LA BIENAVENTURADA VIRGEN MARÍA, ELLA ES LA GLORIA MÁS GRANDE DE LA ESPECIE HUMANA, ELLA LA BENDITA MADRE DE DIOS, ES LA QUE FUE ADORNADA CON TANTAS GRACIAS Y TANTOS PRIVILEGIOS, POR LA MANO DEL ETERNO. P. CÉSAR A. DÁVILA G.
AEA
ASOCIACIÓN ESCUELA DE AUTO-REALIZACIÓN
Le he pedido que, de aquí en adelante Él sea en mí una transparencia, una realidad cada vez más clara, más nítida.
Quién soy yo para Él: Soy esa transparencia infinitamente clara, nítida, pura. Así son para Él, todos los seres y todas las cosas.
Para mí, los seres y las cosas no son en mi conciencia nítidas, transparentes, ni vivas.
Estas cosas están fuera de mí; es decir, no existen para mí.
Mi Dios, mi Cristo: os pido que seáis en mi conciencia una transparencia clara, nítida, plena… así como “yo” esta insignificancia, esta partícula infinitesimal de átomo es para Usted mi Dios, mi Cristo.
He pedido a la Virgen Bendita, a cada uno de los grandes maestros, a la santa a quien más quiero Teresita del Niño Jesús, que sean en mi conciencia, transparencias claras, nítidas.
¡Esta es la vida eterna, nada más que ese estado de conciencia permanente de la presencia de ese Bendito Dios en mí!
¡Dios mío, es mi oración!
Que cada día en la meditación se haga más claro y nítido ese estado de transparencia suyo en mí.
¡Gracias, Dios mío!
Padre CÉSAR A. DÁVILA G.
Él está en mí, vive en mí
Virgen de Fátima
Fotografía de Lucía (primer plano) juntoasumadreMaría Rosa(asu derecha). Sus hermanos Manuel (1895-1977),MaríadosAnjosoMaría delosÁngeles(1891-1986)conquien seentrevistóelP.Dávila,consuhija Gloria (1917-1934), Carolina (19021992)yGloriadeJesús(1898-1971).
CASA DE LUCÍA:
María de los Ángeles –Valinhos, 72 años. 3 de agosto nació. Año 1891Hnos. 6: Lucía la última (séptima): Hoy Coímbra-Carmelita.
- Estoy muy feliz, día con la gracia de Dios. Vivió en este cuarto 13 años y tuvo la visión a los 10. -MihermanaLucíayFranciscotuvieronlavisión.
- Cuando tuvo la visión, ¿ustedes le creyeron al principio? -No,esengaño.
- ¿Mamá creyó?
-No.(seco)
- ¿Papá?
-No.(seco)
- ¿Hermanas?
-No.Nadie.
- ¿Ustedes?
-Nada.
-
¿Ella se puso triste cuando no creyeron?
(Llegan unos curiosos e interrumpen).
La casa está tal cual la ocupó Lucía: Una cama regular. Cuarto de 3 metros por 2 –alto 2 metros- En la pequeña antesala donde hay objetos religiosos, sentado sobre un viejo baúl y unos rodapiés nuevecitos hago la entrevista- Una cajita pequeña. Un crucifijo- Un cuadro del ángel de la guarda. Una copia muy rara de la Inmaculada de Murillo (con
muchos angelitos). Continúa:- ¿Siempre andaba con sus primos?
-Noseponíatristecuandonolecreían.Eralomismo.Ellamuyalegresiemprey tambiénahora.
- ¿Tenía desde niña devoción a la Virgen?
-Siempre.Fuimoscriadosasí.Nuestramadre,comoentodanuestratierra,nos enseñaronasí.
- ¿Sabía rezar el S. Rosario?
-Contemplarlosmisteriosnosabía.Sabíarezar.
- ¿Tuvo alguna instrucción en alguna escuela? ¿Estaba en alguna escuela? -No.
- ¿Sabía leer?
-Nada.Fueaaprenderaleerenuncolegio.
- ¿Qué colegio?
-EnunasiloenOporto.Eraunasilodecriaralospobres.
-
¿En qué se ocupaba de niña?
-Guardarlasovejasdesdelos7a8años.
-Comenzaronaandarjuntosyanduvieronsiemprejuntos.
- (Otros peregrinos que se arrodillan y musitan una plegaria en la pequeña antesalita). Interrumpo porque no tengo recelo al hablar- Cuando habla de una manera natural le corren las lágrimas a los ojos. Se nublan. Ella me comprende. Así son las almas de Dios. Ella es casada. Los turistas curiosos le preguntan ¿de quién es este retrato? Ella: Demihijo sacerdote,sobrinodeLucía . Si, ella es madre de un sacerdote. Ella me comprende mejor. Cuando hablan de Lucía, siempre es lo mismo. Sus ojos se enternecen. Asoman las lágrimas que las detiene momentáneamente.
-
¿Los padres le regañaban cuando hablaba de las visiones?
-Nocreían.Leimpedíanquehablara.
- ¿Desde cuándo comenzó usted y sus padres a creer? -Cuandovioelmilagrodelsoltodalagentecreyó.
- Yo le pregunto: ¿Usted vio el milagro?
- Sí,yovi.
- Una lágrima rueda por sus mejillas y se enjuga quitándose las gafas. (Interrupción: Otros visitantes. El diálogo se interrumpe. Cada uno le hace una pregunta y ella tiene una respuesta para todos. No se incomoda. Nada turba la quietud infinita de su alma. Esta quietud sale a flor de labios. La luz tiembla en su pequeña habitación. Y tiene que contestar hasta a las preguntas impertinentes. No ha querido dar una explicación detallada a otros del milagro del sol. En un minuto libre puedo tomarle una foto, ella sentada junto a la cama de Lucía. Llegan otros visitantes. Yo preparo de inmediato mis preguntas. El sol, ese mismo sol a quien vio danzar en el milagro le da en la cara al impresionarlo con mi lente fotográfico).
- ¿Cómo fue el milagro del sol? Cuénteme.
-Lahora:Amediodía .
- ¿El cielo?
-Muchosolenlaprimeraaparición.Lluviaenlaúltima.
- ¿Y la primera y la última eran a las 12?
- 6apariciones:
1)13deMayo
2)13deJunio
3)13deJulio
4)El19deAgosto
5)13Setiembre
6)13Octubre
Sóloenlaúltimafueelmilagrodelsol.Todaslasapariciones amediodía.
- En la última fue el milagro del sol. Llovía. A la hora del milagro paró la lluvia. Apareció el sol dando las vueltas en torbellino (Ella indicó moviendo en círculos los brazos) Después de dar las vueltas descendió dando vueltas siempre, cada vez más, más. Indica con los brazos como descendía el sol con las manos y brazos. La anciana siente que revive la emoción del prodigio y repite: Cara al sol sobre los árboles dando vueltas.Estoprodujomuchosusto.Todalagentecayóentierraypedía misericordia a N. Señor. Lloraban juntando las manos pedían misericordiaaN.S.
- ¿Y usted sintió mucha emoción?
-Sí ytodalagente.
- ¿Cuánto duró el milagro del sol?
-Ningunosabe,nosepreocupódemirarlosrelojes.Podíanserunos5 minutosmásomenos.Elsoldandolasvueltasestabasobrelosárboles.
- ¿Qué color tenía el sol?
-Elsoleradecolornaturalcomoes.Perolatierra,árboles,latierra,era detodosloscolores:verde,amarillo,rojo,azul,escarlatacomodelarco iris.
- ¿Y apareció después del milagro del sol, la Virgen?
- El pueblo vio el milagro del sol, no la aparición de la Virgen. Los pastorcitosvieroneseinstantealaVirgen.ElloshablaronconlaVirgen.
-
¿Recuerda qué hablaron?
-LaVirgenlesdice:Hayquerezartodoslosdías.Latercerapartedel Rosario-ella insiste en la tercera, no en todo el Rosario- aN.Sra.Pedir muchoperdónaN.Señorpuesestabamuyofendido,quelaguerravaya aacabar.Sinosearrepintieranypidieranperdóntrasdeestaguerra
habráotrapeor . (Estas palabras textuales las sabe muy bien) Despuéstodosfueronalacasa.
- ¿Cuántos vieron?
-Másde50.000algunosopinaron.Otros60.000.Peronadiepudocontar.Eraunamultitudmuygrande.
- ¿Y sólo eran de los pueblos vecinos?
-Vinierondemuylejos.
- ¿Y todos veían el milagro del sol?
- Pienso que sí. No he habladocontodalagente. Conlosquehablévieron.
- ¿Recuerda a algunos que vieron el milagro? -Muchísimos.
- ¿Está feliz con su hijo sacerdote?
- Sí.Esunsanto.Tengo3 sobrinas religiosas. 3 sobrinos sacerdotes. OtrosenelSeminario.Que lleguenalfin.
-¿Lucía le escribe?
- Poco.EstáenCoímbra.Es Carmelita.
¿Usted, ella y todos son muy felices?
-
- NosabemoscómoagradeceraN.Señor.
- Los ojos se le nublan. Y nos despedimos, después de impresionar la última fotografía. (Llegan otros curiosos).
P. CÉSAR AUGUSTO DÁVILA GAVILANES (Fátima-Portugal. Octubre de 1963)
https://www.youtube.com/watch?v=iRp7eTJIFFM
Día de la Madre
La Redención hecho cósmico que trasciende los linderos de una familia, de una nación, de la misma tierra, abarca al universo.
Asociada a esta obra estaba María desde el momento que dio su consentimiento para ser Madre. Ella, la Virgen ya no pertenece por José a la estirpe de David, ya no es una Virgen obrera encerrada en los límites de una nación, ni es solamente la primera representante de la humanidad, es la MADRE CÓSMICA, la que con Jesús realiza la Redención Cósmica: La Sangre de Cristo como los Dolores de María son patrimonio de todos y cada uno de los seres de la Creación, desde el pequeño átomo hasta la sustancia más elevada de la jerarquía celeste.
P. CÉSAR A. DÁVILA G.Ascensión del Señor
Hoy, fiesta de la Ascensión del Señor, he comprendido mejor este símbolo, esta parte esotérica de la vida del Cristo. Su ascensión no tiene otro significado que éste: Mostrarnos de una manera sensible que la naturaleza humana que asumió el Cristo (naturaleza que también es la nuestra),secolocó en elorden ontológico sobre cualquiera otra naturaleza creada: Sobre la de los ángeles, querubines… Siendo ella la primera. También nosotros, por ella y en ella, ascendimos igualmente sobre toda naturaleza creada. Esto lo dice Pablo de Tarso (lectura de la Carta del día de la Ascensión), lo dice igualmente S. Agustín, S. León el grande.
Nuestra incorporación al cuerpo de Cristo nos eleva así sobre toda naturaleza creada.
P. CÉSAR A. DÁVILA G.Pentecostés
Los apóstoles, antes de recibir al Espíritu Santo, se encontraban reunidos en un aposento, cerradas las puertas por miedo a los judíos; de repente sopló un viento impetuoso que llenó toda la casa y aparecieron como unas lenguas de fuego que fueron a posarse sobre cada uno de los presentes, estaban allí los once discípulos y la Santísima Virgen María, de inmediato ellos comenzaron a sentir los efectos del Espíritu Santo; a hablar en distintos idiomas y cuando predicaban; todos los escuchaban en su propio idioma.
Este fue uno de los efectos de esa presencia del Espíritu Santo, ese Espíritu de Dios es absolutamente necesario para que nosotros realicemos a Dios en nuestras vidas.
Ellos recibieron al Espíritu Santo y comprendieron todo lo que el Señor les había dicho, hasta aquel momento tenían un velo, desconocían por completo los misterios que el Señor les anunciaba, acerca de su propia persona, de su pasión y resurrección. Para ellos era algo que no podía comprender. Solamente cuando fueron iluminados con la luz del Espíritu Santo, cuando su alma fue transformada internamente bajo la acción del
Espíritu de Dios, comenzaron a comprender las cosas de Dios y con ese profundo convencimiento de almas nuevas, de almas renovadas, de almas nacidas del Espíritu, comenzaron su predicación, anteriormente estaban derrotados, encerrados en un lugar apartado de la ciudad con las puertas cerradas, temerosos y acobardados. Cuando recibieron el Espíritu Santo, salieron a predicar el Evangelio por todas partes, salieron a cumplir la misión que el Señor les había encomendado.
No creamos que estamos lejos de la acción del Espíritu Santo, esta es una grave equivocación si tuviéramos este pensamiento o si viviéramos con esta condición. Ese mismo Espíritu que iluminó las almas de nuestros apóstoles continúa su acción en la Iglesia, y la Iglesia somos cada uno de nosotros.
La acción del Espíritu Santo continúa en nosotros, esa acción la recibimos como recibieron los apóstoles: Primero en el Bautismo, cuando el sacerdote nos echó el agua pronunciando las palabras sagradas, ese mismo Espíritu recibimos nuevamente en la Confirmación, cuando el obispo o su representante nos impuso las manos, invocando al Espíritu Santo, porque el Sacramento de la Confirmación es el sacramento de la comunicación del Espíritu Santo. Ese mismo Espíritu es el que recibe en su Ordenación el sacerdote; el Espíritu es el que transforma su alma imperfecta, pobre y débil, en un alma nueva, en un espíritu nuevo. Ese mismo Espíritu es el que comunica al sacerdote, ese poder de consagrar el cuerpo y la sangre del Señor; ese Espíritu es el que lo comunica a ese espíritu sacerdotal el poder de realizar aquello que el Señor mandó que realizaran sus apóstoles, perdonar o retener los pecados...
El Espíritu continúa su acción en medio de nosotros, de eso debemos estar completamente seguros. En el día en el que estamos celebrando la venida del Espíritu Santo, acordémonos que también lo recibimos en el Santo Bautismo y en la Confirmación, y pidamos a ese Espíritu Divino que siga iluminando nuestros pasos por el camino que lleva a Dios y que esa iluminación sea total y completa hasta el día en que nosotros nos encontremos cara a cara en la presencia de Dios, mediante la acción de ese Espíritu Divino y se abran los ojos de nuestra alma, para vivir eternamente la felicidad del Señor.
Padre CÉSAR A. DÁVILA G.Visitación de la Virgen a su prima Isabel
Del Evangelio de san Lucas:"EnaquellosdíasselevantóMaríaysefueconprontitudaunaregiónmontañosa aunaciudaddeJudá,entróencasadeZacaríasysaludóaIsabel yencuantooyóIsabelelsaludodeMaría saltódegozoelniñoensuseno,IsabelquedóllenadelEspírituSantoyexclamandocongranvozdijo:Bendita Túentrelasmujeresybenditoelfrutodetuseno ydedondeamíquelamadredemiSeñorvengaamí?
Porqueapenasllegóamisoídoslavozdetusaludosaltodegozoelniñoenmiseno,felizlaquehacreído quesecumpliránlascosasquelefuerondichasdepartedelSeñor".YdijoMaría:“engrandecemialmaal
SeñorymiespíritusealegraenDiosmisalvador,porquehapuestolosojosenlahumildaddesuesclava, poresodesdeahoratodaslasgeneracionesmellamaranbienaventurada,porquehahechoenmifavor maravillaselPoderoso.Santoessunombreysumisericordiaalcanzadegeneraciónengeneraciónalosque leaman,desplegolafuerzadesubrazo,dispersóalosquesonsoberbiosensupropiocorazón,derribóalos potentadosdesustronosyexaltoaloshumildes,aloshambrientoscolmódebienesydespidióalosricos sinnada,acogióaIsraelsusiervo,acordándosedelamisericordia,comohabíaprometidoanuestrospadres enfavordeAbrahamydesulinajeporlossiglos”.Maríapermanecióconellaunostresmesesysevolvióa sucasa”. (Lc1,39-56)
El día de hoy, a unos siete kilómetros de Jerusalén está la antigua provincia de Israel, la Judea, allí se asienta un pequeño pueblecito al cual pueden visitar los peregrinos que van camino a Tierra Santa, ese pueblo se llama, el pueblo de Ain Karem, conserva todavía la tradición del lugar en donde la Santísima Virgen visitó a su anciana prima Isabel que había concebido milagrosamente y que daría a luz al más grande entre todos los profetas: Juan, El Bautista, según el testimonio del mismo Señor Jesucristo.
En ese pueblo hay una iglesia donde se recuerda esa visita de María a su prima. En los muros de esta iglesia he visto grabados en unos cuarenta idiomas los versos de este himno que la Santísima Virgen María pronunció, después de la alabanza que escuchó de su prima Isabel, allí está grabada esa oración, esa plegaria, ese canto de alabanza del Magníficatque nosotros conocemos y recitamos.
La Santísima Virgen vivía en Nazaret en donde el ángel Gabriel le anunció el misterio de la Encarnación; después del anuncio, en ese mismo instante el Espíritu Santo tomó a su cargo y el poder del Altísimo verificó aquello que el arcángel le anunció: la Encarnación del Hijo de Dios. En ese instante, el Hijo de Dios, la tercera persona de la Santísima Trinidad tomó posesión de esa alma, de ese cuerpo bendito de María.
De Nazaret a Ain Karem había una distancia bastante considerable. Nazaret queda en Galilea y Ain Karem en la Judea. La Virgen oyó ese anuncio del ángel, según el cual su prima una anciana, casada con Zacarías había concebido milagrosamente un niño. Ella quiso hacerle una visita, no para cerciorarse del hecho porque lo creía muy bien, sino para felicitarla, porque había obtenido tal gracia del Señor.
Dios Nuestro Señor, escoge del seno sacerdotal, porque Zacarías era sacerdote, al que había de precederle en la misión del Señor. Escoge también una pariente de la Virgen María, para que ella fuera madre de Juan. Cuando Isabel recibe la visita inesperada, -porque en ese tiempo no había las facilidades de comunicación de hoy- de su prima que venía de Galilea de la ciudad de Nazaret y cuando entra en casa de Zacarías, en cuanto Isabel oye el saludo de María, dice el evangelista san Lucas: “saltódegozoelniñoensusenoeIsabel quedóllenadelEspírituSantoyexclamandocongranvozdijo:"Benditatuentrelasmujeresybenditoel frutodetuseno".
Isabel había concebido a Juan el Bautista. Y ese niño -que había venido según expresión de Lucas en el espíritu y el poder de Isaías- le reconoce en el mismo vientre materno, a ese Cristo que había encarnado en el seno de María; salta de gozo en el vientre materno al conocer que estaba presente en el pueblo de Israel.
Isabel queda llena del Espíritu Santo, reconoció que estaba frente a la Santísima Virgen, a la Madre de Dios, aquella que había concebido al Hijo del Eterno y por eso con gran voz dice: "Benditatuentrelasmujeresy benditoelfrutodetuseno",Y añade: “dedóndeamíquelaMadredemiSeñorvenga,porqueapenasllegó amisoídoslavozdetusaludosaltódegozoelniñoenmiseno”. Le dice: “felizlaquehacreídoquese cumpliríanlascosasquelefuerondichasporpartedelSeñor”.
Aquí tenemos un elogio de esa fe, de esa sumisión, de esa entrega total a la voluntad de Dios, de la Santísima Virgen, y esa fe tuvo como recompensa: ese privilegio único que podía alcanzar criatura alguna, la Encarnación del Verbo de Dios.
María en respuesta comienza el canto de alabanza, un canto improvisado, un canto que nace de las entrañas de su corazón y dice: "EngrandecemialmaalSeñorymiespíritusealegraenDiosmiSalvador".Lo cual equivale a decir, mi alma se encuentra tan llena de gozo y mi espíritu se alegra tanto, que no cabe hacer otra cosa que bendecir al Señor porque es eterna su misericordia y la razón de este gozo. Dice Ella, es, “porque hapuestolosojosenlahumildaddesuesclava” . Ella con toda humildad, se refuta sencillamente no una persona digna de tal privilegio, no una persona que merecía tal distinción sino una persona que por pura gracia de Dios había merecido el que el Señor le escogiera para desempeñar tal misión.
Aquí se ve la profunda humildad de la Santísima Virgen, porque a pesar de que Ella fue escogida para tal dignidad no se refutó sino una humilde esclava. La verdadera santidad consiste en reconocer la obra de Dios en nosotros especialmente. Quien no reconoce esa obra de Dios sencillamente no merece sus mercedes. Quien no reconoce que Dios es únicamente el autor de cuanto hace. Quien no confía, practica y sabe que aquella virtud que tiene es obra de Dios y tiene algo propio suyo, sencillamente no entiende los planes de Dios, porque en la obra de la santificación: Dios ocupa siempre el primer lugar. Por eso la Santísima Virgen, reconoce que cuanto se ha realizado con Ella no es obra suya absolutamente, sino que es la obra de Dios en Ella.
Padre CÉSAR A. DÁVIILA¿Qué es María?
… Es la obra maestra de la creación.
¿Qué es María? La obra más excelsa que ha salido de las manos del Supremo Artífice.
¿Qué es María? Un océano de gracias, un mar inconmensurable y casi infinito de dones sobrenaturales. En María, por así decirlo, Dios agotó todo su poder, toda su grandeza, toda su sabiduría, toda su bondad.
Cuando María apareció en la tierra, cuando esta aurora del Verbo encarnado, comenzó a brillar con suave resplandor
en este mundo, apareció la maravilla más grande que vieron los siglos… Ya desde su cuna, aun antes desde su concepción inmaculada, antes aún, desde la mente de Dios, excedía en grandeza y dignidad, no sólo a todas las criaturas que han existido o existirán, sino a todas las criaturas posibles… ¡Oh inconmensurable diferencia!
Es la Hija, será la Madre y la esposa del mismo Dios.
¡Puede haber dignidad más grande?
¿Puede caber alegría más grande…?
Padre CÉSAR A.
Fundador y Guía Espiritual AEA