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1.3 Revisión de Antecedentes
1.3.1 Hilando historias
Para estructurar este proyecto realicé un acercamiento a una serie de trabajos e investigaciones que me permitieron afianzar elementos metodológicos, conceptuales y estéticos, con base en tres criterios: en primer lugar según el contenido, en donde me centré en revisar archivos que proponen la recolección y divulgación de testimonios orales; en segundo lugar, según el formato y para ello revisé exposiciones, muestras y/o montajes en los cuales existe un discurso narrativo claro y una preocupación por la divulgación de hechos que no han sido contados en su totalidad por medios de comunicación masivos; finalmente, según el contexto, donde me enfoqué en repasar proyectos realizados en y sobre Trujillo, con el fin de elaborar un mapeo de lo que se ha hecho en el entorno.
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A cada uno de estos criterios les asigné un nombre que fuera acorde a los archivos allí incluidos y a la narrativa que propongo durante todo el proyecto.
En la búsqueda de la preservación de las memorias, se ha recurrido a la oralidad para la construcción de estas y el ejercicio de escuchar testimonios orales e hilar sus narraciones ha ido ganando validez conforme se es consciente de cuán valiosos pueden llegar a ser dichos testimonios, al contemplar relaciones y significaciones que de otra forma serían pasadas por alto.
Cristina Pintos, historiadora adscrita al Museo de la Memoria de Montevideo en Uruguay, en la apertura al público del primer archivo oral de la Memoria de Uruguay; menciona que: “los testimonios orales de las personas comunes son los que recrean la verdadera historia.” (2019); tal como ocurre en el Museo Etnográfico de Castilla y León, el cual se centra en reconocer detalles de la cotidianidad para visibilizar relatos alternos y encontrar significados que solo cobran sentido cuando son narrados por los testimonios.
Así mismo, la colección de Archivos Orales Vascos AHOA (Fig. 2) y la colección Voces del Prado (Fig. 3), confieren gran importancia a los testimonios que relatan hechos de la vida cotidiana, pues estos indiscutiblemente serán subyacentes a los contextos históricos pertinentes aportando una interpretación específica que no es posible lograr desde otro tipo de fuentes. Un enfoque semejante
acercamiento según el contenido.
Figura 2 Web del Archivo Oral Vasco, AHOA, donde se evidencia la muestra de relatos cortos y anecdóticos de los testimonios. Fuente: http://www.ahoaweb.org/coleccion.php?col=9
Figura 3 Colección Voces del Prado en el Portal del Archivo Oral del Museo Etnográfico de Castilla y León.Sus categorías, a cambio de ser cronológicas, se centran en las actividades realizadas en el día a día.
Fuente: https://museo-etnografico.com/antropofonias1.php
fue desarrollado por la Universidad de Luján, Buenos Aires, Argentina en “Patrimonio cultural de las mujeres: Historias de Vidas de Mujeres”, en la que se utiliza la historia oral como herramienta metodológica para realizar una búsqueda de aquellas narraciones que no están presentes en la narrativa histórica escrita dominante, en esencia, un proyecto que “refiere a una ausencia y a una investigación para lograr la construcción de contenido en esa ausencia.” (Laguna, Ramos, & Cipolla, 2017)
Desde otra perspectiva, en la búsqueda de significados no solo vale el contenido sino también la forma de narración; por ello me centré en revisar proyectos que respetaran estos detalles narrativos como las oralotecas; proyectos que se ocupan de recuperar, guardar y difundir la memoria oral de una comunidad. Allí encontré que la cadencia, el ritmo y la entonación de la voz del narrador, permite que quien lo escuche se adentre en el universo de quien cuenta la historia. Además el modo del lenguaje y la jerga local se mantienen intactos, convirtiéndolas en un reflejo de la sociedad en momentos específicos.
La oraloteca del Caribe (Fig. 4) “se preocupa por reconocer las interpretaciones significativas que los testimonios hacen de las situaciones” (Oraloteca, s.f.) mientras que la Oraloteca de la Playa Renaciente, (Ceballos & Mora Cerón, 2015) resalta una forma de conseguir la información superando el estructurado sistema de entrevista pregunta-respuesta, (Fig. 5) mientras da paso a conversaciones más fluidas, como lo planteo en el proceso de recolección de información que utilicé en el trabajo de campo de este proyecto.
Recurrir a la historia oral, como el elemento de génesis y como medio para su ejecución es un aspecto recurrente en los proyectos anteriores y en otro tipo de materiales que no incluyen un contenido sonoro en s ejecución final. Un ejemplo lo constituye el foto libro titulado Silencios, un llano de mujeres (2015) (Fig. 6) desarrollado por la fotógrafa Juanita Escobar y la antropóloga Francisca Reyes, en el que se percibe una necesidad latente, por parte de las autoras, de conformar comunidad a partir de las narraciones y de redescubrir los territorios a través de los significados que tienen sus habitantes. Significados que pueden construirse a partir de los sobrevivientes de procesos violentos al tener en cuenta voces que se desconocen en los medios de comunicación y que hacen eco de su
Figura 4 Sitio web, Oraloteca del caribe. Combina formatos de audios y vídeos para respetar la riqueza narrativa propia de los testimonios. Fuente: https://oraloteca.co/
Figura 5 Sitio web de la Oraloteca de la Playa renaciente. Combina formatos de audios y con fotografías y categoriza las grabaciones de acuerdo a los significados por parte de los testimonios. Los autores señalan que “punto de encuentro para la génesis de nuestro proyecto fue, entonces, la evocación de nuestros mayores contando historias de maravilla y de terror” Fuente: http://oralotecaplayarenaciente.com/
Figura 6 Portada e interior del Libro Silencios, un llano de mujeres. Fotografías sin retoque y palabras textuales, respetando jerga local de las mujeres, evidenciando la naturalidad misma del relato. Fuente: Fotografía Aura Gómez