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Saberes de Vida, la gran aventura de mi vida
Saberes de Vida,
LA GRAN AVENTURA DE MI VIDA
Por María Victoria Manjarrés Ibarra, Jefe Saberes de Vida
No sé cómo ocurrió, solo pasó. Una taza de café y una idea. De pronto un pequeño proyecto, 14 estudiantes y algunos profesores. Hoy mirando por el retrovisor de mi vida, nunca imaginé que Saberes de Vida se convertiría en mi oficio, en mi vida profesional y que mi vida giraría alrededor de la vida adulta. Veinte años después, cuando ya hago parte de esta generación de mayores, me hace feliz haber crecido con esta idea y sus estudiantes. “Envejecer chévere”, de eso se trata. De entender que cada etapa de la vida trae cosas bellas y que la vida adulta está llena de ellas. De comprender que la vida comienza cuando nos liberamos del trabajo y de la crianza de los hijos. De aceptarse con cada arruga y descubrir que ellas cuentan la historia de nuestras vidas. De recibir los cambios corporales y entender que la belleza es algo que se proyecta cuando el espíritu sigue vivo. De discernir que la felicidad es una elección y que, en la vida adulta, esta viene cargada de agradecimiento por la vida, por cada día, por cada oportunidad tomada. De conocer y reconocer en la contemplación el verdadero sentido de lo que significa estar vivo. De sentir que cuando se llega a los cincuenta, surge la oportunidad de ser lo que se quiere. Saberes de Vida se construyó en el camino gracias a la evolución natural de las cosas y a la voluntad de miles de personas que se fueron uniendo a una idea “contracorriente” que visibilizaba el espíritu juvenil de un puñado de jóvenes grandes que se resistían a la idea de ser apartados por una sociedad enfocada en los niños, jóvenes y adultos en edades productivas. Unos cuantos grandes que pasaron de ser ejecutivos, amas de casa o profesionales independientes a ser estudiantes y vivir una nueva vida ligada al disfrute de los años. Una idea que se convirtió en un imán, que atraía a un grupo inconformes y no afines a los viejos preceptos de envejecer que evocaban el retiro pasivo dentro del hogar. Nuestros estudiantes nos fueron mostrando el camino para entender que estábamos frente a una nueva generación de mayores. La Nueva Generación de Mayores poco a poco se fue tomando la universidad y fue reclamando sus espacios, hasta convertirse en uno de los sellos que identificaría a EAFIT y le entregaría el liderazgo de ser la primera universidad que en Colombia está dirigida a todas las generaciones. Esta ha sido la gran aventura de mi vida