el enfermero me levantaban para un chequeo ... me desmayé... Ya en el hospital, mi madre me dijo que llevaba esperando unos 10 minutos, quiero suponer que avanzamos rápido porque no se hacían solo 10 minutos desde la ubicación que nos encontrábamos. Mientras ingresaba en una camilla, mi madre me acompañó hasta la habitación. Allí me inyectaron e informaron que era necesario permanecer allí por unos días mientras ingresaba a terapias de rehabilitación. +Mamita fue mi culpa, lo … lo siento tanto. Si tan solo me hubiera callado en el camino a casa, no sé porque se me ocurrió reclamarle las cosas mientras conducía. Espero puedan perdonarme, pero si no lo hacen, entendería perfectamente el por qué. No había manera de perdonarme a mí misma por lo que hice, emanaba de mi mucha desesperación e intranquilidad, la vida de mi hermano menor dependía exclusivamente de mí. Si el muere, cargaré un dolor infinito y no merecería nunca la salvación. +Basta Alice fue solo un accidente, ve tranquila y no te preocupes tanto por lo que pasó, luego hablamos de eso. Ahora solo importa que estes bien. -Si, estoy bien dentro de lo posible, pero me tranquilizare por ti. Después del accidente siento que salí premiada con los pocos daños que
recibí. No merecía tanta bondad. Pero si intento tranquilizarme será por mi madre. +Gracias hija, yo estaré aquí para los dos ¿sí.? Tu padre está por llegar. -Esperaré a mi padre, también quiero verlo y pedirle disculpas por todo esto. +Si, claro cariño, ve y descansa un poco. Yo estaré cerca tuyo y orare por los dos. Dios va a ayudarnos y todo saldrá bien. Solo ten un poco de fe y las cosas van a mejorar Alice. -Así haré, gracias por estar aquí mamá, gracias por tus oraciones. Gracias por todo. Mi madre me da un beso fortificante que me sacudió todo el cuerpo, luego me sonrió con tanto amor que dejó en mí una paz inmensurable que llenó mi corazón y mis esperanzas. Salió de la habitación con pasos tranquilos y suaves, sus tacones dejaban marcando compás en el camino y ligeramente cerró la puerta de la habitación. Creo que por más grandes que seamos, nunca cambiará el dulce amor que la madre puede dar a sus hijos, Yo siempre encuentro protección en su presencia, ella es mi salvación en esta tierra, aquel ángel que cayó del cielo para cuidarme y un pedacito de todo el amor que Dios nos da. No hay mejor bendición que ella para mi vida, eso lo aseguro. Acomodo un poco mis sábanas blancas y me aseguro de que cubra bien mis pies y piernas porque hace mucho frío y no hay mucho que hacer aquí más que esperar por atención médica. Me pregunto cómo estará mi pequeña Alaya, ojalá no la traigan a este espantoso lugar, quizás no sepa cómo reaccionar, y conociéndola entraría en un sufrimiento muy grande, es la única apegada a Zac como nadie en la familia. Zac, por favor quédate con nosotros... no dejes a Alaya sola, salgamos juntos de esto. Fue en ese momento donde pude sentir tranquilidad y pude dormir un momento.
Capítulo 3: ZAC Un extraño sentimiento de miedo invadió mi cuerpo después de escuchar aquella voz, no era conocida, pero se escuchaba muy tranquila y segura de sí misma. Porque encontraría a una persona en la última puerta y en todo lo demás no había ni una sola alma. Intento dar unos cuantos pasos hacia el vacío donde provenía la voz, pero mientras más me acercaba, más inseguridad me traía seguir ahí. + Doctor, ¿es usted? ¿Podría decirme cuál es la salida de este lugar?
Nadie respondió mi pregunta por un instante que parecía eterno. Una risa incomoda surgió del mismo lugar, digo incomoda por lo extraño he insignificante que me sentí en ese momento. De inmediato algo me dijo dentro de mí que no estaba haciendo bien. -No Zac, yo no soy el doctor. Por favor acércate más a mí. Quiero verte… Me provocó mucha inseguridad continuar caminando así que quise cerciorarme de que no estaba en una ilusión. Dhamira, ¿acaso eres tú? Es complicado explicar la estrecha y extraña relación que tengo con Dhamira, porque es aquella que todo lo ve y todo lo sabe de mí. Desde lo más pequeño e insignificante que hago cada día, hasta lo más recóndito de mi corazón y pensamiento. “ella” habla en mi mente constantemente de que debo o no hacer. -Escucha Zac, “ella” no puede estar contigo en este momento, aquí mando yo y solo estamos los dos. Por eso no encontraste a nadie en las demás habitaciones. + Como que aquí mandas tú, en donde estamos. La verdad es que comienzo a preocuparme porque aquella voz menciona que no hay nadie más en este lugar y tampoco sé cómo me ha visto entrar en todas las puertas anteriores. Seguramente hay cámaras en cada sección y él pudo observarme todo este tiempo. -Tranquilo hijo, no te preocupes yo no te haré daño. Acércate a mí. + Primero dime como te llamas y que es este lugar. Quiero ponerme a la defensiva porque no tengo ninguna otra forma de descubrir lo que pasa, por el momento me limito a preguntar. Si esta persona me ha secuestrado debo ponerme firme y si es de entrarnos a puñetes, yo como sea me las arreglo. -Gezag, ese es mi nombre. Ahhh y si, estas en mi casa. Bienvenido espero que la decoración sea de tu agrado. Y para que te sientas más a gusto te diré que nadie en el mundo es tan bienvenido a pasar por aquí que tú. Empuño mis manos de manera intranquila, esto no me gusta nada. ¿Como es eso de que nadie es más bienvenido que yo en este lugar? + Lo dice de manera muy exclusiva ¿quién más ha entrado a este lugar? -Nadie más Zac, este lugar es solo para ti. No has entendido lo que te dije, te he estado esperando y este ha sido el día de recibir tu hermosa presencia. Doy un paso al frente y se prendieron automáticamente unas luces cálidas alrededor, todas ellas eran como antorchas modernas que reflejaban la luz
haciendo notar el terciopelo rojo que cubría todas las paredes. Era impresionante el detalle que existía en este lugar, cada cierto centímetro, unos pequeños círculos que emanaban un brillo especial, muy parecido a un diamante. Decoraba en zigzag trazando cuadrados diagonales en toda la superficie. Había una hermosa lámpara colgante que giraba y dejaba balancear cuerdas llenas de círculos que emitían luz por cuenta propia. Finalmente pude ver que se encontraba una mesa de sala con dos sillones lujosos color carmesí y en uno de ellos. Un hombre de trajes elegantes que mantenía sus piernas perfectamente cruzadas y una de sus manos sobre la mesa sosteniendo una ficha de ajedrez. -Ha llegado el momento de que me conozcas. + Vaya, veo que es muy modesto con los tapices y decoraciones de su casa. Por supuesto que si mi querido Zac. Por favor toma asiento. Le obedezco porque no tengo ninguna otra alternativa, cuando por fin lo veo frente a mí. Reconozco sus perfectas y detalladas facciones, su tez es pálida y su mirada es profunda, tiene ojos verdes que, gracias a su potencial color, puedo verlos claramente. + Vale, ahora si dígame que estoy haciendo aquí, usted es el dueño del hospital ¿verdad? -No quisiera ser deño de un hospital, los enfermos y los que lloran me dan asco y asfixia, quemaría el lugar si me llego a aburrir del trabajo. Pero ese es el peso que deben llevar los humanos así que no me preocupa. Suelta una pequeña risa de cortesía. ¿Los humanos? ¿Que se cree este sujeto una divinidad para llamar de manera tan despreciable a su propia raza? Que orgullo tan grande que tiene joder. -Mira hacia aquí por favor, ¿conoces de que se trata? El me señala con su mano aquel juego de mesa que reposa a nuestro costado, está ya manipulado desde hace mucho. Me pregunto con quién lo estaba jugando porque no veo que haya nadie más aquí. + Si… sí, claro que lo conozco, algunas veces lo he jugado por internet. -Excelente, has sido bueno para este tipo de juegos, ¿sabes? Siempre te he observado desde que eras pequeño. ¿Siempre? ¿Acaso es algún amigo de mis padres o un vecino que me conozca desde que era pequeño? Casi nadie me ha visto jugar ajedrez, de hecho, las únicas veces que lo jugaba era con mi hermana Alice cuando éramos pequeños. No entiendo como este señor sepa esto.
+ Quizás estes un poco confundido, pero eso es normal. Yo te conocí desde que naciste, fui parte de tu vida y ahora me has dado la oportunidad de ser feliz en este asombroso y lujoso lugar. Todo lo que vez y lo que tengo es gracias a ti Zac. + Yo no tengo mucho dinero, en realidad no sería capaz de hacer ni la mitad del dinero que se invirtió para arreglar esto. + Lo sé, eso es verdad. Estos últimos años no has hecho gran cosa con tu vida y tampoco aportas mucho dinero en tu casa. Tampoco te has dedicado a estudiar la universidad como todos tus amigos lo están haciendo y tampoco has llevado una buena relación con tu familia…. ¿Como sabe todo esto? La verdad es que si se trata de una broma ya se está saliendo de mis estándares de cordura. Todo lo que este señor dice está haciéndome perder la cabeza… no es alguien directo, endulza mis preguntas dejándolas sin una respuesta definitiva. + ¿Oye como demonios sabes todo eso? -Tu eres joven hijo, yo soy viejo en esto. Mi trabajo se basa en inspeccionar tu vida a detalle, mis hobbies favoritos van de la mano entre tus acciones y tus decisiones. Creo que con estas palabras pude identificar lo que estaba haciendo en este lugar. + ¿Hay algo que no me deja tranquilo, donde está la salida? Una risa un poco imprudente se escapa de su boca y saca un tabaco de su chaqueta, lo enciende lentamente y mira hacia al frente. -Tú no puedes salir de aquí pequeño, tú eres mío + Cómo que no puedo salir de aquí, ¡¡ dime quién maldita sea eres!! Mi desesperación sale a la luz, necesito ver a mi hermanita Alaya, pero este absurdo espacio me tiene hasta los cojones y para colmo me encuentro con un señor que no deja de decir que soy suyo y que todo lo que nos rodea le pertenece, pero es gracias a mí. Dios por favor sácame de aquí. -Esto es nada más y nada menos, el espacio tiempo en donde se divide el cuerpo y el espíritu mi querido Zac. +Y cómo es eso, que quieres decir… -Tu … estás muerto. Mi corazón comienza a descontrolarse y salgo corriendo de ese lugar, pero cuando intento buscar la manija de la puerta me doy cuenta que solo se podía entrar, pero no salir…. -Sabía que te ibas a desesperar y por eso le puse seguro a la puerta desde que sentí tu presencia. No creas que va a ser tan fácil liberarte de esto.
Agradece que tengo buenos gustos y te tengo mucha paciencia. + ¿Y si no me tuvieras tanta paciencia que pasaría ah? -Mira Zac, yo nunca me cansaré de esperarte, los años para ti seguirán pasando y por muchas cosas buenas que llegues a hacer, siempre me aseguraré de que lo arruines en algún punto. No, no, no, yo muerto no estoy y si así lo fuera, este lugar no tiene sentido, si me morí debería de ya haber descansado y sentido la tanta paz que supuestamente se tiene al morir. Trago grueso y eso lo siento claramente descender por mi garganta, mis manos tiemblan y en mi cara toda fase de amabilidad desapareció. + Entonces tú…. -Recuerda que tus dudas son el mejor antídoto para prestar atención e interés en ti. + ¿Tú eres un demonio? Se crea un pequeño silencio que convertía al lugar y al momento en algo exageradamente pesado y escalofriante, comencé a arrepentirme de abrir esta puerta, aunque era la más llamativa y bonita no creí que me generarían estos nervios tan grandes de estar con aquel hombre. En toda mi vida, no me había encontrado con unas vibras tan negativas como las de él. Luego de el infinito instante de silencio el contesto… -Si Zac, eso es lo que soy No es cierto, esto es un maldito sueño. Pero que reverenda pesadilla la que me cayó esta noche. + ¿Cómo dice? Su mirada estaba fija en mí y pude notar como su semblante sonreía pícaramente -Querido, querido, creo que no estas entendiendo el lugar al que has llegado, veras, déjame contarte como va todo. Si vez lo que está en este lugar, ha sido mejorado con el tiempo, y todo es gracias a ti. Cada centímetro cuadrado que veas ya está cubierto por mis gustos y ¿sabes que significa eso? Eso quiere decir que no le has dado ni una mínima porción de interés en Dios estos últimos años. El ya no pertenece aquí, es un total desconocido y dudo mucho que sea bienvenido. Ahora si no entiendes el porque te voy a proyectar algo para que te des cuenta. El da un clic y rápidamente estamos en la casa de un amigo. Supuestamente haciendo tareas… pero en realidad solo nos fuimos a la chuma y le mentí a mi mamá. También me señalo las tantas veces que discutía injustamente con mi hermana y mis padres.
Me mostró algunas fotos de las cosas que robé a lo largo de mi vida y todas las mentiras que dije a las personas que me aprecian. Finalmente, el me mostró un video donde yo me negaba a escuchar temas sobre la biblia y sobre Dios, algo dentro de mi hizo que me avergonzara mucho de no haber accedido una sola vez a tales charlas o reuniones que se abrieron hace años y nunca les di importancia. La parte más dolorosa fue cuando supe todas las veces que Dhamira habló conmigo o intento ayudarme a tomar la decisión correcta pero no fue lo suficientemente claro y fuerte para mí que no escuchaba sus dolidas peticiones. -Tu tiempo y espacio lo dedicaste en cosas vanas de la vida, uy y ni se diga de los miedos. Todas las inseguridades que tienes ahora son fruto de tu apertura conmigo a este lugar. Nadie más que tú, me ha recibido con los brazos abiertos y me ha dado la oportunidad de reinar en ti, y sobre todo… en tu mente. Si no lo notaste, todas las anteriores puertas representaban uno de tus miedos. Representaba todas tus dudas y trabas para ser mejor. + ¿Pero qué has hecho conmigo? -Yo solo entré a donde me invitaron, no puedo perderme invitaciones de este tipo. Estoy tan agradecido contigo que podría besarte de la emoción. En esta mesa donde estábamos hace un momento no era una mesa especial, ni tampoco el juego era uno normal, ese ajedrez está jugándosela por tu vida y salvación. Faltan cinco minutos para que mueva mi siguiente ficha y tus mueras al fin… después de 23 años tu podrás ser completamente mío. Parecía que ya no tenía nada que hacer, quería mejorar mi vida, pero la verdad es que me di cuenta de que muy poco tiempo me quedaba para arreglarlo. Me giré hacia el árbol y pude notar como se desgastaban sus bellas hojas y estas caían deliberadamente sobre el suelo volviéndose marrones oscuros. -No te preocupes tanto Zac, además de que ya estás muerto y no hay nada que puedas hacer. Tampoco volverás a ver a tu familia y lo mejor de todo es que ya no tendrás oportunidad de ser salvo. Una méndiga risa malévola se presenta en todo el espacio marcando victoria. + Hasta aquí llegaste mi Zac preciado. Nos vemos en el infierno.
Fin.
Suenan las doce en punto de la noche y Gezag, mueve la última ficha para que todo termine según sus planes. Zac ya no regresó a casa y sus hermanas y padres tuvieron que aceptar la terrible noticia de que él había fallecido en el accidente. Su coma duro una semana aproximadamente. Pero sus daños fueron tan grandes que ningún tratamiento podía salvarlo. El único antídoto y medicamento capaz de curar a alguien, era Dios y en su infinita misericordia … el si podía salvarlo. Pero Zac había cavado su propia tumba tanto en el mundo real como en el espiritual. Y por tanto el perderá todas las ganancias que el señor preparó para él. Tomen más bien en cuenta aquellas palabras que encontramos en la palabra viva de Dios y no esperemos a que el tiempo se nos termine para darnos cuenta de nuestro grande error. 26» Así que no les tengan miedo; porque no hay nada encubierto que no llegue a revelarse, ni nada escondido que no llegue a conocerse. 27 lo que les digo en la oscuridad, díganlo ustedes a plena luz; lo que se les susurra al oído, proclámenlo desde las azoteas. 28 No teman a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma. [a] Teman más bien al que puede destruir alma y cuerpo en el infierno.[b] 29 Además, deberías escuchar a tu Dhamira (conciencia), que representa todas las vocecitas de alerta que llegan a tu vida en el momento preciso antes de cometer errores. El espíritu de Dios está encargado de mencionarte reiteradas veces cuando actúas mal e intenta ayudarte a enfocarte en el lugar correcto.