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Vocación y pensamiento de Paulo Freire

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Pedagógicos

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VOCACIÓN Y PENSAMIENTO DE PAULO FREIRE

Máximo Maldonado López10

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En este ensayo se expone el pensamiento de Paulo Freire desde una mirada crítica y contextualizada. Una lógica necesaria cuando se trata de discurrir acerca de personalidades que han aportado al campo pedagógico. Una forma elemental de explicar la pedagogía freireana, puede ser la contextualización, sobre algunas ideas de Freire, en tal sentido se puede señalar que, de manera genérica, se refleja en sus obras, la actuación y el pensamiento del mencionado autor.

10 Licenciado en Psicología por la Universidad Mayor de San Simón (UMSS). Diplomado en Educación Superior. Magíster en Gestión Educativa. Docente titular de la asignatura de Psicología Jurídica de la Carrera de Ciencias Jurídicas de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de la UMSS. Libros: Aspectos psicológicos en Educación Superior (2010), Desarrollo de habilidades del pensamiento (2012), Psicología Jurídica (3ª ed., 2014), Psicología de la violencia familiar (2015), Filosofía jurídica (2ª ed., 2016),

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Sin duda Paulo Freire fue un visionario comprometido con su convicción ideológica (contestaría y de interpelación) del siglo XX de manera especial. 1. Perseguido y censurado, por las ideas, el educador trabaja con la libertad condicionada y es objeto de sospecha por sus ideas innovadoras, que atenta con el oficialismo. 2. Un educador por vocación, no siempre son todos los educadores. 3. Posición crítica sobre la educación formal clasista, que sirve al sistema de la dominación. 4. La premisa para el cambio o transformación, la concientización la lectura del mundo y la escritura del mundo. 5. Propiciador de una educación auténtica sin formulas prefabricas que no tienen realce en el aula. 6. Impulsa el desarrollo del conocimiento y el método para que accedan a los planteamientos epistemológicos del conocimiento científico.

Luego de lo anterior, se desarrolla el planteamiento de la concepción del mundo, el componente ideológico en la educación y La vocación del educador a luz de las ideas de Paulo Freire y desde un enfoque crítico y dialéctico.

1. Planteamiento de la concepción del mundo

Se considera que existen diferentes formas o maneras de evaluar el pensamiento de Freire, los tiempos y las preocupaciones, no son los mismos, desde un punto de vista dialéctico, desde este punto de vista, todo es objeto de cambio, por varias razones desde: lo político, económico, social y cultural, esto sucede en las distintas

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sociedades, a esto se debe añadir los fenómenos que se producen en el contexto mundial. No se puede retroceder en la historia ni mucho menos, esta puede quedarse anquilosada, ya sea a nivel de las ideas o actuaciones, esto porque todo está en movimiento, por eso todo cambia. Nada se mantiene inalterable, desde el punto de vista, Freire no tendría las mismas opiniones en la actualidad sobre el tema de la educación, y sus repercusiones en la formación de los individuos y de la sociedad. Por otra parte, es necesario señalar, el defecto de la mayoría de académicos o investigadores, sobre la concepción del mundo que les rodea, lo que puede ser explícito o quizá implícito más de corte idealista. Estos tipos de académicos cometen el error de ser fragmentarios, porque se limitan solo a su disciplina o ciencia, con una percepción restringida, y proyectan por extensión que se relacione con el resto de la sociedad, la naturaleza y el universo, esto posiblemente no permite una ubicación real, de la sociedad y del individuo, y con mayor razón cuando se trata sobre el tema de la educación, debe ser la instancia que permita a los educandos ubicarse en la realidad para tener presente su ser social y consciencia social. Para ser más precisos sobre la importancia de la concepción mundo, se brindará la orientación que sigue:

La comprensión, intelección y explicación de la realidad objetiva, de la materia, de la naturaleza y de la sociedad (a través de la historia de la humanidad, la historia de la filosofía y de la naturaleza de la ciencia) solo ha sido y es posible a través de dos concepciones del mundo: la materialista y la idealista (Lora, 1987, p.27).

Paulo Freire, por las deducciones de su pensamiento, fue materialista, en la lectura de la realidad, pero idealista por su convicción religiosa, creyente cristiano católico

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comprometido seguidor de la Teología de la Liberación, es la razón de su terminología que utiliza: Pedagogía del oprimido, La educación de como práctica de la libertad, Pedagogía de la esperanza, La importancia de leer y el proceso de liberación, etc., obras que contienen aspectos relacionados con la educación. Del libro: El Maestro sin recetas, se puede rescatar las afirmaciones, que están relacionados con la concepción de mundo para los educadores, al respecto: “Desarticulado de su mundo, uno pierde la posibilidad de desarrollar indicadores culturales que lo capaciten para entenderlo de modo tal, de poder actuar sobre él y transformarlo” (Freire 2016: 63). En razón de ello, si uno comienza a analizar los distintos modelos de los sistema educativos, son información que pretenden, formar a los educandos desvinculado de su contexto social y cultural, obviamente esta apreciación tiene más realce como se verá más adelante en la obra de Pedagogía del oprimido, la obra más relevante del autor, donde hace una crítica a la educación vigente y a la práctica del docente, que dice sobre el punto, los que enseñan, se transforman en docentes que actúan en una “educación bancaria”, haciendo depósitos en las mentes de sus alumnos y alumnas (Freire 2014: passim). Desde la perspectiva marxista, se explica como alienante y castrante (sin tocar el aspecto ideológico de los contenidos que reciben como información los estudiantes.

Por otra parte, es importante puntualizar desde el pensamiento de Freire, que no le conviene a la sociedad ni al sistema político, dar a conocer sus deficiencias o limitaciones, esto sería atentar contra la ideología dominante vigente que tienen como objetivo legitimar el estatus quo de las clases sociales que están en el poder. Actualmente existen trabajos de estudiosos que han

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demostrado la ineficacia del sistema educativo, sobre todo norteamericano, como dio a conocer James A. Holt (1982) en su obra, El fracaso de la escuela. Ella hace notar, igual que Freire, que la educación no es una educación auténtica porque existen muchas fallas, al respecto se tiene lo siguiente:

‘Venís a la escuela a aprender’, les decimos como si los niños no hubiesen estado aprendiendo antes, como si la vida hubiese quedado fuera y el aprendizaje dentro, y no hubiera ninguna relación entre ambos. En segundo lugar, que no cabe confiar en que aprendan y que no sirvan para ello. Todo lo que hacemos para enseñarle a leer tarea mucho más sencilla que las que el niño ya domina, parece indicarle: ‘Sino no te enseñamos a leer no lo harás, y no lo haces tal como te decimos, no podrás` (Holt 1982:23).

En la actualidad los educadores de los distintos niveles deberían ponerse a reflexionar, sobre la función de formación, ¿no será que son más bien deformadores de la mente de los niños y jóvenes?, ¿han educado realmente o simplemente han alienado la mente sana e inteligente con exigencias absurdas que no traduce las expectativas de los niños y niñas, jóvenes y señoritas? Las ideas de Freire, en el fondo insiste, en la educación integral que humanice al ser humanos, y no por el contrario, como diría, la citada autora, que menciona lo siguiente:

El niño aprende de hecho a vivir sin prestar atención a nada de lo que ocurre a su alrededor. Cabe decir que la escuela es una buena lección de cómo ‘desconectarse’ de los demás, lo que puede contribuir a explicar por qué tantos jóvenes que buscan una mayor conciencia del mundo y comunicación que las que tuvieron de pequeños creen que sólo pueden encontrarlas en las drogas (1982:26).

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Sin duda alguna, las percepciones de Freire insistían con fundamentos, en la necesidad de la transformación o cambio de los modelos educativos. Los modelos educativos tradicionales, autoritarios, mecanicistas y bancarios son responsables de la deshumanización. Se alinean en esa dirección los educadores sin vocación y con falta de la concepción del mundo, por no brindar una educación integral.

2. Componente ideológico en la educación

Uno de los aspectos menos cuestionados, y hasta resulta sacralizado como los sacramentos, que pregonan los católicos es el aspecto ideológico de la educación, pero los educadores no se dan cuenta, o son miopes intelectuales, que les resulta difícil reconocer que todos los que realizamos la labor de educación somos los agentes o portavoces en la generalidad de una determinada ideología, sin importar si es de derecha o de izquierda, progresista o conservadora. Para entender este fenómeno simplemente es menester hacer una mirada histórica de la cultura occidental, durante la Edad Media y Edad Moderna, en las que había una hegemonía de la religión; fue el componente ideológico estructurante de la conducta de los individuos del mundo occidental. La filosofía escolástica tenía como principio de la actuación de los seres humanos, donde se exigía, como punto de partida de la actividad humana: primero la fe en Dios luego la razón. Uno no podía pensar con libertad: en la naturaleza, en la sociedad en los seres humanos. Fue el periodo del oscurantismo, que aún se mantienen en los países latinoamericanos, de manera encubierta, después del Renacimiento y la Revolución Francesa. Hoy se tiene un giro sustancial en la actividad

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intelectual, académico y científico, en la cultura occidental, en las palabras de Freire, llegó la liberación, lo que no sucedió en los países Latinoamericanos. Al respecto se expone que:

Un azar, un accidente periférico, decidieron cuándo y cómo nuestra América quedaría en el ámbito de la cultura occidental europea. El descubrimiento, la conquista y la colonia nos integraron por intermedio de España y Portugal dentro del mundo latino y católico (Merani 1984:99). El error de los pensadores contemporáneos, es ignorar la historia y la concepción filosófica, esto hace que sus grandes elucubraciones mentales, no tengan acierto, más parece metafísica de la Edad Media. Todavía estamos enfrascados en la colonización mental del mundo occidental, aún no se ha logrado crear una entidad propia en Latinoamérica. Sobre esta línea de pensamiento se expone:

De esta manera la integración sociocultural de Latinoamérica todavía se está realizando y la falta de espíritu crítico que es la tónica de las historias oficiales, estructuradas para justificar y exaltar el papel de las oligarquías, hace que la revolución histórica aparezca para nosotros como una némesis cuyos designios se cumplen inexorablemente a través del poder establecido, Cuando la irracionalidad de las conclusiones es tanta que asusta a los propios autores, a la historia se la transforma en ucronía, en teoría de lo que pudo ser y no fue. Entonces las figuras del héroe y del traidor — tenemos tantos— aparecen en el campo de los acontecimientos y las explicaciones históricas se transmutan en elogios y execraciones (1984:100).

No sería extraño que las afirmaciones puedan generar reacciones contrarias, y así estaría cumpliendo el poder que tiene la ideología su objetivo, que es legalizar las

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realidades sincréticas y la falta de una propia identidad. Lo que se intenta es demostrar que resulta difícil disgregarse del componente ideológico. Es claro que resulta más fácil acomodarse que cuestionar el sistema capitalista vigente, por muchas razones. No es extraño que muchos consideran que la ideología es solo de los partidos políticos y de los políticos y no es así, porque todos participamos de la ideología, el problema radica en identificar como operan en la vida de las personas, comienza en la familia, escuela, colegios y continua en la universidad. Así se logra consolidar un determinado sistema, por eso se requiere más elementos para su comprensión. A propósito, sobre el tema se expresa que:

Es necesario recalcar aún que sea una cuestión evidente que lo específico de la Educación es la transmisión de un contenido, No se puede entender el proceso educativo si no se conoce el mensaje que se transmite. Es este mensaje el que porta la ideología. Así, una de las funciones de la Educación, generalmente olvidada, pero que resulta de la máxima importancia, consiste justamente en la transmisión de la ideología. La ideología se encuentra en la personalidad de los maestros, en la cultura familiar que los alumnos traen a la escuela, en los libros que utilizan, etc. Es decir, todo el proceso educativo está teñido ideológicamente y así el sistema educativo transmite principalmente ideología vigente, es decir aquella ideología que predomina sobre los demás (Baggio, et. al. 1973: 103). De lo que se puede afirmar es que no existe neutralidad, lo que queda es elegir lo más conveniente, para el desarrollo integral de los seres humanos y de la sociedad.

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3. La vocación del educador

Otro aspecto que conviene hacer resaltar, desde las ideas de Freire, es la insistencia en la labor o rol del educador auténtico, desde nuestro punto de vista sería: la vocación humana de los educadores, porque existen gran cantidad de profesores que dicen cumplir con las exigencias de formador, pero no poseen la vocación, terminan siendo un fracaso de educador. Se infiere que no todos nacen con las habilidades natas, que, sin hacer mucho esfuerzo, generan actuaciones sorprendentes en el campo educativo. ¿Cuán cierto será la afirmación de que existe un mayor porcentaje de personas en el mundo que realizan actividades que no corresponde a su vocación, y este hecho genera actitudes de enojo o resistencia a la actividad ajena a su vocación. ¿Quiénes son los responsables de tal error?, en primera instancia, las creencias e ideas equivocadas que la sociedad ha creado sobre lo que todos pueden desarrollar cualquier actividad o la docencia. No se sabe si es voluntaria o involuntaria, sin embargo, pregonan como una exigencia primordial en la realización de las personas. Otro aspecto que contribuye al ejercicio de actividades que no es su vocación es la tradición y creencias familiares. Son los padres que inducen a sus hijas e hijos a asumir o estudiar carreras profesionales que no corresponde a su vocación, influenciados por los estereotipos, prejuicios, valoraciones equivocadas así por ejemplo que Medicina vale más que otras carreras; esto por la influencia social y económica. Posiblemente esté en juego la búsqueda del statu quo, o mejor ingreso económico, desde el punto de vista de la neurociencia sería que utilizan más el cerebro emocional y no el cerebro racional. La vocación influye en el proyecto de vida y en la realización personal. La falta de vocación es como una condena a la insatisfacción

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existencial, porque no corresponde a las expectativas de las personas, en tal sentido es un error, que cometen generalmente los padres de familia, y los hijos o las hijas terminan complaciendo los deseos de la exigencia externa, ajena a su propia motivación de ser humano, obviamente no solamente hay un costo psicológico en el plano emocional o económico sino que induce a conductas desfavorables en la relaciones interpersonales, como la agresión o conductas violentas que se dan en el seno familiar (de pareja o de padres a hijos, de profesores a los estudiantes, jefes o superiores a los trabajadores, etc.), en otras palabras son los que viven su infelicidad. Desde este punto de vista estoy convencido que Freire vivió su realización, prueba de ello dio su testimonio en sus obras escritas, sin duda alguna fue un educador de vocación, amaba la actividad educativa por eso le dio el valor de denunciar las situaciones de realidades inapropiadas, en los diversos aspectos de la sociedad. La orientación vocacional es el tema de mucho interés en el contexto educativo. Un indicador de vocación es sin duda Paulo Freire, quizá sea útil para que reflexionen los padres de familia, sobre punto: “La opinión que una persona tiene de sí misma es importante, no solo para su éxito, sino también para su felicidad durante el transcurso de la vida” (Rhodes 1975: 54). Esto viene muy bien para que comprendan tanto madres y padres que obligan a sus hijos e hijas a estudiar carreras universitarias en contra de la decisión personal de sus hijos o hijas; para que luego terminen la carrera, pero no ejerzan. En esta explicación lógica crítica, tampoco se excluye al sistema educativo que no le da importancia al aspecto vocacional, solamente se aboca a dar información de las materias, que está relacionado con el aspecto cognitivo. Desde el punto de

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vista del ensayista, la vocación es la inclinación propia que está presente en cada ser humano, y que le permite a uno, la realización de alguna actividad sin mayor esfuerzo y le brinda plena satisfacción, no implica dificultad sino el goce en la ejecución; prueba de ello, las personas invierte horas para estar en la actividad, sin importarles el tiempo, ni les agota, no es una incomodidad; por el contrario pueden pasar mucho horas sin preocuparse, porque gozan o disfrutan al realizar la actividad.

Referencias bibliográficas

Baggio, Ana; Carmen Lora; Gustavo Riofrio y Rafael Roncagliolo 1973 ¿Cuesta arriba o cuesta Abajo? Perú: Industria Gráfica, S. A. Freire, Paulo 2014 Pedagogía del oprimido. Trad. Jorge Mellado. 3ª ed. Argentina: Grupo Editorial Siglo Veintiuno. 2015 Pedagogía de los sueños posibles. Por qué los docentes y alumnos necesitan reinventarse en cada momento de la historia. Edición, presentación y notas de Ana María Araujo Freire. Introducción y traducción Teresa Beatriz Arijón. Buenos Aires: Grupo Editorial Siglo XXI 2016 El maestro sin recetas. Edición de Ana María Araujo Freire.Trad. Teresa Beatriz Arijón. Buenos Aires: Grupo Editorial Siglo XXI. Holt, John 1982. El fracaso de la escuela, España: Alianza Editorial. Lora Cam José F. W. 1987. Filosofía, Perú: Editorial Tercer Mundo.

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Merani, Alberto 1984 Compendio de la ciencia de la educación. México: Editorial Grijalbo. Rhodes, James A. 1975. Educación y orientación vocacional, Argentina; Editorial Paidós.

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SEGUNDA PARTE LAS PRAXIS DE LA PEDAGOGÍA FREIREANA

“La acción política junto a los oprimidos, en el fondo, debe ser una acción cultural para la libertad, y por ello mismo, una acción con ellos” (Freire 2014b:64).

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