Cuna de un poeta Es el pueblo con historia el que me inspira. Son los cerros salpicados de retamas. Los arroyos cuyos cauces desembocan en el río de los mimbrales, donde el agua es ya una loa. Son los cielos moteados por bandadas de jilgueros o las huertas saturadas de hortalizas. Es la paz de los campos la que forja a los poetas. Yo he nacido en aquel pueblo y crecido en ese espacio con el alma rebosante de dulzura. Hoy me piden que interprete sus primores: ¡Ay, mi tierra, tan desnuda de perfiles! ¡Ay, los hombres que la habitan! Los que viven a extramuros de vanguardias, sin rencores, sin ardides. ¡Quién pudiera, me pregunto alguna veces, convocar allí a las musas y parir algún poema!
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