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Al combate de trips y arañuelas, los souvenirs de la seca

Martín Marzetti pasó por el formato renovado de Agenda Aapresid y dejó consejos sobre qué hacer (y qué no) para controlar a estos insectos protagonistas de una campaña complicada.

Las condiciones de extrema sequía y elevadas temperaturas ocurridas durante esta campaña hicieron estragos en el campo, derrumbaron los techos de rendimiento y provocaron daños en algunos casos irreversibles sobre los cultivos. Hace unas semanas, en gran parte de la región núcleo llegaron las tan esperadas lluvias y algunos lotes lograron revertir parcialmente su situación crítica.

Sin embargo, y fundamentalmente donde las lluvias no llegaron, quedaron amenazas que se vieron favorecidas por este escenario climático, entre ellas trips y arañuelas. Estos insectos han aparecido prácticamente en toda el área agrícola central haciendo temblar a las pocas hojas que quedan, ya que provocan graves daños en su capacidad fotosintética y en casos severos su caída prematura.

Agenda Aapresid, ahora con formato totalmente renovado para acompañar diariamente al productor, en la edición del 9 de febrero conversó con Martín Marzetti (asesor privado y ex Gerente del programa REM de Aapresid) quien brindó recomendaciones de manejo para controlar a estas plagas. A continuación, su experiencia en primera persona.

Foto 1

Trips, existen varias especies, entre ellas Frankliniella schultzei, Thrips tabaci y Caliothrips phaseoli.

¿Cuál es el panorama general de plagas y cuáles tomaron protagonismo en esta campaña particular?

En la zona núcleo veníamos con trips y arañuelas como protagonistas y algo de oruga bolillera. Luego, con las lluvias recientes se sumaron enfermedades como mancha marrón (Septoria glycines). Por ello, en algunos lotes estamos haciendo aplicaciones mezclando fungicidas con acaricidas, situación excepcional ya que estas plagas que no son muy frecuentes juntas.

En los años Niña siempre se ve mucha heterogeneidad aún en una misma zona porque las lluvias son bastante irregulares y se detectan grandes diferencias a una corta distancia, e incluso lotes muy cercanos. Por ello, si bien el nivel de daño de trips y ara-

ñuelas se ve a nivel generalizado en los lo-

tes, el grado de afección depende del tipo suelo, el estado del cultivo y la fecha de siembra, que genera situaciones muy diferentes para el cultivo y lleva a tomar decisiones según cada caso. Estos años pasan factura en los suelos de menor aptitud, lo que en años húmedos se disimula un poco.

Foto 2

Arañuela roja (Tetranychus sp.).

¿Qué recomendaciones se pueden hacer para su manejo?

Trips y arañuelas son plagas que aparecen desde el estrato inferior y van subiendo en la planta, por lo tanto, el criterio de manejo es bastante similar a una enfermedad. Es decir, se recomienda ir evaluando la situación particular del cultivo y el pronóstico de precipitaciones para definir cómo proceder en cada caso.

En cultivos que están más estresados se debe reforzar su cuidado para preservar

Foto 3

Cultivo de soja con daño provocado por arañuela. Para arañuela el principio activo recomendado es la Abamectina, mientras que para trips, insecticidas reguladores del crecimiento (IGR). En el caso de que además de trips y arañuelas se sumen chinches, una opción para su control es Bifentrín.

las pocas hojas que quedan, monitoreando el nivel de plaga en el lote y haciendo seguimiento del cultivo y su fenología. Si un lote está en V4 otro está en R2, la decisión es muy diferente ya que el primero tendrá más capacidad de recuperarse mientras que el último está llegando al período crítico. Por otro lado, si dan lluvias frecuentes, uno quizás frena las aplicaciones esperando a ver cómo queda el cultivo después de las precipitaciones, y si no se dan las lluvias, es conveniente hacer las aplicaciones porque son pla-

gas que crecen rápidamente con condiciones de altas temperaturas y baja humedad.

¿Si fuera necesario hacer aplicaciones, cuáles son los principios activos más utilizados?

Para arañuela no existen demasiadas alternativas, lo más frecuente y conocido es la Abamectina. En cuanto a trips, lo que más usamos son insecticidas reguladores del crecimiento (IGR) o algún Neonicotinoide, que lo que hacen no es controlar lo que hay en el momento sino evitar las próximas generaciones. Bifentrín es otro activo que se puede usar tanto en arañuela como trips, aunque no tienen residualidad. Más bien se utilizan, por ejemplo, cuando también hay chinches para reducir su población, con el riesgo de que si las condiciones no mejoran a las semanas veremos reinfecciones.

Según qué otra plaga acompañe a las arañuelas y trips, se puede evaluar de mezclar otros productos. Lo que no hay que hacer nunca es agregar piretroides (excepto Bifentrín) porque en el caso de arañuelas en vez de controlarlas favorece su reproducción al provocar un cambio hormonal que hace que aumente la tasa reproductiva del insecto y

vamos a tener reinfección más temprana que si no hubiéramos hecho la aplicación. Trips y arañuelas son plagas que aparecen desde el estrato inferior y van subiendo en la planta, por lo tanto, el criterio de manejo es bastante similar a una enfermedad. Es decir, se recomienda ir evaluando la situación particular del cultivo y el pronóstico de precipitaciones

Consideraciones finales

Los años secos son los más difíciles de manejar plagas y “muchas veces se terminan

realizando aplicaciones erráticas porque llegamos tarde cuando las poblaciones

de insectos ya son muy grandes”, señaló Marzeti. Sumado a esto, cuando el cultivo está más desarrollado no es fácil “llegar abajo con el control químico”. Por ello, es importante la calidad de la aplicación para llegar al blanco. “En estos años mi criterio

es no dejar pasar, porque cuanto más nos demoramos más difícil y erráticas son las

aplicaciones”, cerró el profesional.

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“muchas veces se terminan realizando aplicaciones erráticas porque llegamos tarde cuando las poblaciones de insectos ya son muy grandes”

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