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UN PATRIMONIO QUE DEBEMOS RECONOCER
Soldara Luna enfatizó que en esa importancia de preservar el patrimonio se debe considerar, primero, a todos los conjuntos arquitectónicos conventuales, a los templos relacionados con las fundaciones de las órdenes religiosas.
Segundo, tener presente no sólo el centro histórico de Celaya sino incorporar a las comunidades que tienen un antecedente histórico muy importante y que conservan patrimonio novohispano.
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“Ahí no solamente tenemos infraestructura religiosa sino civil, hay puentes, ermitas, monumentos, cruces atriales, mojoneras, cascos de haciendas, debemos reconocer que hasta nuestra época se conserva total o parcialmente la infraestructura de esas haciendas agrícolas del Bajío”.
En tercer lugar, es importante poner en valor la incursión del neoclásico en Celaya que fue todo un boom, una moda que perduró mucho tiempo después.
“Por ejemplo, con respecto a la época de Tresguerras, no sólo él interviene sino otros arquitectos contemporáneos a él, amigos, adversarios y tiempo después se sigue conservando el mismo estilo para no romper una unidad arquitectónica, y eso me parece muy importante porque vamos a encontrar presencia de neoclásico en altares, fachadas, puentes, muchos monumentos de carácter civil que le van a dar esa unidad arquitectónica”.
“Y finalmente las aportaciones del siglo XX donde vamos a encontrar arquitectura ecléctica, los neos, las incursiones de los movimientos estéticos y que también van a hacer diferentes propuestas, vamos a tener en el siglo XX arquitectos muy destacados que realizan proyectos en Celaya, sobre todo de casa habitación o empresas que siguen de pie o se han reutilizado”.