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DEL PATRIMONIO PERDIDO AL QUE PREVALECE Y DEBEMOS CONSERVAR

Pese a que el desarrollo de Celaya dejó en el camino grandes construcciones como iglesias, haciendas, casas, tesoros de los siglos XVII al XIX, hoy cuenta con un rico patrimonio por el que se debe luchar para su conservación.

“Celaya guarda un gran tesoro material e inmaterial, un patrimonio que legado por los grandes personajes que han edificado en sus calles y plazas, tesoros de la arquitectura de las diversas épocas y periodos… desafortunadamente de este patrimonio, pocos ejemplos se salvaron de la piqueta demoledora iniciada en los años treinta del pasado siglo y que durante cuarenta o cincuenta años transfiguró el rostro del centro de la ciudad”, expresó el Arquitecto Francisco Franco Cacique, quien colaboró en la edición de los libros “Celaya su patrimonio artístico”, editado con el gobierno de Celaya, y “Un caminar arquitectónico en Celaya”, con el Colegio de Arquitectos de Celaya, para fomentar el conocimiento del patrimonio de la ciudad.

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“No solamente edificios valiosos, importantes para la memoria histórica fueron demolidos para ser sustituidos por otros de mala calidad arquitectónica o simple- mente para ser destinados a estacionamientos, también una gran cantidad de casas y monumentos que formaron la ciudad neoclásica del siglo XIX”.

Hoy, dijo, pese a esa vorágine de destrucción, auspiciada por el señuelo del progreso y la modernización, donde las autoridades en turno no tuvieron la visión de salvaguardar el patrimonio, como si lo hicieron muchas ciudades históricas del mundo, Celaya aún guarda un patrimonio arquitectónico muy rico.

“Celaya conserva un patrimonio muy valioso construido a lo largo de 3 a 4 siglos, en diferentes épocas como el virreinato, novohispana, pero sobre todo en el siglo XIX y la primera parte del siglo XX”.

Detalló que en la arquitectura religiosa resaltan tres grandes conjuntos monumentales muy valiosos para la ciudad, el templo y Convento de San Francisco, el Templo y Convento de San Agustín, hoy Casa de Cultura y anexos, así como el Templo y Convento del Carmen.

“Hay ejemplos muy valiosos en la parte religiosa, como el antiguo beaterio que hoy es el Sagrado Corazón de María, un templo bellísimo; el Templo de San Juan de

Dios, también muy antiguo e interesante por su historia, el Templo de La Merced, el Templo de la Asunción, en el Barrio del Zapote, y el Templo de San Antonio que es un símbolo en la parte histórica y arquitectónica, creo que en la arquitectura religiosa son templos muy importantes”.

Entre el patrimonio que en este rubro perdió Celaya se encuentran el Templo de la Compañía de Jesús construido por los Jesuitas en 1739, se encontraba en la calle de Colón, lo que es hoy el Boulevard y Zaragoza, fue destruido en los 60’s para construir el Boulevard Adolfo López Mateos.

Y el antiguo Templo de La Cruz o Santa Vera-Cruz, que estuvo ubicado en las calles de la Cruz y Mesones, hoy calle Morelos y Calzada Independencia. Estuvo de pie por casi 239 años, de acuerdo con Don Luis Velasco, pero fue demolido el 2 de junio de 1934 con motivo de la introducción del drenaje de la ciudad y la ampliación de la calle Morelos.

En el rubro habitacional hay numerosos conjuntos que son interesantes para la historia de la arquitectura de Celaya.

“Se destruyeron bastantes en la época del Progreso de Celaya de

1950, como la del Señor Luis Roaro, que se ubicaba en la esquina de Corregidora y El Carmen, hoy edificio de Teléfonos de México”.

Otra casa de la que no queda vestigio es la que construyó y habitó Francisco Eduardo Tresguerras en la calle Hidalgo, hoy convertida en locales.

“Entre lo que quedó tenemos el Edificio Valenzuela que es un ícono de la arquitectura habitacional o de la hospitalidad en Celaya; está también, en el Portal Corregidora, lo que fue la residencia de Doña Emeteria Valencia y Eusebio González de finales del siglo XIX; hay ejemplos muy interesantes de diversas épocas y en diversas escalas, en la Alameda tenemos algunas, otras más en el centro, en los 8 ó 9 barrios tenemos cosas interesantes en la parte habitacional”.

Una casa que también sobresale, es la conocida hoy como “Casa Loreto” en Madero, de principios del siglo XX, fue propiedad del Licenciado Manuel Concha.

“En el centro hay casas del siglo XIX que afortunadamente fueron conservadas y tenemos un legado arquitectónico en la parte habitacional muy interesante”.

En el género industrial, dijo, hay ejemplos muy significativos de arquitectura en Celaya.

Entre las desaparecidas se encuentran los inmuebles que utilizaron la fábrica La Favorita, al norte de Celaya, y la Bética de la que no quedó ni un muro. Pero hay algunos otros que prevalecen.

“El primer gran ejemplo de una industria en Celaya es la fábrica de hilados y tejidos, textiles Zempoala en la calle 5 de mayo iniciada por Don Lucas Alamán historiador, político, ideólogo, en fin, una persona relevante del siglo XIX; y luego tenemos ejemplos como el Buen Tono”.

Aunque no es industrial, pero si comercial y de servicios, un edificio importante que se perdió fue el que se encontraba en la esquina de lo que hoy es Allende y andador Góngora. Se trata del edificio del Banco Nacional de México del Arquitecto Ernesto Brunel, que data de finales del siglo XIX, fue derribada para construir el edificio actual.

También se perdió el edificio que ocupó el Hotel Alianza de la familia Llano Iñiguez que se ubicaba frente al Obispado en la calle Manuel Doblado.

Franco Cacique exaltó que en la parte del equipamiento urbano está el antiguo Hospital Civil en la calle Hidalgo y Leandro Valle que ahora es una escuela primaria.

“Esta construcción de finales del siglo XIX fue el primer hospital, el primer lugar donde las autoridades ven la necesidad de contar con un espacio que colabore a la higiene, a la sanidad, a la salud de los habitantes de Celaya, este primer gran hospital fue sumamente importante”.

“Y el mercado Morelos de principios del siglo XX construido dentro del porfiriato, es un espacio arquitectónico que viene a satisfacer las necesidades surgentes de la población de Celaya cuando los mercados se hacían sin higiene, originalmente el mercadeo se hacía en el jardín principal o en un espacio al lado del templo del Carmen llamado Parián (hoy también desaparecido)”.

En el tema administrativo el Arquitecto se refirió al edificio donde hoy se encuentra la Presidencia Municipal, que fue reconstruido en 1954.

“Era un edificio pequeño, de una sola planta y fue reconstruido para las necesidades más grandes de la población”.

Otro de los grandes rubros son las haciendas, sobre todo en el virreinato, en la época novohispana y en el porfiriato fueron elementos muy importantes de producción agrícola y ganadera en la región.

“Tenemos en Celaya una serie de haciendas unas más y unas menos conservadas que fueron muy importantes en el desarrollo económico de la fértil llanura del bajío guanajuatense”.

“Las haciendas de: Santa María, San Nicolás de Esquiros, Santa María del Refugio, San Elías. La Hacienda de Plancarte prácticamente se destruyó y solamente conservó su capilla y después fue construido el templo, fue una hacienda próspera donde se dice que se cultivó por primera vez la vid en Guanajuato, es otro de los legados muy importantes en el municipio de Celaya”.

Concluyó que Celaya guarda un vasto patrimonio cultural, histórico y artístico, un tesoro que es necesario conservar para la memoria de sus futuras generaciones, que es importante que se conozca y valore.

“Yo creo que en las últimas décadas se está poniendo en valor ante la población, me parece que lo que se ha hecho en publicaciones, libros, revistas, han motivado esto, las autoridades a través de Cultura y Turismo están reconociendo el darle un valor a lo que se tiene, yo creo que es obligatorio para la población conocer nuestro patrimonio y darlo a conocer”.

“La población de Celaya todavía tiene motivos para sentirse orgulloso de lo que aún se tiene, que es muy valioso, pero que hay que valorarlo en su justa dimensión y escala de lo que en su momento significó cada uno de estos elementos”.

“Si hablamos de las haciendas pues fueron motor importante de la economía nacional; las ciudades latinoamericanas fueron construidas en torno a los grandes conjuntos religiosos, a los conventos y Celaya es ejemplo de esto, los barrios conformaban esa estructura”.

Agregó que valorar el patrimonio forma parte de la identidad y del fortalecimiento de la sociedad.

“Es conocer nuestra historia, el por qué de la construcción, su sobrevivencia y valorar y apreciar nuestra ciudad”.

Celaya perdió patrimonio importante durante el siglo XX motivado por el desarrollo de la ciudad, pero aún permanecen de pie grandes construcciones que debemos valorar.

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