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Entrevista a Laura Brauer Pág
Laura Brauer: “El objetivo del teatro brechtiano es hacer una contribución concreta a la sociedad”
Bertolt Brecht, poeta y dramaturgo alemán, es considerado el padre del teatro épico. Se caracterizó por una narrativa libre, que tomaba distancia con el espectador. En esta entrevista, la actriz, directora e investigadora Laura Brauer habla sobre la influencia de Brecht en el teatro actual y otros aspectos.
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Fernando Bacilio Actor y docente de teatro
Esta pandemia me ha permitido conocer a buenos profesionales del teatro, entre ellas, a la maestra Laura Brauer. Ella extendió sobre mí un camino de claridad hacia el conocimiento del pensamiento brechtiano en el teatro moderno y, por qué no decirlo, en el teatro posmoderno. Radicada en Brasil, aceptó su participación en una conferencia para nuestra institución, denominada “El teatro de Bertolt Brecht”, realizada el 1 de junio de este año, vía virtual. Luego, insistí con su presencia en nuestra revista, y me concedió esta importante entrevista.
-A lo largo de su carrera profesional teatral, como actriz, directora, formadora y, ahora, como investigadora, ¿por qué elegir Brecht como único propósito de estudio e investigación?
-Encontré en el estudio de las propuestas de Brecht un camino fructífero para unir mis inquietudes políticosociales con mi trabajo, estudio e investigaciónacción en el teatro. El hecho de saber el idioma alemán me permitió profundizar y conocer propuestas que me resultaron muy ricas, y que quise explorar y transmitir en contextos latinoamericanos, donde no son tan accesibles. Estudié también bastante tiempo las propuestas sistematizadas por Augusto Boal, en el “Teatro del Oprimido”. Siempre estuve orientada, tanto en un caso como en el otro, por la búsqueda de un modo de apropiación y continuidad de esa propuesta (que Brecht no inaugura, sino a la que da continuidad) de hacer un teatro que se proponga contribuir a la sociedad, desde una perspectiva crítica, para que nos ubiquemos y entendamos mejor el funcionamiento de la misma, y así podamos imaginar concretamente acciones para transformarla en una dirección más justa e igualitaria.
-¿Se puede hablar de una formación profesional del actor/actriz brechtiano/a?, y ¿cuáles serían sus características o los requisitos de su perfil?
-Si bien Brecht tenía mucho interés en el trabajo del/la actor/actriz, como se puede verificar por la cantidad de escritos que tiene al respecto, nunca escribió un manual ni creó una escuela. Sus propuestas y comentarios sobre la actuación están estrechamente vinculadas al intento de explicar un posicionamiento o una actitud de parte de quien actuará en este tipo de teatro: una actitud de alianza con el público para mirar juntos, críticamente, y desde una perspectiva histórica, los acontecimientos presentados. Quien actúa debe tener una actitud “científica”, es decir curiosa por investigar la realidad que lo circunda para despertar esto mismo en el público y mostrar así los procesos desde un ángulo que posibilite intervención. Para que pueda lograr esto, Brecht describe recursos, explicita estrategias y brinda herramientas. Sin embargo, todas ellas por sí mismas no resultarán en nada si aparecen de forma aislada. Es más, ellas pueden ser usadas para propósitos totalmente opuestos o diversos a los de este teatro, como sucede con cualquier recurso o herramienta. Podríamos decir que estos planteamientos sólo servirán si todo el trabajo de la puesta en escena está orientado por su posible utilidad social. La actuación es un elemento más. En este sentido no pienso que se pueda hablar de una formación profesional del/la actor/ actriz brechtiano/a como algo aislado del proyecto escénico como un todo.
-¿Cuál es el aporte que Brecht hace al teatro, respecto al trabajo del actor y la puesta en escena?
-Brecht hace un gran aporte al teatro, pues pretende que éste cambie de función social, y para eso requiere que se efectúen cambios en todos los aspectos del mismo. Dirá en el texto La compra de Bronce, que es tan diferente lo que propone que pase, que se podría llamar “Taetro”. En este
sentido, el trabajo actoral y el de la puesta de escena se orientan y organizan de un modo totalmente diferente al teatro dramático. Quien se interesa por esta propuesta lo enfoca todo de otro modo, incluyendo estas dos cosas. Lo que por lo general es tomado de Brecht, según lo que conozco en Alemania, Brasil y Argentina, sobre todo, son: la forma fragmentaria, los comentarios textuales o audiovisuales, algunos recursos que evidencian la teatralidad del teatro (mostrar los cambios escénicos y de vestuario, etc.), y la ruptura de algunas convenciones como el uso de la cuarta pared, etc. Pero, reitero, todos estos son recursos que, aislados, no lograrían producir este Taetro.
-¿Existe una confrontación o parentesco entre Stanislavski y Brecht?
-La confrontación publicitada entre ambos es controversial, según mi punto de vista. Ambos trabajaron en épocas distintas, en contextos diferentes y con objetivos diversos. Lo que proponen es diferente, no opuesto. Stanislavsky es anterior a Brecht y Brecht no ignora sus propuestas, ni lo que se hizo con ellas en los contextos en donde él estaba. En varias ocasiones se refiere a ellas, pero es importante contextualizar esas ocasiones para entender lo que está en juego en esos escritos: para quién escribe, dónde, con qué objetivo, etc.
-El teatro brechtiano, ¿es un estilo, un método, una estética, una forma teatral o un pensamiento político?
-El teatro brechtiano, al que podríamos llamar teatro épico o teatro dialéctico (o teatro épico-dialéctico), es una propuesta teatral cuyo principal interés es hacer una contribución concreta a la sociedad. No tiene un estilo propio o una estética fija. Debe adecuarse al contexto y a las necesidades de su tiempo, tener en cuenta las referencias formales de su época, evaluar su significado social, etc. Es muy libre en lo que a estilos respecta. Puede usar lo que sea que considere necesario y mezclarlo sin la necesidad de llegar a una armonía estilística, por ejemplo. Lo que debe organizar el proceso de puesta en escena es la utilidad práctica para ese público específico, en ese contexto particular. Entonces, es importante entender que no hay un modo universal correcto de hacer teatro épico. Más bien nos conviene experimentar, probar, teniendo en cuenta que lo que sirve, queda; y lo que no sirve, sale. -Se dice que en un autor dramático o pensador del
teatro, su inspiración obedece a un determinado contexto social, cultural, político; de su época. ¿Se puede hablar de Brecht en el quehacer teatral actual?
-Sin dudas, Brecht es hijo de su tiempo, y es importante tener esto en cuenta para no caer en la trampa de, al querer realizar lo que propone, repetir lo que él hizo, tal como él lo hizo. Eso nada nos diría hoy por hoy. Muchas veces se hace, en el nombre de lo brechtiano, un teatro que considero museológico y que realmente no tiene que ver con la propuesta viva, en movimiento, y que mueve lo que Brecht realiza. El mismo Brecht reescribía y reformulaba sus propios materiales escritos y de puestas cada vez que cambiaba el contexto. Tal vez, lo más interesante sea entenderlo como un momento en la historia de un teatro que quiere contribuir para la transformación social. Entender que con él no comienza ni termina nada, sino que él está desarrollando una teatralidad que está andando en ese camino y que, si la retomamos, podremos continuar desarrollando. Para retomarla, debemos estudiarla, conocerla y apropiarnos de ella. Al hacer esto, evitamos que muera en él aquello que propuso, y nos permitimos intentar avanzar y experimentar con placer la posibilidad de ser, efectivamente, influyentes para la sociedad.
-Sin distanciamiento, extrañamiento o efecto Verfremdung, ¿no hay teatro brechtiano?
-El Verfremdungseffekt es traducido en general como “efecto de extrañamiento” o “efecto de distanciamiento”. Se podría agregar para contribuir a su entendimiento la idea de extranjerización: “efecto de extranjerización”. Su propósito principal es permitir la desnaturalización de todo aquello que consideramos conocido. De esta manera, se procura que se puedan ver las cosas como por primera vez, desasociadas de sus asociaciones habituales. La desnaturalización posibilita alternativas e intervenciones para que las cosas que “son así, pero podrían ser de otra forma”, puedan, efectivamente, ser de otra forma. Para que el teatro épico sea más efectivo, este efecto es de mucha utilidad, porque es necesario que ocurra este proceso. Ahora bien, el mismo puede producirse de muchas maneras, no únicamente del modo descrito por Brecht en sus textos.
Entonces yo diría que lo que no puede dejar de haber es: desnaturalización de lo que es considerado natural (en relación, sobre todo, a las relaciones sociales). Cómo ésta se produce es indistinto.
-¿Cuál es la función del Gestus Social? ¿Podrías describirlo en un ejemplo?
-La idea del Gestus es, a mi modo de ver, la más difícil de entender y de explicar. Entonces no podré en este pequeño espacio abordarla satisfactoriamente. Puedo decir sí que no se trata de nada aislado (un gesto, un texto, etc.). Su función principal, dicho de un modo esquemático, es revelar o descubrir de qué se trata la postura o la actitud social que está en juego en una determinada situación específica que la escena u obra presenta. Recomiendo la lectura de los textos del propio Brecht sobre el asunto. Ellos están publicados y disponibles en español.
-¿Es el teatro épico o dialéctico, un teatro de pensamiento político marxista?
-El punto de vista que organiza el estudio de la realidad en el teatro épico–dialectico es el llamado materialismo dialectico, sí. En este sentido, es un teatro que pretende evidenciar las contradicciones de la historia.
-¿En la actualidad, Brecht está presente en algún trabajo de investigación suyo, seminario, dirección de obra o publicación de algún material, al respecto?
-Doy permanentemente cursos sobre Brecht, en portugués en la Escola Livre de Teatro de Santo André en São Paulo y en español en el Celcit de Buenos Aires. Me ocuparé de publicar algunos trabajos en los próximos tiempos, y a fin de año saldrá publicado por primera vez en lengua no alemana, un libro que traduje junto a Pedro Mantovani, que compila casi todos los escritos de Brecht sobre actuación. Saldrá con comentarios que pretenden explicar los textos y será publicado en portugués, porque, por ahora, conseguí una editorial interesada de Brasil, pero estoy en tratativas para poder publicarlo también en español, lo que espero que suceda en breve.