5 minute read

LLAMADOS A LA MISIÓN Descubre tu vocación

infinito del Señor, que traza nuevos caminos en las vías de nuestras derrotas.

El libro de los Hechos de los Apóstoles nos narra los comienzos de la Iglesia, que no fueron nada fáciles. Y ahí comienza una nueva vida, la del ser para los demás. Los apóstoles son los informadores: «Nosotros somos testigos de todo lo que hizo en el país de los judíos y en Jerusalén. A Él, a quien mataron colgándolo de un madero, Dios lo resucitó al tercer día y le concedió que se manifestara, no a todo el pueblo, sino a los testigos elegidos de antemano por Dios, a nosotros que comimos y bebimos con Él después de que

Advertisement

¿TE GUSTARÍA SER... Misionero Comboniano?

Ciudad de México

P. Wédipo Paixão Cel. 55 71 43 05 73

Guadalajara, Jal. Tel. 33 36 28 53 77

Monterrey, NL.

P. Roberto Pérez Cel. 81 23 36 52 57 Tel. 81 81 90 47 61 combonianos@prodigy.net.mx

Sahuayo, Mich.

P. José Luis Mejía Seminario comboniano Cel. 55 45 72 92 81 mejiagonzalez@yahoo.com.mx

San Francisco del Rincón, Gto.

P. Sylvain Alohoungo Seminario comboniano Tel. 47 67 43 05 47 combonianosanpancho@gmail.com

Temixco, Mor.

P. Moisés García Cel. 77 72 01 60 71 combonianoscuernavaca@hotmail.com

La Paz, BCS.

Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús Tel. 61 21 22 21 21

Misioneras Combonianas Laicos Misioneros

Guadalajara, Jal. Combonianos Tel. 33 36 27 11 53 Guadalajara vocacion_misionera2@yahoo.com.mx Adriana Salcedo Cabello Cel. Bety Maldonado: Ciudad de México 55 15 05 29 60 Tel. 55 55 86 85 89 laicosmisioneroscombonianos.org vocaciones_combonianas@yahoo.com.mx

Ulrike Purrer resucitó de entre los muertos» (Hch 10,39-41). Imaginémonos a menos de 12 hombres sin dinero, ni prestigio, seguidores de un hombre que fue crucificado y que ellos afirman que resucitó porque es el Hijo de Dios. Anuncian una nueva vida a personas que están bien afianzadas en su propia religión, prácticamente empezaron de cero, con un ambiente difícil que les era adverso, con privaciones, persecuciones, maltratos; pero en la pequeñez y la fuerza el Espíritu Santo fue haciendo crecer a esta comunidad hasta llegar a ser la Iglesia a la que hoy pertenecemos. La pequeña comunidad del tiempo de los Hechos de los Apóstoles debe de inspirarnos a vivir en la Iglesia de nuestro tiempo. Por ejemplo: san Pedro en una predicación que no fue muy extensa convirtió a tres mil personas, hoy en día (como dijo el padre Ricardo López Díaz y hago mías sus palabras) con tres mil sermones no convertimos a uno solo. Los apóstoles no tenían dinero para dar limosna, pero por el poder de Jesús Resucitado levantaron e hicieron caminar a un paralitico; hoy muchos cristianos dan despensa, hacen activismo social, animan a los jóvenes de superación personal, hacen proyectos de medicina alternativa, pero no llevan ni entregan al Señor Jesús. Los primeros cristianos eran pocos y vivían unidos, ponían en común sus bienes, ahora somos muchos, no nos ponemos de acuerdo, nos dividimos y peleamos nuestros bienes. En aquel tiempo se anunciaba el Evangelio, los cristianos anunciaban a Jesús y las personas se convertían y bautizaban; hoy en día, nuestro pueblo se dice en su mayoría cristiano, pero qué difícil es anúnciales el

Evangelio, y aún más difícil que un cristiano hable de Jesús, por eso la mayoría de los que son bautizados no llegan a ser evangelizados y menos a ser discípulos del Señor Jesús. Los primeros discípulos anunciaban con valentía a los paganos y muchos de ellos fueron perseguidos y dieron su vida por ser fieles a Jesucristo y ahora a muchos cristianos hasta les da pena hablar de su fe. ¿Qué nos está pasando a los que heredamos la fe trasmitida por los apóstoles? ¿No será que nos estamos convirtiendo en una Iglesia que sólo despacha sacramentos? En nuestro tiempo necesitamos cristianos que se comprometan a conocer y vivir el Evangelio, que se encuentren con Jesucristo y lo sigan para estar con Él, que se conviertan y se renueven con la Vida de Jesús, que den testimonio y se sientan enviados a anunciar por todo el mundo el Evangelio. Que se sientan llamados y salvados por Jesucristo.

Y tú joven, te has preguntado alguna vez en tu vida: ¿Para quién soy? Es la pregunta vocacional que quiere suscitar en ti una respuesta. Esta interrogante la lanza el papa Francisco en su exhortación Cristo Vive. Es una pregunta que nos lleva a reflexionar que nosotros somos más que para una cosa, un trabajo, o una ocupación; estamos llamados a ser «para Alguien», para quien es capaz de llenar el corazón y la vida: para Dios. Y como fuimos creados por amor y para amar, también estamos llamados a ser para los demás. Ser cristiano es vivir como Cristo y Él se nos da a todos para darnos la Vida de Dios. Esto lo comprendieron bien los apóstoles, por eso la fe de ellos nos sigue moviendo hoy y se sigue anunciando.

Texto y foto: Martín XALAMIHUA Z., postulante

Agradecido

por la vocación

Soy Martín, originario de Tonalixco Grande, Zongolica, Veracruz. Tengo 21 años. En mi parroquia de San José Comalapa, los Misioneros Combonianos han estado por más de diez años. Mi primer contacto con ellos fue en 2013, yo era catequista, y una vez por mes nos reuníamos en la parroquia. Este acercamiento fue suscitando el deseo de conocer la vida consagrada. En 2018, cuando terminé la preparatoria, mi párroco, el padre Guillermo Aguiñaga, me invitó a ingresar al seminario comboniano. Ingresé en agosto de ese año.

Ha sido una experiencia única, especial y llena sorpresas, algunas buenas y otras malas; pero siempre hay algo nuevo que aprender. He tenido momentos difíciles, pero con ayuda de Dios he continuado. Los compañeros han sido una ayuda espiritual, intelectual, física y moral en este proceso, he aprendido muchas cosas de ellos.

Actualmente me encuentro en el tercer año del postulantado y de los estudios de Filosofía; estoy cerca de entrar al noviciado. Me siento muy feliz y preparándome con la oración para pasar a la nueva etapa. El camino se hace cada día.

Agradezco a Dios el regalo de la vida y todos los bienes espirituales concedidos. De igual forma, doy gracias a todas las personas que me han acompañado, en especial a mis padres, a mi párroco, a mis compañeros y formadores. Que Dios permanezca en cada uno de nuestros corazones.

DÍA DE LAS «MULITAS», TRADICIÓN MEXICANA

Cada Jueves de Corpus Christi felicitamos a todas las «mulitas en su día», pero muchos desconocen el origen de esta singular tradición, relacionada con la presencia de Dios en lo cotidiano.

Pinterest

Si deseas continuar con la lectura de este artículo, adquiere Esquila Misional en su

versión impresa CLICK

This article is from: