#GUATEMALA
Un ejercicio de introspección para lograr la paz nacional Opinión Por: Anibal Samayoa
Diputado al Congreso de la República de Guatemala, Abogado y Notario
E
mpiezo expresando una disculpa de antemano si en algún momento mis letras se leen agrias o incomodan; sin embargo, lo que busco es generar una frontal incomodidad contra la apatía ciudadana -considerando que sin importar a lo que nos dediquemos, en ultimadas cuentas todos somos ciudadanos- a través de verdaderas propuestas que realmente se encaminen a proponer soluciones viables para el país y que nos pongan en la distinguida e imperiosa tarea de pensar, abrir espacios de diálogo, generar los mayores consensos posibles, y, por supuesto, una concreta materialización de los correctos ideales sociales que nos de como resultado un país verdaderamente desarrollado. En otras palabras, necesitamos de urgencia nacional un diálogo abierto en el que el tema central sea la paz. La paz como tal parece sonar muy general, pero al adentrarnos en sus mejores detalles, no tardaremos mucho en concluir que su aplicación merece la atención en todos los ámbitos de carácter nacional. No podemos seguir encerrados en nuestros gustos, ideologías o redes sociales; debemos abrirnos en nuestros conocimientos y tiempo para sumarle al país. Es momento de darnos cuenta que el destino del país no le pertenece solo un grupo de la sociedad.
12
Compolitik
A cada uno nos corresponde un esfuerzo que debe coordinarse con el de los demás para verdaderamente empezar a ver un país muy alejado del subdesarrollo. Naturalmente esto suena casi imposible, pero lo cierto es que es más fácil lograr esto que esperar que las cosas cambien delegándole a los demás nuestra responsabilidad frente al país. Lo cierto es, si como sociedad que somos no logramos analizarnos con sinceridad, poco será lo que seguiremos avanzando y mucho será lo que nos seguiremos confrontando si no aprendemos a unirnos y seguiremos por muchas décadas más quejándonos de acciones de los demás y no de la pasividad propia; al final, no se trata si su interés o el mío prevalece, es si el interés nacional logra imperar, y para eso, debemos dejar caer todos muchos velos que nos tienen cegados. Comprender los comportamientos de cualquier sociedad tiene siempre algún grado de complejidad, ya que la historia que la ha construido, siempre refleja bemoles que nunca le parecen iguales a todos. Empero, la historia que se contará a futuro le toca construirla a los vigentes ciudadanos del momento; no hay otra opción. ¿Qué historia contarán en 20 años de cómo buscamos tener un mejor país? ¿Dirán que fuimos una sociedad egoísta o que buscó aplicar más y mejores prácticas de desarrollo? ¿Nos catalogarán como una sociedad que se peleó entre ella o aquella que tuvo la capacidad de proponer y ponernos de acuerdo en los temas en que todos logramos coincidir que eran necesarios resolver? ¿Nos juzgarán por ser más pasionales o racionales? ¿Seremos vistos como propositivos o conflictivos? o, en ultimadas cuentas dirán que ¿Fuimos buenos “tecleando” en redes sociales sabiendo de
