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Julio María Sanguinetti

Expoactiva: 25 ediciones potenciando el latido del corazón del campo uruguayo

Pía Supervielle

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Primera edición de Expoactiva, abril de 1992.

1 N. de R.: En aquel entonces algunos la llamaban Expo Dinámica.

Primera etapa: revolucionar para innovar

En la Casa de los Rurales, en el centro de la ciudad de Mercedes, un folleto —pequeño, sin demasiadas pretensiones, escrito en austeras letras de molde negras— funciona como ayudamemoria sobre los inicios de uno de los grandes acontecimientos del sector agropecuario de Uruguay. El papel, que hace rato dejó de ser de blanco inmaculado para pasar a una paleta amarillenta, recuerda, entonces, el momento preciso: 24 y 25 de abril de 1992. También revive que por esas fechas se celebraron dos grandes acontecimientos —los 100 años de la Asociación Rural de Soriano y la primera Expoactiva Nacional—, y que durante esas dos jornadas algo realmente novedoso sucedió a pocos kilómetros de la capital de Soriano, en un predio gigantesco de 600 hectáreas: 80 tractores y sus máquinas trabajaron la tierra.

En la otra cara del folleto se puede ver un plano. A la derecha de la vía de acceso, la labranza cero; a la izquierda, las pulverizadoras; un poco más adelante, las sembradoras de grano grueso, los cinceles y las abonadoras; hacia Mercedes, las excéntricas pesadas, los arados, las enfardadoras, las pasteras y los rastrillos; alrededor del tajamar, todo el sistema de riego; y al final, los silos.

La Expoactiva Nacional fue, cuentan, una verdadera revolución.

Mauricio Touron, uno de sus actuales directivos, dice sin vueltas y con contundencia lo siguiente: «Era una locura; nunca se había visto una exposición tan grande».

La crónica del primer día de la Expoactiva, firmada por Humberto Ramírez, de El País Agropecuario, empezaba así:

Como «impresionante» y «espectacular» puede catalogarse lo vivido en el primer día de la 1.a Expo Dinámica1 que se está desarrollando en el Establecimiento Santa Amelia del Dr. Gonzalo Chiarino Milans […]. Ayer concurrieron más de 6.000 personas, las que pudieron apreciar algo difícil de repetir, con más de 80 tractores con sus respectivas maquinarias, realizando distintas demostraciones […] así como el trabajo de unos 3 o 4 equipos de riego en pleno funcionamiento. Consultados por El País productores concurrentes al evento, manifestaron su satisfacción por lo apreciado y que «esto realmente vale la pena. Aquí vemos cómo trabajan las maquinarias que no es lo que estamos acostumbrados a ver en las exposiciones, que son muestras estáticas».

Luis Aberastegui, propietario de la empresa Mary, que funciona en la localidad de Santa Catalina y se dedica a fabricar maquinaria agrícola, participó en todas las ediciones de Expoactiva y, aunque los recuerdos se le mezclan, hay algo en lo que no duda: «Hubo un antes y un después para el agro», dice con contundencia.

" La primera edición de la muestra se realizó en el Establecimiento Santa Amelia, a unos pocos kilómetros de Mercedes.

" " La edición número 20 de Expoactiva.

El día después del cierre de la exposición, el diario El País —que acompañó el acontecimiento con una extensa cobertura— publicó un elogioso texto con el título «Expo Dinámica perdurará en retina de visitantes». En el artículo, Jorge Batlle, que visitó la exposición, la calificó como «un hecho excepcional».

Alejandro González Bellini, vicepresidente de la Asociación Rural de Soriano, retoma ahora, 25 años después, algunos de los principales objetivos de la Expoactiva. «Lo que se quería era validar algunas tecnologías que había y mostrarlas en movimiento. Se quería mostrar que había una manera de trabajar distinta y que la gente lo pudiera ver y así comparar», cuenta. Hasta ese entonces los productores compraban sus maquinarias sin verlas en funcionamiento, «como si fuera un museo. Ahora lo iban a ver en funcionamiento, con las herramientas que precisaban para la empresa», dice González.

A partir de 1992 el sistema cambió y la dinámica pasó a ser mucho más práctica. Productores y empresarios se encontraban todos en un mismo espacio, durante varios días, para observar, dialogar, intercambiar conocimiento, despejar dudas, transmitir necesidades, escuchar opiniones sobre posibles inversiones y, sobre todo, ver con sus propios ojos las nuevas tecnologías y todo lo que se podía adoptar para innovar en el campo.

Pero antes de que el establecimiento Santa Amelia —ubicado en el kilómetro 263 de la ruta 2— se transformara en el primer predio que albergó la Expoactiva, hubo una serie de hechos que precipitaron y gestaron este mojón para la industria agropecuaria nacional.

Todo empezó en 1990, cuando la Asociación Rural de Soriano estaba por cumplir 100 años. El campo, productores y trabajadores venían de dar batalla a una crisis muy complicada. A fines de la década de los ochenta habían quebrado dos o tres empresas de trigo y de girasol, y a eso se le sumó una enorme sequía en 1989. La monotonía y la sensación de desesperanza, dicen los que

El presidente Julio María Sanguinetti recorrió la Expoactiva que se realizó en la Estancia Anchorena en 1998; lo acompañaron el ministro de Vivienda, Juan Chiruchi; el presidente del Banco República, César Rodríguez Batlle; el intendente de Soriano, Gustavo Lapaz Correa; el directivo de la Asociación Rural de Soriano Luis Manuel Irastorza, y el presidente de la Asociación Rural de Soriano, Mauricio Touron. vivieron esos años, era muy profunda. «La Asociación de Soriano hacía en aquella época unos remates grandes e interesantes en el local Bequeló, pero no alcanzaba. Sentimos que teníamos que hacer algo», recuerda Touron.

Lo que disparó finalmente la idea de hacer una exposición donde las maquinarias estuvieran en movimiento fue un viaje que hicieron en 1990 Julio Touron y Hugo Lauber, directivos de la Rural, a la muestra Farm Progress Show en Iowa, Estados Unidos. Touron y Lauber vinieron con mucho entusiasmo y el reglamento norteamericano debajo del brazo. En Uruguay se lo estudió para adaptarlo a las posibilidades locales. En agosto de 1991 toda la Asociación Rural estaba trabajando con intensidad y convicción para presentar un acontecimiento muy fuera de lo común. No eran los únicos en la región.

En 1992 en Argentina también se inauguró ExpoChacra. Expoactiva y ExpoChacra fueron así los dos primeros acontecimientos de ese tipo que se hicieron en América Latina. La diferencia es que la versión argentina la organizó el Grupo Clarín y la uruguaya, hasta el día de hoy, la llevan adelante los productores.

Touron recuerda el esfuerzo que implicó la primera edición. «Fue muy difícil de armar. Las empresas —la mayoría instaladas en Montevideo— se negaban a venir, pero gracias a los representantes de esas empresas de Soriano se pudo hacer. Fue muy importante el apoyo de ellos. En la primera participaron 19 firmas. La primera empresa que vino de Montevideo fue Case. Después, con el paso de los años, la Expoactiva empezó a crecer», dice.

Alcanza con poner una al lado de otra las imágenes de la primera muestra y la de la número 24. El crecimiento rompe los ojos. Las empresas, que durante los primeros años presentaban unos stands pequeños y muy sobrios, ahora compiten por ver quién se luce más. Aberastegui recuerda que en la primera edición el equipo de Mary llevo solo una carpa chica. Ahora el montaje es mucho más importante: un contenedor en el que hay una oficina y, en el piso de arriba, una terraza con un par de livings para los clientes. El ejemplo se repite una y otra vez en todas las empresas que saben que allí es el lugar en el que hay que estar. «Yo creo que ni el más optimista de los directivos de la Asociación Rural de Soriano se debe haber imaginado nunca el crecimiento exponencial que tuvo la muestra», dice.

Jorge Rodríguez, presidente de la Asociación Rural de Soriano, recuerda la etapa inicial de la siguiente manera:

Todos los que formábamos parte de la Rural poníamos las máquinas. Al principio era todo muy casero y así fue durante las primeras cinco o seis ediciones.

Para que los productores pudieran ver cómo funcionaban las máquinas y las nuevas tecnologías, había que preparar el terreno. Eso, en resumidas cuentas, quiere decir que había que trabajar la tierra de verdad; no podía ser un montaje solo para el evento. Era una

Autoridades de la Asociación Rural de Soriano en 1992, el año de su centenario. De izquierda a derecha y de arriba abajo: Julián Bonino, Mario Mussio, Luis Manuel Irastorza, Hugo Lauber, Francisco Buffa, Roberto Sáez, Jhony Lizarralde, Mario Viotti, Carlos Rosas, Juan Masoller, Alejandro González, Daniel Doubourdieu, Alberto Perera, Leopoldo García, Mauricio Touron y Fernando Lavista.

ingeniería muy compleja, realizada por un puñado de personas para mostrar en todo el predio los distintos laboreos. La industria agropecuaria cambió muchísimo en las últimas décadas, pero en 1992 la Expoactiva se organizaba así: se empezaba con un arado, después se seguía con la rastra niveladora. Mucho tiempo antes también se plantaban las variedades de maíz, sorgo y girasol que se quería mostrar. Por otro lado, se exhibían las cosechadoras, las cortadoras de pasto, las enfardadoras, los silos, la micropicadora, la abonadora. Todo tenía que estar listo y probado para que la gente viera cómo trabajaban todas esas máquinas.

Exhibir las alternativas de funcionamiento de las distintas herramientas de trabajo no era lo único para los organizadores. Rodríguez lo explica así:

Desde la primera Expo, nuestra gran preocupación es mostrarle al productor los números para que pueda evaluar los costos. Siempre exhortamos a que los expositores, cuando traen maquinarias novedosas en admisión temporaria, tengan algún dato económico en cuanto a resultados. No es obligatorio y no se hace una valoración de si es caro o barato, pero es para que el productor tenga la información y así evalúe.

Con el paso de los años el funcionamiento se fue profesionalizando, la exposición empezó a durar más días, se incorporan los animales, los predios se fueron modificando, y se dieron a conocer grandes novedades para el campo. Entre las innovaciones más destacadas que se presentaron en la primera etapa de la Expoactiva están la labranza cero, el silo en bolsa —al principio muy resistido por algunos productores más conservadores— y el destete precoz.

El gran salto de calidad y de visibilidad fue cuando en la edición número 7 el presidente de la época, Julio María Sanguinetti, permitió que la Expoactiva

Nacional se trasladara al Parque Anchorena. Fue la primera y única vez que la exposición salió de Soriano y pasó a ser internacional.

Dice Touron:

La Asociación Rural de Soriano precisaba un golpe de calidad y en 1998 se consigue que la Expoactiva se convierta en Zona Franca temporariamente. Eso fue muy importante porque ahí muchos uruguayos consiguen la representación de maquinaria de Argentina.

La década de los noventa terminó con su correspondiente Expoactiva, que después de una muy exitosa edición en Colonia volvió a las afueras de Mercedes. Pero el siglo xxi no empezó de la mejor manera. Entre fines de 1999 y principios de 2000 Uruguay sufrió el vendaval que llegó desde Brasil por la devaluación; unos meses más tarde, en octubre, apareció un caso de fiebre aftosa en Artigas; en abril de 2001, los focos de aftosa se expandieron por el territorio nacional; entre 2000 y 2001 se sacrificaron casi 28.000 animales y Uruguay perdió su estatus de libre de fiebre aftosa sin vacunación; en 2002 el país fue azotado por una profunda y paralizante crisis económica. Los primeros años del nuevo siglo no fueron felices y los organizadores de la Expoactiva decidieron hacer un paréntesis. No había otra salida.

Touron recuerda aquellos años:

En 2001 no se vendió un solo tractor en todo el país. Sobre fines de 2002 la cosa empezó lentamente a cambiar, pero los empresarios venían de un proceso muy duro. Era una situación muy complicada, los productores estaban en un momento muy complejo y nadie tenía ánimo. El único objetivo era salvar la empresa da cada uno. Cuando en 2003 se ve que la situación se empieza a restablecer, la Rural comienza a pensar en cómo volver a hacer la Expo.

Primer grupo organizador de Expoactiva: Julio Touron, Reinaldo Mazzilli, Juan Masoller, Mauricio Touron, Gonzalo Chiarino, Alejandro González, Alberto Perera, Leopoldo García Noutary, Francisco Buffa y Luis Manuel Irastorza.

Los números de la Expo

En la organización de Expoactiva trabajan 180 personas. Durante los cuatro días en que se lleva a cabo hay un movimiento de 30.000 personas entre las que trabajan, las que exponen y las que van a visitar. También se acreditan 150 periodistas por edición y se fomenta que niños y jóvenes la visten; en 2019 recorrieron el predio de la muestra más de 700 escolares. En 2014 Expoactiva alcanzó el récord de expositores: fueron 300.

Desde su nacimiento en 1992 hasta hoy, la muestra se ha caracterizado por mostrarles a los productores nuevas tecnologías para mejorar el trabajo del campo.

Segunda etapa: la luz después de la oscuridad

El 19 de abril de 2004 Emiliano Cotelo dedicó la entrevista central de En perspectiva a la edición número 9 de Expoactiva, y antes de dialogar con Walter Frisch, director en aquel entonces de la exhibición, dijo lo siguiente:

Faltó durante cuatro años, pero esta semana vuelve: como una señal más de la recuperación del agro, el próximo jueves reabre sus puertas la Expoactiva, una exposición muy particular, con stands, conferencias y remates, pero sobre todo con la posibilidad de apreciar distintas maquinarias en actividad, trabajando en un espacio especialmente acondicionado. Retomando la tradición, el escenario será el departamento de Soriano, en un predio de 30 hectáreas ubicado en el kilómetro 255 de la ruta 2.

El 22 de abril, después de varias semanas de trabajo en las que se cultivó la tierra, se montaron los stands y se prepararon los espacios para recibir a los miles de asistentes, la Expoactiva volvió a abrir sus puertas. Esa vez el predio fue el establecimiento El Túnel.

Desde 2004 hasta la fecha, la Expoactiva nunca más se volvió a interrumpir. El crecimiento que vivió el campo uruguayo durante la década siguiente fue exhibido año tras año en las tierras de Soriano. Es cierto que se atravesaron momentos críticos —tal vez el más relevante estuvo marcado por los cortes del puente Fray Bentos-Gualeguaychú— que complejizaron el desarrollo de la muestra, pero su realización es, desde hace 25 ediciones, parte esencial del calendario del sector. Cada marzo o abril miles y miles de productores se encuentran en Soriano para conocer cuáles son los pasos a seguir en sus emprendimientos. Son una serie de jornadas en que se ve un pantallazo de cómo luce el futuro. Lo que hoy forma

Una de las particularidades que tuvo la Expoactiva fue que se convirtió en la primera muestra en la que la maquinaría se exhibía en funcionamiento; aquí los visitantes de la edición de 2017 ven cómo trabaja la cosechadora de maíz.

parte de la cotidianidad del trabajo agropecuario se exhibió años atrás en la Expoactiva Nacional.

Sus organizadores suelen decir que fueron punta de lanza. Rodríguez lo explica de esta manera:

Lo que ha corrido a favor de la organización de la Expo es que el avance y la complejidad tecnológica que tiene el sector son impresionantes. A la gente que está afuera le parece muy sencillo, pero no es simplemente tirar una semilla y que salga una planta; el valor agregado que tiene un grano o la carne que exporta Uruguay es muy alto. Hay trabajos e investigaciones que muestran que alrededor del 70% de los granos que exporta Uruguay tiene valor agregado nacional. Ahí hay un trabajo de la tecnología, del conocimiento. La complejidad que ha ido adquiriendo el proceso productivo en estos 25 años logra que la muestra crezca. Ya no es solo la tecnología de un tractor u otro. La tecnología tiene que ver con el conocimiento. Son tecnologías blandas, no se pueden tocar. Hay, por ejemplo, una tecnología que está a nivel de plantas: hay más variedades, hay híbridos, hay cultivos que se modifican genéticamente. También, por otra parte, hay un nivel de capacitación mayor en los productores y los operarios. Un operario en la primera Expo era un artesano; hoy las máquinas tienen piloto automático.

En esta segunda etapa, la Expo volvió a marcarle el paso al sector e impuso una serie de tecnologías que cambiaron la manera de trabajar. Entre ellas están el micropicado, el control de precisión y el georreferenciamiento.

González recuerda que la primera vez que se mostró un ejemplo de georreferenciamiento lo hizo John Deere. La imagen, muy moderna para la época, era la siguiente: un hombre caminaba por el campo cebándose mate y al lado el tractor funcionaba solo.

" La cuarta Expoactiva, en 1995.

La edición internacional

La historia de la Expoactiva está marcada por la lucha contra las fuerzas de la naturaleza, y la muestra que se realizó en Anchorena será recordada, principalmente, por el tornado que se llevó puesto todo.

El 6 de marzo de 1998 la portada del diario El País mostraba una foto que exhibía el desastre y arriba titulaba: «Tornado causó graves daños en Expoactiva obligando a postergar inauguración para hoy».

Era la primera Expoactiva que llevaba la palabra internacional detrás, y también era la primera vez que todo el acontecimiento se trasladaba a otro departamento. La expectativa era muy alta. Pero hubo que manejar la ansiedad durante 48 horas. La crónica de El País recuerda el episodio así:

Cuando apenas pasaban 90 minutos del día inaugural, vientos que alcanzaron hasta 125 kilómetros por hora soplando del sureste, acompañados de fuertes lluvias —un verdadero tornado—, crearon grandes perjuicios en parte de la infraestructura armada en los 120.000 metros cuadrados del predio de Parque Anchorena. Carpas, sillas, cajones, carteles, torres de iluminación, techos, casilleros, mesas, parlantes, gigantografías y banderas, todo lo que pueda imaginarse estuvo a merced del viento que produjo deterioros severos en todos los stands.

Al día siguiente, el diario uruguayo volvió a dedicarle su portada. «Aún con mal tiempo abre Expoactiva». Debajo, la foto de Juan José Gotta mostraba el barrial y el cielo encapotado. «Más de 250 empresas de Argentina, Brasil y de nuestro país participan de esta exposición de tecnología y servicios agropecuarios […] que mañana será visitada por el Dr. Julio María Sanguientti, quien impulsó su realización en la estancia presidencial», decía el artículo de El País.

En su edición de Colonia no pudo haber demostraciones de maquinaria ni venta de ganado, pero sí hubo más de 60.000 visitantes y un discurso presidencial muy potente. El domingo 8 de marzo de 1998, Sanguinetti se paró frente a miles de personas y eligió las siguientes palabras para comenzar:

Los momentos de prueba son aquellos que acreditan la calidad, la jerarquía y la entereza de los hombres y las instituciones. La adversidad que estos días se desató sobre esta muestra ha puesto en evidencia ante el país entero la capacidad de realización de esta Asociación Rural de Soriano, al haberse propuesto esta ambiciosa meta de organizar una Expoactiva, no solo nacional, como ha sido su tradición, sino también internacional. Basta ver lo que ha venido ocurriendo aquí ayer y hoy apenas salió un poco de sol, para darse cuenta lo que esto pudo haber llegado a ser. Los miles y miles de personas que llegaron ayer y hoy, sin ninguna duda, ya testimonian el éxito alcanzado a pesar de las adversidades.

" La edición 24 de Expoactiva se realizó en 2019,

" " El sector ganadero en 2017,

Para destacar el nivel de todas las innovaciones que se presentan en la exhibición, desde 2010 la Expoactiva premia a la mejor tecnología. La ganadora de 2019 fue la bomba de la empresa alemana Lorentz. «Ellos no creían que se pudiera hacer un riego entero con energía solar. Nosotros les dijimos que sí, que se podía. La hicieron exclusivamente para acá; la probaron, funcionó, y ahora están regando en Marruecos más de 300 hectáreas con esa tecnología», cuenta Touron.

La Expoactiva y la Asociación Rural de Soriano históricamente han tendido puentes con la Academia —principalmente con las facultades de Agronomía y Veterinaria—, los diversos institutos nacionales y los ministerios. En 2017, por ejemplo, se presentó un plan piloto de monitoreo satelital de agroquímicos para realizar junto al Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca. Después de la demostración, Federico Montes, director de Servicios Agrícolas del Ministerio, explicó que el proyecto «cubre 100.000 hectáreas de cultivos en tiempo real colocados en 31 equipos terrestres y cuatro aéreos utilizados por productores de Soriano». En la edición del aniversario número 25, se va a mostrar el plan ya en funcionamiento. «Lo que esto te permite es saber en tiempo real qué se está aplicando y dónde, con los lugares de exclusión —que son los pueblos, las escuelas y los cursos de agua— marcados. El tema del medioambiente para nosotros es fundamental», dice Rodríguez.

La Casa de los Rosales, sede de la Asociación Rural de Soriano, en el centro de Mercedes.

En el mapa del futuro de Expoactiva está, claro, el cuidado del medioambiente. También la sustentabilidad, la eficiencia, seguir uniendo el campo con la ciudad y mantener el diálogo estrecho y continuo con los productores que año a año se acercan para ver cuáles son las últimas novedades. La mira también está puesta en nuevos horizontes, como China, y por eso en noviembre de 2019 Rodríguez integró la delegación oficial de empresarios y políticos uruguayos que viajaron al gigante asiático.

Si el pilar fundamental de la exposición fue, desde su génesis, el movimiento, sus directivos saben que la máquina no puede detenerse nunca y deben seguir trabajando durante todo el año. Allí está la esencia y el éxito del acontecimiento que desde hace 25 ediciones marca el rumbo tecnológico del sector agropecuario de Uruguay.

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