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Información para el consumidor
La batalla entre las margarinas y las mantequillas terminará por resolverse, según parece, en contra del consumidor.
Al fin y al cabo, ni las entidades de regulación, ni las industrias, ni los medios de comunicación han solicitado la palabra para hacer una diferenciación de los productos y mostrarle al comprador cuáles son las diferencias entre ellos, de tal manera que sea éste – al fin y al cabo –quien decida cuál le conviene más.
Pero bien podemos decir que el problema trasciende. De hecho, muy pocas veces se ha buscado darle al consumidor colombiano toda la información posible sobre los productos que se encuentran en el mercado, su utilización, forma de prepararlos, diferenciación, etc. Incluso, podemos decir que el esfuerzo del tradicional boletín del consumidor es insuficiente, ya sea por su horario de emisión o por el tiempo del cual dispone.
¿Qué se puede hacer al respecto?
Algunas marcas ya han decidido acompañar el lanzamiento de sus productos con mensajes comerciales en los cuales le dan una explicación al consumidor sobre cómo usar un determinado producto. Sin duda eso ya es un gran esfuerzo que debería ser copiado por todos.
Pero el problema seguirá presente para los productos ya existentes. Vale la pena considerar, por ejemplo, el caso de los productos cárnicos embutidos. Algunos de ellos vienen listos para el consumo; otros son pre-cocidos y un gran resto viene para ser preparado. Sin embargo, con la existencia de los productos listos para el consumo, el comprador ha llegado a creer que todos tienen la misma característica, con lo cual está descuidando su forma de consumir alimentos.
De ahí que sea necesario cumplir con normas de etiquetado para todos los productos, pero que además estén acompañadas de una campaña de información para el consumidor. La información sobre la manera de consumirlo no puede seguir relegada a la letra menuda de la etiqueta de los alimentos: es preciso darla a conocer y capacitar al consumidor de otra manera. De todas formas, el contar con consumidores más y mejor informados, sólo nos lleva a una madurez del mercado.
Por: Jaime Parada Ávila Director General Instituto