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Fons vitae. Desde los manantiales de Alcalá de Guadaira hasta la alberca del Cenador del León del Real Alcázar de Sevilla
María Dolores Robador González Dr. Arquitecto. Catedrático de Universidad Universidad de Sevilla
Resumen
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Caminos de agua que sorprenden. Frutos del ingenio del hombre para abastecer las ciudades. En Sevilla, el principal de esos caminos era un acueducto de origen romano y de poco menos de 20 kilómetros, que nacía en diversos manantiales próximos a la ermita de Santa Lucía en Alcalá de Guadaira y que llegaba a la ciudad a través del acueducto de los Caños de Carmona. Sería puesto de nuevo en funcionamiento por los almohades en el siglo XII. El camino de agua entraba en la ciudad por la Puerta de Carmona, donde se distribuía en una serie de ramales. El principal conducía el agua al Alcázar, a través de la tubería inserta en la muralla de la ciudad. Llegaba a la Torre del agua, desde donde era canalizada a distintos lugares, destacando la alberca hoy transformada en el bello Estanque de Mercurio, que actuaba como aljibe de todo el excedente de agua que traía el acueducto. Desde esta alberca se distribuía para el riego de las huertas y jardines. El agua que rebosaba de dicho estanque y desde entonces hasta hoy, es conducida a otro estanque, el del Cenador del León, espejo de la arquitectura y depósito para el riego de los jardines, manteniendo en funcionamiento los mecanismos originales que hoy como entonces siguen regando los jardines del Alcázar. Palabras clave: Agua, acueducto, alberca, estanque, cenador, Real Alcázar, Sevilla
Resum
Camins d’aigua que sorprenen. Fruits de l’enginy de l’home per abastir les ciutats. A Sevilla, el principal d’aquests camins era un aqüeducte d’origen romà i de poc menys de 20 quilòmetres, que naixia en diversos brolladors propers a l’ermita de Santa Lucía a Alcalá de Guadaira i que arribava a la ciutat a través de l’aqüeducte de los Caños de Carmona. Seria posat de nou en funcionament pels almohades al segle XII. El camí d’aigua entrava a la ciutat per la Porta de Carmona, on es distribuïa en una sèrie de ramals. El principal conduïa l’aigua a l’Alcàsser, a través de la canonada inserida en la muralla de la ciutat. Arribava a la Torre de l’aigua, des d’on era canalitzada a diferents llocs, destacant el safareig avui transformat en el bell Estany de Mercuri, que actuava com aljub de tot l’excedent d’aigua que portava l’aqüeducte. Des d’aquesta bassa es distribuïa per al reg de les hortes i jardins. L’aigua que vessava d’aquest estany i des de llavors fins avui, és conduïda a un altre estany, el del Cenador del León, mirall de l’arquitectura i dipòsit per al reg dels jardins, mantenint en funcionament els mecanismes originals que avui com llavors segueixen regant els jardins del Alcázar. Paraules clau: Aigua, aqüeducte, safareig, estany, cenador, Real Alcázar, Sevilla
Abstract
Surprising water ways. Fruits of man’s ingenuity to supply cities. In Seville, the most important of these ways was an aqueduct of Roman origin and just under 20 kilometers long, which started in various springs near the hermitage of Santa Lucia in Alcalá de Guadaira and which reached the city via the aqueduct of the Caños de Carmona. It would be put back into operation by the Almohads in the 12th century. The water way entered the city through the Carmona Gate, where it was distributed in a series of branches. The main branch led the water to the Alcazar, through the pipe inserted in the city wall. It arrived at the Water tower, from where it was channelled to different places, highlighting the pool that today is transformed into the beautiful Mercury Pond, which acted as a cistern for all the surplus water that the aqueduct brought. From this pool the water was distributed for the irrigation of orchards and gardens. The water that overflowed from this pond, and from then until today, is driven to another pond, that of the Lion’s Arbour, mirroring the architecture and reservoir for irrigation of the gardens, maintaining the original mechanisms today as used in the past, to continue watering the gardens of the Alcazar. Keywords: Water, aqueduct, pool, pond, arbour, Real Alcazar, Seville
El asentamiento humano de la ciudad de Sevilla vino determinado por su posición geoestratégica en el valle del Guadalquivir, en el fondo del estuario que configuraba en la Antigüedad la desembocadura de este río. Durante la época prerromana el río, los pozos y el agua de lluvia fueron la fuente de abastecimiento de los recursos hídricos para las necesidades humanas e industriales de los habitantes de la ciudad. Con la llegada de la cultura romana se produjo una relación muy especial entre el hombre y el agua, tanto por su necesaria función de consumo y salubridad, como industrial y de disfrute. El ingenio práctico romano hizo que coexistieran diversos sistemas de abastecimiento.1 Testimonios arqueológicos confirman la existencia de redes de suministro basadas en pozos que captaban agua del nivel freático, pues Sevilla está asentada sobre un manto freático muy somero, lo que facilitaba la provisión de agua potable para sus habitantes en tiempos pasados.
A finales del siglo I d. C. e inicios del II el poder público urbano de la ciudad desarrolló una instalación de agua corriente, para la que se hizo necesario la construcción de un acueducto de traída del agua adecuada para el consumo (Figura 1), un gran depósito y una red de distribución acorde a su uso.2
Cercano a Alcalá de Guadaira3 brotaban unos manantiales abundantes, junto a la actual ermita de Santa Lucía, donde se concentran las aguas subterráneas que recoge el alcor con las lluvias. Las aguas fluyen gracias a la impermeabilidad de la roca buscando la salida en el punto más baja de la colina.4 Este agua era de calidad. Vitruvio en su libro octavo dedicado a la hidráulica escribe sobre dónde localizarla: “Donde sí hay agua en abundancia, fresquita y saludable, es en las faldas de los
1. GONZALEZ ACUÑA, D. (2011). La civilización del agua en la Hispalis romana. En MARCHENA, M.J., FERRAND, L., ANSELMO, I. (Ed.), El Agua y Sevilla (pp. 13-14). Sevilla: Emasesa. 2. Ibid., pp. 17-21. 3. FERNÁNDEZ CHAVES, M. F. (2011). Los caños de Carmona y el abastecimiento de agua en la Sevilla moderna, p. 68. Sevilla: Emasesa. 4. GARCÍA RIVERO, F. (1997). Orígenes e historias de Alcalá de Guadaira, p. 87. Alcalá de Guadaira: Ayuntamiento de Alcalá de Guadaira. 5. VITRUVIO, M.L. (1997). Los diez libros de la arquitectura, VIII, 1, (p. 194), OLIVER, J.L. (trad.). Madrid: Alianza Forma. El octavo libro está dedicado a la hidráulica, y con especial detenimiento a los procedimientos para enconben buscarse principalmente en las montañas y en las regiones orientadas al norte, ya que las aguas captadas en estos lugares son más agradables, más salubres y más abundantes. Son lugares opuestos al curso del sol…”6
El acueducto nace subterráneo y continua en galerías la mayor parte de su recorrido hasta que emergía a la superficie a través de un acueducto con arcadas que llegaba a la ciudad. Las galerías están excavadas en la piedra calcarenita, popularmente denominada “albero”. Por su naturaleza calcárea parecen el interior de cavidades naturales, con galerías de distintos formatos y tamaños de sección, una media de 2m de altura por 0,85m de anchura. Poseen lucernarios para ubicar las lucernas, elementos de iluminación, ventilación, limpieza y reparación del interior de la mina.7 El trayecto subterráneo surtía dos molinos harineros hipogeos construidos en época cristiana, el de Las Eras y el de La Mina, ejecutados en ensanches sobre la galería de la mina.8 El acueducto romano, pasados los siglos, fue rehabilitado y puesto de nuevo en uso en el siglo XII por los almohades, formando parte desde entonces del paisaje de la urbe.9 El acueducto con arcadas llegaba hasta una de las entradas principales de la muralla, concretamente hasta la Puerta de Carmona, montes y entre rocas de sílice”.5 “Los manantiales de agua de-
motivo por el cual y pese a proceder el agua del pueblo de Alcalá de Guadaira fue conocido desde finales de la Edad Media con el nombre de “Los Caños de Carmona”.10 Las referencias al acueducto en los textos escritos en épocas posteriores nos demuestran el buen funcionamiento y la impresión que causaba, admiración que tuvieron los castellanos al reconquistar Sevilla encontrándolo en funcionamiento. Destaca el texto del viajero alemán Jerónimo Münzer, escrito en 1495: “Hay
trar y conducir el agua, y asimismo trata de las propiedades que ésta tiene. 6. Idid., p. 196. 7. ÁLVAREZ, G. (2010). El acueducto a Sevilla desde Alcalá de Guadaira. En V Congreso de las Obras Públicas Romanas (p. 217). Córdoba. 8. FERNÁNDEZ CHAVES, M. F. (2011). El abastecimiento y saneamiento en la Sevilla medieval y moderna. En MARCHENA, M.J., FERRAND, L., ANSELMO, I. (Ed.), El Agua y Sevilla (p. 70). Sevilla: Emasesa. 9. VALENCIA, R. (2011). El agua en una ciudad andalusí: el caso de Ixbilia. En MARCHENA, M.J., FERRAND, L., ANSELMO, I. (Ed.), El Agua y Sevilla (p. 44). Sevilla: Emasesa. 10. ÁLVAREZ, G. (2010). El acueducto a Sevilla desde Alcalá de Guadaira, op. cit., p. 214.
Figura 1. A la izquierda: PARCERISA, Francisco Javier (1856). Sevilla y Cádiz. Recuerdos y bellezas de España, vol. IX, Barcelona, Imprenta Joaquín Verdaguer, Barcelona, litografía. Acueducto llegando a la Puerta de Carmona, donde existía un arca de distribución de agua, una de cuyas salidas conducía el agua al Alcázar. A la derecha: Esquema del trazado del acueducto, desde el manantial de Santa Lucía en Alcalá de Guadaira, hasta la puerta de Carmona y su conducción al Alcázar a través de la muralla. Dibujo realizado por la autora a partir de los siguientes planos: 1. CANO, Melchor (ha. 1830). “Plano Topográfico del nacimiento, mina acequia y acueducto de las aguas de que se surte la ciudad de Sevilla procedentes de las montañas de Alcalá de Guadaira, con nuevo proyecto de la obra para traerlas de este pueblo a dicha ciudad”. Archivo General del Palacio Real. Fondo de Administraciones Patrimoniales, caja 3050, plano 2416; 2. FRIED Y TIRREL, Carlos Arturo (1885). Plano “Abastecimiento de aguas a Sevilla. Plano del replanteo de la tubería de conducción”, Compañía Water Works. Archivo Técnico de Empresa Metropolitana de Abastecimiento y Saneamiento de Agua de Sevilla (E.M.A.S.E.S.A.), plano 310; 3. JIMÉNEZ MARTÍN, A. (1975). Los Caños de Carmona. Documentos Olvidados. Historia, Instituciones, Documentos, (figura 1); ÁLVAREZ GARCÍA, G. (2010). El acueducto a Sevilla desde Alcalá de Guadaira. En V Congreso de las Obras Públicas Romanas (p. 206). Córdoba; 4. SUAREZ QUIRÓS, L. (2016). Reconstrucción virtual de los Caños de Carmona. Trabajo Fin de Carrera. Escuela Técnica Superior de Ingeniería Mecánica. Universidad de Sevilla; 5. RIVERO MORENO, I.L. (2019). Documentación Gráfica y Archivo Técnico de EMASESA.
en Sevilla mucha agua potable y un acueducto de trescientos noventa arcos, algunos duplicados por un cuerpo superior, para vencer el desnivel del terreno, va por este artificio gran cantidad de agua y presta muy buen servicio para el riego de jardines, limpieza de las calles y viviendas, etc.”. El escritor Rodrigo Caro (15731647) elogia los beneficios que aportaba el agua de los acueductos: “… en toda la ciudad en común, se derivan de los caños de Carmona, y de acueductos del Arçobispado tantas fuentes que casi no hay casa principal, que no las tenga, con muchos huertos y jardines: lo cual, con otros reparos, en el más ardiente verano, junto con las suaves mareas que corren de ordinario, hazen la ciudad notablemente apacible, fresca y regalada”.11
En el punto de llegada del acueducto de los Caños a la Puerta de Carmona a la muralla de Sevilla, se repartía en un arca de distribución, que funcionaba como una gran infraestructura de reparto en la que las aguas procedentes de los caños se decantaban y se distribuían. Esta arqueta se dividía en siete compartimentos auxiliares más pequeños que se correspondían con los distintos repartimientos.12 Entre ellos, el principal llevaba el agua
11. MORALES PADRÓN, F. (1989). La ciudad del quinientos, p. 40. Sevilla: Universidad de Sevilla 12. BANDRÉS, C., ROBADOR, M.D., ALBARDONEDO A. (2018). Analysis and structure of the water distribution system in the distribution depot of the
Figura 2. Arriba: FERNÁNDEZ, Joaquín (1872). “Plano general de los Reales Alcázares de Sevilla y sus pertenencias, declarado del Patrimonio de la Corona”. El agua llegaba desde la Puerta de Carmona al Alcázar a través de la muralla, hoy conservada en el Callejón del Agua (1). La conducción terminaba en la Torre del Agua (2), desde donde era conducida a una alberca, hoy transformada en el Estanque de Mercurio (3). A partir de la alberca se distribuía desde entonces hasta hoy a las fuentes, huertas, jardines y a la alberca del Cenador del León (4). Abajo: Alzado de la muralla del Callejón del Agua en cuyo interior perduran los atanores de la conducción histórica del agua.
Figura 3. Estanque de Mercurio actuaba como aljibe de todo el excedente de agua que traía el acueducto al Real Alcázar. Desde este estanque se distribuía el agua para el riego de las huertas y jardines. El agua que rebosa de este estanque es conducido al estanque del Cenador del León. Fotografías de la autora.
al Alcázar a través de la tubería inserta en la muralla de la ciudad (Figura 2). Parte del caudal desde el siglo XIII fue otorgado por el Rey a la ciudad de Sevilla y a propietarios religiosos y civiles. La conducción de atanores en la muralla de tapial terminaba en la Torre del Agua del Alcázar. En el interesante plano de Joaquín Fernández de 1872 se percibe la sabiduría profunda del agua, albercas, norias, estanques, fuentes, huertas y jardines.
El Estanque de Mercurio actuaba como aljibe de todo el excedente de agua que traía el acueducto al Alcázar (Figura 3). El atractivo chorro de agua es una ingeniosa invención del Director del monumento Joaquín Romero Murube, ejecutado en la década de 1960. Desde esta alberca se distribuía el agua para el riego de las huertas y jardines. El agua que rebosa del estanque
Carmona gate as a way of supplying water to the Royal Alcazar of Seville. En MOSQUERA & ALMORAIMA GIL (Eds.), Materials Science and Engineering (210). London: Taylor & Francis Group. de Mercurio es conducida al estanque del Cenador del León (Figura 4). Sobra cristalina y el León la guarda en su alberca. En el Estanque del León se acumulaba tanto el agua excedente del Estanque de Mercurio, proveniente de los caños de Carmona, como el de la noria localizada al noroeste del estanque, donde hoy está en uso el pozo de riego. El Renacimiento fue transformando al gusto italiano los jardines manieristas de la Toscana, sustituyendo los umbráculos de las norias por inmediatos pabellones de jardín y decorando las albercas de riego con fuentes y balaustradas. El Cenador del León es una transformación modélica en clave renacentista de la alberca medieval que todavía hoy sigue regando la Huerta de La Alcoba. Los claros volúmenes del pabellón y el estanque se encuentran en un nivel elevado sobre el jardín, con andenes practicables a su alrededor, significando un elemento importante en la composición del jardín. En su fachada el lenguaje manierista se expresa con un alto sentido de la elegancia que queda refrendado también por la ordenación de su espacio interior. Posee bellísimas proporciones enriquecidas por la azulejería de
Francisco Valladares y la rica ornamentación de las pinturas al fresco de Juan de Medina (1644–1646), con angelotes, diosas, cupidos y ninfas, figuraciones que permiten aventurar que el Cenador del León podría ser un pabellón dedicado al amor,13 lo que era tema simbólico usual en este mundo aristocrático vinculado al jardín.
El agua en el Cenador del León tiene un gran protagonismo, tanto en la fuente central del pabellón, como en el estanque, objeto fundamental del conjunto que se enriqueció con la escultura del león, por cuya boca brota el agua procedente del estanque de Mercurio y a través de los caños de su taza se une a la del estanque. Allí la chorisia quiere ser nenúfar, el estanque del León cielo. Y el cielo agua en el juego de espejos. La figura leonina ha dado el nombre al Cenador y en muchos momenazules en el interior del pabellón dialogan con el estanque y el
13. MARÍN HIDALGO, A. (1991). Pintura de corte humanista en los jardines del alcázar de Sevilla: las decoraciones de los cenadores Ochavado y del León. Archivo Español de Arte, 254, p. 216. juego de reflejos crea una atmósfera luminosa plena de frescor, movimiento y sonido del agua.
El origen de la alberca fue reservar agua para el riego, uso que sigue manteniendo en la actualidad pese a ser convertido en estanque monumental en el siglo XVII. Cuando se abren sus compuertas a través de los tiradores (Figura 5), el agua es contos al total del jardín en el que está ubicado. Pinturas al fresco
ducida a una caja de agua en el jardín con dos arquetas, y según la apertura o cierre de los tres atanores de salida, riega por inundación el jardín del León o es conducida a través de tuberías para ir regando uno a uno los naranjos del Cenador de Carlos V, uno de ellos quizá del siglo XIV, el más antiguo de España. Allí bebe el naranjo medieval. Jardines del agua en el Alcázar, manantiales de agua y fantasía que brotaron mil años ha, hoy resurgen.
Fons vitae. Del seno de la tierra, en el manantial de Santa Lucía de Alcalá de Guadaira brota la vida en forma de agua. Llevada en volandas por un acueducto de origen romano hasta los jardines del Alcázar donde se transformaba por obra y arte de arquitectos y artesanos en paraíso de albercas, de estanques y
Figura 4. De izquierda a derecha: Cenador, estanque y jardín del León, fuente de mármol del interior del pabellón y fuente en piedra caliza en forma de león esculpido en 1644 que da nombre al conjunto. Dicho surtidor alimenta la alberca y forma parte de la rica decoración del Cenador. Fotografías de la autora.
Figura 5. 1A y 1B tiradores que permiten desaguar el estanque del León y, a través de una doble arqueta de distribución del agua, hacen posible el riego, con sistema antiguo por inundación de los jardines limítrofes y con conducción a los alcorques de los naranjos (2). Fotografías y plano de la autora.
fuentes, de burladores y grutas de agua. Sabiduría popular del agua que, al abrir las compuertas del estanque del León, vuelve a la tierra haciéndola fértil en cada naranjo, haciendo brotar la vida. Fons vitae.
Fuentes gráficas
CANO, M. (ha. 1830). “Plano Topográfico del nacimiento, mina acequia y acueducto de las aguas de que se surte la ciudad de Sevilla procedentes de las montañas de Alcalá de Guadaira, con nuevo proyecto de la obra para traerlas de este pueblo a dicha ciudad”. Archivo General del Palacio Real. Fondo de Administraciones Patrimoniales, caja 3050, plano 2416. FERNÁNDEZ, J. (1872). “Plano general de los Reales Alcázares de Sevilla y sus pertenencias, declarado del Patrimonio de la Corona”, Archivo de Patrimonio Nacional, signatura 1239. FRIED Y TIRREL, C. A. (1885). Plano “Abastecimiento de aguas a Sevilla. Plano del replanteo de la tubería de conducción”, Compañía Water Works. Archivo Técnico de Empresa Metropolitana de Abastecimiento y Saneamiento de Agua de Sevilla (E.M.A.S.E.S.A.), plano 310.
Bibliografía
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