el significado de lo fotografiado, tendrá múltiples lecturas según el ojo que lo mire, pues dependerá de lo vivido y de lo conocido de manera personal e individual. En tal sentido, la fotografía modifica la manera de percibir la realidad, aun cuando esto sea resultado del propio acto de mirar, puesto que, «el que mira es esencial para el significado encontrado, y sin embargo, puede verse superado por él. Y es este verse superado lo que se espera» (Berger y Mohr, 118). Las fotografías presentadas constituyen los rostros de los usos, los rostros de lo público en el tiempo. Evidencian, por un lado, los cambios que ocurren en cuanto a los tipos de actividad, perfil de usuarios, composición grupal y prácticas de apropiación y uso; y por el otro, los cambios que se experimentan en la percepción del espacio físico de la plaza, lo que evidencia una relación directa con los cambios inicialmente mencionados.
El tiempo y lo público en el Parque Vereda del Lago A través de las observaciones y de las entrevistas realizadas a los usuarios del parque, se evidenció que existe una diferenciación en tiempo, uso y lugar en las prácticas de apropiación y uso del espacio por parte de los diferentes grupos sociales, lo que modifica la lectura del lugar y su significación como espacio público. A lo largo del día y de la semana, en el parque se realizan «colonizaciones transitorias» (Delgado, 51), por parte de los usuarios, de forma colectiva e individual, en tanto que ocupan el espacio conquistando un área de éste, por un lapso de tiempo, de acuerdo a la actividad y el uso que realicen en él. Se observa en los días laborales (lunes a viernes), una apropiación y uso del parque principalmente perimetral, esto es, en el circuito (peatonal y vehicular), que bordea la gran superficie del parque. Éste es utilizado mayormente por personas que vienen solas, en parejas o en grupos de niveles socio-económico medio y alto, bien sea para caminar o trotar en la caminería, para realizar ciclismo deportivo o de
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Escuela de Artes y Humanidades