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JUSTICIA Y PAZ La política, altísima vocación

Intención de oración para la evangelización:

Por: P. José DE LA CRUZ, mccj

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La belleza del matrimonio

«Recemos por los jóvenes que se preparan para el matrimonio con el apoyo de una comunidad cristiana: para que crezcan en el amor, con generosidad, fidelidad y paciencia».

Como cristianos, sabemos que se unen en matrimonio quienes libremente forman una sociedad de vida realizada en un contexto eclesial, y a esta unión realizada entre bautizados, Jesús la ha elevado a la dignidad de sacramento, es decir, alianza que tiene como propiedades esenciales la unidad y la indisolubilidad.

En nuestros días, esta institución, que lleva a su plenitud la vocación humana, se ha visto debilitada por ideologías nuevas que promueven una libertad de actuar sin mucho compromiso y que invitan a la sociedad a vivir como si Dios no existiera. Nuestros jóvenes necesitan de una comunidad cristiana que los ayude a prepararse para el sacramento del matrimonio, pues son bombardeados y cuestionados cuando quieren institucionalizar el amor que sienten, y se les invita a conocer el mundo y a divertirse; cosas que no son del todo malas, pero lo mejor sería que una persona ejemplar los ayudara a entender que el matrimonio es una vocación, un llamado de Dios, y así, entrar en un proceso de discernimiento vocacional, para preguntarse ellos mismos, y a Dios, si es el momento preciso y la persona adecuada para formalizar su relación en el sacramento del matrimonio, después del conocimiento mutuo y madurez tanto humana como en la fe.

El testimonio y ejemplo de una sociedad fundada en los valores y cultura cristina, ayudará a una mejor preparación de los futuros esposos, ya que nuestros jóvenes necesitan de signos palpables y alentadores de parte de la comunidad cristiana para que la belleza y dignidad del sacramento del matrimonio sean cada vez más evidenciadas, ya que: «La familia cristiana está fundada en el sacramento del matrimonio entre un varón y una mujer, signo del amor de Dios por la humanidad y de la entrega de Cristo por su esposa la Iglesia. Desde esta alianza de amor, se despliegan la paternidad y la maternidad, la filiación y la fraternidad, y el compromiso de los dos por una sociedad mejor» (DA 433).

Unidos en oración con el papa Francisco presentamos a Dios a nuestros jóvenes y sus proyectos de realizar su vocación humana plenamente en el sacramento del matrimonio.

LA POLÍTICA,ALTÍSIMA VOCACIÓN

Ahora que en nuestro país estamos en campañas electorales, aunque ya no tengo ningún cargo en una diócesis, se me han acercado algunos candidatos a puestos públicos, para platicarme sobre sus proyectos y escuchar una palabra de mi parte… les animo a participar en la contienda electoral, siempre con la mejor intención de promover el bienestar del pueblo.

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