«Como ovejas en medio de la globalización económica» José Manuel López Yuste profesor de humanidades Col·legi Urgell, Barcelona
Este artículo ha sido publicado en Café Hispano http://www.spectrummagazine.org/cafe_hispano/2008/09/22/como_ovejas (30 septiembre 2008). A propósito de la Escuela Sabática número 5 del tercer trimestre del 2008 titulada Jesús y sus discípulos, José Manuel López Yuste escribió el siguiente comentario que después de las sacudidas económicas recientes cobra todavía más relevancia.
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eleer un texto, o un conjunto de textos, para obtener respuestas a una pregunta dada, no es tarea fácil. Entre la sociedad agraria de la época de Josué, la posterior de los jueces de Israel, y las sociedades occidentales contemporáneas, hay una distancia considerable a nivel de estilo de vida, y de pensamiento. Nuestra cosmovisión religiosa es el resultado del enfoque del Nuevo Pacto o Testamento, como apunta Hebreos 1:1-2, no así la de dicha sociedad mencionada. Es desde esta perspectiva que nos podemos aproximar al Texto del capítulo 25 del Levítico. Evidentemente no hay que olvidar los textos propuestos, Mateo 10 y Juan 10:10 en la búsqueda de dicha finalidad perseguida en la siguiente reflexión. Si evaluamos los riesgos de la situación, contamos con una posible mirada subjetiva que no sea lo suficiente representativa, pero también con el texto, como punto de encuentro intersubjetivo, como sujeto activo del acto comunicativo entre la divinidad y nosotros, lectores-receptores, con capacidad reinterpretativa de dichos mensajes. Así desde una mirada metodológica hermenéutica, se pretenderá que los contenidos textuales actualizados sean sugerentes, y capaces de poten-
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ciar el diálogo entre personas con inquietudes compartidas. Entrando en materia, la primera idea que aparece en el texto es la de Dios como propietario, como terrateniente. La segunda cuestión es la de regular la dote del territorio a cada pater familias de su pueblo mediante un supuesto “contrato”. Mediante este, se establece una relación de respeto hacia sí mismo, y hacia la explotación laboral de la tierra. Serán luz para otros pueblos. Para la mentalidad del israelita inquilino, convertido en nuevo propietario, podría ser cuestionada la sistemática matematización del tiempo de explotación, y de reposo. Se destaca el séptimo año de cada ciclo para que en un macrociclo de medio siglo se establezca un Día del Perdón. Parece que más que obsesionarse con producir por producir cosechas, fuente de riqueza, –o como mínimo de autoabastecimiento–, la finalidad sea corregir la tendencia natural del hombre a sobreexplotar la tierra, la gallina de los huevos de oro. Es decir, la manera cruda, cruel, y real de los poderosos de esclavizar a los débiles. Esta es la manía de estos superhombres nietzscheanos llamados a gobernar países, y a dirigir empresas, pagando el mínimo sueldo posible