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oral y escrito en arte, Yana Lema Otavalo

Pueblo kichwa otavalo: el uso del idioma kichwa en el nivel oral y escrito en arte

Yana Lema Otavalo

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UNIVERSIDAD DE LAS ARTES DEL ECUADOR

El imaginario que se ha creado acerca de los pueblos indígenas todavía persiste. Me ha pasado muchas veces que mis compañeros de aula me preguntan si tengo cocina en mi casa; y luego de una sonrisa les he contestado que sí. Muchos indígenas tenemos aún ese tipo de experiencias a diario.

En general, actualmente se sigue teniendo la idea de que el indígena no debe “contaminarse” porque deja de ser auténtico y ancestral. Pero sabemos que los elementos materiales como simbólicos de la cultura son dinámicos, que éstos se crean y se recrean de generación en generación, y en interrelación con otras culturas. Lamentablemente esta relación en el caso de los pueblos indígenas se ha dado en un contexto histórico de violencia e invisibilización, lo que ha limitado su autodeterminación y continuidad cultural. Entonces, la idea de “pureza” es y ha sido discriminatoria, ya que mediante ella se ha encasillado a los pueblos indígenas como existencias de un pasado idílico, negando así su actualidad. En las artes no ha sido diferente. Para los otros, estos pueblos sólo tienen artesanía, ya que no han sido capaces de crear arte. Su lengua no era considerada como tal; asimismo la oralidad y las otras literalidades, hasta no hace poco, eran vistas meras especulaciones, por lo tanto de menor valor. Si pensamos en el arte desde el concepto tradicional que engloba las creaciones realizadas por el ser humano para expresar una visión sensible acerca del mundo realizado por un autor para un público, quizá las formas y prácticas culturales, creativas e imaginativas de los pueblos indígenas no sean consideradas arte, lo que, creo, no nos debe molestar. El lingüista Jorge Gómez, en su artículo “Repensar la interculturalidad”, señala:

Que los lenguajes son diversos, no sólo por la pluralidad de su naturaleza significante sino también porque son particulares de cada cultura. En la tradición logo-céntrica occidental, el espacio reservado a estos lenguajes ha sido las artes. Esto no significa que las otras culturas practiquen iguales deslindes. De hecho, como señalamos en su momento, esta clasificación es la que impidió y sigue impidiendo hoy en día reconocer en las que llamamos expresiones artísticas o lenguajes simbólicos que tienen sus propias reglas y se constituyen en vías legítimas de producción de conocimiento. (153, 2017)

El valor estético, utilitario y ritual que poseen estas formas simbólicas y creativas abarca mucho más, e implica una interacción cotidiana y sagrada con la naturaleza y sus seres visibles o invisibles y con la comunidad. Su dinámica creativa requiere de otros tejidos como la iconografía, los sonidos, la memoria, la oralidad y la participación colectiva, etcétera. Actualmente a todas estas formas, contenidos y prácticas culturales se suman otras dinámicas de creación y producción como la escritura alfabética, la música, el cine, con la incorporación de elementos de la nueva tecnología.

En el caso del pueblo kichwa otavalo, uno de los 14 pueblos de la nacionalidad kichwa situada al norte de la región andina ecuatoriana, reconocida ésta por ser una cultura local y global, estos paradigmas han llamado la atención a la sociedad ecuatoriana al auto-representarse a sí misma como una cultura ancestral y actual. Al tener una tradición milenaria como mindalaes, comerciantes ancestrales, es un pueblo que posee intensas relaciones interculturales a nivel mundial. Desde los años 40, sus ayllu (familias) se han distribuido ciertos espacios geográficos para realizar su trabajo comercial con la venta de textiles, y en el ámbito artístico, especialmente en creación de su propia música.

La mercadería de este pueblo no ha sido solamente lo relativo a los textiles sino también toca a su identidad, que conjuga varios aspectos como la vestimenta, la lengua, su capacidad de movilización y la gestión en las entidades públicas, y la creación de redes de producción y comercialización familiar, etc. Esto le ha permitido construir una identidad regularmente fuerte, considerándose a sí mismos dueños de una cultura igual de valiosa que cualquier otra cultura del mundo.

Como en cierto momento histórico la cultura occidental utilizó la idea del “salvaje” para construir su identidad “civilizada”, el kichwa otavalo se construye mirándose diferente al occidental, pero sin aislarse. Tampoco ha dudado en usar los recursos que el mundo moderno le ofrece sin olvidar el pasado histórico común a otros pueblos indígenas. Así, su presencia ancestral, ligada al intercambio comercial y a la producción y difusión artística, actualmente le ha traído nuevos desafíos. Acertadamente, las generaciones actuales utilizan otros medios, soportes y esfuerzos para resistir al olvido, tomando en cuenta que la memoria sin tiempo presente no tiene sentido.

En la comunidad de Peguche, de donde son los artistas cuyo testimonio nutre este artículo, existe un importante legado de gestión cultural comunitaria; algunos de los entrevistados fueron parte, conocieron, o tomaron como ejemplo las acciones realizadas por el Centro Cultural Peguche, que tuvo su auge en los años ochenta. Así, para esta comunidad, el arte ha sido un elemento que ha permitido mantenerse de pie, auto-

encontrarse, auto-valorarse y ser orgullosos sus habitantes de su cultura en los contextos sociales y culturales homogenizantes. Según la lingüista Ileana Almeida, “En otavalo asistimos a una interculturalidad nueva, original y actual. Hay una aspiración consciente de defender su cultura y de recibir libremente los logros de otros pueblos. Florece la literatura, la música y el cine”1 .

La oralidad y la producción literaria en idioma kichwa

La tradición oral kichwa tiene una serie de creaciones maravillosas que intentan explicar las grandes preguntas y acontecimientos de los seres humanos como la vida, la muerte, los fenómenos naturales, etc. Este canto wawa wañuy de las mujeres kichwa otavalo de Carabuela, en el que podemos identificar elementos importantes de la oralidad, aún se canta en los funerales de los niños con innegables cambios, fruto de la re-creación:

Ñuka churikulla Ñuka urpikulla Ñuka kusakulla Ayyy Jichushpa riwankika Ñukaa angelitokulla Ñukaa urpikulla Ayyy Ñuka kusakulla Ñuka urpikulla Ñuka angelitokulla Ñuka kusakulla Ñukaa urpikulla Ñuka angelitokulla Kunanka imaurata kawsashayari. ------------------------------------------- Mi hijito tierno Mi palomito tierno Mi maridito tierno Que dolor que dejándome te vas Mi angelito tierno Mi palomito tierno Que dolor mi maridito tierno Mi palomito tierno

1 Comunicación personal, 2018. Mi angelito tierno Mi maridito tierno Mi palomito tierno Mi angelito tierno Ahora cómo será que viviré2 .

(“Huahua Huañui”, Antología de la música indígena, 1988)

Al igual que este canto, los mayores aún cuentan mitos y leyendas a sus hijos; en los cementerios se escuchan las plegarias de los rezadores en representación de los espíritus de los muertos. La escritura se da paralelamente a la oralidad; sin embargo, con el empleo cada vez más creciente de la lengua escrita la oralidad ha quedado para los mayores quienes están muriendo y con ellos mucho de la tradición oral, al reflexionar al respecto, las nuevas generaciones están tomando recursos modernos para guardar la memoria y la historia de sus comunidades urbanas y rurales. Uno de estos recursos es la literatura.

Ya no hablamos de la recopilación sino de un proceso creativo con el uso de los recursos del idioma propio, se trata de tomar la voz desde una perspectiva imaginativa, lúdica y renovada. Sin negar las tensiones entre la oralidad y la escritura, por ser sistemas de comunicación y socialización distintos, la oralidad y la escritura kichwa en el uso cotidiano caminan juntas, aunque en diferentes intensidades y niveles. A criterio del filósofo kichwa, Luis Maldonado (2018), “es en la oralidad donde persiste la mayor creatividad e inventiva, ya que la escritura es aún incipiente”3 .

2 Las traducciones al castellano del material musical o literario en este artículo son mías. 3 Comunicación personal, 2018.

Al hablar de literatura kichwa, la poesía del escritor Ariruma Kowii es un punto de quiebre. En el siglo XX el autor considera la escritura en idioma materno como un recurso no sólo literario y estético sino también como escudo político. Si bien ni en ese momento ni aún hoy se puede hablar de un movimiento de literatura kichwa como tal, hoy en día varios autores bilingües están escribiendo en lengua materna y en castellano.

En el poema uno de su libro Tsaitsik, poemas para construir el futuro (1993), Kowii al referirse a Tuwamari, dios de la música, dice:

[…] Tuwamari kaipimi Ñukanchijwan pajta katikunmi Paiwan Takishun, tushushun, rimashun Paiwan […] Pajta pajta Kutin wacharishun Tukui pachakunapi Runa kausaika Mushujyachishunchik Runa llajtakuna. ------------------------------------------------ Tuwamari está presente Está cerca de nosotros Con él Entonemos, dancemos, hablemos Con él […] Una y otra vez En todos los tiempos Pueblos antiguos Retoñemos Nuestra vida…. (9-16)

Lejos de un análisis literario como tal, intento hacer caer en cuenta que la literatura para este pueblo no ha estado desligada de la vida comunitaria, organizativa y reivindicativa a nivel nacional e internacional, ya que en su contenido recoge la filosofía, la cosmovisión y los procesos históricos de lucha. Además, están presentes los temas humanos como el amor, la migración, la maternidad, etcétera. En la poesía de Kowii y otros autores, encontramos también referentes importantes del nivel oral, y en ella la lengua y sus características juegan una función importante. Una lengua que cotidianamente usa formas metafóricas, onomatopéyicas y simbólicas se permite formas poéticas y literarias ricas en significado. Dicen en las calles “en kichwa se quiere más”, apelando a la dulzura y amabilidad de la lengua. En Ecuador hay alrededor de dos millones 300 mil hablantes del kichwa (INALCO, 2016). Al ser una de las lenguas ecuatorianas con mayor cantidad de hablantes, la naciente literatura kichwa conseguirá aportar significativamente para que los jóvenes y los niños valoren el idioma.

La colonización, mediante la violencia, quiso convencer a nuestros padres que el kichwa era “yanka shimi”, y así nos lo dijeron a nosotros. Dejar de creer en eso y reivindicar tan sólo el nombre de nuestra lengua, y más aún su valía, ha sido y es una pelea en la que el arte tiene mucho que ver. Como menciona Ileana Almeida, en una entrevista personal (2018), “que el kichwa pase a ser escrito permite el fortalecimiento de la lengua, significa que una de las lenguas consideradas minoritarias esté al mismo nivel de otras lenguas universales”.

¿Es limitada la elaboración literaria de esta lengua kichwa? Encuentro una respuesta en lo que señala el poeta Ariruma Kowii, quien además puntualiza que el uso del kichwa se da por dos razones: uno, por un uso consciente, donde hay una conciencia política, cultural y lingüística; es decir, por convicción y compromiso consigo mismo y con la continuidad cultural y espiritual de ser kichwas; y, dos, porque el escenario literario se ha constituido en una oportunidad porque

existe conciencia de que escribir en la lengua llama la atención4 .

Desde la literatura indigenista, que en su momento buscó dar voz a los que no la tenían, hasta hoy hay una distancia grande. Ya no es necesario el “ventriloquismo”, aunque aún “lo indio” es objeto de representaciones descontextualizadas. El uso de la escritura alfabética es nuevo, sí, pero ha sido tomada y apropiada como mecanismo de resistencia al olvido. A través de la poesía, el pueblo kichwa tiene voz, brazos y pies; ella misma, desde lo ancestral y desde las situaciones e interrelaciones actuales, se está definiendo. La incursión de la literatura kichwa ha resquebrajado de alguna manera el imaginario de la literatura ecuatoriana “culta” y homogénea, ya que ha visibilizado en cierto modo la existencia de otras lenguas y literaturas que en la colonia y la república se intentaron desaparecer.

El canon de la literatura nacional no ha considerado la literatura en otras lenguas ecuatorianas puesto que sólo ha estimado la literatura escrita por la cultura dominante y en español. Por ello, veo de manera optimista que en la cultura kichwa otavalo se está dando una especie de alianza generacional para conservar la memoria, y la escritura está permitiendo de alguna forma mantener la presencia de lo que somos, dando continuidad a la identidad cultural en tiempos de globalización.

El cine como auto-representación

En la historia del cine ecuatoriano la figura del indio y sus formas de representación han

4 Correspondencia personal, 2018. sido más visibles a través del cine indigenista, es decir, el cine realizado por los otros. La mirada del indígena ha sido, según mi criterio, prejuiciosa y parcializada, ya que históricamente ha respondido a los intereses políticos y económicos de los grupos de poder. En la misma línea Eduardo Varascar (2010), en su artículo “Historia del cine ecuatoriano parte dos: el cine indigenista en el Ecuador”, cita a Cristian León, docente y crítico del cine ecuatoriano, quien describe cómo a través de la representación de lo indio “los grupos hegemónicos garantizaron su dominación”. León señala:

Este cine persiguió dejar el discurso tradicional sobre el indígena y buscaron incluirlo en el imaginario nacional. Y este discurso que se formó “se propuso la tarea de denunciar las inhumanas condiciones de vida de los pueblos indígenas con la finalidad de concientizar a la iglesia, al estado y al mundo civilizado. (www.elojoenelfotograma.wordpress.com)

Es en los años noventa cuando irrumpe el movimiento indígena nacional y se visibiliza la diversidad cultural del país, cuando “el indio” reclama para sí el reconocimiento de los derechos colectivos. Ahí, empieza el kichwa a hablar sobre sí mismo y sobre la situación de injusticia social a la que ha sido sometido, pero también da a conocer su cosmovisión, sus saberes, fiestas, etc., y empieza a aproximarse a las posibilidades creativas de su lengua.

Igual que en la literatura, hacia fines de los años ochenta en las comunidades indígenas ya se hacía, aunque escasamente, video y cine. De la mano de la Confederación de las Nacionalidades Indígenas de Ecuador (CONAIE) y su necesidad de visibilizar sus

luchas, se inicia también un proceso de producción y capacitación, se forman muchos jóvenes quienes, al volver a sus comunidades, empiezan a producir materiales audiovisuales, más tarde cine, todo desde la perspectiva de cada pueblo o nacionalidad. Paralelamente trabajan otros videastas y cineastas indígenas sobre diversas temáticas, con importantes aportes. No sólo el uso de la tecnología es una ventaja, sino que se inicia un proceso de auto-representación con contenidos y discursos distintos, no desde la opresión, la burla, la folklorización a la que estábamos acostumbrados, sino desde la celebración de ser diferentes, pero iguales.

Uno de los cineastas kichwa más reconocidos es Alberto Muenala. Él es director de la película Killa (2017), rodada el 50 por ciento en kichwa. Ha recibido muy buenas críticas, ya que trata sobre la realidad actual de las comunidades como la minería, la corrupción, el amor, el racismo, etc., en un contexto intercultural. Killa es la primera cinta, puesta en los parámetros de cine oficial y comercial. En una entrevista para el periódico digital Andes, citado por Telesurtv.net (2017), Muenala señala:

Lo importante es visibilizar la pluriculturalidad con la que está compuesto este país, porque lamentablemente en el cine sólo se representa a una sola cultura, entonces no se reflejan las otras culturas de pueblos y nacionalidades que componemos Ecuador. (https://www.telesurtv.net/news/ Ecuador-estrena-Killa-la-primerapelicu-la-en-idioma-quichua20170310-0056. html)

Muenala también indicó que una forma de representar una parte de la cultura kichwa es el idioma. Si bien al final de la película escuchamos el kichwa, no hay que olvidar que este idioma se convierte en un lenguaje intermedio, ya que existe un libreto escrito en kichwa que vuelve a ser oral. Se parte de un guion escrito y lo complementa una voz kichwa. De esta manera, el uso del kichwa y la participación de la comunidad en ciertos momentos de la producción del filme, como lo ha señalado el director en algunos medios, hacen que la gente se identifique con esta película. Sobre la construcción de los diálogos, el cineasta dice que en el kichwa hay formas de transmitir sentimientos que no se pueden hacer en español. En una entrevista para el diario El Universo (2017), Muenala resalta que, al emplear el idioma, hay una afectividad y una transmisión oral muy importantes.

El uso del kichwa tiene un valor simbólico relevante. En muchas escenas se pone de manifiesto cómo la cultura y la lengua “dominada” entran en confrontación con la lengua dominante. El acto donde un dirigente kichwa alienta a la gente a luchar recuerda al valor estratégico del idioma para cohesionar, para entender mejor el discurso: “Ñukanchi wawakunamanta, ñukanchi ayllukunamanta, ñukanchik kawsaymanta, sinchita hatarina kanchik.” Por nuestros hijos, por nuestras familias, por nuestra vida tenemos que luchar, podría sonar como una frase cualquiera, pero en el kichwa su profundidad y significado son mayores, por el uso reiterativo de los morfemas.

Al igual que en la literatura, es evidente que en el cine falta apoyo financiero del estado para producir, pero eso no ha impedido que videastas y cineastas kichwas se atrevan a hacerlo. Hay que tomar en cuenta que históricamente estas colectivida-

des han carecido de las condiciones para desarrollar estas formas discursivas, más allá de lo que cada poeta, cineasta, músico o comunidad pueda hacer. Actualmente, los esfuerzos de los jóvenes kichwas son mucho más visibles en estas áreas. El uso de nuevas tecnologías es una realidad en las comunidades de Otavalo que, conjuntamente con el uso del idioma, permite una autorepresentación no romántica, sino más real del kichwa otavalo actual.

La música kichwa

Probablemente en la música es donde más he visto cercanía con la tradición oral. Y, tomando en cuenta que para los kichwa la riqueza del léxico y de los significados están condensados en las frases idiomáticas de uso cotidiano, considero que es precisamente la actividad musical la que mayormente ha sabido aprovechar esta riqueza de la lengua.

Hay dichos que son recordados y recopilados por los músicos, cuya composición escrita se hace en kichwa a partir de los consejos y palabras de los mayores. En cierto momento, ya sea por la discriminación o por falta de autoestima lingüística, la mayoría de grupos conformados por kichwas se había dedicado a cantar en español. Desde el proceso de visibilización de las luchas poco a poco se ha venido recuperando el idioma. En este caso, el grupo Mana maymanta de la comunidad de Peguche –agrupación joven pero conformada por músicos de trayectoria– trabaja con temas de las vivencias cotidianas y señalan que escriben colectivamente los textos en kichwa y luego van armando la música.

Según Rubén Terán, director de la agrupación, cada canción es una vivencia, puesto que las letras reflejan lo que son como pueblo. En el tema “Shuyashka puncha” (2017, El día esperado), de composición colectiva, según sus integrantes, se recogen las experiencias y formas expresivas del kichwa. Terán recuerda y exterioriza:

A mí personalmente los mayores cuando me casé me decían: kayka punchyakta-pash na sintishkami sirikunka (…), ucha-lla t u t a y a c h u n n i s h k a m i s i r i k u n k a , i s h -pankapakpash na ha tarishkami sirikunka. (Él, acostado estará sin darse cuenta que ha amanecido…; acostado estará queriendo que anochezca, acostado estará sin levantarse ni para ir a orinar. Entonces, de esas cosas nos acordábamos; recordamos lo que nos decían y así íbamos formando la canción; a eso le dábamos forma)5 .

“Shuyashka puncha”, uno de los diez temas de su disco Mana Maymanta dice:

Nuka shuyashka punchaka cha-yamunkami taytuku Nuka shuyashka punchaka cha-yamunkami taytuku Ñuka kuyashka shunkuku ari nirkami mamita Ñuka kuyashka shunkuku ari nirkami mamita Ayllukunaman willashpa rima-ripashun taytiku Ayllukunaman willashpa rima-ripashun taytiku Ucha shamunki niwarka Chapakushami niwarka […] Uchalla tutayashkanman Amalla punchayashkanman […] --------------------------------------------------- El día que yo tanto esperé llegó, papá el día que yo tanto esperé llegó, papá el amor que yo quise me dijo que sí, mamá el amor que yo quise me dijo que sí, mamá. Avisemos a la familia y hablemos por favor. Avisemos a la familia y hablemos por favor […]

5 Entrevista personal, 2018.

ojalá pronto anochezca ojalá no amanezca *…+ (https://www.youtube.com/watch?v=1V -meK3YmC5g)

El lenguaje musical kichwa también tiene sus propios géneros y características. Están los takis funerales, rituales, festivos; ahora también las fusiones, etc. Sin embargo, su riqueza está, según mi criterio, en su capacidad de recuperar las palabras, las frases, los términos, los morfemas y sus significados antiguos y actuales. Hay palabras que están desapareciendo por el desuso y mediante la música se las vuelve a retomar, a resignificar. En el caso de Mana maymanta y la letra que hemos revisado, existe una riqueza expresiva muy rica metafóricamente hablando.

El kichwa es aglutinante, tiene una raíz que guarda un concepto, y de acuerdo con las posibilidades de los morfemas, adquiere nuevos significados. Pero sospecho que el kichwa es un idioma en el que lo que no se dice trae un sinnúmero de significados. El tema “Shuyashka pun-cha” así se expresa:

Uchalla tutayashkanman Amalla punchayashkanman [….] ------------------------------------- (Ojalá pronto anochezca Ojalá no amanezca [….] (https://www.youtube.com/watch?v=1V -meK3YmC5g)

La letra expresa abiertamente el deseo de que la noche íntima de la pareja de recién casados no termine; se habla del inicio de la vida sexual de la pareja, sin decirlo explícitamente, jugando con las palabras y los silencios.

Hay que resaltar otros elementos como el de la autoría colectiva, en la que, al igual que en el cine, la opinión y participación comunitaria están presentes. La letra no le pertenece sólo al que recordó la frase, o al que la escribió, sino que es parte del habla colectiva de los kichwas en Peguche, y así lo reconocen los artistas. La gente de la comunidad no reclama su autoría; la siente propia, la acepta y la canta. También hay participación colectiva en las grabaciones. ¿Quién es más hábil para dar consejos, para animar? Él o ella es quien canta, alienta, etc., y todos participan en el hecho artístico, que es a la vez un acto cotidiano. Es un trabajo artístico participativo con más público que la literatura escrita y el cine, tal vez por ser la música más accesible.

El libro es un elemento nuevo para las comunidades, y la escritura es un lenguaje aún inmanejable, pero ya es parte de nuestra cotidianidad. No así con la música o el cine, que por razones audibles o visuales son más inmediatos, tienen más receptores, público o espectadores. Si bien el uso del kichwa en el nivel escrito está creciendo paulatinamente, y la literatura se nota como un medio idóneo para ello, también es cierto que el uso cotidiano de la lengua se ha debilitado, especialmente en los más jóvenes.

En los procesos creativos ancestrales y actuales el kichwa le da una identidad particular a este pueblo y a sus creaciones artísticas y literarias, de tal manera que propender a un mayor uso de este idioma en el arte es un camino válido para que, como culturas ecuatorianas, nos redescubramos y aportemos al arte y a la literatura universal en igualdad de condiciones. Pese a los muchos problemas de debilitamiento cultural que existen en el pueblo kichwa otavalo, la apropiación de la palabra escrita, del cine y de la música, y redescubrirnos en nuestra propia

lengua, configura un proceso de autorepresentación legítima que apela a lo ancestral, y al estar aquí, ahora. Y seguir buscando, para así relacionarnos más y más armoniosamente con la comunidad, en todas sus dimensiones, con el cosmos, con la tierra, y con todas las vidas que aquí estamos y habitamos.

Bibliografía

Gómez, Jorge. Repensar la interculturalidad. Guayaquil: Artes Ediciones, 2017.

Kowii, Ariruma. Tsaitsik poemas para construir el futuro. Quito: Centro de ediciones culturales de Imbabura y Abya Yala, 1993.

León Cristian. Reinventando al otro: el documental indigenista en el Ecuador. Quito: Consejo Nacional de Cinematografía del Ecuador, 2010.

Fuentes audiovisuales

En el canal de YouTube Sin Cine, donde se publica un extracto de KILLA: primera película ecuatoriana en idioma kichwa. https://www.youtube. com/watch?v=O1fUcdX32QI

Canal de YouTube de Instituto de Cine y Creación Audiovisual Ecuador, Killa”el primer largometraje ecuatoriano en kichwa https:// www.youtube.com/watch?v=3txFImWFQzw Canal de YouTube de la Casa de la Cultura Ecuatoriana “Primera película ecuatoriana en idioma kichwa” (2007) https://www.youtube.com/watch?v=xtUzZEIC0JU

Canal de YouTube de Corporación rupai, en Killa rueda de prensa.

https://www.youtube.com/watch?v=LCR_qqA-v1TY

El canal de YouTube, Killa se estrena con la visión del cine intercultural El Telégrafo.com.echttps://www.youtube.com/watch?v=_UbBIpQ-SaLU

Canal de YouTube de Ayllu Records del programa Otavalo en la noche, parte uno, dos y tres. https://www.youtube.com/watch?v=86XAo6k-qPWY

Killa: rodada en Otavalo, Cotacachi, Ibarra, La Magdalena, Peguche y Quito. https://www. youtube.com/watch?v=Ku5JznSvstw

Telesur: “Ecuador estrena la primera película en idioma kichwa” https://www.telesurtv.net/news/Ecuador-estrena-Killa-la-primera-peli-cula-en-idioma-quichua20170310-0056.html El Universo.com. “Se estrena Killa una película en kichwa” https://www.eluniverso.com/noti-cias/2017/06/30/nota/6255103/killa-filme-ki-chwa-se-estrena-hoy

Varascar, Eduardo. Historia del cine ecuatoriano parte dos: El cine indigenista en el Ecuador. El ojo en el fotograma Cine y Crítica. 2015. https://elojoenelfotograma.wordpress.com/ category/historia-del-cine-ecuatoriano/

Fuentes testimoniales

Almeida, Eliana. Entrevista personal. Quito, 2018.

Kowii, Ariruma. En correo electrónico con el autor. Quito, 2018.

Terán, Rubén. En correo electrónico con el autor. Peguche, 2018.

Maldonado, Luis. Entrevista personal. Peguche-Otavalo, 2018.

Fuentes musicales

CD Antología de la música indígena. Centro Cultural Peguche-Otavalo, 1988.

CD Mana maymanda Kashnamary Peguche. Otavalo, 2017.

Largometraje Killa del director Alberto Muenala, 2017.

“Ojo”. Gustavo Segade.

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