03/2022 Los desfibriladores de Dios Página 20 La fe de nuestros padres Página 22 «¡La iglesia se está hundiendo!» Página 28
El significado del Santuario
10 Conceptos básicos del Santuario Richard M. Davidson Imagen de portada: Juanmonino / iStock / Getty Images Plus / Getty Images
16 Espíritu de Profecía La purificación ¿Qué es y dónde se produce? Elena White 17 Voces jóvenes La enfermedad, la vacuna y la solución Frederick Kimani 18 Perspectiva mundial Me erigirán un Santuario Ted N. C. Wilson 20 Devocional Los desfibriladores humanos de Dios Carl McRoy 22 Fe en acción La fe de nuestros padres Blondelle Campbell 24 Mirada al pasado En momentos de duelo Jarod Thomas
26 Respuesta a preguntas bíblicas El Dios que «come» y comparte 27 Salud y bienestar ¿Un modelo único para todos? 28 ¿Puedo contarle una historia? «¡La iglesia se está hundiendo!» 30 Fe en crecimiento Lecciones de Lutero el labrador Wilona Karimabadi
Tiempo de perdonar BILL KNOTT
«El perdón es la virtud más rara, no porque no esté fácilmente disponible sino porque se busca tan poco». Es peligroso generalizar sobre un grupo de personas, en especial sobre uno tan vasto que su declaración de misión bíblica llega a incluir a «toda nación, tribu, lengua y pueblo» (Apoc. 14:6). Pero muchos años de amar a esta iglesia y servir como ministro del evangelio me han hecho consciente de características de nuestra feligresía en todas las regiones, idiomas y nacionalidades. Al igual que cada grupo de cristianos desde el siglo I d. C., nosotros practicamos la fe de Jesús. Eso quiere decir que a menudo tropezamos en la aplicación de esa fe a las realidades de nuestra vida juntos. El antes obstinado e irritable hombre que llegó a ser el apóstol Pedro entendió con claridad esta realidad. Hace dos mil años, instó a sus lectores a crecer en la gracia (ver 2 Ped. 3:18). Todas las generalizaciones tienen que comenzar con la bendita esperanza de que «Dios aún no ha terminado con nosotros». No obstante, en una palabra, los adventistas no somos buenos a la hora de perdonar, en especial de perdonar a aquellos de quienes tenemos claramente expectativas más elevadas que los que no pertenecen a este movimiento del tiempo del fin. Puede que sonriamos con remordimiento y aceptemos las disculpas de ese vecino no religioso cuya vaca se comió la mitad de nuestra huerta, pero que rechinemos los dientes y nunca olvidemos a ese miembro de la Escuela Sabática que se atrevió a opinar distinto que nosotros sobre un pasaje de Oseas. El orgullo que sentimos en perdonar la desconsideración e impaciencia del empleado descortés de una tienda a menudo se transforma en ira furiosa hacia el hermano en Cristo que actuó de manera similar. Los desprecios y humillaciones que experimentamos de otros creyentes evolucionan hasta convertirse en inmensos conflictos de manufactura propia. Algunos se preguntan si nuestra adopción apropiada del mensaje de la Biblia sobre la perpetuidad de la Ley de Dios posee una consecuencia inesperada: nos sentimos predispuestos a una actitud «judicial» hacia los demás. En esta extraña formulación, ofrecemos la gracia de Dios a los que no conocen a Jesús, mientras llevamos recuento de los errores de los integrantes de la familia de la fe, «tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados» (2 Cor. 5:19). Y así es que luchamos entre nosotros, debatiendo todo: desde la tela para las cortinas de la iglesia hasta la urdimbre de las verdades bíblicas, lastimándonos entre tanto unos a otros. Pablo escribió a la nueva iglesia de Colosas palabras que deberían resaltarse sobre la puerta de cada congregación adventista: «Soportaos unos a otros y perdonaos unos a otros, si alguno tiene queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros» (Col 3:13). Ese «evangelio eterno» que somos llamados a portar (Apoc. 14:6) es en primer lugar una proclamación de la gracia y el perdón que se nos ofrece en Jesús. Es de poco valor para un mundo quebrantado que proclamemos la caída de Babilonia y los peligros de la marca de la bestia a menos que, al mismo tiempo, permitamos que la gracia cambie fundamentalmente nuestra manera de interactuar entre nosotros. Oremos por momentos de paz y perdón en la comunión a la que pertenecemos, porque no hay mayor calificación para pertenecer al remanente que lo que Jesús nos dio: «En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tenéis amor los unos por los otros» (Juan 13:35).
Creemos en el poder de la oración, y aceptamos pedidos de oración que compartimos en nuestro culto semanal de cada miércoles por la mañana. Envíe sus pedidos a prayer@adventistworld.org, y ore por nosotros mientras trabajamos todos juntos en pro del progreso del reino de Dios.
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Instantánea
Luciendo vestimentas folclóricas, miembros de iglesia participan en el evento inaugural de las celebraciones del centenario de la División Interamericana, en Tuxtla Gutiérrez (Chiapas, México), el 8 de enero de 2022. La región eclesiástica que incluye a México y todos Goes Here los Caption países de Centroamérica, las islas del Mar Caribe, Photo: Credit Colombia, Venezuela y las Guyanas, fue establecida oficialmente en mayo de 1922. Fotografía: Juan Colina, Noticias de la División Interamericana
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Noticias breves
«Inaugurar un centro de vida saludable como este, es un momento muy especial. Es un espacio misionero en la ciudad de Tuxtla Gutiérrez, donde se presentará el plan de Dios de restaurar su creación y se anunciará el pronto regreso de Cristo». —Ignacio Navarro, presidente de la Iglesia Adventista de Chiapas, al referirse a la inauguración de un nuevo centro de vida sana en Chiapas (México). Las instalaciones pueden recibir hasta cien pacientes al mismo tiempo, y cuentan con piscinas de hidroterapia, saunas, un gimnasio, una capilla y un auditorio exterior, entre otros.
Congreso General de la Asociación General 2022 Por la presente se da notificación oficial de que el pospuesto LXI Congreso de la Asociación General de los Adventistas del Séptimo Día se llevará a cabo del 6-11 de junio de 2022, en el America’s Center en San Luis, Misuri, EE. UU. La primera sesión comenzará a las 8:00 del 6 de junio de 2022. Se insta a todos los delegados debidamente acreditados a que se hagan presentes en ese momento. El Congreso también será accesible para los delegados en forma remota a través de medios electrónicos. Ted N. C. Wilson, presidente de la Asociación General Erton C. Köhler, secretario de la Asociación General
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El número de artistas de la iglesia adventista de Hønefoss (Noruega) que participaron de una galería de arte única, provenientes de cinco continentes. La galería se enfocó en las profecías bíblicas. Todas las obras mostraron un motivo profético. La exposición fue parte del plan de la iglesia de crear más contactos con la comunidad circundante, mientras se preparan para llevar a cabo reuniones de evangelización dentro de unos meses.
Santuario Se les preguntó a los que participaron de la Encuesta de Miembros de la Asociación General si creen que Cristo está actuando como nuestro abogado ante Dios en el Santuario celestial en este momento.
34.000 La cantidad de botellas de plástico usadas para construir un nuevo centro de ADRA en Mauritania. El edificio sirve como centro comunitario en Nouakchott, la capital de ese país del norte de África. Las botellas usadas en la construcción constituyen la estructura del edificio que cuenta con tres pisos y albergará equipos médicos de atención primaria de salud, equipos para un centro de multimedios, y salas para aprendizaje de idiomas, costura, bordado y una biblioteca.
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1% No lo acepto 1% Tengo grandes dudas al respecto 4% Tengo algunas preguntas al respecto
N=56.300 Fuente: 2017-18 GCMS Data URL: https://bit.ly/3FrAKKX.
12% Lo acepto porque la iglesia lo enseña 82% Lo acepto plenamente
Noticias breves
«Los miembros del Club de Conquistadores pasaron de poco más de mil clubes a setecientos. Descubrimos que esto se debió a que algunos directores no estaban preparados para usar Zoom y herramientas tecnológicas, y muchos de los niños no tenían acceso a Internet». —Víctor Martínez, director de Ministerios Jóvenes de la Unión Misión del Sureste Mexicano. Para cambiar esa situación, el Departamento de Ministerios Jóvenes ofreció eventos de capacitación para todos los directores de las iglesias. Los esfuerzos tuvieron éxito, y el número de clubes ha llegado a 906 a comienzos de 2022.
«Las lecciones de idioma son fundamentales para integrarse. Afortunadamente, dos exdocentes de la Escuela Primaria Oud Zandbergen estuvieron dispuestos a dar clases en nuestra sede. Comenzamos con clases para 17 adultos tres veces a la semana. Los refugiados tienen buen nivel de inglés y educación formal. Los docentes ahora están compartiendo sus conocimientos de holandés con más personas, en el refugio de emergencia». —Lydia van Rhenen, coordinadora del equipo de voluntarios, sobre la iniciativa Share & Care de la Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales (ADRA) en Huis ter Heide (Países Bajos). Esta iniciativa brinda clases de holandés y otras actividades sociales para los refugiados afganos.
«Los hogares de ancianos no reparan automóviles o lavavajillas; tratan con las personas, que son ayudadas en sus debilidades y fragilidad, con sus sentimientos, sufrimientos y, a menudo, sus esperanzas. Son una presencia muy importante y, por lo que me han dicho, están pensando incluso en incrementar sus inversiones, añadiendo espacio para atender a más personas. Muchas gracias por lo que han hecho». —Stefano Bonaccini, presidente de la región de Emilia-Romagna, (Italia), durante su visita al hogar de ancianos adventista Casa Mia.
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El número de graduados del Colegio Universitario Adventista Fulton en Fiyi, que completaron carreras en ministerios, empresas, fuerzas de seguridad policial y docencia universitaria. La graduación fue llevada a cabo bajo requerimientos estrictos de salud. Debido a las limitaciones respecto del número de asistentes, el evento fue transmitido en vivo en Facebook por Hope Channel Fiyi, recibiendo más de 36 mil vistas. (->) Cortesía de John Mikiwai AdventistWorld.org Marzo 2022
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Noticia en detalle
Congreso Especial de la Asociación General aprueba enmienda constitucional
Nuevo inciso contempla congresos virtuales de la iglesia mundial cuando sea necesario.
Adventist World, y Red de Noticias Adventistas
Los delegados al Congreso Especial de la AG siguen el proceso el pasado 18 de enero en la sede de la Iglesia Adventista en Silver Spring, Maryland, EE. UU. Denis Peniche
Casi trescientos participantes oficiales a un Congreso Especial de la Asociación General (AG) votaron incluir un nuevo inciso al Artículo V de la Constitución de la AG que permitirá que los delegados participen por medios digitales en un futuro congreso de la AG, en caso de que surjan circunstancias imprevistas e inevitables. El voto unánime se produjo durante el Congreso Especial de un día y un solo ítem de agenda, en la sede de la Iglesia Adventista en Silver Spring, Maryland, (EE.UU.), el 18 de enero. La enmienda a la Constitución de la AG permitirá que los delegados participen en el próximo congreso que tendrá lugar del 6 al 11 de junio, aun si no pueden viajar hasta San Luis, Misuri, debido al impacto de la pandemia del Covid-19. Debido a las actuales restricciones por la pandemia, los delegados al Congreso Especial fueron personas de las diversas regiones mundiales que trabajan principalmente en la sede de la AG. Esas delegaciones fueron aprobadas por cada División y más tarde votadas por la Junta Directiva de la 6
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AG el 16 de septiembre de 2021. La enmienda recomendada, votada por los delegados al Congreso de la AG, expresa lo siguiente: Artículo V. Inciso 4. Por lo general, los Congresos de la Asociación General ordinarios o especiales serán llevados a cabo en persona y de manera presencial. Sin embargo, cuando así lo solicite la Junta Directiva de la Asociación General a los delegados, estos podrán participar por medio de una conferencia electrónica o comunicaciones similares, en las que todas las personas que participen puedan escucharse mutuamente y al mismo tiempo. La participación por ese medio constituirá asistencia en persona y presencial a esa reunión. Los votos llevados a cabo en forma remota tendrán la misma validez que si los delegados se reunieran y votaran en forma presencial. TRASFONDO DEL VOTO
El Congreso Especial de la AG del 18 de enero había sido votado el 13 de abril de 2021 por los miembros de la Junta Directiva de la AG. En esa instancia, el subsecretario de la Iglesia Adventista,
Hensley Moorooven, había detallado algunos de los factores considerados al presentar la propuesta. Según Moorooven, la Constitución de la AG estipula que los Congresos de la AG y toda la votación tiene que llevarse a cabo en persona y de manera presencial. Asimismo, el Artículo V, Inciso 1 de la Constitución estipula que posponer un Congreso de la AG no debería «exceder los dos años» más allá de la fecha ya determinada en forma ordinaria. La posibilidad de otro retraso como resultado del impacto mundial continuado de la pandemia pondría a la AG fuera de conformidad con su documento de gobierno. Moorooven había entonces explicado que las enmiendas a la Constitución y los Estatutos de la AG solo pueden ser llevadas a cabo por los delegados a un congreso especial u ordinario de la AG. Afirmó que la propuesta presentada y votada en abril de 2021 se encuadra dentro de la provisión apropiada de la Constitución y los Estatutos de la AG. En 2020, una reunión de la Junta Directiva de la AG ya había votado proponer una enmienda a la Constitución
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de la AG que permitiera la participación virtual cuando así se lo solicitara específicamente la Junta Directiva. Sobre la base de la autoridad que le otorga el Artículo V de la Constitución, de reducir el número total de delegados a un congreso de la AG por razones de una «crisis de importancia dentro de la Iglesia o el panorama internacional», la Junta Directiva de la AG también había votado el 13 de abril reducir el número total de delegados ordinarios y generales al congreso especial a 400 personas. También se aprobaron los cupos asignados de delegados para la AG, las trece Divisiones y las dos Uniones anexas. La moción incluyó el pedido de que las Divisiones que no puedan enviar el cupo asignado de delegados debido a restricciones de viajes u otras razones puedan reasignar lo que no hayan usado a la AG. La Comisión Administrativa de la AG designó entonces esos puestos a personas que en el presente trabajan en la sede de la AG o viven en la zona, provenientes primordialmente de las Divisiones que compartieron sus cupos.
COMENTARIOS DE LOS DELEGADOS Y LOS LÍDERES
Durante el Congreso del 18 de enero, Erton Köhler, secretario de la AG, leyó y presentó la moción de enmendar el Artículo V de la Constitución. Entonces, varios delegados se acercaron a los micrófonos del auditorio para opinar sobre la moción propuesta. Lisa Beardsley-Hardy, directora de educación de la AG, dijo que apreciaba la solución hallada frente a las circunstancias. «Las cosas van a empeorar a medida que nos acerquemos al fin del tiempo. Esto nos permite seguir organizados y continuar avanzando», dijo. Después de la sesión de 59 minutos, Köhler respondió a los eventos del día. «Quedé impresionado por el sólido apoyo que los delegados brindaron a la moción –dijo–. En situaciones como estas, es común escuchar opiniones diversas, pero recibimos tan solo unas pocas observaciones. Esto me muestra que la iglesia está unida para la misión».
Köhler explicó que el tema en cuestión era técnico, no relacionado con cuestiones doctrinales o filosóficas. «Aun así, fue importante que se aprobara; de otra manera, el trabajo de la iglesia podría verse obstaculizado –expresó–. El voto unánime dejó en claro que los delegados quieren que la iglesia avance». Karnik Doukmetzian, asesor legal general de la AG, también afirmó la significación del encuentro. «El voto de enmendar fue significativo porque hace provisión para el futuro en caso de que las sesiones de los congresos de la AG no puedan ser llevadas a cabo en persona, pero al permitir que los individuos estén presentes –dijo Doukmetzian–. Puede que las condiciones mundiales no permitan que los delegados viajen para estar presentes en persona, y esta provisión permite que ellos participen y representen sus territorios aun si no pueden viajar físicamente hasta el lugar del congreso».
Junta Directiva de la Asociación General vota permitir un congreso híbrido en 2022 El jueves 27 de enero de 2022, la Junta Directiva de la AG se reunió virtualmente para responder a temas relacionados con el próximo congreso de la AG. Después de un breve devocional y momentos de oración, los miembros del organismo votaron implementar la provisión de reuniones híbridas que fue aprobada por el Congreso Especial de la AG del pasado 18 de enero. El Congreso de la AG, que originalmente fue pospuesto debido a la pandemia y que ahora ha sido
planificado para que tenga lugar en San Luis, Misuri, del 6 al 11 de junio de 2022, podrá funcionar como una reunión híbrida. Aunque se animará aún a los delegados para que asistan en persona, esta provisión permite que los delegados que enfrentan desafíos por la pandemia, imposibilidad de conseguir visas, u otras circunstancias atenuantes, puedan participar por medios electrónicos.
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Noticia en detalle
Casa Editora Filipina se traslada a un nuevo edificio
La asamblea elige sus nuevos líderes.
Edward Rodríguez, División de Asia-Pacífico Sur, y Adventist World
¿Quién habría pensado que una prensa improvisada en una casilla derruida llegaría a ser una de las casas editoras adventistas más grandes de Asia? Ciento ocho años después de su establecimiento, impulsada por una historia de ministerio fecundo y en medio de los obstáculos y desafíos presentes, la Casa Editora Filipina se trasladó a un nuevo edificio en Silang (Cavite), el 19 de enero. «Después de años de planificación y construcción, nuestro sueño finalmente se ha hecho realidad –dijo Florante Ty, su presidente próximo a jubilarse–. Al comienzo, el desafío parecía insuperable, pero se me recordó que nada es imposible para Dios», expresó. Frente a una pandemia mundial, el programa de inauguración se llevó a cabo en persona y también en forma virtual. Los líderes adventistas de la División de Asia-Pacífico Sur, las tres Uniones de las Filipinas, el Departamento de Publicaciones y Colportores se sumaron a la dedicación del nuevo edificio. La inauguración ocupa un lugar especial en el corazón de los que asistieron. «La Casa Editora es testigo de miles de historias de éxito y milagros en las vidas de los que fueron hechos instrumentos para tocar y ser tocados por la obra de publicaciones», dijeron los líderes. En su mensaje de bienvenida, Ty expresó su gratitud a los que apoyaron y creyeron en el proyecto. «Lo que parecía una hazaña imposible terminó siendo una oportunidad para destacar la generosidad y providencia de Dios durante todo el proyecto», expresó. «Aún hay trabajo por hacer. La obra no está terminada. Siempre 8
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El nuevo edificio de la Casa Editora Filipina se encuentra en Aguinaldo Highway, en Silang (Cavite). Cortesía de Vinz Matias
habrá desafíos, pero la Casa Editora Filipina continuará publicando libros para que más personas sepan del pronto regreso de Cristo –dijo Ty–. La obra del Señor no debería verse obstaculizada por factores humanos, porque Dios es generoso. Dios provee», añadió. Saw Samuel, presidente de la División y quien cree en el movimiento y la efectividad de la obra de publicaciones, comentó que quedó asombrado al ser testigo de lo que puede hacer la fe, en la obra de Dios. Enfatizó que al colocar nuestra confianza en las manos de Dios, nada ni nadie puede estar en contra. «Sigamos andando, avanzando y conquistando –dijo Samuel–. Sea que las perspectivas parezcan prometedoras o desalentadoras, donde Dios nos lleve, no importa lo que nos pida, o a quién elija para guiarnos, seguiremos sirviendo». NUEVOS LÍDERES
Después de una inauguración exitosa y el recorrido por la planta para los delegados e invitados, la institución llevó a cabo su XII Sesión Anual.
Ty, quien dirigió la casa editora por 16 años, había expresado su deseo de jubilarse. Después de oraciones fervientes, la comisión de nombramientos eligió a Leonardo Heyasa Jr. como nuevo presidente y a Joel Silva como nuevo vicepresidente de finanzas. Los líderes dijeron que, en su nuevo hogar, la casa editora llevará adelante su misión de hacer circular libros, revistas y otros recursos pedagógicos para sus 94 empleados, 25 sucursales y aproximadamente tres mil colportores en todo el país. Los líderes dijeron que explorarán oportunidades de evangelismo digital moderno, para enviar el mensaje de Dios a todos los hogares de las Filipinas y más allá. «La Casa Editora Filipina es más que tan solo un establecimiento. Es un instrumento construido para personas que se están preparando para el cielo, y para los que preparan a otros para el cielo», dijeron.
Enfoque regional División de África Centro-Oriental
4.637.159 Número de miembros de la División de África Centro-Oriental al 31 de octubre de 2021
195 Número de estudiantes y personal de la Escuela Adventista y Centro de Rescate Kajiado, en Kenia, que recibieron el regalo de participar de un safari durante las vacaciones de Navidad. La escuela de Kajiado fue el lugar elegido para el proyecto familiar anual de Maranatha Volunteers International y los 66 voluntarios participantes construyeron una nueva residencia estudiantil y también ofrecieron una clínica dental que atendió a más de cincuenta jovencitas con necesidades odontológicas.
«Los líderes están llamándonos para que todos vayamos y prediquemos el evangelio. Es lo que encapsula el lema “Sí, iré”. Sigue apareciendo en casi todo lo que hacemos. Creo que ese claro llamado está llegando a ser parte de nuestra vida, de nuestro estilo de vida. Y creo que todos estamos comenzando a disfrutar de decir “Sí, iré.”»
«Las personas tienen una vida tan dura aquí, siempre buscando agua. Así se desenvuelven sus vidas. Van a esos lechos secos de los ríos y cavan por agua, sacando tan solo una pequeña taza para sobrevivir».
—Blasious Ruguri, presidente de la División de África Centro-Oriental, durante un sermón en la sede regional de la iglesia en Nairobi (Kenia) en octubre de 2021.
Los docentes y estudiantes que fueron capacitados para enseñar y aprender con dispositivos digitales. El proyecto fue implementado en el campamento de refugiados del distrito de Kirehe, en la Provincia Oriental de Ruanda, e incluye capacitación sobre cómo incorporar técnicas innovadoras, transformación educativa y educación digital. También incluye enseñanza en vivo en la clase.
—Don Noble, presidente de Maranatha International Volunteers, al referirse a una expedición de un mes para cavar pozos para extraer agua en una parte muy remota y seca del norte de Kenia. La División de África CentroOriental había solicitado a Maranatha cinco años antes que construyera iglesias para los daasanach. Mientras construían cuatro iglesias en 2016, el equipo de Maranatha notó la tremenda necesidad que tenía la gente de agua, lo que inspiró la visita más reciente en noviembre de 2021.
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Maranatha Volunteers International AdventistWorld.org Marzo 2022
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Enfoque
Conceptos básicos del Santuario Experimentemos la presencia de Dios R I C H A R D M . DAV I D S O N
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uchos adventistas pueden preguntarse sobre la significación del mensaje del Santuario, en especial en los tiempos perturbadores que nos toca vivir.1 Para ello debemos apoyarnos en Dios mismo, que nos señala repetidamente esta importante doctrina bíblica y resume el punto principal del mensaje del Santuario al instruir a Moisés para que edifique un Santuario (Éx. 25:8, NVI): «Me erigirán un Santuario, y habitaré en medio de ellos».2 Dios quiere residir con su pueblo y tener una comunión íntima con sus integrantes. La doctrina del Santuario es la revelación de la experiencia de Emanuel encarnada en Cristo, «Dios con nosotros» (Is. 7:14; Mat. 1:23). EL SANTUARIO CELESTIAL ANTES DE LA CAÍDA
Después de pedirle a Moisés que construyera un Santuario (Éx. 25:8), Dios agrega en el versículo siguiente (vers. 9): «Conforme a todo lo que yo te muestre, así haréis el diseño del Tabernáculo y el diseño de todos sus utensilios». El término hebreo para «modelo» implica que el Santuario terrenal resplandeciente tenía que ser una copia (si bien un pálido reflejo) del vasto y glorioso original celestial (compare con Heb. 8:3-5). Según Jeremías 17:12, el Santuario celestial existió «desde el comienzo». Antes de la caída, el ángel Lucifer era el «querubín protector» en el Santuario celestial: «En Edén, en el huerto de Dios, estuviste […] en el santo monte de Dios» (Eze. 28:13, 14), también llamado el «monte de la congregación [o asamblea]» (Is. 14:12-15). Antes de funcionar para tratar con el problema del pecado, el Santuario celestial era el lugar en el que los habitantes del universo se reunían como congregación para adorar y alabar a su Hacedor. En términos teológicos, «antes de la soteriología [salvación] estuvo la doxología [alabanza]». En todas las Escrituras, este Templo celestial es descrito como vivo por las alabanzas y la adoración ofrecida al Rey de reyes, aun en medio de la resolución del problema del pecado (véase, por ej., Is. 6:1-8; Sal. 150:1; Apoc. 4:8-11; 5:9-14). El Santuario celestial del Antiguo Testamento es llamado a menudo «Templo» (véase, por ej., Sal. 11:4; Is. 6:1), es decir, la residencia de una deidad. Es descrito como la «Morada» de Dios (por ej., Deut. 26:15; Sal. 68:5). Aunque el Santuario celestial tiene en efecto una «sala del trono» (el Lugar Santísimo) donde el Rey del universo lleva a cabo los «negocios de estado» y se reúne con el Consejo celestial (por ej., 1 Rey. 22:19; Job 1:6), funciona principalmente como lugar de habitación de Dios, su residencia personal: su hogar. Visualice sus muebles: una mesa para alimento, un candelabro, el aroma del incienso, un estrado para el arca-trono (véase Apoc. 4:5; 8:3; 11:19; cf. 19:9), son todos ellos elementos normales que uno esperaría en un palacio real. Necesitamos experimentar la atmósfera cálida y «hogareña» del Santuario celestial. Las Escrituras describen a un Creador personal que desciende en el espacio y el tiempo para residir entre las inteligencias no caídas del universo. Esta descripción bíblica corrige los principales sistemas teológicos cristianos construidos alrededor de la noción platónica de un Dios atemporal incompatible con la realidad de espacio-tiempo. Tenemos el privilegio de llamar al mundo de regreso a la perspectiva bíblica de Dios como el que experimenta una relación íntima con sus criaturas y las invita a su palacio-hogar para tener una estrecha comunión con ellas. LOS PRIMEROS SANTUARIOS DE LA TIERRA
Se mencionó antes que el Santuario celestial original se encontraba en el «Edén, en el huerto de Dios» (Eze. 28:13). Cuando Dios creó la tierra, plantó otra vez «un Imágenes: Joshua Eckstein
huerto en Edén» (Gén. 2:8). El uso de terminología similar da indicios de que el Edén terrenal era una copia del Santuario del Edén celestial original. Numerosos vínculos entre Génesis 1 al 3 y otros Santuarios en las Escrituras apoyan la conclusión de que el Jardín del Edén previo a la caída (o al menos partes de él) servía como el Santuario original sobre la tierra.3 A este Jardín-Santuario Dios llegó «al aire del día» (Gén. 3:8), buscando una relación estrecha con Adán y Eva. Allí, dedicó 24 horas gloriosas en comunión con ellos cada sábado, santificando el sábado con su presencia (Gén. 2:1-3). Pero había un enemigo agazapado en el Jardín-Santuario. Lucifer, el querubín caído (ahora llamado Satanás), había sido expulsado del Cielo después de su rebelión (Apoc. 12:9), y en el Árbol del Conocimiento del Bien y el Mal, canalizó hacia Eva sus mentiras sobre Dios, por medio de la serpiente. Trágicamente, Adán y Eva creyeron esas mentiras en lugar de creer la Palabra de Dios, comieron el fruto del árbol prohibido, y las compuertas del dolor se abrieron por sobre el mundo. Cuando Dios llegó caminando en el fresco del día, en lugar de regocijarse en su compañía, la pareja se escondió llena de temor, culpa y vergüenza, procurando cubrir su desnudez con las hojas de higuera. Pero Dios no los abandonó. Con amor fue a buscarlos.
La doctrina del Santuario es la revelación de la experiencia de Emanuel encarnada en Cristo, «Dios con nosotros».
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¡Antes de la soteriología [salvación] estuvo la doxología [alabanza]! SE REVELA EL DRAMA DE LA EXPIACIÓN DEL SANTUARIO
En el Edén-Santuario terrenal, después de que Adán y Eva pecaron, Dios les reveló el gran drama de la expiación, que implicaba revelar en tres grandes actos del Santuario la vida y el ministerio del Mesías venidero. Estos tres actos del drama de la expiación son fundacionales para el mensaje del Santuario en todas las Escrituras, respecto de la resolución del problema del pecado, aunque no siempre presentados en el mismo orden. En el Edén posterior a la caída, Dios llega como Juez, llevando a cabo el primer «juicio investigador» de la historia. El testimonio de excusas y acusaciones de Adán y Eva contra Dios dejan en evidencia el delito de alta traición contra su Hacedor (Gén. 3:9-14), lo que les merecía con justicia la pena de muerte (Gén. 2:17). ¡Pero entonces sucede lo inimaginable! La culpable pareja «mira al rostro de [su] Juez y ve allí a un Salvador».4 Se anuncia el segundo gran acto del drama de expiación del Santuario: la Simiente mesiánica morirá como Sustituto (Gén. 3:15). «El instante en que el hombre acogió bien las tentaciones de Satanás e hizo las mismas cosas que Dios le había dicho que no hiciera, Cristo, el Hijo de Dios, se colocó entre los vivos y los muertos, diciendo: “Caiga el castigo sobre mí. Estaré en el lugar del hombre”».5 Ese día se produjo una muerte: un animal fue sacrificado para prefigurar la futura muerte sustitutiva del Mesías (Gén. 3:21). La mediación sacerdotal, el tercer gran acto del drama del Santuario, también es anticipada en estos dos versículos proféticos. Dios 12
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promete mediar la gracia al poner una enemistad sobrenatural hacia la serpiente (odio al pecado) en sus corazones (Gen. 3:15). Él intercede por ellos al cubrir su «desnudez» (no solo física, sino la conciencia de la culpa y la vergüenza) con el manto de su justicia (3:21; cf. Is. 61:10). Aunque Adán y Eva ya no podían permanecer en el Jardín-Santuario, la presencia de Dios, su gloria shekinah, era accesible en el altar del «Santuario» ubicado afuera del jardín en la puerta oriental, y Dios aún se acercó para comunicarse con sus hijos en falta (Gén. 3:24; 4:3-7). A lo largo de toda la era patriarcal, Dios a menudo se reunió y entró en comunión con sus siervos fieles donde construyeron sus santuarios-altares (por ej., Gén. 22:1-19; 28). EL TABERNÁCULO DEL DESIERTO
Lo que se da como indicio en el Edén terrenal después de la caída de Adán y Eva queda más claro en la circunscripción y servicios del Tabernáculo del desierto. Los servicios del Santuario de Moisés brindaban una expiación real, pero anunciaban una aún mayor por parte de Dios a los israelitas arrepentidos en el desierto, en vista de lo que Cristo lograría durante su encarnación y ministerio celestial. También prefiguraban el plan de salvación. La Biblia llama «tipos» a esas prefiguraciones. Los tipos bíblicos son personas, eventos e instituciones como el Santuario (por lo general en el Antiguo Testamento) que han sido usados por Dios para ayudarnos a anticipar el cumpli-
miento que se dio en Jesús. El Santuario y sus servicios anticipaban lo que Jesús lograría en sus tres actos del drama de la expiación: sacrificio sustitutivo, mediación sacerdotal y juicio investigador/ejecutivo. Los primeros dos actos están representados por los dos altares en el atrio y el Lugar Santo respectivamente: uno de «expiación continua» y el otro de «intercesión perpetua» (Éx. 27:1-8; 30:1-10). La sangre y el incienso son los dos símbolos de sacrificio y mediación. Los sacrificios animales prefiguraban la muerte de Cristo como sustituto de los humanos pecadores. El incienso que ofrecía el sacerdote en el altar del incienso representaba los méritos (o justicia) de Cristo que, como Sumo Sacerdote, imputaba al pecador creyente. El tercer acto del drama de la expiación tenía lugar en el Día de la Expiación [última] (yom hakippurim) al fin del año religioso hebreo, lo que tipificaba el juicio final. A lo largo del año, los pecadores arrepentidos habían experimentado la expiación parcial con Dios por medio de las ofrendas del pecado, pero el Santuario era contaminado por el registro de esos pecados transferido a sus instalaciones (Lev. 4). Esa transferencia de los pecados perdonados al Santuario, la residencia de Dios, significaba que Dios había tomado sobre sí la responsabilidad por esos pecados confesados. En el Día de la Expiación (Lev. 16), el sumo sacerdote asperjaba la sangre, libre de pecado del macho cabrío del Señor, en el Lugar Santo y el Lugar San-
El Santuario celestial es primordialmente la residencia personal de Dios, su hogar, donde invita a sus criaturas a una comunión íntima.
tísimo y en el altar, y purificaba el Santuario. Eso anticipaba la vindicación de Dios, al demostrar su justicia para perdonar a los pecadores arrepentidos por medio de la sangre del sacrificio de Cristo. El Día de la Expiación es un día de juicio investigador cósmico (Lev. 16:29, 31; 23:27-32), en el que los frutos sagrados del pueblo de Dios afirman ante el universo espectador que su fe en la obra de expiación de Cristo es genuina. EL SANTUARIO EN DANIEL 7 AL 9
Las profecías de Daniel 7 al 9 coinciden con los tres actos del drama del Santuario, que ofrecía el momento de las actividades de expiación del Mesías, ordenado desde el efecto a la causa (como es común en el pensamiento hebreo). Revertimos aquí el orden para que encaje en la lógica occidental de causa-efecto. Daniel 9 destaca el sacrificio del Mesías, brindando así el momento profético de la muerte sustitutiva del Mesías, que se produce en medio de la septuagésima semana de la profecía de las setenta semanas, que se calcula según el principio día por año implícito en el texto, para terminar en el año 31 d.C. (vers. 24-27). Daniel 8 se enfoca en el ministerio sacerdotal de mediación de Cristo en el Santuario celestial después de su ascensión. Revela el tiempo del comienzo del Día de Expiación antitípico, en el que el Santuario celestial comenzaría a ser «restaurado/purificado/vindicado» (en hebreo, nitsdaq, en el vers. 14) al fin de los 2300 días (años). Este período comenzó al mismo tiempo que las profecías de las setenta semanas en el año 457 a.C., y terminó el 22 de octubre de 1844, cuando comenzó en el Santuario celestial la obra especial de nitsdaq de Cristo como nuestro Sumo Sacerdote.6 Daniel 7 deja en claro que este antitípico Día de la Expiación es un tiempo de juicio, en el que Dios condena al poder del cuerno pequeño, pero pronuncia un vereImagen: Joshua Eckstein
dicto «en favor de los santos» (vers. 22). El juicio es buenas nuevas para el pueblo de Dios: ¡Dios no solo está con nosotros, sino por nosotros! LA TIPOLOGÍA DEL SANTUARIO EN EL LIBRO DE HEBREOS
Los capítulos centrales de Hebreos (7-10) ofrecen la descripción bíblica más abarcadora del cumplimiento de los símbolos del Santuario en los tres actos del ministerio de expiación de Cristo. En primer lugar, la muerte sacrificial de una vez para siempre de Cristo se presenta como el cumplimiento antitípico de todo el sistema de sacrificios del Antiguo Testamento (10:1-4, 11, 12; 9:13, 25, 26). En segundo lugar, cuando Cristo ingresó al Santuario celestial en su ascensión, entró a inaugurarlo, comenzando oficialmente los servicios como Sacerdote-Rey, para iniciar su ministerio de mediación (tamid) como Sumo Sacerdote en el Lugar Santo: «Puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos» (Heb. 7:25; cf. 10:20). En tercer lugar, desde el punto de vista del apóstol en el siglo I d.C., la obra del juicio en el Día de la Expiación aún se encontraba en el futuro: «Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio, así también Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que lo esperan» (Heb. 9:27, 28; cf. 10:26, 31). El libro de Hebreos no solo describe las actividades de Cristo en el drama de la expiación; también enfatiza de manera única lo que Dios invita a que su pueblo experimente durante este tiempo. En cuatro ocasiones, el autor de Hebreos invita a las personas para que vayan al Santuario celestial: a acercarse «confiadamente al trono de la gracia» (4:16); a entrar «hasta dentro del velo, donde Jesús entró
por nosotros como precursor» (6:19, 20); a tener «libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo» (10:19); y a darse cuenta de que «vosotros, en cambio, os habéis acercado al monte Sión, a la ciudad del Dios vivo, Jerusalén la celestial […], a Jesús, Mediador del nuevo pacto» (12:22-24). Dios no solo nos invita a ir ocasionalmente al Santuario celestial por la fe; somos invitados a la vida del Santuario, experimentando continuamente por fe la presencia gloriosa de Dios en su Santuario celestial.
El Edén terrenal era una copia del Santuario del Edén celestial original.
EL LIBRO DE APOCALIPSIS
El libro de Apocalipsis está saturado de lenguaje del Santuario y está estructurado por siete escenas del Santuario. En estos pasajes está inmerso el mismo drama del Santuario en tres actos que se encuentran en otras partes de las Escrituras. El sacrificio de Cristo es enfatizado en los capítulos 1 al 3. Su obra de mediación como tamid es destacada en los capítulos 4 al 8. El juicio final (Día de la Expiación antitípico) es tema de Apocalipsis 10 al 20, lo que incluye el juicio investigador (11:1, 2, 19; 14:6, 7), el juicio durante el milenio (20:4) y el juicio final ejecutivo sobre los malvados (20:11-15). Una contribución especial del Apocalipsis al mensaje del Santuario es el «panorama completo» del Santuario por la eternidad después del fin del conflicto cósmico, lo que demuestra la experiencia de Emanuel, «Dios con nosotros». Usted podría preguntarse por qué será necesario el Santuario celestial una vez que el plan de AdventistWorld.org Marzo 2022
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Los servicios del Santuario prefiguraban lo que Jesús cumpliría en el drama de expiación al ser: Sacrificio, Sacerdote y Juez.
redención haya sido llevado a cabo con éxito. Se usa Apocalipsis 21:22 para apoyar esta posición, donde Juan registra su visión de la Nueva Jerusalén después del fin del pecado y los pecadores: «En ella no vi Templo, porque el Señor Dios Todopoderoso es su Templo, y el Cordero». Juan no dice que ya no habrá un Templo/Santuario celestial. Esto contradeciría a Apocalipsis 7:15, donde Juan expresa específicamente que los 144 mil redimidos, después del fin del pecado y los pecadores, «están delante del trono de Dios y lo sirven día y noche en su Templo». Por el contrario, en Apocalipsis 21:22, Juan dice que no ve un Templo en la ciudad. Añade que el Señor Dios Todopoderoso y el Cordero son el verdadero Templo. Esto siempre ha sido verdad. En último término, el Templo es donde está Dios; su presencia abarca al Templo último. Pero creo que eso no anula necesariamente la existencia de un Templo en el espacio y el tiempo, en el que Dios habita con su pueblo, así como la gloria de Dios y la luz del Cordero tampoco anulan el sol y la luna (véase Apoc. 14
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El juicio es una buena noticia para el pueblo de Dios: ¡Dios no solo está con nosotros, sino por nosotros!
21:23; 22:1; Is. 30:26; 66:23). En Apocalipsis 21:2 y 3, Juan describe el descenso de la Nueva Jerusalén desde el Cielo a la tierra, y entonces registra la explicación de esa visión proclamada por una fuerte voz celestial: «El Tabernáculo de Dios está ahora con los hombres. Él morará con ellos, ellos serán su pueblo y Dios mismo estará con ellos como su Dios». La Nueva Jerusalén es identificada como el «Tabernáculo de Dios». La palabra griega para «tabernáculo» es skenē, el mismo término usado en la traducción griega del Antiguo Testamento (la Septuaginta) para el Santuario. Juan no vio un Templo en la ciudad porque toda la ciudad era ahora el Santuario de Dios.
Esta interpretación encuentra aún mayor apoyo más adelante en el mismo capítulo. El ángel mide las dimensiones de la ciudad, y Juan brinda un resumen: «su longitud es igual a su anchura»; la forma de un cubo (21:16). El único ítem que se menciona en otras partes de las Escrituras con forma de cubo es el Lugar Santísimo del Santuario. Creo que la Nueva Jerusalén es el Tabernáculo/Santuario de la Tierra Nueva; más exactamente, es el Lugar Santísimo, con el Santuario último –el Señor Dios Todopoderoso y el Cordero– en su centro. El Santuario de la Tierra Nueva –la Nueva Jerusalén– continúa la función original de doxología del Santuario celestial, como el lugar donde los santos sirven en la presencia del Padre y todo el universo va a adorar y a alabar al Rey de reyes y Señor de señores (noten las catorce doxologías diseminadas en el libro). Apocalipsis 21 y 22 describe la vida en la Nueva Jerusalén con un lenguaje referido a la Fiesta de los Tabernáculos (ver Lev. 23:33-43). La tierra renovada será la celebración Imagen: Karl Fredrickson
Juan no vio un Templo en la ciudad porque toda la ciudad era ahora el Santuario de Dios.
de un festival eterno de adoración de la experiencia de Emanuel: el Señor Dios Todopoderoso y el Cordero con nosotros en el Santuario. EL HOGAR ETERNO DE DIOS Y DE NOSOTROS
Juan 14:2 y 3 registra la promesa de Jesús de regresar por segunda vez: «En la casa de mi Padre muchas moradas hay […]; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me voy y os preparo lugar, vendré otra vez y os tomaré a mí mismo, para que donde yo esté, vosotros también estéis». «En la casa de mi Padre». ¿Qué es la «casa» del Padre? A la luz de lo que hemos visto en otras partes de las Escrituras, la casa del Padre en el Cielo es el Santuario celestial. Jesús va a preparar «mansiones» –el griego dice literalmente «habitaciones»– en la
casa del Padre. Aun después de que la Nueva Jerusalén descienda a esta tierra después del milenio, nuestro «hogar en la ciudad» será una «habitación» como una mansión en el Lugar Santísimo del Santuario. En realidad, Dios nos está invitando a que vivamos con él por la eternidad en su casa. La experiencia de Emanuel nunca terminará. Será la experiencia de la presencia cercana de Dios en su Santuario/Templo para siempre. Maranatha: ¡Ven pronto, Señor Jesús! ¡Ya no vemos las horas!
Los adventistas del séptimo día creemos que la profecía de los 2300 días asociada con la purificación del Santuario y descrita en Daniel 8:14 abarca el período significativo del Imperio Medopersa (que comenzó en el año 457 a.C. con la reconstrucción del muro de Jerusalén, basada en Daniel 9:24, 25) y termina en el año 1844 d.C. con la purificación del Santuario celestial y la obra de juicio de Cristo en el tiempo del fin. Para información más detallada, véase Ángel Manuel Rodríguez et. al., Andrews Bible Commentary (Berrien Springs, Mích.: Andrews University Press, 2020), pp. 1036, 1047. 6
Richard M. Davidson es profesor J. N. Andrews de Interpretación del Antiguo Testamento en el Seminario Teológico Adventista de la Universidad Andrews, y vive con su esposa Jo Ann en Eau Claire, Míchigan, Estados Unidos.
Por una información adicional, véase Richard M. Davidson, A Song for the Sanctuary: Experiencing God’s Presence in Shadow and Reality (Silver Spring, Md.: Instituto de Investigaciones Bíblicas; Nampa, Id.: Pacific Press, 2022). 2 Las citas bíblicas pertenecen a la versión Reina-Valera 95® © Sociedades Bíblicas Unidas, 1995. Usada con autorización. 3 Véase Richard M. Davidson, «Earth’s First Sanctuary: Genesis 1-3 and Parallel Creation Accounts», Andrews University Seminary Studies 53/1 (2015): 65-89. 4 «Jubilee», cantado por Michael Card, escrito por Randy Lynn Scruggs y Michael Card, Sparrow Records, 1989. 5 The Seventh-day Adventist Bible Commentary, Ellen G. White Comments, vol. 1, p. 1085. 1
Somos invitados a la vida del Santuario, experimentando continuamente por fe la presencia gloriosa de Dios en su Santuario celestial.
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Espíritu de Profecía
La purificación ¿Qué es y dónde se produce?
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as Escrituras contestan con claridad a la pregunta: ¿Qué es el Santuario? La palabra «Santuario», tal cual la usa la Biblia, se refiere, en primer lugar, al Tabernáculo que construyó Moisés, como figura o imagen de las cosas celestiales; y, en segundo lugar, al «verdadero Tabernáculo» en el Cielo, hacia el cual señalaba el Santuario terrenal. Muerto Cristo, terminó el ritual típico. El «verdadero Tabernáculo» en el Cielo es el Santuario del nuevo pacto. Y como la profecía de Daniel 8:14 se cumple en esta dispensación, el Santuario al cual se refiere debe ser el del nuevo pacto. Cuando terminaron los 2300 días, en 1844, hacía muchos siglos que no había Santuario en la tierra. De manera que la profecía: «Hasta dos mil y trescientas tardes y mañanas; luego el Santuario será purificado», se refiere indudablemente al del Cielo.
figuras de las cosas celestiales fueran purificadas así; pero las cosas celestiales mismas, con mejores sacrificios que estos» (Heb. 9:22, 23), a saber, la preciosa sangre de Cristo. En ambos servicios, el típico y el real, la purificación debe efectuarse con sangre; en aquel con sangre de animales; en este, con la sangre de Cristo. San Pablo dice que la razón por la cual esta purificación debe hacerse con sangre es porque sin derramamiento de sangre no hay remisión. La remisión, o sea el acto de quitar los pecados, es la obra que debe realizarse. ¿Pero cómo podía relacionarse el pecado con el Santuario del Cielo o con el de la tierra? Puede saberse esto estudiando el servicio simbólico, pues los sacerdotes que oficiaban en la tierra ministraban «a lo que es figura y sombra de las cosas celestiales» (Heb. 8:5). LA CEREMONIA
EL PODER DE LA SANGRE
Pero queda aún la pregunta más importante por contestar: ¿Qué es la purificación del Santuario? […]. En el noveno capítulo de la Epístola a los Hebreos, se menciona claramente la purificación de ambos Santuarios el terrenal y el celestial. «Y según la Ley, casi todo es purificado con sangre; y sin derramamiento de sangre no hay remisión. Fue, pues, necesario que las 16
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El servicio del Santuario terrenal consistía en dos partes; los sacerdotes ministraban diariamente en el Lugar Santo, mientras que una vez al año el sumo sacerdote efectuaba un servicio especial de expiación en el Lugar Santísimo, para purificar el Santuario. Día tras día el pecador arrepentido llevaba su ofrenda a la puerta del Tabernáculo, y poniendo la mano sobre la cabeza de la víctima,
confesaba sus pecados, transfiriéndolos así figurativamente de sí mismo a la víctima inocente. Luego se mataba el animal. «Sin derramamiento de sangre», dice el apóstol, no hay remisión de pecados. «La vida de la carne en la sangre está» (Lev. 17:11). La Ley de Dios quebrantada exigía la vida del transgresor. La sangre, que representaba la vida comprometida del pecador, cuya culpa cargaba la víctima, la llevaba el sacerdote al Lugar Santo y la salpicaba ante el velo, detrás del cual estaba el arca que contenía la Ley que el pecador había transgredido. Mediante esta ceremonia, el pecado era transferido figurativamente, por intermedio de la sangre, al Santuario. En ciertos casos, la sangre no era llevada al Lugar Santo; pero el sacerdote debía entonces comer la carne, como Moisés lo había mandado a los hijos de Aarón, diciendo: «Él os la dio para llevar el pecado de la comunidad» (Lev. 10:17). Ambas ceremonias simbolizaban por igual la transferencia del pecado del penitente al Santuario […]. Dios mandó que se hiciera una expiación por cada uno de los departamentos sagrados. «Así purificará el Santuario […]. De la misma manera hará también con el Tabernáculo de reunión, que está entre ellos en medio de sus impurezas» (Lev. 16:16). Debía hacerse también una expiación por el altar: «Así lo limpiará y lo santificará de las impurezas de los hijos de Israel» (Lev. 16:19, VM).
Lo adventistas creemos que Elena White (1827-1915) ejerció el don bíblico de profecía durante más de setenta años de ministerio público. Este pasaje ha sido extraído de su libro El conflicto de los siglos (Doral, Fl.: Asoc. Publ. Interamericana, 2007), pp. 412, 413.
Fotografía: Diana Poleckina
Voces jóvenes
La enfermedad, la vacuna y la solución «
T
us resultados de la prueba del Covid-19 dieron positivos», dijo mi esposa al darme la noticia dos días antes de nuestro viaje navideño para ver a la familia. Me quedé totalmente helado. Ahora entendía todo. Esa sensación de ardor en la garganta, la fatiga, la tos seca, los dolores musculares y en las articulaciones que había experimentado por días. ¡Todo tenía sentido! Dado que soy médico en enfermedades infecciosas, había tratado a cientos de pacientes de Covid-19 en los últimos dos años de la mortal pandemia. Ahora era mi turno de ser paciente. El médico se convierte en paciente. Esto se va a poner interesante. Al haberme contagiado con la variante ómicron, que es altamente transmisible, tuve que aislarme de mis seres queridos para no contagiarlos. Eso significó que no pude pasar tiempo con mis padres y abuelos en Navidad, como ha sido la tradición de mi familia. Por primera vez en la vida, pasé Navidad en cama, sintiéndome por el suelo, tanto física como emocionalmente. Solo, desanimado y aislado fue aún más difícil de soportar que los dolores que sentía. Como sucede con muchos en todo el mundo, no se puede subestimar el impacto del Covid-19 sobre la salud mental. Me había dado las dosis de la vacuna seis meses antes del diagnóstico, y eso jugó un papel importante en mi rápida recuperación de la enfermedad una vez que la contraje. En siete días terminó el período de aislamiento, y me encaminé hacia una recuperación completa. Las publicaciones científicas han confirmado el papel de la vacunación para reducir la severidad de los síntomas y prevenir la muerte, además de acelerar la recuperación. Así es como funciona la vacuna. Mucho antes de tener la enfermedad, mi cuerpo había sido preparado para sanar. Mucho antes de que se le diagnosticara a la humanidad la enfermedad moral llamada pecado, Dios ya había creado la vacuna para esa pandemia: el
plan de redención. Este bien pensado plan había sido establecido mediante Jesucristo, para nosotros, «antes de la fundación del mundo» (Efe. 1:4). Cuando Adán y Eva cayeron, Dios les explicó la oferta de la vacuna para sanarlos. Miles de años después, Cristo mismo heriría al pecado y a Satanás para siempre (Gén. 3:15). Se les explicó a los israelitas, los descendientes de Adán, la manera en que se llevaría a cabo este plan, mediante los planos del Santuario. Como lo expresó David: «Dios, santo es tu camino» (Sal. 77:13). Los procedimientos, las ceremonias y la estructura del Santuario señalaban al ministerio futuro de Cristo. Asimismo, el Santuario era un lugar de sanación para los pacientes humanos que sufrían de enfermedades contagiosas. Cuando los enfermos habían quedado aislados de sus familias y comunidad durante un mínimo de siete días (como fue en mi caso), iban al Santuario y se presentaban ante el sacerdote, que los declaraba sanos y listos para reintegrarse a la sociedad (compare con algunos ejemplos de enfermedades de la piel en Lev. 13). Esos pensamientos me fueron de gran consuelo durante mi enfermedad, y aun después, cuando recibí la vacuna de refuerzo. Sabía que, a pesar de sentirme aislado, tenía un Sumo Sacerdote en el Santuario celestial que promete no dejarnos ni abandonarnos jamás mientras intercede en nuestro favor (Heb. 4:14-16; 13:5). Cristo, que es la vacuna para el pecado, la enfermedad más mortal de todas, busca declararnos sanos aun antes de que caigamos. ¿Cómo logró hacer esto por nosotros? «Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros seamos justicia de Dios en él» (2 Cor. 5:21). Nuestro gran Médico se convirtió en paciente.
Frederick Kimani es un médico consultor en Nairobi, Kenia.
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F
Perspectiva mundial
Me erigirán un Santuario Y habitaré en medio de ellos
ue una noche inolvidable. Una noche que ha perdurado por las edades como símbolo de liberación y triunfo. La tan conocida historia, registrada en Éxodo 14, cuenta cómo los recién liberados hijos de Israel pasaron del horror al éxtasis, cuando Dios los libró del ejército egipcio que los perseguía. Al abrirles el Mar Rojo los llevó a tierra firme del otro lado, y cuando hizo que el mar se desplomara sobre el faraón y sus seiscientos jinetes y carros escogidos, todos ellos se ahogaron. Después de esa increíble experiencia, el Espíritu Santo inspiró a Moisés para que dirigiera a los hijos de Israel en uno de los cánticos más sublimes de las Escrituras. Conocido como «el cántico de Moisés», comienza en Éxodo 15:1 y 2: «Cantaré yo a Jehová, porque se ha cubierto de gloria; ha echado en el mar al caballo y al jinete. Jehová es mi fortaleza y mi cántico. Ha sido mi salvación». El cántico cuenta la historia de la liberación divina y anticipa proféticamente la conquista de Canaán, y el momento en que Dios llevaría a su pueblo a «Tú los introducirás y los plantarás en el monte de tu heredad, en el lugar donde has preparado, oh Jehová, tu morada, en el Santuario que tus manos, oh Jehová, han afirmado» (vers. 17). Es en este pasaje profético que las Escrituras hablan por primera vez de un «Santuario», en referencia aquí al lugar santo del Monte Moria, conocido más tarde como el Monte Sión. También anticipa el tiempo en que el pueblo de Dios habitará con él en la Santa Ciudad, la Nueva Jerusalén. Hasta entonces, sin embargo, Dios aún anhelaba estar con su pueblo. Por ello, según lo registra Éxodo 25, invitó al pueblo a llevar ofrendas de «oro, plata y bronce» (vers. 3), junto con otros muchos artículos preciosos (vers. 4-7). Le dice a Moisés: «Me erigirán un Santuario, y habitaré en medio de ellos» (vers. 8). UN LUGAR DONDE HABITAR
Este Santuario no era fruto del diseño humano, porque Dios mismo brindó el modelo que tenían que seguir, dando detalles muy específicos, según lo registra Éxodo 25 a 28. Esta residencia especial llegó a ser conocida como «el Santuario del desierto». Diseñado según el modelo del Santuario Imagen: iStock / Getty Images Plus / Getty Images
celestial, servía como una ilustración vívida del plan de salvación. Cada aspecto de sus servicios, cada detalle del amoblamiento, cada artículo de los sacerdotes era rico en significado. Estaba diseñado para enseñar al mundo acerca de la muerte de Cristo sobre la cruz, por nuestros pecados, y la transferencia última del pecado sobre quien lo merece: Satanás. Mediante la iniciación del servicio del Santuario terrenal, Dios enseñó al mundo cómo Cristo trataría con el problema del pecado y se haría cargo del juicio. Cientos de años después del establecimiento del Santuario del desierto, Asaf, músico y director de coro del rey David, proclamó: «Dios, santo es tu camino; ¿qué dios es grande como nuestro Dios? Tú eres el Dios que hace maravillas» (Sal. 77:13, 14). La significación del Santuario es un tema presente en muchos de los salmos. «Jehová te escuche en el día de conflicto […]. Te envíe ayuda desde el Santuario y desde Sión te sostenga. Traiga a la memoria todas tus ofrendas y acepte tu holocausto» (Sal. 20:1-3). Y en el Salmos 96:6, leemos: «¡Alabanza y magnificencia delante de él! ¡Poder y hermosura en su Santuario!». Los servicios que se habían llevado a cabo en el Santuario del desierto continuaron en el Templo de Salomón, y más tarde en lo que se conoció como el «Segundo Templo», reconstruido después de los setenta años de la cautividad de Babilonia. EL TIPO Y EL ANTITIPO
Fue en ese edificio, agrandado por Herodes el Grande, donde el joven Jesús fue testigo por primera vez de los inspiradores servicios del Santuario. «Vio a los sacerdotes de albos vestidos cumplir su solemne ministerio. Contempló la sangrante víctima sobre el altar del sacrificio. Juntamente con los adoradores, se inclinó en oración mientras que la nube de incienso ascendía delante de Dios. Presenció los impresionantes ritos del servicio pascual. Día tras día, veía más claramente su significado. Todo acto parecía ligado con su propia vida […]. El misterio de su misión se estaba revelando al Salvador».1 Veintiún años después de esa primera visita al Templo, Cristo mismo fue el Cordero de Pascuas. El tipo encontró su antitipo; la cortina del Templo fue rasgada de arriba hacia abajo (véase Mat. 27:51), indicando que el propósito de los servicios del Santuario terrenal había sido cumplido y ya no era necesario. MINISTERIO COMO SUMO SACERDOTE
Después de su resurrección, Cristo ascendió al Cielo y comenzó su ministerio especial intercediendo por nosotros como nuestro Sumo Sacerdote. En Hebreos 4:14 al 16 leemos: «Por tanto, teniendo un gran Sumo Sacerdote que traspasó los cielos, Jesús el Hijo de Dios, retengamos nuestra profesión. No tenemos un Sumo Sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado. Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia,
La doctrina del Santuario y el juicio son importantes razones teológicas por las que los adventistas nos involucramos en la misión. para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro». Ese fue el resultado salvífico de la cruz y los clavos. Leemos en Hebreos 6:19 que Cristo ingresó «hasta dentro del velo» en el Lugar Santo, llevando a cabo su trabajo de mediación durante dieciocho siglos. Entonces, de conformidad con la profecía de Daniel 8:14, que dice «hasta dos mil trescientas tardes y mañanas; luego el Santuario será purificado», ingresó al Lugar Santísimo para comenzar su obra final de juicio y ministerio en nuestro favor. «Este ministerio siguió efectuándose durante dieciocho siglos en el primer departamento del Santuario. La sangre de Cristo, ofrecida en beneficio de los creyentes arrepentidos, les aseguraba perdón y aceptación cerca del Padre, pero no obstante sus pecados permanecían inscritos en los libros de registro. Como en el servicio típico había una obra de expiación al fin del año, así también, antes de que la obra de Cristo para la redención de los hombres se complete, queda por hacer una obra de expiación para quitar el pecado del Santuario. Este es el servicio que empezó cuando terminaron los 2300 días. Entonces, así como lo había anunciado Daniel el profeta, nuestro Sumo Sacerdote entró en el Lugar Santísimo, para cumplir la última parte de su solemne obra: la purificación del Santuario».2 Ahora estamos viviendo durante la obra final de Cristo: la purificación del Santuario, el juicio. La doctrina del Santuario y el juicio son importantes razones teológicas por las que los adventistas nos involucramos en la misión. Pronto, Cristo regresará y colocará el castigo final sobre Satanás. La sangre de Jesucristo, nuestro sacrificio en la cruz, y el ministerio de Jesucristo, nuestro Sumo Sacerdote en el Santuario celestial, tienen un propósito: que usted y yo, y todos los que nos entregamos a él, confesemos nuestros pecados y lo aceptemos como Salvador, arreglemos las cuentas con Dios, y tengamos vida eterna. No tenemos que temer el juicio si conocemos al Cordero, si conocemos al Sumo Sacerdote, si conocemos al Rey que pronto regresará. 1 2
Elena White, El Deseado de todas las gentes (Mountain View, Calif.: Pacific Press, Pub. Assn., 1955), p. 57. Elena White, El gran conflicto (Doral, Fl.: Asoc. Publ. Interamericana, 2007), p. 415.
Ted N. C. Wilson es presidente de la Iglesia Adventista mundial. Se pueden consultar artículos y comentarios adicionales de la presidencia en Twitter: @pastortedwilson, y en Facebook: @Pastor Ted Wilson. AdventistWorld.org Marzo 2022
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Devocional
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uestros padres nos decían: «No aceptes ninguna golosina de alguien que no conoces»; y «no aceptes que un extraño te lleve a algún lado»; y «no hables con extraños». Sin embargo, si estamos en el lugar del «extraño» queremos que alguien nos hable. Tarde o temprano, estaremos en lugar de ellos. Los extraños (forasteros o extranjeros) son personas cuyos aspectos, o ropas, o costumbres, o acentos, u ocupación, o nivel de educación no coinciden con los de la comunidad que los rodea. No obstante, todos hemos sido extranjeros en uno u otro momento. ¿Recuerda la experiencia de ser extranjero? ¿Cuánto tiempo pasó adivinando dónde ir o qué hacer antes de que alguien le mostrara hospitalidad, o simplemente bondad? Quizá es tiempo de dejar de lado el miedo a los extraños y no pasar de largo sino abrirles las reservas de bondad
de nuestro corazón. ¿Puede ser que un desconocido o un extranjero sea el desfibrilador de Dios para el reavivamiento personal por el que hemos estado orando? He aquí seis razones por las que Dios nos pide que amemos al que no conocemos, al foráneo, al extranjero: 1. Las noticias diarias nos dan razones para ser precavidos hacia los desconocidos o extraños, mientras que las Buenas Nuevas son una razón para mostrarnos compasivos. Dios nos insta a amar a los demás porque él los
ama. Nos ama a todos, y todos nosotros nos hemos alejado de él. Al aceptar el desafío de amar a los foráneos (y sí que es un desafío), emulamos el carácter de Dios. Al rechazar las oportunidades de hacerlo, caemos dentro de su amonestación: «Hace justicia al huérfano y a la viuda, que ama también al extranjero y le da pan y vestido» (Deut. 10:18), y «testificaré sin vacilar […] contra los que hacen injusticia al extranjero» (Mal. 3:5).
Los desfibriladores humanos de Dios Seis maneras de transformar nuestra vida mediante el amor hacia los extraños
2. Amar a los foráneos cultiva nuestra memoria y ejercita nuestra inteligencia empática. «Como a uno de
vosotros trataréis al extranjero que habite entre vosotros, y lo amarás como a ti mismo, porque extranjeros fuisteis en la tierra de Egipto» (Lev. 19:34). Y también: «No oprimirás al extranjero, porque vosotros sabéis cómo es el alma del extranjero, ya que extranjeros fuisteis en la tierra de Egipto» (Éx. 23:9). ¿Qué pasaría si, cuando desconocidos o extranjeros se cruzan en nuestro camino, los vemos como recordatorios de que una vez fuimos nuevos («extranjeros») en una escuela? Fuimos nuevos en una comunidad, acaso rodeada de vecinos con los cuales no parecíamos tener mucho en común. Fuimos nuevos en un trabajo, procurando saber cómo movernos dentro del edificio. Fuimos nuevos en una iglesia, en la que nadie nos dijo «Buen día» o nos dio un abrazo, un apretón de manos o siquiera nos señaló dónde estaba el baño. Fuimos «extranjeros», y Dios quiere que ese recuerdo nos motive para alcanzar a otros. 3. Amar a los extranjeros es una expresión de verdadera adoración. No hay verdadero ayuno y oración u obser-
vancia del sábado si no amamos a los extranjeros dentro de nuestras puertas (Deut. 5:14, 15; Isa. 58). Nuestros diezmos y ofrendas no hacen la diferencia en el Cielo en comparación con cuestiones de peso como la justicia, la misericordia y la fe (Mat. 23:23). A Dios no le impresiona una ostentación religiosa que carece de amor por el prójimo. ¿Por qué? Los extranjeros son parte del «cuarteto de los vulnerables».1 Dios expresa repetidamente una afinidad especial hacia esos cuatro grupos en pasajes como: «Así habló Jehová de los ejércitos: “Juzgad conforme a la verdad; haced misericordia y piedad cada cual con su hermano; no oprimáis a la viuda, al huérfano, al extranjero ni al pobre […]”. Pero no quisieron escuchar, sino que volvieron la espalda y se taparon los oídos para no oír […]. Y aconteció que, así como él clamó y no escucharon, también ellos clamaron y yo no escuché, dice Jehová de los ejércitos» (Zac. 7:9-13). 4. Amar a los forasteros demuestra nuestro amor por Cristo y cuán listos estamos para vivir en el reino.
«Venid, benditos de mi Padre, heredad el Reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo, porque […] fui forastero y me recogisteis […]. De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis» (Mat. 25:34-40). ¿Qué pasaría si, cuando vemos personas que parecen no tener nada que ofrecernos, sentimos repentinamente la mirada de aquel que es la fuente de todo lo que tenemos? ¿Qué si, en lugar de pensar que solo compartimos nuestra abundancia con unos desconocidos, vemos que Jesús nos alcanza para levantarnos de nuestra pobreza espiritual? 5. El Antiguo Testamento y también el Nuevo nos recuerdan que somos extranje-
Fotografía: PeopleImages/iStock/Getty Images Plus/Getty Images
¿Confiamos realmente en Dios como nuestro guía de confianza en este mundo? ¿Confiamos en que Cristo se ha ocupado de la legalidad de nuestra documentación en el Cielo? ros en este mundo, ocupando sin pagar una tierra que le pertenece a Dios, mientras esperamos un mundo mejor. «La tierra no se venderá a perpetuidad, porque la
tierra mía es, y vosotros como forasteros y extranjeros sois para mí» (Lev. 25:23). «Pero nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo» (Fil. 3:20). ¿Confiamos realmente en Dios como nuestro guía de confianza en este mundo? ¿Confiamos en que Cristo se ha ocupado de la legalidad de nuestra documentación en el Cielo? ¿Muestra nuestra generosidad que nos vemos y que vemos nuestras pertenencias como posesiones de Dios? ¿Creemos que su hospitalidad celestial supera la hospitalidad que él espera que mostremos? 6. Las recompensas no se limitan a promesas de bendiciones futuras. Como sostiene el teólogo Miroslav
Volf en Exclusion and Embrace [Exclusión y aceptación], «Puede no ser demasiado afirmar que el futuro de nuestro mundo dependerá de lo que hagamos ante la identidad y la diferencia. Es un tema urgente. Los guetos y campos de batalla del mundo, en las salas, las ciudades o las cordilleras, testifican indudablemente de su importancia».2 En un mundo actualmente convulsionado por la exclusión violenta de los extranjeros, podemos ofrecer los valores contrastantes del mundo venidero. Al abrazar a los extranjeros, somos la prueba viviente de que el sacrificio de Cristo ha «derribado la pared intermedia de separación» entre los extranjeros de diversos trasfondos (Efe. 2:14). ¿Podría existir una defensa más poderosa para tener fe en Jesús? Además, nuestros hogares terrenales se volverán atractivos para los invitados celestiales (Heb. 13:2). La paz, la reconciliación social y la visitación angélica están ahora disponibles si invitamos a Cristo para que dé una sacudida a la corriente espiritual de nuestro corazón mediante el amor a los extranjeros. Nicholas Wolterstorff, Justice: Rights and Wrongs (Princeton, New Jersey: Princeton University Press, 2010), p. 76. Miroslav Volf, Exclusion and Embrace: A Theological Exploration of Identity, Otherness, and Reconciliation (Nashville, Tennessee: Abingdon Press, 2019), p. 9. 1 2
Carl McRoy es director de Ministerios de Publicaciones en la División Norteamericana y vive en Maryland, Estados Unidos.
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Los hermanos Campbell (de izq. a der.): Frank, Nestor, Nills y Alvin
Fe en acción
La fe de nuestros padres* Uno se quedó, otro se fue
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mbos muchachos permanecieron en la solemne ceremonia bautismal, entusiasmados al contemplar el paso que darían pronto. No obstante, ¿qué haría que Alvin, el mayor, se quedara, mientras que Frank, el menor, se alejara? El pastor Riley S. J. Caesar estaba llevando a cabo una serie de reuniones de evangelización en una pequeña comunidad rural de Guyana, en Sudamérica. Alvin y Frank recibieron la invitación de asistir. Era fines de 1959, y Alvin recuerda vívidamente que era un miércoles de noche. Los jóvenes, que ahora tienen 79 y 75 años, cuentan del fervor con el que el pastor dio el mensaje que aún repercute en sus mentes como una vieja y sonora campana. Frank recuerda el lúcido mensaje que distinguía a los adventistas de los Hermanos Cristianos, la congregación a la que asistía en ese entonces. Los adventistas observaban el sábado. Ese mensaje lo intrigaba. EL CAMINO DE ALVIN
¿Por qué Alvin siguió siendo adventista? Él mismo responde: «Estaba bien preparado para la vida adventista» y acto seguido rememora afectuosamente los esfuerzos de Caesar por asegurarse de que los futuros miembros recibieran una perspectiva teológica completa de esta nueva iglesia. Aunque Alvin estaba comenzando su nuevo camino, se había encontrado con la enseñanza del sábado de una manera extremadamente insólita. Cuando se le preguntó dónde aprendió por primera vez sobre el sábado, su respuesta fue una carcajada: «Con mi maestro de la escuela dominical». Había corrido a su casa para contarle a su familia que el maestro le estaba enseñando sobre el sábado. La respuesta que recibió de su tía lo confundió: «¡Tiene razón!» Dado que su tía también guardaba devotamente el domingo, Alvin se quedó con muchísimas preguntas. ¿Por qué esos dos modelos en su vida lo animaban a guardar el séptimo día como día de reposo, mientras seguían guardando fielmente el domingo? Su tía recibió en cierta ocasión una invitación de «los adventistas» y decidió enviar a todos los niños, pero ese sábado de mañana, Alvin deliberadamente 22
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Cortesía de Messenger
amarró una de las vacas más fuertes con una soga podrida. Al enterarse por Alvin de que una vaca se había escapado y que esta podía dañar las cosechas de los agricultores, la tía lo envió a buscar la vaca. «Sabía dónde estaba la vaca. Ruby estaba cerca de la casa», recuerda Alvin quien había pasado todo el tiempo de la Escuela Sabática observando cómo Ruby pastaba tranquilamente. Estaba confundido por los mensajes contradictorios que recibía, y así fue como respondió su cerebro adolescente. El sábado 26 de diciembre de 1959, tanto Alvin, que es mi padre, como mi tío Frank fueron bautizados. La iglesia no tenía bautisterio, por lo que fueron sumergidos en un canal. ¿Qué hizo que mi padre Alvin permaneciera en la iglesia? Papá recuerda que él y su hermano asumieron cargos importantes en la iglesia. Él se convirtió en líder de jóvenes a los dieciocho años. «El pastor nos apoyó y orientó, teniendo en cuenta que éramos nuevos conversos», dice. Asimismo, papá cuenta que dio estudios bíblicos a otros candidatos
poco después de su bautismo, lo que fomentó su amor por la Palabra y reforzó las doctrinas bíblicas que había estudiado durante la clase de miembros nuevos. Los alentaban a que invitaran a otros a las campañas de evangelización, y Alvin fue a buscar a amigos de aldeas alejadas y los transportó en su bicicleta. El pastor Caesar lo había convencido de que la Gran Comisión de Mateo 28 no solo tenía que ser memorizada sino también vivida. Poco después, Alvin procuró alzar a la hijita del pastor en la iglesia. Para su sorpresa, la niña era mucho más pesada de lo que parecía. Su familia era vegetariana, y como le habían dicho que los vegetarianos eran débiles y escuálidos, quedó atónito. Aprendió que el vegetarianismo y la fuerza no eran excluyentes. Se propuso entonces seguir la dieta del Edén. Aunque enfrentó muchos desafíos para sostenerla, siguió siendo vegetariano. EL CAMINO DE FRANK
El tío Frank también dio estudios bíblicos a los nuevos conversos y participó de las actividades de la iglesia. No obstante tiempo después eligió una vida de hijo pródigo. Evitaba visitar a sus familiares para que no lo amonestaran por su vida licenciosa. ¿Qué hizo que Frank se alejara del camino? Aunque se apartó de su nueva fe, alcanzó logros académicos y se involucró en política. Fue el embajador más joven de su país, y el primer embajador residente en Cuba. También fue Ministro de Información, representando al entonces presidente de Guyana, Forbes Burnham, en muchos encuentros diplomáticos. Durante esos años, asistía a la iglesia solo para funerales, bodas y dedicaciones de niños. Había perdido el «primer amor» que menciona Apocalipsis 2:4. Para cuando yo nací en 1979, el tío Frank era muy conocido, y a medida que yo crecía, también se incrementaba mi admiración por él. Recuerdo
que en el pueblo contaban de sus visitas en un helicóptero que aterrizaba en un campo cercano. Escuché esa historia varias veces, y cada vez que lo hacía, mi gozo y satisfacción aumentaban aún más. En mi juventud, comencé a comprender las verdades del cristianismo, y mi corazón se sintió apenado por el tío Frank. No era el único: papa oraba por él en el culto familiar. El Espíritu Santo estaba interviniendo en la vida del tío y comenzó a leer la Biblia y entonar himnos de un himnario que mi madre le había dado. El Espíritu impresionó su corazón, y comenzó a buscar una iglesia. De manera extraña, no eligió una iglesia adventista o la que él frecuentaba antes de bautizarse. Su objetivo era hallar una iglesia donde no sintiera la presión de ser «santo» durante toda la semana. El trabajo del tío Frank como corresponsal principal de la oficina del Servicio de Prensa de las Naciones Unidas lo llevó a vivir en Estados Unidos, y allí halló una iglesia presbiteriana. Disfrutó de riqueza musical, sermones y hasta de deliciosos bocados, y eso lo llevó a asistir todas las semanas. Lo convencieron de bautizarse como presbiteriano, pero las circunstancias, divinamente orquestadas, lo llevaron a sumarse a su familia en Canadá. Aunque en este país asistió a muchas iglesias, se sintió cómodo solo en la Iglesia Adventista. Al pedir que Dios le diera discernimiento, escuchó que él le decía: «¡Quédate donde estás!» Tomó entonces la osada decisión de rededicar su vida mediante el bautismo. La noticia me llenó de gozo. Después de su rebautismo, recibió material que lo ayudó a comprender plenamente la verdad del sábado. Un amigo le entregó un libro que tenía respuestas a preguntas bíblicas difíciles. Hoy día, Frank, además de escribir para varias publicaciones adventistas, ha escrito las palabras de un himno
que Dios inspiró en su corazón mientras caminaba por un parque un sábado por la tarde. El himno «Me pregunto»1 ha inspirado a muchos músicos renombrados y congregaciones adventistas. El hecho de que nunca había sido conocido por el don de la música es evidencia de que esas palabras fueron un regalo de Dios. Este detalle es interesante ya que al tío le habían dicho desde chico que cantar no era uno de sus talentos. Hoy en día Frank Campbell cumple la función de anciano en una de las iglesias adventistas de Ontario (Canadá), y dedica tiempo a interceder por sus familiares. Frank, el que se fue, ha regresado para quedarse. ¡La fe de estos dos hombres ha impactado mi fe! Este artículo fue publicado originalmente en Messenger, en noviembre de 2021. Artículo y fotografía reproducidos con autorización. *
Blondelle Campbell ha sido educadora durante veinticinco años y es directora de la única Escuela Adventista en Guyana. Tiene dos hijos adultos y le encanta servir a otros en su iglesia local.
Para escuchar Puede descargar el himno «Me pregunto» en https:// www.adventist world. org/i-ask-myself/ o escaneando el código QR con un teléfono inteligente.
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Mirada al pasado
En momentos de duelo Cómo Elena White procesó las pérdidas inesperadas
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os últimos dos años han estados llenos de angustia y pérdida. Más allá del dolor de perder a un ser querido, muchos aún están procesando el confuso remolino de emociones que producen las carreras alteradas, los planes modificados y los sueños sin realizar debido al caos de la pandemia. Puede resultar difícil avanzar en medio de la neblina de esta realidad. Después de una muerte rápida y significativa de un miembro de una de mis congregaciones, mi mente gravitó hacia una declaración que una vez colgaba en la pared de la casa de mis suegros. Eran las tiernas palabras escritas por Elena White, la cofundadora de la Iglesia Adventista, cuando sepultó a su esposo y compañero en el ministerio. Allí estaban, enmarcadas y visibles, como aliento después de un trágico accidente que se cobró a uno de los amigos de mis suegros. Me pregunté: ¿Puede la experiencia personal y el consejo inspirado de Elena White orientar a los que luchan por procesar sus propias pérdidas? UN PESO ABRUMADOR
Mientras viajaba en carruaje desde Battle Creek a Charlotte (Míchigan) para un fin de semana de predicaciones con su esposo, Elena White se sintió impresionada por cómo Dios lo había restaurado. Jaime había experimentado severos inconvenientes por un derrame que había sufrido quince años antes, pero ahora pensaba con claridad, se movía libremente y hablaba con energía. Elena registra que él dijo: «Ahora que Dios me ha renovado fuerza física y mental, siento que puedo servir a su causa como nunca antes».1 Entonces hicieron planes de viajar a Colorado y a la costa del
Pacífico, lo que les brindaría amplio tiempo para escribir. Más allá de eso, Elena White expresó: «Esperábamos permanecer juntos para presenciar la finalización triunfante de la obra».2 Jaime sufrió un poco de exposición al frío debido a una tormenta inesperada en ese viaje de verano, pero no se preocupó por ello. Al sábado siguiente, introdujo los cultos en el Tabernáculo de Battle Creek con cánticos y oración. Para el lunes, sin embargo, se sintió enfermo y, después de seis días internado en el Sanatorio de Battle Creek, exhaló su último suspiro. Con la esperanza destrozada, su esposa escribió: «El protector elegido de mi juventud, el compañero de mi vida, el copartícipe de mis labores y aflicciones, fue arrebatado de mi lado, y fui dejada sola para terminar mi obra y para continuar peleando la batalla».3 «La conmoción por la muerte de mi esposo —tan repentina, tan inesperada— cayó encima de mí como un peso abrumador».4 LA PERSPECTIVA DE LA ETERNIDAD
No era la primera vez que Elena White enfrentaba una pérdida significativa. Su hijo menor, Herbert, había muerto de bebé en diciembre de 1860. Solo tres años después, perdieron a su hijo mayor, Henry, a los dieciséis años. Ambos padres y los dos hijos restantes lloraron la muerte del menor y también la del mayor, del que extrañaban profundamente sus cánticos.5 Ante cada pérdida, sin embargo, White fijó sus ojos en la resurrección de la segunda venida de Cristo. Siguiendo el consejo de Pablo a la iglesia de Tesalónica, no se entristeció «como los que no tienen esperanza». Sabía el estado del ser humano en la muerte y la promesa de la resurrección. Fijó sus ojos en la realidad de que el sueño terrenal de la muerte pronto se revertirá para los que aman a Jesús. En cierto momento de su ministerio, aconsejó a un ministro afligido Fotografía: Claudia Wolff
que «abrazaba la congoja en su pecho» […], se espaciaba en ella, y permitía que su mente y pensamientos se enfrascaran en su dolor».6 Al hallarse en la misma posición, White escribió: «Siento hondamente la pérdida, pero no me atrevo a entregarme a una congoja inútil».7 White no negó la realidad del dolor en la experiencia de otros o aun en la suya. No minimizó la importancia de procesar esos sentimientos complejos. A pesar de ello, marcó una distinción entre la tendencia a llorar la pérdida con la angustia egoísta y obsesiva para la cual no hay remedio, y llorar a la luz de las promesas de Dios cuya intención es darnos la esperanza de que los días de llanto se trocarán en gozo. Por fe en la Palabra de Dios, es también una experiencia que podemos tener hoy. DE REGRESO A LA OBRA
Elena White llegó a un momento en que pudo mirar «con placer su lugar de reposo», anticipando que su esposo pronto saldría del sepulcro. Con esa renovada paz, decidió honrar la memoria de su esposo al continuar con la obra que Dios le había encomendado. Aunque al comienzo lamentó la realidad de avanzar sin su compañero, resolvió finalmente asumir la tarea de su vida sola, pero con la plena confianza de que el Redentor estaría con ella.8 En efecto, se concentró en la obra que se le había asignado. Diez años después de la muerte de Jaime, abordó un barco en dirección a Australia, donde estableció nuevos ministerios y escribió importantes libros. Más allá de cumplir ciertas tareas, deseaba que su ministerio estuviera caracterizado por la bondad, la cortesía y la paciencia. Su propio duelo la volvió más sensible a las luchas de los vivos. UN DESAFÍO PARA LOS VIVOS
White se refiere a dos maneras prácticas en que podemos procesar
Las cicatrices del dolor humano solo serán sanadas plenamente cuando el Sol de Justicia se levante con sanación en sus alas. el dolor. En primer lugar, nos impulsa a una mayor resistencia al pecado y los poderes de las tinieblas, que traen muerte y pérdida. En segundo lugar, nos anima a servir a Cristo con mayor entusiasmo, sabiendo que las cicatrices del dolor humano solo serán sanadas plenamente cuando el Sol de Justicia se levante con sanación en sus alas (véase Mal. 4:2). Durante un momento de amplia pérdida y dolor, esas palabras que los padres de mi esposa pusieron en la pared en forma de cuadro ofrecen un desafío y un paso positivo en el camino hacia la sanación: «La mejor manera en que yo y mis hijos podemos honrar la memoria del que ha caído –escribió White – es asumir la obra que él dejó y, con el poder de Jesús, llevarla hasta su terminación».9 Nosotros también podemos honrar a los que hemos perdido, al avanzar con un propósito renovado, deseando ver otra vez sus rostros y, por sobre todo, el rostro de nuestro Redentor, que lo hará todo posible. Elena G. White, Notas biográficas, p. 275. Ibíd., p. 273. Ibíd. 4 Ibíd., p. 278. 5 Elena White, Testimonios para la iglesia, t. 1, p. 100. 6 Elena White, Carta 1, 1883, pár. 12. 7 Notas biográficas, p. 280. 8 Ibíd. 9 Ibíd. 1 2 3
Jarod Thomas es pastor adventista de dos congregaciones en los alrededores de Detroit, Míchigan, Estados Unidos.
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Respuesta a preguntas bíblicas
El Dios que «come» y comparte P R
La Biblia habla del alimento de Dios. ¿Significa eso que Dios necesita comer? En el libro de Levítico, es fácil hallar referencias al alimento de Dios. El libro da la impresión de que Dios comía los sacrificios y las ofrendas de los israelitas. Permítanme responder a la pregunta usando tres conceptos básicos. 1. ALIMENTOS Y SACRIFICIOS
Las referencias al alimento de Dios se hallan en el contexto del sistema de sacrificios de Israel. Los sacrificios eran llamados «alimentos para su Dios» (Lev. 21:6, 8, 17, 21, NTV), o «alimento santo» (21:22, NVI). El altar de las ofrendas quemadas está designado como «la mesa que está delante del Señor» (Eze. 41:22), «mi mesa» (44:16) y «la mesa del Señor» (Mal. 1:7, 12). El lenguaje utilizado en estos pasajes habla del alimento servido en una mesa para que alguien lo coma. El tabernáculo mismo es, propiamente hablando, la casa del Señor, con una mesa sobre la cual se colocaba el pan y el incienso delante del Señor una vez por semana (Lev. 24:5-7). 2. DIOS NO CONSUME ALIMENTO
Aunque los sacrificios son llamados «el alimento de Dios», jamás se dice que Dios consumió ese alimento. En efecto, Dios niega enfáticamente comer la carne de los sacrificios: «Si yo tuviera hambre, no te lo diría a ti, porque mío es el mundo y su plenitud. ¿He de comer yo carne de toros o beber sangre de machos cabríos?» (Sal. 50:12, 13). La respuesta: «¡Por supuesto que no!» El que creó los cielos y la tierra, el que tiene existencia propia, no tiene necesidad de alimento. Los dioses
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paganos tenían necesidades naturales y, si los adoradores proveían para sus necesidades, los dioses les darían lo que quisieran. Este tipo de sistema de sacrificios era una manera de pacificar y manipular a los dioses. No así en Israel. Aun así, existe lo que se llama el alimento de Dios. 3. DIOS CONSUME SU ALIMENTO
¿Qué sucedía con la carne de los sacrificios o con las ofrendas de alimentos, –el alimento de Dios? Una porción de cada uno de ellos iba al sacerdote oficiante, que la comía. En otras palabras, en el contexto donde se menciona el alimento de Dios, el que lo come es el sacerdote (Lev. 21:22; 22:7). Sin embargo, otra porción del sacrificio o la ofrenda –el alimento de Dios– era quemada en el altar de las ofrendas ubicado en el atrio del Santuario (3:9-11). En el caso de los panes de la proposición, el sacerdote comía el pan una vez a la semana y el incienso era quemado en el altar en el Lugar Santo como una ofrenda al Señor. Al quemar una porción de la ofrenda, Dios señalaba que la aceptaba. Por medio del fuego, el Señor consumía la ofrenda, lo que hacía imposible que los humanos la tomaran. Era absolutamente suya y, al aceptarla, él aceptaba al que la ofrecía en una comunión con él (1:4; 7:18). En algunos casos, una porción del sacrificio era devuelta al que la ofrecía, que entonces la comía en presencia del Señor (7:16-18). Dios compartía su alimento con los israelitas. Muchos estudiosos interpretan la imagen del alimento de Dios como antropomorfismo: Dios es descrito haciendo lo que hacen los humanos. La intención es demostrar, no que Dios come alimento, sino que disfruta de tener una comunión con su pueblo de la misma manera en que un anfitrión tiene comunión con los invitados a su mesa. La mayor comunión nos ha alcanzado por medio de su Hijo quien, en el altar de la cruz llegó a ser el verdadero Pan de Vida.
Ángel Manuel Rodríguez se ha jubilado después de ser pastor, profesor y teólogo.
Salud y bienestar
¿Un modelo único para todos? Cuando hablamos de vida sana, de ninguna manera
Una dieta basada en plantas posee muchas ventajas. Como líder de salud de mi iglesia local, quiero que todos los miembros sean veganos. Pero estoy encontrando resistencia, y me ayudaría que la Iglesia Adventista tuviera una recomendación específica en este sentido.
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xisten sólidas evidencias en las publicaciones científicas que confirman los beneficios de una dieta basada en plantas. Es importante comprender que el término «basado en plantas» no necesariamente implica una dieta libre de carne, sino una que incluye mayormente verduras, legumbres, granos, frutas y nueces. Ejemplos específicos de dietas populares basadas en plantas incluyen la dieta mediterránea y también la dieta DASH (enfocada en combatir la hipertensión). Ambas alientan el incremento de frutas, verduras y lácteos descremados, además de la reducción de carnes rojas, sustituyéndolas por pollo y pescado. Esas dietas han mostrado disminuir las afecciones cardíacas, los accidentes cerebrovasculares y la hipertensión. Muchos estudios muestran los efectos indiscutibles de las dietas vegetarianas equilibradas, con los beneficios ya mencionados, además de la disminución de algunos tipos de cáncer. Esto incluye el vegetarianismo total, sin ningún tipo de producto animal (denominada vegana); la dieta ovolactovegetariana, que incluye los lácteos y los huevos; y la dieta que incluye el pescado. El Estudio Adventista de Salud 21 mostró una mayor longevidad y beneficios significativos a la salud con todas estas dietas. La contaminación actual de los ríos y océanos coloca al consumo de pescado en la lista de peligros reales. Asimismo, si se consumen productos lácteos, deberían ser descremados y usados en forma moderada para minimizar las grasas saturadas. Los veganos necesitan suplementar la vitamina B₁₂, que no está presente en las plantas. Acaso también sean necesarios suplementos adicionales de vitamina D y calcio. Debido a todo esto, la Iglesia Adventista sí posee una recomendación muy específica sobre la dieta y la nutrición, junto con prácticas de estilo de vida en general, según lo registran los Reglamentos eclesiástico-administrativos de la Asociación General: «La iglesia sostiene que deben darse pasos positivos para desarrollar un estilo de vida saludable, y anima a adoptar una dieta vegetariana equilibrada. Requiere de sus miembros que no usen bebidas alcohólicas y tabaco […]. La iglesia anima a evitar el consumo de carne. Se desalienta el uso de café, té y otras bebidas con cafeína y toda sustancia perjudicial. El bienestar Fotografía: Marisol Benitez
físico y la claridad mental suelen ser interdependientes; la claridad de mente es fundamental para discernir entre el bien y el mal, entre la verdad y el error».2 Las palabras «dieta vegetariana equilibrada» toman en cuenta que somos una iglesia mundial, y que no todos los territorios y regiones tienen acceso a alimentos fortificados y verdaderos equivalentes de los lácteos para los nutrientes esenciales, como lo es la vitamina B₁₂. El mensaje adventista de salud es integral. Incluye no solo la dieta sino el ejercicio, el sueño, el agua, el aire fresco, la luz del sol, la temperancia, el equilibrio y, lo que es más importante, la confianza en Dios. Seguimos el consejo sabio y bondadoso que nos dio Elena White: «Nosotros no hacemos de la reforma prosalud una cama de hierro, cortando o estirando a las personas para que encajen en ella. Ningún ser humano puede erigirse en norma para los demás. Lo que deseamos es un poquito de sentido común. No sean extremistas».3 https://adventisthealthstudy.org/studies/AHS-2 General Conference Working Policy 2016-2017 (Nampa, Idaho: Pacific Press Pub. Assn., 2016), p. 355. (La cursiva es nuestra). 3 Elena White, Sermones escogidos (Doral, Fl.: Asoc. Publ. Interamericana, 2012), t. 1, p. 21. 1 2
Peter N. Landless es cardiólogo nuclear certificado y director de Ministerios Adventistas de Salud de la Asociación General. Zeno L. Charles-Marcel es especialista certificado en medicina interna y director asociado de Ministerios Adventistas de Salud de la Asociación General.
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«¡La iglesia se está hundiend
¿Puedo contarle una historia? DICK DUERKSEN
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a iglesia era de un rosado brillante, plantada sobre el terreno siempre congelado, en una esquina de Utqiagvik, en Barrow (Alaska, EE. UU.). «En el extremo del mar congelado y tan cerca del Polo Norte que confundía a la brújula». Desafortunadamente, el permafrost debajo de la iglesia se estaba derritiendo más que nunca, y la iglesia adventista rosada se estaba hundiendo. ¡Alguien tenía que hacer algo! Jim John, pastor de la iglesia Northside de Anchorage, unos 1170 kilómetros al sudoeste, escuchó que Dios lo llamaba por nombre. «Tengo un gran mapa de Alaska en la pared de mi oficina, un mapa con unos pocos puntos desparramados que muestran nuestras iglesias y escuelas, y entonces este enorme espacio vacío. Hay más de doscientos pueblos en Alaska sin presencia 28
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adventista. No hay caminos, de manera que la única forma de llegar a esos lugares es por aire, o enviando programas de radio». La radio es constante y está disponible para todos, por lo que la Asociación de Alaska ha escogido producir programas en idiomas locales. Conseguir que funcione una estación de bajo poder en cada aldea remota requiere de una torre de radio, equipos especializados y muchísimos permisos. Un desafío perfecto para los adventistas interesados en los ministerios. La iglesia Northside se sumó a la Asociación para levantar torres de radio en un par de pueblos remotos y entonces escogió concentrarse en Utqiagvik, donde se encuentra la iglesia más septentrional de Norteamérica (y quizá del mundo). *** En el año 2020, cuando el pastor Jim y un pequeño equipo llegaron a Utqiagvik, se encontraron con un desafío inesperado. La iglesia estaba inclinándose precariamente, y los cimientos se estaban hundiendo. «Eso cambió nuestra misión –dice el pastor Jim–. El edificio había sido construido sobre pilotes sobre el permafrost, pero esos pilotes se habían hundido, y la situación estaba empeorando año a año. La radio aún era importante, pero primero teníamos que transformar el edificio en un lugar de culto seguro». Los miembros estaban sumamente desanimados. «Es nuestra iglesia –dijeron–, pero es una gran iglesia rosada que está inclinándose y hundiéndose». Las reparaciones tendrían que ser llevadas a cabo en el breve tiempo en que Utqiagvik experimentaba la ruptura del hielo en primavera. Allí es cuando todo pasa a ser una pasta espesa. «Tomamos las medidas, hicimos los cálculos, e involucramos a todos –recuerda el pastor Jim–. Teníamos el mejor equipo posible de personas listas para hacer milagros más allá del Círculo Polar Ártico. Estas las personas correctas, que sabían apoyarse en Dios para hallar la solución correcta».
Diseñar esa solución requirió de un año completo de planificación, muchísima logística y una carga completa de milagros. Recuerden que no hay rutas en Utqiagvik. Cada pieza de madera, cada trozo de acero, y todo lo que se necesite para levantar una iglesia, tiene que ir a Utqiagvik por barco, en una embarcación que llega solo una vez al año. *** El equipo llegó a la conclusión que la mejor manera de nivelar la iglesia sería hacerle nuevos cimientos. Una telaraña gigante de doce vigas de flexión de acero que contara con un sistema completo de nivelación. Cada viga sería fabricada en el estado de Washington, entonces cortada para calzarla en un contenedor de siete metros, que sería enviado a Utqiagvik en el barco. Era un desafío costoso y abrumador. La Asociación no tenía dinero para el proyecto, pero el pastor Jim y otros realizaron llamadas telefónicas y enviaron cartas explicando la necesidad. Pronto, tres iglesias y un grupo de amigos de oración escogieron financiar el proyecto de nivelar la iglesia. Todos oraban constantemente. «La iglesia que se hundía pesaba 42 mil kilogramos. Las vigas de acero, hasta 544 kilogramos cada una. Y nadie había hecho algo así en un lugar como Utqiagvik, donde es frío y hay nieve, viento y fango, y donde cada palada pronto se llena de agua. ¡Señor, por favor, ayúdanos!» Siete voluntarios dedicados a la misión calcularon su viaje a Utqiagvik para que coincidiera con el viaje anual del barco, en el verano de 2021. Antes de que el acero pudiera ser colocado bajo el edificio, los voluntarios tuvieron que cavar trincheras profundas para colocar la red de vigas de flexión por debajo del edificio. Después de descargar las vigas del contenedor, tendrían que atornillar el acero para formar toda la red, un proceso que requería una precisión increíble. Fotografías: Yvonne Biswokarma (izq.) / Jim John (centro y der.)
do!» «Este era un sistema cuidadosamente diseñado de doce vigas de flexión entrelazadas –describe el pastor Jim–. Había una sola forma en que podían calzarse las vigas, y los agujeros tenían que estar en el lugar correcto, ni siquiera unos milímetros desfasados, o no se podría levantar la iglesia. Esto requería usar un taladro de alta velocidad enfriado con aceite que había sido diseñado especialmente para taladrar 288 agujeros a través del acero en el clima de Utqiagvik». Todos los obreros eran voluntarios que no tenían experiencia alguna en taladrar agujeros precisos en el acero mientras se les congelaban los dedos. Llegaron voluntarios de la comunidad para ayudar. Hasta el equipo de fútbol americano de la Escuela Secundaria de Utqiagvik se sumó para cavar las trincheras. «La gente paraba a preguntar qué estábamos haciendo –recuerda uno de los obreros–. Nos reíamos, y les decíamos que estábamos ayudando a Dios para levantar la iglesia. Entonces nos pedían que más tarde pasáramos también a trabajar en sus casas». Cuando se habían cavado las trincheras y se habían fijado las vigas de flexión en una perfecta red, los voluntarios trataron de deslizar los cimientos de diez metros por debajo de la iglesia. Pero la red era muy difícil de manejar, y las poleas y los gatos mecánicos eran demasiado débiles para hacerlo. «Oré toda la noche –recuerda el pastor Jim–. Necesitábamos un montacargas telescópico mecánico que pudiera plegar y empujar la red de acero por debajo del edificio. Ese montacargas era la única pieza del equipo que podía funcionar. Sin él, el proyecto estaba condenado al fracaso». «A la mañana siguiente, me sentí impresionado de ir a ver a Scott, el director del Departamento de Obras Públicas, y preguntarle si tenía el montacargas con brazo telescópico que necesitábamos. Parecía una idea alocada. Es una
Editor Adventist World, es una publicación periódica internacional de la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Su editor es la Asociación General, División de Asia-Pacífico Norte de los Adventistas del Séptimo Día®.
máquina muy rara, y que hubiera una en Utqiagvik sería un verdadero milagro». El pastor Jim estaba sumamente sucio, como alguien que había estado trabajando en el barro durante semanas. Pero se sacudió parte del barro, caminó hasta la oficina, y preguntó: «¿Puedo hablar con Scott?» Scott escuchó con atención. —Los he estado observando –respondió–. El barco llegó hace un par de semanas con las cosas de ustedes y las nuestras. Creo que vino una de esas máquinas en el barco. ¿Necesitan un operador? —¡Sería maravilloso! —Bueno. Mañana iremos para allá. Fue un trabajo tremendo, pero después de mucho empujar y arrastrar y levantar y golpear y soldar, la iglesia rosada quedó nivelada por sobre sus nuevos cimientos. Todos vitorearon a los empleados de Obras Públicas. Entonces el operador se volvió a uno de los voluntarios y le dijo: «Es muy bueno lo que logramos hacer hoy. Nos acaban de avisar que solo tenemos el montacargas por hoy. Mañana se va con sus nuevos dueños. ¡Qué bueno que logramos hacer esto!» El equipo de voluntarios quedó atónito ante la noticia. «El milagro perfecto de Dios llegó en el mismo barco en que venía nuestro acero –dijeron, maravillados–. ¡Dios se nos adelantó a cada paso del proyecto!» Antes de regresar a sus casas, los voluntarios también colocaron la torre de radio y pintaron la iglesia de azul. De un azul puro, de color celestial.
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Dick Duerksen es un pastor y narrador que vive en Portland, Oregón, Estados Unidos.
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Fe en crecimiento
Páginas infantiles
Lecciones de Lutero el labrador
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e niña, como muchos de ustedes, quería un perro. Pero mi familia no aceptó mi idea hasta que cumplí veintidós años. Y así fue que, después de graduarme de la universidad, Lutero el labrador vino a vivir con nosotros. Para entonces, había perdido la fascinación con tener una mascota. Pero Lutero había llegado desde otra familia, por lo que estaba bien entrenado. Ya era crecido y muy tierno. Por ello, no había mucho que hacer con él. Dentro de la casa, nos dejaba poner nuestros pies debajo de su pelaje para mantenerlos tibios.
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Pedía para salir al fondo. Parecía disfrutar de correr en círculos por el patio, ladrando a los animales que trepaban por el cerco de noche, pero los ladridos del chihuahua del vecino lo asustaban, aunque él era varias veces más grande. Como Lutero corría mucho por el fondo, no teníamos que sacarlo a caminar todos los días. Pero en una ocasión, lo intenté. Como era grande y pesado, cuando quería detenerse a mirar alguna cosa, yo no tenía la fuerza como para arrastrarlo de allí. También lograba librarse del collar conectado a su correa, pero por suerte
no salía corriendo para la calle. De hecho, se quedaba allí, esperando que le colocara otra vez el collar. Entonces regresábamos a casa. Lutero tenía un manto de pelaje negro de lo más brillante. Era tan oscuro que, de noche, si la luz del fondo no estaba encendida, era difícil divisarlo. Le gustaba tirarse a la sombra de un limonero cuando hacía calor. De noche, cuando entraba a dormir, se hacía un ovillo en su cama blandita, y a veces roncaba. Un año después de traer a Lutero, me casé y dejé el hogar de mis padres. Ya no pasé mucho tiempo con él. Unos cuatro años Ilustración: Xuan Le
WILONA KARIMABADI
Conecta a cada perro con su raza: Labrador
Tesoro bíblico: Pastor alemán
Chow Chow
Caniche
Chihuahua
después, tristemente, salió del patio cuando el portón estaba abierto y un automóvil lo atropelló. Fue un día triste, pero aún recuerdo con una sonrisa cuando corría en círculos por el fondo de mi casa. Aunque Lutero no estuvo mucho tiempo con nosotros, me enseñó algunas cosas que me gustaría compartir contigo. 1 Los animales son criaturas muy especiales. Tienen el don de sentir a las personas y brindar consuelo y compañía. 2 Lutero era un perro grande, pero de corazón tierno, y lo sentíamos así. Es impor-
tante tener un corazón lleno de ternura por los demás. 3 Es importante ser amable con los animales, porque son criaturas creadas por Dios. Ellos también tienen sentimientos. 4 Tener un perro grande y travieso a mi lado me mostró que Dios tiene sentido del humor. Si tienes una mascota, es probable que lo entiendas. 5 Dios tiene mucho que enseñarnos mediante nuestras interacciones con los animales y el mundo natural. ¡Mantengamos los ojos abiertos!
«Pregunta ahora a las bestias y ellas te enseñarán; a las aves de los cielos, y ellas te lo mostrarán; o habla a la tierra y ella te enseñará; y los peces del mar te lo declararán también. ¿Cuál entre todos ellos no entiende que la mano de Jehová lo hizo? En su mano está el alma de todo viviente y el hálito de todo el género humano» Job 12: 7-10
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DÍAS DE [
ORACIÓN
POR EL MUNDO Y SU MISIÓN 3 DE MAYO AL 11 DE JUNIO DE 2022
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