Historias de su bondad
Lo que Dios ha hecho por otros ciertamente puede hacer por ti.
Dios es experto en abrir puertas
C
uando repaso mi vida, me doy cuenta de que mucho de lo que he hecho y experimentado se debe a que Dios me abrió las puertas para que así fuera. Al nacer, me dio un gran «paquete» lleno de presentes. No, esos presentes no venían envueltos en papeles coloridos ni decorados con una cinta, sino que fueron colocados en mi corazón y alma. Cuando entregué mi vida a Dios, él comenzó a abrir esos regalos uno por uno. Él los había preparado para que yo cumpliera mis sueños aun antes de que supiera que los tenía. Dios abrió las puertas, invitándome a servirle de maneras que jamás había considerado, animándome a usar los dones que me había dado. Me ayudó a desarrollar mis talentos y a enfrentar desafíos. Mi vida es una colcha de retazos formada por experiencias que Dios unió. Él me mostró el camino y las posibilidades abiertas. Mediante una experiencia tras otra, me invitó a servir y ministrar de muchas maneras, colocando los desafíos y las personas correctos en mi vida en el momento justo. Mi vida es Los retazos de mi colcha son un una colcha de testimonio multifacético y colorido lo que Dios puede hacer con retazos formada de nosotros si le permitimos que nos por experiencias use. Me dio una familia que cuidar y que Dios unió. nos invitó para que seamos misioneros en África, lo que amplió mis Él me mostró horizontes. Dios me dio la responel camino y las sabilidad de ayudar a las esposas de pastores. Me dio entonces una posibilidades otros visión para ministerios de la mujer abiertas. y me abrió las puertas para que
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Julio/Agosto 2021 AdventistWorld.org
diera charlas y enseñara. También para que fuera anciana de iglesia. Muchos retazos también provienen de las experiencias que tuve en varios seminarios de evangelización en Ucrania. Dios me guio incluso por las puertas de un estudio de televisión, para grabar una serie de devociones matinales. Cuando finalmente comencé a escribir libros, me envió justamente la ayuda que necesitaba aun antes de pedirla. Fue como si Dios me estuviera diciendo: «¡Adelante! Yo estoy contigo. ¡Escribe!» Hay muchas cosas que Dios ha hecho por mí, y le estoy agradecida por todas esas experiencias. Me ha dado el valor y un espíritu impertérrito que está dispuesto a hacer frente a todo lo que me pida que haga. A veces, me he preguntado por qué me resulta tan difícil decir que no, pero me he dado cuenta de que con Dios nada es imposible, y que él me dará las fuerzas y la inspiración que necesito. Saber que Dios está aquí, cuidando de mí, es como envolverme en la colcha de retazos de su conducción amante, sabiendo que cada experiencia enriquecerá y alegrará mi vida, aun si algunos retazos son más oscuros que otros. Dios ha abierto muchas puertas, diciéndome: «Ya sea que te desvíes a la derecha o a la izquierda, tus oídos percibirán a tus espaldas una voz que te dirá: “Este es el camino; síguelo”» (Isa. 30:21, NVI).
Hannele Ottschofski nació en Finlandia y ha pasado la mayor parte de su vida en Alemania. Está casada con un pastor y ha trabajado para la iglesia como escritora, educadora, editora, oradora, anciana de iglesia y traductora.
Imagen: Pedro Ramos