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Crucíferas que harán volar los aviones

Por: Ing. Agr. Rodrigo Rosso

En un futuro cada vez más cercano, los aviones en los que volaremos podrán ser propulsados por biocombustibles producidos a partir de crucíferas como la camelina y la carinata.

A nadie le debería resultar ajeno el hecho de que los combustibles fósiles no renovables deberán ser reemplazados en algún momento por alternativas -deseosamentesostenibles. En el caso del sector aeronáutico, estas fuentes renovables de biocombustibles excluyen a aquellos oxigenados como etanol, y entre los posibles reemplazos figuran los “hidrocarburos verdes”, derivados de mezclas de babasú, aceite de coco, jatrofa, algas y crucíferas como la camelina y la carinata. Estas últimas mostraron resultados prometedores teniendo en cuenta su eficiencia energética y la posibilidad de producción a gran escala.

El uso de biocombustibles derivados de estas crucíferas evidenció una reducción drástica en la emisión de gases de efecto invernadero, además de demostrar un rendimiento energético similar a los combustibles convencionales, y que no representan una amenaza técnica o de seguridad para las aeronaves. Esto es así ya que el biocombustible es un reemplazo directo compatible con la infraestructura existente, desde el almacenamiento y el transporte hasta la tecnología de flota de los aviones, por lo que resulta una alternativa totalmente prometedora.

Cultivos como la camelina y la carinata presentan pocos requerimientos nutricionales (por ejemplo, de nitrógeno) y de agua, por lo que no compiten con cultivos alimentarios y podrán incluirse fácilmente en las rotaciones, sobre todo en tierras marginales, donde otros cultivos no crecen. Sin embargo, a pesar de ser una gran promesa, queda un camino importante a recorrer para dar a conocer estas crucíferas entre los productores agropecuarios. Asimismo, resulta imprescindible investigar sus efectos en la incorporación a las rotaciones agrícolas y reconvertir el circuito de las refinerías para el tratamiento de los aceites derivados.

Es importante destacar que el costo de producir biocombustible a partir de estas brasicáceas termina siendo competitivo para los clientes de esta energía por un factor clave: una vez obtenido el aceite, los residuos de estos cultivos pueden molerse para obtener una harina de alto valor nutricional, lo que permite recuperar parte de los costos y ayudar a la viabilidad económica de estos cultivos. La harina que se obtiene es relativamente baja en fibra y alta en proteína cruda, fácilmente degradable por las bacterias del rumen, lo que la convierte en una aliada estratégica en las dietas animales en planteos agrícola-ganaderos.

En las próximas dos notas revisaremos aspectos agronómicos de la camelina y la carinata, dos cultivos que ya comienzan a ser parte del plan de rotación de varios socios Aapresid.

SU BAJA EMISIÓN DE GEI SE DEBE A:

*Requerimiento de fertilizantes

*Rendimiento aceite

*Rendimiento harinas y biomasa

*Resistencia a calor y sequía

*Resistencia a enfermedades

EN 2012, POR PRIMERA VEZ UN AVIÓN VOLÓ A PARTIR DE BIOCOMBUSTIBLE 100% DE CARINATA, DE OTTAWA A MONTREAL

SEGÚN EL USDA

1,4% del total de biocombustible usado en 2022 en Estados Unidos provendrá de semillas oleaginosas

8/10 Entre 8 y 10 años son necesarios para generar una producción a gran escala de estos biocombustibles

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