DIGNIDADES UNIVERSITARIAS EN LOS CARGOS ACADÉMICO-ADMINISTRATIVOS EN LA UNIVERSIDAD PÚBLICA COLOMBIANA Por Luz Teresa Gómez de Mantilla Vicerrectora de Investigación, Universidad Nacional de Colombia Medellín, 14 de marzo de 2019
Agradezco de manera especial a la Asociación de Profesores de la Universidad de Antioquia, Asoprudea, que me ha invitado a reflexionar en este escenario acerca de las cualidades que deberían ostentar los miembros de los cuerpos de dirección universitarios, en particular en la Universidad Pública. La Universidad atraviesa ahora mismo por un momento trascendental, a la luz del cual precisa comprender profundamente su carácter institucional y las condiciones de su singular aporte a la región y al país. Se trata, ni más ni menos, que de la formulación de una inquietud que remarcará en lo sucesivo el protagonismo de los enfoques investigativos centrados en las problemáticas inherentes a la realidad nacional, cuya resolución no solamente propiciará el surgimiento de nuevas formas pedagógicas que convoquen a la ciudadanía a participar activamente de una formación de calidad, sino que a su vez definirá las posibilidades reales de innovación de la universidad y el papel que habrá desempeñar en la transformación de los territorios. Al respecto, resulta pertinente resaltar tres principios basilares de esta reflexión, consignados a su turno en el Plan de Desarrollo de la Universidad de Antioquia: la participación, el enfoque diferencial y
Medellín • No. 30 • Diciembre de 2020
el sentido de lo público. Su formulación establece una hoja de ruta para la acción académica en los territorios, en donde el estudio de los problemas acuciantes del país debe contribuir a fortalecer la democracia, fomentar la justicia, propiciar la superación de desigualdades y estimular la conformación de redes globales y locales en el marco de esta sociedad globalizada en torno al conocimiento. Estos propósitos son un punto esencial en la formación integral de ciudadanos ejercida por las universidades, y en particular tienen la virtud de establecer un rumbo para el desarrollo de una administración eficiente y dotada de una mirada estratégica. Fueron, asimismo, una de las consignadas enarboladas en las movilizaciones desarrolladas desde el año pasado en todo el país, de cuyas reflexiones continúa nutriéndose nuestro trabajo mancomunado, crítico y democrático. En este contexto, nos preguntamos cómo es posible aplicar estos principios generales a la reflexión sobre las condiciones de la dirección académica en la Universidad, que es el tema que nos ocupa, específicamente en el caso de la UdeA. Desde mi punto de vista, un aporte preliminar a esta discusión, y que postulo como elemento central de esta intervención, consiste en revisar las calidades que
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