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Si no estás con Él… estás Contra Él
al parlamento en noviembre pasado y los diputados “le han dado largas al asunto”, haciendo presuponer tantas cosas negativas. Lo que se ha dado en el Congreso salvadoreño es lo que Séneca, el senador del Imperio Romano durante Nerón, describió de manera tan precisa al exclamar que, “¡Del Senado a la barbarie… solo hay un paso!” Y en este país centroamericano, la parsimonia, la irresponsabilidad, los intereses creados y la simple obstrucción legislativa de los enemigos del presidente, para no aprobar el préstamo millonario, lo sacaron de quicio y lo hicieron proceder del modo como lo hizo. No obstante, el presidente de la Asamblea, Mario Ponce, convocó a una sesión extraordinaria de los diputados, “para evaluar la posible autorización del préstamo”, según sus propias palabras. Y es que el gobierno dirigido por Nayib Bukele necesita con urgencia esos dólares, para financiar la fase III del llamado Plan de Control Territorial, cuyo objetivo es combatir a las bandas criminales, como hemos reseñado anteriormente. Con esos fondos, el Ejecutivo pretende comprar material para equipar mejor a sus policías y soldados en su lucha contra las pandillas; y lo bueno de toda esta coyuntura por la que está atravesando El Salvador, estriba en que las Fuerzas Armadas apoyan irrestrictamente a Bukele, están de su lado, porque saben que la cordura está de parte del mandatario y nunca de los diputados que posiblemente están comprometidos con los propios “mareros.” Sea como sea y se decanten los acontecimientos de la forma como se decanten… esta es la primera gran crisis que sufre Bukele; aunque con la razón de su lado. En cuando a los militares ahí presentes, el Presidente ha respondido: “(…) Alguien que no conoce El Salvador, ve la foto de los militares en el Congreso y dice: ‘¡Qué barbaridad!’ ¿Pero qué es más grave, una foto de unos militares donde no se agredió a nadie (…) o saber que hubo diputados (de gobiernos anteriores), que negociaron con pandilleros. Lo de los militares solo fue un acto de presencia (…).” Explicó. Y esa es la verdad de los hechos.
Si no estás con él… estás Contra él
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MANAGUA, Nicaragua-(Especial para The City Newspaper ) Mientras la oposición presume en estos días de haberse unido contra el dictador, hemos de decir que en la actualidad existen y persisten solo dos clases de nicaragüenses: los que están con la dictadura (que viven “a cuerpo de Rey”); y los que están en contra de la pareja dictatorial, Ortega y su mujer, y que son la inmensa mayoría quienes los tienen que soportar sobre sus espaldas o emigrar hacia Costa Rica a pie, a caballo, en mula, en camiones, en lo que sea… pero emigrar, huyendo del hambre, la opresión, la falta de trabajo, de medicinas y de ilusiones futuras. Pero hay algo todavía más peligroso y se refiere a la política: si eres opositor, te juegas la vida a diario, pendes de un hilo, como sucede en Cuba y Venezuela.
Tu nombre estará en una extensa lista que maneja la seguridad del Estado y casi siempre esos opositores terminan mal. Es por ello que, hace poco tiempo, fue secuestrado y ejecutado de seis disparos, un miembro del partido Ciudadanos por la Libertad (CxL), contrario al dictador, y aparecieron sus restos en un municipio del norte de Nicaragua. Se trata de José Benito López Méndez, de 51 años de edad, quien, así mismo, perteneció a la Resistencia Nicaragüense, otro grupo opositor a Daniel Ortega y su dictadura de hambre. Como es lógico, la policía no ha hecho gran esfuerzo por detener a ninguno de los tres sicarios que ultimaron a López, pues la muerte de un enemigo del régimen, más bien, es una razón para celebrar en las esferas del desgobierno que encabeza el dictador. A esta víctima la secuestraron en su propia casa, frente a su esposa e hijo, quienes escucharon incluso las detonaciones que le dieron muerte. Y es que en Nicaragua este tipo de crímenes se ha vuelvo muy común desde el levantamiento popular en abril del 2018; es decir, la respuesta del tirano ha sido con ataques armados y ejecuciones extrajudiciales, según ha informado la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), y la Oficina de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH), una cifra que se decanta en 684 víctimas mortales, en los últimos 22 meses. Ese es el precio que tienen que pagar los nicaragüenses por tener durante 13 años a Daniel Ortega en el poder. En otro aspecto de la crisis, el régimen tiránico de Nicaragua levantó el bloqueo de papel y tinta al diario La Prensa, una situación que casi lleva al cierre definitivo de ese medio de comunicación escrita. Fueron 500 días los que tuvo que soportar el personal del diario más antiguo del país (fundado en 1926), cuando Ortega giró la orden de retener en las aduanas, la materia prima para el tiraje del único rotativo impreso que queda vigente. Fue cuando su gerente, Ernesto Juárez, dijo: “Estuvimos a punto de desaparecer. Hubiéramos sido el único país en el mundo, que no tendría un periódico impreso.” Tal era la situación. Fue el Nuncio Apostólico, Monseñor Waldemar Sommertag, quien intervino y convenció a la pareja de dictadores para que el embargo aduanero fuera levantado y así continuara con vida el tabloide. Aquí es preciso enfatizar que el prelado ha sido el único interlocutor entre el gobierno, la oposición y la sociedad civil nicaragüense, durante y después de que las negociaciones del 2018 fracasaron y no se le pudo encontrar una salida democrática a Nicaragua. En retrospectiva, hemos de citar que la dictadura ha saqueado y confiscado bienes del periódico El Confidencial y el telediario 100% Noticias, más el apresamiento de los periodistas Miguel Mora y Lucía Pineda Ubau y ha causado el exilio forzoso de casi 70 reporteros, quienes han tenido que abandonar Nicaragua debido a ataques físicos y amenazas sufridas de parte de la policía y las llamadas “turbas divinas”, los grupos de choque organizados por los dirigentes sandinistas, para que ejerzan el terror contra aquellos que no están de acuerdo con el régimen de Daniel Ortega y su mujer, Rosario Murillo. Así marchan las cosas en este país… hechos lamentables contras las personas y sus derechos inalienables. Por eso repetimos: “si no estás con él… estás contra él.”