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gran obra maestra de Paulo Freire
LA EDUCACIÓN COMO PRÁCTICA DE LA LIBERTAD: Gran obra maestra de Paulo Freire
Mario Vidal Moruno9
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Antecedentes
El contexto histórico corresponde a los años sesenta, en cuyo periodo de tiempo Paulo Freire (1921-1997) convulsionó al mundo de la educación de adultos, fundando los conceptos claves y bases para construir la teoría de la Educación Liberadora, para plantear un nuevo enfoque de la educación desde la práctica de la libertad, como premisa central. Hasta su muerte defendió la idea de que toda educación, para ser válida, debe ir precedida de una reflexión sobre el hombre, además de un análisis de la realidad social y cultural que enfrenta quien se quiere educar. Desde esa consideración, La educación como práctica de la libertad, uno de sus primeros libros, parte con una
9 Es doctor (Ph. D.) en Ciencias de la Educación (2001). Docente titular de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la Universidad Mayor de San Simón (UMSS). Actualmente es director de Planificación Académica (a. i.) del Vicerrectorado de la UMSS.
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breve introducción del autor para luego plantear las principales concepciones teóricos de su teoría pedagógica, en consonancia con las tendencias revolucionarias de la sociedad y las necesidades y demandas de una educación basada en el diálogo y la reflexión crítica del mundo. Abogado y filósofo de la educación, Freire acuñó el concepto de la concientización como un método de alfabetización y una teoría pedagógica en la que el diálogo, la participación, la aproximación crítica a la realidad y la producción de conocimientos se concebían como ejes centrales de los procesos de enseñanzaaprendizaje, como desafío fundamental una educación revolucionaria del pensamiento. Aplicado primero en Brasil (1944-1964) y, más tarde en Chile (1965-1970), el método de alfabetización y la pedagogía de Paulo Freire se difundieron ampliamente, en los países latinoamericanos, luego, a Estados Unidos, Europa y África (Gadotti, 1996).
Contexto teórico
El contexto teórico en su expresión máxima constituye la pedagogía crítica que tiene componentes éticos, políticos, metodológicos, y vitaliza al hombre como sujeto dentro del proceso. Un sujeto con conciencia crítica capaz de reconocerse en el mundo y transformarlo, llegando a obtener esta conciencia, necesita una educación dialógica, en la que se establezcan relaciones horizontales y el conocimiento sea reflexivo y construido desde el diálogo y la comprensión humana. Un diálogo que signifique construcción colectiva de conocimientos, que se aleje de las concepciones emisorreceptor. La pedagogía crítica supone un crecimiento
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personal de educadores y educandos; no es puro formalismo o activismo con acciones sin sentidos, sino que supone un accionar reflexivo y transformador. Desde esa mirada, se acuñan categorías conceptuales de la Concientización, Dialogo, Alfabetización y Educación de profundas raíces antropológicas, filosóficas y epistemológicas, como conceptos centrales en la pedagogía de la liberación de Paulo Freire. La Educación como Práctica de la Libertad (Freire, 1967) se considera como un libro donde el autor relata, paso a paso, el camino recorrido en el diseño de su método de alfabetización de adultos, basado en las concepciones antropológicas, pedagógicas, sociológicas y filosóficas, en cuyos contextos teóricos el diálogo, comunicación, educación; ética y respeto al otro se consideran herramientas metodológicas para desarrollar acciones de la educación como práctica de la libertad.
Análisis del pensamiento educativo
La Educación como Práctica de la Libertad es el libro donde Paulo Freire plasma de manera más nítida su perfil de académico y profesor, explicita las bases filosóficas de su pedagogía y, desde la educación y la enseñanza, proyecta una teoría de la acción cultural basada en los conceptos de dialéctica y libertad como ejes centrales de un nuevo estilo de investigación y acción educativa que, durante años, inspiró a los movimientos de educación y cultura popular dentro y fuera de América Latina (ISAL, 1968). La Educación como Práctica de la Libertad corresponde a una de las primeras etapas de la trayectoria política e intelectual de Paulo Freire. La primera edición, publicada
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fines del año 1967 ha sido descrita como un libro cuyos contenidos reafirman las reflexiones del autor sobre su experiencia, en el Brasil de los años sesenta, aplicando el método de concientización para enseñar a leer y escribir a los adultos con escolaridad incompleta o sin escolaridad. Incluye una detallada descripción sobre la práctica del método en este país y también reflexiones derivadas de la propia práctica de alfabetización a partir de la investigación de palabras y temas generadores que, por su directa relación con las experiencias de vida y de trabajo de los sectores social y económicamente vulnerables, (Freire, 1969, 1970; Sanders, 1968; De Oliveira Lima, 1968). En esta pedagogía, las formas tradicionales de la educación, y el trabajo en sala de aula, se remplazaban por estructuras flexibles donde el objeto de estudio estaba dado por la realidad y las situaciones que cotidianamente vivían los educandos y el objetivo puesto en una combinación de familias silábicas que permitían formar frases comprensibles ante asombrados lectores que, por fin, lograban descifrar códigos hasta entonces incomprensibles (Freire, 1970). Los dibujos, la gráfica, las imágenes eran, en el método, un medio de motivación y una invitación al diálogo (Sanders, 1968; Freire, 1969, De Oliveira Lima, 1968). Un mecanismo para decodificar códigos y una manera de romper con el molde de una pedagogía tradicional donde, a partir de contenidos predeterminados, el profesor enseña y el alumno aprende. Representaba, al mismo tiempo, una manera de enseñar que permitía establecer relaciones pedagógicas horizontales y romper con la verticalidad de una relación escolarizante donde el profesor sabe y el alumno no sabe. Donde el profesor enseña y el alumno
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aprende. O, al decir de Freire, una posibilidad para cambiar radicalmente las relaciones pedagógicas y apostar por el remplazo de una concepción bancaria de la educación por una concepción liberadora de la misma (Freire, 1969). En La Educación como Práctica de la Libertad Paulo Freire reafirma muchos de los análisis y observaciones contenidos en sus primeras publicaciones sobre educación y realidad brasilera. Es a partir de estas experiencias que elabora los primeros estudios de un nuevo método de alfabetización de adultos que expone en 1958 en un seminario regional preparatorio en Pernambuco y luego presenta en el II Congreso Nacional de Educación de Adultos realizado en Río de Janeiro en julio de 1958 (Beisiegel, 1982). El método se basa en lo aprendido a lo largo de veinte años de práctica experimentando metodologías pedagógicas para enseñar a leer y escribir a adultos analfabetos en uno de los Estados más pobres del Nordeste de Brasil que termina plasmándose en una crítica profunda a la pedagogía y los métodos tradicionales de enseñanza desvinculados de la realidad y las necesidades de los alumnos.
Se redefinen las relaciones pedagógicas y el papel del profesor quien, al interior de los círculos deviene coordinador del proceso de enseñanza y aprendizaje, promueve el diálogo entre quiénes se educan y propicia la participación activa de los actores en la gestión y el desarrollo de los aprendizajes (Freire, P.1969). “Si en la concepción bancaria el educador es siempre quién educa y el educando quién es educado, señala el autor, “realizada la superación en la educación humanista, resulta:
• No más un educador del educando,
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• No más un educando del educador, • Sino un educador educando con un educandoeducador. Lo que significa “que nadie educa a
nadie; que nadie se educa solo; que los hombres se educan entre sí mediatizados por el mundo”.
Desde esa dimensionalidad educativa, la concepción humanista y problematizadora de la educación descarta toda posibilidad de manipulación del educando. De ahí que: “(…) el absurdo no está en la problematización de la realidad que minimiza y aplasta al hombre sino en el enmarcamiento de esta realidad que deshumaniza (…) Para realizar tal superación la educación se hace diálogo, comunicación…” (Freire 1970: 26). Su idea de que el dominio de la palabra, el saber escribir, el saber leer, solamente tienen sentido si se traduce en una mejor lectura del mundo, una mejor lectura del contexto del hombre que le hace estar en el mundo, en la realidad para transformarla me parece de plena vigencia.
Freire considera que los hombres tienen que tomar sentido de su propia existencia para poder ser personas, esa toma de conciencia supone capacidad de contextualizar su existencia y la de sus semejantes, este paso genera concienciación y radicalismo que sitúa y adapta al ser humano a la realidad (Freire, 1977).
Freire insiste mucho en la idea de que solo se puede vivir en “democracia”, con una práctica educativa democrática, que respete profundamente la diversidad cultural, la existencia del otro, que busque la igualdad y salude la diferencia. Entender esta necesidad supone dialogo y comunicación, utopía y esperanza, solidaridad y comprensión humana; que finalmente contribuye a la
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necesidad de entender la condición humana mediante el uso de la educación como práctica de la libertad. Estas ideas deben aplicarse vivamente en los diferentes ámbitos educativos de nuestro “ meta sistema mundo” en permanente conflicto. Realidades sociales que deben tornar el conflicto, en espacio de reconocimiento recíproco de confrontación, pero también de negociación. Freire (1997) subraya que la construcción de una ciudadanía activa, de un sujeto histórico, se favorece con una marcada intencionalidad educativa reconociendo, nuevamente, los límites de la educación, pero nada se pueda hacer sin ella. Esta idea es revolucionaria en el sentido de aplicar el diálogo a los procesos de la educación como una forma de libertad en el pensamiento y como manera de interpretar y transformar el mundo desde la palabra y la acción educativa.
Entonces, su intento de dar respuestas prácticas a una pedagogía que busca hacer al hombre consciente de su propia dignidad, y la fuerza que ella contiene, una vez descubierta, para alcanzar la liberación del hombre, en sus dimensiones sociales, espirituales y una opción política. Sintetizando la gran obra de Freire, debemos destacar que propone que la primara acción pedagógica para la libertad y para que esta sea posible, solo es posible desde la práctica, es decir en una sociedad en las que las condiciones sociales, políticas y económicas sean favorables. Es el primer libro de Freire donde se percibe de forma clara su compromiso con una pedagogía del oprimido, lanzando las bases de una filosofía de la educación que nos lleva a realizar una educación con el oprimido y no para el oprimido.
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Desde esta perspectiva Freire hace en los primeros capítulos un análisis de la realidad brasileña y sus orígenes, juzgando las consecuencias de esa situación, para proponer la educación como práctica necesaria para transformar la realidad y llegar a la libertad individual y colectiva, usando una explicación de su método aplicado a las experiencias que ya había realizado en su país natal y en el de exilio.
Para poder entender bien lo que el autor nos quiere transmitir es necesario explicar algunos conceptos claves: • Sociedad cerrada: organización de la sociedad que busca mantener los privilegios de las clases dominantes, a través de diferentes medios que cumplan la función de alienar a la gente. En este tipo de sociedades no se permite la participación, ni la verdadera democracia, ni el diálogo liberador que promueve el método de alfabetización. • Sociedad en transición: es el proceso que vive una sociedad cuando intenta el cambio. Implica una marcha acelerada que lleva a la sociedad a una búsqueda de nuevos temas y de nuevas tareas. • Democratización fundamental: Son los principios básicos que hay que desarrollar en una sociedad para que ella pueda llagar a la democracia verdadera, propia de la sociedad abierta. Es el proceso de participación de todos los hombres en todos los niveles de la sociedad.
• Radicalismo: Es la opción de enraizamiento del hombre que toma una opción positiva y crítica, donde no se pierde la libertad. Se trata de hombres abiertos al diálogo, que aceptan el radicalismo de otros hombres con posturas diferentes.
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• Sectarismo: Lo contrario de radicalismo. En el hombre sectario prima el fanatismo opuesto al cognitivismo y reflexión; es irracional. • Hombre transitivo: que es capaz de vivir en comunidad, que se compromete con los demás • Conciencia intransitiva: Es la conciencia que no presenta un compromiso del hombre con su propia existencia.
• Conciencia ingenua o mágica: Tiende a olvidarse de la realidad y a prescindir de ella, limitando seriamente a la libertad. El hombre con esta conciencia no logra llegar a la raíz profunda de la realidad, no conoce sus causas profundas y su explicación de la realidad es de tipo fantástico.
• Conciencia crítica: Es la profunda interpretación de la verdadera realidad, conociendo sus causas más reales y su funcionamiento. Quien posee esta conciencia, posee una capacidad de razonamiento y de diálogo fecundos, tratando siempre de buscar la verdad para comprometerse en la construcción del hombre.
• Concientización: Es el proceso por el cual el hombre no sólo toma conciencia de su realidad, sino que lo hace en forma crítica comprometiéndose con su cambio concreto.
• Educación liberadora: La que toma en cuenta al hombre verdadero y real, que parte de él y busca llevarlo a su plena humanización. El hombre no se libera sólo, ni es liberado por otro, sino que se libera en comunión y partiendo desde su realidad.
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• Alfabetización: Método a través del cual el hombre «se dice» y al hacerlo se reconoce como cocreador de su vida y de su mundo. Es el momento en que el hombre se reconoce como lo que realmente es y se compromete con su humanización.
• Educación bancaria: Educación tradicional que no reconoce la dignidad de los hombres, los utiliza como recipientes, como meros receptores y repetidores. • Educación problematizadora: Educación que toma en serio al hombre y reconoce el real proceso educativo del hombre como un diálogo continuo y respetuoso, donde no hay maestros y estudiantes, sino que solamente existen maestros-estudiantes y estudiantes-maestros, es decir, donde el proceso educativo es una relación dialéctica constante.
• Hombre situado o adaptado: Así denomina a las personas integradas en su contexto, como resultado de estar en el mundo y no solo con el mundo. • Hombre acomodado o ajustado: Así denomina a las personas sin capacidad crítica; su relación es con el mundo, no están en él, les faltaría la marca de libertad.
Con esa perspectiva teórica y praxis de la dialogidad, la palabra y acción, la opresión y la libertad se consideran fundamentales las primeras ideas del autor, cuando pretendemos entender el contexto y las luchas del propio autor.
Frente a una sociedad en permanente cambio que exige, como nunca, una insalvable capacidad de adaptación a las
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personas y a los pueblos, es necesario aplicar pedagogías que reinicien un proceso de alfabetización (en este caso sobre las nuevas tecnologías), que permita la descodificación de la información, de los lenguajes utilizados y la comprensión de sus códigos simbólicos, de una manera crítica, acomodándolos cognitivamente como domésticos códigos humanos, desposeyendo a estos nuevos lenguajes, de toda carga mítica o mágica que las élites les quieren otorgar, instalándolos en la realidad humana, eliminando de esta menara, la denominada Brecha Digital, que nuevamente abunda y profundiza la discriminación de los pueblos y de las personas. Los postulados de Freire, en definitiva, son plenamente aplicables al objetivo educativo de potenciar una ciudadanía crítica y solidaria, en el ámbito de las relaciones interpersonales, con el medio y en el de la organización económica, social y política, para su transformación de la libertad individual y colectiva. Una educación que en su propia concepción ha de superar las fronteras de los países, para ser necesariamente global en el buen sentido de la palabra, que permita vivir conscientemente la existencia humana desde una perspectiva de respeto y sostenibilidad. El siglo de la sociedad del conocimiento y digital, desde esa perspectiva requiere un análisis crítico y reflexiva desde una propuesta de la educación como practica de la libertad.
A manera de conclusiones
Existen muchas maneras de generar una interpretación del autor, aquí se ha tomado en cuenta desde su propio contexto y concepción de los términos utilizados por el autor. Por esa razón se realiza las siguientes conclusiones:
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• El concepto y el método de la concientización, tal como fueran propuestos por Paulo Freire en La educación como práctica de la libertad, constituyen las herramientas de la educación humanizadora, dialógica y crítica. • La obra de Paulo Freire, está marcada por una profunda pasión por la libertad humana, y al mismo tiempo, una rigurosa y siempre renovada búsqueda de una pedagogía de la emancipación, generadora de “ democracia militante” . Su filosofía de la educación se basa en una pedagogía volcada en la práctica, en la acción transformadora: «la mejor manera de pensar, es pensar en la práctica» dónde la educación se constituye en una práctica de la libertad. • Su pedagogía rechaza la idea de neutralidad por considerar que «la neutralidad no es posible en el arte educativo y en el acto educativo y él desde luego apuesta por los más desfavorecidos, porque hacer de la educación una práctica de la libertad, se asume una dimensión humana para la transformación de la realidad social. • En La educación como práctica de la libertad, plantea que la educación puede ser vía de cambio, camino de libertad para excluidos y oprimidos, herramienta, por tanto, de liberación; idea que comparto plenamente; pero no de una forma ingenua. Si es verdad que la ciudadanía no se construye apenas con la educación, también es verdad que sin ella no se construye la ciudadanía. • Sus ideas de que el dominio de la palabra, el saber escribir, el saber leer, solamente tienen sentido si se traduce en una mejor lectura del mundo, una mejor lectura del contexto del hombre que le hace estar en el mundo, en la realidad para transformarla me parece de plena vigencia. • Freire considera que los hombres tienen que tomar sentido de su propia existencia para poder ser personas,
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esa toma de conciencia supone capacidad de contextualizar su existencia y la de sus semejantes, este paso genera concienciación y radicalismo que sitúa y adapta al ser humano a la realidad.
Referencias bibliográficas
Freire, Paulo 1969 La educación como práctica de la libertad. Montevideo: Edit. Tierra Nueva. 1970 Pedagogía del oprimido. Montevideo: Edit. Tierra Nueva. Gadotti, M., et. al. 1996 Paulo Freire. Una biobibliografía. Cortez Editora, Unesco, Instituto Paulo Freire, Brasil. 2004 Análisis de la pedagogía de la esperanza. Texto de Lectura de la Cátedra: Paulo Freire. Tavel, Iván 1985 Apuntes de la clase en la materia de Epistemología, dictada por el Dr. Iván Tavel, 1985. Facultad de Humanidades, UMSS. Torres Carlos A. 2006 A voz do biógrafo Latinoamericano: Una biografía intelectual. (abril de 2006) http://www.paulofreire.org/. Moacir Gadotti 2006 A Voz do biógrafo brasileiro: A prática à altura do sonho. (abril de 2006) http://www.paulofreire.org/ Tavel, Iván 1984 El conocimiento como praxis liberadora. Cbba.: Edit. Amigos del Libro.
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