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Exequiel Pérez López / El subdesarrollo sustentable

Exequiel Santiago Pérez López El subdesarrollo sustentable

Santiago del Estero a 200 años de su autonomía. Primer concurso literario. Biblioteca Popular Club de Maestros. Santiago del Estero 2021.

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Los autores premiados son Castor López, Carolina Abregú, Daniel Luna y Laura Cecilia Rojas. Algo preocupante para el presente y de cara al futuro es que Santiago del Estero sigue estando entre los últimos puestos del ranking de provincias argentinas. Lo cual puede verse reflejado, entre otras cosas, en los bajos salarios provinciales. El libro “Santiago del Estero. A 200 años de su autonomía” plantea una posible explicación a tan baja performance de la provincia en diferentes indicadores. En primer lugar propone que Santiago del Estero pasó de estar sometida de un yugo extranjero a yugo local, postergando ciertas libertades que favorecen el desarrollo económico y humano de una sociedad. También sostiene que la propia dinámica provincial ha desarrollado un macro sistema que, al contrario de lo que se esperaría, favorece el subdesarrollo sustentable.

Entiende este concepto como la consecución de éxitos electorales con la continua degradación económica, producto de una sociedad que lo acepta o no reacciona por ignorancia, comodidad, conveniencia y/o incapacidad frente a una persistente disminución del capital económico, social, cultural y educativo. Hasta llegar al punto de una decadencia crónica y paulatina, a la cual la sociedad termina acostumbrándose y tomando como natural. En este momento se encuentra en la inercia del subdesarrollo sustentable.

El subdesarrollo en Santiago del Estero gira en torno a tres ejes, que deben abordarse en simultáneo para erradicarlo de la provincia. De no realizarlo con la fuerza necesaria en cada caso, se auto sostendrá cual hidra al cortarle una cabeza. El primer eje es que Santiago del Estero sostiene prácticas culturales que demandan, fomentan y legitiman el autoritarismo y la improductividad. Por lo tanto cabe modificar algunos aspectos nocivos de una “santiagueñidad” de la que muchas veces se hace defensa inconsciente e incoherentemente. El segundo eje es el sistema político caudillista que mantenemos desde que Juan Felipe Ibarra se erigió en Señor de vidas y haciendas, en palabras de Andrés Figueroa. El tercer eje es el sistema económico rentístico que le permite a la provincia obtener ingresos muy por encima de su recaudación propia. Financiamiento externo (a la provincia) que le permite atender su gasto corriente e inversiones, e inclusive mantener reservas, gracias al redistribucionismo que se obtiene de la coparticipación federal y otras transferencias.

Este sistema económico nutre y fortalece al sistema caudillista y a su vez le permite derramar riqueza de otras provincias en la población que los sostiene (a ambos subsistemas) sobre su cansada espalda a costa de privaciones y desigualdad. Me refiero a la población en general, no a quienes se ven beneficiados en mayor o menor medida por el subdesarrollo sustentable. La respuesta para erradicar la lógica feudal y centralista, el sistema económico rentístico y el sistema político caudillista es crear un medio ambiente amigable a la libertad y la educación que sea sostenible en el tiempo. Entendiendo por Libertad al estado en el cual cada individuo puede decidir y hacer según juicio, haciéndose cargo de sus actos y omisiones. Diferente del libertinaje, muchas veces tomados como sinónimos. Permitir primeramente trascender las barreras materiales y espirituales que nos impiden una vida digna. Que la libertad permee nuestra forma de pensar, de sentir, de hacer, de vincularnos con los demás. Para luego empezar a engendrar una nueva provincia desde lo educativo, económico, productivo, institucional, geopolítico, estatal. Solo con una óptica individual diferente que permita afrontar decisiones colectivas consensuadas importantes es como mejoraremos colectivamente. Lo individual a favor de lo colectivo y lo colectivo a favor de lo individual integrando pasado, presente y futuro. Historia y desarrollo puestos al servicio de una mayor calidad de vida general.

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