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LOS VESTIGIOS DE LA ARQUITECTURA BARROCA

damente el barroco es masacrado durante el tiempo de Tresguerras, la academia de San Carlos decía que el barroco había que olvidarlo porque se consideraba un estilo de mal gusto, por ello de los retablos de los templos no se conserva ninguno que sea barroco”.

“Tresguerras se da a la tarea de modificar las tendencias barrocas que no eran bien aceptadas por la academia de la época y nos dejó un gran legado neoclásico como el magnífico templo del Carmen”.

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Expresó que en Celaya son contados los elementos del barroco, y eso les hace tener una mayor riqueza. Algunos de los que se conservan son: “El campanario de San Francisco y el Claustro de su Convento; San Agustín sobre todo el campanario; la Casa de la Cultura que es una obra magnífica sobre todo por la escala que es enorme; y la Casa del Diezmo que es una de las grandes obras del barroco doméstico”.

Otro vestigio de este estilo, dijo es la Casa del Marqués de Aguayo que se ubicó donde la calle Aldama, haciendo esquina con el andador Quintana Roo.

“Debió ser una casa muy bella, incluso hay muchas leyendas de que a Celaya venía Maximiliano y Carlota y les gustaba hospedarse ahí, se hablaba de grandes fiestas”.

Lamentó que muchas de estas casas hoy están abandonadas porque sus propietarios no apuestan por la restauración.

“También hubo el problema de la desamortización de los bienes del clero que dividió los templos, los conventos, lo que le llamaban las casas de la realeza, precisamente la casa del

Marqués de Aguayo hubo un momento en que se remató en 1867, si mal no recuerdo al mejor postor, y de ahí se empezó a dividir, todo eso fue en detrimento de la riqueza que había en esos años”.

Aunque en 1973 la Confederación Nacional de Ayuntamientos presionó al cabildo para demoler la Casa del Diezmo y construir un edificio de departamentos, los celayenses la defendieron y hoy es uno de los inmuebles del barroco mejor conservados.

“Donde tenemos más elementos para poder analizar el barroco es la Casa del Diezmo, perteneció a uno de los descendientes de un soldado que venía con Hernán Cortez, que fue Hernán Pérez Bocanegra, llega aquí y lo nombran encomendero, es decir, una persona que tenía a su cargo promover la religión católica con los indígenas en México y se dedicaban a sembrar”.

“Si observamos a detalle la Casa del Diezmo, vamos a ver varios elementos que nos recuerdan esta bonanza, tenemos mascarones o grutescos en la fachada que eran para manifestar abundancia y acabar con las malas vibras, las envidias, vemos que tienen en la boca mazorcas y un penacho que recuerdan las primeras generaciones de sincretismo entre las culturas prehispánicas y la cultura española”

“Ahí mismo, en las ventanas, encontramos que abajo hay unas retículas que nos recuerdan los costales del maíz y elementos como mazorcas, y eso nos habla de la gran abundancia que se tuvo”.

En cuanto a haciendas, están la de Camargo o la de Trojes con revelaciones importantes.

“La hacienda de Camargo que todavía conserva las grandes trojes y tenemos un elemento totalmente barroco que son los arcos botareles que eran elementos que servía para recibir el empuje interior para descargarlo en los contrafuertes”.

“La entrada del acceso a la hacienda de San Nicolás de Esquiros, tiene un torreón de vigilancia y en su portada principal elementos que se llaman almenas que tenían los palacios medievales”.

El patrimonio arquitectónico, exaltó, es el legado de nuestros ancestros que debemos preservar.

“Si nos circunscribimos al más puro significado del patrimonio, es nuestra herencia, la que nos viene de nuestros padres, abuelos, de nuestros antepasados, y el conocerlo nos lleva a valorarlo y conservarlo, es muy importante conservarlo porque ya tenemos muy poco”.

El barroco floreció en Celaya dijo, porque fue una ciudad que no tuvo problema por el espacio y se manifestó con grandes casas hermosas, un estilo que merece la pena conservar.

“Es importante que la gente esté consciente de la gran riqueza patrimonial que todavía se conserva. Hay acciones sencillas que se pueden hacer para la difusión del patrimonio, desde el hecho de tener una formación integral de guías de turistas o cosas como realizar un juego de lotería con elementos arquitectónicos, o en las escuelas hacer algunos cursos de difusión del patrimonio de la ciudad”.

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