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Ocaso del Dominio Judío en Costa Rica

El Ocaso del Dominio Judío en Costa Rica

SAN JOSÉ-(Especial para The City Newspaper) El sustantivo “judío”, en cualquier idioma que se mencione, siempre será causa de polémica, pues muchos, alrededor del planeta, les quieren y admiran; y otros muchos los aborrecen y critican con acritud. Y, entre los costarricenses, no es diferente el asunto. La mayoría de ellos llegaron a este país huyendo de la feroz y criminal persecución de los nazis, especialmente en la invadida Polonia, en 1939, cuando dio inicio la Segunda Guerra Mundial. Arribaron solamente con una valija grande en sus manos y la idea muy suya de prosperar mediante el comercio. De tal manera, se dieron a la extenuante tarea de vender, casa por casa, cualquier utensilio para el hogar y principalmente prendas de vestir. De inmediato agradaron a los ciudadanos porque les permitían pagar en plazos, esto es… “me paga cuando usted pueda o tenga dinero”, decían los hebreos. Esa modalidad encantó a las clases populares que, de todos modos, carecían de los complejos de discriminación y racismo, tan europeos en aquella época. Hasta que los judíos, siempre consecuentes con su naturaleza, hicieron capital, levantaron sus negocios en el corazón de San José y construyeron sus mansiones. Sus hijos asistieron a colegios y Universidades y se graduaron en economía, derecho y en toda profesión que les catapultara en la vida nacional, posteriormente. Durante las décadas de los 80 y 90s, el dominio de los judíos en Costa Rica era más que evidente… ¡Era apabullante! Estaban ubicados en los principales puestos de los distintos gobiernos, en los estamentos de la economía (Bancos, financieras, etc.), y eran dueños de medios de comunicación poderosos y de gran influencia en la opinión pública. Personas como el Dr. Herman Weinstock (ex ministro de Salud); el matrimonio de Aida y Luis Fishman (él ministro de Seguridad y ella ministra de Cultura al mismo tiempo); Jaime Darenblum (ex embajador en Washington y prolífero articulista en el principal diario costarricense, La Nación); y Samuel Yankelewitz (empresario, hoy preso en su casa de

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