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Checklist de vacaciones de verano
by Aapresid
Por: Dr. Ing. Agr. José Martín Jáuregui Profesor Adjunto- Cátedra Forrajes (FCA, UNL)
Lo que no puede faltar para hacerle frente a las altas temperaturas y disminuir el estrés por calor en ganadería.
De razas, índices y riesgos
De acuerdo al tipo de raza, nuestras vacas serán capaces de tolerar diferentes combinaciones de temperatura y humedad. Estas combinaciones dan origen a una serie de índices, entre los que se encuentra el Índice de Temperatura y Humedad (ITH), que utiliza una escala que va desde 60 hasta 100 (Tabla 1).
Cuando se alcanza el color amarillo, comienza el nivel de alerta; mientras que los colores anaranjado y rojo indican “peligro” y “emergencia”, respectivamente. A su vez, para definir el riesgo también es importante tener en cuenta la frecuencia y la duración de estos eventos. Una “ola de calor”, en líneas generales, es un fenómeno en el que el ITH se eleva por encima de 79 durante 3 o más días.
Específicamente sobre las razas y su nivel de tolerancia al calor, las razas índicas son capaces de tolerar más calor y humedad que las británicas. Respecto a las cruzas, cuanto mayor sea la proporción de sangre índice, mayor será su tolerancia a este estrés.
VER REVISTA. Tabla 1 Índice de temperatura y humedad (ITH) para vacas. Los colores verde, amarillo, anaranjado y rojo indican Confort, Alerta, Peligro y Emergencia, respectivamente.
A la sombra
La cantidad de sombra disponible por animal es un factor crucial a tener en cuenta para poder soportar las altas temperaturas de verano. Se debe estimar un mínimo de 2 m² para terneros, 3-4 m² para novillos y vaquillonas, y 4-5 m² para vacas y novillos para asegurar una adecuada provisión de sombra. La altura mínima de esa sombra deberá ser de 3-4 metros para que el viento circule y pueda disipar el calor de los animales.
Algo a tener en cuenta es que si los animales son expuestos a niveles de estrés elevados y no disponen de sombra, se reduce su potencial productivo. Esto se traduce en pérdidas de peso, abortos, ausencia de celos y puede llegar a provocar la muerte si el estrés es prolongado y se combina con falta de agua.
Agua fresca y de calidad
Se debe asegurar contar con buena cantidad y calidad de agua para beber. Los requerimientos de agua del rodeo siempre se deben calcular teniendo en cuenta el momento de máxima demanda (verano). A modo de ejemplo, en la Tabla 2 se comparten algunos valores de requerimientos por categoría.
VER REVISTA. Tabla 2 Requerimientos de agua por categoría de animal y por día según peso, estado fisiológico y temperatura.
Otro ítem esencial a tener en cuenta es la calidad del agua de bebida. Si los animales ingieren agua de baja calidad pueden perder peso, tener trastornos digestivos, alterar su reproducción e incluso, en casos severos, sufrir la muerte. En la Tabla 3 se presentan algunos valores a tener en cuenta para verificar la calidad del agua de bebida.
VER REVISTA. Tabla 3 Valores para verificar la calidad del agua.
Es importante que los animales dispongan del agua lo más cerca posible de las parcelas. Existen diversas soluciones, desde la ubicación de tanques australianos en sectores estratégicos del campo (Foto 1), pasando por sistemas de aguadas móviles (Foto 2) hasta lo más sofisticado que son aguadas en cada una de las parcelas con sistemas presurizados (Foto 3).
Dieta baja en fibras
La nutrición de los animales también puede resultar una aliada para mitigar los efectos negativos de los períodos de estrés térmico. Si se dispone de corrales con sombra y buena bebida, en momentos de elevado ITH, se recomienda suplementar con algún balanceado y/o incorporar granos, bajando la proporción de fibra de las dietas. Esto se debe a que la digestión de la fibra demanda más energía y genera más calor metabólico, incrementando así la temperatura corporal de los rumiantes.
Transporte y movimiento de animales
Como regla general, y mientras se mantengan las condiciones de ITH elevado (+79), el movimiento de animales debe restringirse al máximo. Esto incluye cualquier trabajo programado en mangas y corrales, y sobre todo, cualquier tipo de transporte en camiones. En caso de ser indispensable su transporte, hacerlo en los momentos de menor ITH (por la noche o madrugada) para proteger a los animales.
Actuar en tiempo y forma
El cambio climático viene de la mano de incrementos en las temperaturas y en la frecuencia y severidad de los eventos climáticos extremos. Existen numerosas estrategias y herramientas para manejar el estrés térmico en rumiantes. Lo importante es elegir la combinación que mejor se adapte a nuestro sistema y que permita al personal de campo ejecutarla en tiempo y forma. Una intervención rápida y a tiempo permitirá reducir al mínimo los efectos negativos de las altas temperaturas sobre nuestro rodeo.