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NuevoSharmei concepto dechocolatería

El nombre está rodeado de toda una historia turística, familiar y religiosa para Adriana Morales, propietaria del establecimiento, quien llamó así a su tienda en homenaje a Charmey la segunda ciudad con mayor producción de chocolate de Suiza. Decidió cambiarle las letras C por la S por su hijo Santiago y la Y por la I latina como un “amuleto”.

Sharmei comenzó hace

tres años como el sueño de Astrid Morales, una ingeniera química apasionada por el chocolate y por montar su propia empresa, quien ha recorrido varios países de Europa y Latinoamérica en donde ha tenido la oportunidad de afianzar sus conocimientos sobre este producto.

Desde que estaba en la universidad, Astrid disfrutaba de preparar chocolates de diferentes motivos y sabores para vender, con los que deleitaba el paladar de compañeros de clase y profesores, actividad que empezó a despertar su interés por montar un negocio propio.

“Recuerdo que el decano de mi facultad siempre me decía que yo tenía espíritu para crear empresa, por lo que no debía emplearme una vez terminara mi carrera, sino trabajar para mí misma”, cuenta Astrid.

Tras culminar sus estudios, Morales comenzó a escribir su propia historia como empresaria al crear una fábrica especializada en la elaboración de chocolates institucionales en la capital del país llamada Chocobrand, la cual desde su inicio ha sido atendida por madres cabeza de familia. “Gracias a esta empresa me di a conocer en el sector; sin embargo, quería ir más allá y que otro tipo de personas probaran lo que hacía, por eso decidí poner dos puntos de venta en Bogotá al estilo suizo con una amplia oferta de productos de repostería”, afirma.

Fue así, como nació Sharmei Chocolatier, una tienda con raíces europeas que cuenta con dos años de experiencia en el mercado de alimentos y que en la actualidad tiene dos centros de atención ubicados en Bogotá en la calle 113 # 7-45 y en el Centro Comercial Plaza 54 en la carrera 24 # 53-73.

Diseño y clientes

Este establecimiento fue creado gracias a una mezcla de diseños arquitectónicos europeos, los cuales combinan materiales naturales como la madera, con un ambiente moderno y cálido ideal para compartir un postre o una bebida caliente rodeado de una buena compañía.

Sus dos locales tienen capacidad para 44 personas cada uno y tienen como componente principal de su decoración cuadros de productos como chocolates, tortas y galletas hechos en casa, que despiertan el apetito de sus comensales.

Por otra parte, en materia de clientes Sharmei está dirigido a personas de todas las edades amantes del chocolate que buscan experiencias diferentes y nuevos sabores no solo en materia de repostería, sino también en platos fuertes.

Carta y servicios

Sharmei desde su inicio se ha especializado en la elaboración de productos a base de chocolate con moldes y figuras provenientes del viejo continente. Sin embargo, hace un año amplió su portafolio de venta ofreciendo menús para ejecutivos en el establecimiento de la calle 113 # 7-45, con platos que mezclan los mejores sabores de la cocina gourmet acompañados de salsas de chocolate.

En la actualidad, este negocio cuenta con más de 70 productos diferentes en su carta entre los que se encuentran tortas, sándwiches, galletas, trufas y bombones con una amplia variedad sabores entre los que se destacan especias, licores y frutas; jugos, bebidas calientes y una línea completa de vinos nacionales e importados, así como almuerzos cuyo precio es de $17.000.

Así mismo, Sharmei ofrece servicios de catering en la ciudad para aquellas personas o empresas que llevan a cabo banquetes y tienen entre sus menús una buena oferta de postres y tortas.

Sharmei Chocolatier y la fábrica de chocolates institucional Chocobrand cuenta en su planta de producción con un total de 22 empleadas, todas madres cabeza de familia.

Proyecciones

Luego de cumplir tres años de funcionamiento en Bogotá, para Astrid Morales una de sus principales metas es consolidar la marca a largo plazo con el objetivo no solo de abrir otros nuevos puntos de venta en la capital colombiana y en otras ciudades del país, sino también de comenzar a comercializar como una estrategia de venta franquicias de la compañía.

“Considero que es una buena opción para pensar en este modelo de negocio, creo que es una tienda que se adapta a las necesidades que hoy exige el mercado debido no solo a la variedad de productos que se producen, sino también a la competitividad que ha generado frente a otras compañías gracias los bajos costos que manejo”, reconoce Morales.

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