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Café de Colombia, para todo el mundo
la mayoría de colombianos todavía cree que un cappuccino es un café con leche, espuma y una monedita de chocolate, y que debe ser servido por un mesero de smoking.
Entonces, ¿cómo popularizar el hábito de tomar buen café?
APRENDER DE LOS EXITOSOS, EL CASO STARBUCKS
ción de las diferentes regiones del país, así como los granos especiales que han sido producidos con tecnología y prácticas diferentes.
En la tienda, además de poderse degustar las diversas preparaciones de café, desde el tradicional tinto hasta los cafés helados con sabor, se ofrece el producto empacado (molido y en grano), libros sobre café, cursos de catación y de la cultura del grano, e incluso artículos coleccionables con la marca y los distintivos propios del Café de Colombia.
Hace
unos siete años tomarse un café en Manhattan era ir al Russian Tea Room, a Lalo’s o también a un discreto local de Starbucks cerca a Central Park. Hoy tomar café en Nueva York es ir Starbucks, punto. ¡Existen hasta cuatro locales por cuadra en Manhattan! Sin duda alguna, el mejor ejemplo de las posibilidades que tienen los cafés es abriendo franquicias, o simplemente abriendo más locales operados por el mismo dueño.
El éxito de Starbucks se debe a que “nos adaptamos a los diferentes mercados, enfocándonos en las necesidades locales” como afirma Howard Schultz, cabeza de la estrategia global de la compañía. No obstante, “ Starbucks es altamente respetuoso frente a la cultura y tradiciones locales. Nuestro éxito no es gratis, y el respeto y la confianza de los clientes se gana a diario”.
La
Federación Nacional de Cafeteros, consciente de que hablar de Colombia es hablar del mejor café del mundo, ha decidido adoptar medidas necesarias no sólo para elevar la calidad del café de consumo nacional, sino además para sacarle el mejor provecho. Por esto, ya no solo está exportándolo alrededor del mundo, sino que ha decidido generar tiendas de café en varios puntos de Bogotá y de Estados Unidos. La Federación ha venido desarrollando desde hace varios años un trabajo importante para enseñarle a los colombianos a tomar buen café. Son bien conocidas las campañas del “Círculo Taza de Oro” y las numerosas recetas que van desde la malteada de café, pasando por el café mandarina y el pastel moka, hasta el lomo de cerdo y los langostinos al café. No obstante, el proceso de educación es largo y en la vida cotidiana de la mayoría de restaurantes y bares, lo más frecuente to- davía es encontrar café soluble de baja calidad y el tinto recalentado o mal colado. Pero no hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista. Por eso varias iniciativas independientes han ido entendiendo que puede existir una diferencia grande a la hora de servir café y que esta diferencia puede significar un cambio a la hora de recibir ganancias y de atraer clientes.
Oma, Amor Perfeito, Piccolo Café, Abisinia, Don Pedro, La Tienda del Café y Riminni Café en Bogotá, entre otros, saben que servir un buen café no es servirlo en platos gourmet sino brindarle al cliente una clase aparte de experiencia. Por eso estas iniciativas están dirigidas a un público más selecto y exclusivo, lo que deja un margen de ganancia mayor y un sentido de complicidad con el cliente.
De Caf A Oscuro
Pero el simple hecho de abrir un café en donde se sirva calidad a precios populares no garantiza el éxito. Belcafé, pionero en cafés gourmet populares tuvo que cerrar su local al norte de Bogotá debido a que
Oma Café está encontrando la respuesta: a pesar de mantener la gran calidad en sus productos y una imagen costosa, está logrando ingresar a un mercado más popular con precios competitivos y productos creativos y variados. En otras palabras, está vendiendo “tinto gourmet”. Su estrategia se basa en abrir locales en varios puntos de la ciudad, en espacial en centros comerciales y en calles de gran afluencia de público, y acercar sus productos a la gente común y corriente, sin tener que sacrificar su calidad.
La Federación de Cafeteros, a su vez, no se quiere quedar atrás como simple tutor, sino también entrar directamente al negocio de los cafés. Por eso abrió el año pasado el Café Juan Valdéz en el Aeropuerto Internacional El Dorado de Bogotá, una tienda que puede atender a 200 personas y en donde se puede degustar una amplia variedad de café con representa-
Este año, la Federación inaugurará cuatro nuevas tiendas en Colombia y tres en Estados Unidos. La intención con esta estrategia es posicionar las tiendas de café colombiano a nivel mundial y local, por su excelencia y calidad, con el fin de implementar el modelo de franquicias. (Ver nota de Starbucks) Como se ve, el café está saliendo a la calle y tomándose poco a poco el mercado nacional, porque hablar de café no sólo es hablar de sabor, calidad y amigos sino es hablar de Colombia y de un negocio que deja muchas ganancias.
Para m más i información: www.cafedecolombia.com www.juanvaldez.com
El éxito mundial de esta compañía se debe principalmente a que entendió que se puede generar, más que una cultura, una verdadera pasión en torno del café. Si a esto se le suma la implementación de un excelente servicio al cliente y productos de la más alta calidad, el éxito está asegurado. Pero Starbucks no se quedó en la preparación de cafés con sabores y aromas exóticos. Ofrece una amplia variedad de productos de pastelería, confecciones y equipo relacionado con la preparación de café. Adicionalmente, vende Frappuccino embotellado y tés tipo premium (elaborados por su subsidiaria Tazo Tea Company), y promociona varias marcas de granos en su página de Internet y en supermercados.
¿Pero cómo surgió este monstruo que se quiere tomar entero el mercado del café alrededor del mundo? La historia parece un cuento de hadas: en 1971 Starbucks abrió un discreto local en el centro de Seattle, una pequeña ciudad de Estados Unidos. Doce años después Howard Schulz se une a la compañía y en un viaje a Milán se impresiona por la popularidad de los cafés espresso en Italia. Se da cuenta del potencial que tendría la idea en Seattle y en 1984 abre con gran éxito una tienda que usa el concepto. En 1987 ya tenía 17 locales en varias ciudades de Estados Unidos y Canadá, y diez años más tarde contaría con 1.412 locales alrededor del mundo. !Actualmente, hay 5.886 locales!
El motivo por el cual hay Starbucks en prácticamente todo el mundo es que opera de manera flexible, por lo general con tres estrategias diferentes: mediante joint ventures, con licencias a particulares (similares a franquicias) y a través de operaciones de la compañía misma. Para escoger a sus compañeros de negocios en países nuevos, Starbucks tiene en cuenta factores como el compromiso con el servicio al cliente, los años de experiencia en mercados locales, el respaldo financiero, la adecuada preparación de sus recursos humanos y una sólida imagen de calidad. Estas exigencias son probablemente otro factor clave para el éxito de la cadena.
Pero en principio un ambiente acogedor, una buena organización, un esmerado servicio al cliente, precios competitivos, recetas creativas y variadas, y mucha perseverancia pueden ser la clave del éxito para quien quiera convertir su café en el Starbucks colombiano.
Para m más i información: www.strabucks.com
Espresso
Muchos creen que un café espresso es lo mismo que un tinto muy cargado. Pero no, un espresso es café molido colado con vapor y no con agua. En la correcta preparación de un espresso se debe presionar el vapor a través de granos recién molidos en un proceso que debe durar de 20 a 30 segundos. Tan solo de esta manera no se pierden el aroma y sabor de los aceites del grano. Debe ser servido en una taza pequeña de 70 ml. La mejor manera de comprobar la calidad de un espresso es el sabor y -por supuesto- la espuma cremosa, clara y fuerte que produce una vez servido. Aunque se afirma que un verdadero espresso no lleva dulce, puede ser endulzado con azúcar una vez servido.
Cappuccino
Una receta clásica compuesta en principio de un espresso, leche caliente y espuma de leche, todo en cantidades iguales y coronado por un toque de cacao en polvo. Durante su preparación se debe calentar la leche en la máquina bajo gran presión para que produzca mucha espuma. El truco para que se produzca abundante espuma consiste en que al principio se debe añadir poco aire para que la leche tan solo se caliente. Una vez hay suficiente leche caliente se agrega aire y se produce la espuma. Ahora tan solo hay que arrimar la taza debajo de la máquina y servir un espresso sobre la leche. El cappuccino tradicional se decora con cacao en polvo, o un trozo de chocolate de leche. Se endulza con azúcar y se le puede agregar licor o esencias.