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APuesTA POR eL café coLomBiano

El país tiene la ventaja de ser reconocido por tener el mejor café del mundo. La apuesta de los restaurantes y panaderías debe ser apoyar el producto local.

Hace 20 años empezó un cambio en la forma como se percibe el café en los restaurantes y panaderías del país. Ya hay pocas grecas y no se regala la bebida, porque están viendo en ella una oportunidad de aumentar las ventas, están percibiendo una identidad gastronómica. “El reto está en apostar y creer en la calidad de nuestro producto”, dice Luis Fernando Vélez, fundador de la marca Amor Perfecto y pionero del barismo en Colombia. Para él todavía hay muchos restaurantes que prefieren el café tostado en Italia, cuando es acá donde se produce el mejor café verde.

Juan Fernando Quintero, propietario de Brot, sabe que el café es indispensable a la hora de vender pan. Por esto, en su punto de Calle 97 #11A-52 en Bogotá, montó una barra de café, en la que cuenta con la máquina Marzocco. Para él es indispensable la calidad que le proveé este equipo que es hecho a mano en Florencia. Ésta es de acero inoxidable e incorpora un sistema de doble caldera que mantiene la temperatura y la circulación del agua constante, lo que le da mayor calidad. El café de Brot es de Amor Perfecto, empresa que les suministra las maquinaria y la capacitación. “El producto es nalanceado y la compañía está a la vanguardia en máquinas de café”, dice Quintero.

e quipo Algunas máquinas a tener en cuenta para la preparación de la bebida dependiendo de su necesidad.

M Quina G Olden M Ilano

Se caracteriza por la rapidez en la dispensación de bebidas; tiene un contador de tazas para controlar las ventas o el presupuesto y tiene un dispensador de agua. La máquina es para 10 bebidas.

Supercoffee

c afetera Wega Luna 2 grupos

Cafetera Italiana sencilla pero muy profesional, gracias a su diseño lineal y minimalista, siempre sabe responder a las necesidades de los usuarios. Construcción en acero inoxidable cepillado excepto tapas laterales, caldera interna de cobre. Se adapta perfectamente a cualquier ambiente (Café, Restaurante, Hotel).

Hacienda Venecia

Si a Fernando Filevich, propietario de De Lolita le hubieran dicho hace 15 años que tendría 35 puntos de venta, demás que sí se lo hubiera creído. Después de hablar con él sobre su propuesta de oasis de café, de su franquicia y la planta de producción certificada que lo hace sentirse orgulloso, parece como si todo se hubiera trazado por la convicción que solo los emprendedores conocen; y que hoy con cierta gracia él dice que comenzó con 12 cheques posfechados, el primer tendido de mantequilla y harina por allá en una casa del Lleras, en el barrio El Poblado de Medellín, en el 2000.

Y es que lo que diferencia a De Lolita de otras marcas de café con ánimo de franquicia es la filosofía que le acompaña: “De pronto creía que en el número de puntos de venta estaba el éxito, y como uno como empresario todos los días debe reinventarse, buscar eso que lo hace feliz, encontré este año que no se trata de ser la empresa más grande del mundo sino ser una empresa para el mundo”, asegura con un gesto satisfecho mientras al fondo de su punto de venta en el centro comercial Mayorca, la máquina de café despacha antojos, no a sus clientes sino a sus invitados, el otro concepto que lo destaca frente a otras propuestas del mercado.

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