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I Cómo tomar decisiones ágiles y acertadas en la cadena logística y de transporte
Cuantificar para mejorar o cómo la gestión de datos puede impulsar la logística
Que la información representa un valor incalculable en los procesos de negocio resulta ser, ahora más que nunca, un hecho incuestionable. En la era de la transformación digital, hasta la logística entra a formar parte de esta dinámica. Sin embargo, los expertos aclaran que hay un desafío ineludible por delante: el exceso de datos.
Desde que la era digital llegó a nuestras vidas, abunda y en gran cantidad, información de toda índole. Hay tantos datos que incluso los profesionales que saben interpretarlos no son capaces de digerirlos, dando paso a un fenómeno que hace poco tiempo recibió el nombre de infoxicación.
Este concepto, nacido de las entrañas de internet, comenzó aludiendo al consumo personal de información por parte de los usuarios de diversas plataformas, como redes sociales o medios digitales, expandiéndose poco a poco a los entornos profesionales.
En esta línea, expertos como Juan Pablo Lázaro, presidente ejecutivo de Sending, aclaran que una adecuada gestión de datos debe ser el eje vertebrador de cualquier decisión porque, ahora, el problema de la logística no está en la falta de información, sino en el exceso de la misma.
El ruido
La necesidad de mejorar la toma de decisiones en entornos industriales hace cada vez más imprescindible el acceso a datos actualizados y veraces. Sin embargo, en este entorno surge una problemática a la que se enfrentan cada día más operadores: el ruido entre los diferentes silos de información. En ellos se encuentra precisamente la clave sobre la que establecer una ventaja competitiva en un entorno donde los márgenes y costes son cada vez más ajustados, impulsados ahora por el ecommerce.
Se trata de el dato. Este es la llave que, según Lázaro, permite sobrepasar los obstáculos de la logística porque “lo malo no es ser tonto, sino no saber que uno lo es”. Extrapolando esta expresión al sector, para el experto lo malo no es que haya un problema, sino que no se pueda identificar.
Para ello, “la información es clave”, explica.
Calidad e interpretación
Las barreras a las que la logística hace frente a la hora de trabajar con múltiples fuentes de información tienen su raíz, precisamente, en el ruido. Este hace que sea necesario no solo controlar la calidad de los datos, sino la interpretación de los mismos.
Así lo exponen Sergio Gellida, Head of Technology & Process Improvement de XPO Logistics, y Pilar Callejas, directora de logística de Airpharm.
Para Gellida el problema no está tanto en los datos, sino en la calidad de estos. En su caso, la estrategia pasa por poner sistemas de control a la entrada de informa-
ción y la monitorización de esta a través de una metodología lean.
Pero, una vez filtrados los datos, el siguiente escalón que se presenta, aclara Calleja, es su interpretación. Según Gellida, la externalización en un único KPI permite al sector librarse de los Excel, a los que “carga el diablo”, explica el ejecutivo haciendo referencia a la complejidad de interpretar tantas hojas de cálculo con tantos formatos como proveedores.
Se trata por tanto de encontrar la forma de consensuar entre todos los informes, aclara Callejas, de manera que toda la información sea interpretada del mismo modo por cada uno de los jugadores involucrados en la cadena de valor.
“Hay mucha información, pero hay que ver como se trata”, subraya el cofundador de Mox, Antonio Valenzuela, “si se pretende que esta se convierta en una ventaja competitiva”.
El momento del dato
Frente a los desafíos que presenta este entorno en constante evolución, compañías como Microstrategy Ibérica desarrollan nuevas soluciones dispuestas a impulsar el uso del dato en sectores como el logístico.
En los últimos años, aclara su responsable comercial Ana Lacuna, han aparecido nuevos clientes y referencias que hasta hace poco tiempo ni siquiera se podían encontrar por internet. En parte, esta dependencia de la información, expone, es consecuencia de los propios consumidores que “nos hemos malacostumbrado a recibir todo rápido y donde queramos, reclamando a la logística una eficiencia sin precedentes en su operativa”.
De esta manera, cada vez se necesita tener la información más a mano para tomar decisiones ágiles, sin tener que ir de una aplicación a otra ni tener que recurrir a terceros. Sobre esta base nace Hyperintelligence, el producto de la firma estadounidense que lleva la información clave a las interfaces del día a día, sin necesidad de realizar una integración.
La herramienta, capaz de desarrollar tarjetas asociadas a envíos, pedidos, clientes, rutas o proveedores, agrupa toda la información crítica en múltiples datos, favoreciendo
la toma de decisiones eficiente en el momento y lugar que se necesiten.
Hora de actualizar
Precisamente, este tipo de soluciones tratan de responder a otra de las inquietudes del sector logístico frente a la gestión de datos. Una vez demostrada su importancia, ¿qué estrategia se debe seguir para adecuar los sistemas?
Según Gellida, uno de los mejores ejemplos para ilustrar la complejidad que supone este reto son los bancos, que trabajan con los mismos sistemas desde hace 30 o 40 años. Para el experto, “no hay que modernizar por hacerlo”. Antes de cambiar todo o parte de un sistema, “debemos conocer qué debe modificarse”.
Por ello, el plan “debe ser por módulos, aprovechando que hoy en día las tecnologías permiten hacer muchas cosas que antes eran más complejas”. En resumen, “no debe reemplazarse todo”, práctica conocida como big bang, sino “actualizar por bloques”.
Supliendo carencias
En esta línea, Callejas explica que, a pesar de tener toda una serie de aplicaciones core, la implementación de un bussines process manager, es decir, una plataforma en la que todos los operativos visualizan informaciones concretas, ayuda a “rellenar muchas carencias”.
Apoyando lo planteado por sus dos contertulios en el marco de la mesa redonda ‘Cómo tomar decisiones agiles y acertadas en la cadena logística y de transporte’, Lacuna dice que, si bien hay empresas que se plantean cambiar todo, esto “es bastante costoso”.
Por ello, lo más prudente es hacer una aproximación para conocer qué cambio va a tener una repercusión positiva sobre la operativa logística, dando una utilidad real al dato.
“La idea es buscar aplicaciones que necesiten modernizarse y hacerlo de la manera menos costosa posible. Hay que tener los datos organizados y definidos, solo así se podrá alinear a los empleados, implementando su productividad”.
De información a beneficio
Respecto a la capacidad de los datos de repercutir en los márgenes de beneficio, Lázaro apunta a que la gestión tiene dos claves: la toma de decisiones y la agilidad de la misma. “Esto último solo se consigue”, aclara, “teniendo una información bien gestionada”.
Desde el punto de vista técnico, para el experto, si se quieren reducir los costes, se necesita mejorar la información y, a través de ella, la experiencia del cliente y de la empresa.
Cumplir expectativas
Si bien para Valenzuela por un lado están los clientes y por otro los usuarios, la gestión de datos en la logística debe centrarse en estos últimos. “De la satisfacción de los usuarios depende cómo se percibe a las marcas y de estas dependemos nosotros”, explica.
Por ello, la comunicación constante, el hecho de ofrecer datos y con ello reflejar transparencia en las operaciones, “es algo muy bueno para la mejora de la valoración”.
Con él coincide el representante de XPO Logistics señalando que “en la logística, últimamente, se han generado unas expectativas muy grandes y lo que peor podría pasar es no cumplir con las mismas”. Así, el experto apoya la idea de utilizar, entre otros fines, las cifras para que los consumidores, que cada vez exigen un mayor control de sus tiempos, puedan ver satisfechas sus demandas.
Siguiendo los pasos de Amazon y Aliexpress
Detrás de este tipo de estrategias está nada más y nada menos que la carrera por no quedarse atrás en el panorama logístico. Así lo confirma Valenzuela, señalando que Amazon y Aliexpress están impulsando medidas que otros están tratando de replicar.
Para ello, hay una serie de datos que las empresas necesitarán de cara a adaptarse a la realidad venidera, permitiendo a los players ofrecer nuevas soluciones.
Según el representante de Mox, en el sector de la logística “vamos por unos costes bastante altos e ingresos bajos, si hacemos el cálculo por pedido”. Ahora, el mercado no solo debe hacer frente a este ajuste, también al imparable número de variables que se están sumando a una operativa tradicional, implicando nuevas cifras a tener en cuenta como, por ejemplo, las diferentes modalidades de entrega.
Es el momento de la logística
Alejandro Rubio, Energy and Industry Bussines Director de Devoteam explica a este respecto que, si bien tradicionalmente quien más se ha beneficiado de la gestión de datos es el retail, “ahora es el momento de la logística”.
En palabras del ejecutivo, “no hay que olvidar que para la logística del ecommerce no hay cliente pequeño, lo que cual todo lo que sea optimizar información será bien recibido, sobre todo en lo que respecta a la logística inversa”,
A través de la identificación de los datos importantes, añade, es como se pueden tomar decisiones ágiles. Por ello, “hay que garantizar una información de calidad”.
Sin miedo a la información
Como concluye Callejas, “no hay que temer a la información, ya que nos hace más exigentes con nosotros mismos y, por tanto, nos permite mejorar”.
Usando el histórico, explica Gellida, se pueden llegar a crear modelos que preparen a las operativas para hacer frente a irrupciones como las que actualmente está experimentando la cadena de suministro internacional.
Además, de cara al futuro, Lázaro aprecia una evolución de la logística basada en modelos predictivos a la logística basada en el Big Data, que permitirá la coordinación entre la información interna y externa. Con ello, las compañías no solo podrán conocer las cifras de sus activos, sino los datos que pueden llegar a tener algún efecto sobre los mismos, como el tráfico o el estado de los semáforos, para calcular las mejores rutas.
Cerrando con la premisa de “lo que no se mide, no se mejora”, para los expertos, ya es hora de que el sector tome las riendas de sus datos y el potencial que hay detrás de ellos