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I Tecnologística. El valor de las tecnologías de clasificación
Batería de sorters en una instalación de paquetería, realizada por Vanderlande para TNT.
El valor de las tecnologías de clasificación
¿Qué valor tendrá la tecnología de clasificación en los almacenes?
La noticia de la escasez de conductores en UK ha desvelado un nuevo cuello de botella para la cadena de suministro. Aparentemente, esto es consecuencia del Brexit, afecta sobre todo a los supermercados y no llegará hasta nosotros. Pero en Europa también faltan conductores, hasta 15.000 de ellos en España según las asociaciones de transporte. Sin duda, este problema afecta a las operaciones de almacén: Sin embargo, algo se puede hacer y algunas tecnologías pueden ayudar a mitigar la situación, justamente aquellas que ya usan las compañías de transporte.
En el origen de esta crisis se mencionaban como causas la falta de renovación generacional, la escasez de formación específica y las exigentes condiciones de trabajo de esa profesión, a lo que se suma que, durante la pandemia, muchos conducto-
res encontraron otras ocupaciones. No volverán al sector. Con todo, al repuntar la actividad, se agrava una situación que ya existía anteriormente y que amenaza – o ya se manifiesta de forma evidente en el Reino Unido- con dejar los estantes de las grandes superficies o la cabecera de las líneas de fabricación, vacíos.
El dato principal que explica este escenario de presión para la cadena de suministro, es que la recuperación ha devuelto los mismos volúmenes de envíos B2B que existían previamente, pero además se mantiene el aumento de los pedidos B2C. En otras palabras, respecto a 2020 lo que tenemos es, sobre todo, un aumento del número de entregas.
Esto agrava el problema del reparto y, como decíamos, una etapa antes en los almacenes. Para gestionar esas necesidades y coberturas, las empresas de paquetería disponen de una tecnología conocida y eficiente para agilizar la preparación en sus plataformas: los clasificadores. Al parecerse cada vez más ambas actividades, es interesante observar cómo estos equipos tienen más relevancia en los almacenes.
Estrategias de picking
Los clasificadores de unidades han tenido una utilidad contrastada en la estrategia de “pick-and-sort” para preparar pedidos de reposición, que consiste en asignar una salida del sorter a cada cliente, generalmente una tienda, y hacer una sola ronda de extracción del stock, automática o manual, para que el sorter separe después las unidades de cada referencia, sea moda, electrónica, u otros, por destino.
Sin embargo, esta estrategia no es apropiada para la preparación de estos nuevos pedidos B2C, porque son centenares de pedidos/hora, con menos de 3 unidades/ pedido en promedio.
La estrategia más eficiente es, sin considerar opciones manuales, la de “producto-a-persona”. Como es sabido, en este modelo el preparador está fijo en una estación ergonómica y son los productos los que llegan en secuencia a él desde un sistema automático de almacenaje. El preparador sólo tiene que extraer la cantidad correcta, guiado por una pantalla (información/confirmación), con lo que la productividad puede llegar a 800 líneas/hora por puesto antes del empaquetado.
En este punto es interesante poner en valor los sistemas híbridos, que preparan y clasifican a la vez y SÍ son apropiados para el negocio B2C. El clasificador de bolsas colgadas es el mejor ejemplo. Se trata de un clasificador, pero incluye un importante buffer de almacenamiento de producto en la entrada y la posibilidad de secuenciar un pedido tras otro en las salidas. De este modo se eliminan las restricciones que crean las olas de trabajo y se alcanzan productividades similares a los sistemas “producto-a-persona”. Una presentación interactiva puede verse aquí (shorturl. at/wKMVW).
Tecnología Traysorter de Vanderlande. Un clasificador plano y muy flexible que también se conoce como Bombay sorter, indicado para manipular una amplia gama de productos.
El Compaxorter de Vanderlande es un transportador clasificador horizontal de alta capacidad que puede manejar, desde paquetes pequeños (tan finos como 2,5 mm) hasta paquetes más grandes (hasta 550 x 460 mm).
Entre los conceptos híbridos basados en sorters también hay que mencionar la combinación de clasificadores con unidades robóticas, como los Pegasus de Amazon, soluciones que recogen el paquete desde el tobogán de salida del sorter y lo transportan hasta el de carga de la furgoneta.
Claves tecnológicas
A escala tecnológica podemos destacar varias tendencias que, de hecho, están guiando las inversiones de las compañías:
a) Equipos compactos: como consecuencia de la reducción del tamaño de los paquetes, las especificaciones de paquetes admisibles están entre los 600x400x200 mm y los 50x50x25mm, con pesos mínimos de unos pocos miligramos. Con bandejas más pequeñas y salidas configurables con salida a container, bolsa o rampa, se reduce significativamente la superficie ocupada y también la energía consumida.
b) Aumento de la capacidad: obtener ratios de clasificación superiores a 10.000 paquetes/hora es posible gracias a la reducción de las bandejas/ventanas y a mecanismos de desvío con empuje positivo sobre la caja. Clasificadores de bandas (cross-belt) o de zapatas deslizantes (shoe sorters) adaptados a este negocio, tienen un mejor rendimiento y durabilidad que los oscilantes (tilt-tray).
c) Escalabilidad y operabilidad: se buscan clasificadores que puedan entrar en servicio en muy poco tiempo, con una alta estandarización y que resulten fácilmente escalables. Además, son sistemas capaces de clasificar a uno o ambos lados, con módulos de entrada, clasificación y salida configurables según distintos requerimientos, lo que les dota de una gran versatilidad en su uso.
Por último, hay una tendencia general hacia una mayor eficiencia energética, partiendo ya de equipos con un bajo requerimiento de consumo, debido a que tienen un reducido número de accionamientos, caso de los clasificadores lineales, o que incorporan motores de IE3, caso de los clasificadores en círculo.
En definitiva, es esperable que veamos cada vez más clasificadores de distintos tamaños y tecnologías de desvío, tanto en empresas de paquetería como de preparación de pedidos, en funciones que van más allá de la clasificación de expediciones (shipping sorter), añadiendo valor a nuevos procesos que se pueden automatizar
Los clasificadores tienen cada vez más relevancia en los almacenes