BUENOS HÁBITOS
Lic. en Nutrición Judith Jiménez López
SI FUERA MI CASO Tengo un agujero, me dijo… Y cuando lo siento me asfixia, me consume. No quiero sentirlo, pero llega. Necesito llenarlo con algo. Comienzo buscando aquello que logre sacarme del espacio en el que me encuentro. Como. Siento ansiedad. Hice un test sobre eso y ya sé cómo se llama. He hecho tanto, he logrado estar en el peso que me gusta, pero hoy estoy pasada del ideal… Estoy gordita. Siempre he pensado que no quiero que esto ocupe demasiado espacio de mi mente, debe haber otras cosas.
F
ue una pequeña pero profunda conversación. La comparto para que podamos comprender que antes de un peso, de una talla, de un estereotipo hay un ser humano sensible, con una historia, experiencias y vida única para ser validada, escuchada, vista. Para cuidarla con profundo respeto. No soy partidaria de pasar por las tablas de peso ideal a nadie. Ni
26 SEPTIEMBRE - OCTUBRE 2020
siquiera a mí misma, que tengo algunos ayeres de vivir la nutrición. Y no es que en algún momento de mi ejercicio profesional no me haya obsesionado con la locura del peso perfecto, de la cintura de muñeca o la musculatura de hierro. Es un bombardeo masivo y constante. Todos caemos en el estereotipo de “inaceptable”, “inadecuado”. Pero es necesario conectar con algo más que solo el
son para presumirlas en redes como si fueran nuestras. Hemos llegado al punto de usarnos unos a otros como ejemplo de eficacia; reduciendo en-
físico cuando nos encontramos con los otros, con nosotros mismos.
tonces nuestras capacidades a kilos bajados.
Es básico comenzar a entrenar el corazón para que nuestra respuesta vaya más allá de contar las calorías que una persona consume y recomendarle comer menos. Seguro eso ya lo intentó. Necesitamos sensibilizarnos ante la idea de que ya pasó por muchas otras cosas. Que no viene a la consulta para ser juzgada o juzgado o utilizado como promoción si logra sus metas. Estas personas no
Es triste escuchar eso, tanto de pacientes como de “profesionales” ofertando en las redes “Pierde 10 kilos en una semana” cuando científicamente es riesgosa una reducción drástica; es un foco rojo de alerta, no de oferta. Con regularidad necesitaremos entender que esto es a lo que estamos acostumbrados. A publicidad sensacionalista. A milagros en tabletas, jugos de mezclas raras y