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Postulados

-Fundamentos de Occidente y su corrupción

1. El sistema occidental se ha corrompido por el desgaste de modelos desfasados que proporcionaron reformas tardías. 2. La sociedad occidental solo puede avanzar aplicándosele

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«recambios sociales». Sea ello recuperar la noción de humanidad para la adaptación de los valores existentes a las nuevas demandas a través de la reforma.

3. Los límites de Occidente son el propio Occidente, y la búsqueda constante por su definición lo único capaz de definir la condición de lo occidental.

4. El no Occidente no puede ser negado, pues sin él, ¿cómo el ser occidental podría llegar a definirse? 5. Para que el sistema de Occidente pueda revitalizarse, se debe abandonar la noción de la democracia como único modelo de progreso, dada la corrupción de las nociones que la definen. En contraste, deberá promoverse una acracia transitoria basada en el gobierno del humano por el humano desde lo humano. Solo así podrán despertarse los valores de la reforma para el «recambio social». 6. El nacionalismo es fruto de las revoluciones y residuo de las reformas, la más alta de las corrupciones surgidas de Occidente, y solo puede superarse en su sistema mediante aspiraciones presentes más allá de la acracia. 7. La ostentación de Occidente por lo corpóreo y espiritual no es tanto una corrupción como una errónea interpretación de sinónimos de lo humanístico.

8. Si en el intento de ejercer el «recambio social» Occidente perece, que al menos el fuego consuma todas nuestras obras, pues preferible un mundo sin sus éxitos que uno con ellos y con la herencia de las élites ancianas parasitando estructuras no occidentales.

9. Felicidad hedonista es la macabra expresión que hemos adjuntado a las víctimas de la atrayente premisa esgrimida desde Occidente sobre ser feliz. El consumismo y la sociedad del espectáculo nos venden como semejantes el dolor y la desgracia. Ello solo es una confusión que nos hace más proclives a la pasividad con lo impuesto si con ello podemos evitar sufrir y alcanzamos la mal llamada «felicidad». 10. Occidente desprecia la vitalidad del amor. Contentado con su estricta moral de ídolos y figuras, pregona que todo aquel que se desvincule del sistema, no para establecer una nueva estructura, sino para revitalizar a la existencia humana, deberá padecer la condena de los rechazados.

-Consideraciones humanas

11. El ser humano, cegado por el afán de la curiosidad, se vuelve un lobo para su sombra, y en sí mismo encuentra el conflicto.

12. El ser está inevitablemente ligado a sobrepasar sus valores, siempre y cuando goce de los medios necesarios dentro de su sistema para que los recambios y reconversiones sociales puedan darse. 13. Los humanos avanzamos a través de la guerra, medidos por el optimismo del cambio y la mejora que nos provee el satisfacer nuestras conflictividades. Tras el enfrentamiento, y gracias a este, surge la tolerancia y la reforma. 14. Solo si el ser humano niega la ciencia formal como aquella a la que pretende asemejar su realidad, y comienza sinceramente a dudar, aprenderá a regocijarse en el verdadero sentido del existir, que no será otro que el jamás entenderlo, pero siempre tratar de comprenderlo. Ello es el producto que configura los valores elevados del ser: la propia vida que se elige con fuerza y valor a pesar de lo incierto, asumiendo su devenir atemporal. 15. Por temor el sujeto huye, por asco destruye; por esperanza construye.

16. Todo individuo debe tender a la inercia de su desarrollo intelectual, buscando liberarse de cualquier factor que limite sus cuestionamientos en la búsqueda por su trascendencia.

Para ello, no ambicionará ser «ni esclavo» que se vuelve compasivo en su sufrimiento, ateniéndose a la paz espiritual de las certezas condicionadas, «ni amo» de cuyo deseo por el liderazgo se evidencia el estancamiento de valores más elevados, pues se limita a creer únicamente en su razón absoluta sin escuchar a la del resto.

17. La persona jamás logrará la trascendencia por medio del ejercicio único de su razón. Precisa de una comunidad de la que no puede ni ha de desligarse, del mismo modo que los sistemas que conforman el organismo humano no pueden hacer sobrevivir al hombre o la mujer que los porta de fallar una de sus estructuras.

18. El sujeto en paz no es un buen sujeto. Aquel que lo estuviera debe encontrarse condicionado para serlo, pues ni tan siquiera en la muerte el ser humano ha de hallar en su devenir calma en el conflicto, aunque pueda con el tiempo pacificar su existencia.

19. Para lograr la trascendencia de los valores, el sujeto debe pasar por una soledad antinatural que lo haga sabedor de lo sublime y bello que reside en todo lo humano. 20. El humano ha de luchar por los valores en los que cree hasta la muerte, y tras la lucha incorporar aquellos dados desde la bancada enfrentada. De lo contrario, el tercero involucrado jamás mejorará su sistema, pues considerará que los valores que el otro propugna son débiles. 21. El joven es el abanderado de la libertad, el único devoto cuya fe es capaz de portar dicha arma de doble filo, pues es salvación y condena; infinitas reflexiones y percepciones.

Por ello, al igual que la naturaleza del lobo estepario, si ha de perecer, lo hace en la independencia.

22. La juventud vengativa es aquella que concibe el conflicto

que todo humano posee en su psique y lo aplica, brotando de este las chispas de la trascendencia. Su venganza no persigue a víctimas, sino valores: no busca artífices de corrupciones pasadas, pretende transformar los errores que entorpecen el camino de trascendencia. 23. Cuerpo y espíritu son en esencia sinónimos de lo humano.

Por ende, no es tanto creer en las transformaciones corpóreas para reconvertir al espíritu o viceversa, sino en la convicción que le otorgamos a las acciones que realizamos y sus propósitos; si permanecemos abstraídos en valores impuestos o nos liberamos de los absolutismos.

24. Lo mediocre refiere a un estado humano y transitorio donde aún está todo por definir, lo más cercano que un ser o comunidad están de alcanzar una especie de homeostasis antes de establecer lo que realmente le deparará su existencia Así, el mediocre no es quien ha logrado una vida a medias, sino aquel que se halla en el término medio antes de decidir sobre que devendrá con respecto a su vitalidad. 25. De nada sirve entender la vida y la muerte si después no aplicamos forma a su sentido. No existe don humano que pueda proveer de una respuesta universal para el propósito que nos acontece el existir. Es tu palabra tu mundo; es su voz nuestro entorno.

26. El arte, nacido de la inspiración humana, precisa tiempo, pero el tiempo no solo vive para el arte. 27. La mayor de las falacias existentes es la felicidad comprendida como un valor en búsqueda para el ser. Perseguir la felicidad bajo doctrinas que lo establecen como un objetivo orientado a fines suele tratarse como una falsa ambición de poder, el cual sin embargo exhuma poder ciego. 28. Lo máximo que se podría considerar como felicidad en lo humano sería la relatividad y búsqueda constante del ser por lograr su trascendencia. La cotidianidad del sujeto aplicada a la más alta de sus valoraciones; la aspiración a la obra de uno

29. Amad lo incierto, desconfiad de los que solo ambicionan el caluroso amor de lo que consideran «verdadero». Pero no viváis en la constante negativa, pues es tan peligroso refugio como su contraparte. Esta es la base misma de lo que significa amor humano.

-Nociones de los sistemas y modelos

30. En los sistemas actuales es común el planteamiento de cambios, pero la sociedad no desea asumirlos, no por falta de deseo, sino por falta de justificación. 31. Cualquier separación de un sistema para lograr la supervivencia de las nociones es lícita si el modelo empleado para ello permite la trascendencia de los valores existentes. 32. Toda revolución ha de odiarse, pues trae consigo angustia.

Sin embargo, resulta necesaria, pues gracias al retroceso que aplicará en la sociedad nacerá la tolerancia y la conciencia por el progreso, dando paso a la reforma. 33. El maniqueísmo político es una oda al suicidio del progreso de los sistemas, pues sirve para preservar valores incompletos que limitan su avance.

34. El conflicto surge de la productividad de los valores que confieren evolución a las comunidades que forman parte de cada sistema.

35. Aquel que se mide por la regla del poder solo podrá reconvertirse con la misma ración de contrapartida. 36. El poder puede concebirse desde dos perspectivas: constructor o de ambición De igual modo, existe la ausencia de poder, la no reclamación ni imposición de este en ninguna de sus formas. Este es el poder ciego, el que no se concibe pero existe en la persona, aquel que deviene del ejercicio de la ambición de poder sobre un individuo que no reniega de los valores impuestos.

37. El legado que pretendemos dejar en generaciones futuras, y por tanto en los sistemas que cohabitamos y compartimos, está desde las más elevadas pinturas y danzas hasta en el más banal de nuestros comentarios. Todo cuanto ejercemos en los sistemas sin coacción ni designio externo prevalece y los transforma tanto como la los modelos a nosotros.

—No es inconsecuente con su naturaleza quien no escoge el camino de lo humano. Lo es aquel que no permite que otros lo sigan—.

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