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1.6. Problemas nutricionales de las sociedades desarrolladas

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• Equilibrada y variada, pues no existen alimentos que contengan todos los nutrientes necesarios.

Para tener una referencia sobre las pautas dietéticas más apropiadas existen guías basadas en la clasificación de los alimentos según sus características nutricionales, que facilitan la elaboración de una dieta saludable. Un ejemplo es la pirámide alimentaria o la rueda alimentaria.

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Podemos señalar como factores clave para una dieta sana y de calidad:

• Dieta suficiente y variada. • Equilibrada y moderada. • Incremento de la ingesta de líquidos y fibra. • Grasas con moderación.

• Consumo de sal moderado.

• Reducción de grasas animales, azúcar, alcohol y bebidas excitantes. • Dietas sencillas, atractivas y repartidas en 4 o 5 comidas diarias. • Presentación agradable.

1.6. Problemas nutricionales de las sociedades desarrolladas

Para una buena dieta hemos señalado que la alimentación ha de ser:

• Equilibrada: que cubra las necesidades de nutrientes. Por ello y salvo contraindicación expresa, se recomienda no prescindir de ningún alimento.

• Variada: para alcanzar el equilibrio referido, se recomienda buscar la variación alimentaria.

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• Agradable: una presentación vistosa es fundamental porque en la alimentación intervienen los sentidos como ya hemos referido.

• Suficiente: en cuanto a cantidad y a contenido energético.

A día de hoy las sociedades desarrolladas se alejan de las condiciones ideales tanto en contenido calórico como en cantidad de nutrientes. Así, las características de este tipo de dieta son:

• Abuso de la sal: se recomiendan alrededor de 3 gramos por día y su consumo suele ser de 12.

• Abuso de grasas saturadas. • Escaso consumo de fibra: la fibra es la parte no digerible de muchos alimentos de origen vegetal que se elimina en las heces. Ayuda a la formación de heces al absorber agua, incrementar el bolo fecal y disminuir por lo tanto el tiempo de tránsito intestinal. No obstante está contraindicada en algunas enfermedades digestivas, al provocar diarreas en ciertos estados. Se encuentra en alimentos como frutas, verduras, legumbres o cereales, y hay estudios que señalan que su escaso consumo es causa común de las denominadas «enfermedades de la civilización», o por lo menos un factor de riesgo.

• Poco consumo de leche, de frutas y verduras. • Demasiado aporte energético en proteínas de origen animal. • Aporte energético excesivo. • Excesivo consumo de alimentos refinados y de síntesis. • Mayor sedentarismo que modifica las necesidades nutricionales reduciéndolas.

• Sobrealimentación por encima de las necesidades diarias. • Alimentos además cumplir el papel alimenticio, se convierten en objetos de consumo gracias en gran medida al efecto de la publicidad.

• Incremento de comidas rápidas.

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