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Panamá el País más Golpeado por el Covid 19
Panamá el País más Golpeado por el Covid-19
CIUDAD DE PANAMÁ-(Especial para The City Newspaper). Tomamos nación por nación en el istmo centroamericano, revisamos con detalle las cifras de personas infectadas y fallecidas por causa del coronavirus y notamos con tristeza que los panameños están en la punta de las cifras, para preocupación propia y de los demás habitantes de la región. Aunque en este punto debemos hacer la salvedad en Nicaragua, cuyas autoridades disfrazan a la pandemia con el falso nombre de “neumonía” y parece que no llevan ningún tipo de estadística clínica ni numérica de los casos contagiados y tampoco de las defunciones. En todo caso, Panamá inquieta por las reproducciones del virus que está experimentado su pueblo y preocupa específicamente en las provincias de Chiriquí, Colón y la ciudad Capital. Según el epidemiólogo, Rodrigo DeAntonio, esas zonas geográficas mencionadas están por encima del número recomendado. Cita que la problemática se ha agudizado porque los pobladores han desatendido las medidas de la cuarentena; mientras que en Darién, por el contrario, se consiguió bajar el número de infectados con el virus mortal.
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En lo que se refiere al Canal interoceánico, se trabaja con el personal reducido; es decir, con apenas 3,600 empleados de los 10 mil que hay en la nómina básica; esto para atenuar los riesgos por el coronavirus. Así lo informó a la prensa el administrador de la vía acuática, Ricaurte Vásquez, a través de una videoconferencia. Añadió que dichas medidas son temporales y que, en el momento cuando todo regrese a la normalidad, serán reincorporadas esas personas que hoy están resguardadas en sus casas de habitación. Y no es para menos, pues el 26 de marzo anterior se confirmaron los primeros siete casos positivos entre los trabajadores, “por lo que se han aplicado planes extremos en las operaciones de la ruta”, confirmó el mismo alto funcionario. Así mismo indicó que hay 300 personas en aislamiento voluntario y otras 600 obligadas por el Ministerio de Salud a guardar cuarentena en sus hogares, debido a contactos con familiares o cónyuges con Covid-19. Con esas decisiones in extremis, lo que se pretende es evitar que el Canal se convierta en un foco de contagio y se mantienen conversaciones entre la administración y
los trabajadores, para hacer modificaciones en la rotación de los turnos, con el objetivo de que hayan menos personas expuestas cada vez que se realiza el tránsito de los barcos. Esta vía interoceánica atiende en la actualidad a 144 rutas marítimas y 160 países son usuarios del Canal, de allí lo importante de extremar las medidas de seguridad para seguir garantizando su servicio al mundo, en tiempos de tanta fragilidad económica y de crisis humanitaria. Precisamente por ese tránsito ininterrumpido de barcos y gentes de otros países, Panamá está sufriendo, en parte, los embates de la pandemia mundial; recordemos que se trata de una nación extraordinariamente cosmopolita, abierta desde siempre al resto del orbe, ya sea por el mismo canal interoceánico o por ser sede de importantes Bancos y de un sistema financiero transnacional poderoso y confiable para los economistas e inversionistas. Su naturaleza como nación frontal hacia el exterior, más que hacia lo interno, es lo que, en estas épocas particularmente peligrosas en lo que respecta a la salud pública, tiene a Panamá en el primer lugar con los casos de contagio con el Covid-19. También, como dato llamativo, en esta temporada de cruceros de lujo, los funcionarios del Canal estimaban que iba a ser la mejor de los últimos años, con un aumento del 10 por ciento en el número de exclusajes; pero el coronavirus terminó con esas proyecciones. De tal manera, ya se refleja la cancelación del paso de varios de esos enormes buques, con todas las consecuencias que de ello se desprenden, en especial en el rubro financiero, mientras la pandemia se extiende por la geografía panameña y la preocupación general se acrecienta. Aun así, la respuesta del gobierno sigue siendo responsable y seria y la esperanza subsiste en que las cosas volverán a la normalidad.