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LOs Que LLegaron

El sector gastronómico viene con un impulso fuerte. En el último año, solo en Bogotá se abrieron 5.000 restaurantes, entre esos algunos liderados por la nueva ola de jóvenes cocineros y empresarios.

Hace un poco más de dos meses abrió este restaurante colombiano de cocina de autor de Iván Cadena. Sus socios propietarios, Iván, María Paula Amador y Tom Hydzik fueron nombrados como unos de los ‘dream team’ por la consultora Michelle Morales.

En octubre, los hermanos Rausch presentaron esta nueva propuesta de sabores colombianos, pero a su estilo. Empanada de ajiaco o postre de tres leches crème brulèe con cholupa, hacen parte del menú.

Es el primer mercado gastronómico del país, con propuestas de restaurantes nacionales en su mayoría, en formatos pequeños de cocina abierta

Restaurante de comida auténtica y tradicional italiana, con influencia de la Toscana. El ciento por ciento de la pasta es hecha en casa y los productos se traen de Italia.

El concepto parte de la experiencia de un restaurante de fast good o take out, basado en un menú de recetas deconstruidas en un bowl. La idea es volver a lo básico de la alimentación.

Aurelia es un restaurante de comida de autor en el cual buscan re interpretar los ingredientes colombianos y darle algo de la experiencia argentina de su cocinero Facundo Ramírez, quien montó el establecimiento con su esposa, la sommelier Diana Arcila. Tocino Santo es un tocino barriguero, que representa el ideal del restaurante.

Villanos en Bermudas - Bogotá

León Mozzarella Bar - Bogotá

Osaka - Bogotá

Cantina La 15 - Cali

Paella las Cuatro Estaciones - Chía

Los que están por llegar www.revistalabarra.com

El pasado 27 de octubre, en el marco de Expo La Barra, tuve la oportunidad de conversar con algunos de los asistentes acerca de los pasos claves para alcanzar una operación de restaurante rentable. Dentro de los puntos analizados, como por ejemplo la receta estándar, los inventarios o los estados financieros, entre otros, fueron protagonistas la tecnología y en específico los sistemas POS.

Hace algunos años, adquirir un sistema “Point of Sale” era un lujo que solo las grandes cadenas se podían permitir. Su costo, incluidos los equipos o “hardware” necesarios para operarlo, no bajaba de los US$20.000 y su adecuada administración requería la contratación de una persona en exclusiva, dedicada a esta función. Ni hablar de la dificultad que representaba el hecho que eran sistemas diseñados para operaciones norteamericanas y que adaptarlos al mercado local costaba otros tantos de millones de pesos. Quizás por esta mala experiencia, los restaurantes se acostumbraron a limitar estos sistemas al módulo de facturación, dejando en el olvido todas las otras valiosísimas aplicaciones que estas ofrecían. Recuerdo que en alguna oportunidad tuve que realizar un estudio de mercado acerca del uso de sistemas POS en Colombia, encontrando resultados alarmantes: hasta las más grandes cadenas empleaban el sistema POS únicamente para tomar pedidos.

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