Yedra de luz y verde escarcha Mientras Granada dormía García Lorca
Mientras Granada dormía, en aquella madrugada de caballos desbocados y locuras, amasadas con odios de sinrazones y virtudes envidiadas, sonaron negros clarines que estremecieron La Alhambra.
Versos de Lorca alumbran mi pluma varada en la ensenada sin tinta y sin espuma. Los trazos se diluyen en la tenue bruma formando hondas de fácil soltura.
Ventanas abiertas n.20 · jul-ago 2022
Fondo desde foto de Marcus Dall Col | unsplash
De La Colonia que, un día, sueños de niño albergara, salen cuatro condenados con verdugos a su espalda. Federico, entre una nube de romances y barracas. Sintiendo en sus compañeros perfiles de fría plata. Los dos toreros, enjutos, con aires de Maestranza. Arrancado de su escuela, Dióscoro cierra la marcha.
En la cañada bajo la cueva oscura dormita con aliento la suave dulzura, palabras que van y vienen en el baile de la escritura.
Sin alguacil que los guíe, paseillo de venganzas. Piedras de llanto el albero, sombras de muerte en las gradas. Los cuatro avanzan despacio, caminando hacia la nada. Enfrentados a un destino que va desgarrando España.
Parte de tu alma está perdida en una cuneta extraña. Sola, olvidada, con la cerradura del silencio y lágrimas de ventura que se oxidan tras la ranura.
Pasada la Fuente Grande, se detiene la comparsa. Olivos de verde luna, testigos de la descarga que cercenó el corazón y la sangre derramada de aquellos cuatro jinetes que ya no vieron el alba.
Tus obras quedaron y violaron tu ser sin cordura. Disparos al amanecer. Sangre tejida por el odio macabro de una sociedad inmadura.
Tomás J. Sánchez
Pedro Pozas Terrados
(Madrid, España)
pedropozasterrados Tres Cantos (España)
Poema Premio de Poesía de Alcobendas
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